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Ojo x ojo Pt. 2

Caminaba como un león enjaulado por toda su habitación, tratando de averiguar qué demonios le pasaba últimamente con Daniela. Desde que la mocosa le declaró sus sentimientos y él la besó sus pensamientos y sentimientos habían estado alterados haciéndole malas pasadas, como lo que le hizo a la chica cuando dio su discurso de recién nombrado alcalde y cuando ella fue a pedirle disculpas y una tregua a su oficina.

—¿¡Qué demonios me has hecho, Daniela!? —gritó Vlad con frustración

Se sentó en su cama y se cubrió el rostro con las manos. La verdad tenía una idea de lo que le estaba pasando con Daniela, pero él lo seguía pensarlo porque le daba miedo; podía muchas cosas, pero un pederasta no era una de ellas y menos tratándose de la hija de quienes fueron sus mejores amigos en la universidad. Para evitar caer en ese sentimientos, que conocía bastante bien gracias a lo que sentía por Maddie, seguiría insistiendo en su amor por la matriarca Fenton para no perder el control la próxima vez que viera a Daniela.

Y hablando de la joven halfa...

Danny estaba recostada en su cama boca arriba. Estaba dándole vueltas a sus recuerdos de lo que había pasado con el mayor desde que este era alcalde. Esos cambios de actitud del mayor hacia ella la estaban volviendo loca además de generarle una gran duda ¿no se suponía que la odiaba por las "bromas" hechas? Se pasó las manos por la cara en señal de frustración y se acostó boca abajo para gritar sobre su almohada.

—¡Y es justo por eso que siempre llamó a Plasmius lunático seriamente desequilibrado!

Se sentó sobre su cama y pasó una mano sobre su cabello; antes de averiguar a ciencia cierta que tramaba el mayor, tenía primero que desprestigiarlo para que anulara las tontas leyes anti-fantasmas que estableció... aparte de hacer que los estudiantes de la Secundaria Casper la odiaran menos de lo usual. Recordó la sugerencia de Sam de reunir a toda la escuela y proponer una huelga contra el nuevo alcalde como muestra de su desacuerdo con esas leyes.

Al día siguiente en la escuela, Danny, Tucker y Sam hablaron con todos los alumnos, logrando convencerlos de revelarse contra el nuevo alcalde. Así que todos hicieron pancartas y fueron directamente al ayuntamiento a protestar. Aprovechando la multitud, Danny se perdió entre ella, se metió a un callejón, se volvió invisible (sin transformarse) y voló hacia el techo del ayuntamiento; tenía un haz bajo la manga contra el alcalde.

Vlad estaba ocupado con un papeleo cuando de pronto empezó a escuchar ruido afuera de su oficina. Una secretaria entró y le avisó al magnate que los alumnos de la Secundaria Casper estaban haciendo huelga. El alcalde enseguida pensó que eso era obra de Daniela; ocultando su fastidio, se puso se pie y salió del ayuntamiento para encargarse de esos escandalosos adolescentes.

—¡A ver, a ver niños! ¡Estoy seguro de que podemos llegar a algún tipo de acuerdo aquí! —les dijo Vlad a los jóvenes

—No somos niños, ¡así que deje de tratarnos de esa manera! —exclamó Sam

Todos los adolescente congeniaron con la gótica. También aparecieron los padres de Danny para tratar de ayudar a Vlad, o bueno, Jack más que Maddie, a lo que el patriarca Fenton solo alteró más al alcalde. Aún desde el techo, Danny veía todo buscando el momento apropiado para detener al halfa mayor de una vez por todas.

—¡Justo lo que esperaba! ¡Ahora es el momento de arruinar el juego de Vlad de una vez por todas!

Se transformó en Phantom y bajó a tierra, aterrizando entre el mayor y los adolescentes. Los Fenton se pusieron alerta sacando sus armas y apuntándole a Danny; antes de que pudieran siquiera tocar el gatillo, Vlad le quitó su arma a Jack y pidió que la niña fantasma hablara, ya que esa era seguramente la razón por la que ella apareció. A Danny le dio una mala espina esa amabilidad, pero de todas maneras habló.

—¡El alcalde es un farsante y oculta un secreto que los sorprenderá a todos! ¡Es hora de que todo el mundo lo sepa! Vlad Masters es en realidad...

—¡El némesis más temido en todo el Reino Fantasma!

