—¡Abajo los lápices! Entreguen sus exámenes

El examen sorpresa de Literatura del Sr. Lancer terminó en el preciso momento en que el timbre de la escuela sonó. Los alumnos se estiraron para desentumir sus músculos, tomaron con pereza su examen, su mochila y se levantaron de sus asientos.

—Después de dejar su examen en mi escritorio, acérquense para entregarles su última tarea —indicó el profesor

Uno a uno los alumnos acataron la indicación de su maestro. Los últimos en entregar el examen y recoger sus tareas fueron Danny, Sam y Tucker. Los tres amigos estaban por salir cuando habló Lancer.

—Srta. Fenton, espere un momento. Manson y Foley, esperen a su amiga afuera

Los tres amigos se miraron. Sam y Tucker salieron del salón dejando a solas a Danny y Lancer. La azabache se acomodo su mochila en el hombro y volvió sobre sus pasos hacia su maestro de Literatura.

—¿Sí, Sr. Lancer?

—Quería hablar contigo respeto a su desempeño en esta clase

—Señor, estas últimas semanas me he esforzado mucho...

—Lo sé. Y honestamente estoy impresionado

Danny miró a su profesor sorprendida. Ni siquiera antes de obtener sus poderes había recibido elogios por sus calificaciones y eso la tomó por sorpresa. Lancer vio la expresión de su alumna y no le sorprendió verla así.

—Después de entregarle su tarea no reviso su nota ¿cierto?

Fenton no dijo nada porque, efectivamente fue lo que paso. Revisó su tarea (un ensayo acerca de la Mitología Griega) y grande fue su asombro al ver la grande, roja y clara A+ en ella.

—A... A... A...

—Sí Fenton, obtuvo una A en la tarea. De hecho, supero la calificación de la Srta. Manson y ella siempre ha sido la mejor de la clase

—¿¡Supere a Sam!?

—Tal parece que encontró la motivación que necesitaba para tomarse en serio la Literatura. ¿La Srta. Manson la ayudo en ese aspecto?

Danny hizo memoria.

FLASHBACK

Era uno de esos días que Sam los invitó a ella y a Tucker a la librería, ya que ambos estaban castigados sin videojuegos, no tuvieron más opción que ir debido a que no tenían nada mejor que hacer.

Al principio ambos gamers estaban tan aburridos que más de una vez intentaron escabullirse de la librería e ir al árcade más cercano, pero la gótica los interceptaba antes de que siquiera se acercaran a la puerta de la tienda. Harta de la actitud infantil de sus mejores amigos, Sam los llevó por la librería a una sección donde sabía encontraría libros que les gustaría a sus amigos. Tucker se soltó del agarre de la gótica y estaba por reclamarle cuando Sam le puso en la cara un libro sobre los más grandes informáticos del mundo y sus invenciones. El moreno tomó el libro emocionado y comenzó a buscar otros ejemplares parecidos.

Con Danny fue un poco más difícil. Primero trato con libros de Astronomía, pero la mayoría eran con fotografías y no tenían mucho texto. Después, Sam trato con su genero favorito, terror; pero gracias al trabajo de cazafantasmas de los Fenton, Danny lo último que quería era toparse con alguna historia de fantasma o parecido.

Ambas chicas estaban por perder la esperanza, cuando pasaron por la sección de fantasía y Danny vio de reojo un libro casi en su totalidad verde en un estante. Le intrigo un poco debido a los colores, al principio pensó que era uno de terror que erróneamente habían colocado con los de fantasía. Lo tomó y grande fue su sorpresa al leer el titulo: Harry Potter y el Príncipe Mestizo.

Volteó el libro y leyó la contraportada, le pareció interesante el libro. Lo hojeó un poco y vio que arriba del titulo de los capítulos había una pequeña ilustración, suponiendo que era alusión a que lo tratarían cada uno.

