El maestro de todos los tiempos
Sé que este capítulo debí publicarlo antes. De hecho originalmente no lo pensé incluir en la historia, pero después de ver la serie otra vez, pensé «¿por qué no?
Espero que les guste.
Saludos.
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Decir que era el mejor día de su vida sería una exageración; no obstante, el tener un día de descanso (sin tareas ni cazar fantasmas) tan tranquilo como ese ya eran muy escasos en su vida. Incluso había olvidado cómo era divertirse como una adolescente de catorce años normal.
Estaba pasando el tiempo con Sam y Tucker en su lugar favorito: La Hamburguesa Apestosa. Es extraño que una vegetariana, como su amiga gótica, accediera a ir a comer a un lugar así tomando en cuenta su menú: carne. Pero lo que hacía especial el local de comida rápida, es que también ofrecía platillos justamente para el agrado de personas como Sam.
Los tres estaban terminado de comer, disfrutando del momento de paz y diversión.
—¡Ah! La Hamburguesa Apestosa —dijo Danny después de beber su refresco y con un tono de voz tranquilo—. Nuestro gran paraíso, alejados de...
Las puertas del local se abrieron bruscamente seguidos por la voz de su hermana, Jazz, quien se escuchaba alterada.
—¡Danny, corre!
La azabache le daba la espalda a la puerta. Miró sobre su hombro y vio a Jazz acercarse y, como lo imaginó al escuchar su voz, alterada ya que estaba pálida.
—¿Correr? ¿Por qué debería...?
Afuera del restaurante se escuchó el ruido de un auto aparcado en el estacionamiento del lugar. El motor apagándose, puertas abriéndose y cerrándose y las pisadas de dos personas acercándose. Las puertas de la Hamburguesa Apestosa volvieron a abrirse y en ese momento el Danny entendió enseguida porque la preocupación de su hermana y deseo poder usar sus poderes para desaparecer en ese momento: Eran sus padres y llegaron vestidos de la forma más estrafalaria que había visto en su vida (y eso que había fantasmas que lucían igual o peor que sus padres en ese momento momento). Era un horrible estilo de los años ochenta, tan embarazoso que ni siquiera podía describirlos.
Jazz se sentó junto a Sam, haciendo que Tucker se recorriera hasta el final del asiento, chocando contra pared.
—Si preguntan ¡soy familia tuya! —dijo la pelirroja a la gótica, hundiéndose en su asiento para que nadie la viera
—Bien, pero tendrás que ser menor amigable —contestó Sam
Los Fenton vieron a los adolescentes y se les acercaron sin darse cuenta de la vergüenza reflejada en los rostros de sus hijas y sus intentos para que nadie los viera ya que todos en el restaurante se estaban burlando del matrimonio.
—¡Chicas, ahí están! —exclamó Jack, llegando a la mesa de los jóvenes—. Iremos al baile de los ochentas en la «Parrilla Material»
Maddie sacó del bolsillo de su pantalón ajustado la cartera de Danny (negra y con la runa angelical de los Cazadores de Sombras) y se lo tendió a su hija.
—Olvidaste por completo tu cartera, amiga
—Ah... Gracias —dijo Danny sin ganas y tomando su cartera
—Tranquila. Te queremos, chica —dijo Jack tratando de "sonar en onda"
Maddie le dio un abrazo tan fuerte a la azabache que la chica estaba segura de que sus costillas se quebraron. Con dificultad le dijo a Jazz:
—Si muero, tienes mi autorización para no resucitarme
Jazz estaba demasiado apenada que tomó un menú y trató de cubrirse con este. Jack encendió la radio ochentera que traía y le dijo a su esposa que era hora de irse. Ambos adultos lo hicieron ¡pero bailando anticuadamente! Las hermanas Fenton se golpearon la cara con la palma de la mano a la vez que se hundían en sus asientos a causa de la vergüenza que les estaban ocasionando sus padres y las risas de los adolescentes que seguían en la Hamburguesa Apestosa.
—Anímate, Danny. Un par de personas de la escuela no vieron eso —dijo Sam tratando de animar a su amiga
Pero se arruinó cuando un nerd de la secundaria se paró frente a su mesa con una videocámara grabando a los Fenton y diciendo que el vídeo lo subiría a internet. Eso bastó para que Danny gruñera enojada, se levantara y fuera a la salida de emergencia para desaparecer de esa humillante situación. Se detuvo a unos pasos de la puerta, al escuchar a sus amigos acercarse, por fin explotó.
—¡DESEARÍA SABER LO QUE SE SIENTE VIVIR EN UNA FAMILIA NORMAL!
—Eso nunca sucederá mientras seas hija de Jack Fenton
La azabache se sobresaltaron al escuchar esa voz. Siguieron el sonido hacia el poste de luz frente a ellos y, efectivamente, parado en el foco del poste estaba Vlad Plasmius.
«¿Cómo es posible que un día de tranquilidad pase enseguida a ser el peor» pensó enojada la azabache mirando con odio al halfa mayor, quien bajó del poste y aterrizó sobre una rodilla y con una sonrisa arrogante ante los adolescentes.
—Genial. Más sorpresas de los días de escuela de mis padres —dijo Danny molesta y se transformó en Phantom—. ¿Qué quieres de mí esta vez, Plasmius?
Para sorpresa de los tres amigos, Plasmius se arrodilló cubriéndose la cara con una mano y se destransformo, volviendo a ser Masters. Levantó la mirada a la vez que apartaba la mano de su cara, revelando un montón de bultos casi cubriendo con totalidad su rostro.
—¡El ecto-acné ha vuelto! ¡Por favor, ayúdame! —rogó el billonario
Eso tomó por sorpresa a los tres amigos, en especial a Danny. No sabía cómo era posible que esa extraña enfermedad causada por el proto-portal hace veinte años volviera, aunque también recordó que la exposición al ectoplasma de Vlad fue mucho más peligroso que el de ella, así que tal vez esa podría ser la razón de ese extraño efecto secundario. Odiaba admitir que estaba preocupada por el mayor, pero después de todo lo que le ha ocasionado ¿cómo era posible que tuviera el descaro de pedirle ayuda? Aunque también hacía poco le confesó sus sentimientos y tal vez... solo tal vez... No. No podía hacerse falsas ilusiones, se le declaró y el mayor simplemente se esfumó sin decirle nada más.
—¿Ayudarte? ¡Sí, claro! —contestó sarcásticamente Sam
—¿Por qué lo haría? —preguntó desafiante Tucker
Aún con el rostro casi desfigurado por los granos, Vlad sonrió maliciosamente y eso alertó a la joven halfa.
—Pensé que nunca lo preguntarían —contestó el billonario
Del bolsillo de su pantalón sacó un pequeño dispositivo cilíndrico. Lo arrojó sobre la cabeza de Danny y cayó a los pies de Sam y Tucker. Las orillas del dispositivo se abrieron y de ahí salió un humo fucsia que cubrió a los dos adolescentes. Phantom iba a acercarse a ellos, pero una mano la sujeto del tobillo impidiéndole ir. Bajo la mirada y miró con furia a Masters.
—Ayúdame a encontrar una cura o mi fin será el suyo —le dijo el mayor y se desmayó
Danny miró hacia el humo fucsia. Cuando este se desvaneció la joven halfa sintió una opresión en su pecho al ver a sus amigos: tenían las mismas protuberancia en el rostro que Vlad. ¡Plasmius contagió a sus amigos de ecto-acné para asegurarse de que ella, Danny, encontrara la cura contra esa extraña enfermedad!
En cuanto terminaron de toser, Tucker y Sam se miraron y gritaron de horror al verse los rostros. Danny se acercó al inconsciente halfa, lo tomó de las solapas del saco y empezó a sacudirlo.
—¡Vlad, despierta! ¡Dime que estás bromeando! ¡Qué hay un antídoto! ¡Lo que sea, despierta!
