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27

Esta historia está terminada, sin embargo, ahora no pueden ver todos los capítulos ya que se encuentra en edición para su próxima publicación en físico, ACTUALIZO TODOS LOS DÍAS. Para mantenerte al tanto de las novedades sígueme en instagram, estoy como: edencarstairs.

Jimin y Taehyung estaban sentados sobre una de las cajas en el galpón, atentos a los chicos que se encontraban haciendo un poco de combate mano a mano sólo por diversión. Desde la primera vez que los chicos los habían llevado allí se había hecho costumbre que asistieran con regularidad, de esa manera entrenaban el uso de las armas o el combate como defensa personal.

A Jimin le gustaba aquel ambiente, lo veía como una manera de descargarse, de alguna manera sentía que liberaba la mayor parte de la tensión que se acumulaba en su cuerpo, incluso los recuerdos del casino se volvían menos asfixiantes cuando estaba allí y todos eran amables con ellos, por lo tanto, se sentían cómodos.

— ¿Quieren intentarlo chicos? —preguntó Bang Chan con su característica sonrisa al terminar su pelea. Taehyung miró a Jimin con duda.

— ¿Deberíamos? —habló Jimin en dirección a Taehyung.

—No deben golpearse muy fuerte, es solo práctica —alentó Chan instándolos a ponerse de pie.

Ambos se levantaron encogiéndose de hombros restándole importancia y se pararon dentro de un círculo blanco dibujado en el piso, ya habían hecho ese tipo de combate en un par de ocasiones en las que habían visitado el lugar.

—Eviten salirse del círculo, ya lo saben. Lo más importante es cubrir la cabeza y dar golpes certeros a su oponente —explicó Minho, el joven al que Jimin había disparado (accidentalmente) en su primera visita, el cual se estaba recuperando con éxito.

Ambos asintieron en respuesta y se colocaron en posición con las manos en puños y la cabeza inclinada para protegerse, al cabo de unos segundos de meditación Taehyung fue el primero en lanzar un golpe que Jimin esquivó con éxito, respondiendo con un gancho a la mandíbula del peliazul el cuál fue frenado por su mano antes de atestar una patada a sus costillas.

Jimin jadeó debido a la sorpresa, en realidad Taehyung no le había golpeado con fuerza, y luego de volver a estabilizarse tiró un golpe en falso antes de girarse e impactar su codo contra la nariz del menor, los demás chicos observaban atentamente y vitoreaban alrededor del círculo.

Taehyung le empujó, golpeando su rostro con intención de tirarlo al suelo, Jimin pateó su tobillo con el mismo objetivo, ambos jadeaban, sintiendo como el ejercicio hacía efecto comenzando a entumecer sus músculos, el sudor resbalaba por sus frentes a pesar de las bajas temperaturas y un par de golpes más fueron y vinieron, luego de una patada en la espinilla Taehyung cayó al suelo fuera del círculo.

El pelirosa sonrió cuando los chicos lo felicitaron entre ovaciones y ayudo a Taehyung a ponerse de pie, el peliazul le sonrió y lo abrazó por la espalda, justo en ese momento Clown y los chicos se hicieron presentes en el lugar acompañados de Taemin, ambos corrieron a saludarlos.

— ¿Se divierten chicos? —preguntó Hoseok recibiendo el abrazo que los menores le ofrecían.

—Sí. Estábamos practicando combate con los chicos —respondió Jimin con una sonrisa y luego fue hasta Yoongi.

El pelinegro lo miraba inexpresivo como siempre, Jimin lo abrazó como de costumbre sintiéndose tranquilo cuando el contrario lo envolvió en sus brazos dejando un beso en su cabeza.

—Veo que te gustan estás actividades —comentó a modo de observación el mayor sin intenciones de juzgar.

—Todos son amables y es divertido disparar o practicar las peleas —respondió el pelirosa con una sonrisa tímida aún sin soltar al mayor.

—Siempre me preocupó que no te gustara el ambiente de la mafia, y que estuvieses más inseguro a medida que fueses conociendo cada parte, pero veo que te adaptas bien y eso me pone feliz —habló pausadamente el mayor sin apartar la vista de su rostro mientras hacía suaves círculos con sus dedos sobre su espalda.

—Me gusta que esté feliz —concretó el menor dejando un beso en la mejilla de Yoongi.

