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Reinos Infinitos Pt.1

Lo que al principio pareció una excelente idea, terminó siendo una muy mala debido a la situación en la que Danny y sus amigos acabaron. Se encontraban quietos en una parte de la Zona Fantasma, Sam y Tucker iban en el Regulador de Velocidad Espectral mientras que la joven halfa estaba fuera del vehículo y flotando a unos metros de ellos. Phantom miraba el lugar con atención, mientras que Sam y Tucker solo observaban.

—Ok Fenton. Has visto el mal cara a cara y lo has derrotado una y otra vez. Puedes hacer esto

Danny sacó de su bolsillo un papel, lo desdobló y revisó confundida. Era su mapa de la Zona Fantasma. Sí, la joven halfa y sus amigos se habían perdido tratando de trazar nuevos rumbos y lugares. Phantom revisó su mapa intentando ubicarse.

—Ok... Giramos a la izquierda en la isla de Skulker y luego a la derecha en la cárcel de Walker. ¿O era a la izquierda en la cárcel de Walker y a la derecha en la isla de Skulker?

—¿Regresaremos a casa o seguiremos jugando a "perdidos en la Zona Fantasma"? —preguntó Sam sarcásticamente y fastidiada de estar en ese lugar.

—No estamos perdidos —contestó Danny con seguridad, aunque en su cara no lo mostraba—. Mi mapa dibujado con exactitud nos dice dónde estamos. Solo tenemos que dar una vuelta en U alrededor de este vórtice giratorio de dolor infinito y estaremos en casa... —revisó la ruta que trazó, pero entonces se dio cuenta de que no era lo que dijo— Oh, espera. Creo que es una huella —miró a su mejor amiga, quien la veía con una ceja arqueada y rio tímidamente—. Tranquila Sam, sí regresaremos.

—Sino lo hacemos pronto me voy a morir de hambre —dijo Tucker, recargado en los controles de la nave—. Me perdí la comida de las cuatro.

—¿Podrían dejar de quejarse? —pidió Danny, doblando su mapa mal trazado y guardándolo—. Si vamos a mejorar como equipo de combate fantasma necesitamos conocer el territorio del enemigo al derecho y al revés para así no... uh... perdernos

De repente pasaron junto a ellos dos fantasmas.

—Oye, pídeles indicaciones —sugirió Sam

—Y comida ¡pídeles comida! —rogó Tucker

—No, solo sigámoslos. —dijo Danny—. Nos llevaran a algún lado

Y sin más voló detrás de esos fantasmas seguida por sus mejores amigos en la nave.

—¿Por qué nunca le gusta pedir indicaciones? —preguntó Sam a Tucker

—No lo sé, pero me perdí la comida de las cuatro y cinco —contestó el moreno revisando su reloj y después tomó de los hombros a su amiga—. Si no lo logro, dile a mi PDA que la amo y que el celular no significo nada para mí

—¡Tucker, deja de ser tan dramático y concéntrate en el camino! ¡Tú eres el que va conduciendo, no Sam!

Danny no necesito voltear para ver y escuchar a sus amigos, los conocía tan bien como saber que estaban haciendo. Siguieron en silencio a los fantasmas hasta llegar una lugar de la Zona Fantasma cubierto de nieve y hielo. La nave alcanzó a Danny y los tres iban a la par.

—¿Ven? Se ve que ellos conocer los alrededores —dijo Phantom—. Saldremos de aquí en poco tiempo...

Por no fijarse en su camino, Danny se estrelló contra una columna de hielo. Sam y Tucker voltearon a ver a su amiga y tampoco se fijaron en su camino y también se estamparon contra el hielo. Los tres cayeron golpeándose contra el hielo hasta que finalmente aterrizaron cubriéndose con la nieve. Danny salió de la nieve con dificultad y se acercó a la nave a ver a sus amigos.

—¿Todos están bien? —preguntó Phantom

—Además de estar perdidos, casi morir y sin saber regresar a casa. Genial —contestó sarcásticamente Sam

El Regulador de Velocidad Espectral aterrizó de cabeza y por lo tanto Sam y Tucker estaban igual. Danny revisó la nave y se preocupó al ver el vehículo destrozada.

