Confusión
El Rey Fantasma miró con interés a los halfas, nunca había visto fantasmas como ellos y sentía que su energía era muy diferente a la de los demás, podría decirse que hasta su esencia fantasma era diferente. Entonces reconoció al fantasma que lo liberó del Sarcófago del Sueño Eterno y se robó el Anillo de la Ira.
—¡Tú! —exclamó Pariah Dark, señalando a Plasmius. Los dos halfas miraron al Rey brincando un poco por el susto—. ¡Devuélveme mi anillo! ¡AHORA! —exigió
Danny miró intercaladamente a Pariah y a Vlad hasta que se detuvo en el halfa mayor y de un brusco movimiento se separó de él.
—¡Sabía que las cosas terminarían mal! ¿¡Por qué rayos tuviste que robar ese anillo!? —exigió saber Danny flotando enfrente de Plasmius, dándole la espalda al enemigo.
Plasmius se sorprendió al principio por la reacción de la chica, pero después su ceño se frunció y miraba molesto a la chica.
«¿Cómo rayos se le ocurre preguntarme eso en un momento como este?»
Antes de que Vlad pudiera decir o hacer algo, vio a Pariah levantar una mano apuntando directamente a ellos otra vez. Miró a Danny con discreción dándose cuenta que si Pariah les disparaba, la joven saldría gravemente herida.
—¡No te me quedes viendo de esa manera, Plasmius! ¡RESPONDE!
Pariah disparó. Vlad voló rápido hacia Danny haciendo que la chica se hiciera para atrás bruscamente ante la actitud del mayor.
—¿Qué estás...? —se interrumpió en cuanto sintió los fuertes brazos de Plasmius rodeándola de nuevo y de manera protectora.
Se escuchó una explosión y como si un cristal se rompiera en mil pedazos seguidos de gritos de dolor. Danny y Vlad salieron disparados hasta el cobertizo donde se guardaba el material para la clase de gimnasia después de que el impacto del ecto-rayo rojo de Pariah chocará contra el escudo de Vlad rompiéndose enseguida ante el impacto. Al impactarse contra el lugar, los dos quedaron aturdidos por unos momentos.
Danny cayó boca arriba con los brazos extendidos, su cuerpo le dolía por el golpe pero también sentía como si algo pesado le hubiera caído encima.
«Arg... eso dolió...»
Danny comenzó a abrir los ojos, su vista se topó con un contenedor lleno de balones de básquetbol, voleibol y fútbol. Con eso se dio cuenta de donde estaba. Movió un poco su mano y se dio cuenta que había caído sobre una de las colchonetas de gimnasia.
«Al menos por una vez caí en algo blando»
Estaba por levantarse, pero de pronto sintió algo cerca de su cuello, incomodándola un poco. Entonces se dio cuenta de que cerca de su brazo había otro brazo enfundado en blanco y con un guante negro.
—¿Qué rayos...? —iba a moverse cuando se percató que algo, o alguien, cayó sobre ella y también comenzó a moverse y a incorporarse poco a poco.
Danny miró de frente y se topó con unos ojos completamente rojos que también la miraban con intensidad. Vlad sintió que había caído en algo pequeño y frágil pero que también emanaba una energía fantasma que ya conocía de sobra. Se incorporó con cuidado y se encontró de pronto con los ojos verde fosforescente de Daniela.
Los dos se quedaron mirando fijamente hasta que cayeron en cuenta en la situación en la que estaban: Vlad Plasmius estaba a cuatro patas y justamente arriba de Danny Phantom y sus manos estaban debajo de los brazos de la chica pero a unos centímetros de su pecho.
Poco a poco los dos se pusieron rojos y gritaron por el asombro a la vez que se movieron rápidamente y se apartaron lo más que pudieron del otro quedando a cada extremos del cobertizo. Se quedaron mirándose todavía rojos a más no poder, pero de pronto se escuchó una explosión cerca de donde estaban; eso fue más que suficiente para que los halfas reaccionaran. Se pusieron de pie y Danny corrió hasta la salida pasando junto a Vlad y se fue volando hasta la batalla.
Vlad se quedó en el cobertizo todavía mirando por donde se fue la chica todavía pensando en lo que acababa de pasar; le pareció extraño —y a la vez incómodo— la situación pero más extraño fue la reacción la chica, él esperaba que la joven halfa le gritara, le reclamara e incluso lo golpeara por eso, pero ella simplemente se quedó en shock sin comprender lo que pasó. Sus pensamientos se interrumpieron al escuchar otra explosión seguido de un grito muy agudo el cual reconoció sin problema.
—Daniela —salió del cobertizo y se apresuró a ver qué pasaba
Lo único que alcanzó a ver fue que Daniela estaba por estrellarse contra un edificio en plena construcción. Se preocupó al ver que no solamente el Caballero del Terror iba tras ella, sino que también Pariah Dark.
«No puede ser... tengo que darme prima»
Con un movimiento de su capa se volvió en humo fucsia, usó su teletransportación para llegar más rápido... O al menos lo suficiente.
Danny se estrelló de nuevo contra las gradas por el ataque del Caballero del Terror; había intentado atacar directamente a Pariah pero el Caballero al ver lo que la joven halfa intentó hacer se interpuso y la atacó con una poderosa esfera de energía en forma de un cristal. Danny más de una vez trataba de atacar al Rey Fantasma pero siempre era protegido por su vasallo, la joven halfa comenzaba a desesperarse por la situación. Intentó atacar otra vez, pero e nuevo el Caballero lo evito y esta vez el contraataque fue más fuerte y envió a la chica hasta un edificio a medio construir en los pisos más altos.
Danny se puso de pie con dificultad y vio ante ella a Pariah Dark, quien se veía imponente haciendo que la chica comienza a asustarse ¿Cómo rayos lograría derrotarlo y salvar a la ciudad? Antes de que pudiera incluso levantar una mano, sintió algo tomarla del cuello y la jalo hasta una de las columnas de metal a medio construir. Tomó lo que la sujetaba y se dio cuenta que era una especie de cuerda con energía fantasma pero no veía quién era puesto que la sujetaba por detrás, pero tenía la sospecha que era el Caballero del Terror.
—Para ser una simple mocosa eres muy valiente —reconoció Pariah—. Aunque también se podría decir que muy tonta. ¿En verdad creíste, niña, que puedes derrotarme? ¿A mi? ¿Al poderoso Rey Fantasma, Pariah Dark? —se mofaba el Rey
Danny trataba de ignorar las provocaciones de Pariah, aprovechando la distracción levantó una mano y trató de lanzarle un rayo de plasma pero por alguna razón no funcionó, sus poderes no reaccionaron.
—¿Pero qué...?