Jimin era una persona complaciente por naturaleza, siempre estaba tratando de obtener la aprobación de todos, de hacer todo bien para recibir cumplidos y por sobre todo, siempre hacia todo por mantener contento a Yoongi, a pesar de que el pelinegro nunca podría estar molesto o algo por estilo con él, ni aunque quisiera.

Taemin se acercó a la pareja con intenciones de saludar y Jimin se separó un poco de Yoongi sonriéndole al rubio, inconscientemente su mirada se desvió al tatuaje en el cuello de Taemin, era lo mismo cada vez que lo veía, sintiendo la curiosidad picándole en la punta de la lengua con toda la intención de preguntar.

El mayor fingía no notar la mirada poco discreta de Jimin sobre su cuello y luego de que Yoongi captara su presencia carraspeó un poco antes de hablar.

—Jimin, a Taemin le gustaría hablar contigo, ¿quieres? —preguntó con cautela en dirección al mencionado.

Jimin se encogió de hombros cómo diciendo "¿Por qué no?" y seguidamente se dejó guiar por el más alto para salir del lugar, las calles eran tan frías como de costumbre y agradeció que subieran a una de las camionetas para alejarse del clima, Taemin encendió el vehículo y al mismo tiempo la calefacción, el rubio no mencionó a donde irían y Jimin tampoco preguntó, confiando en el mayor a ojos cerrados.

Ninguno de los dos dijo nada en el camino y el pelirosa se preguntaba que se suponía que quería hablar aquel hombre con él, pero se mantuvo paciente, mirando a través de las ventanas las calles poco transitadas debido a la hora, en ese momento todos deberían estar aún en sus trabajos.

Taemin estacionó frente a un bar de café y ambos bajaron, el rubio se mantenía cerca de Jimin como si tuviese miedo de perderle y es que con las amenazas de Yoongi cualquiera temería. Entraron al lugar y el calor de la calefacción junto al aroma del café les dio la bienvenido.

Tomaron una mesa cerca de la barra y Taemin pidió por los dos, lo cual Jimin agradeció, aún no se sentía muy cómodo con eso de tener que escoger por sí mismo, una vez hecho el pedido el mayor se sentó frente a él, entrelazando sus dedos en señal de nerviosismo.

Jimin esperó pacientemente a que el contrario comenzara a hablar, pudiendo ver en su rostro la forma en que se debatía para poder decir lo que estaba pensando.

—Jimin, le he dicho a Yoongi que quería hablar contigo porque quería contarte algo... —empezó el rubio tragando grueso—. He notado que miras el tatuaje en mi cuello, y sabes lo que es obviamente.

Jimin se avergonzado en cierta forma y se preguntó si en realidad quería hablar sobre ese tema, aunque era innegable la curiosidad que sentía.

—Si, me gustaría saber... Pero sólo si tú quieres contármelo —respondió el pelirosa tampoco queriendo presionar a Taemin para hablar.

El mayor suspiró y miró la taza entre sus manos meditando por dónde empezar. Jimin tenía una sensación desconocida, nunca creyó ver a otro ex miembro del casino en el exterior aparte de Taehyung, y antes de conocer a los chicos creía que era imposible salir de allí.

—Verás, Jimin... Fui secuestrado y llevado al casino cuando tenía veinte años, en ese entonces Yoongi tenía diecisiete y tú ya estabas allí, supongo —Jimin se sorprendió ante la declaración, pero solo asintió dejándole continuar—. El padre de Jongin tenía una gran enemistad con mi padre, siento que lo hizo a modo de venganza, nadie sabía de mí, mucho menos sospecharon que estaba allí.

— ¿Pero, cómo...? —El pelirosa se sintió confundido y Taemin exhaló una sonrisa antes de indicarle que iban por partes.

—En ese entonces nuestra hermana Yerim acababa de irse de casa para hacer su vida, papá y Yoongi creyeron que yo había hecho lo mismo... Sin embargo, empezaron a sospechar que algo no andaba bien cuando pasaron varios meses sin saber de mí. Estuve allí un poco más de dos años.

—...Fueron los peores dos años de mi vida, Jimin. De verdad, créeme si te digo que sé lo que se siente estar allí y creer que nunca saldrás. Siento que el padre de Jongin descargó todo el odio que tenía guardado a mi padre contra mí. No puedo decirte todo lo que pasé...

