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Cambio de imagen

—No es tan malo como parece

—¡Para ti es fácil decirlo, Sam!

—Debería de alegrarte que no paso a mayores. Los accidentes pasan

—¡Pero, curiosamente, siempre me pasan a mí, Jazz!

—Yo sigo sin entender porque tanto alboroto, solo es cabello

—¡Tucker!

El equipo Phantom se encontraba en la habitación de la joven halfa tratando de levantarle el ánimo; por lo general cuando a Danny le pasaba algo "malo" siempre era a su lado fantasma, pero al parecer el universo había querido que esta vez le ocurriera a su lado humano:

FLASHBACK

Era un día normal de escuela en la Secundaria Casper para los tres amigos, lo único diferente para ellos era la apariencia de Danny; en vez que ir peinada con su habitual coleta había decidido hacerse una trenza para variar un poco su peinado ahora que lo tenía más largo (a la cintura). Para Tucker no era gran cosa, pero para sus amigas parecía que sí; ese tipo de cosas hacía que deseará tener un mejor amigo varón.

El día iba como si nada, tranquilo; no obstante, las cosas se pusieron feas en la clase de ciencias. El profesor había salido por un momento dejando a la clase sin supervisión en un lugar peligroso; Dash y Kwan comenzaron a jugar con los equipos de laboratorio sobre todo con el mechero de Bunsen acercándolo a los nerds y quemándoles la ropa. Los pobres chicos en cuanto sentían el calor y el olor de la tela quemada corrían como locos tratando de apagar el fuego hasta que se metían a la ducha de emergencia.

La diversión duro poco ya que Danny sintió la presencia de un fantasma y de pronto todos los materiales e instrumentos comenzaron a flotar. En seguida apareció ante ellos Sidney Poindexter quien era el que manipulaba los objetos comenzando su discurso acerca de los bravucones y como los castigaría, así que uso los instrumentos del laboratorio en su contra y enseguida salieron huyendo y eso desató el pánico.

Los alumnos corrían por todos lados despavoridos; los profesores trataban de mantener el orden, pero Poindexter evitaba que alguien se acercara a ayudar a los bravucones. Uno pensaría que con ese alboroto Danny encontraría un lugar donde transformarse; sin embargo, Dash y sus amigos usaban algunos nerds como escudo y eso provocaba más la ira de Poindexter. El rubio cobardemente usaba a la azabache como protección impidiendo a la chica liberarse.

«¡Lo que me faltaba! Ahora ¿cómo rayos me lo quito de encima?»

—¡No sé que me molesta más —exclamó molesto el fantasma nerd—: un bravucón aprovechándose de unos pobres nerds o de usar a una chica indefensa de escudo humano!

—¡Fenton, tus padres son cazafantasmas! —exclamó Dash apretando con fuerza los brazos de la chica a causa del miedo—. ¡HAZ ALGO!

—¡LO HARÍA SI ME SOLTARÁS GRANDICISO...!

Poindexter invocó unos bisturí y los arrojó a los dos adolescentes. Dash dejo escapar un grito agudo por el miedo a la vez que soltaba a Danny. La chica aprovechó para empujar al rubio y así evitar los peligrosos cuchillos. Lamentablemente en el proceso, la trenza de la azabache se alzó y algunos bisturí cortaron donde empezaba el peinado. Al escuchar los bisturí cortando el aire y la falta del peso en su cabeza, Danny volteó y vio su cabello, como si fuera a cámara lenta, deshaciendo la trenza hasta el broche de cabello azul con un tridente plateado que sujetaba la punta.

La cabellera cayó y fue entonces que la azabache se paso una mano por su cabello; afortunadamente los bisturí no la lastimaron, pero a cada tacto su expresión, que primero fue de asombro, poco a poco pasó a una de ira. Su cabello... le había costado mucho que creciera a como lo tenía para que un patético fantasma se lo cortara... oh no, eso no se quedaría así.

Poindexter detecto energía espectral. Se volvió hacia la joven halfa y se tenso al ver que los ojos humanos (azules) se volvían espectrales (verde fosforescente) con una expresión de furia que enseguida supo lo que significaba: estaba en problemas. Todos los instrumentos de laboratorio que tomó los dejó de caer y escapó por el techo. Danny al verlo huir, salió corriendo detrás del él ignorando los gritos de sus mejores amigos. Una vez que se encontró sola, Fenton se transformó en Phantom (en esa apariencia sintiendo el peso de su cabello) y voló por Poindexter.

Salió de la escuela y los buscó con la mirada por todos lados, hasta que sintió la presencia del fantasma por la cafetería. Fue hacia allá, entró  y observó el lugar. A simple vista no vio nada, se adentró en la cafetería con calma buscando a Poindexter. Sentía su presencia, pero quería que el fantasma se sintiera seguro antes de atacar y lo logró: pasó junto a una de las mesas y escuchó un suspiró de alivio salir de una de esas. Se hizo invisible y Poindexter salió de su escondite, entonces Danny volvió al plano visual, el nerd se asusto y trató de huir, pero la chica disparó haciendo que el fantasma se desviará de la salida hacia la cocina.

Phantom lo siguió, entró a la cocina y entonces fue atacada por utensilios de cocina. La joven halfa los esquivó y vio a Poindexter en el centro del lugar rodeado por cacerolas.