—Inténtalo todo lo que quieres, mocosa —dijo el Caballero del Terror—. Mientras estés atrapada en esta cuerda no podrás usar tus poderes
—No puede ser...
—Claro que puede —contradijo Pariah—. Creo que es hora de deshacernos de este estorbo ¿no crees, mi fiel sirvientes?
—Claro que sí, Mi señor —respondió el Caballero
Danny forcejeó tratando de liberarse, pero el Caballero la tenía fuertemente aprisionada y lo único que lograba era lastimarse mas el cuello. Pariah se paró en el edificio acercándose a Danny dejando una distancia de tres metros entre ellos, Danny se asustó más al ver que el fantasma era más grande de lo que esperaba y podía sentir el gran poder que tenía su enemigo.
El Rey levantó una mano cargándola con energía roja y disparó directamente al pecho de Danny donde se encontraba su núcleo. Danny gritó muy fuerte a causa del dolor y se retorcía con desesperación. Pariah se detuvo y Danny respiro con dificultad; el Rey cargó otra vez y volvió a disparar obteniendo la misma reacción por parte de la chica. La joven halfa recibió varias veces el ataque pero no solamente hacia su pecho sino en todo el cuerpo y comenzaba a sentir la sangre recorrer su cuerpo, aunque siendo fantasma más bien sería ectoplasma.
Danny ya no tenía fuerzas para mantenerse en pie ni para sujetar la cuerda de su cuello, su cuerpo ya estaba flácido por el dolor y la cuerda era lo único que hacía que estuviera de pie. Su visión comenzó a tornarse borrosa y la halfa sabía que en cualquier momento se desmayaría o incluso llegaría a...
Con dificultad pudo ver que Pariah hacía una mueca de satisfacción al ver que estaba cerca de destruir a su oponente. Se le acercó un poco más y volvió a cargar energía roja pero ahora en las dos manos listo para el golpe de gracia. Danny ya no podía resistir más.
«No puedo... moverme...»
Sus ojos comenzaron a cerrarse, esperando el impacto pero este nunca llegó. Se escuchó voces y en seguida estruendo de una pelea pero no podía distinguir nada ya que comenzaba a perder el conocimiento, lo último que recordó fue que sentía que la cuerda del cuello desaparecía y caía al vacío.
Vlad reapareció a unos dos pisos por debajo de donde estaba la batalla, escuchó el estruendo y levantó la mirada preocupándose al ver que Daniela estaba siendo cruelmente atacada por Pariah Dark. Se quedó de pie mirando con horror lo que el Rey Fantasma le estaba haciendo a la joven halfa pero no sabía qué hacer para rescatarla, ya que pensaba que cualquier cosa que hiciera podría salir mal y los dos podrían...
Escuchó los gritos de dolor y suplica de Daniela y sintió que algo en su interior se rompía; eso le pareció extraño, desde el fiasco en Colorado comenzó a espiar a Daniela y veía todas sus batallas, la chica salía herida pero victoriosa. Terminó por hacer la cabeza a un lado cerrando fuerte los ojos para no seguir viendo pero todavía escuchaba el sufrimiento de la chica.
Poco a poco los gritos de Danny se fueron apagando y eso hizo que Vlad se preocupara. Abrió los ojos y miro hacia la pelea, su núcleo brinco del susto al ver lo que pasaba: Daniela estaba gravemente herida "sangrando" demasiado, su cuerpo estaba flácido y solo la cuerda que la sujetaba del cuello la tenía de pie, aunque hacía que su cabeza quedara un poco colgada.
Miró a Pariah, quien se acercó más a la chica estando a medio metro de ella y miraba con satisfacción la condición de la joven halfa. El Rey levantó ambas manos con energía roja y Vlad pudo darse cuenta que esa energía era más fuerte.
—Es tu fin, chica fantasma —susurró Pariah
Vlad miró a Daniela y se dio cuenta que la chica empezaba a perder el conocimiento. Pariah levantó las manos listo para atacar.
El Rey disparó, pero el golpe no llegó a la chica, vio que algo se interpuso: un escudo de energía fucsia.
—¿Qué significa...? —su pregunta fue cortada al sentir un disparo en su costado izquierdo
—¡Rey Pariah! —exclamó el Caballero del Terror
Pariah miró a todos lados a su atacante hasta que pudo sentir su presencia justo detrás de él.
—¡Tú! —exclamó al ver a Plasmius, quien flotaba con los brazos cruzados y el ceño fruncido—. ¡Primero robas mi anillo! ¡Y ahora intervienes en mi pelea! ¿Qué es lo que quieres? —exigió saber Pariah
—Por ahora... —dijo Vlad separando sus brazos y cargándolos de energía fucsia—, rescatar a esa niña —y le disparó al Rey
Pariah solamente tuvo que levantar una mano para detener el ataque, pero pudo darse cuenta que era fuerte, pero aun así no era suficiente para vencerlo. Pariah contraatacó pero Vlad lo esquivó desapareciendo usando teletransportación. El Rey se acercó al lugar donde estaba Plasmius y se concentró en sentir su presencia otra vez; justo cuando se dio cuenta donde estaba escuchó a su vasallo gritar acompañado de un estallido, volteo y vio al halfa mayor dejando inconsciente al Caballero.
Vlad arrojó al Caballero del Terror hacia un piso casi terminado y trató de tomar a Daniela para llevársela del lugar, pero un rayo rojo se lo impidió y la joven halfa cayó.
—¡Daniela! —exclamó Vlad y voló rápido para lograr alcanzarla
Sin embargo, sólo logró avanzar un metro ya que Pariah apareció delante de él bloqueando el paso. Con discreción de no alterar su energía para que su oponente no se diera cuenta, uso duplicación dejando al doble ante Pariah y fue a buscar a Daniela. Vio que ya estaba a unos metros del suelo y temía no llegar a tiempo, entonces se le ocurrió algo; se teletransportó hasta quedar debajo de Daniela y justo a tiempo logró atraparla entre sus brazos.
Observó a la inconsciente adolescente y sintió algo extraño en su interior otra vez al verla en ese estado. Reviso sus heridas sintiendo su energía y se calmó un poco al ver que no tenía heridas tan graves como para que muriera.
Escuchó un estruendo y vio que Pariah descubrió su engaño del duplicado otra vez. Lo encontró con la chica en brazos y les disparó otra vez pero Vlad logró hacerse o a un lado rápidamente sujetando con fuerza a Daniela. La chica se quejó un poco aún sin despertar y Vlad entendió que ese no era el momento de pelear, su prioridad ahora era la chica. Pariah atacó una vez más pero esta vez Vlad uso teletransportación para escapar.
El Rey al ver a sus oponentes escapar grito de frustración y se volvió hacia su vasallo que apenas se incorporaba.
