El viaje había dado por concluido, como era la rutina que siempre, bajaron del avión con sus maletas esperando que todo comenzara. Taehyung les explicó que Jimin vivía en un apartamento rodeado de guardaespaldas por lo que la única persona que dejarían entrar, era a él, todos asintieron debido a que no había otra manera, él se las arreglaría para que Jimin saliera sin necesidad de sus guardaespaldas.

Pasaron algunas horas y Yoongi ya empezaba a impacientarse, caminaba de un lugar a otro siendo seguido por las miradas de los demás, pareciera que en algún momento fuera a hacer un hueco en el suelo por la manera tan dura y rápida en la que estaba caminando. Pasó un poco más tiempo y fue ahí donde Yoongi sintió su corazón later y partirse al mismo tiempo: Jimin tenía su cabello color rosa, llevaba lentes de contacto grises, tenía una camisa de rayas y su expresión era sería con su ceño levemente fruncido, ésto era algo nuevo para Yoongi, no podía negar que se veía muy sexy, pero lo que más le dolió fue ver cómo caminaba hacia ellos cogido de la mano con Taehyung.

—Lo prometido es deuda — dijo Taehyung con su encantadora sonrisa cuadrada — él es mi novio, Jimin.

—Un gusto conocerlos chicos — hizo una reverencia haciendo que sus ojos se cerraran en medio de una sonrisa — no sabía que Tae había hecho amigos durante éste corto tiempo.

—Creí que al ser un modelo — aclaró su garganta — serías creído o algo así.

—Jin, que son esos comentarios — regañó Namjoon.

—No pasa nada, mis padres murieron hace mucho y lo único que recuerdo es haber nacido con humildad.

¿Recuerdo? Esa fue la palabra que quedó retumbando en la cabeza de Yoongi mientras trataba de controlar su cuerpo y no besar a Jimin, sentía su corazón latir mil veces más rápido con cada sonrisa, cada mirada, cada palabra que pronunciaba, creyó que lo había perdido para siempre y verlo allí hizo que su mundo volviera a tener sentido. Yoongi ya no podía más, ignoró las advertencias de Namjoon y se arrojó a Jimin abrazándolo con todas sus fuerzas, Jimin tardo unos cuantos minutos en reaccionar, pero una vez que lo hizo alejó a Yoongi golpeando su rostro, su cuerpo cayó al suelo mientras tocaba su mejilla.

Yoongi estaba golpeado, humillado y sorprendido, ese no era el dulce y cariñoso Jimin que el amaba con todo su corazón, su rostro nuevamente se tornó serio y lo miró con desagrado, las manos de éste eran pequeñas pero golpeaban fuertemente, todos se quedaron en silencio mientras trataban de procesar la escena, definitivamente nada sería como lo tenían planeado.

—No sé para ti, pero para mí, el espacio personal es muy importante — confesó — y no consiento que un extraño se me acerque.

—¿No sabes quién soy? — cuestionó Yoongi con voz ronca.

—¿Debería?