—¡Vaya! No creí que te molestaría un corte de cabello, bravucona. ¡Veamos si te pasa lo mismo que a Sansón!

Poindexter le disparó a la chica, ella esquivó y contraatacó haciendo que el nerd usara las cacerolas como escudo, pero estos no fueron suficientes, explotaron y el fantasma cayó al suelo de espaldas. Phantom aterrizó a un metro de su oponente.

—¡A diferencia de Sansón, yo no perdí mi fuerza SINO QUE AUMENTO DEBIDO A MI ENOJO!

Danny levantó la mano para dispararle otra vez. Poindexter levantó una mano, manipuló los cuchillos los lanzó hacia la joven halfa. Phantom escuchó ruido detrás de ella y evadió el ataque. Sin embargo, tuvo el mismo resultado que con Fenton: un cuchillo le cortó el cabello (peinado en una coleta baja). La chica vio ahora su cabello blanco, todavía atado por la liga negra, y si ella ya estaba enojada, ahora estaba furiosa.

De no ser porque llegaron la cazadora roja y los amigos de la halfa, habría destruido al nerd. Gracias al ataque fantasma las clases del resto del día se suspendieron y los alumnos regresaron a sus casas. Una vez que el ambiente se calmo, no faltaron las bromas de Paulina y su séquito hacia Danny por el desfortunio de su cabello. La azabache le quitó su boina a Tucker, se la puso y salió casi corriendo de la escuela seguida por sus amigos. En el estacionamiento de la escuela se encontraron con Jazz, quien al ver a su hermana corrió hacia ella preocupada. Su hermana pasó de largo metiéndose al auto de la pelirroja cerrando de un portazo. Jazz miró a Sam y Tucker confundidos y ellos solamente le dijeron que en el camino le explicaban.

Los adolescentes se metieron al auto y de camino a los Laboratorios Fenton la pelirroja se dio cuenta de que Danny usaba la boina de Tucker, con esa pregunta inicio la explicación de los adolescentes. Aprovechando que les había tocado luz roja, Jazz miró preocupada a su hermana, acercó una mano para quitarle el sombrero, pero Danny la tomó de la muñeca y le avisó que la luz ya era verde. Llegaron al hogar Fenton, subieron casi corriendo a la habitación de la joven halfa, la azabache se quitó la boina y las lágrimas salieron al ver el desastre en el que quedó su cabello.

FIN DEL FLASHBACK

Danny estaba sentada en su cama abrazando sus rodillas mientras que su hermana y Sam estaban sentadas en la orilla de la cama a cada lado de la chica y Tucker a los pies de la cama sentado en la silla del escritorio. La azabache había llorado unos minutos tratando de ser calmada por todos; costo trabajo, pero al fin la chica dejo de llorar. No obstante, se había acurrucado en su cama y miraba con tristeza su cabello cortado que Sam había recuperado cuando ella salió detrás del fantasma nerd.

—Vamos Danny, anímate —dijo Tucker—. ¿Qué te parece si vamos a jugar videojuegos? ¿O a comer algo a la Hamburguesa Apestosa?

—Tucker ¿en serio crees que voy a salir así? —preguntó Danny señalando su cabello mal cortado

—Puedo prestarte mi boina otra vez y antes de ir vamos a que te arreglen el cabello

—Si tan solo fuera para que vuelva a crecer

—Danny, levántate —dijo de pronto Sam, llamando la atención de todos—. Vamos al baño

Esas palabras desconcertaron a los presentes. La azabache hundió los hombros y siguió a su mejor amiga y Jazz y Tucker esperaron en el cuarto de Danny por quince minutos. La puerta se abrió y entraron las azabaches. Tucker iba a preguntarles que fueron a hacer, mas no dijo nada en cuanto vio a Danny: Sam había arreglado el cabello de su amiga haciéndole un corte tipo Bob. A primera vista Jazz pensó que se parecía al de su madre, no obstante, al verla mejor se dio cuenta de que era un poco diferente.

La joven Fenton se pasó una mano por su cabello a la vez que sentía pena por sentir la mirada de todos fijos en ella y no decían nada.

—¿Y? —dijo al fin la joven halfa—. ¿Cómo me veo?

—¡Te ves muy hermanita! —dijo Jazz

—No sé porque ese ese estilo me parece familiar —comentó Tucker

—¿Será porque lo saque del Avatar Korra en la cuarta temporada? —dijo Sam—. Solo que en lugar de acomodar su cabello hacia el lado derecho lo acomode al izquierdo como le gusta a Danny

Mientras sus amigos hablaban, Danny se acercó al espejo de su tocador. Se había acostumbrado a tener el cabello largo y hacia mucho que no se lo había dejado tan corto como ahora (aunque eso no fue porque quiso). Sin embargo, ahora que lo pensaba, con tanto combate fantasma más de una vez había pensado en cortárselo, pero por el mismo cariño que le tenía no lo había hecho.

—Oye, Danny —llamó el moreno a su amiga—. Ahora con ese peinado podrías hacer ese cosplay del avatar Korra. Tienes el mismo color de ojos, de cabello, creo que tienes la ropa, solamente te falta...