—¡Atrás fantasma!
Danny volteó y lo único que vio fue un rayo de plasma dándole de lleno en el pecho y arrojándola hacia unas cajas de madera que había detrás de ella. Los señores Fenton llegaron enfundados sus armas y apuntándole a Phantom.
—¡Ningún espectro ataca al compañero de universidad de Jack Fenton!
En ese momento llegó corriendo Jazz y se interpuso entre sus padres y Phantom.
—¡Danny! —exclamó la pelirroja y después cayó en cuenta que estaban detrás de ella sus padres—. Debe estar por aquí en alguna parte. ¡Voy a buscarla! —y salió corriendo
Jack y Maddie regresaron su atención hacia Phantom, pero se sorprendieron de ver que ya no estaba, había escapado. Levantaron sus armas y se hincaron junto a su amigo inconsciente, revisándolo.
—Vladdie ¿estás bien? —preguntó Jack a su amigo
—¡La encontré!
Los Fenton voltearon y vieron acercarse a sus hijas.
—Gracias por encontrarme —agradeció Danny a Jazz
Los padres miraron sonrientes a sus hijas, pero la sonrisa se desvaneció al ver a los mejores amigos de Danny. Maddie se puso de pie y fue a revisar a los adolescentes. Después se volvió con seriedad hacia su esposo.
—Tenemos un brote de ecto-acné. Y solo hay un lugar donde se puede tratar el ecto-acné
Jack asintió con la cabeza, entendiendo lo que su esposa decía. Danny y Jazz adivinaron lo que sus padres querían hacer y se miraron preocupadas.
—Por favor di hospital. Hospital, hospital —deseo en susurros Danny—. ¿Por qué no pudo decir "hospital"?
El deseo de la azabache no se cumplió. Subieron a la súper camioneta a Vlad, Tucker y Sam y fueron directamente a los Laboratorios Fenton. Jack y Maddie habilitaron todo el laboratorio (al muy estilo E.T. según Danny) y empezaron a atender a los enfermos: Jazz a Sam, Danny a Tucker y Maddie a Vlad.
Estuvieron en silencio revisando sus signos vitales y progreso de sus pacientes por casi una hora. De pronto Vlad comenzó a moverse un poco y abrir los ojos pesadamente.
—Oigan todos ¡despertó! —exclamó aliviada la Sra. Fenton
Al ver al "amor de su vida" junto a él, el billonario sonrió.
—¡Ah, Maddie! Sabía que no me defraudarías —dijo feliz Vlad mientras Maddie le limpiaba la frente con un paño húmedo. La mujer se apartó de él, dándole la espalda y el halfa mayor miró con descaro a su pequeña nemesis—. Es casi como si no hubieras tenido opción
Danny lo miró con odio a la vez que soltaba un leve gruñido.
«Son en estas ocasiones en las que no entiendo qué demonios fue lo que vi en este grandísimo lunático desequilibrado» se reprendió mentalmente la azabache
Se acercó a sus padres para ver los monitores que mostraban la salud del Cabeza de queso y sus mejores amigos.
—¡Te ves muy bien, Vladdie! —exclamó Jack, tratando de hacer sentir mejor a su amigo. De pronto la pantalla que revisaba sonó y vio que los signos vitales del billonario estaban bajos—. Mentira, estas mal
—¿¡Cómo!? ¡No puede ser! —exclamó Tucker, sentándose en su cama—. ¡Aún no he salido con una porrista!
—Créeme, no vivirás para eso —le dijo Sam y el tecnológico se dejó caer de espaldas
—Debe haber algo que puedan hacer —dijo Danny a sus padres
—Desearía poder Danny —contestó Maddie, revisando su monitor—. Pero aún no puedo encontrar las impurezas que están causando el letal acné
—¿¡Letal!? —exclamaron asustados los cuatro adolescentes
—¡Oh, la vida es tan injusta! —dijo Vlad con tono dramático mientras se incorporaba en su cama y miró con malicia a los adolescentes enfermos—. Y para ustedes dos, corta
Danny lo tomó de la solapa de su saco y lo volteó bruscamente para quedar ambos halfa cara a cara.
—Te juro que si encuentran la cura, haré que desees que no sea efectiva —amenazó la adolescente
—Oh, buena esa. Te juro que me dan escalofríos cuando te pones tan dramática. —cambió su postura a una más amenazante y miró de reojo a Tucker y Sam—. Si fuera tú me concentraría en salvar a tus amigos, se les acaba el tiempo
—¿Tiempo? —entonces un pensamiento se le vino a la mente y Danny le sonrió con superioridad a Vlad—. Eso me acaba de dar una gran idea
—No sé qué está pasando por tu pequeña mente adolescente, pero estoy seguro de que fracasara
—No lo creo —soltó a Vlad y lo miro desafiante—. Me aseguraré de que esto no suceda —señaló el rostro del mayor al enfatizar la palabra "esto"
Les aviso a sus padres que saldría por un momento, a lo cual ellos no pudieron mucha atención por estar más concentrados en buscar la cura del ecto-acné, y fue corriendo al laboratorio. Abrió el portal, se transformó y entró a la Zona Fantasma, teniendo en su mente su destino.
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—No. Es una horrible idea —contestó Clockwork
El fantasma del tiempo estaba enterado de la situación del primer halfa y los mejores amigos de la segunda sin que esta le dijera nada, incluso sabía de antemano sobre la pésima idea que la adolescente le planteó, y aun así dejó que le contara todo sin interrumpir ya que eso estaba previsto.
—Soy el Fantasma del Tiempo, no el fantasma de las curas milagrosas —dijo Clockwork estando de brazos cruzados y dándole la espalda a Phantom
—¡Por favor, Clockwork! Envíame en el tiempo a la época universitaria de mis padres. Puedo prever el accidente que ocasionó el ecto-acné original en Vlad y sus poderes fantasmas —eso último lo dijo en un susurro para sí misma
Clockwork la encaro a la vez que tomaba la apariencia de un niño.
—Cambiar el pasado trae graves consecuencias —advirtió el fantasma del tiempo—. ¿Correrás ese riesgo?
Danny miró a una de las ventanas del tiempo, donde se mostraban a Sam y Tucker infectados y sufriendo por la enfermedad.
—Por favor. Tucker y Sam son mis mejores amigos. Y no tengo otra opción
—Siempre hay una opción. Pero ya que insistes en hacerlo de la forma difícil —Clockwork tomó la apariencia de un anciano y, arriba de la ventana del tiempo de Tucker y Sam, abrió un portal del tiempo. Danny floto hasta estar frente a este, miró a Clockwork y sin dudar lo traspasó, escuchando la última advertencia del fantasma del tiempo—. Trata de no destruir el pasado
El viaje por el portal del tiempo fue tan extraño como la primera vez. Aterrizó enfrente de un letrero de piedra que decía «Universidad de Wisconsin» y, oculta por este, observó el lugar. Con ese viaje en el tiempo no pudo evitar acordarse de la película Volver al futuro, además de asombrarse del "desastre de moda y onda" que había en los años ochentas.
—¿Destruir el pasado? ¿Y perder toda esta "cultura"...?
—¡Tu atuendo es totalmente asombroso, chica!
Danny volteó y vio a un estudiante de la universidad detrás de ella, mostrándole el pulgar arriba y después de fue.
—Vaya, quién lo diría, encajo. Bueno, así la gente no sabrá que soy una...
Se interrumpió al ver el tablón de anuncios que estaba a unos tres metros de ella y en un papel verde le pareció ver la palabra «Portal fantasma». Fue hacia el tablón, quitó los papeles que lo cubrían, descolgó el papel, que era un aviso-invitación a presenciar el experimento del Club Paranormal sobre el experimento del portal fantasma en el edificio de ciencias, salón ciento uno.