—Esos fantasmas ni crean que se escaparan tan fácilmente —sentenció Pariah—. Haré que esos dos paguen por esto
El Caballero del Terror se intimidó un poco al sentir la energía del Rey Fantasma comenzar a alterarse por el enojo; también sabía que cuando el Rey se alteraba demasiado algo malo pasaría.
====================DVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDV====================
Dolor. Era lo único que sentía en todo su cuerpo y a causa de eso no podía moverse mucho o el dolor era peor. Abrió los ojos poco a poco y vio un techo alto de color rojo oscuro, eso desconcertó un poco a Danny ya que ni su habitación ni ningún otro lugar de su casa tenía ese color.
—¿Dónde... estoy? —se preguntó Danny en un murmullo
Movió la cabeza un poco a su izquierda, dándose cuenta que su cabello estaba suelto, y se encontró con una gran ventana con cortinas igualmente rojas que llegaban al suelo y se perdían un poco en el techo. Miró a su derecha con cuidado y vio un par de puertas de madera oscura. Al ver la habitación se preocupó más al no reconocerlo.
Apartó las suaves sábanas y se incorporó en la cama, pero al hacerlo le dolió el abdomen y se llevó las manos ahí. Entonces se percató de otra cosa que no encajaba, la tela que apretaba en su mano era diferente además de que se sentía unos botones. Se miró el torso y se dio cuenta que no traía su camiseta blanca con rojo de siempre, sino una camisa blanca que le quedaba algo grande y desprendía un dulce olor a colonia. Danny se sonrojó al ver la prenda, pero se sonrojó más al quitar las sábanas y ver que solamente vestía esa camisa.
—¿EH? ¿Por qué rayos tengo puesto esto? —exclamó Danny confundida y preocupada. Se movió a uno de los lados de la cama para bajarse pero lo único que logró fue intensificar el dolor de sus heridas y cayó de costado en la cama llevándose las manos al abdomen—. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Cómo llegué aquí? ¿Qué lugar es este?
—De verdad me alegra ver que despertaste, pequeña tejón
Danny abrió los ojos con asombro al reconocer la voz. Con cuidado se levantó un poco quedando sentada en la cama y vio a Vlad parado a un par de metros de la cama con una bandeja con comida en una mano y un botiquín de primeros auxilios en la otra.
—¿Vlad? ¿Pero qué...? —Danny se movió un poco tratando de sentarse, haciendo que la camisa se levantara un poco dejando al descubierto sus muslos. La joven halfa se sonrojó a más no poder al darse cuenta —e ignorando el dolor— se cubrió bruscamente con las sábanas por completo—. ¿Qué rayos está pasando?
Vlad permaneció callado todo el tiempo, aunque un ligero rubor apareció en sus mejillas y miraba hacia otro lado menos a la joven halfa. Si verla así le causó esa reacción, ahora recordar que cuando la llevó a ese lugar tuvo que —literalmente— rasgar toda su ropa en cuanto volvió a su forma humana para poder tratar sus heridas lo más rápido posible, aunque con el simple hecho de tener a la chica enfrente a él solamente con ropa interior e inconsciente fue muy bochornoso para su gusto.
Haciendo un gran esfuerzo por tragarse la vergüenza, se acercó a la chica dejando la bandeja en la mesa de noche junto a la cama. Tomó asiento junto a su joven rival colocando el botiquín en sus piernas; lo abrió y comenzó a sacar varias cosas de esta. Danny apartó un poco las sabanas al sentir a Vlad sentarse junto a ella, pero en cuanto vio que el halfa mayor empezó a sacar cosas del botiquín se descubrió la cabeza y se incorporó todavía cubriéndose hasta el cuello.
—¿Qué haces? —preguntó Danny
—Voy a cambiar tus vendajes —respondió Vlad, cerrando el botiquín
—¿Qué? —exclamó la chica sujetando con fuerza la sabana
—Es necesario, ya que si no se hace podrían infectarse las heridas y quedarán peor —respondió Vlad molesto por la actitud de la joven halfa. A él tampoco le agradaba pero era por el bien de la chica—. Así que deja de comportarte de esa manera y quítate la sabana y la camisa ordenó Vlad
—¡Estas loco! ¡Ni de broma! —gritó Danny afianzando su agarre
Vlad rodó los ojos, sabía que esa situación sería difícil pero no pensó que para tanto. Acercó una mano hacia la sabana, pero Danny al verlo se alejó tumbándose otra vez sobre la cama; sin embargo, por hacer movimientos bruscos, sus heridas le dolieron y dejó escapar un quejido.
—¿Ahora entiendes? —preguntó Vlad—. A pesar del poder de curación que tenemos, las heridas que te hizo Pariah no son normales y tardaran en sanar sino son tratadas como se deben. Así que trágate la vergüenza y coopera —vio que Danny se movía un poco meditando sus palabras, pero a leguas se veía que la chica no cambiaría de opinión tan fácilmente—. Antes de que comiences a pensar cosas inciertas, me costo mucho trabajo curarte y no me refiero a que las heridas fueran difíciles de tratar, sino porque...
—Pervertido —murmuró Danny
Vlad se molestó con el comentario de la chica. Aun tratando de hacerla entender que lo hizo por su bien, se ponía en esa actitud tan defensiva y terca. Perdiendo por completo la paciencia, tomó la sabia y usando intangibilidad la apartó del cuerpo de Danny; la chica exclamó en protesta pero el halfa mayor la ignoro y tomó a Danny del cuello de la camisa con la clara intención de quitárselo con intangibilidad también.
La azabache adivino las intenciones del mayor y tomó su muñeca con las dos manos para evitarlo. Los dos forcejearon hasta que Danny dejó escapar un grito de dolor y Vlad vio un líquido rojo comenzar a manchar la camisa.
—Demonios —maldijo el mayor al ver que Danny comenzaba a sangrar
La menor soltó la muñeca de Vlad y se llevó las manos hacia el abdomen, de donde provenía el sangrado. Se asustó al sentir mucha sangre filtrarse entre sus dedos y pensó que en cualquier momento se desmayaría. Vlad al ver que Danny se ponía pálida, la tomó de los hombros haciendo que con cuidado se recostara en la cama.
Sin importarle que la chica le reclamara, abrió la camisa de un tirón haciendo que los botones de su camisa salieran volando y se preocupo al ver que la herida sangraba más que antes. Tomó unas tijeras y cortó los vendajes haciéndolos a un lado junto con la gasa totalmente cubierta de sangre; colocó todo en un recipiente de metal, tomó una toalla limpia y la remojo en agua, quitó el exceso y lo pasó con ligeros toques por toda la herida de Danny haciendo que la chica gritara y se retorciera por el dolor.