Todos levantaron la cabeza al escuchar esa voz. Danny sintió una opresión en el pecho por lo que vio ¡Vlad Plasmius estaba flotando a unos metros de ellos! De algún modo Vlad adivinó lo que pensaba hacer y creó un duplicado para arruinar su jugada!

—¡Dios mío, es un villano fantasma claramente malvado, pero devastadoramente guapo! ¿Qué haremos? —exclamó Vlad con falso temor. Plasmius comenzó a atacar a todos los presentes quienes enseguida comenzaron a gritar y a huir despavoridos. Aprovechando la confusión, Vlad miró a Daniela con una sonrisa de burla y triunfo—. Jaque mate, Daniela

La joven miró con odio a Master y voló hacia Plasmius para detenerlo.

—Ok, copia loca y barata ¡Vas a caer!

—No lo creo. Recuerda que soy un simple duplicado y todavía más poderoso que tú!

Con un simple disparo de ecto-rayo de su dedo índice, Plasmius atacó a Danny arrojándola hacia una pared del ayuntamiento y a unos metros de Masters, quien sonrió con burla al ver a la joven.

—Oh, apuesto a que dolió, o al menos, eso espero

Danny lo ignoró y se abalanzó contra Plasmius, quien comenzó a girar y creó un ecto-tornado en el cual atrapó a la adolescente. Unos giros después la expulsó y la arrojó de nuevo al ayuntamiento, pero esta vez entrando al edificio y la copia del halfa mayor fue tras ella.

—¿Ven? ¡Danny Phantom atrae lo peor que el mundo fantasma tiene y es prácticamente impotente para detenerlos! —exclamó Vlad a los ciudadanos que todavía seguían en el lugar

Dentro del ayuntamiento las cosas iban peor, Plasmius estaba dejando malherida a Danny y ella se estaba quedando sin energías para defenderse. El halfa mayor la tomó del cuello de su traje y la arrojó fuera del edificio, estrellándose contra el pavimento, luego la tomó del cuello y la elevó unos metros del suelo.

—¡Déjame ir! —exclamó Danny con dificultad, sujetando la muñeca de su oponente

—Oh, lo haré, en solo unos segundos. ¡Mira y aprende! —dijo la copia de Plasmius mirando hacia Masters y Danny siguió su mirada

—¡Me veo obligado a tomar el asunto en mis propias y más capacitadas manos! —tomó el arma que le quitó a Jack y le apuntó a su duplicado Plasmius—. ¡Apártate, demonio! ¡Hay un nuevo alcalde en la ciudad y su nombre es Vlad Masters!

Plasmius soltó a Danny y se encaró a Masters con una falsa expresión de súplica.

—¡Oh no, por favor no me lastime alcalde Masters, se lo suplico! —miró de reojo a Danny con burla y después aterrizó de rodillas a los pies de su contraparte humana rogándole—. Por favor, tenga piedad de mí; ¡Soy un pobre fantasma tonto! ¡No puedo evitar ser malo!

—¡Es exactamente por eso por lo que te voy a destruir! —exclamó Masters y activó el arma

Danny no podía creer lo que veía ¿Vlad estaba dispuesto a dispararle a su propia duplica para quedar bien ante la gente? Entonces se le ocurrió una idea; no sabía si lo que pensaba hacer funcionaría en una duplica fantasma, pero no perdía nada con intentarlo. Se hizo intangible y entró al cuerpo de Plasmius; la sensación fue extraña, pero logró poseer al doble y evitar el disparo del mayor.

Vlad se sorprendió por el comportamiento de su duplica, pero aun así disparó a diestra y siniestra. Danny-Plasmius se ocultó detrás de un auto justo cuando Vlad disparó y el vehículo explotó. Vlad, los Fenton, Sam y Tucker se acercaron a los restos del auto y grande fue su sorpresa al no ver ahí a Plasmius ¡sino a Danny!

La joven se incorporó con dificultad a causa del ataque y miró a todos lados confundida.

—¿Qué...? ¿Qué pasó? Solo soy un adolescente indefensa e impresionable que estaba ocupándose de mis propios asuntos cuando... —miró de reojo a sus amigos y les guiñó un ojo— ¡boom!

Sam y Tucker entendieron el gesto y le siguieron la corriente a su amiga.