—Demonios. Mi papá me va a matar —sentenció Danny

Como si sus problemas no fueran suficientes, escucharon unas pisadas acercarse a ellos. Danny volteó y vio una enorme bestia de nieve blanca con un brazo de hielo, grandes colmillos y cuernos igual de hielo que se acercaba a ellos furiosa.

—¡Él no es el único! —exclamó Sam

La bestia se acercó más y levantó los brazos dispuesto a atacar.

—¡Buen chico! ¡Lindo chico! —exclamó Phantom como si le hablara a un perro. La bestia bajó los brazos para golpear a la chica, pero Danny se hizo a un lado y flotó lejos de él—. ¡Sentado! —disparó un rayo de plasma dándole de lleno en el pecho a la bestia. Este se estrelló contra una pared de hielo y de arriba le cayeron fragmentos de hielo ante él atrapándolo—. Bien, luego te enseñaré a traer el periódico —dijo la heroína al verlo "indefenso".

Danny le dio la espalda y se alejó de la bestia de regreso con sus amigos, pero su oponente tomó una de las columnas de hielo y se lo arrojó a Phantom.

—¡Danny, cuidado! —gritaron Sam y Tucker

Ella dio la vuelta y disparó al proyector helado. Disparó otro rayo de plasma y la bestia disparó rayos de hielo a los de plasma congelándolos. Atrapó uno al vuelo y se lo lanzó a Danny, dándole a un montón de nieve acumulado en la pared detrás de ella y la chica fue sepultada en la nieve. Con dificultad salió de esta y vio a la bestia acercarse. Su oponente levantó un brazo, exponiendo un poco la espalda y entonces Danny vio algo: La bestia tenía un pequeño pedazo de hielo enterrado y eso estaba ocasionando que fuera violento. Disparó al hielo y se lo quitó a la bestia. Gracias a eso, se calmó enseguida.

—¿Uh? El dolor ¡se fue! —exclamó emocionada la bestia. Entonces vio a Danny enterrada en la nieve, la levantó sin problemas y la abrazó—. ¡Gracias!

—Aw, una chica y su bestia de nieve —dijo Sam

—¿Encontrarás un amor tan grande como ese en alguna otra parte? —preguntó Tucker

A pesar de estar atrapada entre un par de brazos peludos, Danny alcanzó a escuchar las burlas de sus amigos. La bestia la separó de él y la dejó con cuidado en el suelo.

—¿A quién le debo mi gratitud? —preguntó la bestia quitándole la nieve a Danny, cuando la vio bien, su expresión cambio a una de asombro?—. ¿Tú? ¿La salvadora de la Zona Fantasma?

—¿Yo? —preguntó Danny

—¿La salvadora? —preguntó Sam

—¿De la Zona Fantasma? —preguntó Tucker

—¡Oh, Gran Señora! —exclamó la bestia, arrodillándose ante Phantom—. Contemple a su humilde servidor. Frostbite, líder de los páramos congelados.

Danny no sabía qué hacer ni qué decir. Es cierto que tenía muy pocos aliados en la Zona Fantasma, pero ninguno la había tratado así y eso le parecía extraño, además de ponerla incómoda.

—Uh... bueno, yo...

—Disculpe, su majestad —habló Sam a su amiga—. ¿Cree que podría decirle a él, o lo que sea, que nos ayude?

—Sí, necesito que me alimenten —concordó Tucker

—¡Sí! —exclamó Frostbite poniéndose de pie y yendo hacia los chicos humanos—. Es un honor asistir a la Gran Señora y a sus sirvientes

Sin dificultad, Frostbite levantó la nave y la cargó sobre un hombro.

—¿Sirvientes? —repitió indignada la gótica

—¡Silencio! ¡Oh, Sam, de las vegetarianas! —dijo Danny, siendo levantada por Frostbite y sentada su el otro hombro

—Iremos a mi aldea y tendremos una gran fiesta —dijo el líder helado

Como Frostbite prometió, toda su aldea honró a Danny como «La salvadora de la Zona Fantasma». La verdad ella no tenía idea de porqué se portaban así con ella, pero ¿quién era ella para resistirse a tanta atención? Una vez finalizada la fiesta, Frostbite llevó a Danny y sus amigos a una cueva para explicarles porque la consideraban casi una deidad.

