Horas seguían pasando haciendo que el sol saliera poco a poco, habían estado una noche completa en una incómoda silla amarrados como animales salvajes, sus bocas estaban cerradas con cinta aislante impidiendo que hablaran o pidieran ayuda. Unos minutos más tarde entraron las dos personas causantes de toda la desgracia en sus vidas, ellos eran los culpables de que estuvieran separados sin recuerdos, sin momentos, sin las personas que tanto amaban, ambos quitaron la cinta de los chicos y empezaron a alimentarlos con unas ricas frutas picadas bañadas en crema de leche y leche condensada.

Una vez que terminaron, bebieron algo de jugo de naranja y volvieron a ser sellados por la cinta de hace algunos minutos, estaba claro que salir iba a hacer inútil, estaban locos y no les importaba lastimarlos si con eso lograban mantener la imagen que durante tantos años estaban cuidando. Las dos personas que cuidaban a los chicos, hicieron que olieran la sustancia que los dejaría profundamente dormidos por un largo tiempo, aunque trataron de resistirse, al final terminaron perdiendo el conocimiento.

Con exactitud no sabría decir cuánto tiempo habían pasado los chicos bajo los efectos de dicha sustancia, pero cuando despertaron, estaban en la habitación donde Jimin y Yoongi habían visto a Jungkook, la ventana estaba sellada y la puerta cerrada con seguro, había una cama decorada con pétalos de flores y en una mesa para dos, un vino de uva alto en alcohol, acompañado de una rica cena digna de reyes.

—Tus padres están locos — musitó Jimin mirando todos los arreglos — no nos pueden obligar a querernos, eso ya es un ciclo cerrado.

—No recuerdo mucho del pasado — confesó — pero sé que era muy feliz con Taehyung y mis madres no tienen porqué meterse en nuestros asuntos.

—No recuerdo cómo terminé de pareja de Tae — dijo sentándose en la cama — no recuerdo casi nada, los señores Jeong deben saber lo que sucedió.

—Pero no creo que no lo digan — masculló sentándose a un lado de Jimin — será muy díficil sacarles la verdad.

Mientras conversaban sobre sus vidas y el como saldrían de allí, escucharon un disparo en la parte baja de la casa, los chicos se pusieron de pie e inmediatamente sus sentidos se pusieron a alerta, pasos de varias personas se escucharon venir hacia la habitación de ambos, se preparaban para lo peor mientras trataban de abrir la puerta. Una sonrisa gigante apareció en el rostro de todos al verse nuevamente juntos, Jimin corrió a abrazar a Taehyung y después a Yoongi sorprendiendolo por completo, Jungkook también abrazó a Taehyung y le sonrió a los demás.

Todos bajaron la sonrisa al ver que J-hope estaba herido en uno de sus brazos, estaba perdiendo mucha sangre por lo que se apresuraron a curarlo, Jin y Namjoon aún recordaban como era ser médicos, así que no tardaron mucho en curarlo.

—No me importa lastimarme si eso implica que estemos todos juntos de nuevo — sonrió débilmente.

—¿Cómo entraron? — cuestionó Jimin ayudando a J-hope a salir de la habitación.

—Somos ladrones — comento Namjoon — entrar a una casa nunca es díficil.

Cuando bajaron al primer piso, los padres de Jungkook estaban amarrados en las sillas que hace algunas horas estaban Jimin y Jungkook, ya no tenían sus pasamontañas y se veían realmente mal.

—Ellos nos contarán como fue que terminamos en países diferentes sin recuerdos aparentes — habló Yoongi con su voz ronca y sería sentadose frente a ellos.

—Eso lo quiero escuchar — mencionó Jungkook imitando a Yoongi — no puedo creer que mis propios padres me hayan lastimado de ésta manera.

—Todo comenzó así — empezó la señora Jeong a contar lo sucedido hace algunos meses.