Yoongi al fin había podido volver a besar esos labios carnosos que tanto le encantaban; Por otra partes, Jimin sentía que sus labios encajaban perfectamente con los de Yoongi, sentía que podía saciar sus deseos con el y llegar al cielo con tan solo un toque. Yoongi empezó a quitar la camisa del menor con gran tranquilidad y necesidad al mismo tiempo, pero cuando estaba a punto de quitársela él se levantó, Yoongi lo miro extrañado mientras trataba de calmar su gran y dolorosa erección.

Jimin volvió a acomodar su camisa, ocultó su erección y excitación, para luego tratar de salir de la habitación, pero nuevamente fue interrumpido por Yoongi.

—No puedes dejarme así — susurró poniendo su mano en su gran erección — te necesito.

—N-No puedo — titubeó — Taehyung me pidió que me casara con él y no puedo rechazarlo.

—Tú no lo amas, me amas a mí.

—Si alguna vez tuvimos algo, no lo recuerdo — confesó — y eso hace que mis sentimientos sean imposibles.

Yoongi caminó hasta la pared arrinconadolo nuevamente —Podras tener muchos angeles a tus pies, pero siempre preferirás a éste demonio en el interior de entre tus piernas.

Dicho eso Yoongi salió de la habitación dando por perdido nuevamente a su amado, ya estaba harto siempre ser el chico que busca arreglar todo, quería nuevamente ser la parte mala de dos Polos Opuestos, la negativa, la que ni un rayo podía mover sus sentimientos, su padre una vez se lo dijo y siempre lo recordará "Los sentimientos solo lastiman a las personas" además, lastiman el doble cuando un sentimiento no es mutuo.

Una vez que se encontró con los otro, se fueron del lugar sin decir un adiós, ellos mismos encontrarían la verdad y lastimosamente volverían a esa vida que tanto odian, porque claramente eran felices en la vida que Yoongi tenía en su mente y aunque la quería de vuelta, la realidad estaba al frente y no en su mente. Cuando estaban a una cuadra del lugar tratando de buscar un hotel, los gritos de Taehyung y Jimin se hicieron presenten, todos los miraron sin comprender lo que estaba sucediendo.

—Jimin y yo decidimos ir con ustedes — musitó con una sonrisa cuadrada — está claro que algo nos une a todos y hay que encontrar ese algo.

—Queremos saber qué nos pasó ¿Un accidente? ¿Alguna droga que nos hizo olvidar? — cuestionaba Jimin con su voz un poco suave.

—Bienvenidos al lugar correcto — oro Jungkook abrazando a los dos chicos por los hombros.

Nuevamente los siete chicos que hacían vibrar al mundo con su alegría estaban juntos, empezaron a correr por todos los lugares felices de volverse a encontrar, aunque no recordaban la mayor parte de su vida, sentían que juntos era como debían estar. (Imaginen cuando ellos corrían en la canción de Euphoria)

Bueno mis amores

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