—Lo sé, el color de piel —completo la azabache

—Iba a decir los músculos, pero esos los vas logrando poco a poco gracias a las peleas fantasmas —Las chicas no dijeron nada, era el tipo de comentario que solo al moreno se le ocurriría—. Por cierto ¿como Phantom no habías sufrido un "corte exprés" también?

—Igualmente me encargué de eso, le hice el mismo corte. Muéstrales Danny

La azabache pasó de Fenton a Phantom, efectivamente también tenía el mismo corte de cabello. Escucharon un mohín y los tres amigos miraron a la pelirroja.

—Uh... ¿pasa algo Jazz? —preguntó Danny

—Sé que no es algo importante ya que es tu lado heroico, pero creo que el traje no queda bien con tu nuevo estilo.

Los tres amigos se sorprendieron por lo que dijo Jazz. Danny se acercó a su armario, lo abrió y miró su imagen en el espejo de cuerpo completo de la puerta; lo único nuevo era su corte de cabello, pero su traje seguía siendo el mismo: cuerpo completo negro, su logotipo, guantes a los codos, botas hasta la rodilla, cinturón y el cuello blanco. Se observó con cuidado y le hizo pensar que tal vez su hermana tuviera en parte razón; no era por el peinado sino porque le pareció que, al igual que Fenton, ya era hora de que Phantom también tuviera un cambio de imagen.

Les dijo a sus amigos que estaba de acuerdo con Jazz, entonces Sam se ofreció a hacerle un nuevo diseño a su traje a lo que la joven halfa se alegró e igualmente se sorprendió del ofrecimiento, a lo que la gótica solamente le dijo «lo que es aprender confección para "contrarrestar" los atuendos que mi madre me da».

Tucker salió de la habitación un momento, Danny se quitó el traje y se lo dio a Sam. En caso de que tuviera un combate fantasma de emergencia, la peliblanca se puso unos tenis blancos, pantalones ajustados negros y una sudadera con el diseño del traje del paladín negro. Volvió a su forma humana y dejaron entrar a Tucker. La mayor parte del tiempo Sam estuvo haciendo bocetos y se los mostró para decidir el nuevo diseño del traje de Danny; quienes más opinaban eran las chicas mientras que el moreno se estaba aburriendo y se puso a jugar con su PDA.

Ya casi a la hora de la cena, llegaron los señores Fenton. Después del ataque fantasma en la Secundaria Casper llamaron a los cazadores para revisar el lugar y hacer modificaciones en la seguridad antifantasmas. Los adolescentes bajaron a recibir al matrimonio Fenton y en cuanto los adultos vieron a sus hijas se abalanzaron sobre ellas en un asfixiante abrazo.

—¡Oh, mis niñas! ¿están bien? —preguntó angustiada Maddie

—Estamos bien, mamá —contestó con dificultad Jazz debido al abrazo

—No estamos heridas —agregó Danny, también con ahogo

—¡Ay, que bueno...! ¡Danny! ¿qué le pasó a tu cabello?

Jack y Maddie se separaron de sus hijas y fue cuando se dieron cuenta de la nueva apariencia de su hija menor. Danny se pasó la mano por el cabello a la vez que bajaba la miraba. Les explicó a sus padres lo que sucedió y cuando terminó vio a su padre sacar (de quien sabe donde) un arma y, como siempre, a insultar a los fantasmas. Maddie detuvo a su esposo y se volvió hacia su hija.

—Lo siento mucho, Danny. —dijo la matriarca Fenton tomando a la azabache por los hombros—. Sé lo mucho que te gustaba tu cabello y los cuidados que le diste para tenerlo como lo tenías

—Aunque bueno, debemos agradecer que no fue su cuello —comentó el patriarca Fenton

Maddie vio mal a su esposo más que nada por la manera por el modo en que hablo. Para cortar la tensión, Sam y Tucker se despidieron de los Fenton, Danny acompaño a sus amigos hasta la puerta mientras que Jazz iba a su habitación y sus padres al laboratorio. De camino al sótano sonó el teléfono, Maddie se acercó al aparato y contesto.

—¿Diga?

¡Oh, Maddie! Buenas noches

—Hola Vlad. ¿Cómo has estado?

Ya sabes, con mucho trabajo. No es fácil ser alcalde y empresario al mismo tiempo, pero no me quejo. Por cierto, escuche de un ataque fantasma en la Secundaria Casper ¿Jasmine y Daniela están bien?

—Sí, gracias al cielo las dos están bien. —la mujer miró hacia la estancia para cerciorarse de que su hija menor ya no estaba para poder continuar—. Bueno, Jazz está mejor que Danny

Se hizo un silencio que hizo a Maddie preocuparse. Iba a decir algo, pero enseguida Vlad hablo.

¿Qué le sucedió a Daniela? ¿Está bien? ¿Es grave?

La cazadora mentiría si dijera que no le sorprendió esa reacción de Vlad, pero enseguida recordó que últimamente Danny y Vlad eran muy unidos así que era de esperarse su reacción. Tranquilizó al alcalde y le explicó que su hija perdió su cabello durante ese ataque.