—¿Por fin algo te llamo la atención? —Danny miró hacia su derecha encontrándose con una muy sonriente Sam—. ¿Te vas a llevar ese? Lo recomendable sería que te llevaras el libro uno primero, obviamente. Pero si ese te atrajo, pues llévatelo.

—¿Libro uno? ¿Cuál es este? ¿Cuántos son?

—El que tienes ahí es el sexto de siete

—¿¡Siete!? ¿Y este es el penúltimo?

—Sí. Pero es lo que te digo: si te atrajo este no creo que haya problema que lo leas en desorden. Cierto que habrá cosas que no entiendas, pero siempre puedes conseguirte los otros solo si de verdad te atrapo la historia

Danny miró dudosa el libro. Es cierto que por la presentación le llamo la atención al igual que leer la contraportada, pero también recordó la frase «no juzgues a un libro por su portada» haciendo que su indecisión creciera más.

Sam observaba a su amiga. Danny llevaba un rato viendo el libro en sus manos y aun sin decidirse si llevárselo o no. LA gótica no supo si fueron minutos o segundos, pero después de ese tiempo se harto, le arrebató el libro de las manos a la azabache y, junto con los libros que ella escogió, fue a la caja a pagarlos.

Al ver lo que hacía Sam, Danny la siguió para detenerla. No obstante, al ver la expresión de su amiga se detuvo y la dejo hacer la compra. En cuanto Sam termino, los tres amigos salieron de la librería, y antes de que la azabache dijera algo, la gótica puso en sus manos el libro de «Harry Potter».

—Léelo y después me dices qué opinas. —dijo Sam con una sonrisa a su amiga—. Si te gusto puedo acompañarte a comprar los restantes; sino puedes dármelo

—Sino me gusta me lo quedare de todos modos —dijo Danny—. Lo compraste para mí y me parecería una grosería devolvértelo cuando me lo compraste de buena gana

Sam le sonrió a Danny por esas lindas palabras. Al ver que Tucker no compro nada y trataba de irse a hurtadillas a un árcade, las chicas se lo llevaron a arrastras hasta la Hamburguesa Apestosa; si algo podía detener al tecnológico era la comida.

Gracias a Sam —y al tiempo castigada sin videojuegos—, Danny leyó el libro. Gracias a que el primer capitulo le pareció tedioso , Danny estuvo a punto de no seguir con la lectura; pero en cuanto comenzó con el segundo, poco a poco la historia la fue atrapando. Fue cierto lo que su amiga le dijo de que algunas cosas no las entendería, pero eso no fue impedimento para seguir con la lectura.

Para su asombro y alegría termino el libro en una semana. Lo habría terminado antes de no ser por la escuela, tareas y cazar fantasmas, pero esos tiempos de ocio que dedicaba a los videojuegos (estos en la tarde con Tucker y la lectura en la noche antes de dormir) la ayudo a seguir leyendo.

El fin de semana, compró los seis libros de «Harry Potter», leyó el séptimo y siguió con el primero hasta el quinto.

Gracias a Sam, su invitación a la librería y comprarle el libro, Danny poco a poco fue adquiriendo el habito de lectura. Sus favoritas eran de fantasía, pero también le dio oportunidad a clásicos de terror literario que su amiga gótica le prestó, suspenso, policiacos, etc.

FIN DEL FLASHBACK

Con una sonrisa, Danny le respondió a su profesor.

—Sí Sr. Lancer. Es gracias a Sam que ahora me gusta leer

—Me alegra escuchar eso, aunque lamento que no funciono con el Sr. Foley

—Eso no se lo discuto

—Bueno, ya no le quito más tiempo de su descanso. Espero que así como mejoro en mi clase siga así con las demás

—Créame que así es, Sr. Lancer. Así es

Danny salió del salón y se encontró con sus amigos, quienes se acercaron preocupados a ella.

—¿Qué pasó Danny? ¿Todo bien? —preguntó Sam

—¿Ahora qué quería Lancer? —preguntó Tucker

—Tranquilos chicos, no es nada malo

—¿Entonces? —preguntaron sus amigos a la vez

Fenton les mostró su tarea y sus amigos no pudieron ocultar su asombro.

