Las calles vibraban con el eco del motor de su moto, el sol despidiéndose en el horizonte mientras Hyunjin frenaba frente a la vieja tienda de tatuajes. El letrero iluminado reflejaba su propio reflejo en la visera del casco, pero no se movió de inmediato. Respiró hondo, como si intentara disipar el peso en su pecho.

Mientras tanto, a unas cuadras de distancia, Felix cerraba su pequeña floristería. El aroma de las peonías y lavandas aún flotaba en el aire, impregnando sus dedos cuando arreglaba el último ramo del día. Suavidad entre sus manos, contraste con la dureza del mundo exterior.

Hyunjin llegó sin previo aviso, como el viento antes de una tormenta. Entró con el eco de sus botas resonando contra la madera del suelo. Felix, aún sosteniendo un ramo de nomeolvides, levantó la mirada y sonrió.

-No tienes que llegar siempre tan ruidoso -dijo en tono de reproche, pero su voz tenía la calidez de la espuma de un cappuccino con arte gatuno.

Hyunjin se encogió de hombros y se acercó, pasando un dedo por los pétalos azules en las manos de Felix.

-Y tú no tienes que oler siempre a primavera -murmuró, pero sus ojos decían lo contrario.

Era un choque de mundos, de tinta y pétalos, de cuero y flores de papel. Pero en ese espacio, entre el aroma a café y el sonido lejano del tráfico, encontraron un equilibrio. Porque Hyunjin tenía la tormenta en el alma, y Felix era la lluvia que lo calmaba.

✨Dinámica: collage y canción instrumental "Rose Garden" ✨

Read you soon...
-Mimi 🦋