—¡Oh dios mío! ¡El alcalde le disparó a Danny! —exclamó "asustada" Sam

—¡Le disparó a una niña inocente! —exclamó "preocupado" Tucker

Todos los adultos, incluidos los Fenton, miraron molestos a Vlad por ese acto. El mayor trato de justificarse, pero todos los ciudadanos comenzaron a gritarse. Entre la multitud, el halfa mayor miró a Danny y frunció el ceño al ver que la chica lo miraba con una sonrisa de burla y victoria que estaba claro que le decía «Ambos pueden jugar este juego»

Al día siguiente del incidente afuera del ayuntamiento, Vlad anuló todas las restricciones anti-fantasmas, además de ordenar la reconstrucción de la Hamburguesa Apestosa. Detrás de él, Danny y sus amigos prestaban atención a todo lo que el mayor decía.

—Todavía no puedo creer que dejaras que Vlad te disparara solo para que anulara esas tontas leyes y todo volviera a la normalidad —dijo Sam

—Bueno, bien dicen «En momentos de desesperación, medidas desesperadas» —dijo Danny encogiéndose de hombros como quitándole importancia al asunto—. O creo que queda mejor «Hay que combatir fuego con fuego» He aprendido como Vlad suele atacar, así que solo le di una cuchara de su propia medicina

—Sí fue peligroso, pero también efectivo. Ahora el mundo vuelve a ser seguro para la dulce tecnología —dijo Tucker mirando con amor su PDA y besando el aparato a lo cual sus amigas rodaron los ojos

—Uno creería que esta sería una victoria para nosotros. Pero creo que esto es más un empate —dijo Sam

—Sí, supongo. Sin embargo, solo hay un problema con eso. Siempre que haya un empate, seguramente habrá una revancha —dijo Danny mirando con cautela a Vlad, quien se estaba tomando fotos con los ciudadanos.

Una vez terminada la rueda de prensa, todos se fueron del ayuntamiento. Al terminar de hablar con algunos reporteros, Vlad volteó hacia Daniela y la vio irse junto con sus mejores amigos. frunció el ceño y regresó a su oficina a seguir trabajando. Durante el transcurso del día, y a pesar de estar muy ocupado, no podía quitarse de la cabeza la acción tan loca e imprudente de la joven para hacerlo quedar mal y anular los decretos anti-fantasmas. Debía admitir que esa era una jugada que normalmente él, Vlad, haría y no de la adolescente.

«Parece que he subestimado a Daniela. Ha mejorado en sus habilidades fantasmas e ingenio para el combate. Si tan solo lo ocupara en clase» pensó el mayor

Finalmente terminó con su trabajo del día y regresó a su mansión a descansar. A pesar de ya no estar en Wisconsin, su servidumbre fantasma se fue con él a Amity Park, así que cuando llegó a su hogar lo recibieron como siempre y ceno en el comedor como si nada hubiera cambiado. Terminado de cenar y todo recogido y limpio, Vlad le dio orden a sus sirvientes que se retiraran a descansar, a lo cual ellos obedecieron haciendo una reverencia antes de retirarse.

El halfa mayor fue a su estudio a revisar unos papeles de sus empresas, ya que a pesar de que ser ahora alcalde no podía descuidar ese trabajo. De vez en cuando se estiraba en su silla y pasaba una mano por su rostro en un claro gesto de agotamiento; así que decidió tomar un descanso y lo haría haciendo su actividad favorita: espiar a la familia Fenton.

Encendió su computadora y revisó las cámaras ocultas que había colocado en el hogar Fenton desde que conoció a Daniela. Jack y Maddie estaban en el laboratorio todavía trabajando en sus inventos. Jasmine estaba en su habitación haciendo tarea y Daniela... no estaba en su habitación. Arqueó una ceja ante eso, no recibió alguna alerta de ataque fantasma y tampoco avisó de que la joven estuviera haciendo su patrullaje habitual.

Estaba por cambiar la cámara cuando escucho la puerta de la habitación abrirse. Abrió mucho sus ojos ante la sorpresa a la vez que un fuerte rubor aparecía en su rostro ¡Daniela había estado bañandose y regresó a su habitación usando solamente una toalla alrededor de su torso! Traía otra toalla entre sus manos y con esta secaba su largo cabello azabache.

