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Colorado

Pasó un mes desde que Danny Fenton conoció a Vlad Masters, quien era mitad humano y mitad fantasma como ella (conocidos como Halfas) y que, por desgracia, se convirtió en su archienemigo y todo porque ella, Danny, no quiso unirse a él. Desde entonces, se empeñó en entrenar duro para poder alcanzar el nivel de Vlad, aunque sabía que sería imposible ya que el billonario le llevaba veinte años de experiencia, pero aun así no se daría por vencida tan fácilmente.

La joven halfa no era la única que seguía dándole vueltas al asunto. Vlad no podía sacarse a la menor Fenton de la cabeza, ya que continuaba sin poder creer que la segunda hija del idiota que causó todo esto sea un halfa como él y más le sorprendía saber que él ya no era "el único en su especie".

Estaba en el laboratorio subterráneo de su Chalet Campestre en Colorado armando su nuevo plan, esta vez no solamente planeaba quedarse con Maddie, sino también con la joven halfa. Pero también estaba trabajando en un "pequeño proyecto" que le serviría, no solamente como "Plan de Respaldo" si no lograba convencer a Daniela que se quedara con él, sino también para deshacerse de Jack Fenton, una vez que Daniela estuviera lejos de su padre y no pueda protegerlo. Escuchó unos rugidos y miró sus experimentos: Ya estaban listos, solo faltaba traer a sus "futuras invitadas".

—Todo listo, Sr. Plasmius —dijo el fantasma de un viejo piloto de aviones

—Perfecto —dijo Vlad y volteó para mirar a su empleado fantasma—. Ya sabes qué hacer

El fantasma hizo como una especie de reverencia y desapareció del lugar. Vlad sonrió de lado y regresó su mirada hacia sus mascotas y después hacia los monitores de su laboratorio.

—Pronto, Maddie y Daniela... Pronto estarán conmigo —y dejó escapar una risa malvada

En Amity Park, Danny entrenaba duramente en el Laboratorio Fenton en compañía de sus dos mejores amigos Tucker Foley y Sam Manson, quienes la ayudaban a revisar que sus poderes estuvieran en perfectas condiciones. Aunque también Danny se puso a practicar un truco que —para empezar no sabía cómo emplearlo— solo había visto a una persona usarlo y quería aprender a hacerlo a toda costa.

La joven halfa estaba parada en medio del laboratorio y se concentraba en sus poderes lo más que podía mientras que sus amigos la miraban sin entender lo que hacía, hasta que finalmente joven halfa brillo en una luz verde y ahora tenía dos cabezas. Sam y Tucker no pudieron evitar soltar una exclamación de asombro al verla.

—Vaya, ahora puedes comer Hamburguesas Apestosas y papas fritas al mismo tiempo —comentó Tuck con un tono burlón

—Sí, el problema es que solo puedo dividirme hasta aquí —contestó la cabeza de Danny de la izquierda

—Vlad Plasmius puede dividirse en cuatro diferentes Vlads a la vez. Por eso este fin de semana es... —dijo la cabeza de la derecha

—Entrenamiento sin parar —completo la primera cabeza

—Ni tarea

—Ni familia

—Ni interrupciones —concluyeron las dos cabezas

—¡Oye Danny! —se escuchó la voz de Maddie viniendo del pie de las escaleras del piso de arriba

La chica hizo aparecer los anillos blancos y se transformó de Phantom a Fenton pero todavía con las dos cabezas, trayendo como efecto que solo tuviera un ojo. Tuck le pegó en la cabeza y volvió a tener los dos ojos al tiempo que aparecía su mamá frente a ellos.

—¡Empaca tus cosas! Iremos a un simposio científico de madres e hijas en Florida ¿No suena divertido?

Danny frunció el ceño en una clara señal de fastidio ya que su fin de semana de entrenamiento se arruinó con eso. Entonces se le ocurrió una manera de zafarse de esto.

—Oye mamá, si esto es de Madre-Hija ¿Por qué no llevas a Jazz en mi lugar?

—Porque aquí tiene un rango de edad para las hijas, la cual es de 10 a 14 años —respondió Maddie, señalando la hoja en la parte donde decía eso.

