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El Anillo de la Ira

Sabían que los halfas eran poderosos al no ser simplemente fantasmas, sino también humanos. Conocían la Zona Fantasma más que cualquier otro ser humano cazafantasma; su poder, sus caminos, sus secretos. Sin embargo, también sabían que el primer halfa era extremadamente peligroso; no solamente porque tenía mucho tiempo con sus poderes y se escuchan historias sobre él, sino que destruyó al guardián de la Llave Esqueleto, la cual todos en la Zona Fantasma sabían lo peligrosa que era, ya que podía usarse para liberar algo peligroso... o más bien, a alguien peligroso.

Vlad Plasmius llegó a una isla abandonada, antes de aterrizar se percató de que ningún fantasma habitara en él, puesto que ellos eran muy territoriales y lo último que necesitaba, era lidiar con algún fantasma "sobre protector" respecto a su propiedad. Dejó la caja de cristal sobre una roca y la analizo detenidamente; la caja no tenía cerradura por lo que sería difícil abrirla y sin embargo, no iba a rendirse con facilidad.

Plasmius analizó la caja de cristal hasta que finalmente encontró algo que le llamó la atención: en las esquinas de la caja —los cuales eran calaveras— donde parecía ser la puerta, se veían algo flojas. Vlad supuso que tenía que quitarlas de ahí para poder abrirla, pero no fue así. El halfa mayor quitó las manos ahí con enfado de no poder abrir la caja; pero cuando las retiró, las calaveras brillaron tenuemente de fucsia y al ver eso, Vlad sonrió con malicia.

—Entonces... así está la cosa —dijo en un susurro—. Necesita energía fantasma para poder abrirse. Al parecer, es con la intención de drenar la energía del ladrón y así impedir que la robe. Lastima para quien creó este patético sistema de defensa, ya que esto no es ningún reto para mí —dijo Vlad con arrogancia

Levantó las manos hacia las calaveras, las cuales inmediatamente brillaron de energía fucsia y empezaron a absorber la energía de Vlad. El halfa mayor empezó a debilitarse, pero no quitó las manos en ningún momento. Pasaron unos minutos —los cuales le parecieron horas a Vlad— hasta que finalmente se escuchó un pequeño chasquido proveniente de la caja. Vlad bajó las manos y vio la puerta entreabierta.

—Finalmente —dijo triunfante a la vez que abría la puerta y tomaba la llave con firmeza—, pude hacerme con la Llave Esqueleto —la contempló por unos segundos con un brillo de superioridad en sus ojos—. Al fin, podré obtener lo que he estado buscando por años —se guardó la llave en su bolsillo y emprendió el vuelo.

Desde que obtuvo sus poderes fantasmas estuvo investigando a fondo la Zona Fantasma, incluyendo sus mitos y leyendas. Una de ellas era sobre el Rey Fantasma, Pariah Dark, y los artefactos que poseía. Estos al ser usados, hacían que su usuario se volviera poderoso e invencible. Llegó a su destino y entro al castillo sin cuidado; recorrió todo el lugar hasta llegar a la estancia que se encontraba casi al fondo.

El lugar era enorme; las paredes eran rojas y en estas había esqueletos flaqueando. Plasmius miró el lugar con interés, hasta que logró ver la causa de su intromisión en el castillo, y sin miramientos, entró flotando en el lugar.

—Aquí estamos. La fortaleza de Pariah, hogar del Caballero del Terror —llegó hasta un esqueleto que se encontraba a los pies del lado derecho de unas escaleras, el cual sujetaba una esfera roja que contenía un anillo verde con negro y una calavera verde con los ojos rojos grabada en medio de esta—. Y antes de eso... —introdujo la llave en la nariz del esqueleto, la giró y la esfera se desintegró haciendo que el anillo cayera en la palma izquierda de Vlad—. El Rey Fantasma. Y aquí estoy yo, Vlad Plasmius —se puso el anillo en el dedo corazón de la mano derecha—, con todos sus poderes en la palma de mi mano.

Vlad trató de usar el anillo, pero nada pasó. Lo miró indignado y regreso su mirada al sarcófago que se encontraba en lo alto de las escaleras y fijó su mirada en la imagen grabada de una corona que parecía estar rodeada de llamas verdes fosforescentes.

—Ah, por supuesto. El Anillo de la Ira solamente funciona cuando se lleva puesta la Corona de Fuego

Se acercó al sarcófago e introdujo la llave en la cerradura. Giró la llave y el sarcófago se abrió lentamente, revelando a una persona grande dentro de él, pero Vlad no le puso atención, solamente miraba la Corona de Fuego, la cual el individuo dentro del sarcófago traía puesto.

—Por separado no son nada. Pero juntos, otorgan un poder inimaginable

Solo dio un paso al frente cuando el individuo abrió su ojo (el otro estaba detrás de un parche) y salió de su prisión, parándose delante de Vlad, quien se quedó pasmado al ver al imponente fantasma. Era Pariah Dark.

—¿Quién osa? —preguntó Pariah

Con incertidumbre, Vlad se acercó a Pariah flotando.

—Uh, saludos. Plasmius, Vlad Plasmius ¿mencione que soy gran admirador de su trabajo? —se presentó el halfa mayor con una sonrisa nerviosa.

Pariah entrecerró el ojo con el semblante serio. Vlad tuvo un mal presentimiento y por protección —y sin que el Rey se diera cuenta— dejo un duplicado en su lugar y se ocultó detrás de una columna. Entonces Pariah le disparó al duplicado un ecto-rayo rojo sangre tan poderoso que lo hizo volar y atravesar el techo. Después el rey se acercó a un esqueleto que sostenía en alto una calabaza púrpura con una espada verde espectral clavada en ella. Retiró la espada y de la calabaza apareció el Caballero del Terror. Salió tras la duplica para "recuperar" su anillo robado.

En cuanto Pariah se perdió de vista, Vlad salió de su escondite y se acercó al Caballero del Terror, quien recogía su espada la cual el Rey le arrojó. Trató de convencerlo de tener algún tipo de acuerdo; pero antes de que el Caballero le diera su respuesta, un rayo de plasma rojo sangre los atacó y fue suficiente motivo para que Vlad escapara del lugar. Sin embargo, no tuvo mucha suerte; Pariah le disparó de nuevo y este logró alcanzar al halfa mayor dándole de lleno en la espalda dejándolo tan mal herido que regresó a ser Masters. Por suerte, fue lanzado justamente hasta el Portal Fenton.

El matrimonio Fenton estaba trabajando en su último invento: El Ecto Traje de Batalla o Ectoesqueleto Fenton, el cual —en palabras de Jack Fenton— será capaz de derrotar a cualquier fantasma, hasta el más poderoso. Hasta ahora solamente terminaron los Pantalones Fenton y discutiendo sobre la interfaz neuronal del traje cuando del Portal salió una figura humana que se estrelló contra el suelo del laboratorio. Los Fenton se acercaron y se sorprendieron de ver de quien se trataba,

—¿¡Vlad Masters!? —exclamó Maddie, claramente sorprendida

El matrimonio se arrodilló a cada lado del billonario. Se sorprendieron al ver el estado en el que llegó, pero lo que más les sorprendió fue que venía justamente de la Zona Fantasma. Vlad abrió poco a poco los ojos a causa del cansancio y se encontró con el rostro de Jack Fenton.