—Daniela sé que te duele demasiado, pero necesito que te calmes y te quedes quieta o no podré curarte —pidió Vlad
Danny se sorprendió al escuchar el tono de preocupación y suplica que el mayor le dedicó. Lo miro a los ojos y se sorprendió más al comprobar que efectivamente el billonario estaba preocupado por ella; dudo un poco pero al final asintió para darle a entender que podía continuar.
Vlad siguió limpiando la herida y a la vez veía las expresiones de dolor de Danny y que sujetaba con fuerza las sábanas tratando de disimular. En cuanto la herida estuvo totalmente libre de sangre, tomó un frasco pequeño y al abrirlo un extraño y fuerte olor le llegó a Danny haciendo que arrugará un poco la nariz.
—¿Qué rayos es ese olor? —preguntó Danny llevándose una mano a la nariz y cubriéndose los orificios
—Solo te diré que esto te ayudará a curar más rápido que de costumbre y te quitara el dolor. Así que no pongas resistencia y quédate quieta —dijo Vlad colocando un poco de pomada con dos dedos y comenzó a pasarlo por la herida de la chica.
Danny brincó un poco al sentir la fría pero firmes dedos de Vlad circular por su abdomen haciendo que la joven halfa se sonrojara un poco y sintiera algo extraño en su pecho. El halfa mayor sintió una vez más la energía de Daniela alterada como últimamente la percibía; alterada a causa de sus emociones a flor de piel. Mientras curaba su herida la miró de reojo y vio que su pequeña rival estaba algo roja y miraba hacia otro lado, recordó que la chica reaccionara de esa manera últimamente gracias a él.
Vlad sonrió de lado al ver lo que podía provocar a la chica, pero a la vez se sintió confundido; se suponía él estaba interesado en Maddie Fenton y no en su hija que a la vez era su archienemiga desde que se conocieron en la reunión de la Universidad; sin embargo, en el tiempo que ha permanecido en Amity Park podría decirse que comenzaba a ver a la joven halfa de otro modo.
Sacudió discretamente su cabeza para alejar esos pensamientos y siguió con su labor. En cuanto terminó de curar el abdomen de la chica, prosiguió con todo el cuerpo y tanto él como Daniela se pusieron rojos a más no poder ya que la chica tuvo que quitarse la camisa para que el billonario pudiera curar las heridas de sus brazos y espalda.
Vlad sintió que pasaron horas cuando terminó de atender las heridas de Daniela ya que al tenerla frente a él solamente en ese conjunto de ropa interior rojo lo tenía demasiado incómodo. Recogió todo y se puso de pie alejándose lo más que pudo de su archienemiga. Tuvo que enfatizar esa última palabra en su mente, puesto que al verla así provocaba que no la viera de esa manera sino como algo más y tenía que recordar quién era en realidad Daniela.
«Es una halfa igual que yo y por eso quiero que se convierta en mi hija, aprendiz y sucesora. Es hija de Maddie Fenton, a quien he amado todo este tiempo»
Ese último pensamiento lo dejó un poco dudoso ¿Todavía seguía mirando a Maddie como el amor de su vida? Volvió a sacudir su cabeza ahuyentando esos pueblos pensamientos que solamente lo confundían más. Miró con discreción sobre su hombro y vio que Daniela seguía de rodillas en la cama con los brazos levemente cruzados, un pequeño rubor sobre sus mejillas y su cabello cubriendo levemente su rostro y un mechón sobre su hombro derecho.
Apartó la mirada de ella y se acercó a la cómoda con espejo buscando algo que pudiera cubrir por completo a la joven halfa.
Después de que Vlad la curo, Danny se incorporó y se acomodo un poco en la cama evitando a toda costa la mirada del mayor. A pesar de ser archienemigos, el mayor —aún sin entender porqué lo hizo— se arriesgó para salvarla y la curó lo mejor que pudo; pero al ver la expresión de preocupación de Vlad se sintió algo confundida, pero la confusión aumentó al darse cuenta de cómo el halfa mayor la miraba y se comportaba con ella; con nerviosismo y un ligero rubor en sus mejillas y ahora evitaba mirarla. ¿A caso el billonario sentía algo por ella? Danny negó ligeramente la cabeza
«Eso es imposible» pensó Danny «Supongo que es más bien incomodidad por cómo estoy» A pesar de eso, la azabache se sentía algo extraña ¿Qué era ese sentimiento? ¿Tristeza? ¿Decepción?
Sus pensamientos se interrumpieron al sentir que algo como tela caía sobre su cabeza y otra caía en sus piernas. Se quitó el objeto de la cabeza, alborotando un poco su cabello, y se dio cuenta que era una camiseta blanca con el cuello azul marino y en sus piernas había un short igual blanco con las orillas igual azul marino. Tomó ambas prendas y después miró a Vlad, quien le estaba dando la espalda.
—Será mejor que te lo pongas rápido y que descanses un poco. Está algo grande pero lo suficiente para cubrirte —dijo Vlad cerrando el cajón con un golpe algo fuerte
Danny miró la ropa y se dio cuenta que era una pijama. Con cuidado de no moverse demasiado se puso la pijama y se metió entre las sábanas pero permaneció sentada. Miró al halfa mayor y se dio cuenta que continuaba de espaldas a ella.
«Supongo que decidió ahora sí darme un poco de privacidad» pensó Danny rodando los ojos
—Vlad, ya puedes voltear —dijo la azabache, quitándose un mechón de cabello de la cara
El halfa mayor solamente asintió, tomó la bandeja con comida que había traído y se sentó otra vez junto a la chica depositando con cuidado la bandeja en las piernas de Daniela.
—No dejes nada en el plato —indicó Vlad—, estuviste casi un día completo inconsciente y necesitas recobrar fuerzas
—¿¡Casi un día!? —exclamó Danny sorprendida soltando el tenedor, que ataba a de agarrar haciendo que chocara contra el plato provocando un sonido metálico muy fuerte—. Pero mi familia... —recordó repentinamente preocupándose más—, no saben dónde estoy. Han de estar muy preocupados y alterados al no saber...
—La única preocupada y alterada eres tú, Daniela —dijo Vlad—. Después de llegar a este lugar y de curarte, llame a tu casa y le dije a Maddie que no se preocupara, que estás conmigo y a salvo
Danny suspiró aliviada, pero al recordar lo último que dijo el billonario volvió a pasar su mirada por la habitación.
—Por cierto ¿dónde estamos? Parece una de las habitaciones de tu castillo... —al cruzarle una idea bastante loca, miró al mayor con confusión—. ¡Por favor dime que no estamos en Wisconsin!