—Este santuario está dedicado a usted, Gran Señora —dijo Frostbite mostrando todo lo del lugar.

Danny y sus amigos miraron las pinturas rupestres de la pared y enseguida la halfa entendió.

—¡Ah! Así que por eso piensan que soy "la salvadora de la Zona Fantasma" ¡porque derrote al rey de los fantasmas, Pariah Dark! —dijo Phantom, señalando las pinturas que representaban su combate contra el malvado fantasma.

—¡Vaya! En el mundo de la gente extraña, peluda, congelada y con mal aliento, ¡eres una leyenda! —dijo Sam

—Espero que nuestro humilde tributo haya sido de su agrado, Gran Señora —dijo Frostbite, haciendo una leve reverencia a Danny

—Todo está bien, uh... señor Frostbite, pero nos perdimos y...

—¡Excelente!

Esa respuesta del fantasma helado tomó por sorpresa a los tres amigos. Frostbite corrió por un corredor, seguido por los adolescentes. Llegaron a una habitación repleta de artefactos, tesoros y mapas antiguos. En el centro del lugar había un cofre, Frostbite puso la mano en la cerradura y está se abrió revelando un especie de pergamino.

—¡Contemplen, el Infimapa! —anunció Frostbite

—¿Infimapa? —repitieron los adolescentes

—Lo hemos guardado por milenios —Frostbite tocó el mapa, se desenrolló y reveló la Zona Fantasma, pero no estaba muy definidos—. Puede llevar al portador a cualquier entrada de la Zona Fantasma —el fantasma tocó una parte del mapa y de este aparecieron hologramas de puertas moradas.

Danny escuchaba fascinada la explicación, pero lo último que dijo Frostbite le llamó mucho la atención.

—¿Cualquier entrada? Creí que nuestro portal y el de Vlad eran las únicas entradas

—Su mundo tiene muchas entradas naturales a la Zona Fantasma que solo pueden ser reveladas por el infimapa —con un gesto de la mano apareció una pantalla en la cual se mostraba el océano y de pronto apareció un portal verde fosforescente triangular—. Por ejemplo, un área que ustedes llaman "El triángulo de las Bermudas" —se mostró la imagen de un avión entrando por el portal.

—¡Eso explica todas esas misteriosas desapariciones! —exclamó Sam—. ¡Todo lo que entra llega a la Zona Fantasma!

La pantalla mostró el mismo avión saliendo del portal y la única diferencia es que al parecer habían llegado a otro lugar.

—Los viajeros pasan rápidamente hasta encontrar el camino de regreso... —explicó Frostbite— Sin embargo, no necesariamente del período de tiempo en que se fueron

La pantalla mostró el lugar al que el avión llego: la era de los dinosaurios.

—¿Entonces no solo te lleva a través de la Tierra sino también el tiempo? —preguntó Danny

—La zona fantasma cambia constantemente. Las entradas pueden aparecer en muchos períodos diferentes. La mayoría permanece abierta solo por un corto tiempo antes de cerrarse para siempre. —terminó de explicar Frostibite a la vez que se mostraba a los pilotos del avión dando la vuelta hacia el portal, pero este desapareció dejándolos atrapados—. En las manos equivocadas el mapa puede ser peligroso y no deben desviarse de la ruta indicada. Es por eso que los escoltaré a su hogar

Durante la última explicación, Danny tomó el mapa para verlo más detalladamente.

—¡Vaya, gracias! —agradeció Danny, a la vez que Sam y Tucker se paraban junto a ella y sujetaban un extremo del mapa—. Entonces ¿por dónde nos vamos?

—El mapa puede leer su mente. Simplemente digo adónde deseo ir y el mapa nos llevará allí

—O sea, si solo digo "llévanos a casa" el mapa nos...

Ante las palabras de Danny el mapa desprendió una luz morada a la vez que trazaba una ruta desde el reino de los congelados al portal Fenton. De pronto el mapa se movió bruscamente hacia el camino indicado llevándose a los tres adolescentes; a lo lejos Danny escuchó a Frostbite gritar, pero no pudo hacer nada para detenerse. Atravesaron a gran velocidad la Zona Fantasma llegaron a los Laboratorios Fenton.