—¿Sacaste una nota mayor a la mía/de Sam?

—Sí, y eso te lo debo a ti, Sam.

La gótica enseguida comprendió a lo que su amiga halfa le dijo y le sonrió. Los tres se encaminaron a la cafetería, pero a medio camino despertó el sentido fantasma de Danny. Los tres amigos se pusieron alerta esperando escuchar la multitud gritar y correr despavorida, pero para su asombro y desconcierto esto nunca paso.

—Hay un fantasma aquí ¿y nadie esta gritando y corriendo asustados? —preguntó incrédulo Tucker

Danny iba a decir algo cuando una idea se le vino a la cabeza y en su rostro apareció una expresión de fastidio que llamó la atención de Sam y Tucker.

—¿Sucede algo Danny? —preguntó Sam

—Solo hay un fantasma que no causa temor por sus ridículo nombre y poderes

La gótica y tecnológico enseguida entendieron y se palmearon la frente al comprender. A pesar de que ese fantasma era más un fastidio que peligro, no podían dejarlo por ahí haciendo "maldades" que no asustaban a nadie y solo provocaban desastres y enojos.

Siguiendo su sentido fantasma, los tres amigos llegaron a la biblioteca de la escuela. Al abrir la puerta no vieron a nadie, pero enseguida lo escucharon y los tres resoplaron molestos.

—¡Soy el Fantasma de las Cajas y ténganme miedo! ¡Tengo el poder sobre todo tipo de cajas y contenedores, además de una nueva arma: El plástico de burbujas de la muerte! —y se escucho un patético intento de risa malvada

—Con esta ya son cinco en el día ¿qué nunca se cansa? —preguntó molesta Danny

—Parece ser que no —contestó Sam

—Al principio sí daba miedo con el simple hecho de ser un fantasma —comentó Tucker mientras los tres caminaban por la biblioteca buscando al Fantasma de las Cajas—. Pero después de ver otros más aterradores y poderosos que él, esto ya es una vergüenza

—Dímelo a mi —dijo Danny

Llegaron a la oficina de la bibliotecaria, abrieron la puerta y vieron al Fantasma de las Cajas controlando los archiveros.

—¡Hasta que tuviste el valor de enfrentarme, chica fantasma! —dijo el villano (si es que a "eso" se le puede llamar así), a lo que Danny solo encaró una ceja y lo dejo continuar—. Tal vez hayas frustrado mis ataques anteriores ¡pero esta vez no podrás derrotarme a mí ni a mis archiveros de la muerte?

—¿Archiveros de la muerte? —repitió con burla Danny—. ¿Qué harán? ¿Multarme por no devolver un libro a tiempo?

—¡Búrlate todo lo quieras! ¡Verás lo poderosos y letales que son mis archiveros!

El Fantasma de las Cajas controló los archiveros haciendo que abrieran sus cajones las tarjetas que tenían dentro salieran disparadas contra Danny. Gracias a su entrenamiento con Vlad, la chica puso volverse intangible sin tener que transformarse y las tarjetas la atravesaron sin problemas... o tal vez no tanto

—Eh... ¿Danny?

La azabache se volvió hacia sus amigos y vio que ambos estaban escondidos detrás de unas mesas que acomodaron como barricada. Tal parece que esta vez el "Bobo Empaquetado" no hizo un mal movimiento esta vez.

Fenton se transformó en Phantom y fue tras su oponente. Como era de esperarse, siendo el Fantasma de las Cajas, no le tomo ni dos minutos derrotarlo. Lo encerró en el Termo Fenton, voló rápido a su casa a devolverlo a la Zona Fantasma y regreso a la escuela.

En el transcurso de las clases, el Fantasma de las Cajas atacó dos veces más y en esas mismas dos veces fue derrotado y enviado de vuelta a la Zona Fantasma. Terminaron las clases y los tres amigos fueron al parque a relajarse un poco.