Vlad rodó los ojos con fastidio ante la ocurrencia de la joven.
—Recuerda que nadie puede entrar o salir de Amity Park gracias a que la ciudad fue transportada a la Zona Fantasma; y aunque podría haberte llevado hasta mi portal, no me habría dado tiempo de salvarte. Además, tengo una propiedad aquí en la ciudad, y como nadie (ni siquiera tus padres) saben de este lugar, me pareció un excelente lugar para escondernos y descansar un poco
Danny miró hacia la ventana y vio que el cielo ya no era azul, sino verde y negro característico de la Zona Fantasma. Desvío su mirada hacia su plato y no se sintió con ánimos —y mucho menos con hambre— como para probar bocado, pero sabía que Vlad le insistiría para que comiera al menos un poco, y como no tenía fuerzas para discutir con el mayor, comió sintiendo la mirada azul oscura de Vlad siguiendo cada uno de sus movimientos haciendo que se incomodara más de la cuenta pero no dijo nada.
Cada uno de los halfas estaba sumergido en sus pensamientos, pero no era nada referente a lo que estaba pasando en la ciudad, sino que eran más personales respecto a lo que últimamente pasaba entre ellos.
En cuanto Danny terminó de comer, dejó las cosas a un lado y se acomodó en la cama, dándole la espalda a Vlad, para intentar dormir un poco. El billonario interrumpió sus pensamientos al sentir los movimientos de Daniela y no hizo comentario alguno al ver que la chica se acomodó dándole la espalda; ya se estaba acostumbrando a que lo hiciera. Recogió las cosas y se puso de pie, antes de irse —y sabiendo que la joven halfa estaba despierta— le habló en un susurro sabiendo que con sus sentidos más desarrollados gracias a sus poderes fantasmas podría escucharlo sin problema.
—Descansa pequeña tejón. Y... perdóname por arriesgarte de esa manera —y salió de la habitación
Danny abrió mucho los ojos al escuchar eso. Sabía que era imposible que Vlad reconociera uña error y mucho más imposible que se disculpada ¿por qué ese cambio de actitud? Sentía que su cabeza comenzaba a dolerle por tanta información que procesar y decidió finalmente dormirse pasa tranquilizarse y tal vez poder pensar con más calma después.
—El día más extraño de mi vida —dijo Danny y se quedó dormida
Después de dejar todo en la cocina, Vlad se fue a su habitación y miro por la ventana: las calles estaban tranquilas, pero podía sentir la energía característica de la Zona Fantasma y veía el cielo verde negro moverse un poco a causa de la energía de la atmósfera. Le parecía sospechoso que Pariah Dark estuviera muy callado después del alboroto de hace un par de días y que no enviará al Caballero del Terror en su búsqueda.
Sabía que tarde o temprano el Rey o el Caballero descubrirían el "escondite" del Anillo de la Ira y por ende, la vida de Valerie estaría en riesgo; aunque ya estaba en peligro desde que le dio el equipo cazafantasma a la morena y ella decidiera convertirse en cazadora.
—Otra razón para que Daniela se enfade conmigo —Al pensar en voz alta, Vlad se sorprendió por lo que dijo ¿desde cuándo le importaba lo que Daniela pensara de él?—. De verdad que pasar demasiado tiempo con ella no me hace bien
Dio un último vistazo por la ventana y se alejó de ella hacía el escritorio. Abrió uno de los cajones y de él sacó una vieja fotografía que, en cuanto llegó a esa mansión, la encontró casualmente olvidando por completo que la tenía ahí. Fue de la última vez que estuvo en Amity Park —justamente hace once años— el cual fue el cumpleaños de Daniela y ahí la conoció y a su hermana mayor, Jasmine, también. En esa fotografía solamente salía él, Vlad, con la pequeña Daniela en brazos y sonriendo muy animada hacia la cámara. No pudo evitar sonreír al ver a su pequeña tejón cuando era muy pequeña, pero esa sonrisa comenzó a desvanecerse al recordar cuál era su situación actual con la joven halfa; el día de la reunión de la universidad en su castillo se dio cuenta que Daniela había olvidado por completo que ya lo conocía, además de otro dato muy importante.
Regresó la fotografía al cajón y lo cerró; ya había pensado demasiado por hoy como para empezar a recordar cosas sin importancia. Se arregló para dormir y se metió a la cama, no sin antes sentir la presencia de la joven halfa y darse cuenta que esta vez su energía estaba tranquila.
—Hasta que por fin se relaja aunque sea un poco —susurro Vlad y se quedó dormido.
====================DVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDVDV====================
Regresaron a la primera hora de la mañana a la casa Fenton, y en cuanto los vieron, la familia entera se abalanzó sobre la joven haciendo que se sintiera enclaustrada.
—¡Danny! ¡Gracias al cielo, estás bien! —exclamó feliz y aliviada Maddie a la vez que abrazaba y besaba a la joven halfa
—¡Mamá! Tranquila, estoy bien —dijo Danny tratando de soltarse del agarre de su madre
Pero Maddie la abrazó más fuerte. El día que apareció ese poderoso fantasma, ella y su esposo habían hecho lo necesario para repite ver la ciudad ampliando el poder de protección del Escudo Fantasma y refugiando a los ciudadanos ya que el escudo no lograba cubrir a toda la ciudad.
Sin embargo, al revisar que todos los ciudadanos estuvieran a salvo, el matrimonio Fenton se alteró al ver que solamente Jazz estaba a salvo en casa y no había rastro alguno de Danny. Trataron de llamarla a su celular pero no respondía y justo cuando empezaban a pensar lo peor el teléfono de la casa sonó y se sorprendieron de escuchar la voz de Vlad al otro lado de la línea.
Lo bombardearon con preguntas respecto a su paradero y sobre Danny, a lo cual su viejo compañero de la Universidad los tranquilizó diciendo que estaba bien y asegurándoles que Daniela estaba con él y estaba a salvo, también que él se encargaría de cuidarla. El matrimonio Fenton se tranquilizó un poco, pero entonces se dieron cuenta que el billonario no les dijo dónde estarían y antes de que pudieran preguntarle se cortó la llamada.
Estuvieron preocupados por el paradero de su hija menor y Jazz hacía lo posible por tranquilizarlos pero ella también estaba igual —o quizá— más preocupada que ellos, puesto que la pelirroja conocía la condición híbrida de su hermanita y no le revelaría nada Asís padres a menos que las cosas empeorarán; pero al ver a Danny regresar sana y salva junto a Vlad, sus preocupaciones desaparecieron y la abrazaron con fuerza y cariño.