Una vez pasado el susto, los tres amigos se dieron cuenta de lo que sucedió.

—¡Whoa! ¡Eso fue mejor que el «Vórtice Vomito» del parque acuático! —exclamó emocionado Tucker

Danny enrolló el mapa y regresó a su forma humana.

—¿Ven? Les prometí que regresaríamos a casa —dijo la azabache con satisfacción.

—Frostbite no parecía entusiasmado en dejar esto fuera de su vista. —comentó Sam, tomando el infimapa—. Será mejor que se lo devolvamos

—Lo haremos —aseguró Danny con una sonrisa de confianza—. Pero quién dice que no podemos revisarlo un poco. Además soy la salvadora de la Zona Fantasma

—Además ¿quién lo sabrá? —preguntó Tucker, recargándose en el hombro de su amiga

A Sam le dio mala espina cuando Tucker dijo eso, sintió como si estuviera invocando los problemas y al parecer sucedió.

En su mansión en las afueras de Amity Park, el alcalde Vlad Masters jugaba ajedrez con su mascota.

—Es jaque mate, Daniela —dijo el mayor a su gata blanca. Está solamente maulló—. Me temo que sí fue un movimiento justo —Masters suspiró aburrido—. Son trece juegos a nada. Una vez más, soy el mejor —Vlad se levantó y fue hacia la ventana, seguido por su gata. Esta se paró en el alféizar y el mayor la acarició—. Oh Daniela, estoy aburrido. Domino en ajedrez, en la vida y en esta ciudad atrasada ¡pero no es suficiente! Estoy destinado a gobernar cosas más grandes que solo Amity Park.

La gata maulló, llamando la atención de su dueño y con eso le cambio el animo.

—¡Espléndida idea! —dijo Vlad y fue a sentarse a su sofá enfrente a un televisor de plasma—. ¡Mirar televisión para ver a otros menos afortunados que yo es la elección perfecta para animarme! —su gata saltó y se recostó en el respaldo del sofá, junto a la cabeza de su dueño, quien la miró con "seriedad"—. Y recuerda: si alguien pregunta, eres la gata de mi hermana —su mascota maulló y los dos le pusieron atención a la televisión—. Veamos... de compras con famosos —cambió de canal—, arrestos vergonzosos de celebridades —presionó otro botón y en la pantalla apareció el frente de los Laboratorios Fenton—. ¡Ah, espiar ilegalmente a la familia Fenton! ¡Mi favorito! —revisó las cámaras que tenía ocultas por toda la residencia—. Ser el alcalde tiene sus ventajas —en su pantalla apareció el laboratorio—. ¡Oh, me pregunto qué invento patético le surgió a Jack esta semana!

En la pantalla apareció Danny corriendo hacia el portal, se detuvo ante este transformándose en Phantom. Sus amigos fueron hacia ella, la chica desenrolló algo que tenía en las manos y al ver que era, la sonrisa de Vlad desapareció siendo reemplazada su expresión de relajación a una de incredulidad.

—¡No puede ser! —se levantó y corrió hacia su librero. Tomó uno sobre la Zona Fantasma y lo hojeo rápido hasta un apartado que hablaba del famoso mapa del lugar—. ¡El infimapa existe y Daniela lo encontró antes que yo! ¡Rayos! —exclamó el mayor cerrando bruscamente el libro.

Tomó el control remoto y posó su vista en la pantalla otra vez. Activó el sonido para saber que planeaban los adolescentes.

—Hacemos un viaje rápido, devolvemos el mapa y regresamos a casa. ¿Cuál es el problema? —dijo Danny a sus amigos

—No irán a ningún lado sin que sepa cada movimiento

Vlad presionó un botón del control. La cámara escondida del laboratorio se activó, salió de su escondite y se escondió en la mochila de araña de Sam, sin que Danny o alguno de sus amigos lo notara.

—Mapa, llévanos a... ¿A dónde queremos ir? —preguntó Danny a sus amigos

—No sé —contestó Tucker—, cualquier lugar sería...