—¡Este día ha sido una locura! —comentó Sam—. ¡Hemos estado capturado y recapturado al Fantasma de las Cajas todo el día!

—¿Y qué hay de las cajas que ha usado? Digo ¿el Buzón de la Desgracia? ¿qué pasa con eso?

—Lo sé, con eso solo obtuve una pequeña cortada con pape. ¡Uh, qué miedo! —contestó sarcásticamente Danny

—Y el anillo del Joyero de la Desesperación no hizo mas que volverme el dedo verde donde me lo coloco ¿Cómo eso va a dar miedo?

—Bueno, atacó siete veces y esas misma siete veces lo regresamos a la Zona Fantasma —dijo Danny—. Creo que con eso capto el mensaje

De pronto el sentido fantasma de Danny despertó y apareció —otra vez— El Fantasma de las Cajas.

—Uh... tal parece que se lo debes escribir —dijo Sam

Los tres amigos se volvieron hacia el Fantasma de las Cajas, quien traía una "nueva arma" para aterrorizar.

—¡Observen! ¡La Vianda del Miedo!

Abrió la caja de almuerzo hacia el cielo y de esta salieron ¿sándwiches? La comida se esparció por todo el parque, y como era de esperarse, nadie se asusto al verlo. Es más, creyeron que el Fantasma de las Cajas era un proveedor de comida. Al ver que nadie se asusto al verlo, sino que se comían los sándwiches, el Fantasma de las Cajas se fue del parque.

Después de un inesperado almuerzo en el parque, Danny, Sam y Tucker decidieron ir al Centro Comercial a pasar el rato.

—¿Soy yo o esos sándwiches me están haciendo eructar? —preguntó Tucker a las chicas

—Bueno, si te comiste cuatro... —contestó Sam

—¡Oye! Comida gratis es comida gratis, incluso si es vagamente malvado

El sentido fantasma de Danny despertó y los tres levantaron la mirada.

—Chicos, creo que es jora del postre

—¡Observen! ¡La Caja de Zapatos del Terror! —anunció el Fantasma de las Cajas

—Perdón, pero ¿cómo los zapatos asustan? —preguntó incrédula Danny

—Pff ¿no has olido los tuyos después de la clase de deportes? —preguntó sarcásticamente Sam

El Fantasma de las Cajas abrió su caja y de esta salieron zapatos y al principio si causo alboroto en la multitud, pero más que nada porque los zapatos los golpeaban en la cabeza. Una vez calmado el alboroto, de nuevo nadie se asusto y creyeron que el Fantasma de las Cajas era un vendedor de calzado dando muestras gratis.

Una vez más el Fantasma de las Cajas se fue enojado preguntándose qué hacer para que la gente le tema. En el Centro Comercial, la gente recogió los zapatos que mas les gustaron entre ellos los tres amigos.

Dándose cuenta de que al parecer no tendrían ese tiempo de relajación con todas las interrupciones del Fantasma de las Cajas; Danny, Sam y Tucker decidieron regresar a sus casas. Llegado al punto donde siempre se separaran, se despidieron recordando que quedaron ir de día de campo al día siguiente en el parque, los tres amigos se fueron a sus respectivas casas.

—¡Ya llegue! —anunció Danny al entrar a su casa

—¡Estamos en el laboratorio, cariño! —avisó Maddie desde el sótano

La azabache dejo su mochila en uno de los sillones de la sala y bajo al laboratorio. Efectivamente encontró ahí a su familia y a Vlad.

—Buenas tardes Daniela ¿cómo te fue en la escuela?