Se guardó el papel en el bolsillo, preguntó a algunos estudiantes sobre el salón (de paso recibiendo halagos por su atuendo) y una vez con las indicaciones, corrió hacia el lugar. Buscó un lugar donde poder hacerse invisible e intangible para ir más rápido al lugar, pero al doblar una esquina chocó con alguien y ambos fueron a parar al suelo.
—¡Lo siento! —dijeron a la vez Danny y la otra persona
La persona con quien chocó se levantó, se acercó a la joven y le tendió una mano. Danny la vio y la tomó, pero al momento de levantar la mirada para agradecer y disculparse, sintió su núcleo saltar a la vez que un rubor aprecia en sus mejillas. Había chocado con un joven, y aún no mitad fantasma, Vlad Masters.
El joven tiró gentilmente de la mano de la chica y la puso de pie, pero al momento de hacerlo la joven desconocida trastabilló con sus propios pies y se golpeó el rostro contra su pecho.
—Oye ¿estás bien? —preguntó Vlad
Danny sintió los colores subir a su rostro otra vez, posó sus manos en el pecho del joven y se apartó de él con la cabeza baja para que no la viera.
—S... sí. Estoy bien
Vlad arqueó una ceja mirando desconfiado a la extraña.
—Oye, nunca te había visto por aquí —dijo Vlad y Danny pudo darse cuenta de un sutil acento ruso que parecía que poco a poco se perdía—. ¿De qué facultad eres?
—Yo... Uh... no estudio aquí. —contestó tímidamente Danny, todavía sin mirar a Vlad—. Estoy visitando la escuela para saber si me convence para estudiar aquí o no
—Creo que eso depende de lo que quieras hacer. Por cierto, y sino es mucha intromisión de mi parte, ¿a qué te quieres dedicar?
—As...
—¡Vladdie!
Ambos jóvenes voltearon hacia donde provenía la voz y Danny tuvo que recordarse a sí misma que en ese momento no lucía como humana sino fantasma y de ese modo no se notaría el parentesco. Pero aún así no pudo evitar ponerse nerviosa al ver a su padre acercarse a su mejor amigo, llevando consigo el proto-portal.
—¡Date prisa, V-man! Maddie nos está esperando en el salón ciento uno —dijo Jack emocionado y sin reparar en la chica que estaba también ahí
—Voy Jack, solo déjame terminar...
—¡Vámonos!
El bonachón tomó a su amigo del brazo, sujetando a duras penas la máquina con el otro brazo, y se lo llevó arrastras del ahí. Vlad se disculpó con Danny y le dijo que esperaba poder volver a hablar con ella en otra ocasión. Phantom se despidió con un gesto de la mano y una sonrisa, que parecía de chica enamorada, la cual no pasó desapercibido para el joven Masters haciendo que un leve rubor apareciera en sus mejillas y se dejará arrastrar por su fornido amigo.
Seguía la mano arriba aun después de que perdió de vista a Jack y Vlad. En lugar de bajarla, se dio a sí misma una bofetada y gritó:
—¿¡Qué demonios fue eso!? ¡Vine a impedir el accidente no a coquetear con Vlad...! —¿¡Qué demonios había dicho!? ¿¡Coquetear!?—. Mejor acabo esto rápido antes de que enloquezca —se aseguro de que no hubiera moros en la costa (y más después de haberse puesto a gritar como loca), se hizo invisible e intangible y fue detrás de los jóvenes.
Por fin llegó al salón ciento uno, entró y vio el lugar lleno de papeles, artefactos y sustancias con los cuales trabajaba el Club Paranormal. Revisó el lugar y vio que solamente eran tres miembros, los cuales no le sorprendieron: sus padres y Vlad. Jack estaba de espaldas a sus amigos revisando uno de los aparatos y Maddie estaba calibrando el proto-portal mientras que Vlad estaba a su lado nada más contemplandola y, por la expresión del joven, Danny dedujo que con amor.
«Asco» pensó la joven halfa
Vio al joven Masters acercarse a su mamá y Phantom no pudo evitar enojarse.
—Maddie, hay algo que quiero decirte desde hace tiempo...
—Espera un segundo, Vlad —apartó su mirada del portal y se volvió hacia Fenton—. Jack ¿recordaste llenar el tanque con ecto-purificador?
—¡Claro, nena! —contestó el joven bonachón sin apartar la mirada de los papeles que estaba revisando
Aún sin fijarse lo que hacía, Jack se acercó a una mesa donde había un montón de sustancia y tomó una que parecía una lata de refresco de dieta y la hecho en el tanque del portal. Mientras lo hacía, él y Maddie se miraban coquetamente ocasionando que Vlad frunciera el ceño y se cruzará de brazos. Una vez el tanque lleno, Jack y Maddie fueron a otra mesa mientras que Vlad se acercaba al portal y lo miraba detalladamente.
—Te lo dijo, Jack. No funcionara —dijo Vlad
—Te dijo que sí funcionará, V-man —contestó Jack con seguridad—. Este proto-portal nos llevará a la dimensión fantasma
Vlad seguía sin estar convencido, así que se acercó más al portal para asegurarse de que estuviera todo en orden. Jack tomó de una mesa el control remoto del aparato y Maddie unos papeles para revisar que todo lo que trabajaron estuvieran bien, pero fue cuando se dio cuenta de que algo estaba mal.
—Jack, estos calculos estan mal...
—¡Banzai!
Jack encendió el portal. El tanque tembló a la vez que soltaba pequeñas descargas eléctricas. El portal se encendió y Vlad se apartó un par de pasos de este. Esa fue la señal para Danny. Justo cuando el rayo de plasma salió, Phantom apartó del camino al joven Masters y el rayo comenzó a brincar por todo el laboratorio. Estuvo a punto de darle a Maddie de no ser porque Vlad la apartó de un empujón y los dos cayeron al suelo. Una vez pasado el susto, y el peligro, Danny miró hacia donde vio caer a Vlad y lo vio junto a su madre y después a ambos jóvenes mirarse entre sorprendidos y aliviados.
—Vlad, tú... salvaste mi vida
—Sí, lo hice ¿cierto?
—No ecto-acné. No Plasmius. Misión cumplida —susurró Danny para sí misma con un tono de victoria
Clockwork observó todo. Negó con la cabeza y activó su báculo del tiempo, regresando a la joven halfa a su época... o a su nueva época. Danny no se asustó por haber desaparecido del pasado y aparecido en el presente. Miró el lugar en donde estaba y reconoció enseguida su calle.
—De vuelta a casa. Ahora regresare a mi hogar y todo volverá... —se interrumpió al ver su casa y sorprendió con lo que vio. Es cierto que ya no estaba cubierta por cuarentena, pero... el Centro de Operaciones y el letrero «Laboratorios Fenton» ya no estaban—. ¿Pero qué...? —voló hacia el pórtico, regreso a su forma humana y entró a la casa. Al ver el lugar se sorprendió muchísimo. La casa era un total desastre, como si llevara meses o quizá años sin ser limpiada—. ¿Mamá? ¿Papá? ¿Jazz? ¿Alguien? —llamó la adolescente.
De alguna parte de la casa se escucharon pisadas de alguien corriendo, Danny volteó y lo primero que vio fue un rostro lleno de protuberancias antes de darse cuenta bien de quién se trataba.
—¡Nadie traspasa la propiedad de Jack Fenton!
—¡Papá, tranquilo!
—¿Papá? No tengo hijas ¡Soy soltero! Muy, muy soltero
—¿Lo eres? Vaya, eso explica... casi todo
—¿Qué dijiste?
—¡Nada! Uh... ¿eso es ecto-acné?
—Es una condición... ¡No deberías saberlo! —tomó a Danny del cuello de su camiseta y la levantó del suelo—. ¿¡Cómo sabes del ecto-acné!? ¡Habla!