Danny leyó la invitación y vio que por desgracia su madre decía la verdad. Soltó un suspiro de resignación y salió del laboratorio de camino a su habitación seguida por Sam y Tucker.

—Tranquila Danny, tu madre solo quiere que las dos tengan un tiempo de calidad juntas —dijo Sam intentando animar a su amiga

—Pues pudo haberlo hecho antes de que me volviera mitad fantasma y no tuviera que pasar la mayor parte del tiempo evitando que sus armas me destruyan molécula por molécula —respondió enfada Danny entrando a su habitación, sacando una maleta de mala gana de su armario y comenzaron a sacar ropa a lo tonto.

—Amiga, no deberías de ponerte así —dijo Tucker—. Sam tiene razón respecto a lo de tu mamá. Además, tal vez el mantenerte alejada por unos días de la presión de la ciudad te ayude a relajarte y puedas entrenar mejor.

—Si tú lo dices...

Media hora después, Sam y Tucker se fueron de regreso a sus casas, y para ese tiempo Danny todavía no terminaba de empacar; la verdad es que no quería ir puesto que simplemente con la palabra "científico" de ese simposio le daba la señal de «¡ABURRIDO!» a lo que sea que fueran a ir.

Con pesar termino de empacar y bajo a la sala. Jazz estaba parada cerca de la puerta con la invitación del simposio en la mano leyendo con interés, mientras que sus padres estaban platicando un poco apartados de la pelirroja. Danny se encaminó a la puerta a esperar a que "El divertido fin de semana" comience.

—Al menos tú irás algún lado. Yo estoy condenada a pasar un especial tiempo familiar a solas con papá —comentó con pesar Jazz. Miró la invitación una vez más poniendo más atención al nombre de los organizadores—. El grupo DALV. Nunca los he escuchado. ¿Serán legítimos?

—Adivino que son legítimamente aburridos —comentó Danny con sarcasmo

Se escuchó el timbre y las hermanas Fenton abrieron la puerta. Un hombre con uniforme de chofer, con el logro de DALV bordado en el lado izquierdo de su uniforme y gafas oscuras estaba parado en el umbral de la puerta. La joven halfa tomó su maleta y con un simple gesto con la mano se despidió de su hermana y su padre, y salió de la casa seguida por su mamá. Las dos abordaron el vehículo, que las llevó al aeropuerto donde los esperaba un avión privado, igualmente del grupo DALV.

Abordaron y enseguida el avión despegó. Maddie miraba por la ventana totalmente animada por el simposio mientras que Danny seguía con el ceño fruncido y los brazos cruzados mirando el suelo en clara señal de resignación. Entonces Danny se dio cuenta del cinturón que su madre usaba y recordó que alcanzó a escuchar a su padre que esa cosa era un Espectro Deflector que repele y debilita a cualquier fantasma que tenga contacto directo con la persona que lo use.

«Genial, otro más a la lista de "Inventos de mis padres qué debo evitar si no quiero ser destruida molécula por molécula"» pensó con enfado Danny, hundiéndose un poco más en su asiento.

Maddie retiró la mirada de la ventana y vio la expresión seria de su hija. Sabía que Danny se había vuelto muy distante con ella en cuanto comenzó a crecer, pero no se esperaba que fuera tanto, quería recuperar ese lazo tan especial con su pequeña.

—Cambia esa cara, Señorita Pucheros. Se supone que este fin de semana es para ambas. La gente del grupo DALV envió este Jet privado solo para nosotras. ¿No es perfecto?

—¿Quieres la verdad o una de esas mentiritas blancas que no te lastiman? —preguntó Danny con un deje de sarcasmo

—Olvídalo, Danny. Solo mira por la ventana y disfruta de la cálida y soleada costa de Florida —respondió Maddie, resignada

—Pasajeros, este es su capitán al habla. Si miran por la ventana a su izquierda verán las frías y sombrías montañas de Colorado

—¿Montañas? —exclamó sorprendida Danny—. Eso está lejos de Florida. ¿Qué sucede?

