Los 4 pokemon atacaron y se creó una gran pantalla de humo evitando que Lun vea a sus oponentes, pero inmediatamente vio que su estrategia era salir de la cafetería para pelear de manera cómoda. Cuando desde la terraza los vio correr con sus pokemon inmediatamente fue con Gardevoir y Snivy a perseguirlos.

-Ciertamente, no son débiles...pero no conocen nuestra fuerza...- dijo a sus compañeros- Alix...chicos...lograremos nuestro objetivos...pronto...muy pronto seremos libres de la miseria...nadie va a detener nuestro objetivo...- dijo en su mente mientras perseguía a sus objetivos.

Aquella chica de pelos castaños veía a sus objetivos correr a la velocidad que alcanzaban, al parecer fijó la vista en Diamond, quien era más lento. Mientras los Holders pensaban en como huir de ella.

-¡Tenemos que alejarnos de ella!- exclamó Red a sus kohais.

-La ciudad es lo suficientemente grande para escondernos- les dijo la señorita Berlitz.

-¡Su Gardevoir puede detectar nuestra presencia!- le respondió el coordinador corriendo.

-¿No podemos pelear Red-Senpai?- preguntó el pelirrojo.

-Deberíamos, pero se ven fuertes y no puedo arriesgarlos, pero tengo una idea.

-¿Qué es lo que planea?- preguntó Pearl.

-Los ataques definitivos, Ruby, Emerald, ustedes pelearán conmigo, Silver, llévate a los chicos lejos- ordenó el mayor de los presentes.

-¿No podemos ayudar?- preguntó el pequeño glotón.

-Tenemos que protegerlos ¿bien?- le dijo Silver convenciendo al menor.

-Bien, ¡vayamos con Silver-senpai!- sonrió el oji-naranja mientras corrían.

Antes de que Lun los alcanzara, los menores junto a Silver decidieron ir por otro lado mientras Red, Ruby y Emerald se detuvieron frente a Lun.

-Solo hay tres...no importa- sonrió- me encargaré con mis propias manos de ustedes, Snivy, Gardevoir- miró a sus pokemon que asintieron.

-Seur, ¡prepárate!- ordenó el campeón de Kanto a su pokemon.

-Zuzu, ¡es hora de lucirse!- Cruzó los brazos mientras su pokemon gruñía listo.

-Sceptille, ¡es hora de luchar!- se motivó el pequeño Emerald.

-Gardevoir, bola sombra, Snivy, hoja aguda- ordenó sonriendo a sus pokemon. Gardevoir creó un par de bolas de energía oscura a Sceptile y Venuseur mientras Snivy con su cola atacaba a Zuzu.

Los pokemon resistieron los ataques, y fueron debilitandose poco a poco, pero sabían que Lun tenía más pokemon, por lo que decidieron alzar su estrategia.

-¡Ya es hora! ¡Emerald! ¡Ruby!

-¡Si!- gritaron ambos.

-¿Qué?

-¡Planta feroz!- gritaron ambos dueños de iniciales de planta.

-¡Hidrocañon!- ordenó determinado el coordinador pokemon.

Los 3 pokemon usaron sus correspondientes ataques definitivos hacia Lun y sus pokemon. Al principio esta se asustó, por lo que le dio una última orden a Gardevoir, hiperrayo, causando que todos los ataques chocaran y causaron una pantalla de humo entre ambos. Pero cuando todo se despejó, Lun estaba sola junto a sus pokemon casi debilitados, miró a todos lados, pero no se encontraba absolutamente nadie. Supuso que los 3 habían escapado con ayuda de algún pokemon psíquico dado que Gardevoir no sentía su presencia.

-No puede ser...escaparon...- aquella chica se puso de rodillas en el piso- no puedo creerlo...- volteó a ver a sus pokemon que trataban de consolarla- descuiden, fue mi culpa por no pensar una mejor estrategia...- sonrió y con elegancia se levantó del suelo- hay que volver a la base por hoy, esto no se quedará así- dicho esto, Gardevoir usó teletransportación y las 3 desaparecieron sin dejar rastro.