—¡Soy tu hija! ¡Sé lo del accidente de Wisconsin hace años! Eso no debio pasar
—Oh, igualmente pasó —soltó a Danny y esta cayó de sentón. Jack dio unos pasos hacia atrás—. Y desde ese día mi vida se fue por el inodoro
De la cintura del hombre apareció un aro de luz blanca y se dividió yendo hacia arriba y abajo ante la mirada de asombro y preocupación de la azabache. Al interferir en el pasado, impidió que Vlad se convirtiera en Plasmius, sí. Pero ahora era su padre, Jack Fenton, quien se había convertido ahora en Jack Plasmius. La única diferencia con el de Vlad es que Jack no tenía los ojos totalmente rojos sino que las pupilas e iris eran negras. Otra diferencia, de la cual Danny tuvo que esquivar, eran los rayos de plasmas que estos eran verdes como los de ella.
La azabache vio el hoyo detrás de ella y después al adulto.
—¡Espera! ¡Soy yo! ¡Danny, tu hija!
Jack volvió a atacar y la chica volvió a esquivar.
—¡Mentira, yo no tengo hijas! Y si la tuviera no la hubiera llamado "Danny", es horrible
—Ok, no quería hacer esto enfrente de ti, pero... ¡I'm going ghost! —y se transformó en Phantom
—¿Eres un fantasma?¡Odio a los fantasmas!
Jack disparó otra vez, pero esta vez usando ambas manos. Danny corrió por toda la sala esquivando los ataques hasta que se le ocurrió flotar lejos de Jack.
—No lo entiendo ¿ese tipo es papá? —se preguntó a sí misma Danny. Dos disparos fueron hacia ella, pero ninguno le dio—. Es tan malo como él
—De no ser por los fantasmas, nunca hubiera perdido al amor de mi vida —dijo Jack Plasmius a la joven halfa.
Voló hacia ella, primero la tackleo en el aire, luego la tomó de los hombros y la arrojó hacia el suelo, ocasionando que lo atravesara, creando un gran agujero, y cayera en el sótano de la casa. Danny se incorporó con dificultad debido al dolor de su cuerpo y miró hacia el hoyo del techo.
—Esto es malo, debo volver con Clockwork y cambiar esto... —volteó hacia la pared donde estaba el portal fantasma, pero este ya no estaba—. No puede ser... el portal no existe —observó el laboratorio buscando algo que pudiera ayudarla a ir a la Zona Fantasma y encontró el proto-portal abandonado en una esquina del lugar, se acercó al invento y le echo un vistazo—. Ok, tal vez pueda hacer que funcione esta estúpida cosa... —entonces reparó en algo que había detrás del proto-portal.
Lo hizo a un lado para ver mejor y sintió que en cualquier momento su núcleo fantasma se apagaría por lo que vio. Era el recorte de un periódico de Madison, Wisconsin en el cual había una fotografía de Vlad vestido como el Rey de los Lácteos y su madre... con vestido de novia. Lo que empeoro todo fue leer en encabezado de la nota debajo de la fotografía:
REY DE LOS LÁCTEOS DE WISCONSIN SE CASA CON SU AMOR DE LA UNIVERSIDAD
—No destruí el pasado ¡Destruí el presente!
Tomó el recorte de periódico y leyó la nota. No podía creerlo... tenía que ser una broma. Recapitulo lo que hizo en el pasado, pero no podía encontrar la causa de que todo eso se distorsionara. Lo único que se le venía a la mente era que su intervención era la causa, pero solo fue para evitar que Vlad se convirtiera en Plasmius y prever la creación del ecto-acné ¿cómo fue que su padre se convirtió en mitad fantasma y su madre se casara con Masters? Leyó la nota otra vez y sintió una opresión en el pecho al leer «Señor y Señora Masters»
Sus pensamientos se interrumpieron al escuchar a su padre acercarse. Volteó y lo vio levantando un puño cargado con ecto-energía listo para golpearla.
—¡Dí adiós! —sentenció Jack. Instintivamente Danny se cubrió con el recorte de periódico. Al verlo, Jack detuvo su ataque y la tristeza apareció en su rostro—. Adiós... todo lo que sé hacer es decir «adiós»
Danny bajó el recorte, miró a su papá preocupada y dejó la nota sobre la mesa del proto-portal y se acercó al adulto con cautela.
—Papá... Jack —se corrigió de inmediato ya que en esa línea del tiempo ya no era su padre—. Solo dime qué pasó. Digo... uh... me encantaría escuchar historias de tus días de gloria
—Bueno, mi gata Jasmine no me escuchara más. Como sea, eso sucedió hace veinte años...
FLASHBACK — POV JACK FENTON
No sabía qué sucedió, que salió mal con el proto-portal. Un rayo de plasma salió disparado de este y casi le daba a su mejor amigo de lleno en la cara de no ser porque logró hacerse a un lado a tiempo. No obstante, eso ocasionó que el rayo saliera disparado por todos lados, incluso a punto de darle a Maddie, el amor de su vida, de no ser porque Vlad la salvó. Y, en un descuido, le dio a él, Jack Fenton, justo en el rostro.
—¡No puede ser! —exclamó Jack cubriéndose la cara con las manos y acercándose a su mejor amigo y amor de su vida—. Soy... horrible ¡Horrible!
Vlad y Maddie exclamaron sorprendidos al ver a Jack con la cara llena de extrañas protuberancias. El bonachón salió corriendo del laboratorio sin escuchar los gritos de sus amigos llamándolo. Todos en la universidad exclamaban y señalaban al estudiante extraño, obsesionado con fantasmas, con el rostro desfigurado.
Desde ese día, nadie supo qué sucedió con él, ni siquiera sus mejores amigos. Estando solo y lejos de todos, Jack descubrió que el accidente le dio poderes fantasmas. Desde ese día intentó encontrar su lugar en el mundo: primero, trató de ser un heroico cazafantasmas, pero no funciono. Después se mudó a Amity Park para continuar con sus investigaciones sobre fantasmas (sin darse cuenta de que ya había alguien viviendo en la casa a la que llegó y ocasionó que saliera huyendo del lugar el propietario). Sin embargo, no importaba que tan duro lo intentara, nunca encontró el modo de deshacerse de su lado fantasma, ese lado que Maddie nunca aceptaría y por esa razón nunca pudo estar a su lado.
FIN FLASHBACK — POV JACK FENTON
Después de escuchar la historia, Danny sintió una horrible opresión en el pecho que sabía muy bien que era culpa. Así que eso era lo que intentaba advertirle Clockwork sobre intervenir en el tiempo.
«Creo que debo volver a ver las películas de Volver al Futuro para tener muy en claro que nunca vuelva a hacer un viaje en el tiempo como ese»
—Oh, rayos. Lo siento mucho. Todo esto es mi culpa —confesó Phantom
—¿De qué rayos estás hablando? —preguntó Jack
Danny sacó su cartera y le mostró al adulto una fotografía. De la familia Fenton. De él, Jack Fenton, casado con Maddie y con dos hijas. Jack tomó la cartera y observó sorprendido la imagen. Ese había sido su sueño desde la universidad, antes de ese fatídico día.
—No se suponía que Vlad se casará con Maddie, sino tú. Viaje en el tiempo, cambie un pequeño momento en el pasado y estropee todo —miró a Jack y se preocupo al ver que el adulto poco a poco se enojaba, retrocedió y levantó las manos en señal de paz hacia el mayor—. ¡Pero lo puedo arreglar, lo juro! Solo necesito un portal que funcione...
—¡Mentira! —exclamó Jack creando dos duplicados suyos
—Oh oh
Sin darle tiempo a explicarle, Jack atacó a Danny a tal grado de arrojarla fuera de la casa hacia un gran letrero del edificio de enfrente. Phantom se incorporó y se volvió invisible al ver al adulto acercársele. Al no ver a la adolescente, Jack y sus duplicados se separaron a buscarla. En cuanto se vio a salvo, Danny regresó a ser visible.