—Jack... mi gordo y viejo amigo... ayudarme —suplicó Vlad y se desmayó

Jack y Maddie se miraron todavía sin comprender qué era lo que estaba pasando, pero con solo ver el estado de su viejo amigo de la Universidad, sabían que nada bueno estaba pasando y lo único que podían hacer ahora era ayudar a Vlad. Jack se acercó un poco más a su viejo amigo y lo levantó en brazos y lo llevó a la habitación de huéspedes. Maddie desactivó los Pantalones Fenton, busco el botiquín de primeros auxilios y salió detrás de su esposo.

Jack ya había recostado a Vlad y trataba de revisar por su cuenta las heridas, pero no sabía que tan graves eran. Lo único que quería era que su mejor amigo estuviera bien. Maddie se quitó la capucha de su traje y se paró en el otro extremo de la cama, dejando el botiquín sobre la mesita de noche y revisando su contenido para ver que podía usar.

—Me pregunto qué rayos hacía Vlad en la Zona Fantasma —se preguntó Maddie, sacando y preparando las cosas que iba a necesitar.

—No lo sé, Maddie —respondió Jack, sin quitarle la mirada de encima al billonario—. Pero de algo podemos estar seguros: lo que sea que haya pasado en la Zona Fantasma y dejó a Vladdie así... significa que algo grande y peligroso va a suceder pronto.

Maddie miró alternadamente a Jack u a Vlad. Aun recordaba o que pasó en Colorado y seguía sin perdonar a Vlad por eso, pero tampoco podía dejarlo así aunque si lo hacía, Jack le preguntaría la razón y ella no se atrevía a decirle y causar la ruptura de su amistad con el billonario, así que decidió callar y curar a Vlad con la ayuda de su esposo.

«A Danny no le va agradar ver a Vlad aquí» pensó Maddie

Cada vez que Jack mencionaba el nombre de Masters, Danny fruncía el ceño y apretaba los puños con impresionante enojo. Maddie suponía que era el hecho de que ella también estaba enojada por lo que pasó en Colorado.

Y hablando de Danny...

Últimamente tenía que lidiar con la bravuconería del mariscal de campo, Dash Baxter. Al parecer al rubio. Al parecer al rubio no le interesaba que Danny fuera una chica (al parecer influenciaba mucho que ella siempre vestía playeras algo holgadas y un poco masculinas, jeans igual holgados y tenis) le seguía pareciendo el "punching bag" perfecto. Y justamente ese día era uno de los más pesados que Danny tuvo que soportar.

Empezó mal el día gracias a que Dash le arrojó su balón de fútbol americano dándole de lleno en el estómago derribándola haciendo que cayera de espalda, aunque Danny se desquitó disparando con su dedo a una señal de tránsito haciendo que Dash y Kwan tropezarán con él. Danny tomó el letrero y después de hacerles un comentario sarcástico lo arrojó cerca de los jugadores y regreso con Sam y Tucker.

El moreno chocó su palma con la de la halfa en señal de apoyo por lo que hizo mientras que Sam los miraba con el sueño fruncido en una clara señal de desaprobación por la actitud tan infantil de sus amigos. Las clases continuaron con normalidad —y para buena suerte de la joven halfa— ningún ataque fantasma. Sin embargo, Danny desapareció por un momento a la hora del descanso y regreso encontrándose con sus amigos cerca del baño de chicas.

—¿A dónde rayos fuisteis? —preguntó Sam con los brazos en jarra y molesta ya que sabía que lo que sea que fue hacer no sería "maduro"

—Mmh... Solo fui hacer unas... Cosas —dijo Danny sonriendo

Tanto Sam como Tucker reconocieron esa sonrisa. Su amiga fantasma había hecho una travesura.

—¿Qué clase de cosas? —preguntó Sam, ahora con los brazos cruzados

Danny no respondió, haciendo que Sam se enfadara más. Los tres caminaron por los pasillos hasta sus casilleros; la joven halfa seguía con su sonrisa traviesa dejando más intrigados a Sam y Tucker respecto a lo que hizo.

—Deberías saber que juegas con fuego —le advirtió Sam cerrando su mochila y colgándosela

Danny terminó de guardar algunos libros en su casillero y otros en la mochila. Cerró el casillero u miró a su amiga gótica.

—Bien, a veces tengo que usar mis poderes para un bien mayor —dijo Danny y señaló hacia el casillero de Dash.

El rubio lo agrio y una cascada de papel higiénico salió de él cayéndole todo encima. Danny y Tucker comenzaron a reírse mientras que Sam los miraba con desaprobación.

—Oh vamos ¿Qué tan bueno fue eso? —dijo Tucker a Sam con una sonrisa

—Graciosa, usas tus poderes para meter papel higiénico en un casillero. Él sabrá que fuiste tú —dijo Sam

—¿Has visto sus calificaciones? —dijo Danny con una sonrisa burlona

—¡Eso no sucederá! —afirmaron a la vez Danny y Tucker

Pero la diversión les duró poco. Danny no contaba con que Dash miraría el papel y se daría cuenta que era "Papel Fenton" el que le cayó encima por lo que descubrió que fue la joven halfa y la miró con rabia. Danny se dio cuenta y trago saliva en una clara señal de miedo.

—"Nunca", es el timbre del karma. Ding dong, es para ti —dijo Sam con sarcasmo

—Oh rayos —exclamó Danny y salí corriendo

—¡FENTON! —gritó Dash y salió corriendo detrás de la joven halfa

Danny corrió por toda la escuela seguida por Dash y dejando un alboroto a su paso. Podría usar sus poderes para salir de esta pero los pasillos estaban repletos de alumnos que no podía hacerlo. Llegó hasta la cafetería y vio a un par de nerds jugando cartas. Miro a todos lados tratando de. Jactar un lugar donde esconderse hasta que encontró algo que le ayudaría.

—Bueno, pues ya que —dijo Danny y se escondió rápidamente

Pudo esconderse justo a tiempo, ya que de pronto Dash irrumpió en la cafetería y al no encontrar a Danny siguió con su camino. Debajo de la mesa donde los nerds estaban jugando se asomaron un par de ojos azul cielo mirando el lugar y asegurándose de que estuviera a salvo, pero no se atrevía a salir. Se acomodó mejor en su "escondite" y entonces se dio cuenta de que. O era la única que estaba ahí escondida, miró a su derecha y se encontró de golpe con su "acompañante". Era Valerie.

—Encuentra tu propio escondite —dijo Danny algo molesta—. Aposté a los nerds jugando «póker de nerds»

—Calma Fenton, no eres la única que necesita esconderse —dijo Valerie igual un poco molesta y señalando hacia la entrada de la cafetería

De pronto llegó un nerd llamado Nathan pidiéndole una cita a Valerie. Al no ver a la morena, salió de la cafetería gritando su nombre. Danny se sorprendió de la insistencia del chico pero entendía la posición de Valerie.

—Mientras podemos quedarnos aquí, hasta que calmen las cosas —dijo Danny en cuanto dejó de escucharse la voz de Nathan

—¿Quieres revisar nuestros reportes del libro? —sugirió Valerie

Danny le sonrió de acuerdo con la propuesta. Estuvieron escondidos bajo la mesa hasta que la campana sonó dando por terminadas las clases; los dos salieron de la cafetería con cautela estilo "Misión Imposible", se alegraron de no encontrarse con Dash y/ Nathan pero su suerte se acabó en cuanto vieron a los chicos esperándolas en las entrada de la escuela con intenciones obviamente diferente con respecto a cada chica. Las dos no tuvieron opción más que buscar otra salida, la ventaja de que Danny tuviera que salir constantemente de la escuela a causa de sus cacerías de fantasma es que conocía varias "rutas de escape".

