Hyunjin no entendía por qué había vuelto al viejo edificio, pero algo en su interior lo empujaba. Las paredes estaban descascaradas, la pintura cayéndose como piel muerta, y el aire olía a humedad y abandono. En su cámara colgaban las imágenes de la última sesión: fotografías de sombras y formas que no podían ser explicadas, cada una más inquietante que la anterior.

Lo que más lo desconcertaba era que, en todas las fotos, aparecía un rostro. Uno que no había visto en años.

-Felix... -murmuró, su voz ahogada por el eco del pasillo.

El sonido de pasos se escuchó detrás de él, aunque estaba solo. Giró rápidamente, apuntando la cámara. Nada. Solo el largo corredor y la débil luz de un foco que parpadeaba al final.

Caminó hacia la puerta de la última habitación, la que había fotografiado la semana pasada. Allí, en una esquina, había capturado la silueta de alguien que no debía estar allí. Una figura alta, delgada, con el cabello rizado cayendo sobre su rostro. El rostro que tanto había amado y perdido.

La puerta se abrió sola con un chirrido, como si lo estuvieran esperando. La habitación estaba vacía, salvo por un viejo espejo de pie cubierto por una sábana polvorienta. Hyunjin sintió cómo el aire se volvía más pesado, como si algo invisible lo estuviera rodeando.

-Hyunjin...

El susurro lo hizo girarse. Su cámara tembló entre sus manos. Allí, de pie junto al espejo, estaba Felix, o lo que quedaba de él. Su piel era pálida, casi traslúcida, y sus ojos estaban vacíos, como pozos sin fondo.

-¿Felix? -preguntó, dando un paso atrás.

-¿Por qué me olvidaste? -La voz de Felix era un lamento, cargado de dolor y resentimiento. Cada palabra parecía arrastrar años de angustia.

Hyunjin negó con la cabeza, los ojos llenos de lágrimas. -No te olvidé. Nunca pude.

-Mentira. -El reflejo en el espejo mostró algo diferente: a Felix mirándolo, pero con una sonrisa torcida, casi maliciosa. La figura avanzó hacia él, mientras en el espejo se quedaba estática.

-¿Por qué no viniste aquel día? -preguntó Felix, su voz retumbando en las paredes. -Dijiste que estarías allí. Pero nunca llegaste.

Hyunjin retrocedió hasta chocar con la pared. La verdad pesaba como una losa sobre su pecho. Había prometido estar en el accidente, el día en que Felix había tomado aquella carretera solo. Había llegado tarde, demasiado tarde.

-¡No pude! ¡Lo siento! -gritó Hyunjin, dejando caer la cámara.

Felix se detuvo frente a él, inclinándose hasta que sus rostros casi se tocaron. Su aliento era frío como el hielo.

-No importa cuánto lo sientas. No voy a dejarte en paz.

El espejo detrás de Felix comenzó a vibrar, y las imágenes de Hyunjin aparecieron en él, pero no eran normales. Mostraban a Hyunjin atrapado, gritando en el mismo cuarto. Cada vez que miraba, su propio reflejo parecía más débil, más pálido.

-Tú me dejaste solo... Ahora te quedarás conmigo.

La última imagen que Hyunjin vio antes de que todo se oscureciera fue la de Felix sonriendo mientras lo arrastraba hacia el espejo.

Cuando los vecinos encontraron la cámara días después, estaba llena de fotografías de Hyunjin... parado frente a un espejo, con los ojos vacíos y una sonrisa que no era suya.

✨Dinámica: película "El fotógrafo"✨

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-Mimi 🦋