—Debo ir a la Zona Fantasma y hallar a Clockwork. Y como papá no tiene un portal, debo encontrar a mamá y esperar a que ella tengo uno... ¿¡Hasta Wisconsin!? ¡Agh! Esto me gano por sentirme Marty McFly con estos tontos viajes en el tiempo. Solo espero resistir el largo viaje
Sin más tiempo que perder, emprendió el vuelo de Amity Park hasta Madison, Wisconsin. Le tomó unos días, pero finalmente llegó al castillo de Vlad. Estaba agotada, pero tenia que, al menos, llegar a la puerta y hablar con su mamá. Al aterrizar cerca de la entrada del castillo, escuchó un mugido. Volteó y se sorprendió de ver muchas vacas en el patio delantero del lugar.
—Vaya, es raro ver que en este presente alterno, Vlad no es un empresario billonario, sino un simple granjero lechero. Pero bueno, eso lo dejaré para después... si es que logró arreglar todo esto primero.
Regresó a su forma humana y caminó hacia la puerta. Tocó y en seguida le abrió la puerta el matrimonio Masters. Al ver a su madre con Vlad, Danny tuvo que morderse la lengua para no decir nada.
«Por este día voy a necesitar años de terapia»
—¿Cuántas veces tengo que decirles No.Más.Muestras.Gratis.De.Queso.? —preguntó molesto Vlad
La azabache ignoró al hombre y posó su mirada en la mujer, pero casi no tuvo fuerzas para seguir de pie y hablar, más que decirle:
—Mamá
—¿Mamá?
A causa del cansancio, Danny casi caía de no ser porque Vlad la sujetó de los hombros.
—Querido, parece que esta chica está exhausta, hambrienta y probablemente perdida, deberíamos ayudarla —dijo Maddie preocupada
Esa idea no le agrado a Vlad, pero al ver a la chica no pudo evitar sentir que le parecía familiar. La incorporó, pasó un brazo de la chica sobre sus hombros y la llevó al comedor. Sentó a Danny y en lo que ella recobrara el conocimiento, él y Maddie fueron por varios productos lácteos para alimentar a la chica. Lo bueno es que no esperaron mucho para que la niña desconocida despertara.
—Cariño ¿estás bien? —preguntó con dulzura Maddie a Danny
Danny sintió un nudo en la garganta. Era el mismo tono de voz con el que su madre siempre le hablaba cuando estaba preocupada, pero en ese momento no era su madre sino la esposa de Vlad y ese pensamiento hizo que sintiera una opresión en el pecho.
—Sí... estoy bien, gracias. Una disculpa por desmayarme en su puerta —se disculpó Danny
—No te preocupes, pequeña. Te veías muy agotada y me parece que también confundida —contestó Vlad, ofreciendole a la azabache un trozo de queso cheddar.
Danny lo miró recelosa, pero se tuvo que recordar que ese Vlad no era el que ella conocía. Él no era Plasmius, así que aceptó el queso y empezó a comérselo.
—Deberíamos llamar a tus padres. Deben de estar muy preocupados por ti —dijo Maddie
—Mis padres están... perdidos —contestó Danny entre bocados—. Hubo un accidente
—¡Oh, lo siento mucho, mi niña! —lamentó Vlad
—¿Podemos hacer algo para ayudarte? —preguntó Maddie preocupada—. ¿Necesitas un lugar donde quedarte?
Vlad se conmovió con las palabras de su esposa y le tomó la mano con gentileza.
—Tu generosidad no conoce límites, mi amor —dijo su esposo
El mayor estaba por besarla, cuando Danny se levantó de golpe, corrió hacia ellos, tropezó y cayó en los brazos de Vlad. El adulto la miró con una ceja arqueada a la vez que se mostraba confundido por la reacción de la chica. La azabache solamente se incorporó, carraspeó y le habló a la pareja.
—Ah... esta será una pregunta extraña, pero ¿tendrán un portal fantasma?
Ante esa pregunta, ambos adultos reaccionaron de diferente manera: Maddie rió con nerviosismo a la vez que preguntaba sarcásticamente por qué tendrían algo así mientras que Vlad se mostró molesto exclamando que no se hablaba sobre fantasmas en su casa. Danny iba a decir algo más cuando de pronto una voz femenina se escuchó a lo lejos a la vez de pasos acercarse.
—¡Mamá! ¡Papá! ¡Ya llegue!
—¡Estamos en el comedor, cariño! —indicó Maddie
La puerta se abrió, al darse la vuelta y mirar, Danny sintió una opresión en el pecho a la vez que se ponía extremadamente pálida. Había llegado una chica de catorce años de cabello castaño y ondulado largo hasta la mitad de su espalda, ojos azul marino y piel blanca; usaba un vestido púrpura de tirantes y flats negras. Entró al comedor con una sonrisa, pero al ver a la desconocida, esta desapareció y la observó con una mezcla de interés y curiosidad.
—Disculpa ¿quién eres tú? —preguntó la recién llegada a Danny
La azabache no contestó, estaba procesando la situación. Su madre y Vlad... en ese presente ambos tenían una hija... ¡una hija!
«Y yo que creía que esto no podía ponerse peor. ¡Mi mamá tuvo una hija con el desequilibrado de Masters! ¡Esto se está convirtiendo en una pesadilla, digno material de escritura para Stephen King!»
—¡Danny, cariño! Por favor sé amable con ella. Llegó a la casa sola y asustada, acaba de perder a sus padres en un accidente y vino aquí a pedir ayuda —explicó Maddie
—¡Ay! Lo siento mucho por mi indiscreción —se disculpó Danny M.
—No... no te preocupes —contestó Danny F. quitándole importancia con un gesto en la mano
—Por cierto, querida. Debes presentarte como es debido —dijo Vlad a su hija
—Sí, papá —la castaña tomó las orillas de su vestido a los costados y dio una reverencia digna de una princesa—. Soy Daniela Masters, pero todos me dicen Danny. Un placer conocerte
«Y si por si fuera poco se llama igual que yo»
—Mucho gusto... —contestó la azabache con una sonrisa forzada— tocaya
—¿También te llamas Danny! ¡Qué agradable coincidencia!
—Sí...claro
—Bueno, ya casi es hora de la cena —anunció Vlad—. Daniela ¿por qué no llevas a nuestra invitada a tu habitación mientras tanto?
—Entendido, papá —la castaña se acercó a la azabache y con gentileza la tomó de la mano, llamando la atención de la joven halfa—. Vamos
Danny F. no tuvo más opción que seguirla. Miró a su alrededor y le sorprendió de ver lo diferente que estaba el castillo, a leguas se notaba el ambiente familiar a pesar de lo grande del lugar.
—Lo sé, es demasiado espacio para tres personas —dijo Danny M. sacando a su tocaya de sus pensamientos—. Pero cómo de seguro has de saber, mi padre es el nuevo Rey de los lácteos de Wisconsin y por eso el castillo.
—¿Cómo es que tuvo ese título? —preguntó Danny F. con auténtica curiosidad
«Por lo que vi en el pasado, parecía que Vlad venía del extranjero»
—No quieres saber. Es una aburrida y larga historia. Ya casi llegamos a mi habitación
La castaña se paró ante una puerta casi al final del pasillo, del lado derecho, la abrió y entró a la habitación seguida de su tocaya. La habitación era grande, pero modesta. Estaba decorada sencillamente y había un gran ventanal con un balcón del lado derecho. Danny M. se acercó al diván que estaba a su izquierda, se sentó y le hizo un gesto con la mano a su tocaya para que se sentara a su lado. Danny F. titubeo un momento, pero al ver que la chica le insistía no tuvo más remedio que acercarse y sentarse junto a ella.
