40
En ese preciso momento Yoongi se encontraba de pie en el salón del hogar sosteniendo una tarjeta de invitación negra con letras doradas rodeada por un listón de seda del mismo color, Jimin se encontraba detrás de él, mirando por encima de su hombro igual o más sorprendido.
"Es un placer invitarte a la boda de Min Yoongi y Park Jimin, junto a Jeon Jungkook y Kim Taehyung".
—Yoongi, no me dijiste que ya habías planificado toda la boda —comentó Jimin con inocencia ladeando la cabeza y esbozando un puchero.
—Quizá porque yo no planifique ninguna boda —respondió el azabache abriendo la tarjeta para leer los detalles.
—Tampoco sabía que Jungkook y Tae también se iban a casar. —El pelirosa chasqueó la lengua y se cruzó de brazos pensando.
El amor llega en los momentos menos esperados, pero siempre en las circunstancias adecuadas.
Hoy queremos invitarte a celebrar la unión de estas dos parejas que han decidido permanecer juntas por el resto de sus vidas.
Min Yoongi y Park Jimin.
Jeon Jungkook y Kim Taehyung.
La ceremonia se llevará a cabo en: El Gran Palacio de Kremlin.
El día: 27/07/23 A partir de las 18:00 p.m.
Esperamos que puedas acompañarnos en este día tan especial.
Código de vestimenta: Formal.
Colores: Negro y Vinotinto.
Yoongi soltó una risa no pudiendo creer lo que acababa de leer, eso debía ser alguna especie de broma, nadie podía ser tan tonto como para organizarles una boda sorpresa como si solo se tratara de un cumpleaños.
— ¿Leíste esto? —cuestionó Jungkook bajando las escaleras sosteniendo la tarjeta negra en sus manos y con Taehyung detrás de él casi pisándole los talones.
—TaeTae, ¿por qué no me dijiste que te ibas a casar? —preguntó Jimin rápidamente al ver a su amigo quién sostenía a Yeontan en sus brazos y tenía una expresión tan confundida como la suya.
—No sabía qué me iba a casar, Jungkookie no me dijo nada —respondió el peliazul encogiéndose de hombros.
Jungkook y Yoongi se miraron. ¿Qué se supone que harían? Yoongi al menos ya le había propuesto matrimonio a Jimin tiempo antes, pero Jungkook aún no había tenido la oportunidad de hacerlo, creyó que aún tenían bastante tiempo para eso.
— ¿Quién es el responsable de esto? —preguntó Yoongi más para sí mismo que para alguien más.
— ¿No es obvio? Tuvieron que haber sido Taemin y Edán —respondió el menor releyendo la invitación por decima vez.
Justo en ese momento escucharon el timbre resonar en el lugar, Taehyung y Jimin pararon su conversación en ese momento y se dirigieron a la puerta dispuestos a abrir.
— ¿Se van a casar? —preguntó Asgard apenas puso un pie dentro del lugar. El rubio también sostenía una tarjeta negra en su mano y sus ojos estaban bien abiertos en señal de sorpresa.
—También nos acabamos de enterar —respondió Jungkook cruzándose de brazos.
Jimin y Taehyung se miraron entre sí, la verdad no lograban captar del todo la magnitud de la situación, después de todo ellos no eran muy conscientes acerca de cómo funcionaba eso de las bodas.
— ¿Hay algo malo? ¿Por qué todos parecen preocupados? —cuestionó Taehyung rompiendo el silencio que se había formado momentáneamente.
Jungkook botó el aire que había estado conteniendo y se acercó a su novio. —No hay nada de malo, amor. Sólo que nos tomaron por sorpresa. Las bodas deberían organizarlas las parejas.
Taehyung abrió la boca asintiendo con la cabeza entendiendo mejor la situación ahora. Yoongi por su parte tomó su celular y buscó el número de su hermano entre sus contactos para hacerle una llamada. Esperó pacientemente mientras examinaba la tarjeta y al cuarto tono Taemin contestó.
— ¿Sí? ¿Yoongi? —preguntó al otro lado de la línea.
—Taemin. ¿Qué carajos? ¿Una boda sorpresa? ¿Es en serio? —soltó el pelinegro no queriendo sonar demasiado brusco.