—Agradezco que no pasara a mayores, pero Danny está algo triste ya que le costo mucho trabajo tenerlo así de largo y lo cuidaba mucho

En la oficina del alcalde, mientras la mujer seguía hablando, Vlad revisó las cámaras de seguridad en la habitación de la joven halfa viendo desde que llegó y como había quedado su cabello, salía un momento con Manson y regresaba ahora con un nuevo corte. A simple vista le pareció que el estilo era parecido al de Maddie y eso le preocupo al mayor, pero al ver mejor a la chica se relajo al ver que eran diferentes. Configuro la cámara para ver a su pequeña en vivo y la vio mirándose en el espejo aun analizándose con el nuevo peinado.

Alcanzo a ver que su pequeña tejón no se veía convencida y la tristeza reflejada en sus ojos. Entonces se le ocurrió una idea.

Maddie ¿ya cenaron?

La pegunta tomó por sorpresa a la mujer puesto que creyó que seguiría preguntando Danny.

—No, todavía no ¿por qué?

—¿Tú y Jack tendrían inconveniente si llevo a cenar a Daniela? Imagino que estará triste por lo que le sucedió y quisiera ayudarla a levantarle el ánimo. Es viernes así que no habrá de preocuparse por la escuela.

Maddie lo pensó por un momento, le pidió a Vlad que la esperara un momento en la línea. Fue a ver a su esposo, le comentó del permiso de su amigo de la universidad y, como supuso, Jack enseguida dio su autorización con una sonrisa. La mujer regresó al teléfono y le dijo que su esposo no tenía problema solamente faltaba decirle a Danny, a lo cual Vlad le pidió a la mujer hablar con la adolescente. La cazadora dejo un teléfono a un lado y fue a llamar a su hija.

—¡Danny, ven por favor! ¡Teléfono!

Vlad vio en las cámaras la curiosidad y duda en la mirada de su pequeña. La siguió saliendo de su habitación y asomándose por las escaleras.

—¿Quién es?

—Es Vlad

El platinado sonrió al ver la reacción de la adolescente (un respingo y un leve sonrojo en sus mejillas). Daniela bajó casi corriendo las escaleras y fue a contestar.

—Ho... ¿hola?

Buenas noches, mi pequeña tejón. Tu madre me contó lo que sucedió en la escuela ¿estás bien?

Danny sonrió por la preocupación del mayor. Se fijo que su madre ya no estuviera y le contestó.

—Admito que me pone triste el perder mi cabello, pero debo encontrarle lo positivo y es que ahora será más práctico tanto para Fenton como Phantom.

¿Tanto Fenton como Phantom? ¿Cómo? ¿Phantom también sufrió un "cambio de imagen"?

A pesar de saber de que Vlad no estaba, Danny no pudo evitar hacer un puchero a la vez de sacar la lengua. Obviamente ella no sabía de las cámaras, que el mayor la vio y soltó una risita por la actitud adorable e infantil de su pequeña.

—¡No te burles, Masters!

Lo siento, pequeña. En fin ¿tienes planes con tus amigos ahora mismo?

—No, de hecho hace unos minutos se fueron ¿por qué?

¿Te gustaría ir a cenar conmigo? Será en mi mansión para que tengamos más... privacidad

Danny se sonrojó por como Vlad dijo la última palabra. Miró hacia el laboratorio con duda, quería ir con él, pero no sabía si sus padres la dejarían salir a esas horas. Adivinando los pensamientos de la azabache, le dijo:

No te preocupes, ya le dije a Maddie y no tiene inconveniente. Le pregunto a tu padre y él también está de acuerdo

La azabache no le sorprendió, era de esperarse que Vlad tuviera todo perfectamente planeado aun siendo de último momento.

—Sí, me gustaría

Te veo en diez minutos, pequeña tejón. Te amo

Cada vez que Vlad le decía eso, la azabache todavía creía que se encontraba en un sueño, uno en el que no quería despertar.

—También te amo

Corto la llamada y se llevó las manos al rostro para amortiguar el grito de emoción que quería salir. Últimamente por su trabajo como empresario y ahora de alcalde Vlad estaba muy ocupado y era difícil verse incluso usando sus poderes, por lo que esos momentos que al fin podían verse los aprovechaban al máximo. Bajo rápido al laboratorio a ver a sus padres y le alegro escuchar que sus padres le dijeron de la invitación del mayor, aunque también incluida las clásicas advertencias de que se comportara, etc.

El timbre de la puerta sonó y los tres Fenton salieron del laboratorio. Vieron a Jazz ir hacia la puerta y abrirla.

—Buenas noches Jasmine —saludo Vlad

La pelirroja se quedo pasmada en la puerta y sin moverse.

—¡Vladdie, llegaste pronto! —exclamó emocionado Jack

Eso fue suficiente para que Jazz reaccionara y se hiciera a un lado para dejar entrar al platinado.

—Me pareció correcto que entre más temprano salga Daniela más temprano regresara y así no romperá su toque de queda.

—Gracias por eso Vlad —agradeció Maddie

Mientras los adultos hablaban, Jazz se acercó a su hermana y basto una mirada para que la azabache le explicara rápido que estaba sucediendo.

—¿Estás lista Daniela?

Las hermanas se volvieron hacia los adultos. La azabache dijo que solo iba rápido a su habitación por una chaqueta y su bolso; con eso Danny subió seguida por su hermana. Una vez fuera del alcance de los adultos, las hermanas hablaron.

—¿Cuándo pensabas decirme que Vlad te invito a salir?