Salieron a las calles con más cautela. En cuanto se encontraron lejos del campo visual de los chicos, Danny y Valerie corrieron por las calles hasta llegar a un callejón donde solamente había un contenedor de basura; las chicas se acercaron para esconderse pero se encontraron con la sorpresa de que ya estaba ocupado. Era Sam; la gótica también se asombró de verlas, señaló a cada una en una pregunta silencio respecto de que hacían.

—Me escondo de Dash —dijo Danny

Sam señaló a Valerie

—Me escondo de Nathan ¿y tú?

Sam apuntó hacia la calle y las recién llegadas escucharon pasos, por lo que se escondieron junto a la gótica. Se escuchó una voz y Danny la reconoció como la mamá de Sam; se asomó un poco y vio que traía un horrible vestido rosa en las manos llamando a Sam para convencerla de que se lo probara y al no ver a su hija siguió con su camino.

Las tres chicas se asomaron un poco sobre el contenedor para asegurarse que no había moros en la costa.

—Vamos por aquí —dijo Danny saliendo a la calle. Se asomó y vio que ya estaban cerca de los Laboratorios Fenton—. Todas podemos escondernos en mi casa —y las tres comenzaron a correr.

Danny y Sam iban enfrente mientras que Valerie las seguía por detrás. La gótica miró sobre su hombro a Valerie con discreción y después le habló a Danny.

—Entonces ¿Qué sucede aquí? ¿Por qué de repente la estas ayudando? —preguntó Sam

—Ah, me escondió de Dash hace rato. Solo le regreso el favor —explicó Danny sin darle mucha importancia

Las tres llegaron a los Laboratorios Fenton y subieron las escaleras del pórtico. Sam se acercó un poco más a Danny para que Valerie no escuchara.

—Bien, pues ten cuidado. Lo último que quisieras hacer es invitar a tu archienemigo a tu propia casa

Danny miró a Sam un poco molesta. Era cierto que más de una vez, Valerie ha intentado destruir a Danny Phantom, pero no tenía nada en contra de Danny Fenton por lo que no existía problema por el cual fuera buena con la cazadora ¿o sí?

«Paranoica» pensó Danny rodando los ojos

Llegaron a la puerta y Danny la abrió, se hizo a un lado para que pasaran Sam y Valerie pero vio que las chicas se quedaron quietas de golpe de pie en el umbral de la puerta.

—Oigan ¿Qué es lo que...? —no termino de hablar porque se quedó igualmente (o tal vez más) impactada que Sam y Valerie al ver lo que pasaba.

Sintió tanto a su corazón como a su núcleo —normalmente dormido— brincar ante la sorpresa de lo que veía y sintió que el color desapareció de sus mejillas quedando igual o más pálida que cuando se transformaba en Phantom: Sentado en la sala de la casa junto a su hermana, con una manta sobre los hombros, jugando ajedrez y bebiendo té tranquilamente se encontraba nada más y nada menos que...

—Vlad...

El halfa mayor había sentido la presencia de Danny desde hace unos minutos por lo que no se sorprendió de ver a su pequeña contraparte de pie ante la puerta con una gran expresión de asombro y susto a la vez. Movió una pieza de su juego y miró a su pequeña némesis.

—Ah, hola Daniela —saludo Vlad con un tono de voz "casual"

—Muy tarde —murmuró Sam. La gótica se cruzó de brazos de brazos y miraba con el ceño fruncido al rival de su mejor amiga—. ¿Qué crees que esté planeando ahora, Danny? —pero no recibió respuesta por lo que se preocupo un poco—. ¿Danny? —miró a su amiga y vio por su expresión que parecía estar en trance o algo así.

Danny miró a Vlad con un deje de miedo, pero no era en el sentido de terror de que él fuera más fuerte que ella o sus planes malvados y que en la Zona Fantasma era conocido como el fantasma más poderoso... No, era por esas estúpidas hormonas adolescentes.

«¡Rayos! ¿A quién engaño? Todavía no se me pasa lo de la reunión en Wisconsin»

A pesar que desde que se conocieron dejaron muy en claro su relación Héroe-Villano, Danny no podía borrar lo que sentía por él desde ese día. Sin embargo, tenía que disimular y averiguar qué hacía en su casa; Vlad no se acercaría a los Laboratorios Fenton a hacer una "simple visita de cortesía" sino fuera porque tenía un as bajo la manga. Con disimulo se tranquilizó y se acercó al billonario con el entrecejo fruncido.

—¡Tú! ¿Qué estás haciendo aquí? —exigió saber la azabache

Vlad miro a Daniela con una ceja arqueada y con discreción le sonrió con burla. No pasó por alto la extraña actitud de la joven halfa en cuanto lo vio y de repente volvía a ser fría con él. Desde que supo la verdad de su estado halfa era normal ese comportamiento de su pequeña tejón pero a veces lo desesperaba esos cambios de humor. Típicos en la adolescencia.

Maddie no se dio cuenta de la presencia de su hija sino hasta que la escuchó hablar con Masters. Por su reacción, ella supuso que a Danny tampoco se le olvidaba lo de Colorado y por eso mismo no le extraño su comportamiento. Queriendole dar usan indirecta a su hija menor, le sirvió más té a Vlad, pero "accidentalmente" le tiró el té en los pantalones justo en la entrepierna. El billonario se removió en su lugar dejando salir un gruñido de dolor y se llevó la mano libre a los pantalones.

—Una pregunta muy válida —comentó Maddie

Vlad se tranquilizó y vio perfectamente el entrecejo fruncido de la mujer aún con la capucha del traje puesto.

—¿Sigues molesta? —preguntó Vlad aún sabiendo la respuesta.

—No tienes idea —respondió la mujer con seriedad y se alejó del hombre

Vlad se frotó un poco, y con discreción, la entrepierna antes de fijar su mirada en Daniela; quien seguía mirándolo con seriedad.

—Pues ya sabes, solo pasaba por aquí —dejó la taza vacía en la mesa junto al tablero de ajedrez y sin mirar a la chica—, y vi ese maravilloso Traje de Batalla y pensé: "Ya que no puedo destruir a Jack y tomarlo, supongo que tendré que robarlo bajo su nariz"

Jack no prestó atención a nada de lo que pasó y solamente reaccionó cuando escuchó su nombre. Levantó la mirada de su juego encontrándose con el rostro sonriente de su mejor amigo de la Universidad y de pronto los dos se soltaron a reír ante la mirada de incredulidad de las adolescentes. Tardaron un rato en tranquilizarse. Vlad le pidió a Maddie un poco más de té, pero la mujer le vacío toda la tetera en la cabeza.

—¡Ahí no! —exclamó Vlad

Se incorporó totalmente empapado de té y con el ceño fruncido. Maddie dio media vuelta de camino a la cocina seguida por su esposo sin entender lo que pasó. En cuanto el matrimonio Fento se perdió de vista, Danny se acercó a Vlad mientras él se limpiaba con el pañuelo que siempre traía de adorno en el bolsillo de su saco.

—No sé qué estás tramando, Plasmius —pero entonces la chica se lo pensó mejor recordando lo que el mayor dijo hace poco—. De hecho, lo sé. Lo acabas de decir

Vlad guardó el pañuelo y se encaró a la chica.

—¡Correcto! Y ni una palabra, o revelaré tus secretos a... —Vlad levantó un poco los ojos y cayó en cuenta de que Valerie estaba también en la casa. Se apartó de Daniela y se acercó a la morena—. ¡Ahora! La joven Señorita Gray

Las cuatro adolescentes miraron entre confundidas y sorprendidas a Masters, quien no dejaba de ver a Valerie.