Después de que finalmente su familia la dejó libre, Dany se alejó un poco de ellos pero dejaba de sonreírles. El matrimonio Fenton se dirigió a Vlad agradeciéndole a su viejo compañero de Universidad y en ese momento Jazz noto diferente a su hermana. Danny sintió la mirada de su hermana y volvió hacia ella con duda.
—¿Qué? —preguntó Danny
—Danny ¿y esa ropa? —pregunto Jazz señalando completa a su hermana con una mano
La joven halfa brinco un poco y se miró recordando que no traía su ropa de siempre. Después de que finalmente se curaron por completo sus heridas y recuperó su energía, Vlad le dio una nueva muda de ropa que fue a conseguirle ya que, literalmente, el mayor tuvo que desgarrar para poder ayudar a Danny rápido antes de que fuera tarde. Danny no estuvo de acuerdo al principio, pero al ver por ella misma que de verdad su ropa quedó completamente inservible no tuvo más opción que aceptar la que su archienemigo le ofrecía. Usualmente no usaba ese tipo de ropa, pero tenía que admitir que le gustó un poco: era un vestido de tirantes azul marino pero los tirantes no se notaban porque traía puesto encima una chamarra de mezclilla azul claro y unas flats negras sin adorno. Su cabello lo llevaba suelto pero con un listón igual azul marino en el cabello a modo de diadema.
Danny se puso roja ante la mirada fulminante de su hermana, ya que se supone que había sido "atacada" por fantasmas más y cuando pasó eso traía su ropa de siempre y ahora regresaba con un atuendo más "femenino". Le alegraba ver que sus padres estaban muy centrados en su plática con Vlad que no la miraron mejor. Sin que los adultos se dieran cuenta (o al menos sus padres) se escabulló hasta su habitación. Cerró la puerta con llave y se recostó en su cama boca arriba. Desde que despertó en la mañana y hasta que regresó a su casa, siguió dándole vueltas al asunto sobre lo que ahora pasaba entre ella y el mayor pero lo único que lograba era confundirse más.
Por suerte, antes de provocarse un dolor de cabeza por tanto pensar, su celular sonó y lo sacó del bolsillo de la chamarra y vio que era una llamada de Sam.
—Oh rayos, olvide decirles —dijo Danny sentándose de golpe de la cama y abriendo rápido el celular para contestar—. ¿Hola?
—¿Danny? ¡Danny! ¡Hasta que al fin te puedo contactar! ¿Dónde has estado? Vimos tu pelea contra un fantasma desconocido y el Cabello del Terror desde el nuevo edificio en construcción pero ante el alboroto que se formó llegó al policía y no nos dejaron a Tucker y a mí acercarnos más para ir a ayudarte. —dijo Sam muy alterada que, de no ser por sus poderes, Danny nunca hubiera podido entender lo que su amiga gótica le dijo.
—Tranquila Sam, estoy bien. Pues... Lo que pasó es que... —Danny no sabía cómo explicarle a Sam que todo ese tiempo estuvo bajo la protección de Vlad y que apenas hace unos minutos regresó a su casa.
Lo bueno es que no tuvo que pensar en un pretexto puesto que Sam volvió a hablar.
—Sabes que, olvídalo Danny. Solo me alegra saber que estás a salvo amiga
—Gracias Sam. Por cierto ¿y Tuck?
—Antes de llamarte hable con él y también está muy preocupado. Deberías contactarte con él y avisarle que estás bien —sugirió Sam
—Enseguida lo haré. ¿Nos vemos en una hora aquí en mi casa?
—Esta bien, nos vemos después
—Nos vemos después —y colgó
Dejó su celular en su mesa de noche y volvió a recostarse en la cama. Sabía que en cuanto Sam y Tucker llegaran a su casa la seguirían bombardeando con preguntas respecto a su "desaparición", pero ¿Qué podría decirles? Contarles la verdad no era una opción, puesto que empezarían a sacar conclusiones acerca de lo que Vlad le pudo haber hecho.
Dejando escapar un suspiro, se puso de pie y se asomo hacia la ventana cruzando los brazos debajo del pecho. Al ver el cielo verde negro hacía que se sintiera incómoda; seguía sin poder creer que toda la ciudad estuviera en la Zona Fantasma y no pudo hacer nada por evitarlo. Nadie en la ciudad, a excepción de ella y su familia, conocía las cosas que había en ese lugar y los peligros que podrían correr los ciudadanos; debía encontrar la manera de derrotar a Pariah Dark y volver todo a la normalidad.
—Esto será más difícil de lo que creí —susurró para sí
—Aun después de la paliza que te dieron, continuaras con ese complejo de héroe ¿verdad, pequeña tejón?
Danny dio media vuelta rápidamente y casi choca de frente con el halfa mayor.
—¿Ahora qué quieres, Plasmius? —preguntó Danny con enojo
Vlad solamente sonrío de lado y se acercó más a la joven halfa. Danny se hizo lo más atrás que pudo hasta que sintió el alféizar de la ventana con su mano, se sujetó de este para no caerse puesto que la ventana estaba abierta. El billonario debió de darse cuenta porque, sin que Danny se lo esperara, la sujetó con cuidado de la cintura, haciendo que Danny se sonrojara por el gesto.
Antes de que la chica dijera algo, Vlad pudo adivinar su pregunta.
—Solamente quiero evitar que te caigas, pequeña tejón
—Pues no necesitas hacerlo —aclaró Danny—. Así que suéltame y aléjate de mí —exigió golpeando el pecho de Vlad para alejarlo
Lo único que logró dije que el halfa mayor la sujetará con más firmeza y se acercará peligrosamente más de la cuenta haciendo que Danny pudiera sentir el aliento de Vlad.
«¿Ahora qué rayos se propone?»
Vlad no sabía porque lo hacía, pero le agradaba tener a Daniela cerca. Y lo que más le alegraba era verla usar otra cosa fuera de esa "horrible ropa holgada" como él suele catalogar y poder apreciar mejor la figura de la chica, quien poco a poco dejaba la infancia atrás para convertirse en mujer.
Ante ese último pensamiento, abrió los ojos desmesuradamente y soltó a Daniela como si el contacto le quemara y se alejó unos pasos. Danny no perdió de vista ninguno de los gestos del mayor; el cambio de actitud la dejó confundida.
«Y se molesta cuando le digo que es un lunático seriamente desequilibrado»
Antes de que Danny pudiera decirle algo a Vlad, el timbre sonó haciendo que ambos halfas brincaran por el susto. La azabache le dio la espalda a Vlad para mirar por la ventana, eran Sam y Tucker.
—¡Chicos!
Ambos adolescentes miraron por la calle hasta que Tucker miró hacia la casa y vio a su amiga híbrida asomada a la ventana de su habitación.