—¡Vlad! —exclamó emocionada la chica, pero enseguida se calmo para no llamar la atención—. Me fue bien. Obtuve una A+ en mi última tarea de Literatura... y una B- en Ciencias

—¡Que bien Danny! —la felicitó su madre. Maddie dejo el trabajo un momento y fue a abrazar a su hija—. Me alegra escuchar que tus calificaciones han mejorado bastante

—Eso gracias a Vlad —reconoció la joven, mirando con agradecimiento al platinado, sin separarse de su mamá

El alcalde de Amity Park le devolvió la sonrisa. Al fin Maddie soltó a su hija y regresó junto a su esposo a seguir trabajando. Danny miró a Vlad con amor conteniéndose con todas sus fuerzas se no irse hacia él y abrazarlo, sin saber que el mayor tenía los mismos pensamientos que ella. Jazz miraba sutilmente la interacción de los halfas sobre el libro que leía.

Como se había hecho costumbre en la residencia Fenton, Vlad cenó con la familia y estuvo conviviendo con ellos, acordando también ir juntos al día de campo en el parque. Después de un rato, Jack y Maddie regresaron a su trabajo y Jazz subió a su habitación, dejando a ambos halfas solos en la sala.

—Me alegra escuchar que has mejorado en la escuela, pequeña tejón

—Eso te lo debo a ti. A pesar de estar ocupado con tus empresas y la alcaldía, encuentras tiempo para ayudarme en mis estudios y el entrenamiento —Danny abrazó a Vlad por la cintura y recargo su cabeza en el pecho del mayor—. Muchas gracias por todo

El platinado se enterneció por la actitud de la azabache. La tomó de la barbilla para que lo mirara y poco a poco acerco su rostro al de ella, exactamente sus labios. Danny también se acercó lentamente al mayor. Los labios de ambos ya estaban por tocarse...

—¡CUIDADO!

Danny y Vlad se quedaron estáticos, a unos milímetros del rostro del otro. Se volvieron hacia la ventana y vieron al Fantasma de las Cajas con una nueva "arma" en las manos.

—¡Esta vez no podrás derrotarme, Niña Fantasma! ¡Ni siquiera con la ayuda del primer...!

El Fantasma de las Cajas calló al tener repentinamente enfrente de él a Phantom y Plasmius, y por las expresiones de ambos halfas en sus rostros, y la gran energía espectral que desprendían, sabía que esta metido en problemas.

—Oh oh...

Danny y Vlad le dieron un buen escarmiento al Fantasma de las Cajas y lo devolvieron a la Zona Fantasma, teniendo cuidado de que el matrimonio Fenton no los descubriera. Una vez terminada su labor, regresaron a la sala y a ser Fenton y Masters.

—¡Agh! ¡El Idiota de las Cajas ya me tiene harta! —exclamó Danny, dejándose caer en el sillón

—Dímelo a mí —secundo Vlad, sentándose junto a la azabache—. De todos los fantasmas que existen, ese es el más patético e inútil de todos

—¡En serio ¿a quién se le ocurre tener como poder controlar cajas y contenedores?! ¡Eso no asusta para nada!

—Recuerda que el poder que tiene cada fantasma es un reflejo de lo que fue en vida. Podría ser que el Fantasma de las Cajas trabajara en una almacén, en una paquetería, cualquier cosa que se relacione con cajas.

—Lo sé y lo entiendo. Pero esto ya aburre y harta

—Eso no lo discuto

—Lo bueno es que todas las cajas que utiliza son inofensivas. No existe una caja peligrosa que él pueda usar

Con eso último Vlad se puso serio. En realidad sí existía esa caja, pero estaba resguardada en unos de los reinos de conforman la Zona Fantasma y que muchos espectros prefieren evitar a toda costa.

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El día era soleado y tranquilo en Amity Park. Los habitantes del pueblo disfrutaban del día de picnic en el parque; muchas familias se divertían y relajaban. Danny, Sam y Tucker estaban sentados sobre una manta comiendo a la espera de que Jack encendiera la parrilla, siendo supervisado por Vlad para evitar algún accidente.

—Todavía se me hace extraño convivir con Vlad después de que por mucho tiempo ustedes fueron enemigos —comentó Tucker observando a los adultos

Danny y Sam se volvieron hacia donde Tucker miraba y después la gótica se volvió hacia su amiga.

