Amigas y secuaces
Playlist > Olivia Rodrigo - traitor
A 5 días para el pride~
Beomgyu bostesaba y tallaba su ojo con su puño mientras Yeonjun conectaba su computador a los altavoces del salón de música.
Dejando que su cansancio le ganara, Beomgyu se acostó en el suelo de lado y usó su mochila como almohada.
—¿Por qué vinimos tan temprano?
—Porque si practico en la tarde va a venir todo el grupo.
—¿Y?
—Quiero estar a solas contigo.
No se estaban mirando, pero el silencio después de eso fue cálido y acogedor, tanto que hizo a Beomgyu sonreír y sonrojarse.
—Me estoy quedando en tu casa cuatro días a la semana —quiso mencionar.
—Lo sé —Yeonjun dejó lo que estaba haciendo y se sentó junto a Beomgyu, lo atrajo para que se recostara en sus piernas.
—¿Te molesta que estemos siempre juntos? —se refería a estar con todos sus amigos.
—No —negó acariciando la cara de Beomgyu con el reverso de su mano—. Pero... No estoy acostumbrado a formar parte de algo.
—Si llega a ser abrumador debes decírmelo —pidió Beomgyu conectando sus intensas miradas.
—Eres lo más bonito que me ha pasado —declaró con cariño, inclinándose para besar a Beomgyu, pero el ruido de la puerta abriéndose lo detuvo.
—¿Ves? ¡te dije que estaban aquí!
Yeji, Chaeryeong y Lia entraron juntas. Ryujin se quedó en el marco de la puerta, encontrando a Beomgyu y Yeonjun con semblantes incómodos.
—Chicas, tengo hambre —dijo seriamente— vamos a desayunar.
Yeji trato de hablar—: Pero los íbamos a invitar...
—Vamos, yo las invito a todas —persuadió lanzándole una mirada cómplice a Beomgyu en el suelo.
Lia se dio cuenta de lo que ocurría y le siguió el juego a Ryujin.
—Sí, además, hace mucho no tengo una salida entre chicas.
Con encanto y sonrisa amables Ryujin y Lia convencieron a las otras dos a marcharse y dejar a los dos chicos solos.
Cuando la puerta se cerró Yeonjun soltó una risa.
—Increíble.
—¿Ves? No hay problemas, no tuviste ni que decirlo.
—Ryujin es una buena amiga.
—Todas lo son.
Yeonjun estuvo de acuerdo. Eran maravillosas por motivos distintos.
Ninguno se perdió la cara ilusionada de Yeji por querer invitarlos a comer, y mucho menos la comprensiva y silenciosa de Chaeryeong antes de cerrar la puerta y poner el seguro.
—¿En donde nos quedamos?
—Ibas a besarme.
—Ah, sí.
Yeonjun y Beomgyu se liaron un poquito en el salón de música. Sólo un poquito, para terminar de sacarse el sueño.
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