El sentido común de Vlad le decía que apagara la cámara en ese instante, pero su cuerpo no reaccionaba, es más, ni siquiera podía apartar la mirada de la joven figura. Daniela dejó sobre la silla de su escritorio la toalla con la que secó su cabello y se acercó a su tocador; tomó un cepillo y empezó a pasarlo por su cabello con delicadeza. Ante esos movimientos Vlad tenía la impresión de que el cabello de la joven era suave al tacto. Una vez desenredado su cabello, Danny dejó el cepillo en su lugar y fue hacia su armario a sacar ropa interior limpia y su pijama, la cual era alusión al traje del paladín rojo de Voltron. Dejó la ropa en su cama y llevó sus manos hacia el nudo de la toalla.

Vlad estaba totalmente rojo y con una mano a unos centímetros de su computadora todavía debatiéndose entre apagar o no la cámara, siendo la segunda opción la ganadora. El mayor no sabía si alegrarse o molestarse de que la joven le diera la espalda a la cámara, pero ese pensamiento desapareció en cuanto la toalla cayó al suelo revelando el cuerpo de Daniela y Vlad trajo en seco al verla: podía hacerse una idea de cómo era la figura de la adolescente gracias a su traje fantasma, pero el verla desnuda... Tenía que admitir que el luchar contra fantasmas le ayudó mucho a la joven halfa, ya que su cuerpo se veía más desarrollado que el cualquier adolescente de la Secundaria Casper, algunas gotas resbalaban por la espalda y glúteos de la joven, las cuales Vlad quería quitar él mismo y así sentir esa piel cremosa que estaba seguro era suave y cálida. De vez en cuando podía verle los pechos al momento en que Daniela se giraba un poco al momento de vestirse.

Ya vestida, Daniela recogió las toallas y las medio al cesto de ropa sucia que estaba dentro de su armario y de este saco una secadora de cabello. Fue hacia su tocador otra vez, conectó el aparato y secó su cabello con este a la vez que lo cepillaba. A pesar de ya encontrarse vestida, el sonrojo de Vlad no desapareció y tampoco le quitaba la mirada de encima. Una vez listo su cabello, lo trenzó, guardó la secadora, se recostó en su cama, tomó su laptop, se puso unos auriculares y prestó su atención a la pantalla.

Ahora sí la mano de Vlad reaccionó y movió la cámara para ver qué hacía su pequeña tejón. Al parecer había entrado a una aplicación llamada "Netflix" y estaba viendo una película que, si no mal recordaba el mayor, era «Volver al Futuro II». Diez minutos después, ya seguro de que la joven vería la película antes de dormir, apago su computadora y se recostó en el respaldo de su silla.

3...

2...

1...

Vlad gritó con todas sus fuerzas a la vez que se levantaba y comenzaba a caminar por su despacho como león enjaulado y se alborota el cabello haciendo que se soltara su coleta. ¿¡En qué carajos estaba pensando!? ¿¡Cómo demonios fue que terminó espiando descaradamente a Daniela desnuda!? ¡Era una adolescente, por los Packers de Green Bay! ¡Una niña de catorce, casi quince años! ¡Él no era un pedófilo! ¿o sí? Ese último pensamiento hizo que volviera a gritar y esta vez se dejará caer boca arriba sobre un sillón.

Como si fuera poco, de pronto a su mente regresó ese sueño que había tenido de Daniela siendo mayor y viviendo con él. Gruñó fastidiado y se levantó, pero al hacerlo sintió extraña su entrepierna y el sonrojo volvió a su rostro. Esa sería una muy larga.

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Al parecer la huelga contra Vlad tuvo un lado positivo; cuando Danny llegó a la escuela muchos alumnos de la secundaria la saludaron como si fueran amigos de toda la vida. La azabache se sorprendió, pero aún así respondió a los saludos con gentilezas. Fue a su casillero y saco las cosas necesitaría para ese día.

—Parece que alguien se volvió un poco más popular

Danny volteo y le sonrió a quien le hablaba.

—Eso parece, pero mejor no me acostumbro. No vaya a ser que solo sea unos quince minutos o menos, Val

La morena cazafantasmas estaba recargada de costado sobre los casilleros. Hacia un buen rato que Danny no la había visto ya que había recobrado su amistad con Estrella, pero eso no significaba que ambas dejaron de ser amigas.

