25
Esta historia está terminada, sin embargo, ahora no pueden ver todos los capítulos ya que se encuentra en edición para su próxima publicación en físico, ACTUALIZO TODOS LOS DÍAS. Para mantenerte al tanto de las novedades sígueme en instagram, estoy como: edencarstairs.
La mañana era fría, Jimin había despertado antes que Taehyung y ahora estaba en la cocina observando fijamente la tostadora, creyendo que quizá de esta manera el pan saldría antes. Era un día cualquiera, no había nada interesante por hacer y él tenía la maldición de despertar temprano cuando no debía solo para aburrirse.
Dio un sorbo a su café y miró el reloj de pared preguntándose a qué hora se habían marchado los chicos ya que habían pasado la noche allí pero cuando despertó no quedaba ni rastro de los mismos, el pelimorado no se sobresaltó cuando la puerta de entrada fue abierta suponiendo por la hora que se trataba de Asgard.
El rubio apareció en la cocina con una brillante sonrisa, su cabello húmedo y una evidente cara de recién levantado.
—Buenos días, Jiminnie —saludó el mayor sentándose sobre uno de los taburetes de la barra.
—Buenos días, Asgard. ¿Café? —preguntó el violáceo como ya era de costumbre ganándose un asentimiento de cabeza por parte del más alto.
— ¿Taehyung aún está durmiendo? —cuestionó el ruso con una mueca de confusión luego de tomar la taza.
—Sí. ¿Por qué? —Jimin esbozó una mueca en señal de confusión.
— ¿No les dijeron nada? Alguien vendrá a conocerlos hoy, es una sorpresa, pero debían estar listos temprano —explicó el mayor anotando mentalmente regañar luego a los payasitos por no decir nada.
—Oh —dijo el menor enderezándose justo en el momento en que los panes saltaron de la tostadora con un sonidito—. Entonces iré a despertarlo.
Y sin esperar corrió escaleras arriba directo a la habitación del peliverde, dejando a Asgard solo en la cocina devorando sus tostadas y proponiéndose preparar más.
Una hora más tarde ya habían desayunado y estaban completamente vestidos, listos para esperar a quien sea que viniese a verlos, los tres estaban en el sofá de la sala revisando sus teléfonos mientras esperaban pacientemente, quince minutos después el timbre sonó y Asgard se levantó como un rayo corriendo para abrir.
El timbre sonó con insistencia y Jimin frunció el ceño mirando a Taehyung mientras se preguntaban porque estaría tan ansiosa aquella persona.
Se levantaron al mismo tiempo y se acercaron a la puerta en el momento en que ingresaban dos chicos, los menores se miraron confundidos.
—Jimin, Taehyung. Ellos son Lee Taemin y Edán —presentó Asgard señalando a los sonrientes chicos.
Taemin era un chico rubio, alto, no tanto como Asgard, pero sí lo suficiente, tenía unos labios llenos y ojos grandes, pero sin duda lo que más llamaba la atención era una fina pero larga cicatriz que bajaba desde su frente hasta su pómulo pasando por su ojo. Edán era bajito, con cabello castaño largo hasta la mandíbula y varios mechones naranjas, delgado y con un interesante sentido de la moda.
—Es un placer conocerlos chicos, nos han hablado mucho de ustedes. —Taemin habló acercándose un poco más y allí Jimin quedó paralizado al ver el tatuaje del trébol en su cuello.
¿Aquel era Taemin el hermano de Yoongi? ¿Por qué llevaba la marca del casino?
Taehyung sonrió y estrechó la mano que los chicos ofrecían reaccionando antes que Jimin, segundos después del pelimorado salió de su ensoñación devolviendo el saludo al fin.
—Taemin es el hermano mayor de Yoongi —anunció Asgard confirmando las sospechas de Jimin y Taehyung abrió los ojos con sorpresa.
Antes de que alguien dijese algo más la puerta fue abierta nuevamente dejando ver a Hoseok, Jungkook, Namjoon y Yoongi quienes entraron cargando sus armas y con las máscaras aún puestas.
—Qué bonito. Llegaron los que olvidaron anunciar la visita de los diseñadores. —Se quejó Asgard cruzándose de brazos.
—Ah. Lo olvidé —bufó Yoongi quitándose la máscara al igual que el resto.
—Cuando no. —Rodó los ojos Taemin ganándose la atención de su hermano.
—Taemin —saludó Yoongi.
— ¿Así tratas a tu hermano mayor? Ven. Dame un beso, hermanito. —El rubio se acercó al pelinegro y este hizo una mueca cuando el contrario le besó la mejilla.
—Y ustedes son tan lindos como nos dijeron. —Edán comentó acercándose a Jimin y Taehyung.