—Ni siquiera yo lo sabía. Me invitó hace menos de veinte minutos y le preguntó primero a mis padres si podía salir

—Solo espero que no se "diviertan demasiado"

—¡Jazz!

La pelirroja se rio a costa de su hermana debido a su reacción. Las hermanas bajaron encontrándose a los adultos conversar, en cuanto vieron a las adolescentes la platica se interrumpió. Danny se despidió de su familia, Vlad prometió regresar a la chica temprano y salieron de los Laboratorios Fenton.

Estacionado en la calle se encontraba el Bentley Continental Flying Spur negro, Danny había creído que estaría la limosina de la alcaldía, pero supuso que Vlad cambió de vehículo para su cita a pesar de que sería en el hogar del mayor.

Como buen caballero, el platinado le abrió la puerta. Un poco cohibida, y todavía sin acostumbrarse, Danny subió al auto. Vlad cerró la puerta y subió al auto del lado del piloto. Se dio cuenta de la miraba penosa de la chica por lo que llamo su atención posando una mano en esa cabellera azabache.

—¿Algo en especial que quieras cenar, pequeña tejón?

—Uh... ¿comida japonesa está bien?

—Buena elección

Vlad hizo algo en su celular y cuando termino empezó a conducir. Por unos minutos estuvieron en silencio hasta que el mayor le sacó conversación a la chica sacando su tema favorito: astronomía. Eso fue suficiente para que la azabache estuviera casi todo el camino hablando sin parar hasta que llegaron a la mansión. Ambos halfas bajaron y entraron en la mansión, fueron a la cocina y (para sorpresa de la joven) la comida ya estaba servida. Iba a preguntarle a Vlad, pero el mayor le hizo un gesto con la mano para que se sentara así que aceptó.

La cena estuvo tranquila, conversaron de todo un poco siendo Danny la que más hablaba y para Vlad estaba bien pues se mantenía alegre la chica. Después de cenar, recogieron la cocina y fueron a la sala de estar a ver películas.

—¿Qué te gustaría ver? —preguntó Danny iniciando sesión en Netflix

—Lo que tú quieras está bien —contestó Vlad sentándose al lado de la chica

—Oye, todo el tiempo me has estado consintiendo. No me parece justo así que esto lo vas a escoger —le tendió el control dando a entender que no aceptaba replicas

Vlad suspiró y tomó el control remoto.

—De acuerdo, pequeña

Reviso las opciones y decidió poner «Jasón y los Argonautas». Una cosa que se había hecho costumbre entre ellos es que mientras veían una película o serie la comentaban y esa no era la excepción, ya fue acerca de las comparaciones con el mito o los efectos stop-motion que utilizaron para los monstruos.

La película terminó, Vlad iba a levantarse, pero un peso sobre su hombro se lo impidió. Bajó la mirada y vio que Daniela se había quedado dormida; con todo el parloteo durante la película dudaba que el sueño fuera por aburrimiento, la chica había tenido un día muy pesado (emocional y físicamente) así que era natural que estuviera cansada. Con cuidado de no despertarla, la recostó en el sofá y fue a buscar el teléfono, se había pasado por cinco minutos el toque de queda de Daniela así que llamaría a los Fenton para tranquilizarlos. Solo se alejó de la chica medio metro cuando de pronto la canción «Hedwig's Theme» se escuchó; buscó el bolso de Daniela, sacó el celular y vio una llamada entrante de Maddie por lo que respondió enseguida.

—¡Daniela Fenton ¿dónde estás?! ¡Hace siete minutos que deberías estar en casa!

—Tranquila Maddie, está conmigo en mi casa

¡Vlad! Lo siento mucho, por favor comunícame con Danny

—No será posible porque la pobrecita se quedó dormida

¡Oh! Disculpa Vlad, enseguida le diré a Jack que pase por Danny...

—En realidad, iba a preguntarte sino tenían inconvenientes que Daniela se quedara conmigo esta noche. Ya es tarde y la pobrecita está muy cansada como para despertarla

Como imagino, se hizo silencio en la línea. La petición que el mayor hizo no era común por lo que era de esperar esa reacción. Después de unos segundos la matriarca Fenton volvió a hablar.

No queremos molestarte, Vlad. Jack puede pasar por Danny y asegurarse de no despertarla...

—Al contrario, no es ninguna molestia, querida. No quiero que ni tú ni Jack se molesten en salir a deshoras, además de que Daniela está en buenas manos, la cuidaré muy bien.

Otra vez Maddie se quedó en silencio. Vlad escucho que al otro lado de la línea se unía una segunda voz, la cual reconoció enseguida como la Jack, y la mujer conversaba con él. Se escuchó movimiento y ahora fue el patriarca Fenton quien estaba en la línea.

Muchas gracias por cuidar a Danny, V-man. Es bueno tener un gran amigo como tú

—No es nada, Jack. Bueno, será mejor que lleve a Daniela a una habitación para que descanse mejor.

Otra vez muchas gracias, Vladdie. Buenas noches

—Buenas noches, Jack y por favor despídeme de Maddie

El patriarca Fenton pasó el recado y cortó la llamada. Vlad regresó el celular de la azache a su bolso. Apagó y recogió todo y después se acercó a la dormida adolescente. Se hincó junto a ella y la contemplo dormir. Era la primera vez en mucho tiempo que la veía así de frente y no con sus cámaras, se veía muy dulce así, costaba creer que esa chica era la misma Danny Phantom que combatía fantasmas y protegía Amity Park.