—¿Me conoces? —preguntó Valerie, todavía confundida

—¿La conoces? —preguntó Danny

Pero antes de que alguno de los presentes dijera algo, sonó una alarma y una luz roja comenzó a parpadear en señal de emergencia. El matrimonio Fenton salió de la cocina y Jack activó el Radar de la Zona Fantasma. Los dos se alarmaron al ver que se trataba de la Alarma Ecto-Éxodo, la cual solo se activa cuando se acercaba una invasión masiva de fantasmas. Al escuchar eso, Danny le pidió a Sam que distrajera a sus padres mientras ella se encargaba de todo.

Valerie trató de tomar su mochila y usar su equipo cazafantasma pero por alguna razón ya no lo tenía. Entonces Vlad la llamó y le mostró que él lo tenía; Valerie no entendió como o porque sabía eso. Vlad le regresó la mochila y le pidió que fueran a caminar un momento.

En el laboratorio, Danny se transformó en Phantom y flotó ante el portal abierto y con una alarma sonando también lista para pelear.

—OK, aquí vamos

Danny sintió la presencia de los fantasma acercarse y ya estaba por cargar sus manos con energía espectral pero se contuvo al ver al fantasma que salió.

—¡Cuidado! —gritó ¿El Fantasma de las Cajas?

Danny bajó la guardia y se rió un poco.

—¡Oh vaya! ¿Solo tú?

Pero de pronto del portal salió un rayo y le dio de lleno en el pecho a la chica haciendo que terminara estrellándose contra el suelo del laboratorio. Antes de que pudiera incorporarse, una bota se posó en su estómago cortándole un poco la respiración y se sorprendió de ver quién era el dueño de dicha bota.

—¿Skulker?

El cazador no le hizo caso, sino que se volteó un poco hacia el portal sin quitar su pie de Danny.

—Les dije que había una salida por aquí —dijo Skulker

Del portal salió una masiva multitud de fantasmas y se liberaron por toda la ciudad. Aprovechando que Skulker estaba distraído, lo tomó del tobillo y se lo llevó fuera de su casa. Ya estando por atacar al cazador, una garra de dragón la tomó del puño, levantó la vista y vio que era el Dragón Fantasma y era montado por Sydney Poindexter.

Al ver a todos los fantasmas que se acumulaban, entendió que algo realmente malo debía de estar pasando para que todos sus conocidos, y desconocidos salieran despavoridos de la Zona Fantasma.

—Su nombre es Pariah Dark, el Rey de todos los fantasmas —respondió Ember

—Y a pesar de llevar prisa —dijo Skulker chocando sus puños y sonriendo maliciosamente —, siempre tendremos tiempo para esto...

«Esto me va a doler» pensó Danny en cuanto entendió a lo que se refería el cazador poniéndose demasiado pálida y viendo a los fantasmas acercársele.

Sus enemigos, y fantasmas nuevos, le dieron una gran paliza. Cayó en la acera justo enfrente de su casa y los fantasma desaparecieron. Sam escuchó el alboroto que venía de la calle y salió al encuentro de su amiga a la vez que veía a los fantasma alejarse. Se acercó a Danny y la ayudó a ponerse de pie.

—¿Estás bien? —preguntó Sam. Danny la miró con el ceño fruncido—. Lo siento, pregunta estándar. ¿Qué fue eso?

—No sé —respondió Danny, hizo un gesto de dolor y se llevó la mano derecha a su costado izquierdo—, pero creo que Vlad Plasmius se convirtió en el menor de mis problemas —reconoció la chica.

Pero se equivocó. Mientras Danny luchaba, Vlad se llevó lejos a Valerie y le hacía cumplidos respecto a su trabajo como cazafantasmas. Le entregó a Valerie el Anillo de la Ira, engañándola diciéndole que el anillo había pasado de cazador de fantasmas a cazador de fantasmas por generaciones. Como el halfa mayor lo supuso, Valerie le creyó y aceptó el anillo sin problemas. Escucharon unos lamentos y Valerie se alistó para ir a investigar, pero antes de irse le aseguró a Vlad de que no lo defraudará.

—Oh, de eso... —Vlad caminó hasta la orilla del edificio donde se detuvieron y se transformó en Plasmius—, puedes estar segura. U la joven Daniela estará muy ocupada protegiéndote, que robar el Traje de Batalla será demasiado fácil —sentenció Vlad pateando la cabeza de un dragón de piedra desprendíendola y estrellándose en el suelo.

El halfa mayor rió maliciosamente y emprendió el vuelo de regreso a los Laboratorios Fenton. Ahí encontró a la familia revisando los monitores acerca de lo que sucedió hace unos momentos. Fingiendo sorpresa y desconcierto, Vlad se acercó al matrimonio Fenton y les preguntó lo que pasaba. Le hablando acerca de lo que pasó, la alarma les advirtió de la invasión de fantasmas, pero cuando llegaron no había nada, ni un pequeño rastro de ectoplasma.

—Supongo que los fantasmas escaparon y se esconden en alguna parte de la ciudad —opinó Vlad

—Es lo más probable, Vladdie —concordó Jack, revisando el panel del portal

Jack y Maddie trataban de averiguar qué fue de los fantasmas sin ningún resultado. Vlad miro por todo el laboratorio hasta que vio los Pantalones Fenton del Ectoesqueleto. Iba acercarse a mejorarlo, cuando sintió la presencia de Daniela acercándose al laboratorio y optó por alejarse de la máquina.

En cuanto Danny terminó de bajar las escaleras se encontró con la mirada de Vlad y se detuvo de golpe. Ambos halfas se miraron con intensidad aunque diferente: Vlad miraba a Danny con un deje de burla a causa de su fiasco de detener a los fantasmas. Mientras que Danny lo miraba con desprecio y tratando de ver más allá de su presumida mirada para averiguar qué otros planes tenía.

—Danny —los halfas salieron del trance al escuchar la voz de Maddie y la miraron. La cazadora se acercó a su hija—. ¿Dónde rayos te metiste? Hubo una alerta fantasma y no te vimos cerca de nosotros. ¿Estás bien, cariño?

—Sí mamá, estoy bien —respondió la chica con una sonrisa, tratando de tranquilizar a su madre

—Menos mal. Ven, vamos a preparar la cena ¿si?

—Esta bien, Pero que Jazz también nos ayude

—Claro, cariño. Vamos

Las dos mujeres Fenton se acercaron a las escaleras, pero antes de poner un pie en el primer escalón, Jack habló.

—Oye, Vladdie ¿Quieres acompañarnos a cenar?

Danny se quedó de piedra en su lugar, mientras que Maddie fulminó con la mirada a su esposo, quien no se dio cuenta de nada (como siempre).

—Gracias Jack. Pero no quiero causarles molestias

«¿Más?» pensó Danny con sarcasmo

—¡Claro que no es ninguna molestia, V-man! —aseguró Jack, aun sin darse cuenta de las miradas desaprobatorias de su esposa e hija menor—. Es más, puedes quedarte también en casa esta noche. La habitación de huéspedes está justo al lado de la Danny. Ella puede mostrarse después dónde está.

Danny se puso pálida y miro intercaladamente a su padre y a billonario. ¿Vlad? ¿Vlad Masters? ¿Quedarse en su casa? ¿Y junto a la suya? Tal parecía que su suerte iba de mal en peor.

«¡Esto es una pesadilla!» pensó Danny con horror

Vlad miro inexpresivamente a Jack y después miró a la joven halfa. Pudo ver en el rostro de la chica que la idea no le agradó en lo absoluto y más porque ella tenía otras cosas en que preocuparse.