—Y si miran por la ventana a su derecha me verán a mí saltando en paracaídas antes de que el avión pierda el control y se estrelle

Madre e hija miraron por la ventana y vieron que en efecto el piloto saltó y abrió su paracaídas. Las dos se miraron y corrieron a la cabina del piloto, comprobando con horror que no había nadie ahí. El avión comenzó a caer en picada. Maddie se sentó en el asiento del piloto y trató de elevar el avión pero los controles estaban atorados; sin embargo, Danny tuvo una idea. Se agachó ocultándose detrás del asiento del piloto y se transformó en Phantom, se levantó y tomó a su madre de los hombros, pero de pronto sintió una descarga eléctrica recorriendo su cuerpo haciendo que soltara a su madre bruscamente y volviera a ser Fenton. Lo acababa de ver y se le había olvidado por completo el Espectro Deflector.

Maddie volteó a ver a sus hija y se asustó al verla recargada en la pared sujetándose la cabeza y algo débil. Soltó los controles y trato de tocarla pero Danny se lo impidió. Entonces vio unos paracaídas junto a su hija, las dos los tomaron y saltaron del avión. A medio camino de descenso se encontraron con el piloto, quien resultó ser un fantasma y regresó al avión alejándose de ellas hasta perderse de vista. Al ver eso, Danny se cruzó de brazos y volvió a poner expresión seria, casi haciendo puchero.

—Vamos Danny. No seas tan obstinada. ¡Mira la vista! —dijo Maddie tratando de animarla

Tocaron tierra y se quitaron los paracaídas. Maddie busco en la mochila que siempre traía consigo algo que les ayudará a moverse en el bosque.

—Sabía que tarde o temprano necesitaría usar uno de estos —comentó con ánimo Maddie mientras sacaba lo que parecía ser un gran cuchillo y cortaba algunos arbustos—. ¡Menos mal! Lo bueno es que tuve mi Machete Fenton escondido en mi mochila, ¿eh, Danny?

—Traes cargando muchas cosas, mamá —comentó Danny—. ¿Qué te parece un Teléfono Celular Fenton para así poder pedir ayuda?

—¿Un Teléfono Celular? No puedes pelear con fantasmas con un teléfono, tontita. Aunque no es como si fuéramos a encontrar algún fantasma por estos alrededores. Además ¿quién necesita ayuda? —dijo Maddie mientras comenzaba a caminar y cortar los arbustos que les estorbaban—. Estoy perfectamente cómoda estando contigo en este bosque. —Las dos siguieron caminando hasta que llegaron a una gran cabaña, lo cual las tomo por sorpresa—. O podemos quedarnos en este lujoso chalet campestre. Voto a favor —dijo Maddie guardando el machete

Se escuchó un pequeño claxon y vieron que se trataba de un carrito de golf, conducido por...

—Vaya, Maddie y Danny Fenton

—¿¡Vlad Masters!? —exclamaron las dos, claramente sorprendidas

—Que increíble, inesperada y totalmente imprevista sorpresa —dijo Vlad con una gran sonrisa en su rostro. De debajo de su asiento sacó dos cestas de color rosa con los nombres de Maddie y Danny.

Maddie se emocionó y se subió al carrito, mientras que Danny miraba fríamente al billonario.

—Algo tramas —murmuró la chica, sabiendo que Vlad podía escucharla sin problema

—Oh ¿Tú crees? —respondió Vlad. Maddie tomó los cestos y Vlad habló discretamente por su reloj comunicador—. Están aquí. Maten a Jack

—¿Qué dijiste? —preguntó Maddie

—Dije... comamos ya —se apresuro a decir Vlad—. Panqueques, tengo panqueques

El halfa mayor pisó el acelerador levantando lodo y salpicando por completo a Danny. Los adultos se alejaron en el carrito; Danny uso intangibilidad para quitarse el lodo y con fastidio camino hacia el chalet. Mientras caminaba trataba de descubrir como rayos fue que no se dio cuenta que todo esto debió de haber sido un plan del billonario. Lo del piloto fantasma podría ser una opción, pero no estaba del todo segura que trabajara para Vlad y que tal vez solamente se apoderó del jet por diversión.

Llegó al chalet y entró rápido, no quería dejar a su madre sola por mucho tiempo y más siendo Vlad su única compañía. Vio una puerta entre abierta y con decisión entró, el lugar estaba lleno de pieles y cabezas disecadas de animales colgadas en las paredes.

«Si Sam entra a este lugar, le dará un ataque de nervios» pensó Danny entrando a la sala y mirando todo con intriga.