—Sé que no es de me incumbencia ¿pero en algún momento le dirás a tus padres lo tuyo con Vlad?

Fenton se atraganto con su sándwich. Tucker se acercó a su amiga y le dio palmadas en la espalda mientras que Sam le acercaba un vaso con agua. Danny aceptó el vaso y bebió. Ya asegurada de que no se volvería a ahogar con su comida con un gran rubor sobre sus mejillas miró a su amiga.

—¿Por... por qué de repente me preguntas eso, Sam?

—Vamos Danny ¿acaso pensabas mantenerlo siempre en secreto? ¿Así como de Phantom? —la azabache solamente miro a su amiga y al no recibir respuesta, Sam continuó—. Tarde o temprano saldrá a la luz tu relación con Vlad puesto que casi todo el tiempo estas con él y después de que fue nombrado alcalde y te presentó como la persona más importante para él provoco que las personas se hicieran ideas erróneas sobre ustedes.

»¿Te imaginas cómo reaccionara la gente cuando sepa que tenían razón sobre ustedes? Sé que a ambos no les importa lo que piensen los demás ¿pero cómo crees que reaccionaran tus padres si llegaran a enterarse de su relación a través de terceros? Estoy segura de que te haces una idea de sus reacciones, pero estas pueden varias si dejan pasar mas tiempo sin decirles

Danny bajó la mirada hacia sus manos. Era cierto que más de una vez ella y Vlad habían conversado sobre el tema, incluso intentaron varias veces decirles; pero ya fuera por una u otra razón perdían la oportunidad para decirles y postergaban la noticia. El platinado trataba de levantarle el animo a la azabache diciéndole que su relación nunca se revelaría, por experiencia de ocultar a Plasmius por veinte años. La comparación no ayudaba, sino que también dejaba una nueva duda en la mente de Danny: ¿Algún día podría decirles a sus padres sobre su lado fantasma?

Levantó su mirada hacia donde estaban su familia y novio. Lo que más anhelaba en el mundo era poder vivir en paz y feliz con sus seres queridos, pero sabía que eso no sería posible hasta que dejara de guardarles secretos a sus padres.

De repente sus pensamientos se interrumpieron al sentir la presencia de un fantasma.

—¡CUIDADO!

Frunció el ceño y suspiró fastidiada

—¿Otra vez? ¿En serio? —susurró para sí misma. Apretó los puños y se volvió hacia el Fantasma de las Cajas—. ¿¡En algún momento te vas a cansar de esto!?

Danny soltó un jadeo al observar bien al Fantasma de las Cajas. Se veía completamente diferente, además que sus poderes se percibían más fuertes y peligrosos.

—¡Nunca! —exclamó el villano. Levantó la caja que tenía en sus manos para que todos la vieran—. ¡Observen! ¡La caja de...!

—¿¡Pandora!? —exclamaron a la vez Danny y Sam

—¿Pan... qué? —preguntó Tucker

—¿Pandora? ¿De la leyenda griega? —recalcó Sam

Tucker miró aun sin entender a su amiga. La gótica gruñó frustrada por la ignorancia de su amigo. Iba a decirle algo, pero Danny se le adelantó:

—¿God of War? ¿Kratos buscando a Pandora y su caja para derrotar a Ares?

Eso fue suficiente para que el moreno al fin entendiera y también se preocupara.

—¡Danny, si el Fantasma de la Cajas la abre LA ENERGÍA NEGATIVA QUE CONTIENE SE LIBERARA E INFECTARA A TODOS!

Sam miró incrédula a su amigo mientras que Danny se palmeaba la frente.

—¡LA CAJA QUE TIENE ÉL NO ES LA DEL VIDEOJUEGO, ES LA DE LA MITOLOGÍA GRIEGA! —gritó la azabache aclarando el asunto

—¿Y cuál es la diferencia con el juego?