— ¡Fue idea de Hoseok! —respondió rápidamente el contrario, Yoongi frunció el ceño.
— ¿Hoseok?
—Sí. Le dijimos que era una idea descabellada, pero él no paró de insistir, al final nos rendimos y decidimos ayudarlo. No planean rechazarlo ¿o sí? —La voz de su hermano sonó preocupado y Yoongi envió una mirada a Jimin quién se encontraba de pie junto a la puerta de entrada, pellizcando su labio inferior con sus dedos mientras pensaba.
—Yo lo haré. Ahora Jungkook —El pelinegro hizo una pausa para mirar al mencionado quien acariciaba a Yeontan hasta que escuchó su nombre—... ¿Tú lo harás?
El mencionado tragó saliva y miró a Taehyung quién también lo miraba con ojitos brillantes. — ¿T-Tú quieres casarte conmigo, Taehyungie?
—Sí eso significa que estaremos juntos para siempre, entonces acepto —respondió el peliazul con seguridad.
—Ellos también lo harán —anunció Yoongi a su hermano quién pareció celebrar en ese momento.
— ¡Hoseok estará muy feliz! Bueno, todos lo estaremos. Ahora ustedes no se preocupen por nada, sólo déjennoslo a nosotros —musitó Taemin con entusiasmo—. Probablemente Hoseok se pasará más tarde por su casa, hasta luego.
—De acuerdo. —Y colgó.
Yoongi suspiró y volvió a guardar el celular en su bolsillo al mismo tiempo que Jimin se acercaba a él con pasos tímidos.
— ¿Fue idea de Hoseok? —cuestionó Jungkook con seguridad y Yoongi asintió en respuesta.
—Siempre supe que estaba chiflado, sin embargo, no sabía a qué punto —respondió el pelinegro acariciando los cabellos de Jimin una vez que estuvo a su lado—. Al parecer nos casaremos antes de lo previsto, bonito. ¿Estás bien con eso? Sabes que puedes negarte si no quieres, si aún no estás listo-
—Yo ya acepté casarme con usted —interrumpió Jimin—. Si hubiese sido por mí, nos hubiésemos casado en ese mismo momento en el helicóptero.
Yoongi recibió el abrazo de Jimin una vez terminó de hablar y besó su cabello sintiendo su corazón alterarse como era de costumbre cada que estaba cerca del menor. En ese momento sentía que su pecho estallaría debido a la felicidad, pensar que al principio solo había querido salvar a Jimin y ahora estaba allí entre sus brazos, a tan solo unos días para casarse y permanecer juntos por el resto de su vida como una pareja convencional, o al menos algo parecido.
Jimin estrechó el cuerpo del mayor entre sus brazos, no preocupándose por ocultar la sonrisita boba que se formaba en sus labios, jamás imaginó que estar enamorado se sentiría tan bien, jamás imaginó que su vida cambiaría tanto solo por una persona y mucho menos imaginó que podría incluso ayudarlo a salir de toda la mierda que lo había rodeado durante toda su vida.
Yoongi más que una luz al final del túnel era un ancla que lo sostenía con firmeza, era el final a su sufrimiento, pero al mismo tiempo era el comienzo de su verdadera felicidad, y no podía estar más seguro de que sólo quería amarlo por el resto de su vida.
Taemin, Edán y Asgard se encontraban junto a Jimin y Taehyung en aquella suite de hotel en la que estaban siendo arreglados. Quizá y sólo quizá Hoseok había exagerado un poco en contratar a estilistas profesionales y demás, pero él quería que la boda se celebrara por todo lo alto.
El maquillaje fue bastante sutil, pero les hacía lucir hermosos, resaltando sus rasgos y agregando un poco más de luz a sus rostros, apenas un leve sombreado junto a algunos brillos que resaltaban de forma armónica. En cuanto a la ropa, ambos usarían pantalones blancos con camisas de seda del mismo color, estas tenían algunos detalles en las mangas y bonitos cuellos en forma de V que dejaban a la vista parte de sus clavículas.
Ambos habían decidido retocar el color de sus cabellos, Taehyung azul y Jimin rosa, pues sentían que esos eran sus colores y no podían cambiarlos para un día tan importante.