Pensando que era una orden del moreno, el mapa trazó una ruta y se llevó a los adolescentes a la Zona Fantasma. Fueron a varios lugares como: el río repugnante, el cañón carnívoro y un portal que los llevo debajo de la cama de un niño en el año mil novecientos cuarenta y dos; al escuchar a la madre del pequeño decir mal una cita histórica, Danny salió debajo de la cama para corregirla, pero al hacerlo asustó al pequeño y a su madre. Sam y Tucker tomaron a Danny de los tobillos y salieron de ahí por el portal.

—Genial, asustamos a un niño de por vida —dijo Sam

—Solo quería asegurarme de que no arruinara la única cita histórica que recuerdo —justificó Danny. Abrió el mapa y reviso las rutas—. Bueno, ¿están listos para encontrar otro portal oculto?

El nuevo portal los llevó a un viejo pueblo estadounidense. La entrada a la Zona Fantasma apareció dentro de una torre de reloj, los tres amigos salieron de esta y aterrizaron a los pies del edificio. Se asomaron a la calle; Sam y Danny se mostraron nerviosas, pero Tucker se alegró debido a la confusión.

—¡Genial, Acción de Gracias! —exclamó el moreno

—No. Estamos en Salem, Massachusetts en los años mil seiscientos —corrigió Sam—. Los aldeanos paranoicos solían castigar a personas completamente inocentes porque pensaban que eran brujas.

—¿Cómo?

—Oh, no es gran cosa, simplemente los quemaban en la hoguera

En ese momento pasó una muchedumbre cargando un espantapájaros y lo colocaron al centro de la ciudad para quemarlo en la hoguera. Por lo que alcanzaron a escuchar, era una práctica para quemar gente en poco tiempo.

—Una cosa es leerlo y/o escuchar de la quema de brujas en «Harry Potter» y otra muy diferente el verlo —comentó Danny—. Además de que me alegra que a mis padres no se les haya ocurrido alguna idea loca como esa para cazar fantasma. ¡Vámonos! —dijo a sus amigos—. Cuanto más tiempo estemos aquí, más posibilidades tenemos de estropear algo.

Phantom y Tucker dieron media vuelta para irse, pero Sam salió de su escondite y camino hacia la muchedumbre enojada.

—¿Acaso no pueden tener una vida? —exclamó enojada la gótica, sin darse cuenta por dónde caminaba

Piso un montón de hojas y de esta salió una red quedando atrapada en esta. Esto ocasionó que se le cayera la mochila.

—¡Sam! —gritaron preocupados sus amigos

—¡Déjenme ir! ¡No soy una bruja! —gritó Sam

—¡No la escuchen! —advirtió uno de los aldeanos, acercándose a la chica gótica. Se quito el sombrero que le cubría el rostro y los tres amigos empalidecieron al reconocerlo: Vlad Masters—. ¡Sí es una bruja! —tomó la antorcha de un aldeano y se acercó a Manson con una sonrisa triunfante y maléfica—. Y sabes lo que hacemos con las brujas aquí ¿verdad?

Los aldeanos bajaron a Sam y en seguida la ataron a una estaca sobre una carroza y la llevaron hacia la hoguera. La turba la abucheaban y Vlad se mostraba complacido.

—¡Ah, la mentalidad de la muchedumbre! Un sonido tan relajante.

Mientras tanto, Danny y Tucker seguían ocultos sin saber qué hacer.

—¡El portal se cerrará pronto! —exclamó Danny preocupada—. ¿Cómo diablos Vlad nos encontró?

Tucker revisó los alrededores, buscando algo que les indicara cómo los siguió el halfa mayor. Revisó rápido su mochila buscando algo sospechoso, pero no encontró nada. Revisó a Danny y tampoco. Con cuidado de que no lo vieran, recogió la mochila de Sam y al examinarla, encontró una mini-cámara con la aparecía de Plasmius.

—¡Bingo! Un dispositivo rastreador

—¿Pero en qué momento...?

—¡No soy una bruja! ¡Son unos paranoicos! —grito Sam siendo colocada en la hoguera y entonces recordó algo—. Espera... Salem, año mil seiscientos. Duh.