«Por favor que diga que no. Por favor que diga que no» pedía Danny mentalmente

—Muchas gracias por tu hospitalidad, Jack —miró de reojo a Danny y luego a Jack—. Me quedaré con ustedes

—¡Que bien, Vladdie! —exclamó Jack, muy feliz

Vlad observó discretamente a la joven halfa y sonrió con satisfacción al ver que a reacción de su pequeña tejón.

«¿Por qué estas cosas me tiene que pasar a mi?» se preguntó Danny con pesar y subió las escaleras sin percatarse que el halfa mayor no le quitaba la mirada de encima.

Danny llegó a la cocina y vio que su madre y su hermana ya estaba preparando la cena. Jazz fue la primera en darse cuenta de la presencia de la halfa, pero al ver la cara de su hermana supuso que algo estaba mal.

—Danny ¿Qué te pasa? —preguntó Jazz

MAddie levantó la mirada de lo que estaba haciendo y vio al Danny, dándose cuenta de la razón de la pregunta de Jazz.

—¿Danny? ¿Qué tienes? —preguntó Maddie

—Papá no solamente invitó a Vlad a quedarse a cenar, sino también a pasar la noche en la casa

—¿¡Qué!? —exclamaron Jazz y Maddie a la vez.

Jazz exclamó con asombro mientras que Maddie con molestia. Danny no vio sus reacciones, simplemente después de decirles se acercó a la mesa y dejó caer en la primera silla recargando los brazos en la mesa y ocultando el rostro en estos a causa de la molestia.

—Esta será una larga noche —susurró Danny con pesar para sí

Jazz y Maddie se miraron sin comprender lo que le pasaba, las dos sabían que a Danny no le simpatizaba Vlad pero no era par que actuara de ese modo. Ninguna de las dos dijo nada, simplemente continuaron preparando la cena; terminaron y vieron que Danny seguía recostada en la mes. Jazz quería animar a su hermanita pero no sabìa que decirle, se acercó a ella y la movió un poco del hombro.

—¿Danny?

—¿Sì?

—¿Podrías poner la mesa, por favor?

—Sí

Todavía sin ánimos, Danny se levantó y puso la mesa. Mientras lo hacía, Jazz fue al laboratorio a llamar a su padre y a Vlad para cenar. Los dos hombres subieron y todos se sentaron a cenar. Jack y Vlad conversaban mientras que Maddie y Jazz hacían lo mismo, la única que permanecía callada era Danny y Vlad fue en único en percatarse. Danny sintió que la observaban y no tuvo que levantar la mirada para darse cuenta que era del desequilibrado de Vlad y se incomodó al sentirla intensa. La chica recogió sus platos, los puso en el fregadero y se encamino a la salida.

—¿Danny? Terminaste pronto tu cena —observó Maddie. Se levantó hacia el fregadero y vio que la azabache no se terminó todo—. Danny, nunca dejas nada en tu plato ¿Te sientes mal, cariño?

—No es nada malo, mamá —mintió Danny sonriéndole aunque no pudo evitar que se notara triste—. Iré a terminar mis deberes —y salió casi corriendo de la cocina hasta su habitación

Cerró la puerta detrás de sí y se desplomó en su cama boca abajo. Sabía que este no era el momento de comportarse como una "adolescente enamorada hormonada", tenía que averiguar qué era lo que estaba pasando. ¿Por qué Skulker y los demás huyeron de la Zona Fantasma? ¿Qué estaba tramando Vlad? Y lo más importante y que a la vez la tenía desconcertada ¿Quién era el tal Pariah DArk?

—¿Por qué siento que todo esto tiene que ver con Vlad? —pensó la chica en voz alta

—Siempre pensando mal de mi ¿verdad, pequeña tejón?

Danny se incorporó de un salto en la cama y se puso a la defensiva al ver a la persona que menos quería tener presente parado enfrente de la puerta, aún cerrada.

—¿Qué quieres, Plasmius? —preguntó Danny desafiante, levantandose de la cama

—Solamente quería saber como estabas —respondió Vlad entrando un poco más en la habitación de la adolescente

—¿Nadie te ha dicho que es de mala educación entrar a una habitación ajena sin su permiso?

—¿Y a ti nadie te ha dicho que es de mala educación hablar mal de las personas a sus espaldas?

—Como si eso te importara —Danny se acercó a Vlad pero a la vez mantuvo su distancia—. Lo que sea que esté preocupando a los fantasmas tiene que ver contigo, Cabeza de Queso

—¿Y por qué dices eso?

—Porque todo esto pasó justamente después de que llegaste. Y cuando las cosas comenzaron a complicarse te fuiste quien sabe donde con Valerie

El tono de voz que usó su pequeña contraparte al mencionar a la cazadora le pareció un poco... extraño, era como si Daniela...

«Seguramente es mi imaginación» pensó Vlad tratando de alejar la idea que se formó en su cabeza

Danny seguía hablando, pero Vlad ya no la escuchaba. Le impresionó lo rápido que la chica dedujo todo, pero lo que más le impresionaba —a la vez que lo desconcertaba— era la actitud que tenía hacia él.

«Me sigue tratando como su enemigo, pero a la vez me mira como si de verdad le importara o algo así.» pensó Vlad algo confundido «Pero eso es imposible, los dos somos enemigos desde que nos conocimos»

Sin saber porqué, calló a Danny tomándola del mentón y reposando su pulgar sobre los labios de la chica. La chica se quedó de piedra ante el gesto del halfa mayor, lo que más le sorprendió es que la sujetaba con... ¿gentileza? ¿ternura? El azul cielo se encontró con el oscuro. Vlad la soltó pero seguían mirándose a los ojos. El billonario se sorprendió al ver un pequeño rubor aparecer en las mejillas de Danny, la chica se dio cuenta y le dio la espalda.

«¡Estúpidas hormonas alborotadas!» maldijo Danny

—Daniela, ¿qué es lo que...?

—¡Danny! ¡Vlad! ¿Dónde están? —gritó Jack desde la sala

«Maldito gordo» maldijo Vlad soltando un gruñido

El mayor se alejó de Danny y abrió la puerta. La chica seguía sin moverse de su sitio, Vlad la miró una última vez antes de abandonar la habitación. La joven soltó el aire, que no se dio cuenta que retuvo, respirando varias veces para tranquilizarse antes de salir de su habitación e ir hacia donde estaba su padre.

Llegó a la sala y vio que nadie estaba ahí.

—Seguro han de estar en el laboratorio —pensó Danny en voz alta

Bajó las escaleras y efectivamente todos estaban ahí: Sus padres seguían trabajando en los Pantalones Fenton mientras que su hermana estaba parada junto a las escaleras con los brazos cruzados y una clara señal de aburrimientos. Por otro lado, Vlad estaba cerca de sus padres mirando con interés el invento; el billonario sintió la mirada de la chica sobre él y ni se molesto en verla puesto que sabía que con solo verla de reojo ,la chica se pondría roja y levantaría sospechas de lo que pasó hace unos momentos.

Jazz se dio cuenta de la presencia de su hermana junto a ella y vio que fulminaba a Masters. La pelirroja soltó un suspiro.

«Y ahora ¿Qué pasó?» pensó Jazz

—Por cierto Danny —preguntó Jazz con un tono "casual"—. ¿Qué estaban haciendo Vlad y tú hace un rato?

Danny se puso roja de golpe y miró a su hermana con sorpresa.

—¿Por... por qué preguntas?