—¡Hola Danny! —saludo el moreno con la mano
Sam levantó la mirada y al ver a su amiga la saludo con el mismo gesto que Tucker. Danny les indicó que en un momento iba con ellos. La puerta principal se abrió, era Jazz. Saludo a los amigos de su hermana y se hizo a un lado para dejarlos pasar. Danny se alejó de la ventana y la cerró antes de irse con sus amigos, pero en cuanto se dio la vuelta vio que Vlad seguía ahí parado en su habitación. Los dos se miraron a los ojos bajo un incómodo silencio el cual fue roto por la joven Fenton.
—Oye, de verdad no sé ahora que te pasa pero no tengo tiempo, ni ganas, de soportar tus desequilibrios mentales. Así que por favor, déjame en paz —y se encaminó hacia la puerta
Vlad se quedó callado todo el tiempo, pero en cuanto Daniela pasó junto a él, la tomó con con un poco de fuerza del brazo y la chica volteo a encararlo enojada.
—¡Suéltame! —exclamó Danny
Vlad solamente la miraba sin expresión alguna, la verdad ni siquiera él sabía porque la retenía. Danny zarandeo el brazo hasta que logró soltarse y se fue rápido de su habitación antes de que otra cosa extraña pasara.
—Demente —murmuró Danny
Llego a la sala y vio a sus amigos sentados en el sillón esperándola.
—¡Hola chicos! —saludo Danny acercándose a sus mejores amigos. Sam y Tucker voltearon hacia su amiga felices de verla, pero en cuanto la vieron sus cara cambiaron a sorpresa. Danny vio el cambio en sus amigos y los miró con extrañeza—. Uh... ¿Pasa algo chicos?
Ninguno de los dos dijo nada pero seguían mirándola fijamente llegando al punto en que la joven halfa comenzaba a incomodarse. Tucker la miraba como si fuera la primera vez que lo hiciera y Sam la miraba como si estuviera molesta con ella. Antes de que Danny pudiera decir o hacer algo, Sam se le acercó y le dio un fuerte zape.
—¡Auch! ¿Y eso por qué? —preguntó Danny sobándose la cabeza
—¡Tú dinos! —exclamó Sam—. ¡Te desapareces por un par de días después de pelar con un fantasma desconocido, no nos dices dónde estabas y ahora regresas luciendo así, un intento de niña bonita, casi pareciéndote a Paulina! ¿¡Se puede saber qué rayos te pasa!?
Danny estaba con la espalda pegada a la pared y miraba a Sam con un poco de miedo. Mientras Sam le reprochaba se le estaba acercando mucho y Danny se hacía para atrás hasta que topó con pared, sintiendo el rostro de Sam muy cerca del suyo. Tucker se les había quedado mirando igual con una expresión de susto por la actitud tan explosiva característica de la gótica haciendo que el genio tecnológico prefiriera mantenerse lejos de la situación.
El silencio era tenso y nadie decía nada. Entonces se escucharon pasos que provenían de las escaleras y los tres amigos se volvieron hacia ahí. Danny se puso algo palada al ver que se trataba de Vlad.
—Creo que alguien debería de aprender a controlar el mal genio ¿o no, Srta. Manson?
Sam y Tucker se mantuvieron a la defensiva con el halfa mayor, pero Danny seguía recargada en la pared sin quitarle la mirada de encima al mayor. Gracias a sus poderes fantasmas, Vlad pudo escuchar la "conversación" de los tres adolescentes y no pudo evitar sonreír con burla al escuchar las acusaciones de Samantha y ver cómo reaccionaba Daniela ante la actitud de su amiga. El billonario pasó junto a las chicas en camino hacia el laboratorio. Los tres amigos no le quitaron la mirada de encima hasta que el billonario desapareció por las escaleras.
Danny suspiró aliviada y al ver a Sam distraída trato de escabullirse pero la gótica adivinó lo que la halfa menor quería hacer y la sujetó del cuello de la chamarra de mezclilla para evitar que se escapara.
—¿Y bien, Danny?
La azabache se resignó a que estaba acorralada y decidió decirles la verdad a sus amigos. No se solté dio al ver las reacciones de sorpresa, enojo y sobreprotección y que lo vio venir, pero no se esperaba el comentario de Tucker en medio del escándalo.
—Me acostumbre tanto a ver a Danny con su ropa de siempre, que al verla así me hizo recordar que en realidad es una chica... —se calló de golpe al darse cuenta de lo que dijo. Sam y sobre todo Danny fulminaron con la mirada al moreno, quien se encogió un poco por el miedo al ver las expresiones de sus amigas—. Uh... ¿Lo siento?
—Tienes suerte que tenemos otras cosas de que preocuparnos, Tuck —dijo Danny molesta
Miró su ropa otra vez y dándose cuenta que solamente le traería problemas se dio la vuelta y se encaminó a las escaleras. Sam y Tucker se sorprendieron ante la acción de su amiga.
—Danny ¿a dónde vas? —pregunto Sam
—A cambiarme, enseguida regreso —respondió Danny sin mirar a su amiga
—Oye amiga, vamos. Solo fue una broma —dijo Tucker, pero Danny ya se había ido
en cuanto se quedaron solos Sam golpeó a Tucker en la cabeza y el. Ordenó solamente se sobo la cabeza y recogió su gorro rojo.
—¡Auch! ¿Qué?
—Y luego preguntas que porqué no tienes novia
—Oh vamos, sólo fue un comentario inofensivo —Sam lo fulminó con la mirada teniendo los brazos en jarra—. ¡Lo dije sin pensar! ¿Bien?
—Pues eso fue más que obvio ¿no crees?
El moreno se dejó caer en el sillón cruzándose de brazos y haciendo puchero.
—Detesto que las chicas sean tan complicadas
Sam alcanzó a escucharlo y volvió a pagarle en la cabeza.
Danny término de sujetarse el cabello en su característica coleta y se miró un poco en el espejo. Desde que tenía memoria nunca le había interesado mucho su apariencia y menos ahora que se volvió mitad fantasma y convirtió en su prioridad proteger la ciudad de los ataques fantasmas. Pero en cuanto Tucker dejó salir ese comentario (el cual comprendió enseguida que fue sin pensar), se dio cuenta de algo que no había pensado antes y eso explicaba muchas cosas, entre ellas porque Dash se la pasaba molestándola; es porque se vestía como un chico,a pesar de tener el cabello largo. Cuando se volvió mitad fantasma había considerado la idea de cortarse el cabello ya que le parecía más práctico para las peleas. Sin embargo, al final decidió no hacerlo porque (y tenía que reconocerlo) le gustaba mucho su cabello y era lo único a lo que la hacía sentir femenina.