—Puedo imaginarlo, no es necesario que lo digas. —Le interrumpió Jimin y para su sorpresa tomó su mano sobre la mesa como si buscara de alguna forma demostrarle su apoyo o al menos simple empatía.

— ¿Conoces a Kim Seokjin? —preguntó tomando a Jimin por sorpresa quién asintió en respuesta preguntándose que tendría que ver el hombre en todo aquello.

—Él es nuestro primo. Es jefe encubierto del FBI, se encarga de sacar a los menores del casino, me refiero a personas de doce o trece años. El me sacó a mí.

— ¿Qué? ¿En serio? Sabía que había algo raro con Seokjin. ¿Pero cómo no lo han descubierto?

Tantas revelaciones dejaban a Jimin atónito y estaba luchando por encontrarle el sentido a todo. Él de verdad quería entender.

—Seokjin ha invertido en algunas acciones del casino para no levantar sospechas, creen que es un gran cliente, pero solo está haciendo su trabajo —explicó pausadamente el rubio—. Me dieron una golpiza muy fuerte antes de que Seokjin lograra sacarme, el padre de Jongin me dio un golpe en la frente con un jarrón de cristal, trató de matarme porque sabía que me buscaban, por eso tengo esta cicatriz.

Concluyó mientras señalaba la gran cicatriz que atravesaba su rostro, Jimin podía sentir casi a la perfección lo terrible que había sido todo aquello para el rubio. No lo había notado hasta ese momento, pero Taemin tenía los ojos empapados en lágrimas claramente afectado por el relato.

—Cuando mi padre se enteró mató al padre de Jongin. La deuda pasó a ser de Jongin al igual que los casinos, pero Yoongi decidió mantenerse alejado, hasta que te conoció a ti.

El pelirosa suspiró, abrumado por el tema casi tanto como Taemin, el relato avivó sus recuerdos, haciendo que ardieran como una herida abierta, desvió sus pensamientos del rumbo que estaban tomando y se dijo a sí mismo que ya había pasado, ahora estaba lejos y seguro con los chicos.

—Sé que probablemente fuiste más afectado que yo, Jimin. Solo quiero que sepas que estoy para apoyarte, ni tú ni Taehyung están solos, también los considero parte de mi familia ahora.

Las palabras del rubio lograron conmoverlo, un par de lágrimas se deslizaron fuera de sus ojos y asintió con una pequeña sonrisa sintiendo un nudo demasiado grande en la garganta como para poder hablar en ese momento.

—Gracias, Taemin...

Jimin estaba agradecido de estar encontrando buenas personas en el mundo.

Al final de la tarde Taemin le avisó a Yoongi que el dejaría a Jimin en casa y los chicos procedieron a irse junto a Taehyung. Desde que Jimin se había ido con el rubio, el menor se veía un poco intranquilo, Jungkook se mantenía a su lado, acariciando su mano de vez en cuando, notando que algo no andaba bien.

— ¿Te sientes bien, Tae? —pregunto Jungkook a su lado, ambos iban en el asiento de la parte de atrás.

—Hm, sí —asintió el peliverde sin apartar la vista de la ventanilla.

Movía la pierna derecha con insistencia, y por lo que Asgard había mencionado se debía a la ansiedad que ambos chicos padecían, pero Jungkook le restó importancia, justificando mentalmente que quizá sólo era el hecho de haber estado fuera tanto tiempo últimamente.

Por otro lado, Taehyung se mostraba sereno a pesar de todo lo que en realidad estaba sintiendo en su interior, las voces en su cabeza lo aturdían, pretendía ignorarlas, pero estás gritaban con mayor insistencia, no podía entender nada, pero le desesperaba, quería gritarles que se callaran, aunque sabía que sería inútil.

Observó a Jungkook tratando de distraerse, él siempre lograba calmarlo. Se sobresaltó en el momento en que vio al pelinegro, que no era para nada él, lo vio como una persona totalmente distinta, se asustó demasiado, esto provocó casi enseguida que tuviese un ataque de pánico.

— ¿Tae? ¿Bebé, qué sucede? Soy yo, mírame. —El mayor trató de tomarlo por los hombros casi desesperado por llamar su atención, pero Taehyung parecía no reconocerlo en absoluto.