Se sentó en un sillón de piel individual sin quitarle la mirada de encima a Vlad, quien se había puesto una bata blanca con rojo y se miraba en el espejo fijamente.

«Narcisista»

Entonces vio algo en el reflejo de Vlad qué le llamó la atención. En el costado izquierdo estaba escrito con letras rojas y grandes VLAD, pero al verlas a través del espejo decía...

«DALV... ¡Vlad! ¡Idiota! ¿Cómo no me di cuenta antes?» se auto regaño Danny conteniendo el impulso de golpearse la frente.

—Así que ¿Qué las trajo a las dos a este lugar? —preguntó Vlad, apartando la mirada del espejo y concentrándose en Maddie

—Nunca lo creerás. Íbamos a un simposio y nuestro piloto nos forzó a saltar justo cerca de tu casa —contestó Maddie mientras leía un libro sobre fantasmas

—Sí, es casi como si fuera algún tipo de un plan malvado —comentó Danny con sarcasmo y miró fijamente con desprecio a Vlad—. Que increíblemente bien planeada coincidencia

—Eso sería una locura, querida niña. Oh y hablando de locos ¿cómo está tu viejo?

Danny frunció el ceño a la vez que soltaba un gruñido y sus ojos azul cielo se volvían verdes fosforescentes.

—Oh, los ojos que asustan —dijo Vlad con sarcasmo.

Entonces el billonario disparó un ecto-rayo fucsia de sus ojos. Danny logró hacerse a un lado haciendo que el rayo diera contra el respaldo de la silla y hacerle un agujero, pero en el proceso se cayó de espaldas del sillón. Vlad cesó el fuego y camino hacia Maddie, dejando a la chica tendida en el suelo con las piernas hacia arriba y recargadas en el sillón.

—Como lo odio —murmuró la chica, aun si levantarse y furiosa a más no poder.

Maddie levantó la mirada del libro y volteó al escuchar ruidos detrás de ella, pero solamente vio a Vlad que le llegó por atrás.

—Maddie, me alegra que estés aquí porque así puedo disculparme por la actitud de Jack en nuestra reunión de la Universidad.

—Uh, corrígeme si me equivoco —dijo Danny poniéndose de pie—. ¿Pero no estaba papá poseído por algún inmundo, depravado, solitario y soltero fantasma? —dijo Danny con una sonrisa haciendo énfasis en algunas palabras con la clara intención de lanzarle una indirecta a Vlad.

Con una sonrisa burlona, Vlad le lanzó otro ecto-rayo a Danny por la espalda y con un solo dedo dándole en el pecho y arrojándola contra la pared.

Siguieron discutiendo sobre el comportamiento de Jack en la reunión hasta que Vlad dijo algo que le llamó la atención a Maddie.

—Wow, retrocede ¿Qué dijiste?

—¿Causar el accidente que arruinó mi vida?

—No, después de eso

—¿El incidente con la gaseosa?

—¡No! En. El. Medio.

—Oh, la parte de Alejarte de mí —dijo Vlad con una sonrisa—. Ah, tu siempre puedes ver a través de mi —entonces Vlad se hincó en una rodilla y eso a Maddie no le agrado—. Oh, Maddie, solo voy a decirlo. Por favor deja a Jack y quédate conmigo. Tanto Danny como tú. ¿Qué dices?

Danny terminó de salir del hoyo que se hizo en la pared y miró con furia e incredulidad a Vlad ¿cómo era que tuviera el descaro de decirle eso a su mamá? Camino hacia ellos y estuvo a punto decirle algún insulto al cabeza de queso cuando de pronto su mamá la tomó de la muñeca y la sacó del chalet lo más rápido posible.

Mientras caminaban lejos del lugar. Danny se dio la vuelta y caminando de espaldas le gritó a Vlad con una sonrisa burlona en su rostro.

—¡Adiosito Vlad! Y como un hombre solterón y solitario a los cuarenta, te sugiero citas en internet ¡O un gato!

—¡Recuerda mis palabras Maddie, nadie le dice no a Vlad Masters! Un día lamentarás haber rechazado mi afecto. ¡Y NO VOY A TENER UN GATO!