Danny suspiró y el explicó:

—Como castigo hacia Prometeo por robar el fuego a los dioses para darle vida a sus Hombres humanos, Zeus decidió crear a la Mujer humana. Hefesto, habilidoso artesano, le dio forma a la arcilla, encantadora doncella, semejante en belleza a las inmortales, y le infundiera vida. Además fue aportada por bienes de parte de otros dioses.

»Cuando Pandora fue creada, fue enviada, acompañada de Hermes, como un regalo para Epimeteo. Prometeo, habiendo previsto lo que sucedería, le dijo a su hermano que no aceptaba ningún regalo de parte de los Olímpicos. Pero Epimeteo quedó sorprendido por la belleza de la mujer que le estaban ofreciendo por esposa.

»Como regalo de bodas, Pandora recibió un misterioso pithos —una tinaja ovalada— con instrucciones de no abrirlo bajo ningún concepto. Los dioses habían otorgado a Pandora una gran curiosidad. Un día, no aguantó más su curiosidad y abrió la tinaja que había sido dada por Zeus. Al abrirla, escaparon todos los males que yacían dentro de ella y asolaron a la humanidad. Pandora cerró de nuevo la tinaja y dentro de ésta quedó sólo Elpis, el espíritu de la esperanza, el único bien que los dioses habían metido en ella.

—Vaya —dijo Tucker después de escuchar la historia—. Entonces esa caja que tiene el Fantasma de las Cajas tampoco concuerda con lo que me acabas de decir, ya que en la historia es una tinaja y no una caja.

—¡Es esa! —exclamaron las chicas

—No tengo idea si es por error de traducción, ya que este mito tiene miles de años, o yo que sé, que cuando se cuenta la historia se conoce mas como «Caja de Pandora»

—El punto aquí es... —interrumpió Sam—. Que si el contenedor que el Fantasma de las Cajas tiene es el del mito —se volvió hacia Danny y la tomó de su playera—. ¡Sabes que esa caja nunca debe abrirse!

—Uno: Hasta que terminan con su aburrida clase de historia —dijo el Fantasma de las Cajas—. Y dos: ¿te refieres a esto? —el fantasma abrió la caja y de esta salió una bandada de murciélagos.

Los animales nocturnos se esparcieron por todo el parque aterrorizando a los ciudadanos. El Fantasma de las Cajas abrió de nuevo la Caja de Pandora y de esta salieron serpientes. Los tres amigos se vieron arrinconados por los reptiles.

—¡Que horror! ¿Por qué tenían que ser serpientes? —preguntó asustado Tucker

—¡Danny, esto es serio! ¡Haz algo! —pidió Sam

—¡Déjame alejar a estos horribles reptiles primero! —dijo Danny

Las serpientes estaba cada vez más cerca de los tres amigos y los chicos in posibilidades de escapar. Algunos de los reptiles saltaron hacia ellos, pero fueron detenidos por un campo de fuerza fucsia que rodeo a los adolescentes.

—¿Pero qué...?

La pregunta de Danny fue interrumpida al sentir unas manos tomándola de los brazos, levantándola y sacándola del campo de fuerza. Miró sobre su hombro y se encontró con su novio.

—¡Vlad, gracias por eso!

—La próxima vez tú y Samantha dejen las lecciones de la mitología griega para otro momento —dijo Vlad. Bajaron detrás de un árbol, ocultándose de la vista—. Ahora transfórmate y démosle una lección a ese idiota. De todas sus estupideces, esta es la peor.

—¿No te mordiste la lengua al decir eso?

—Graciosa

—Ya tranquilo. I'm going ghost! —y se transformo en Phantom

Ambos volaron hacia el Fantasma de las Cajas, quien estaba listo para abrir la Caja de Pandora otra vez.

—¡Cuidado con mis anfibios!

De la caja salieron ranas. Vlad se apartó a tiempo, pero Danny fue golpeada y derribada por estos. Sam y Tucker se acercaron a Danny al igual que Vlad.