—Por cierto... ¿cómo van las cosas con el alcalde Masters? Gracias a que él hablo sobre ti hizo que todos te odiaran por las leyes anti-fantasmas que había decretado. Ahora que se eliminaron ¿las cosas cambiaron entre ustedes?

—Pues... sigue siendo un viejo amigo de la universidad de mis padres. Sigo sin entender porque me nombro a mi y no a ellos

—Eso es algo que tendrías que regularle a él

«Lo menos que quiero es toparme con ese Cabeza de Queso»

La campana sonó y ambas fueron a sus respectivas clases. Para sorpresa y alivio de la Danny, ese día no hubo ataques fantasmas, así que terminando las clases se reunió con Sam y Tucker y los tres fueron a casa de la gótica a ver películas y jugar videojuegos. Pero ese plan se arruinó en cuanto terminaron las clases y fuera de la escuela había un Bentley Continental Flying Spur negro. La puerta del conductor se abrió y por este salió nada más y nada menos que el alcalde Vlad Masters.

«Tiene que ser una broma» pensó con estar Danny golpeándose la cara con la palma de la mano

Agarró a sus amigos de las muñecas y los jalo lejos del auto y con la mayor discreción para que el mayor no los viera, pero no funcionó.

—¡Daniela! —exclamó el halfa mayor

La aludida se encogió de hombros ante el llamado de su némesis y deseó con todas sus fuerzas el poder usar sus poderes en ese preciso instante y salir huyendo de ahí. Soltó a sus amigos y miró sobre su hombro; Vlad la miraba con una sonrisa cálida, pero en sus ojos se podía distinguir sin problemas la burla y la malicia en ellos, demostrando que disfrutaba el momento.

—Daniela ¿acaso no vas a saludar a tu tío Vlad?

Poco a poco comenzaron a escucharse murmullos y risas de los alumnos que se encontraban cerca. Danny apretó con fuerza los puños y encaró al mayor.

—¿Qué quieres... tío Vlad?

—Solo quiero pasar tiempo con mi sobrina favorita, es todo

—Gracias, pero no gracias. Ya quedé con mis amigos...

—A ellos los ves todos los días —Vlad se acercó a la joven y la tomó del brazo. Nadie lo notó, pero Danny sentía la presión que ejercía el mayor en su brazo y comenzaba a molestarla—. Si no quieres que las cosas se "pongan peor" vendrás conmigo ahora —le susurró a la joven por lo bajo

La azabache fulminó al mayor con la mirada. Se soltó del agarre de un tirón y se volvió hacia Sam y Tucker.

—Lo siento chicos. Será para la otra

—¿Estás segura...? —preguntó Sam preocupada

—Sí, nos vemos mañana —la interrumpió Danny

Siguió al mayor hacia el auto. Sam y Tucker se miraron preocupados, pero sabían que no podían hacer nada cuando se trataba del primer halfa. Danny se sentó en el asiento del copiloto y Vlad subió en cuanto se aseguro de que la joven lo hiciera. La verdad Masters no sabía porque lo hacía, pero después de la noche anterior... quería estar con ella, aunque le sería difícil no hacer alguna locura a causa de lo visto.

Danny recargó un brazo en la ventana del auto y recargó su mejilla en la mano; a pesar de tener la vista hacia la calle la verdad no miraba lo que pasaba ya que estaba perdida en sus pensamientos. Gracias a los malentendidos anteriores ocasionados por el Cabeza de Queso y ahora el hecho de que fuera a buscarla a la escuela para "pasar tiempo de calidad juntos" solo haría que los rumores acerca de la "relación" que tenía con el adulto crecerían.

«Si Paulina vuelve a molestarme con esa estupidez del Sugar Daddy no me importara usar mis poderes para...»

—¿Habrá algún momento en que no estés encerrada en tu propio mundo, pequeña tejón? —preguntó Vlad, sacando a la chica de sus pensamientos

—Eso entra en la categoría de «no te interesa»

Vlad soltó una pequeña risa ante la respuesta ganándose una mirada suspicacia de parte de la adolescente.

—No te lo había dicho antes, pero me alegra mucho que volvieras a ser la misma de antes Daniela

La joven sintió que su corazón brincaba por el comentario a la vez que volvía su mirada hacia el halfa mayor. ¿A qué venía de repente ese comentario?

