Los chicos aún se encontraban tras aquel árbol mirando alguna oportunidad para entrar a la casa, todos estaban nerviosos y ansiosos al ver como el nivel del agua empezaba a crecer, cada uno de ellos estaba totalmente mojado y temblaban debido al frío. Faltaba poco tiempo para que empezara a caer granizo y tuvieran que buscar un refugio, por suerte, los padres de Yoongi al final habían dado la cara, la madre estaba rota en llanto mientras era regañada por su esposo, poco a poco se fueron alejando y nadie más salió ¿Estaba Yoongi realmente ahí? Era la pregunta que todos se hacían, pero prefirieron entrar rápidamente, debían asegurarse que realmente no hubiera nada en la casa.

Los seis chicos entraron a la casa mirando todo con curiosidad, hacía mucho tiempo que no entraban allí, para Jimin era realmente doloroso volver al lugar, pues aún no olvida como en su propia casa habían matado a sus padres y aunque había tardado mucho en recuperarse de aquel accidente, sus heridas ya estaban sanas y lo único que importaba era encontrar a Yoongi.

—¡Yoongi! —gritó Jimin con fuerza— ¿Estás aquí?

—¡Suga! —gritaron Namjoon y J-hope.

Los chicos siguieron gritando con fuerza, pero no recibieron palabra alguna. Jungkook seguía caminando por toda la casa hasta que llegó a la puerta del sótano donde se escuchaban golpes muy débiles, pero constantes, rápidamente llamó a los chicos los cuales llegaron en un instante, se acercaron a la puerta y empezaron a llamar.

—¿Chicos? —despues de casi 10 minutos, la voz de Yoongi se hizo presente.

—¡¿Yoongi? ¿Estás bien?! —preguntó Jimin con su corazón agitado.

—No, tengo un pie muy lastimado y falta poco para que todo aquí esté bajo al agua —suspiró cansado—. Hace mucho estoy tratando de abrir la puerta, pero tiene llave.

—No nos rendiremos hasta sacarte de ahí amigo. —aseguró J-hope.

—Ya verás que todo saldrá bien —comentó Jin, pero en ese momento el agua empezó a correr por debajo de la puerta— o tal vez no.

Todo rápidamente empezaron a golpear la puerta, todo el sótano estaba inundado y lo único que quedaba con aire era donde estaba Yoongi, en lo más alto de las escaleras, pero el agua bajo la puerta les daba a entender que no tenían mucho tiempo. Seguían y seguían por largos minutos, pero la puerta ni siquiera forcejeaba un poco, estaba realmente bien construida y no había poder humano que la abriera, hasta que a Jungkook se le ocurrió romperla con un hacha, la puerta era de madera y no les quedaría difícil.

—Ya es muy tarde—susurró Yoongi antes de que Jungkook se fuera—, el... El agua ya casi me... Me tapa.

—Resiste por favor—sollozó Jimin al escuchar la voz de Yoongi entre cortarse por el nivel del agua.

—Recuerda que te amo con... Con todo mi corazón, eres el amor de mi... Mi vida —tosió—. Solo quería verte por última vez, que... Quería decirte lo importante que eres para mí. Se muy feliz y jamás me olvides— fueron sus últimas palabras hasta que el agua lo tapó por completo.