Los menores se sentían cohibidos, no sabiendo como actuar y teniendo tantas dudas que no sabían que preguntar primero.
—Tú también eres bonito —halagó Taehyung con una sonrisa al pelinaranja.
—Ustedes son como gemelos, Jimin es el gemelo callado y Taehyung el gemelo travieso —comentó emocionado el bajito haciendo que ambos chicos rieran.
— ¿Por qué Asgard dijo que eran diseñadores? —preguntó Jimin ganándose la atención de Taemin.
—Porque lo somos. Nosotros somos quienes diseñan las máscaras, y estamos aquí porque ya va siendo hora de que tengan las suyas —respondió el rubio acercándose a los menores.
Hoseok y Namjoon se marcharon a la cocina y Asgard arrastró uno de los taburetes de la barra al salón cuando Edán se lo pidió, recién Taehyung y Jimin pudieron percatarse de la pequeña maleta que cargaban los chicos y la emoción comenzó a picarles por saber que pasaría.
Yoongi se mantuvo junto a ellos al igual que Jungkook, al pendiente de cualquier incomodidad que pudiesen sentir.
—Bien, primero vamos a tomar sus medidas y ya luego hablaremos del material y demás —explicó Taemin—. Tú primero, Taehyung.
El peliverde asintió sentándose en el taburete y mirando cada movimiento del rubio preguntándose qué harían exactamente. Jimin mantenía sus manos entrelazados jugueteando con sus dedos tratando de mantenerse sereno.
Edán le pasó una cinta métrica a Taemin y este comenzó a tomar medidas del rostro de Taehyung, desde la altura de su nariz hasta el ancho de su frente y Jimin no habría imaginado que los chicos tuviesen su propio diseñador de máscaras ni mucho menos que este fuese el hermano de Yoongi.
Pero lo que más le sorprendió fue el tatuaje del trébol y algunas cicatrices más que había notado en su cuello, pero ya luego preguntaría respecto a eso.
—Tú turno, Jimin —llamó Edán indicándole al pelimorado que se acercara y este obedeció sentándose en el taburete.
Taemin repitió el proceso con Jimin, tomando sus medidas mientras Edán apuntaba todo en una agenda, el menor se mantuvo quieto examinando el rostro del rubio en silencio, apreciando su maquillaje simple pero bonito, con algunos brillos sobre sus parpados y el relieve de la cicatriz bajo su base de maquillaje.
—No me has visitado, Min. Eres un terrible hermano —regañó Taemin al pelinegro quién se había mantenido en silencio.
—Hemos estado ocupados, ni siquiera estábamos en Rusia —respondió rodando los ojos.
—No hay excusas —sentenció el rubio—. Bien, eso es todo Jim.
—Okay, ahora debemos hablar de sus preferencias. ¿Alguna idea para el diseño? —preguntó Edán dirigiéndose a Taehyung y Jimin.
Los menores se miraron sin saber que decir y luego desviaron su mirada a Jungkook y Yoongi pidiendo auxilio silenciosamente. ¿Qué podrían saber ellos acerca de eso?
—Hablaremos de ello después —respondió Yoongi en dirección a su hermano.
—Pero que sea pronto, necesitamos hacer los bocetos para empezar. —El rubio le apuntó amenazadoramente con su dedo.
—Si, sí. Ahora vamos a comer, me muero de hambre —habló Jungkook luego de un rato en silencio y jaló a Taehyung hasta la cocina seguidos por los demás.
Yoongi y Jungkook prepararon algún platillo ruso con ayuda de Asgard y luego todos comieron juntos en la barra, el momento resultó ameno mientras todos contaban algunas anécdotas de los últimos días y Edán los hacía reír con uno que otro comentario gracioso; Taehyung y Jimin parecían entrar cada vez más en confianza con los dos chicos, y a medida que la comida avanzaba los menores sonreían cada vez más.
Jimin escrutaba de vez en cuando el tatuaje en el cuello de Taemin, teniendo la duda en la punta de la lengua más no atreviéndose aún a preguntar en voz alta. Yeontan se paseó alrededor de los pies de Taehyung indicándole que también tenía hambre y el peliverde no dudó en levantarse para atender a su mascota.
El perrito era demasiado tierno, y aunque había sido un poco extraño tenerle en casa se encariñaban cada vez más con el animalito. Namjoon se ofreció a lavar los platos con ayuda de Hoseok y luego de comer alguna especie de pudin de chocolate Taemin y Edán decidieron que era momento de culminar la visita.
—Fue un placer verlos chicos, espero no vuelvan a desaparecer —comentó Taemin levantándose.