—Bueno... es que me pareció que no valía la pena seguir actuando como otra persona. Además de que me parecía que seguir usando maquillaje y vestidos me saldia sarpullido

Vlad rió con ganas ante el último comentario. Esa era la Daniela que conocía y quería... ¿¡Querer!? Cerró los ojos y sacudió la cabeza para alejar ese pensamiento.

«Lo bueno es que hay luz roja» pensó el mayor con un deje de alivio

Miró de reojo a la joven y se dio cuenta de que esta lo miraba con una ceja arqueada debido a su extraño comportamiento, así que decidió cambiar el tema.

—Bueno... ¿qué te gustaría hacer Daniela?

—Lo primordial: alejarme de ti. Pero tengo el presentimiento de que esa no es una opción viable, así que no tengo idea

Volvió a su anterior posición mirando a la ventana. La luz del semáforo cambió a verde y Vlad avanzó de nuevo. Para ser honesto, él tampoco sabía qué hacer, pero debía pensar en algo pronto... Una exclamación de sorpresa por tarde de Daniela llamó su atención. Con cuidado de no apartar la mirada del camino, miró de reojo a la adolescente y vio que tenía ambas manos sobre el vidrio y el rostro casi pegado por completo contra la ventana. Pasaron frente a una tienda de esas geek en las cuales vendían cosas de superhéroes, comics, fantasía, ciencia ficción, etc. y al parecer algo de eso llamó la atención de la chica.

—¿Qué pasa? ¿Quieres ver algo?

Danny se tensó y se acomodo erguida en su asiento.

—N... no. Claro que no

Ahora fue el turno de Vlad de mirarla con suspicacia. Conocía bien a esa pequeña problemática, tanto como para saber que algo llamó mucho su atención. Dio una vuelta en U y fue hacia la tienda.

—Espera... ¿¡qué haces!? —preguntó Danny entre apenada y alterada—. ¡Te dije que no!

El mayor la ignoró. Se estacionó enfrente de la tienda y se bajó del vehículo.

—¿Te quedarás ahí o vas a venir?

La joven estaba sorprendida por la actitud del mayor, pero ante todo eso siempre venía la misma pregunta: ¿qué estaba tramando Vlad? Aunque también le estaba dando la impresión de que el primer halfa estaba improvisando. Sin mirarlo, bajó del vehículo y caminó directamente hacia la tienda; al hacer eso no se dio cuenta de la sonrisa del halfa mayor.

Vlad entró al lugar y chocó enseguida con Daniela, quien se había quedado parada en la entrada mirando a su alrededor maravillada. El mayor se percató de la pancarta que estaba entrando y entendió porque la adolescente estaba emocionada.

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—GUANTE DEL INFINITO DE THANOS Y IRON MAN—

El mayor puso los ojos en blanco ante esa ocurrencia. Miró a Daniela y grande fue su sorpresa al descubrir que ya no estaba. Se adentró más en la tienda, esquivando a los compradores, hasta que finalmente encontró a la chica en la parte donde se exhibía ese juguete o lo que demonios fuera. Al ver uno de color dorado le vino a la cabeza el mito acerca del Guante de la Realidad, el cual quien reuniera las cuatro gemas de la Realidad (Vida, Forma, Fantasia y su fuente de poder) controlaría la realidad.

«Si tuviera ese guante, podría hacer que Daniela se quede conmigo...» Vlad se dio cuenta de lo que pensaba y se ruborizo.

Lo bueno es que al parecer nadie le prestaba atención.

Danny tomó dos guanteletes, se los probo y los miraba como si tratara de averiguar cual le quedaba mejor. Miró atentamente el guantelete de Thanos y entonces reparó en las gemas de la Mente, Espacio y Realidad... esa última hizo que recordara el guante de la Realidad de Freakshow y la aventura que vivió con sus amigos de recorrer el país para recuperar las gemas y que todo el mundo había descubierto su secreto. Se quitó el guantelete de Thanos y lo regresó a su lugar.

—¿Ya te decidiste por uno?

La joven se sobresaltó por el susto y miró a Vlad parado detrás de ella. Reparó en las palabras del mayor y se sonrojó. Se quitó el guantelete de Iron Man y también lo regresó a su lugar.

—¿De... de qué hablas? Yo solo estaba mirando

—Ája...