—Porque después de que te fuiste, Vlad se levantó y dijo que iría a ver si estaban bien, pero los dos se tardaron en bajar —respondió Jazz. Miró a su hermana menor y vió que ella estaba toda roja «Eso no es bueno»—. De verdad ¿no paso nada entre ustedes? —insistió Jazz un poco más preocupada

—¡Claro que no! No sé porqué tienes esa idea —afirmó Danny rápidamente. Le dio la espalda a su hermana tratando de calmarse pero le era imposible «¿Qué idea loca se le habrá metido en la cabeza?» ¡No hice nada con el Cabeza de Queso!

Con ayuda de sus poderes fantasmas, Vlad escuchó toda la conversación de las hermanas Fenton. Se ruborizó un poco ante las palabras de Jasmine y la reacción de Daniela.

—Oye Vladdie ¿Qué te parece? —preguntó Jack, haciendo que Vlad reaccionara de golpe

—Me parece bien —respondió el billonario, sin prestarle mucha atención—. Ya casi terminan esa parte del traje ¿no?

—¡Claro, V-man! En cuanto Maddie y yo terminemos, podremos comenzar con la parte de arriba del traje —aseguró Jack y continuó trabajando

Vlad fulminó discretamente a Jack con la mirada y entonces recordó sus prioridades: Robar el Traje de Batalla, Conseguir la Corona de Fuego y recuperar el Anillo de la Ira para de ese modo poder finalmente volverse invencible y gobernar tanto la Zona Fantasma como el mundo real.

«No tengo tiempo para pensar en tonterías como esa» se recordó Vlad seriamente

Estuvieron en el laboratorio hasta la medianoche. El matrimonio Fenton recogió los materiales usados y todos subieron a descansar, aunque para algunos eso sería algo difícil.

DAnny estaba en su cama moviéndose con inquietud a causa de la paranoia. Sabía que Vlad no intentaría nada al estar durmiendo en su casa, pero también con el simple hecho de recordar que lo tenía en la habitación contigua la ponía nerviosa. Se recostó boca arriba, tomó su almohada y se la estampo en la cara.

—¡Odio esto! —amortiguando su exclamación con la almohada para que nadie la escuchara. En cuanto se calmó, abrazó la almohada contra su pecho y se acostó de lado casi en posición fetal—. Esta va a ser una larga noche —reconoció Danny con resignación

Pero la joven halfa no era la única con problemas de insomnio. Vlad estaba despierto también, pero a diferencia de Daniela, él estaba tranquilamente acostado boca arriba con la mirada clavada en el techo; podía sentir la energía inquieta de su contraparte y sabía que eso se debía a sus emociones.

—¿Ataque hormonal, pequeña tejón? —murmuro para si, soltando una pequeña risa ya conociendo la respuesta.

A la mañana siguiente, Danny se veía agotada aunque gracias a sus poderes (y sus constantes desvelos a causa de los ataques fantasmas) podía disimular su mala noche, aunque los únicos que lo notaron fueron Jazz y Vlad pero no comentaron nada.

—Ya me voy —anunció Danny asomándose un poco a la cocina ya con la mochila sobre el hombro y lista para salir.

—Pero no has desayunado, Danny —dijo Maddie—. Ven a comer algo antes de irte a la escuela

—No, gracias mamá. Tengo... cosas que hacer antes de las clases y será mejor que lo haga ahora «Además de que no quiero estar cerca del Desequilibrado ni un minuto más» Nos vemos despues —y salio casi corriendo de su casa

Sus padres se miraron confundidos por la actitud de su hija menor. Jazz suspiró entendiendo un poco los sentimientos de su hermana. Recogió sus platos y tomó su mochila.

—Yo también ya me voy a la escuela —anunció Jazz—. Alcanzare a Danny y la llevaré a la escuela

—Nos vemos después, Jazz —dijo Maddie

—Y si le pasa algo a Danny, avísanos por favor —pidió Jack

—Está bien —respondió Jazz

La pelirroja pasó junto a Vlad, y para no ser grosera se despidió de él también. Salió al pórtico y miró a ambos lados de la calle tratando de encontrar a su hermana, pero no la vió en ningún lado.

—A lo mejor usó sus poderes para llegar rápido a la escuela —dedujo Jazz en voz alta

Bajó y se acercó a su auto. Se subió, arrancó y se encamino a la escuela pero miraba con atención las calles por sí encontraba a Danny. Cuando dio vuelta en la esquina, divisó a su hermana caminando un poco cabizbaja y sin ánimos. Se aseguró que no viniera nadie atrás de ella y se acercó a su hermana.

—¡Danny! —pero la joven halfa no la escucho

Tocó el claxon, haciendo que Danny brincara un poco a causa de la impresión. Miró a todos lados hasta que vio a su hermana.

—¡Jazz! ¿Y eso por qué? —reclamó Danny en cuanto Jazz se estacionó junto a ella—. Me asustaste

—Perdón, pero te grite y no me escuchaste —se disculpó la pelirroja

—¿Qué haces aquí? Todavía es temprano para que vayas a la escuela

—Lo mismo digo

—Pues... yo...

—Olvidalo. Ven, te llevo a la escuela

—¿Eh?

Antes de que Danny diera su respuesta, Jazz abrió la puerta del copiloto y sin objeciones la azabache subió al auto. De camino a la escuela, ninguna de las hermanas dijo palabra alguna. De vez en cuando, Jazz miraba a Danny de reojo con preocupación; su hermana estaba cabizbaja y todavía con rastros de la mala noche que tuvo,

«Quisiera decirle que conozco su secreto desde hace tiempo y que puede decirme lo que sea. Pero creerá que solamente quiero entrometerme en sus asuntos. Quisiera que me tuviera la suficiente confianza como para contarme todo sobre sus batallas contra los fantasmas...»

—Eh... ¿Jazz? —la voz de Danny hizo que la pelirroja saliera de sus pensamientos

—¿Sí, Danny? —respondió Jazz con una sonrisa nerviosa

—Te pasaste una luz roja

Jazz miró a la calle y alcanzó a escuchar el claxon de un conductor molesto por su imprudencia. Puso más atención a la calle y esta vez sí se detuvo cuando vio otro semáforo con la luz roja.

—Gracias por avisarme, Danny. Aunque fuera un poco tarde —dijo Jazz sonriéndole a su hermana menor

—Te dije como tre veces, pero como siempre no me escuchaste —dijo Danny cruzando los brazos y hundiéndose un poco en el asiento del copiloto

—Danny...

—Ya está verde. Sigamos

Jazz miró con tristeza a Danny y siguió con su camino. Finalmente llegaron a la escuela y Jazz se estacionó en las primera filas del estacionamiento más cercano al edificio. Mal se detuvo, Danny abrió la puerta y se bajó del auto.

—¡Espera, Danny! —exclamó Jazz antes de que su hermana se alejara

Danny suspiró con fastidio y se encaró a su hermana.

—Gracias por traerme, Jazz. En la tarde puedo regresar por mi cuenta en compañía de Sam y Tucker

—Eso no era lo que...

—Nos vemos después —la azabache interrumpió a su hermana y se fue corriendo hacia el edificio

—Tal parece que la adolescencia es más difícil de lidiar que un ataque fantasma —pensó para sí Jazz. Bajo del auto y se encaminó a sus clases.

En todo el día, Danny no prestó atención a sus clases —más de la cuenta— y esta vez no era por culpa de algún ataque fantasma y era lo que más le molestaba; era por culpa de sus problemas adolescentes. Sus amigos se dieron cuenta de su actitud y creyeron que estaba agotada por algún ataque fantasma la noche anterior. Llegó la hora del almuerzo y Danny seguía en la luna.

—¿Amiga, estas bien? —preguntó Tucker a Danny mientras buscaban una mesa desocupada. La joven halfa lo miró todavía algo agotada—. Lo siento, pregunta estándar —se disculpó el moreno al ver su cara—. ¿Noche larga?