Apartó del rostro de la chica unos mechones que cubrían su rostro y los acomodó detrás de su oreja. Podía quedarse toda la noche contemplándola dormir, pero él también necesitaba descansar. La cargo en sus brazos y la llevó a su habitación, recostó a la chica en la cama con delicadeza, le quito los zapatos y la metió a la cama. Lo correcto era que hubiera llevado a la chica a una de las tantas habitaciones de invitados que tenía en la mansión, pero él quería estar con ella el mayor tiempo posible así que por eso la llevo a la habitación principal (obviamente que era suya) y la recostó ahí. No sabía si era para no incomodar a la chica o qué, pero decidió que dormiría con la ropa que traía puesta (una camisa blanca y un pantalón de vestir negro) y se soltaría el cabello. Se metió a la cama quedando de frente a la chica, Daniela dormía cómodamente, sin darse cuenta de nada. Vlad acercó una mano al rostro de la chica y suavemente acarició su rostro, ante ese tacto la chica se movió en sueños y el mayor apartó la mano temiendo haberla despertado, pero Danny no lo hizo, solamente se acomodó dándole la espalda al mayor. Vlad suspiro aliviado al ver que no la despertó. Se acercó a la chica abrazándola por la cintura y haciendo que la espalda de Daniela se apoyara en su pecho. Ojalá pudiera dormir así todos los días, pero eso solo podía pasar esa noche... al menos por ahora.

—Descansa, mi pequeña tejón —le beso la coronilla y se acurruco más junto a ella —. Te amo —y con esas palabras Vlad se quedó dormido.

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Esa noche era de las pocas en las que podía descansar en paz, el no tener que despertar a la mitad de la noche para ir a luchar contra algún fantasma y perder valiosas horas de sueño. Su cama era cómoda, pero ahora la sentía mejor; incluso sentía diferente su almohada, tanto que hasta desprendía un exquisito ahora que en algunas pocas ocasiones pudo oler. Ese ahora le recordaba a...

—Vlad

—¿Sí, pequeña?

Esa voz, era la voz de su novio. Debía seguir dormida porque no era posible que él estuviera junto a ella tan temprano y mucho menos en la cama. Poco a poco el sueño se fue dejando que fuera más consciente de su alrededor. Su cabeza y su torso estaban recargados sobre algo grande y firme, esa no era su almohada. Movió su mano para sentir lo que estaba abrazando y se dio cuenta que la tela que sujetaba era diferente a la de su cama. Restregó un poco su rostro para asegurarse de que su mano no estuviera mintiendo y al hacerlo el aroma se hizo más notorio. Al fin abrió los ojos y lo primero que vio un pecho bien formado enfundado en una camisa blanca que tenía los primeros tres botones abiertos dejando ver parte del pecho.

—¿Qué...?

—Buenos días, Daniela

La chica levantó la mirada y sus ojos se toparon con unos azules oscuros que la miraban con amor y una cálida sonrisa. Sintió el sonrojo subir bruscamente por su rostro a causa de la vergüenza y unas grandes ganas de salir corriendo de ahí, pero lo único que hizo fue soltar a Vlad, bajar la mirada y cubrirse con las sábanas hasta la cabeza. Vlad se rio por la reacción de la chica, se recostó junto a ella y con cuidado apartó la sábana encontrándose con una adolescente sonrojada y cubriéndose el rostro con las manos.

—¿Vas a salir de ahí o te quedarás todo el día? —preguntó el platinado con un deje de burla

Danny le respondió, pero al tener las manos en el rostro se cubría la boca y no se le entendía. Vlad tomó una de las manos de la azabache y la bajo del rostro.

—¿Podrías repetirme lo que dijiste, por favor? No entendí ni una palabra

—¡No te burles de mí, Masters! Además ¿Qué rayos estoy haciendo aquí? —en un segundo la expresión de vergüenza de Danny cambio a una susto a la vez que se sentaba en la cama como si uno de los resortes de esta se hubieran salido—. ¡Mis padres! ¡Van a matarme! ¡No los contacte...!

—Tranquila, pequeña —dijo Vlad posando una mano en el hombro de la chica y así llamando su atención—. Yo hable con ellos. Maddie te llamó para saber dónde estabas ya que se había pasado tu toque de queda, al verte tan exhausta les pedí permiso para que te quedaras conmigo

—¿En serio? —preguntó impresionada la chica—. Bueno, debió ser muy fácil convencer a papá, el verdadero reto era mamá

—De hecho no lo fue

—¿Qué?

—Tal parece que su confianza hacia mí volvió poco a poco al ver lo "cercanos" que tú y yo nos hemos vuelto últimamente

Un leve sonrojo apareció en las mejillas de Danny al entender a Vlad.

«Si tan solo mis padres supieran la verdad» pensó la chica

De pronto se escuchó un ruido y el rubor de la azabache aumento; era su estomago, lo que quería decir que tenía hambre. Vlad se tapó la boca con la mano, ya se había burlado mucho de su pequeña así que era mejor parar por un momento. Se paró de la cama y le indicó a la chica que lo siguiera a la cocina. Los dos se acomodaron la ropa y se peinaron, una vez listos fueron a desayunar. El mayor había pedido mucha comida la noche anterior por lo que desayunaron lo que había quedado de la cena. Una vez alimentados y aseada la cocina y lo que usaron fueron a la residencia Fenton, pero no se esforzaron mucho en llegar rápido, por lo que fueron por el camino largo.