Danny puso en las manos de Tucker el infimapa y voló hacia su amiga para salvarla. Vlad estaba atento a lo que hacían los aldeanos que no se dio cuenta de la aproximación de la joven halfa hasta que un civil grito.

—¡Mirad! ¡Un espíritu maligno viene a rescatar a su oscura ama!

La muchedumbre volvió a gritar. De la nada salió un hombre que era idéntico a Jack Fenton y se paró ante Sam.

—¡Os ruego que retrocedan! ¡Porque yo, John Fenton Nightingale, el mayor cazador de brujas de Salem venceré a este demonio!

—Déjà vu —dijo Tucker al ver al hombre

John Fenton Nightingale corrió alrededor de la hoguera y en el proceso arrojó al suelo pétalos de flores rojas que traía de una canasta en su mano. Danny no le dio importancia a lo que el ancestro de su padre hacía, pero lo reconsideró cuando intentó llegar con Sam, porque de donde estaban las flores no pudo pasar, como si alguna clase de campo de fuerza invisible le impidiera el paso.

—¿Qué demonios...?

—¿Sorprendida, mi niña? —la joven miró sobre su hombro encontrándose con Vlad—. Se llaman «flores de sangre», quería mía. Son un antiguo remedio anti fantasmas; algo así como un "espectro deflector primitivo". Son muy pintorescas

—Tú...

Danny se levantó y se abalanzó sobre el mayor, pero alguien la tomó por detrás. Miró a su alrededor y se vio atrapada por los aldeanos. Arrastraron a la joven halfa hacia el círculo de flores de sangre y la introdujeron en este. Cayó a los pies de su mejor amiga y comenzó a gritar y retorcerse de dolor.

—¡Danny! —exclamó asustada Sam

Tucker corrió hacia sus amigas. Vlad dio media vuelta para no ver a la chica sufrir cuando vio al moreno técnico ir hacia las niñas y con el infimapa en las manos. En cuanto Foley pasó junto a él, le arrebató de las manos el mapa. Tucker se dio cuenta que ya no lo tenía y a tiempo vio a Vlad transformarse en Plasmius y huir. Recordó el rastreador y, antes de que el mayor se alejara, arrojó el dispositivo hacia él adhiriéndose a tiempo a su capa.

Vlad entró en la torre del reloj, donde estaba el portal, y abrió el infimapa revelando varias puertas fantasmales.

—¡Increíble! ¡Es aún más hermoso de lo que había imaginado! Y si las leyendas son verdades, llévame...

Un horrible alarido lo interrumpió. No necesito mirar hacia la multitud para saber qué se trataba de Daniela atrapada en el círculo de flores de sangre. Su corazón se estrujaba con cada grito, pero no podía regresar; de hacerlo tendría que devolverle el mapa a la chica y ya no podría buscar su destino. Así que con todo el dolor de su alma y corazón le dio la espalda.

—Lo lamento mucho, Daniela. —regresó su atención al mapa y le ordenó con seriedad—. Llévame a mi destino

El mapa trazó su curso y se llevó a Plasmius. En el pueblo, Tucker trataba de salvar a sus amigas. Primero sacó a Danny del círculo de flores, pero aun así seguía sufriendo; entonces Sam vio a John Fenton Nightingale comerse el resto de las flores de sangre como si fueran un bocadillo cualquiera y le gritó a Tucker que se comiera las plantas. Al principio el chico se negó, pero al ver que Danny comenzaba a expulsar ectoplasma de la boca y ver como si se derritiera, el moreno no tuvo más opción que ceder.

A regañadientes se comió las plantas y Danny se vio libre del sufrimiento y se recuperó enseguida.

—Gracias, Tucker —agradeció Phantom

—Me debes una grande... —el tecnológico soltó un fuerte eructo— amiga —de pronto fueron rodeados por aldeanos que los apuntaban con sus horcas —. ¡Y puedes devolvérmelo ahora mismo!

Danny todavía se sentía débil por las flores de sangre, pero cargó a su amigo con un brazo. Fue hacia Sam, la liberó con intangibilidades y voló con sus amigos hacia la torre del reloj. Aterrizaron y la joven halfa cayó de rodillas.

