🔥 Escena 🔥
Bienvenidos al infierno
🔥 Pecadores 🔥
Los chicos volvieron a la casa de Jungkook con los recuerdos frescos para contarles a Namjoon y J-hope, ambos chicos quedaron impactos con todo lo que habían recordado después de tantos días en penumbras, ahora todo estaba claro y no había más que seguir, solo había algo que los angustiaba hasta el punto sin saber que hacer. Yoongi sabía muy bien que era tener a los padres detrás de unas rejas encerrados en cuatro paredes y él no quería que Yoongi pasara por eso, pero al menor no le importó, le dolería mucho ver a sus padres así, pero también sabía que debían pagar por todo el daño que les hizo.
Después de algunos minutos, la policía llevó a los padres de Jungkook a una comisaría donde se sentirían los años de cárcel por daño psicológico y engaño masivo. Todos estaban juntos y ésta vez nada los separaría ¿Podrían celebrar? Sí, ahora eran felices y sin nadie que los detuviera, pues la única amenaza que tenían en sus vidas, no iban a ver la libertad por muchos años, Jungkook se encontraba un poco triste, por lo que sus amigos decidieron hacer una pequeña fiesta en el hotel donde se hospedaban y la pasarían fenomenal.
Al llegar al hotel, todos se pusieron a decorar y a comprar bebidas alcohólicas y ricas comidas; Desde dulces, comida chatarra y pastelillos deliciosos. La música empezaba a retumbar las paredes del lugar, los chicos ya empezaban a bailar por todo el lugar sin importar lo que pudiera pasar, estaban felices y nada ni nadie les quitaría esa alegría que sentían en su corazón.
—Ésta vez si es una celebración para siempre — mencionó Jungkook — la felicidad nos durará.
—Ojalá así sea ¡Los quiero! — exclamó Jin con sus tragos de más.
La fiesta estaba más animosa que antes, los chicos ya tenían sus copas menos Yoongi y Jimin, quienes no había bebido mucho por su promesa de hablar cuando ya todos estuvieran tomados, así tendrían un tiempo a solas para aclarar sus dudas. Ese momento no tardó mucho, pues los chicos habían bebido tanto que no notarían la ausencia de los dos, Yoongi tomó a Jimin de la muñeca y lo llevó a una de las habitaciones más alejadas, todo estaba oscuro y sólo alumbraba la luz de la Luna, era un momento perfecto.
Jimin y Yoongi se quedaron mirando por un largo rato, sus corazones estaban acelerados y lo único que se escuchaba era sus respiración, Yoongi acarició la mejilla de Jimin mientras veía gracias a la luna como sus mejillas se ponían rojas haciéndolo ver adorable, se acercó poco a poco hasta rozar los labios del menor, las sensaciones hacían erizar la piel de Jimin quien no aguanto las ganas de sentir los labios de Yoongi y en un movimiento rápido unió sus labios en un beso necesitado y lleno de amor.
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