El olor a tabaco y lavanda se aferraba a su piel cuando Felix cerró la puerta tras de sí. Afuera, la noche estaba húmeda, cargada de secretos y peligro. Dentro, en aquel bar clandestino, la música francesa flotaba en el aire como un veneno dulce. Acordeones, copas medio vacías, labios pintados de rojo y miradas que prometían más de lo que debían.

Felix avanzó con pasos seguros entre las mesas. Lo esperaba en el rincón más oscuro, con una copa de vino en la mano y la camisa abierta lo justo para tentar. Hyunjin. El caos hecho hombre.

-Llegas tarde -murmuró Hyunjin sin apartar la vista de él, bebiendo lento, como si saboreara algo más que el vino.

Felix se inclinó sobre la mesa, lo suficiente para que sus labios quedaran peligrosamente cerca del oído de Hyunjin.

-¿Y qué vas a hacer al respecto?

No le dio tiempo de responder. Una mano deslizada bajo la mesa, un roce apenas perceptible sobre su muslo, lo justo para ver a Hyunjin tensarse, sus labios entreabriéndose en un jadeo silencioso.

-¿De verdad quieres jugar a esto aquí? -susurró Hyunjin, con la voz más grave de lo usual.

Felix sonrió.

-¿Por qué no? ¿No te gusta el riesgo?

Hyunjin rió bajo, oscuro. Era peligroso jugar con fuego, pero ambos sabían que no había otra manera de vivir. De repente, su mano atrapó la muñeca de Felix, con los dedos presionando justo lo suficiente para que sintiera el calor de su piel.

-Arriba -ordenó, apenas audible entre la música.

Felix no discutió. Dejó la copa en la mesa y lo siguió sin mirar atrás. Subieron las escaleras del bar hasta una puerta mal cerrada. Apenas cruzaron el umbral, Hyunjin lo empujó contra la pared con un golpe sordo.

-Te encanta provocarme, ¿verdad?

Felix sonrió contra sus labios antes de besarlo con una fuerza que casi dolió. Manos apresuradas, respiraciones entrecortadas, un calor sofocante en el aire. El mundo podía estar ardiendo afuera, podían estar en la lista negra de alguien, pero en ese momento solo existían ellos dos, el roce de sus bocas, el fuego de sus cuerpos chocando con la urgencia de quienes saben que la noche es corta.

Y cuando Hyunjin le mordió el labio y le arrancó un suspiro ahogado, Felix supo que no habría escapatoria.

No quería escapar.

✨Dinámica: canción instrumental francesa✨

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-Mimi 🦋