Mientras tanto, el trío de Sinnoh junto a su senpai se dirigían a Pueblo Sandgem para refugiarse en el hogar de Platinum, donde ella aseguró que estarían seguros. Actualmente, se encontraban los 3 en Ciudad Jubilife (Jubileo) gracias a los poderes de Ruru.

-¿Red-senpai y los demás estarán bien?- preguntó la chica preocupada.

-Por supuesto que si- respondió confiado- no es campeón por nada, tienen mucha experiencia en combate, estoy seguro de que volverán a salvo.

-¡Confió en Silver-senpai!

-Ni modo Dia- sonrió preocupado el rubio- ¿Por qué se quieren deshacer de nosotros?

-No estamos seguros, solo sé que quieren nuestra cabeza, pero tranquilos, ustedes están conmigo- trató de transmitirles confianza.

-Bien, volvamos a pueblo Sandgem, la seguridad de mi casa seguro nos protegerá.

-Si señorita- sonrió Dia- espero haya comida.

-¿¡Otra vez tienes hambre?! ¡No es el momento!- le reclamó Pearl.

En eso, detrás de ellos apareció la presencia de un Gardevoir, pero solo era Ruru, junto a Ruby, Emerald y Red.

-¡Lo logramos!- dijo el mayor aliviado.

-¡Red-senpai!- exclamaron los 4.

-Lo mejor es ir a donde sea que vayamos a resguardarnos- propuso el más bajito.

-Iremos a mi casa, estaremos a salvo ahí- dijo la chica a lo cual los chicos asintieron.

Los holders partieron rumbo a Pueblo Sandgem. De camino ahí, Honchkrow y Chahiko revisaban desde los cielos si nadie los estaba siguiendo o espiando. Finalmente llegaron a la Mansión Berlitz.

Red, Silver y Emerald al ver la Mansión se pusieron nerviosos al instante, claro que si eres alguien de Pueblo, un chico que robó un pokemon y un chico que nunca tuvo familia, no es de imaginar que te ponga nervioso una mansión. En cambio...

-¡Me encanta!- se maravilló de tan solo ver tal lugar majestuoso- ¡Todos es tan lujoso! ¡Esta mansión es increíble! ¡De ensueño!

-Me alegra que le guste senpai- sonrió la chica- siéntanse como en casa.

-Quisiera que eso fuese tan fácil...- pensaron los 3 nerviosos.

-Les enseñaré el lugar- les dijo amablemente y los guió por el lugar junto a Pearl y Dia.

Conocieron gran parte de la Mansión, incluso Platinum les ofreció habitaciones donde se quedarían temporalmente.

Se hizo tarde, todos cenaron y Dia y Pearl decidieron quedarse con sus senpais esa noche, tipo pillamada, Dia y Silver querían ver Tourina Omega, Emerald y Pearl conversaban de Pokemon junto a Red y Ruby le daba consejos de concursos a Platinum.

-La torre batalla de Hoenn suena difícil- se preocupó Red.

-Un poco jeje- comentó Emerald- pero a la vez fue emocionante.

-Quisiera haber participado y no solo en la Cúpula- refunfuñó.

-Cuando quieras puedes retar al frente batalla de Sinnoh, es muy competitiva- Cruzó Pearl de brazos muy confiable.

-Acabas de recordarme, tengo que informarle a Green que los encontramos, ¿me dan un momento?

-Adelante Senpai- le respondió Pearl.

Red se levantó del piso donde estaba y con su Pokegear decidió comunicarse con Green.

Al poco rato contestó.

-Red, que bueno que apareces- se alivio el líder.

-¡Tenemos buenas noticias! ¡Encontramos a los Pokedex Holder de Sinnoh! ¡Estamos con ellos ahora!- se alegró- ¿Qué hay de ustedes?