—Sí, sí. Jimin y Taehyung, espero nos veamos más seguido —comentó esta vez Edán recogiendo la pequeña maleta.
Jimin y Taehyung se acercaron con cierta cautela para despedirse de ambos chicos agradeciéndoles por la visita e invitándoles a venir cuando quisieran.
—Adiós hermanito, no hagas demasiado desastre. —Se despidió Taemin abrazando a Yoongi y dejando un pegajoso beso en su mejilla que el menor recibió a regaña dientes.
—Y ustedes no salgan tanto de fiesta, hay otras cosas en la vida —regañó Hoseok desde la cocina.
— ¿Qué mejor que una buena fiesta? No sabes lo que dices, Hobi —respondió Edán entrecerrando los ojos en dirección al pelirrojo—. Asesinar personas tampoco es el mejor deporte.
Todos rieron y Yoongi los acompañó hasta la puerta prometiendo una vez más que no desaparecería de nuevo.
Tan rápido como los dos chicos se marcharon Jimin y Taehyung corrieron a la planta superior dispuestos a tomar un baño y cambiarse de ropa, alguna manía que ambos chicos habían desarrollado al salir del casino fue tener la necesidad de bañarse constantemente, sintiendo que hasta la brisa lograba ensuciarlos de alguna manera, todos lo habían notado más no habían dicho nada pues no lo creían necesario.
Mientras los chicos se aseaban los demás habían permanecido en la sala, aprovechando el tiempo libre para descansar antes de tener que volver a salir nuevamente.
— ¿Qué hay para esta noche? —preguntó Yoongi en ruso en dirección a sus amigos.
—Hay que revisar los autos nuevos, Adrik los traerá hasta el edificio Briz —explicó Hoseok mirando su celular.
— ¿Hay que exportarlos a Alemania? —volvió a preguntar el azabache.
—Efectivamente.
—No me gusta trabajar con Dominic —comentó Namjoon.
—Ni a mí —dijo esta vez Jungkook.
—No hay de otra. No podemos romper la asociación hasta que nos dé un motivo —espetó Yoongi en un suspiro estando de acuerdo con sus amigos.
—La ver-...
La voz de Hoseok se vio interrumpida por los gritos que provenían de la planta superior, enseguida Asgard alzó la vista y miró a los demás con el ceño fruncido.
— ¡¿Qué te pasa?!
Efectivamente era Jimin el que había estado alzando la voz por lo que no dudaron antes de ponerse de pie y caminar rápidamente hacia las escaleras, Yoongi fue el primero en llegar al pasillo quedando en shock al observar la escena, Taehyung empujaba a Jimin hacia la pared con intenciones de golpearlo mientras sostenía en su mano lo que parecía ser una de las chaquetas de Jungkook.
— ¡Sabía que Jungkook estaba engañándome! ¿Cómo pudiste hacerme esto? —La voz de Taehyung salió temblorosa a causa de los sollozos, nadie parecía entender las acusaciones del chico.
— ¡No sé de qué hablas, Taehyung! ¡Ni siquiera me he acercado a Jungkook! —Trató de defenderse el pelimorado.
Taehyung tembló y se alejó un poco del más bajito arrojándole la chaqueta a la cara. En ese momento el menor parecía totalmente fuera de sí.
— ¿Entonces por qué huele a tu perfume? —acusó el peliverde. Jimin frunció aún más el ceño y tomó la prenda.
—Chicos. ¿Qué sucede? —preguntó Asgard tratando de acercarse.
Jimin acercó la prenda a su nariz y la olfateó, sintiéndose aún más confundido, su vista se pasó a los mayores quienes miraban estupefactos la escena.
—T-Tae... Este no es mi perfume —soltó Jimin. Enseguida Jungkook se acercó arrebatándole la prenda al pelimorado para olerla el mismo.
—Es tu perfume, Taehyung —aclaró Jungkook.
Todos se miraron confundidos, los ojos de Taehyung volvieron a llenarse de lágrimas y sollozó encogiéndose en su lugar, todos le miraron sin saber que sucedía exactamente, el peliverde tomó su cabeza entre sus manos mientras susurraba cosas incomprensibles para los demás.
— ¿Qué está pasando? —preguntó Yoongi mirando a Asgard en busca de una respuesta.
—Y-Yo... Creí que... E-Ellas me dijeron que Jungkook me engañaba, y-yo... Lo siento —sollozó Taehyung sin alzar la cabeza.
— ¿Ellas? —cuestionó Jungkook confundido.
—L-Las voces...
—Está teniendo un episodio de alucinación —explicó Asgard.