—Oye ¿por qué actúas tan a la defensiva? —preguntó la castaña—. Es la primera vez que nos vemos y te comportas como si fuera tu peor enemigo o algo así
—¡Ah, lo siento! Es que... por lo general soy muy reservada con los desconocidos, pero como fue una emergencia pues...
—Tranquila, ya entendí
La azabache suspiró aliviada. Pero esa tranquilidad se esfumó siento reemplazada por la preocupación ¿Ahora qué haría? No se esperaba que por solo evitar que Vlad se convirtiera en Plasmius se desencadenaría toda esta situación; nunca se le pasó por su cabeza que el accidente del proto-portal aseguró que sus padres estuvieran juntos y el haber provocado que Jack se volviera Plasmius y Maddie y Vlad se casaran ya era bastante malo ¿pero descubrir que en ese presente alterno tenía una media hermana? Eso ya era una locura.
De repente sintió que alguien le tomaba la mano a la vez que se recargaban en su hombro. Bajó la mirada y se tensó al ver a su tocaya recargando su cabeza en su hombro y entrelazar sus dedos con los suyos. Se levantó de golpe, Danny M. se incorporó rápido para no caer y vio apenada a su tocaya, de pie a unos pasos del diván y con la cara roja.
—¡Lo siento! No fue mi intención inquietarte
—No... no te preocupes. Es solo que me tomó por sorpresa. ¿Por qué...?
—¿Lo hice? —la azabache asintió. La castaña apartó la mirada y Danny F. vio un leve rubor aparecer en su blanca piel—. Es que... bueno... a mí me gustan las mujeres y en cuento te vi me pareciste muy atractiva —el rojo de su rostro se intensificó y se cubrió la cara con las manos—. ¡Perdoname! ¡No me detuve a pensar que tal vez a ti no te gusten las mujeres y te acabo de dar una muy mala impresión!
La azabache no sabía qué decir o hacer. Siendo honesta, era la primera declaración verdadera que recibía en su vida, sin importar que fuera hombre o mujer (no contaba esa vez del chico guapo de la escuela porque en realidad era Kitty poseyéndolo y usandola para darse celos a Johnny) y en cierto modo se sentía halagada por eso. Pero por el otro le preocupada porque se lo había dicho su media hermana de ese presente alterno.
«Ok... pasamos de malo a extraño»
—Tranquila, no me lo tome a mal —aclaró la azabache y se tranquilizó al ver que la castaña levantaba la mirada y no se veía ningún rastro de lágrimas—. Es solo que estoy preocupada por mis padres perdidos, además de que me atrapaste con la guardia baja y por eso me sorprendió.
—Ah, claro. Lamento haberte importunado con una tontería así
—Pero... podemos hablarlo con calma después ¿te parece? «Después de encontrar a Clockwork y arreglar esto ella desaparecerá, pero no puedo decirle eso»
—Sí, claro
Danny F. retrocedió y, sin darse cuenta, chocó con un librero y tiró varios libros. Danny M. se levantó rápido para recogerlos mientras que su tocaya la ayudaba a la vez que se disculpaba. La azabache recogió un libro negro, el cual se le cayó su protector de libros y reveló la verdadera portada de este y no era lo único, varios libros estaban así. La castaña se sonrojó de nuevo y le quitó los libros de las manos a su tocaya estaba revisando.
—Esos... son libros de terror ¿verdad? ¿Por qué...?
—A mi padre no le gustan los fantasmas ni nada sobrenatural, paranormal o como quieras decirle
La azabache recordó la reacción del mayor cuando preguntó acerca del portal fantasma.
«Supongo que habrá sido después del accidente del proto-portal»
Danny F. no toco más el tema porque tocaron a la puerta y les anunciaron que la cena ya estaba lista. Las tocayas regresaron al comedor y vieron que el matrimonio Masters las estaban esperando.
«Repito: por esta experiencia voy a necesitar años de terapia. Y de ser posible, y si existiera, lanzarme varios Obliviate para olvidar esta locura» pensó incomoda Danny con la incómoda situación: Los adultos hablándose y mirándose acarameladamente.
—Pensé que mis verdaderos padres eran embarazosos. Esto es mucho peor
—¿Dijiste algo? —preguntó la castaña
—Nada —contestó la azabache
Terminaron de cenar y fueron a descansar. Danny M. le ofreció a Danny F. una habitación junto a la suya para que descansara y si llegara a necesitar algo pudiera ir a pedirselo. Fenton se lo agradeció y entró a la habitación. Pegó un oído a la puerta, asegurándose de que los Masters se hubieran ido a dormir.
Dio la media noche, se transformó en Phantom y salió de la habitación en busca del portal fantasma. Maddie se mostró nerviosa con la mención del aparato y eso le dio a la joven halfa la esperanza de encontrarlo y arreglar todo. Busco en todo el lugar, pero para su asombro y preocupación, no encontró el laboratorio en ninguna parte.
—Algo anda mal aquí. Aunque mamá haya estado loca para casarse con Vlad, y de paso tener una hija con el (asco), nada haría que dejara de cazar fantasmas para convertirse en lechera. Por la reacciones que tuvo hoy me dio la impresión de que le estaba ocultando algo a Vlad, estoy segura que sigue siendo una cazadora de fantasmas o al menos le sigue interesando lo paranormal ya que Danny tiene cosas como esas entre sus cosas, pero ocultas del Cabeza de queso.
Se recargó en la pared y se cruzó de brazos pensativa.
»Ok, piensa Phantom. Si quisiera ocultarle algo a mi esposo ¿dónde lo haría...? —una idea cruzó por su cabeza y se golpeó la cara por eso—. ¡Seré estúpida! Vlad ya no tendrá un laboratorio secreto, pero este lugar tiene espacio suficiente para uno y, si no me equivoco, tiene que estar... —se volvió intangible y atravesó el piso, llegó a su destino y sonrió—. ¡Lo sabía! —aterrizó en el laboratorio subterráneo, observando el lugar—. Ahora solo falta... ¡Sí! ¡Un portal! —exclamó alegre la fantasma, viendo al fondo del lugar lo que estuvo buscando desde Amity Park—. ¡Podré regresar con Clockwork y...!
De pronto se escuchó un ruido detrás de ella. Volteó y vio a Maddie apuntándole con la aspiradora de fantasmas.
—¡Conoce a Maddie Weasel*, fantasma! —activó la aspiradora y atrapó a Phantom
Llevó el aparato a una de sus mesas de exploración, con dificultad sacó a su presa y la ató de pies y manos para interrogarla. Danny se preocupó al verse en esa posición, ya había perdido bastante tiempo, no podía seguir perdiendo más.
—Tengos algunas preguntas que hacerte —dijo Maddie a Phantom sin darle importancia a los intentos de la chica de liberarse. Activó el láser que estaba sobre la mesa (el cual la joven halfa ni reparó por estar forcejeando con sus ataduras) y le apuntó a la cara de su prisionera—. Empecemos con: ¿quién eres y por qué estabas husmeando en mi laboratorio secreto? —del láser sacó un apuntador manual y disparó debajo del brazo de Phantom para asustarla.
—¡Detente! ¿¡Qué haces!?
—¡Oh, grita todo lo que quieras fantasma! El laboratorio es totalmente a prueba de ruido, sino mi familia ya me habría descubierto. ¡Ahora, te preguntaré otra vez! ¿Quién eres?
—Soy... —miró a la mujer y sabía que la única manera de salir de esta era decirle la verdad, por muy loca y extraña que fuera—. tú hija —Maddie gimió por la sorpresa de la noticia, así que Danny aprovechó para continuar—. Tuya y de Jack Fenton
—¡Mentirosa! ¡No he visto a Jack Fenton en años! —apartó el arma de la fantasma y continuo—. El me culpó del accidente que le dio sus poderes. Vlad me lo dijo. Huimos para escapar de su furia fantasma
—¿¡Qué!? ¡Agh! Típico de Masters —susurró Danny para sí misma y después le dijo a Maddie—: ¡Eso es falso! ¡El sigue enamorado de ti!