—Amiga ¿estas bien? —preguntó Tucker

—Nunca antes me habían atacado con una rana —contestó Danny

—Si recuerdo la leyenda correctamente, ¡cada vez que se levanta la tapa, el mal que se libera empeora! —dijo Sam

—¿En serio? ¿Entonces quién puso serpientes antes que ranas?

Vlad y las chicas ignoraron el comentario de Tucker.

—Como sea. Voy a devolver esa caja a donde pertenece...

—¿Y sabes exactamente a qué parte de la Zona Fantasma pertenece, Daniela? —preguntó Vlad cruzando los brazos

Danny se quedo callada al caer en cuenta de ese detalle. Se volvió hacia el mayor y le contestó:

—Primero le quitamos la Caja de Pandora y después averiguamos a donde regresarlo

Vlad suspiró resignado. Danny regresó a la pelea, pero en ese momento el Fantasma de las Cajas abrió la Caja de Pandora y de esta salió un gran caballo alado. Era un Pegaso.

—Oh oh...

Phantom logró quitarse del camino del animal, pero este viró y tacleó a Danny haciéndola caer. No obstante, su caída fue amortiguada por Vlad.

—Creo que prefiero la versión de Disney de este animal —comentó Phantom

—Claro, porque no tiene nada que ver el original —contestó Vlad

El Pegaso se volvió hacia los halfas quienes estaban listos para contraatacar.

—¡Danny, no te preocupes! ¡Está bien! —Phantom y Plasmius se volvieron hacia Sam—. Recuerda la mitología, no creo que pueda hacer nada

Las palabras de la gótica no los tranquilizaron, y lamentablemente tuvieron razón: el Pegaso inhaló y al momento de exhalar una llamarada azul salió de su boca. Vlad y los tres amigos lograron apartarse de su línea de fuego a tiempo. En cuanto el ataque paró, los halfas se volvieron hacia la gótica.

—¿Decías?

La pelea cada vez se volvía más peligrosa debido a los males que salían de la Caja de Pandora. Aun con la ayuda de los Fenton era difícil contener todos los monstruos que salían, lo peor de todo era que la caja le daba poder al Fantasma de las Cajas y eso ocasionaba que quitárselo se volverla prácticamente imposible.

—¡A este ritmo nunca derrotaremos al Fantasma de las Cajas! —dijo Danny—. Y nunca creí que diría algo así hacia él

—Necesitamos más ayuda para contenerlo y quitarle la caja —sugirió Vlad

—¿Y cuál es la sugerencia? —preguntó Sam

—Pandora

Vlad, Sam y Tucker se volvieron hacia Danny.

—¿Qué dices? —preguntó Plasmius

—Sé que ya no tiene que ver con el mito, pero si realmente Pandora se encuentra en la Zona Fantasma y ella creó esta caja sabrá como quitársela al Fantasma de las Cajas y devolver todos los males a su interior.

—Tal como en God of War —comentó Tucker—. Tanto en el videojuego como ahora, Pandora es la clave para obtener la caja

—Mmm... básicamente

—¿Tú iras por ella Daniela? No sabes donde se encuentra

—Tengo el presentimiento de que el Fantasma de las Cajas habrá usado la Caja de Pandora en la Zona Fantasma antes de venir aquí, por lo que si soltó algo tal vez regrese a su lugar de origen. O en el peor de los casos alguien tuvo la mala suerte de toparse con eso y al ayudarlo pueda decirme donde encontrar a Pandora

—Aun si ese fuera el caso, es muy peligroso que vayas sola Daniela

—No te preocupes Vlad. Gracias a mi recién adquirido habito lector conozco casi a la perfección la Mitología Griega, por lo que sé a que me enfrento y como derrotarlo.

—Es bueno, y extraño a la vez, que la saga de Percy Jackson y el videojuego de God of War te ayude en algo

—No te burles Plasmius. Tú, Sam y Tucker junto con mi familia a enfrentarse a esas cosas y proteger la ciudad. Volveré lo más rápido que pueda.

—Te cuidado Daniela/Danny

—Ustedes también

Y sin más, Phantom fue a la Zona Fantasma.