En cuanto terminó de gritar, Vlad se dio cuenta que las Fenton se fueron y cerró de un fuerte portazo. Camino hacia su laboratorio, en el camino transformándose en Plasmius, y vio a sus "pequeñas mascotas" algo inquietas.

—No se desesperen solo porque algunos de ustedes fueron a divertirse con el gordo de Jack Fenton. Dentro de poco podrán salir a jugar con Daniela.

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Las Fenton estuvieron caminando sin rumbo fijo por un largo rato, hasta que el sol comenzó a ocultarse, Maddie le indicó a Danny que recogiera algunas ramas mientras que ella levantaba una tienda improvisada con algunas ramas grandes. La chica regresó con las ramas y vio que su madre seguía ocupada con la tienda.

—Danny ¿podrías encender la fogata?

—Está bien

Danny dejó las ramas en el suelo y fue por algunas piedras para la fogata. Ya que tuvo todo listo, hizo como si frotara dos ramas para poder hacer fuego, en cuanto vio que su madre estaba de espalda, lanzó un pequeño ecto-rayo y encendió la fogata. Acomodó algunas ramas del fuego y se sentó en un tronco.

Maddie terminó de armas la tienda y de su mochila sacó dos pequeñas píldoras, las cuales tiro al suelo, sacó un gotero y tiró dos gotas sobre las píldoras e instantáneamente se convirtieron en bolsas de dormir. Danny vio lo que hizo y regresó su mirada al fuego.

«¿Tiene esas bolsas de dormir en píldoras pero no un teléfono? Qué locura»

Escuchó a su madre acercarse pero siguió con la mirada fija en el fuego.

—¿Carne seca? —ofreció Maddie, sacando un pedazo de carne de su mochila

—Paso

—Danny, ciertamente este fin de semana no está saliendo como lo planeé, pero pasamos tiempo juntas, y eso significa mucho para mí.

Maddie le tomó la mano a su hija, pero de pronto el Espectro Deflector se activó y le dio una pequeña descarga a Danny. La chica apartó bruscamente su mano.

—OK ¡Ya entendí! Deja de tocarme —Maddie apartó su mano y miró a su hija entre sorprendida y dolida—. Mira, voy a dormir ¿OK? —se alejó lo más rápido que pudo, tomando una bolsa de dormir y apartándose un poco más.

Maddie se levantó y tomó la otra bolsa de dormir y se metió en la tienda improvisada.

—Bueno, buenas noches Danny. Te amo

—Ajá, buenas noches —respondió cortante Danny acomodándose de lado para dormir

Maddie soltó un suspiro y entro por completo a la tienda.

Estuvieron durmiendo como por unos quince minutos cuando de pronto el sentido fantasma de Danny se activó.

—Ya es el colmo que tenga que combatir fantasma en este lugar —comentó con pesar la chica. Se dio la vuelta para quedar recostada del otro lado cuando justamente algo verde fosforescente y peludo, parecido a una pierna (o más bien, pata) apareció frente a ella—. O mamá necesita depilarse las piernas, o estas son muy malas noticias.

Levantó la mirada y se encontró con un gran oso fantasma de seis brazos, el cual gruño y se abalanzó sobre ella. Danny reaccionó rápidamente y se hizo a un lado. Estaba por dar su grito de guerra, pero entonces recordó que si mamá estaba a unos metros de ella; el oso fantasma levantó sus brazos y lanzó un zarpazo el cual Danny logró esquivar por unos centímetros. Miró donde estaba durmiendo su mamá y se dio media vuelta para correr y alejar al fantasma lo más que pudiera.

Corrió lo más rápido que pudo, pero cuando pasó a través de unos arbustos chocó con algo grande que hizo que cayera de espaldas: un alce fantasma. Escuchó un rugido venir detrás ella y vio con horror que el oso la alcanzó y entre los dos la capturaron.

—¡Suéltenme! —exigió Danny, pero ninguno de sus captores pareció escucharla

La llevaron arrastras hasta el chalet de Vlad, la llevaron hasta la sala y la arrojaron al sillón de piel donde se sentó horas antes. Levantó la mirada y vio que estaba rodeada de todo tipo de animales fantasmas, los cuales podría encontrar en el bosque.