Vlad se estacionó enfrente de la casa; no obstante, ninguno de los dos dio indicios de querer salir del vehículo, querían estar más tiempo juntos. Sabía que no podían quedarse además de que el silencio la estaba incomodando, así que Danny hablo primero.

—Vlad —el mayor miro a la adolescente—. Gracias por lo de ayer

—No es nada, pequeña

—Oye ¿tienes...? —El teléfono de Danny sonó. La chica lo sacó de su bolso y vio que era Sam—. Disculpa, yo...

—Tranquila. Una vez por las tantas que yo he hecho

La azabache sonrió por el comentario y contestó la llamada.

—Hola Sam, buenos...

¡Daniela Fenton! ¡Explícanos en este instante qué haces con Plasmius en su auto!

—¿¡Qué!? ¿¡Cómo!?

¡Mira detrás de ti!

La chica hizo una mueca de dolor al darse una idea. Bajo la ventanilla del auto, asomó la cabeza hacia atrás y, efectivamente, en la esquina de su casa estaban parados sus mejores amigos; Sam todavía con el celular en la mano y una clara expresión de enfado y Tucker con los ojos muy abiertos al igual que su boca.

—Ah... hola chicos

—¡Danny!/¿¡Danny!? —exclamaron a la vez Sam y Tucker, la gótica con enfado y el tecnológico con incredulidad

«Esto ya me lo temía» pensó la azabache

Gracias a sus poderes, Vlad había escuchado esa pequeña conversación telefónica y no paso por algo la expresión de su pequeña tejón al darse cuenta de la presencia de sus mejores amigos. Bajo de su auto llamando la atención de la adolescente, fue hacia el lado del copiloto y le abrió la puerta a la chica.

—Vlad ¿qué estas...?

El mayor no dijo nada, solamente la tomó de la mano, la bajo del auto y la besó. Las reacciones de los tres amigos no se hicieron esperar: Sam gritó entre horrorizada y molesta, Tucker cayó de sentón y señalaba a ambos halfas y Danny estaba quieta con la cara roja a más no poder. Vlad rompió el beso y miro de reojo a los mejores amigos de Daniela, quienes seguían estupefactos por lo que acababan de ver y no pudo evitar dejar escapar una sonrisa triunfal.

—Bueno Daniela, al parecer tiene mucho de que hablar con tus mejores amigos. Vendré después a visitarlos, así que por favor notifícales a tus padres —se volvió hacia el par de adolescentes que seguían con su estupor—. Srta. Manson. Joven Foley

Cerró la puerta del copiloto, le dio otro beso a Danny en los labios, subió a su auto y se fue de los Laboratorios Fenton.

—Lamento eso Daniela, pero comienza a cansarme el hecho de no poder mostrar al mundo que eres mía

En cuanto el auto de Vlad se perdió de vista, Danny se volvió hacia sus mejores amigos. Los tres estuvieron en silencio, la tensión podía cortarse con un cuchillo, la azabache no sabía qué hacer o qué decir puesto que no se imagino que el platinado la besara de repente y enfrente de sus amigos. Nerviosa a causa del silencio, Danny se acercó a sus mejores amigos con cautela.

—¿Sam? ¿Tucker? —los llamó—. ¿Los dos estas...?

Había acercado una mano hacia su mejor amiga, pero la gótica la tomó de repente de la muñeca. Danny iba a decirle algo, pero sus palabras no salieron al ver la expresión de su amiga y no supo identificar sus emociones, no obstante estaba segura de una cosa: estaba en grandes problemas.

Sin soltar a la azabache, Sam se agacho a recoger su mochila de araña purpura del suelo, la cual Danny no se había percatado de esta, y entraron a los Laboratorios Fenton seguidas por Tucker, quien reaccionó al ver a sus amigas alejarse de él.

—¡Danny, buenos días! —saludó Maddie. Ella y su esposo estaban trabajando en un nuevo invento en la sala—. ¡Sam! ¡Tucker! Buenos días

—Buenos días, Sra. Fenton —saludó la gótica disimulando su enfado

—¡Danny, hola! —saludó Jack. Se percato de las personas que venían con su hija y dándose cuenta de que faltaba alguien mas—. Hija ¿dónde está Vladdie? ¿Por qué no esta con ustedes?

Al escuchar el nombre del mayor, los adolescente se tensaron. Danny uso intangibilidad para soltarse de Sam ya que de haber movido bruscamente el brazo para soltarse habría llamado la atención de sus padres.

—Creo que tenía cosas que hacer —contestó rápido la azabache—. Pero me dijo que más tarde vendrá a visitarnos —soltó una pequeña risa nerviosa y tomo a sus amigos de las muñecas—. ¡Estaremos en mi habitación! —y sin más subieron casi corriendo las escaleras

Una vez seguros en la habitación de la menor Fenton, Danny soltó a sus amigos y se dejó caer bocabajo en la cama. Tucker con duda se sentó en la silla del escritorio de su amiga mientras que Sam se quedo de pie con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

—Bien, Danny —comenzó la gótica—. Ahora sí explícanos ¿¡qué demonios paso hace un rato con Vlad!?