—Es cierto, Maddie. —dijo una tercera voz—. Todo es verdad —ambas voltearon hacia el origen y vieron a Jack Plasmius atravesar el techo y aterrizar cerca de las mujeres
—¡Jack! Pero... Vlad me dijo que no querías volver a verme
—Nunca deje de hacerlo, Maddie —se acercó a la mujer a la vez que volvía a su forma humana—. Es que... creí que no podrías encarar algo que desprecias: un fantasma. Pero vine por esto —sacó de su bolsillo una cartera negra le mostró una fotografía de ellos dos con dos hijas
Maddie lo tomó y las lágrimas comenzaron a salir.
—¿Una familia... contigo? ¡Oh, Jack! —exclamó la mujer y abrazó al halfa bonachón.
Al ver la reacción de su madre, Danny sonrió. A pesar de ser un presente alterno, el amor que sus padres se tenían era muy fuerte y nada ni nadie lo podría destruir. Los adultos se separaron y se volvieron hacia la joven halfa.
—Entonces, tú eres la chica que apareció en la puerta en la tarde. ¡Y eso explica por qué me llamaste "Mamá"! ¡Debes ser nuestra hija de una línea alternativa de tiempo!
Liberó a Danny, la chica se sentó y los tres se abrazaron.
«Una cosa buena de tener padres científicos: Líneas alternativas de tiempo, son una excusa totalmente válida»
La familia se separó, Jack preguntó por su otra hija, llamando a Danny por otro nombre, y ella solamente les dijo que era algo complicado de explicar. No obstante, los padres se mostraron interesados en la historia de su hija, así que Danny les contó todo sobre la línea de tiempo de la cual venía. Cuando terminó, Jack y Maddie entendieron en parte la razón por la que su hija menor intervino en el tiempo, aunque eso no quitó que la regañaran por hacer semejante imprudencia. Maddie fue hacia su computadora y revisó su base de datos fantasmas.
—Ok, Clockwork... Aquí está —dijo Maddie, mostrando la información del fantasma del tiempo y una ruta rápida y segura para llegar hasta él
—Vaya, eres buena —reconoció Danny, impresionada
—No creerán que pasó las noches inventando nuevas recetas de queso ¿o sí? —preguntó Maddie, abriendo el portal fantasma
—¡Oh, Maddie, solo piensalo! En otro universo tenemos dos hijas que avergonzar
«Como no tienen idea»
Danny, se acercó a sus padres, se despidió de ellos y caminó hacia el portal. Pero de pronto un disparo de láser le pasó rozando la cabeza a la chica, estrellándose contra uno de los bordes del portal.
—Concentrémonos en este universo ¿les parece?
Los presentes voltearon y vieron a Vlad Masters entrar al laboratorio con un arma anti-fantasma en las manos.
—¡Experimentaste otra vez, Madeline!
—¡Vlad! ¡No es lo que crees!
Jack se puso ante la mujer para protegerla de lo que parecía una pelea.
—¡No, Maddie! ¡Es exactamente lo que él cree! Tú y yo estamos destinados a estar juntos ¡y nada ni nadie nos volverá a separar!
—Nada ¡Excepto esto! —exclamó Vlad y volvió a disparar.
Jack no previó el ataque y recibió el disparo de lleno en el pecho yendo a estrellarse de espalda contra la pared.
—¡Papá! —exclamó Danny y voló hacia Masters—. ¡Dejalo en paz!
Vlad estaba concentrado en disparar otra vez contra su ex-mejor amigo, que no se dio cuenta de la joven halfa. Danny lo tackleó y ambos salieron del laboratorio. El mayor perdió el arma por la embestida, pero enseguida lo recuperó y apuntó a la chica.
—¡Ahora aprenderás a o no entrometerte...! —Vlad se interrumpió al mirar fijamente a Phantom y por un momento bajó el arma—. ¿Tú? ¡Eres la chica que me encontré antes del accidente!
—¿Qué? —preguntó confundida Danny—. ¿Me recuerdas?
—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo es que no has cambiado en nada...? —la expresión de Vlad cambió drásticamente de asombro a enojo—. ¿Por qué quieres cambiar esta línea de tiempo? ¿Por qué quieres que mi esposa este al lado de ese fenómeno fantasmagórico de Jack Fenton?
—¡Porque está línea de tiempo esta mal! ¡Lo único que quería era evitar que tú obtuvieras poderes fantasmas! ¡No era mi intención que mi papá los tuviera! De no haber intervenido...
—Jack se habría casado con el amor de vida y tenido una familia. —volvió a tomar el arma y le apuntó a Phantom—. No dejare que destruyas mi vida. Por si olvidaste, aquí tengo una hija y en tu tiempo no, así que ¿cómo cambiarás eso sin poner en riesgo la vida de mi pequeña tejón?
Eso tomó por sorpresa a la chica, había olvidado por completo a su tocaya. Y ahora que Vlad lo mencionaba no sabía qué hacer; Daniela Masters no tenía la culpa de su error, pero su existencia era algo que no vio venir y que para regresar todo a la normalidad tenía que arriesgarla.
Tan centrada estaba con su debate interior que no se dio cuenta de que Vlad la tenía en la mira y estaba por presionar el gatillo.
—¡Papá, no!
Exclamó esa voz a la vez que el disparo se estrellaba contra el techo, arriba de Danny. Le cayeron pocos escombros y polvo. Cuando estos se disiparon vio que Danny M. forcejeaba con Vlad por el arma.
—Daniela ¿¡qué demonios haces!?
—¡No lo hagas, papá! ¡No los lastimes, sabes que esto está mal!
—¿Cómo supiste que estaba pasando? —preguntó Phantom a la humana—. ¡Se supone que el lugar era aprueba de ruido!
—Me advirtió el fantasma que vive en la mansión
Danny P. no tuvo que preguntar, ya que sabía que su tocaya hablaba del Fantasma del Rey de los Lácteos. De un movimiento brusco, Vlad apartó a su hija de en medio y disparó de nuevo a la joven halfa. El disparo le dio en el brazo derecho, Danny gimió y regresó al laboratorio. Tenía que buscar a Clockwork cuanto antes. Estaba a unos pasos del portal cuando otro disparo le dio de lleno en la espalda y cayó boca abajo.
—¡Papá, ya detente por favor!
Danny P. se incorporó con dificultad y miró sobre su hombro a su tocaya encarando a Vlad y con los brazos extendidos para protegerla.
—¡Daniela! ¡Estarás castigada de por vida si no te quitas ahora mismo! —amenazó el mayor sin bajar el arma
—¡No!
—¡Quítate o disparo!
La castaña se asustó, pero no se apartó. Vlad tampoco se inmuto y puso el dedo sobre el gatillo listo para disparar. De repente Jack se puso delante de las niñas para protegerlas.
—¿En serios eres capaz de dispararle a tu propia hija? ¡En verdad ya no eres el chico que conocí en la universidad, Masters!
—Lo mismo digo, Fenton —y Vlad disparó
Jack se protegió creando una esfera de plasma, pero el disparo del arma fue tan fuerte que lo arrojó hacia el portal, chocando contra este y dañándolo seriamente, activando la alarma.
—¡Jack!/¡Papá!/¡Sr. Fenton! —exclamaron las tres mujeres
Maddie corrió hacia el portal y apartó de este a Jack. El hombre regresó a su forma humana. Maddie lo acomodo en su regazo y revisó su pulso, estaba muy débil.
—¡Jack, no!
—Está bien, Maddie —dijo Jack, apenas si tenía fuerzas para hablar—. Solo... recuerda cómo pudo ser...