—Me siento Blancanieves al estar rodeada de tanto animal del bosque ¿Qué sigue? ¿Que aparezcan los siete enanitos? —comentó con sarcasmo mirando con cautela a los fantasmas

—Unos enanos de cuento de hada le quitaría lo intimidante a la situación ¿no te parece?

Danny miró hacia enfrente y vio que de entre los animales apareció Vlad Plasmius.

—Lindo zoológico de mascotas, Plasmius —comentó Danny con sarcasmo mientras se ponía de pie y se transformaba en Phantom—. ¿Dónde está tu gato para hombres solitarios?

—Ah, otra vez ese ingenio adolescente —dijo Vlad, mientras sacaba de los pliegues de su capa un aparato extraño, el cual tenía dos puntas verdes fosforescentes que crispaban ecto-energía.

Lo acercó a Danny dándole una fuerte descarga y haciendo que volviera de Phantom a Fenton.

—¿Q... qué... qué fue eso? —preguntó Danny confundida. Trató de convertirse en Phantom otra vez pero no pudo, es más, no sentía sus poderes—. ¿¡Qué me hiciste, Plasmius!? —exigió la chica

—Oh, lo llamó el "Plasmius Maximus". Solo hice un corto circuito en tus poderes, los cuales no podrás usar sino hasta dentro de tres horas. Eso es medianoche, lo digo porque he visto tus calificaciones y sé que eres mala en matemáticas. Estos son mi último experimento ¿qué opinas? —dijo Vlad, señalando a los animales—. Es cierto ¿a quién le importa lo que opines? Te daré cinco minutos antes de que mande a mis secuaces a destruirte. Tic-tac Danny, para ti y tu padre. Corre.

Danny retrocedió unos pasos levantando un poco los brazos con la intención de apartar un poco a los animales, aunque sabía que eso era inútil.

—Lindos... animalitos... —dio media vuelta y salió corriendo de la cabaña.

No mal Vlad vio a Danny salir de su hogar, les dio la señal a sus animales.

—¡Atrápenla! —y sus animales salieron al ataque—. Cinco minutos, cinco segundos. Aparentemente también estoy mal en matemáticas —dijo Vlad con burla. Se acercó a la ventana y no logró ver a la chica ni a sus animales, pero podía sentir su energía alejarse más y más. Su sonrisa burlona desapareció poco a poco hasta que su semblante se puso más serio y frío—. Esto no pasaría si hubieras aceptado mi oferta desde el día que nos conocimos, Daniela.

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Danny corrió lo más rápido que pudo por el bosque esquivando árboles y apartando arbustos. Podía escuchar a los animales acercarse cada vez más y ella a cada paso que daba sentía que se iba quedando sin energía. Por apresurarse a escapar, tropezó con una raíz y cayó de bruces rascándose las palmas de la mano al intentar amortiguar la caída; miró sus manos y vio que no solamente estaban rojas por el golpe, sino que comenzaba a salir sangre de las heridas.

—Lo que me faltaba. Así les será más fácil encontrarme —se incorporó con dificultad y trató de tomar una gran rama para defenderse cuando vio una mano cubierta de lodo tomarla de la muñeca y la subía al árbol, era su madre.

Maddie la dejó resguardada en la rama alta del árbol y bajó a enfrentarse a la manada de fantasmas usando un bastón de doble golpe. En cuanto Maddie acabó con los fantasmas, Danny bajó del árbol y las dos comenzaron a caminar de nuevo por el bosque buscando alguna manera de salir hasta que finalmente Maddie sugirió con pesar que lo mejor sería regresar con Vlad, puesto que él tendría cosas que les serviría para salir del bosque. Pero antes de que siguieran con su camino, Maddie se quitó el Espectro Deflector y se lo puso a Danny para protegerla y continuó caminando.

—Genial. A medianoche mis poderes regresarán. A las 12:01 el cinturón me eliminara y a las 12:02 Vlad tratará de besar a mi mamá. Serán los dos peores minutos de mi vida —y siguió a su mamá, a quien otro poco perdía de vista.

Ya estaban a unos metros de la cabaña de Vlad, y Danny miraba insistentemente su reloj digital esperando que aun no fueran las doce para poder quitarse el cinturón antes de que algo malo pasara.