—Definitivamente aún no me lo creo —musitó Asgard mientras veía como los estilistas peinaban a los chicos.
—No me digas que vas a llorar —soltó Edán mirando al rubio con una ceja alzada.
—N-No, obvio que no. —El rubio sorbió su nariz y limpió rápidamente una lagrima que escapó de su ojo derecho.
—Tan grandote y tan llorón —se burló Edán y Taemin lo miró con el ceño fruncido.
—No te burles de Asgard, es comprensible que esté emocionado, yo también lo estoy, pero no quiero arruinar mi maquillaje antes de llegar —defendió Taemin sentado en la cama con las piernas cruzadas mientras leía una revista.
Los tres iban vestidos con trajes negros y corbatas vinotinto ya que así debían ir vestidos los padrinos según Hoseok, y obviamente ellos serían unos de esos.
— ¿Ya estarán listos Jungkook y Yoongi? —cuestionó Asgard.
—Hablé con Namjoon hace un rato, me dijo que ya iban en camino a buscarlos así que deben estar por llegar al lugar —respondió Edán acomodando su cabello frente al espejo.
—Estoy muy nervioso y ni siquiera sé porque —confesó Taehyung mirando su reflejo a través del espejo y junto a este el chico que peinaba su cabello para darle la forma que quería.
—Yo también, me duele el estómago —soltó Jimin de igual forma.
—Sabía que esto podía suceder, así que vine preparado —dijo Asgard caminando hacia su bolso para sacar un termo de allí.
— ¿Qué es eso? —preguntó Taemin con curiosidad.
—Es un té para los nervios —respondió el rubio sirviendo un poco del contenido que aún se encontraba caliente en dos tazas.
— ¿Sabe rico? —preguntó Taehyung aceptando la taza que le ofreció el mayor, Jimin hizo lo mismo olfateando un poco.
—Sí, lo preparé yo mismo, incluso le puse miel, así que no se preocupen me encargué de que supiera bien —explicó el ruso con orgullo. Jimin fue el primero en probar el brebaje y automáticamente sus ojos se abrieron con sorpresa al percibir el sabor dulce y agradable.
—Es cierto, sabe muy bien —afirmó el pelirosa. Taehyung también dio un sorbo y asintió dándole la razón a su amigo.
—Gracias, Asgard —agradecieron ambos chicos al unísono y el rubio sonrió.
Una vez terminaron el té se sintieron más calmados, minutos después los estilistas indicaron que habían terminado su trabajo y ambos chicos se levantaron para poder vestirse. Taemin y Edán les ayudaron a cambiarse mientras Asgard se concentraba en no llorar demasiado.
Una vez vestidos Edán y Taemin les colocaron los zapatos también blancos y se pusieron de pie para dar un último vistazo a sus atuendos. Edán aplaudió emocionado y no pudo evitar acercarse para abrazarlos.
—No puede creer que por fin llegó el día. ¡Y pensar que creímos que Hoseok estaba loco! —chilló el rizado.
—Yo aún lo sigo creyendo —soltó Taemin separándolo un poco de los chicos—. Aléjate un poco, Edán, les arrugaras las camisas.
—No sabía que casarse era tan emocionante —comentó Taehyung mirando su reflejo en el espejo.
— ¿Dónde están los ramos? Ya es hora de irnos, llegaremos tarde —dijo Taemin buscando por toda la habitación, hasta que Asgard apareció con los mismos, los cuales eran de rosas rojas envueltas con una especie de cinta negra.
—Sostengan esto, tengo que sacarles una foto —demandó Asgard pasándoles las flores, un ramo a cada uno y luego sacó su celular—. A ver, posen y sonrían.
Jimin y Taehyung rieron, sin embargo, hicieron lo que el rubio pedía, se pararon uno junto al otro y sostuvieron los ramos con unas sonrisas brillantes. Asgard tomó una foto detrás de otra, Taemin y Edán les decían como posar y arreglaban los cabellos que escapan de donde iban.
En este punto el ruso ya era un mar de lágrimas, y los demás solo podían reír ante su sentimentalismo.
—Ya es hora, hay que irnos —insistió Edán mirando el reloj de su muñeca y dicho eso salieron del lugar.