—Danny, aún estás muy mal —dijo Sam, arrodillándose junto a su mejor amiga

—Estoy bien, por ahora no soy importante —dijo Phantom—. Vlad tiene el mapa ¡podría estar en cualquier parte!

—Tranquila amiga, lo encontraré —aseguró Tucker. Antes de que sus amigas preguntaran, el chico sacó su PDA y comenzó a trabajar en esta—. Todo lo que tengo que hacer es calibrar la frecuencia de su dispositivo rastreador y podremos seguirlo a donde quiera que vaya

En la pantalla apareció un mapa de la Zona Fantasma y un punto verde donde indicaba donde se encontraba Plasmius. Sam ayudó a Danny a levantarse, la joven halfa abrazó a sus amigos por la cintura y entraron a la Zona Fantasma, justo a tiempo de que el portal se cerrara. Para liberar la tensión, Sam se mofaba de Tucker con respecto a que el moreno nunca había comido vegetales en su vida y cómo estos podrían afectarle su organismo. Antes de que el moreno contestara, el PDA sonó y el chico le indicó a Danny que fueran hacia un portal con estructura de arco romana. Al atravesarlo, se sorprendieron al ver donde estaban: en el centro del coliseo Romano.

—¡Whoa, estamos en Roma! —exclamó asombrada Sam

—Aquí tenían baño ¿verdad? —preguntó Tucker, sujetándose el estómago

Tres heraldos idénticos sentados entre las hileras, cargados de cuernos dorados soplaron sus instrumentos señalando la llegada de su gobernante.

—¡Saluden a Vladius Plasmodium!

—¿¡Qué!? —gritó Danny

Se escuchó una risa sobre ellos, los adolescentes miraron y vieron a Vlad Plasmius flotar a unos metros de ellos usando una corona de laureles dorada.

—¿Están vivos? ¡Increíble!

—¡No tan increíble como esto! ¿Qué has hecho aquí, Plasmius?

—¡Bienvenida a mi destino, Daniela! ¡Parece que estaba destinado a gobernar! ¡Lo curioso es que todo lo que tuve que hacer fue flotar un poco y estos romanos me aclamaron como una deidad!

—¡Quédate todo el tiempo que quieras! ¡Solo dame el mapa! ¡No sabes lo poderoso que es!

—¿Te atreves a darme un sermón sobre el poder? ¡Suelten a los leones! —Los guardias que se encontraban en la arena obedecieron la orden. Cuatro puertas se abrieron y de estas salieron los feroces felinos, acorralando a los adolescentes. Vlad voló hacia su trono y miró con superioridad a sus enemigos—. ¡Ah, parece que alguien olvidó alimentar a los gatitos esta mañana! ¡Oh, mejor tarde que nunca! —Los leones se les abalanzaron, pero Danny los salvó haciéndose intangible y escapando—. ¡Me encanta un buen ataque animal! ¿a ti no? —preguntó Vlad al guardia de su izquierda

No lo miró al momento de hablarle, pero escuchó ruidos metálicos junto a él. Volteó y vio al guardia con un gran hacha en las manos y moviéndolo hacia él. Vlad se apartó a tiempo de que el arma atravesará el respaldo de su trono. Vio al guardia con ira a unos metros del aire y su enojo aumentó al ver quién estaba detrás de la máscara: Daniela.

—Yo soy más del tipo golpeador —contestó la chica

Salió de la armadura y fue tras Plasmius. El mayor al verla acercarse, le lanzó discos de energía ectoplasmática fucsia, las cuales Phantom evadió sin problemas. No obstante, su suerte se acabó cuando ya estando cerca de él uno le dio de lleno en el pecho y la arrojó algunos metros lejos del mayor.

—No puedes detenerme, Daniela. —dijo Vlad, mostrando el mapa con una sonrisa burlona—. El mapa me llevará a cualquier reino ¡y en cada reino yo gobernare!