—Oh, genial. Diez para las doce ¿segura que quieres hacer esto? —preguntó Danny

—Danny, si queremos salir de aquí, necesitaremos la ayuda de Vlad —respondió Maddie algo seria

La halfa miró con discreción la cintura de su mamá, exactamente donde estaba colgada la llave del Espectro Deflector. Llegaron a la puerta y Maddie estuvo a punto de tocar la puerta cuando Danny se plantó frente a ella, bloqueando el paso.

—Pero antes de que entres y comiences a coquetear para salir de aquí, solo quiero decirte que... —se acercó a su madre y le dio un fuerte abrazo—. ¡Te amo! —con discreción y sin soltarla, logró tomar la llave y esconderla en su mano.

—¡También te amo! —dijo Maddie correspondiendo el abrazo—. Melosa —soltó a la halfa y tocó la puerta.

El billonario abrió un poco la puerta y al ver que se trataba de las Fenton abrió por completo la puerta y las recibió con una sonrisa.

—¡Maddie! ¡Daniela! Regresaron a mi —se acercó un poco a Danny para que solamente ella lo escuchara, mientras revisaba la hora—. Y falta muy poco

—Danny, ve a dar una vuelta mientras los adultos hablamos —indicó Maddie mirando coquetamente a Vlad

El halfa mayor se sorprendió, pero enseguida le sonrió a Maddie.

—Claro, tú y Vlad pónganse cómodos. Si me necesitan, estaré por allá... vomitando —esto último lo dijo lo más bajo posible y se alejó de los adultos, quienes entraron y se fueron a la sala a "conversar" un poco.

Danny dio una vuelta a la casa esperando encontrar algo que les ayudara a salir de ahí pero no encontró nada, además de que estaba algo inquieta de que Vlad se propasara con su mamá. Entró hasta la sala y casi vomita al ver que Vlad se aplicaba un refrescador de aliento y se acercaba peligrosamente a su mamá para besarla, lo bueno es que Maddie se lo impidió poniéndose de pie de golpe, disculpándose con Vlad diciendo que tenía que salir un momento y caminando hacia la puerta.

—Esperare con ansias —dijo Vlad emocionado

Maddie vio a su hija recargada junto a la puerta con los brazos cruzados y le dijo en un susurro.

—Mantén al viejo ansioso entretenido hasta que pueda encontrar un teléfono —y salió del lugar

—Mamá se fue, lo que significa... —sacó la llave del bolsillo de su pantalón y abrió el seguro del cinturón logrando quitárselo—... es hora de pasar un pequeño tiempo de calidad con el tío Vlad. Pero primero... —del reloj de piso que estaba junto a ella, movió la manecilla minutero del once al nueve y se acercó a Vlad, quien leía un libro—. Oye, Tío Vlad

—Oh, por favor Daniela, no intentes molestarme —levantó la mirada del libro hacia el reloj—. Especialmente con tus poderes inactivos por otros quince minutos —miró a la chica con una sonrisa burlona—. Con ellos apenas eres una amenaza para mí. Pero ¿Sin ellos? —El mayor no se dio cuenta que Danny lo miraba con una sonrisa burlona y encaró una ceja—. Bueno, no necesito quince segundos ¿verdad? —dijo Vlad esto último volviendo sus ojos azul oscuro a rojos por completo.

—¿Cómo puedes decir eso? —preguntó Danny fingiendo sorpresa y con un tono de voz inocente—. ¿Crees que mi mamá tomó ella misma la decisión de regresar? Somos una familia. Las dos lo hablamos anoche, y yo también quiero quedarme contigo.

—¿En serio? —preguntó Vlad entre sorprendido y conmovido—. No querrás decir...

—Claro que sí. ¡Vamos, dame un gran abrazo, nuevo papá!

Vlad cerró los ojos emocionado y extendió los brazos listos para abrazar a la chica. Danny llevó sus manos hacia su espalda donde tenía oculto el Espectro Deflector.

«Idiota» pensó la chica con una sonrisa burlona mientras le colocaba rápidamente el cinturón a Vlad.

El mayor abrió de golpe al sentir una descarga venir de su cintura. Vio el cinturón y grito de dolor y furia a la vez que sujetaba el condenado aparato.

—¡Pequeña rufián, me engañaste! Sabes lo que esto significa para ti ¿verdad?

