Playlist - Bad Bunny, Jhay Cortez - Dakiti

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Beomgyu se colocó el ultimo sticker que le quedaba de los que Yeonjun le obsequió.

—Puedo darte más —ofreció Yeonjun en medio de un descanso— toma los que quieras de mi mochila

—Hecho —bromeó Beomgyu— te has quedado sin stickers.

Yeonjun se carcajeó.

—Vale la pena si voy a ver uno en tu cara todos los días.

A la hora de volver a casa Beomgyu jugó con la bolsa de las pegatinas para librarse de sus nervios irracionales. Él nunca había tenido miedo de decir que era una persona poliamorosa, entonces ¿que demonios le pasaba?

—Terminé la coreografía de la que platicamos, mañana puedo mostrártela —comentó Yeonjun— espero que esté a la altura según tu criterio.

—Puedes bailar la macarena y superar por mil mis expectativas, ahí tienes mi criterio.

Yeonjun soltó risas hasta que llegaron a la parada de autobús. Beomgyu se sintió satisfecho de ser el causante.

—¿Sabes? Si ya hablamos por teléfono los fines de semana, quizás deberíamos salir también —Yeonjun propuso, sin imaginarse que Beomgyu estaba al borde de desmayarse.

—¿Quieres que salgamos un fin de semana?

—Claro, podemos ir a un karaoke a cantar canciones de Troye, comer algo, pasear, lo que sea que quieras.

—¡Acepto!

Yeonjun se sintió encantado por el entusiasmo del menor. Beomgyu era tan transparente, tan tierno y encantador. Se sentía morir cada vez que recordaba que a alguien más le pertenecía el corazón del castaño.

—Entonces te escribo después para decirte donde nos veremos ¿va?

—¡Okay!

Para Yeonjun sería una salida de amigos, para Beomgyu la oportunidad perfecta de explicarle al pelirosa algunas cosas inusuales de su persona.

Quinto error, confiarse demasiado.