Afuera les esperaba un chofer y sin pensarlo mucho se subieron a la camioneta, Edán y Taemin verificaron cientos de veces que no se les quedara nada antes de arrancar directo al Gran Palacio de Kremlin.
—Aún me pregunto cómo fue que Hoseok consiguió alquilar un salón en el palacio de Kremlin —observó Edán ladeando la cabeza.
—Creo que no hay nada que el dinero no pueda lograr —respondió Taemin.
— ¿Que es el palacio de Kremlin? —cuestionó Jimin con el ceño fruncido.
—Es como la casa del presidente —informó Taemin. Jimin y Taehyung se miraron sorprendidos.
El viaje en sí no era largo, pero para ellos se sintió eterno debido a la ansiedad, a medida que transcurrían los minutos sus nervios crecían y sólo querían tener otra taza del té mágico de Asgard.
Al llegar Jimin y Taehyung observaron el lugar totalmente maravillados, decir que estaban sorprendidos era poco, era inmenso, hermoso, como sacado de alguna película. Fueron guiados por los chicos y luego de recorrer gran parte del palacio pararon frente a unas puertas inmensas que permanecían cerradas.
—Esperen un momento —pidió Taemin alejándose un poco con su celular en la oreja.
Los menores se vieron ansiosos y tomaron nuevamente los bouquets que Asgard les ofrecía. Taemin intercambió unas cuantas palabras en ruso a través de la llamada y luego de asentir colgó acercándose a ellos nuevamente.
—Bien chicos, ya todos están listos, como les había explicado, al abrir las puertas automáticamente caminarán sobre la alfombra hasta donde están los chicos, no olviden como sostener los ramos y no caminen demasiado rápido, manténganse sonrientes —explicó Taemin brevemente, pues ya les habían explicado anteriormente lo que debían hacer.
—Me siento como una celebridad —confesó Taehyung sonriente.
—Estoy nervioso. No puedo creer que nos vamos a casar —dijo esta vez Jimin.
—Pues empieza a creerlo, porque las puertas están por abrirse —comentó Edán dándoles unas palmaditas en los hombros.
Ambos chicos se colocaron de frente a la puerta y sostuvieron los ramos con ambas manos cerca de sus pechos, segundos después las puertas fueron abiertas por un par de hombres dejando ver el interior del lugar que lucía incluso más increíble que el resto del lugar. No tuvieron mucho tiempo de analizar el lugar ya que la música empezó a sonar, era una suave melodía de un piano que les indicaba que debían comenzar a avanzar.
Les dejo una fotito para que se den mejor idea ya que me faltó dar algunos detalles.
El salón era inmenso, una alfombra de color vino se extendía por el centro del lugar hasta un altar casi al final del lugar, allí de pie se encontraban Yoongi y Jungkook junto al oficiante y dos de los padrinos que serían Hoseok y Namjoon, por supuesto. Taehyung y Jimin se miraron asintiendo con la cabeza y comenzaron a caminar bajo las miradas atentas de los presentes.
Había demasiada gente, apenas y pudieron reconocer a algunos como los miembros de la mafia, sin embargo, no se dejaron intimidar por eso en aquel momento, fue imposible no sonreír al ver a Yoongi y Jungkook sonriéndoles de forma brillante.
Sus corazones latían con fuerza debido al nerviosismo, y Jimin sentía que sus ojos picaban amenazando con soltar lágrimas, el pelirosa estaba seguro de que jamás podría olvidar todas las emociones que estaba sintiendo en ese momento, el sentimiento era indescriptible y si era un sueño no quería despertar jamás.
Sus ojos se conectaron con los de Yoongi a unos pasos del altar, y la sonrisa del pelinegro se hizo más grande al igual que la suya, una vez cerca, el azabache le tendió un mano ayudándole a subir unos cuantos escalones y Jungkook hizo lo mismo con Taehyung , se pusieron de pie uno frente al otro y el oficiante en el medio, todos veían la escena enternecidos, Asgard era un mar de lágrimas e incluso Edán también había comenzado a soltar algunas, Hoseok por otro lado sonreía orgulloso de que todo hubiese salido como lo había planeado.
