Todos se encontraban en el hotel reunidos en la sala, había un silencio para nada incómodo, todos estaban concentrados en el pedazo de hielo que Jin tenía en su ojo derecho, algunos trataban de contener la risa y otros solo estaban allí con su rostro serio y relajado. Yoongi había golpeado a Jin en el ojo hasta volverlo morado, había jurado proteger a Jimin de cualquier peligroso y el propio peligroso estaba cerca de ellos, Jin había pedido perdón por aquel reto, nunca llegó a imaginar que en una pequeña caído Jimin se podía lastimar tan bruscamente.

Jimin tenía un yeso en su brazo, no podía moverlo o hacer fuerza con él, debía mantener en reposo esa parte del cuerpo si quería que sanara rápido. Mientras Jin curaba su doloroso morado, empezaron a hablar de sus vidas rompiendo el silencio de hace un momento, querían estudiar una carrera para luego trabajar y construir sus vidas como alguna vez Yoongi lo soñó, en Busan ya no había nada que hacer, querían ir a Seúl y empezar una nueva vida, la suerte estaba a su favor y ya nada los podría dañar.

La noche se hizo presente nuevamente y todos fueron a dormir, Jimin y Yoongi dormirán juntos como el resto de sus noches, les hacía feliz volver a compartir la cama sintiendo la calidez y el calor ajeno. Pasaron las horas y todos se encontraban profundamente dormidos, pero Jimin despertó al escuchar algo a su lado, Yoongi estaba teniendo una pesadilla y ya empezaba a hablar dormido, trató de despertarlo y aunque tardó un poco, lo había logrado.

—¿Estabas soñando? — susurró acariciando su espalda.

—Una pesadilla para ser más claro — confesó — aunque en éste momento no recuerdo que era.

—Es mejor así, es solo un sueño, nada de allí te puede dañar.

En la cabeza de Yoongi retumbaba esa palabra "Es solo un sueño, nada de allí te puede dañar" en alguna parte de su memoria existía esa palabra, la había escuchado en alguna parte, pero no recordaba muy bien de donde.
Mientras trataba de pensar en aquella palabra, un ruido en la sala los alteró por completo, se levantaron con cuidado y empezaron a caminar hacia allí, los demás chicos estaban parados en las puertas de sus habitaciones debido a que también habían escuchado el ruido y ninguno lo había hecho.

Poco a poco se fueron acercando sin hacer ruido o llamar la atención, prendieron la luz y se sorprendieron al ver lo ocurrido. Todo estaba en el suelo quebrado o dañado, habían huellas de zapatos por toda la sala y cerca de las habitaciones ¿Quien había entrado? ¿Un ladrón, alguien conocido o alguien que les quería hacer daño? Decidieron llamar a la policía y arreglar todo de una vez.