— ¿Qué está pasando? —preguntó Bang Chan quien iba manejando el vehículo, Jungkook no pudo responder.

Taehyung lucía desesperado por alejarse de él, respirando agresivamente como si no pudiera conseguir que el aire llegara a sus pulmones, sentía que estaba colapsando, Jungkook se asustó más cuando vio como el peliverde buscaba la manilla de la puerta y enseguida pudo leer sus intenciones.

— ¡Aléjate! ¡No me toques! —sollozó Taehyung.

— ¡Tae soy yo! ¡Cálmate, amor!

La voz de Jungkook era inaudible para Taehyung, él solo quería que pararan de gritarle, con dedos temblorosos destrabó el seguro y estuvo a punto de abrir la puerta y caer de no haber sido por el agarre de Jungkook.

— ¡Frena, Chan! ¡Frena! —ordenó Jungkook y el mencionado paró enseguida tratando de orillarse un poco.

Con una fuerza descomunal Taehyung se soltó del agarre de Jungkook y salió del auto, el resto de los chicos que venían en las camionetas de atrás también habían parado apenas Bang Chan lo había hecho, enseguida Jungkook corrió detrás del peliverde.

— ¡¿Qué mierda está pasando, Jeon? —preguntó Yoongi bajando de su propio vehículo, todos confundidos al ver la escena.

Taehyung pataleaba y gritaba tratando de zafarse del agarre de Jungkook, por suerte no había mucha gente a esas horas por la zona, en unos cuantos segundos los chicos pudieron empezar a entender de que se trataba la situación.

Namjoon y Hoseok corrieron tratando de ayudar a Jungkook a sujetar a Taehyung para meterlo de nuevo en la camioneta.

—Calma, Tae. Te llevaremos con Jimin... ¿Quieres ver a Jimin? —Hoseok trató de captar su atención mientras Namjoon y Jungkook lo sostenían.

Las palabras del pelirrojo parecieron llamar la atención del menor quien parpadeó varias veces como si no pudiese ver quién le estaba hablando.

—Jim... Jimin... Quiero verlo. Traigan a Jimin, por favor —suplicó entre lágrimas el peliverde, estaba desesperado, luchando aún por controlar su respiración.

—Te llevaremos con el Tae, pero debes calmarte. Somos nosotros. Hoseok, Jungkook y Namjoon. No te haremos daño —explicó Hoseok con voz calmada señalando a cada uno.

Yoongi se mantenía viendo desde atrás, claramente sorprendido por lo que estaba sucediéndole a Taehyung.

Las palabras de Hoseok parecieron calmar a Taehyung quién cerró los ojos y respiro profundamente tal y como Jungkook le indicaba. Al cabo de un par de minutos el pelirrojo se giró un poco para hablar con Yoongi.

—Dile a Minho que se lleve la otra camioneta, Namjoon y yo iremos con Jungkook y Taehyung para mantenerlo calmado.

—De acuerdo, tengan cuidado de no lastimarlo —avisó Yoongi.

Luego de decirle a Minho que se llevara el vehículo Yoongi se subió a la otra camioneta y arrancó detrás de los demás yendo directo a casa, en el camino llamó a Asgard y le dio un resumen del suceso diciendo que los esperara en casa.

Al llegar Jimin se encontraba en el salón con Asgard, Taemin de seguro ya se había ido. Apenas se encontraron los dos muchachos Taehyung rompió en llanto entre los brazos del pelirosa, el menor estaba más cuerdo ahora, sin embargo, aún se sentía afectado por el evento anterior.

— ¿Qué es lo que ha pasado? —preguntó Asgard apenas los demás se acercaron.

—Todo estaba bien, p-pero de repente se puso muy ansioso y empezó a gritar y llorar como si no me reconociera, trató de saltar del auto, se bajó corriendo, tuvimos que tomarlo entre los tres —explicó Jungkook lo más resumido posible con el corazón latiendo a mil por hora.

— ¿Qué es lo que está pasándole, Asgard? —habló Namjoon lo primera vez.

Yoongi, Namjoon, Jungkook y Hoseok le miraron expectantes.

—No quiero dar un diagnóstico así como así, chicos, menos sin la evaluación correspondiente, pero creo que Taehyung está teniendo episodios de esquizofrenia...

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