La joven apartó la mirada y se alejó de nuevo del mayor para mirar el resto del lugar. Se acercó a la sección donde vendían ropa para cosplay o para atuendo casual. Miraba la ropa sin prestarle mucha atención ya que tenía a cierto adulto en su cabeza y que justamente estaba acompañándola. Sus pensamientos se interrumpieron al encontrar una sudadera con el diseño de los trajes de los paladines de «Voltron»; se emocionó y busco el del paladín rojo hasta que lo encontró. Buscó esta vez la talla, al encontrar la que le correspondía la descolgó y se la probó, mirándose en su espejo que estaba cerca.

Al mirar su reflejo se percató de una chaqueta igual a la del paladín rojo cuando estaba vestido de civil. La fue a buscar de su talla, se quitó la de paladín y se probó la de civil. Ambas le quedaban bien. Revisó el precio de ambas y fue ahí donde su felicidad se desvaneció; el precio de la sudadera y la chaqueta era alto y no le alcanzaba ni para uno. Con pesar regreso las prendas a su lugar y siguió mirando.

Diez minutos después su celular sonó, era su madre. Le contestó y Maddie le pidió que regresara a casa. Colgó y, para su pesar, buscó a Vlad para avisarle. No lo encontró, supuso que el mayor se aburrió del lugar y se fue. Salió de la tienda esperando encontrarlo junto al auto y grande fue su sorpresa al no verlo.

—¿Dónde...?

—¿Me buscabas, tejón?

Danny volteó y vió al mayor detrás de ella, pero lo que llamó su atención es que tenía una bolsa de compra de la tienda y una idea se le cruzó en la cabeza. ¿Acaso Vlad...?

—¿Qué te pasa, Daniela?

—¿Eh? ¡Ah! Me llamó mi mamá, quiere que regrese a casa

—Esta bien, te llevaré

—¡No! ¡Digo! No es necesario, puedo ir...

Vlad le puso en las manos la bolsa de compras y la joven lo recibió con duda.

—Sube al auto y deja de quejarte

El alcalde rodeó su auto y subió al asiento del piloto. Miró a Daniela con el ceño fruncido y ella entendió que no tenía escapatoria, otra vez, así que con desgana volvió a subir al vehículo. Vlad arrancó y reanudo su camino. Danny apretaba contra su pecho la bolsa de compra dudando si abrirla o no; Vlad no necesito mirarla para saber qué pensaba la joven, así que le habló.

—En lugar de darle vueltas al asunto, abre esa bolsa y ya

«Odio que haga eso. Siento que usa la Legeremancia en mí, a pesar de no verme a los ojos» pensó molesta la joven

Le hizo caso al mayor y abrió la bolsa. No pudo evitar soltar un jadeo de sorpresa a la vez de abrir mucho los ojos: eran las prendas de ropa que vio y quiso comprarse. Antes de que Danny dijera al menos una palabra, Vlad le ganó.

—Me parece mejor ropa que ese ridículo juguete de guantelete con gemas que solo se encienden y se apagan. Además que te vi más interesada en eso

—No... ¡No tenías que hacer eso! —exclamó Danny, mirando el perfil de Vlad ya que el mayor no podía apartar la mirada del camino

—Tienes razón, no tenía que hacerlo. Pero quise hacerlo —esto último lo dijo mirando brevemente a la joven, quien se ruborizó

Llegaron a los Laboratorios Fenton. Danny bajó del auto con sus cosas y se acercó al pórtico de su casa. Antes de subir las escaleras, la adolescente miró sobre su hombro al adulto, quien seguía dentro del auto.

—No sé qué mosca te pico, Masters. Pero... gracias por lo de hoy, a pesar de haber sido un rato

Vlad mentiría si decía que no le sorprendieron las palabras de la joven, pero no dijo nada, sino que sonrió.

—De nada. —encendió el motor y miró de nuevo a la joven halfa—. Hasta mañana, pequeña tejón —y se fue

Danny apretó contra su pecho la bolsa y entró a su casa. Trató de actuar lo más normal posible, pero esa extraña actitud del mayor la desconcertó. Primero se molestaba por las "bromas que le hizo", impuso esas estúpidas leyes anti-fantasmas solo para molestarla y ahora se portaba bien con ella.

«Por esas estupidas actitudes de Vlad me cuesta trabajo matar el amor que siento por él» pensó Danny ya en la intimidad de su habitación

Ambos halfas estaban cada vez más confundidos con respecto a su actitud con el otro, y sabían que esto tampoco acabaría bien.

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