Miraba con atención la ventana de aquel lugar,rogando que la persona que quería ver se asomara o algo,necesitaba verlo, necesitaba saber como estaba,hace días que habían perdido contacto y más de una vez que había visitado el mismo lugar con la esperanza de al menos sentir su dulce aroma.

Negó colocando sus manos en los bolsillos de su pantalones,era mejor volver,el cielo estaba oscuro y hacía frío,sentía que en cualquier momento llovería.

Hecho una última mirada hacía el apartamento antes de ponerse en marcha.

—¿Yoongi..?—una suave voz llamándolo algo dudoso,logrando que su pulso se acelere de inmediato, giró en su eje casi con entusiasmo. —¿qué haces aquí?— preguntó mientras la lluvia los sorprendía a ambos,de inmediato el castaño abrió el paraguas que tenía en mano,se acercó al mayor esperando alguna respuesta.

—vine a verte—confesó sin pudor alguno,su mirada  se paseó desde los largos cabellos castaños hasta los hermosos y brillantes ojos azules y se detuvieron en los carnosos labios del menor.

Estaba ansioso,deseaba saborearlos nuevamente,degustar todo del castaños de hecho.

—no deberías estar aquí.—era cierto,no debía estar junto al menor en ese momento,no debió escaparse aquellas noches solitarias y visitar esa misma calle donde estaba parado actualmente pero,¿por qué se sentía tan bien haberlo hecho?.

—eso no me importa,quería asegurarme de que estuvieras bien—dijo acercando su mano a los cabellos de menor para colocarlos detrás de la oreja y deslizar una caricia hasta la mejilla—estoy más relajado ahora.

Estaban a un paso de distancia pero se sentía tan lejano para el castaño,esas noches pasándolas sólo mientras se torturaba lentamente con sus recuerdos amargos.

—¿q-quieres pasar?—mordió su labio inferior sintiendo sus manos sudar,comenzó a caminar,el mayor asintió siguiendo al castaño.

—¿estás durmiendo?— se escuchó una ronca voz detrás de la línea.

—que pregunta más estúpida,si estuviera durmiendo no te contestaría... En fin,¿qué quieres?— se sentó en la cama fregando un ojo mientras que con la otra sostenía el celular pegado a su oreja.

—¿estás sólo?— preguntó de nuevo ignorando la pregunta del pelirrojo.

—si te refieres a sólo con una docena de hombres cuidando mi casa entonces si,sólo—se volvió a tirar en la cama acomodando su cabeza en la almohada.—¿qué quieres?—volvió a interrogar esta vez con un tono más brusco.

—quería oírte... S-solo,solamente quería oírte. Tu voz me relaja ¿sabes?—concluyó con un suspiro,Hoseok se sonrojó ante aquella confesión y,quedando en silencio pudo escuchar las gotas de lluvia cayendo.

—está lloviendo...

Murmuró jugando con sus rizos pelirrojos.

—también hace frío.

—no parece que se acabará pronto.

—no quiero que se acabe—respondió firme,Hoseok tembló al entender el doble sentido en aquellas palabras.

—no puedes controlar esas cosas solamente porque no quieres se acabe.— cerró con fuerza sus ojos al soltar aquellas palabras,dolían más de lo que parecía dejando que se mintiera asimismo diciendo que "estaba bien".

—pero si ambos...

—¡no hay un ambos! ¡No hay un nosotros! ¿Entiendes?—interrumpió al borde de las lágrimas.—debo cortar,adiós.

—¡espera!... Sé que también sientes lo mismo...¿por qué lo vuelves tan difícil?.— del otro lado de la linea se escuchó algo ser golpeado,Hoseok atinó a pensar que seguramente le dio un golpe a la pared.

—porque es difícil... No puedo simplemente estar contigo por más que yo quisiera,no me importa si me matan a mi pero,no soportaría que algo sucediera contigo, con ChanWoo... No lo soportaría—cubrió sus ojos con su mano libre,mordió su labio para evitar sollozar.

No podía seguir escuchándolo, solamente lo estaba lastimando más de lo que ya estaba.

—enserio debo colgar,adiós Tae— colgó la llamada,mirando el brillo del celular sobre su rostro.

Finalmente rompió en llanto sin importarle que fuera oído por alguien, aunque nadie podía oírlo en realidad.

El nudo en su garganta se hizo más doloroso,expandiéndose por todo su pecho mientras con bronca arrojó el celular contra la pared, para después esconderse bajo las sabanas.

Odiaba siempre hacer lo que los demás querían que haga,odiaba no poder ser feliz haciendo lo que él quería,los demás parecían ser dueño de su vida.

—¿q-quieres algo de beber o comer?—preguntó dejando el paraguas en el suelo mientras guiaba al mayor a la cocina donde había una mesa con dos sillas.

—estoy bien así,gracias.

Escaneó el lugar de arriba abajo,estaba bastante bien a pesar de que el  pequeño edificio parecía vómito.

Jimin sacó una jarra con agua y la sirvió en un vaso para él, su garganta se había secado.

—¿v-vas a quedarte?— curioso y a la vez queriendo verse desinteresado volvió a tomar otro trago de agua.

—¿quieres que me quede?—si no deseaba verlo entonces se marcharía.—me quedaré si quieres—volvió a hablar viendo de reojo como Park le daba la espalda,su pecho dolió por haberse ilusionado por un momento.—tomaré tu silencio como que quieres que me vaya—exclamó levantándose de la silla dispuesto a marcharse.

—¡espera!—el castaño sujetó con ambas manos el brazo del mayor,sus mejillas ardieron  por un instante cuando el pálido le sonrió.

Jimin se acercó peligrosamente pasando sus brazos sobre los hombros del contrario escondiendo su rostro en el pecho.

—quiero... Quiero que te quedes,Min.

—eso es suficiente para mí.

Atrayendo todavía más el cuerpo del menor sujetándolo de la cintura se sintió totalmente complacido cuando nuevamente pudo deleitarse con su dulce fragancia.

Yoongi fue quien inició un beso lento,saboreando con detalle el exquisito y único sabor de los belfos del menor,casi enloquece al sentir un pequeño suspiro departe de Jimin.

Tentando a sentir más,intensificó el beso llevando sus manos a los muslos contrarios, gruñó de satisfacción después de oír un gemido agudo que logró desconectar su mismo autocontrol.

Levantó al castaño encima de la pequeña mesa para meterse en medio de sus piernas  e iniciar a bajar los besos hasta el cuello contrario.

—ah~...

Gimió bajito comenzando a desprender la camisa del mayor para acariciar su pecho y brazos desnudos.

Las manos heladas de Yoongi se adentraron bajo el suéter rojo de Jimin haciendo que se retorciera ante el tacto.

—j-jimin... Sujetate de mi—ordenó con su voz ronca y una mirada oscura de lujuria, el nombrado obedeció sin rehusarse para ser llevado a la cama, Yoongi lo recostó con suavidad y se separó un poco para observarlo encantado.

Le encantaba ver todas las reacciones del menor y,le encantaba todavía más saber que era él quien lo hacia retorcerse de placer,saber que era su nombre el que pronunciaba cuando llegaba al orgasmo.

La lluvia se había vuelto una tormenta y ni siquiera prestaban atención a lo que ocurría afuera.

Esa noche nuevamente unirían sus cuerpos,avivando ese fuego inmenso que habitaba en ellos.

Una noche cálida para ambos,donde no faltarían los besos,las caricias... Donde al dormir sentirían un calor reconfortante.

Y quizá mañana no se olviden de esto.