—Oh, sí —respondió Danny mirando el reloj. Medianoche, se transformó enseguida en Phantom—. Una pelea mucho más justa

Vlad se transformó rápidamente en Plasmius y trató de atacar, pero las descargas del cinturón eran muy fuertes y le impedían pelear. Danny aprovechó esa ventaja para atacar al halfa mayor. A pesar de que Danny empezó con ventaja, Plasmius lograba contraatacarla y sus ataques eran fuertes aunque no tanto como de costumbre gracias al Espectro Deflector.

—¡Niña tonta! Aun con mi fuerza disminuida sigo siendo más poderoso que tú —Vlad trató de duplicarse, pero lo único que logró fue tener dos cabezas—. No puedo duplicarme —exclamaron las dos cabezas mirándose con sorpresa.

—Vaya, no sé a cual cabeza golpear. Bien, tendré que golpear ambas —levantó bueno y con los puños listos voló hacia Vlad—. A cincuenta kilómetros por hora, apuesto a que esto dolerá.

Gracias a que Vlad usó sus energías tratando de duplicarse, se debilitó y fue una gran ventaja para Danny, quien logró derrotarlo y derribarlo simplemente con soplarle un poco. Vlad admitió que perdió, pero llamó a sus mascotas y les ordenó atacar a la chica fantasma. Sin embargo, Danny logró convencerlos que no lo hicieran al mostrarle lo que "su amo" hacia con sus pieles. En un momento de distracción, Danny tomó el Plasmius Maximus y le dio a Vlad una probada de su propio invento, al igual que hizo que los animales persiguieron a Vlad por todo el bosque.

Unos segundos después, regresó Maddie. Le dijo que no encontró un teléfono en ninguno de los vehículos que el billonario tenía hasta que reacciono y entendió que podía usar alguno de ellos para irse de ahí. Optaron por usar el helicóptero. De camino, Maddie le pidió a Danny que guardara en secreto lo que pasó en Colorado, a la vez que Danny se disculpaba por haberse comportado de una manera tan pesada durante todo el fin de semana y que en realidad la paso muy bien.

Regresaron a casa y vieron que no había pasado nada extraño en su ausencia, hasta que Jazz bajó las escaleras, montada en un castor fantasma de dos cabezas pasando junto a su hermana menor y la saludó como si fuera lo más normal del mundo lo que pasaba.

Danny sonrió a la vez que se encogía de hombros. Tomó su maleta y subió a su habitación; dejó sus cosas junto a la cama y se dejó caer en esta bocabajo. Se acomodó boca arriba y se puso a pensar en todo lo que pasó en Colorado; a pesar de lo sucedido y los insultos que le dijo al halfa mayor, no pudo evitar sentirse mal por todo eso, y se sintió peor al recordar como lo engañó tan descaradamente con el mayor punto débil del mayor: Que Danny lo aceptara como a su padre.

—Se supone que es mi archienemigo ¿Por qué rayos siento lástima por él? ¡Odio esto! —exclamó Danny llevando sus manos a la cabeza y moviéndose un poco a causa de la confusión.

Mientras Danny sufría de sus desdichas adolescentes, Vlad regresaba totalmente agotado a su chalet con el Espectro Deflector casi destruido por completo en una mano y lo arrojaba al suelo de su laboratorio. Se transformó en Plasmius y comenzó a revisar algunos archivos de su computadora principal.

—Muy bien jugado, pequeña tejón. Pero lo único que acabas de hacer es arrojar más leña al fuego. Si no puedo tenerte a mí lado por las buenas, pues... supongo que puedo buscar un reemplazo —del bolsillo de su pantalón sacó un pañuelo rojo perfectamente doblado, lo abrió y de él saco un único cabello largo negro azabache. Era un cabello de Daniela—. Creo que ha llegado la hora de fabricar a mi propia hija mitad fantasma.

Presionó un botón grande que estaba en el teclado y varios archivos fantasmas aparecieron en el escritorio; era información sobre Daniela y algunos videos de sus batallas contra la cazadora roja, Valerie Gray. Vlad sonrió de lado, comenzando a maquinar lo que sería su plan más malvado a la vez que su proyecto más grande hasta ahora: La Clonación.

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