—¡Vaya gobernante! ¡Incendiaste todo tu reino! —dijo Danny señalando a la ciudad a sus espaldas

Roma estaba siendo consumidas por llamas fucsia causados por los ataques ectoplasmáticos del mayor. Vlad observó su reino entre impactado y molesto, pero apartó la mirada del lugar al escuchar los gritos de los romanos.

—¡Ha destruido la ciudad! ¡Ahora lo vamos a destruir a él!

Los romanos siguieron abucheándolo y los guardias se armaron para atacar a "su rey". Vlad gruñó al ver perdido su reino; volvió su atención a Daniela, quien sonreía con burla.

—Muy bien, podrás haber frustrado mis planes aquí, Daniela ¡pero muchos otros reinos esperan mi genio!

Abrió el mapa, le ordenó que lo llevará a su destino y se fue de Roma por el portal donde llegaron los adolescentes. Danny y sus amigos fueron tras él antes de que el portal se cerrara, pero al entrar a la Zona Fantasma lo perdieron de vista. En seguida Tucker lo buscó con su PDA hasta lo que parecía un armario estilo oriental.

Ese portal los llevó al Periodo Heian de Japón. Vlad derrotó sin problemas a la guardia del clan Fujiwara (a pesar de tener como soberano al emperador Kanmu, ellos tenían el poder sobre el país). Ya estaba cerca de la puerta cuando de pronto, a sus pies, se clavaron cinco shurikens y tres kunais.

—Matsu! (¡Espera!) —exclamó alguien a sus espaldas

Vlad volteó y vio a alguien vestido totalmente de negro, parecía ser un ninja de pie en la fachada principal de la residencia Fujiwara. Lo único que se le podía ver al desconocido eran sus ojos, de un color verde fosforescente.

—Katsu tame ni mōhitotsu arimasu! (¡Todavía hay una más que debes vencer!)

Vlad rio con burla ya que no lo consideraba una amenaza.

—Demasiado fácil.

Con su energía ectoplasmática, Vlad creó una espada. La clavó en el suelo y la arrastró con fuerza haciendo que el piso de piedra se rompiera y volarán escombros y polvo hacia el shinobi. Este saltó a tiempo para esquivar el ataque, gracias al polvo que se levantó Vlad no se dio cuenta de que su enemigo desapareció sino hasta que rompió en pedazos su ropa y no lo vio. Miró a su alrededor buscándolo hasta que levantó la mirada y se encontró con Daniela, espada en mano, apunto de atacarlo. Vlad bloqueó el ataque a tiempo y los dos pelearon con estas.

Sus espadas chocaron y se miraron a cara a cara haciendo fuerza para derribar al otro, pero al no lograr hacer ceder al otro, se separaron y levantaron la guardia. En eso los guerreros del clan Fujiwara aparecieron y rodearon a Plasmius, amenazándolo con sus espadas.

—Anata wa kuni de mottomo kyōryokuna kazoku o kōgeki suru koto ni yotte watashitachi no kōtei o fumeiyo ni shimashita. (Has deshonrado a nuestro emperador atacando a la familia más poderosa de la nación.) —exclamó uno de los guerreros del clan—. Watashitachi wa kesshite anata ni shitagaimasen! (¡Nunca te obedeceremos!)

—Vaya, a donde quiera que vas solo haces enojar a la gente —comentó con burla Danny

—Por más que lo intentes, Daniela ¡no me impedirás alcanzar mi destino!

Abrió el mapa, le ordenó que lo llevará a su destino y se fue de Japón. Danny llamó a sus amigos y los tres volvieron al ataque. Esta vez fueron a parar a mil novecientos tres, Kitty Hawk, Carolina del Norte, donde se llevaba a cabo el primer vuelo de avión de la historia. Al principio los adolescentes no vieron a Vlad hasta que escucharon una explosión y Danny vio el avión caer. Voló hacia este, se hizo invisible y lo estabilizó.

Una vez que le tomaron foto a los hermanos Wright (ella entrometida, pero invisible) buscó a Vlad y a tiempo lo vio escapar por otro portal. Recogió a sus amigos y fueron tras él de nuevo.

Este viaje a través del tiempo se estaba volvieron cada vez más peligroso debido a las intervenciones en el pasado, pero no tenían opción si querían desbaratar los planes del primer halfa.

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