—Jack...
—Te amo Maddie... siempre lo hice
Fenton cerró los ojos y se quedó inmóvil. Danny M. se cubrió la boca con las manos y Danny P. se levantó y miró la escena con horror. Tenía que arreglar ese presente ahora.
—Uno menos, falta otra —dijo Vlad, llamando la atención de las presentes
Phantom se colocó enfrente de la castaña para protegerla, solo por si acaso. Vlad se acercó lentamente a las chicas, sin bajar el arma. Estaba a un metro de ellas, cuando de pronto le arrebataron el arma y lo tomaron del cuello de la camisa.
—¡Tú! ¡Despreciable mentiroso! ¡Pedazo de queso! —exclamó enojada Maddie, con lágrimas en los ojos a causa de la tristeza y la rabia—. ¡Desperdicié los mejores años de mi vida contigo! ¡Lo único bueno de todo esto es mi hija, Danny!
—Blasfemia todo lo que quieras. Tal vez sea un mentiroso pedazo de queso, pero aún soy tu esposo...
Sin ningún esfuerzo, Maddie lo levantó sobre su cabeza y caminó con él hacia el portal.
—¡Considera esto la anulación! —gritó la cazadora y arrojó a Masters a la Zona Fantasma
Lo último que se escuchó fue el grito del mayor seguido de gruñidos. Danny M. cayó de rodillas debido a la conmoción. Phantom se hincó frente a ella y la tomó de los hombros.
—¿Estás bien?
—No... no lo sé
La alarma del portal volvió a sonar. Maddie le gritó a Phantom que el portal estaba sobrecargado y que no podría durar mucho tiempo. La joven halfa se levantó y caminó hacia el portal.
—¡Espera! —la castaña se acercó a la fantasma y la sujetó de la muñeca
Phantom no se atrevió a mirarla. Por su culpa Danny Masters existía... pero también desaparecería. La castaña soltó la muñeca de Phantom, pero la abrazó de la cintura por detrás.
—¿Qué estás...?
—Sé que en tu línea de tiempo no existo. —Phantom sintió algo mojar su espalda. Dio media vuelta sin soltar el agarre de la castaña y vio que esta estaba llorando—. Pero, por favor... no me olvides
—No lo haré
Como un gesto de despedida, Danny M. tomó con delicadeza el rostro de Phantom y unió los labios de ambas en un beso. La joven halfa no se sentía incómoda por besar a otra mujer, sino porque esa era la primera y última vez que la vería y todo por su culpa. La castaña rompió el beso y miro a Phantom a los ojos, todavía con lágrimas en los ojos.
—Ten cuidado... y sé feliz en tu tiempo
—Lo haré. Gracias, tocaya
Danny M. sonrió. Soltó a Phantom y la joven halfa voló directo hacia el portal antes de que este explotara. Regresó con Clockwork y este, otra vez, se resistió a ayudar a Danny.
—¡No les ayudare!
—Pero Sam... Tucker...
En una de las ventanas del tiempo activada, mostraba la línea de tiempo de Danny, minutos antes de que viajará en el tiempo.
—Necesitan ser curados en el presente, no en el pasado —recalcó Clockwork—. Puedo reiniciar el tiempo, antes de que interfirieras. ¡Pero solo eso!
La ventana del tiempo mostró el pasado, momento antes del accidente del proto-portal. Danny observó cuidadosamente la escena.
—Jack ¿recordaste llenar el tanque con ecto-purificador? —preguntó Maddie
—¡Claro, nena! —contestó el joven bonachón
Y al igual que la primera vez, Danny vio que su padre tomaba la lata de refresco de dieta en lugar del ecto-purificador y lo vaciaba en el tanque del proto-portal.
—Eso es. ¡Eso es! —exclamó feliz la joven halfa
Regresó al pasado para evitar su primera intervención, sin darse cuenta de la sonrisa de orgullo que apareció en los labios del fantasma del tiempo. Una vez reparado el daño del primer viaje en el tiempo, Clockwork regresó a Danny a su tiempo. La joven halfa gritó emocionada al ver su casa como antes (con el Centro de Operaciones y cubierta por la cuarentena). Asegurándose de que no hubiera nadie, regresó a ser Fenton y entró a la casa. Entró a la parte de la casa donde estaban los enfermos y tuvo que contener una risa al ver a su padre golpeando a Vlad en el pecho para "revivirlo".
—Creo que eso no es muy efectivo, papá —dijo Danny, atrayendo la atención de los presentes
—¡Ponte tu traje protector! ¡No querrás contraer el ecto-acné! —exclamó preocupada Maddie
—Ah, sí. Sobre eso... Esas ecto-impurezas que no pudiste detectar ¿no tendrán algo que ver con... refresco de dieta?
Maddie se rió ante tal sugerencia.
—No sea tonta. —se acercó a su monitor para revisar sus datos de las impurezas otra vez—. ¿Cómo podría...? —pero grande fue su sorpresa al ver que su hija menor tenía razón.
Una vez corroborada la información, Maddie comenzó a preparar el ecto-purificador. Una vez listo, lo dividió en tres vasos y se los dieron de beber a Vlad y los adolescentes. El efecto fue casi instantáneo, las protuberancias desaparecieron. Estaban curados del letal ecto-acné.
—¡Vladdie, te curaste! —exclamó feliz el patriarca Fenton
—Es genial, Jack. Ahora ¿¡podrías, por favor, dejar de golpearme el pecho!? —pidió irritado el billonario
Jack se detuvo y se mostró apenado con su amigo de la universidad.
—Lo siento ¿refresco de dieta? —ofreció Jack, sin darse cuenta de que en realidad le estaba ofreciendo de beber el ecto-purificador
—Danny ¿cómo supiste? —preguntó Maddie
—Bueno, soy hija de los dos cazadores de fantasmas mas listo del planeta ¿no? —contestó la azabache
Sus padres sonrieron y salieron del lugar para quitar todo lo que utilizaron para la cuarentena.
—Sabía que lo lograrías, Daniela —dijo Vlad con una sonrisa, pero que no denotaba felicidad sino malicia—. Solo necesitabas la apropiada motivación —dijo mirando de reojo a los mejores amigos de la adolescente y después regresó su atención a la chica—. Por supuesto que aún sigo débil, así que... ¿olvidado?
La chica sonrió del mismo modo que el mayor. En un rápido movimiento, se transformó en Phantom. Vlad en Plasmius, pero antes de que siquiera pudiera decir algo, la joven halfa le dio tal golpiza que lo mandó, literalmente, a volar fuera de la casa Fenton y saliera de la ciudad.
—Olvidado —dijo la chica, con una sonrisa burlona
Esa noche, Danny acompañó a bailar a sus padres al baile de los ochentas, ocasionando que Jazz se avergonzara de su familia. La mayor no entendía porque su hermana hacía eso, a lo cual Danny solo le dijo:
—Digamos que me identifico con el pasado de papá y mamá. No lo cambiaría otra vez ¡aunque pudiera! —y continuó bailando
Como era de esperarse, Jazz no entendió absolutamente nada. Siguieron en el lugar hasta altas hora de la noche, la familia regresó a su casa feliz de haberla pasado bien (bueno, tres de cuatro). Danny se dejó caer en su cama, la verdad ahora valoraba más que nunca a su familia; pero aun se sentía mal por el destino de su tocaya, hija de Vlad. Se pasó los dedos por los labios, recordando el beso. Haría lo que le había prometido a Danny Masters: sería feliz en su tiempo. Con o sin Plasmius, después de lo que había visto en esa línea del tiempo alterna, no quería estar cerca del mayor en un largo tiempo, aunque los planes de este se lo impedirían.
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*En el capítulo así se presentó Maddie a Danny, al encontrarla en su laboratorio secreto. No vayan a pensar que me lo invente.
Saludos a todos
Ichigo Snape
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