-Estamos en la casa de uno de ellos, Y, estamos tratando de convencer a X de que estará bien con nosotros- le respondió.

-Respecto a eso...hoy una chica nos atacó, al parecer era compañera de Alix- le dijo preocupando a Green.

-¿Quién era?

-Se llama Lun y se hizo llamar "la tormenta número 3", y dijo que era compañera de Alix- le dijo en tono más serio.

-"tormenta número 3"...quiere decir que no son las únicas, pero no podemos predecir cuantos miembros son...

-¿Crees que sean la cabeza?

-Lo dudo...son muy jóvenes para ser la cabeza de una organización, son casi niños, creo que no saben diferenciar del bien y el mal...alguien debe estarles dando órdenes- empezó a analizar la situación.

-Pero no sabemos quien, no es como ninguna de las anteriores organizaciones, esta quiere deshacerse específicamente de nosotros...estoy preocupado por los demás.

-Estarán bien Red- trató de transmitirle confianza a su amigo- Todos saben defenderse por su cuenta, tú y Gold lo dijeron, no podrán con nosotros juntos.

-Sí...Pero ¿Qué hay de Yellow?- preguntó un poco más preocupado que antes.

-Oye, yo entrené a Yellow, aparte está con Blue y Crystal, oseaque no tienes nada de que preocuparte...¿Por qué te preocupa tan derrepente?- preguntó esto último con un tono de picardía.

-¡No me malinterpretes!- se trató de explicar- es que... es que estamos en una situación peligrosa, así que no podemos arriesgarnos ¿no?

-Si tú lo dices, voy a colgar, Gold y Sapphire están escandalosos de nuevo- suspiró mientras en el fondo de la llamada se escuchaban gritos de los mencionados.

-Está bien, mucha suerte Green.

-Gracias, la necesitaré...- murmuró esto último y terminó la llamada.

La misión de encontrar a los Pokedex Holders de Sinnoh estaba completada, ahora 7 pokedex holders se encontraban juntos para superar las adversidades.

Pero, ¿Se supone que son buenas noticias para Lun? Y hablando de ella...

Se encontraba en una habitación oscura donde habían 3 camas, con sábanas y almohadas con tonos en escala de grises. Aquella chica de ojos rojos carmesí estaba sentada en el piso, mientras un señor de apariencia mayor, cuya cara no se veía, la observaba.

-Entonces ¿están algunos en Sinnoh?- le preguntó de tono frío

-Sí...- respondió la chica avergonzada- traté de cumplir mi labor, pero fueron astutos y escaparon...pero tengo un plan en mente para que caigan en mi trampa...

-Espero que tengas razón...- se dio media vuelta y estuvo apunto de salir de la habitación.

-¡Padre! ¿Dónde está Alix?- preguntó preocupada por su amiga, el el hombre solo la vio de reojo.

-Está en el departamento de medicina, siendo tratada...pronto será tu turno...y en estos momentos, no me llames padre, Llámame Señor- le ordenó de forma fría.

-...Sí...Sí señor- le respondió haciendo reverencia.

Aquel hombre pasó por la puerta y la cerró. Lun se quedó clavada en el piso. El miedo y la preocupación se mezclaban en su interior, ¿Qué le hacen a Alix en el departamento de medicina? ¿Está bien? ¿Por qué la tratan tanto? Esas preguntas recorrían la cabeza de Lun mientras su Snivy salía de su pokeball a consolarla.

-Gracias pequeña- abrazó a su pokemon y miró la ventana- ¿Sabes? Aún recuerdo aquellos días...donde solo eramos nosotros 6 y los pokemon...y nadie más...recuerdo que anhelabamos un hogar...pero, no creo que esto sea un hogar que yo esperaba...

...Ya nada es como antes...pero pronto, Arceus se apiadará de nosotros y nos liberará de este sitio al que alguna vez llamamos hogar...

Continuará....