La aludida gruño por lo bajo, se incorporó y sentó en la cama de cara a sus amigos. No sabía como explicárselos, pero después de esa escena no tenía más opción que decirles la verdad. Les reveló en términos generales desde la vez que se le declaro al mayor después de ese segundo enfrentamiento con Spectra hasta lo de hace unos momentos. Durante todo el relato, Sam y Tucker no pudieron evitar ocultar su asombro ante cada palabra de su amiga y de todo esto solo había un pensamiento: locura.

Danny terminó y los tres se quedaron en silencio. La azabache solamente veía las expresiones de sus amigos; era consiente que el descubrir que ahora tenía una relación clandestina con quien fue su archienemigo por mucho tiempo era algo muy difícil de asimilar además de imposible de creer con los antecedentes del primer halfa hacia la segunda. Después de unos minutos (que a Danny le parecieron horas) Sam fue la primera en hablar.

—¿¡Por qué demonios no nos dijiste nada, Danny!?

—Para empezar, por como están reaccionando ahora, aunque ya me lo veía venir —contestó la azabache

—¿¡Y qué esperabas!? ¡Desde que descubriste que no eras la única mitad fantasma y que el primero ha querido destruir a tu familia los dos han sido archienemigos! ¡Aun no puedo creer que ahora los dos estén en una relación! ¡Al mismo tiempo ¿no te has dado cuenta de lo mala y peligrosa que es!? ¡Es mayor que tú por quien sabe cuántos años! ¡Podrías ser tu padre, aparte que desde que se conocieron ha querido que te conviertas en su hija/aprendiz! ¿¡Quién nos asegura de que no usa tus sentimientos para manipularte!?

—¡Sam, tranquila! —interrumpió Tucker la lluvia de preguntas. Él también tenía sus dudas y negaciones hacia esa relación, pero primero tenían que escuchar a su mejor amiga fantasma antes de juzgar—. Danny, ya nos contaste como pasó, pero no nos has dicho algo importante ¿cómo estás tan segura de que todo lo que Vlad dice sentir por ti es cierto? ¿Quién o qué puede asegurarnos de que no te lastimara?

—Créeme que lo he pensado mucho Tucker, principalmente por lo que ha pasado entre nosotros desde que nos conocimos. Pero hay algo en mi interior que me dice que él esta siendo sincero conmigo. No sé, instinto fantasma, corazonada, intuición, lo que sea, estoy segura de que Vlad es honesto conmigo y que ha cambiado.

Sam y Tucker se miraron, estaban preocupados por su amiga y sabían que aun estando con ella Plasmius no cambiaría de la noche a la mañana así como si nada, ni siquiera tratándose del amor que decía profesaba por su amiga. Por la expresión de Danny, ambos supusieron que ella ya no quería tocar ese tema delicado. Sam recargo su espalda en la pared dándose cuenta de que tenía algo en la espalda; miró sobre su hombro y al ver su mochila recordó porque había llamado a Tucker temprano y se habían dirigido a la casa de Danny.

—Cambiando de tema —dijo la gótica llamo la atención de sus amigos y descolgándose la mochila—. Traje algo para ti, Danny

—¿Qué cosa? —preguntó curiosa la chica

—¿Qué mas va a ser? ¡Tu nuevo traje!

—¿Nuevo traje? —preguntó Tucker confundido—. ¿Qué tiene de malo el anterior?

—Tucker, lo hablamos ayer. Me lleve el traje de Danny para hacerle unos cambios y les mostré el boceto

—Cierto. Yo sigo sin ver la razón por la cual modificar su traje

—Cuando son "asuntos de chicas" nunca le entiendes

—Que graciosa

—Tucker —el mencionado y la gótica voltearon hacia Danny—. ¿Te molestia si sales de mi habitación un momento, por favor? Voy a cambiarme

—¡Ah claro!

El moreno salió, cerro la puerta y se recargo en esta a la espera de sus amigas. Unos minutos después la puerta se abrió y el moreno cayó de espaldas dentro de la habitación.

—¡Podían haberme avisado que abrirían la puerta! —reclamó el moreno a la vez que se ponía de pie

—¿Cómo iba a saber que estabas ahí? —se defendió Sam—. En fin ¿qué dices?

Tucker siguió donde señalaba al gótica y vio a Phantom: el traje seguía siendo negro, su logotipo, cinturón blanco y botas hasta la rodilla del mismo color, las diferencias eran que el pantalón ahora corto a la mitad del muslo. Sus guantes ahora eran largos hasta las axilas. Del cuello seguía blanco, pero ya no tenía lo que parecía un collar.

—Vaya, creí que harías unos cambios mas radicales, pero se ve bien —comentó Tucker

—Sencillo y cómodo como le gusta a Danny

La chica fue hacia su espejo de cuerpo completo para contemplarse mejor. Sam tenía razón, sencillo y cómodo como a ella le gustaba. Reviso su apariencia y le gusto mucho.

Observósu cabello y recordó una frase que muchas veces había escuchado a otras chicas:«Una mujer que se corta el pelo, está por cambiar su vida». El corte nofue su idea, pero tenía que admitir que un cambio no le vendría mal, enespecial porque esta vez era consiente de este.

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