—Obviamente. Cada fantasma que conozco ¡y cerca de un millón que no, están sueltos! —exclamó Danny algo fastidiada. Entonces un ectopulpo apareció atravesando el suelo, se llevó el almuerzo de la halfa y desapareció—. Sin mencionar que no pude dormir porque mi archienemigo estaba en la habitación de huéspedes junto a mi habitación «Además de otras cosas que no puedo decirles»

—Mis padres duermen en la habitación contigua. No es lo mismo, pero tampoco puedo dormir —comentó Sam

Danny y Tucker no entendieron a qué venía el comentario de Sam pero no dijeron nada. Detrás de la joven halfa apareció Valerie y saludó animadamente a Danny, la azabache respondió del mismo modo ante la mirada desconcertante de sus mejores amigos. Valerie le advirtió a Danny que mejor almorzará afuera puesto que la cafetería no era «el lugar más seguro para ella en ese momento». Mal Danny le preguntó por qué no, detrás de ella aparecieron Dash y Kwan.

—Oye Fenton, no hay maestros para protegerte ni nerds para esconderte —dijo Dash chocando sus puños de manera amenazadora

—¡Oye, eso me molesto! —reclamó Tucker acercándose a su amiga—. Soy muy nerd

Dash empujó a Tucker haciendo que tirara su bandeja y cayera de sentón. Sam lo ayudó a ponerse de pie fulminando con la mirada al mariscal de campo.

—Dash, vete ¿si? Estoy muy cansada como para aguantarte. —dijo Danny molesta—. Además, no deberías reprobar algún examen, patear un cachorro o alguien más débil que tú?

—Ahora que lo dices... ¡Si! —levantó un puño y apuntó a la cara de la chica

Danny hizo intangible su barbilla, logrando a tiempo evitar el golpe. Dash miró su puño sin comprender porque no pudo golpear a Danny, la chica lanzó discretamente un rayo plasma a los zapatos del rubio haciendo que las suelas se derritieran un poco. Dash se movió un poco pero perdió el equilibrio. Valerie dejó caer su bandeja y la pateó justo cuando Dash caía y su rostro se embarro con la comida de la bandeja.

Las chicas se sonrieron con complicidad y la morena se alejó al momento que Sam y Tucker se acercaban a Danny. Al moreno le agrado lo que hizo la halfa pero a Sam no, recriminando a Danny que tal vez en un descuido Dash pudo ver algo. Danny le aseguró que el rubio no vio nada, pero a la vez le dijo que ya estaba cansada de ser siempre la "pateada" y que ya era hora de devolver esas mismas patadas. Eso último preocupó a la gótica.

En los Laboratorios Fenton, el matrimonio Fenton ya estaba trabajando en la parte superior del Traje de Batalla, los Pantalones Fenton ya estaban listos. De vez en cuando, Vlad les ayudaba aunque fuera pasándoles las herramientas que necesitaban para trabajar. Sin embargo, el billonario hacía que Jack, muy discretamente, tuviera algún "pequeño accidente" mientras trabajaba y eso no pasaba desapercibido para Maddie, quien más de una vez le devolvía la jugarreta al billonario, igual con discreción.

Jack notó la tensión que había en el laboratorio, por lo que trato de entablar una conversación con la intención de bajar la tensión, pero solamente empeoró las cosas.

—Me preguntó si Danny ya estará mejor —comentó Jack al aire, mientras continuaba trabajando en el traje—. Se fue algo decaída y eso no es normal en ella. ¿Qué le estará pasando?

—No tengo idea, Jack —respondió Maddie. Miró a Vlad con receló y los brazos en jarra—. Ni idea —dijo la mujer. Vlad actuó como si nada desviando la mirada hacia otro lado, aunque sentía la mirada acusadora de la cazadora sobre su persona—. Iré a preparar el almuerzo —avisó Maddie y salió del laboratorio.

—Vladdie, mi amigo ¿podrias pasarme ese watchemajigit? —pidió Jack, trabajando la parte inferior del traje, donde se conectaría con los pantalones

Vlad buscó la herramienta y se la pasó al patriarca Fenton.

—Aquí tienes, viejo amigo —dijo el halfa mayor, agachándose junto a él y entrándole la herramienta—. ¿Alguna idea de cuándo estará terminado el traje? —preguntó recargando una mano en el traje.

—Deja de presionar, V-man. Trabajo tan rápido como puedo —respondió Jack, sin dejar de trabajar

De pronto, el sentido fantasma de Vlad despertó a la vez que se escuchaba el relinchar de un caballo provenir de la Zona Fantasma. El billonario supo enseguida lo que pasaba y se preocupó.

«Es el Caballero del Terror y viene a buscar el anillo»

—¿Podemos... apresurarlo un poco?

—¿Qué fue eso? —preguntó Maddie en cuanto llegó al laboratorio tras escuchar ruido desde la cocina

—Podría ser yo —dijo Jack, poniéndose de pie—. Comí Huevos Rancheros en el desayuno

Las puertas del Portal se abrieron bruscamente haciendo que una parte de esta se desprendiera y saliera volando dándole paso al Caballero del Terror. Vlad la vio y se hizo a un lado haciendo que la puerta le diera a Jack por detrás.

—Jack, cuidado. La puerta —"advirtió" Vlad con una sonrisa

—¡Vayan y encuentren el anillo del rey! —ordenó el Caballero del Terror a su ejército de esqueletos.

El ejército esqueleto obedeció y salió volando de los Laboratorios Fenton pasando junto a Vlad, quien simplemente se quedó de pie viendo a los esqueletos fantasmas irse, Jack trataba de quitarse la puerta del portal de encima mientras que Maddie corrió hacia el interruptor que cerraba el portal en caso de emergencia, pero en ese momento el Caballero del Terror la sujetó de la muñeca haciendo que quedara colgada del brazo y soltara un gemido de dolor.

Ese sonido fue más que suficiente para que Vlad reaccionara al mismo tiempo que Jack —quien finalmente logró quitarse la puerta de metal de encima.

—Oye...

—¡Suelta a la mujer que amo! —exclamaron a la vez los hombres

Jack miró confundido a Vlad, quien le "aclaró" que era solamente como amigos. EL billonario logró convencer a Jack que operará los Pantalones Fenton para así derrotar al Caballero del Terror y salvar a Maddie, sin hacer caso a las advertencias del Patriarca Fenton de que usar los pantalones sin estar calibrados podría matarlo (y en realidad si puso atención). Finalmente, Jack se puso el invento y lo activó. Derrotó al Caballero del Terror y lo echó de su casa; sin embargo, logró debilitarlo demasiado.

—¡Jack, el traje está drenando tu energía! —exclamó Maddie acercándose a su esposo—. ¡Vlad, ayúdame a quitarle estos pantalones a Jack! —pidió la mujer

—No... lo siento. Es todo tuyo —dijo Vlad y se fue del lugar sin darse cuenta de la mirada fulminante de Maddie.

Vlad llegó a la sala y se asomó por la ventana; los esqueletos fantasmas crear un caos en la ciudad en busca del Anillo de la Ira y sabía que tarde o temprano Daniela y Valerie se darían cuenta de lo que sucedía.

—Será mejor que vaya a buscar a Daniela y le... advierta de esto —dijo Vlad para sí.

Miró sobre su hombro y al ver que estaba solo se transformó en Plasmius. Se volvió intangible y salió de la casa. Mirara por donde mirara, Vlad veía caos y destrucción a su paso por la ciudad por culpa de los esqueletos fantasmas; pero ellos no eran los únicos. A la distancia le pareció ver a Skulker y a los demás fantasmas refugiarse en diferentes tiendas dependiendo de su personalidad.