El hombre que llevaría a cabo la boda empezó con el típico discurso, todos prestaron atención, a excepción de Yoongi y Jimin quienes estaban perdidos en los ojos del otro, el pelinegro sostenía las manos de su novio entre las suyas, acariciando sus nudillos mientras lo veía con adoración, tratando de mantenerse cuerdo en aquel momento que parecía irreal.
Por un momento, Jimin sintió que los recuerdos flotaban alrededor de su cabeza, desde los días de su infancia, el día en que intentó suicidarse cuando cumplió quince años, el momento en que sus padres lo vendieron como si sólo fuese un objeto y sobre todo los duros años en el casino, los maltratos de Jongin, todos aquellos hombres que lo tocaron, todas las veces que perdió el rumbo y se vio ahogado en su propia miseria.
Las veces que pensó que todo era su culpa porque había nacido para ser un desgraciado, las veces que pensó que aquel era su destino y debía aceptarlo.
Luego estaba el día en que conoció a Yoongi, cuando pensó que no era más que otro sucio hombre, alguien más que solo lo rompería un poco más y, por último, todas las veces que el hombre le había demostrado desde ese día que él había llegado para cambiar su vida por una mejor.
Cuando le hizo el amor por primera vez, cuando lo sacó del casino, cuando le regaló un hogar, cuando le regaló los ojos de sus padres en la piscina como prueba de su amor, todas las citas, cuando le propuso matrimonio en un helicóptero, y lo más importante, todas las veces que lo había sostenido antes de caer, todas las veces que había tomado los trozos rotos de su corazón para unirlos nuevamente sin dejar de mirarlo con aquella adoración.
Yoongi le había mostrado su verdadero valor, le había demostrado que no era ningún desgraciado. Y quizá el pelinegro nunca estaría consciente de la magnitud de todo lo que había hecho por él, y Jimin nunca sería capaz de agradecerle al menos la mitad. Por eso lo amaría por el resto de su vida, porque el pelinegro se lo merecía y Jimin quería hacerlo, quería amarlo hasta no poder más.
Jimin tampoco sabía las cosas que pasaban por la cabeza de Yoongi, la forma en que el azabache sentía aquel momento sin dudas de que era el mejor de toda su vida, porque al fin podía estar seguro de que Jimin lo había escogido, aun sabiendo lo que era, aun sabiendo que no era una gran persona, aun conociendo sus errores le había entregado su corazón.
Ambos escucharon el momento en que Jungkook y Taehyung daban el "Sí, acepto" y cuando llegó su turno sus corazones revolotearon en sus pechos.
—Min Yoongi. Aceptas a Park Jimin como tu legitimo esposo, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, ¿hasta que la muerte los separe? —cuestionó el oficiante mirando al azabache quién no podía apartar los ojos de Jimin ni por un instante.
—Sí, acepto —respondió el azabache con firmeza, logrando que un par de lágrimas rebeldes al fin escaparan de los ojos del pelirosa.
—Y tú Park Jimin. Aceptas a Min Yoongi como tu legitimo esposo, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad... ¿hasta que la muerte los separe?
—Sí, acepto.
En ese momento intercambiaron anillos, Yoongi sujetó la mano derecha de Jimin para colocarle la argolla con suavidad en el dedo anular y seguidamente el pelirosa hizo lo mismo, no pudiendo contener la sonrisa, entrelazaron sus manos juntas observando ambas siendo adornadas por las joyas que ahora los unían de forma silenciosa.
—Los novios pueden besarse —finalizó el hombre tras unas palabras y aquello fue suficiente.
Jungkook tomó las mejillas de Taehyung para acercarlo y así unir sus labios en un beso casto, lleno de sentimientos y sobre todo seguridad. Yoongi liberó el aire que había estado conteniendo e hizo lo mismo escuchando como todos comenzaban a aplaudir, Jimin apretó los brazos del mayor que sujetaban su nuca y le devolvió el beso con gusto, sintiendo que había vuelto a casa.
Su casa de ahora en adelante siempre sería donde estuviese Min Yoongi, y ahora estaba totalmente seguro de ello.
Yoongi se separó y le sonrió una vez más de forma genuina. No podía sentirse más lleno en aquel momento. Y Jimin estaba totalmente orgulloso.
Al fin había logrado romper esa Poker Face.
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