Apartó la mirada del espejo y salió de su habitación de regreso con sus amigos. Mientras bajaba, Danny vio a sus amigos sentados en el sofá hablando, o más bien discutiendo. Pudo escuchar con claridad que Sam seguía regañando a Tucker por no tener cuidado al hablar y que tal vez lastimó los sentimientos de su amiga halfa. Danny sonrió y a la vez negaba con la cabeza, sus amigos nunca cambiarían y era lo que más le agradaba.
Llegó junto a ellos sin que se dieran cuenta, pero de pronto la alarma fantasma comenzó a sonar haciendo que los tres amigos brincaran y se pusieran a la defensiva. Corrieron hacia el laboratorio y vieron a los matrimonios Fenton, Manson y Foley, al Sr. Grey y al alcalde ante los monitores del panel de control del laboratorio revisando lo que estaba pasando tanto en Amity Park como en la Zona Fantasma.
—¿Qué está pasando? —preguntó Danny
—¡Ese fantasma regreso! —exclamó Maddie, pero no escucho la pregunta de Danny
—¿Quien regreso?
Pero nadie respondió. Danny se acercó al panel deteniéndose detrás de su madre y sintió que el alma se le iba a los pies ante lo que vio; Pariah Dark marchaba junto con el Caballero del Terror y su ejército esqueleto por la ciudad de camino hacia los Laboratorios Fenton, donde era el centro del Escudo Fantasma que protegía a toda la ciudad.
Danny miró a sus padres, quienes estaban extremadamente pálidos, trabajando rápidamente en el panel de control aumentando el poder del Escudo Fantasma, pero la azabache sabía que no servirá; Pariah Dark era demasiado fuerte.
«Solo me queda una opción»
Aprovechando que todos los presentes —incluyendo a Sam y Tucker— estaban distraídos, se escabulló del laboratorio y corrió hacia el piso de arriba. Pero al llegar a la sala chocó con su hermana.
—¿Jazz? Creí que estabas en el laboratorio con los demás
—Estuve todo el tiempo en mi habitación, cuando escuche la alarma fui a buscarte a tu habitación pero al no encontrarte supuse que ya estabas abajo —explicó Jazz—. ¿Y que está pasando? Todos están en el laboratorio... —vio que su hermanita estaba algo alterada y se preocupo—. Danny ¿estás bien? Te vez algo alterada
—¿Yo? Uh... bueno... yo...
—Niñas ¿Que están haciendo?
Las hermanas Fenton voltearon y vieron que se trataba de Vlad. El billonario se les acercó y las chicas se alejaron un poco. El halfa mayor sabía que Daniela quería salir a enfrentar al Rey Fantasma y con Jazz en su camino no podría hacerlo.
—Solamente estaba buscando a Danny —respondió Jazz, rodeando los hombros de su hermanita con un brazo
Danny se mostró incómoda ya que no sabía cómo librarse de su hermana.
—Es bueno ver que te preocupes mucho por tu hermana menor, Jasmine
—Siempre lo he hecho con Danny y nunca dejare de hacerlo
«Gracias por eso Jazz» pensó Danny con sarcasmo
—Será mejor que vayas con tus padres, Jasmine. Yo necesito hablar a solas con Daniela
—¿De qué?
—Eso es un asunto entre ella y yo. Así que por favor, retírate
Jazz iba a protestar pero se calló al sentir que Danny se soltaba de su agarre y se paraba junto a Vlad.
—No será por mucho tiempo Jazz —aseguró su hermanita—. Por favor ve con papá y mamá, tal vez necesiten ayuda
La pelirroja dudo por unos segundos. Sabía que Danny iría a pelear contra esos fantasmas pero eran demasiados para ella y le preocupaba que algo malo le pudiera pasar, y más con el hecho de tener al billonario cerca y a causa de eso Danny no podría actuar con libertad.
—Pero no tardes mucho Danny —dijo finalmente Jazz. Y desapareció por las escaleras hacia el laboratorio
Danny suspiro aliviada y se encaminó hacia la puerta, pero una mano la sujeto de la muñeca. No necesito mirar para saber que era Vlad.
—No tengo tiempo para esto, Plasmius —dijo Danny—. Suéltame
—No —respondió Vlad con firmeza—. ¡Un día de estos te vas a matar por ese estúpido complejo de heroína que tienes!
Danny se molestó por la respuesta del mayor ¿Cómo tenía el descaro de decirle eso cuando todo este lío fue por su culpa? Se liberó usando intangibilidad, y por impulso, le dio una fuerte bofetada a Vlad. El halfa mayor se hizo un poco hacia atrás por el golpe y se llevó una mano a la mejilla roja y miraba incrédulo a su contrincante.
Danny tenía las manos a los costados con los puños fuertemente apretados, mirándolo con odio pero pudo ver que los ojos azul cielo de la chica estaban brillosos ¿Acaso Daniela estaba a punto de...?
—Eres un desvergonzado —dijo Danny y Vlad se sorprendió de escuchar que el tono de voz de la chica reflejaba dolor—. Tú nunca vas a entender lo que es sacrificarse por los demás porque tú solamente piensas en ti mismo y no te importa arriesgar la vida de los demás. ¡Eres un egoísta sin corazón! —y con eso ultimo la chica se transformó en Phantom y salió de la casa en camino a enfrentarse a Pariah Dark y su ejército.
Durante el vuelo se seco bruscamente las lágrimas que se le escaparon mientras le gritaba a Masters. No supo porque cuando le dijo todo eso al mayor sintió una horrible opresión en el pecho y le dolió decirle esas palabras.
—Pero era necesario decirle eso —se dijo a sí misma—. Necesita entender eso aunque sea por las malas —se limpió lo que quedaba de lágrimas y aceleró el vuelo
Vlad todavía seguía en trance por lo que pasó; no sabía que le sorprendía más: la bofetada de Daniela o lo que le grito y la manera como reaccionó al hacerlo. En toda su vida nadie se había atrevido a encararlo de esa manera, restregando en la cara sus errores. Bueno, a excepción de...
Escuchó una explosión y salió a la calle a ver qué pasaba. Los ciudadanos temblaban de terror al ver que fuera del Escudo Fantasma se estaba librando una batalla; Vlad regresó a la casa y se transformó en Plasmius, salió con intangibilidad de la casa pero también se mantuvo invisible para ocultarse de los ciudadanos. Agudizó su vista y sintió que su núcleo se detuvo unos segundos al ver lo que pasaba: Daniela estaba siendo atacada no solamente por el ejército esqueleto sino también por el Caballero del Terror mientras que Pariah se mantenía a distancia y con una sonrisa malévola veía la pelea.
—Maldición ¡Daniela! —y voló lo más rápido que pudo hacia la batalla.
Tenía que salvar a Daniela a toda costa, aunque le costara su vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro