Jimin estaba totalmente en un mar de lágrimas en el suelo, veía como poco a poco Yoongi se iba alejando de él sin importarle su estado, Yoongi en ese momento se veía como la persona más fría y distante del mundo, la dulzura y ternura que trasmitía se había ido como por arte de magia. 

Yoongi se encontraba caminando hacia la puerta con pasos firmes y lentos. Tomó el pomo de la puerta y la abrió, pero antes de salir miró a Jimin por última vez, se veía tan frágil y vulnerable que en ese momento tenía la sensación de querer correr a sus brazos y demostrarle que no estaba solo, pero una vez más el orgullo fue más grande.

Dirigió su vista a su mano y quitó la manilla que le había regalado el menor, se la tiró a los pies y dio media vuelta.

- Hasta nunca - Salió del apartamento y cerró la puerta tras él, ya no había marcha atrás.

Jimin al fin pudo calmar su llanto, tomó la manilla entre sus manos y empezó a recordar. La manilla era un regalo de Jungkook, cuando Jimin le pidió ser novios a Jungkook, le regaló una manilla de plata, a los días Jungkook le regaló una a Jimin para que parecieran manillas de pareja, algo sencillo pero con mucho amor.

Jimin colocó la manilla en su muñeca izquierda y decidió volver a la cama, ya no tenía caso seguir llorando, Yoongi ya no iba a volver, eso era claro.

3:33 AM

El frió en la habitación se comenzaba a hacer presente, el cuerpo semi desnudo de Jimin empezaba a sentir el frió causado por la ventana totalmente abierta del lugar. Jimin poco a poco abrió los ojos para averiguar de donde venía el frío, se levantó de la cama y prendió la lámpara que se encontraba en la mesita de noche.

La ventana de la habitación se encontraba abierta, Jimin frunció el ceño confundido, recordaba muy bien haberla cerrado antes de que Yoongi llegara, decidió dejar de pensar en eso y cerrar la ventana, pero antes de que se volviera a acostar, un ruido en la sala lo alteró.

- ¿Hola? - Caminaba con pasos lentos e indecisos - ¿Yoongi? ¿Eres tú?

El ruido se empezaba a hacer más notorio al son que Jimin avanzaba por el apartamento, pero una vez que llegó a la sala, el ruido cesó. Jimin miraba con atención todo, pero cada cosa estaba en su lugar, siguió caminando por el lugar y se paró en algo.

- ¿Y esto? - Jimin levantó la manilla,  estaba justo en el mismo lugar donde Yoongi la había tirado - Recuerdo habérmela puesto - Susurró para él mismo.

Hola mis hermosas lectoras, gracias por llegar hasta aquí, hasta la tercera temporada de Polos Opuestos.

Las quiero muchoooo 🤩🤩💎💜