—De verdad me sorprende que Daniela aún no se dé cuenta de lo que pasa —dijo Vlad. Aceleró el vuelo y pudo ver Casper High a unos metros de distancia.

De pronto su sentido fantasma se activó sintiendo una presencia detrás de él, se detuvo y miró sobre su hombro; era el ejército del Caballero del Terror que marcaba a la escuela y en medio de ellos el mismísimo Caballero montado en su caballo y con la espada desenfundada.

—Esto se pondrá feo —reanudó el vuelo y guiándose por su sentido fantasma busco a Daniela hasta que la sintió en unos de los pasillos.

Danny continuaba discutiendo con Sam y Tucker respecto a su nueva amistad con Valerie, ya que estaban siendo muy sobreprotectores con ella. De pronto su sentido fantasma se activó y se alejó de los demás, pero a la mitad del camino chocó con quien menos quería ver en ese momento.

—¡Dash! —exclamó la chica a la vez que el mariscal del campo la sujetaba del cuello de la playera levantandola un poco del suelo—. Uh, mira, este es un mal momento. ¿Podemos posponerlo?

—No lo creo, enana. A menos que puedas obligarme —dijo Dash con desafío

Danny no tenía tiempo que perder. Sin que el rubio lo notara, Danny se introdujo en él poseyendolo. Hizo que corriera y gritara como una niñita asustada a la vez que hacía qu se estrellara contra algunos casilleros hasta dejarlo inconsciente. Salió de él y siguió con su camino, aunque a la mitad del pasillo se encontró de frente con otra persona que de verdad no esperaba ver y mucho menos en la escuela.

—¿Se siente bien usar tus poderes en tus enemigos, verdad Daniela? —preguntó Plasmius con sarcasmo

La chica frunció el ceño y enseguida se transformó en Phantom. Sus manos brillaron y le disparó al halfa mayor de lleno en la espalda haciendo que saliera disparado fuera del edificio.

—De hecho, lo es —respondió la chica igual con sarcasmo y salió detrás del mayor

Vlad tardó unos segundos en recuperarse del ataque, necesitaba mostrarle a la chica lo que se avecinaba a su escuela por lo que espero a que la chica saliera del edificio y la guió hasta el campo de campo de fútbol americano. Aterrizaron quedando frente a frente conservando la distancia, de pronto Danny voló hacia el mayor para atacar pero Vlad la sujetó del cuello para detenerla.

—¡Calmate, Daniela! No vine a luchar contigo, tengo otras cosas de qué preocuparme —dijo Vlad soltandola con brusquedad

De pronto los sentidos fantasmas de los halfas se activó casi al mismo tiempo a la vez que se escuchó el relinchar de un caballo. Los dos voltearon y vieron acercarse al Caballero del Terror y su ejército. Danny se sorprendió —a la vez que se preocupo— de ver a esos fantasmas ¿Qué rayos estaba pasando? Ignoró a Plasmius y comenzó a pelear contra los esqueletos, pero las cosas eran más difíciles de lo que creía; cada vez que un esqueleto, otro aparecía en su lugar. Sin embargo, Danny no se daría por vencida, siguió luchando pero poco a poco estaba siendo rodeada.

De pronto, uno de los esqueletos desenfundo su espada y se abalanzó contra Danny por la espalda. La chica volteó y lo vio ya casi sobre ella sin posibilidades de defenderse; entonces un rayo de plasma fucsia le dio al esqueleto destruyendolo. La joven halfa miró confundida de donde salio y se sorprendio de ver que fue Plasmius.

—¿Qué? ¿Me... me estas ayudando? —exclamó Danny sorprendida sin dejar de pelear—. ¿Qué quieres? ¿El número del celular de mi mamá? —preguntó Danny con sarcasmo

—¡No! —negó Plasmius, igualmente peleando—. Pero si quieres darme su número...

De la nada, el Caballero del Terror se acercó a Vlad y lo sujetó de las solapas de su capa y lo miró amenazadoramente.

—¡El anillo del Rey! ¡Devuelvelo! —exigió el Caballero del Terror

—¡No lo tengo! —respondió Vlad—. Pero si te unes a mí, quizá juntos...

De pronto alguien le disparó a Vlad y al Caballero haciendo que los terminaran en el suelo y vieron que fueron atacados por un cazador humano, pero no uno cualquiera; era Valerie.

—Realmente es buena para esto —admitió Vlad, acercándose a Danny

—También piensa que somos el enemigo —le recordó Danny

—Buen punto

Valerie atacaba a todos por igual, por lo que los halfas tenían que esquivar sus ataques a la vez que seguían luchando contra el enemigo. Sin darse cuenta, Valerie tomó a Danny de un brazo por detrás haciendo que diera media vuelta y la sujetó del cuello del traje interrogándola acerca de lo que estaba pasando. En un descuido, las chicas casi fueron atacas de no ser porque Vlad las salvó a tiempo. Valerie le agradeció, no muy convencida al halfa mayor, y soltó a Danny todavía algo confundida.

—Mira, sé que esto es duro de creer —dijo Danny a Valerie. El Caballero del Terror atacó a Vlad y los dos terminaron en el suelo—. Pero ese sujeto es el problema ahora, y de verdad me vendría bien tu ayuda

—Todavía no confio en ti o en tu fantasmal amigo —dijo Valerie

—No tienes que confiar en mi ¡solo pelea conmigo! —dijo Danny extendiendo su mano hacia la cazadora

Valerie dudó unos segundos sobre confiar en Phantom o no, pero al ver el caos en el que estaba la ciudad dejos sus dudas a un lado y le estrechó la mano a la joven fantasma. Danny sonrió con satisfacción y las dos se encaminaron a la pelea.

Entre las chicas y Plasmius lograron someter al Caballero del Terror, pero lo único que lograron fue enfurecérlo más de lo que ya estaba.

—¡Tontos! Todo lo que quería era recuperar el anillo y regresar a la Fortaleza de Pariah. Pero ahora, no me dejan otra opción —dijo el Caballero. Tomó su espada y levantandola en alto exclamó—: Por la autoridad investida en mí por mi Señor y Feudal —con una fuerte estocada, clavó la espada en el centro del campo de fútbol.

De la espada salió una luz verde fosforescente que se elevó hasta el cielo como si fuera una columna a la vez que una energía fantasma se liberaba de la espada y se expandió como ondas en el agua haciendo que los halfas y la cazadora cayeran al suelo a causa de la fuerza de la energìa. Aunque derribaba a las personas a su paso, hizo que los esqueletos fantasmas se quedaron congelados en su lugar. Incorporándose con dificultad, Danny miró al Caballero del Terror, quien se alejó de la espada clavada y exclamó:

—Reclamo este pueblo ahora y siempre bajo el estandarte de Lord Pariah ¡El Rey de todos los fantasmas!

De la punta de la columna de energía comenzó a extenderse hasta transformarse en un domo de energía ectoplásmica que cubrió a toda el pueblo. Danny, Vlad y Valerie miraron con horror el domo que llegó hasta el suelo y de él apareció un rostro brusco y malévolo: Era la insignia de Paria Dark

Al verla, Danny no solamente se dio cuenta que el fantasma marcaba a Amity Park como su territorio, sino que esto también daba a entender que el pueblo corría el mayor peligro fantasmal que alguna vez se haya visto y mucho menos enfrentado, y por ende, Danny se dio cuenta que esta sería la batalla más dura y peligrosa que jamás se haya enfrentado.

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