Jimin paseó su vista entre los chicos y luego regresó a mirar a su amigo, sintiéndose aún conmocionado, aterrado del Taehyung que había visto hacía unos minutos, como si no hubiese sido él, solo una persona mala apoderada de su cuerpo.
Jungkook se acercó a Taehyung y lo abrazó, tratando de consolarle para que dejara de llorar, estaba confundido como todos, pero sabía que no era tiempo de preguntar. Algo estaba sucediendo en la cabeza de Taehyung, era más que obvio, pero quizá nadie quería aceptarlo.
La tensión en el aire era palpable, el silencio reinó durante largos minutos hasta que Yoongi notó que Jimin estaba sin camiseta y con el cabello revuelto, el pelinegro se acercó y lo tomó el brazo jalándolo hasta su habitación dejando a los demás en el pasillo.
—Ponte algo más de ropa, hace frío —dijo suavemente el mayor y Jimin asintió acercándose inmediatamente a su armario.
— ¿Qué le pasa a TaeTae? —preguntó en un susurro el pelimorado mientras rebuscaba entre la ropa, no pudiendo tragar más la pregunta.
—Nada grave, no te preocupes —mintió Yoongi, pues en realidad no podía estar seguro de ello—. ¿Qué fue lo que sucedió?
—Estaba vistiéndome cuando él entró, estaba demasiado molesto, me tomó del cabello y me jaló hasta su habitación, me dijo que Jungkook lo estaba engañando, dijo que yo era el culpable, me empujó fuera de la habitación y el resto ya lo sabe —explicó el menor con el ceño fruncido—. Se veía tan... Extraño.
Yoongi se mantuvo en silencio, analizando la situación mientras Jimin se vestía, ahora temía irse y dejar al pequeño solo, debería hablar con Asgard y que este le dijera si era seguro dejarlos solos, sabía que algo así podía suceder, desde el principio el ruso les había dicho que Taehyung demostraba conductas extrañas, pero no creyeron que llegaría a ese punto.
—Jimin, no te molestes con Taehyung, nada de lo que él dijo era cierto. —Trató de calmarle el mayor mientras se sentaba a su lado en la cama.
—Lo sé.
La noche estaba demasiado fría, el vaho escapaba de sus labios en cada respiración y sus articulaciones se sentían rígidas. El último auto bajó del tráiler por la rampa y Hoseok se posó justo detrás para anotar la matrícula. Pasaban de las dos de la madrugada y ya llevaban un par de horas en aquello, pero al menos ya podían decir que no faltaba tanto.
Hoseok y Yoongi estaban en la parte trasera del edificio recibiendo los vehículos mientras que Namjoon y Jungkook junto a algunos hombres más cuidaban el frente de cualquier mirón o algún policía aburrido que patrullara por la zona.
— ¿Cuántos van ya? —preguntó Hoseok en dirección a Chan quien revisaba el estado de los vehículos.
—Van nueve, creo que solo faltan tres —respondió el rubio alumbrando con una linterna el Ferrari dorado que acababan de bajar.
—Hay que revisar bien, no confío en Dominic —espetó Yoongi acercándose con la máscara puesta a uno de los primeros autos que habían bajado.
—Ya, no hace falta que lo recuerdes —rio Hoseok.
El pelinegro le arrebató la linterna a Chan y apuntó las llantas del vehículo, examinando los rines de este a detalle y a simple vista todo parecía normal, pero Yoongi llevaba demasiados años trabajando en ese tipo de cosas como para no darse cuenta de la anomalía en uno de las ruedas del Lambo.
Hoseok se acercó cuando observó al mayor sacar una navaja brillante de su bolsillo.
—Clown, ¿Qué...? —Trató de preguntar el pelirrojo, pero cayó cuando observó lo que hacía su amigo.
Yoongi clavó la punta del objeto en el caucho abriendo el material, el pelirrojo estuvo a punto de protestar hasta que observó como el pelinegro abría más la llanta con ayuda de sus manos sacando varios paquetes que parecían envueltos con alguna especie de cinta transparente.
—Cocaína —anunció Hoseok sorprendido mirando por un momento a Chan quien se encontraba igual.
—Te dije que no confiaba en Dominic —escupió Yoongi levantándose y sacando su celular casi enseguida.
—Chan, abre el resto de las llantas —ordenó Hoseok mientras Yoongi marcaba un numero en su móvil.
— ¿Con quién crees que estás tratando, imbécil? —bramó el pelinegro apenas fue contestada la llamada.
—Min. Sin duda nunca se te puede ganar una. —La voz del hombre al otro lado de la línea sonó divertida.
—Más te vale recoger tu mierda antes de que lo haga yo.
—Vamos, hombre. Estás familiarizado con el negocio, échame una mano. —Pidió el hombre sonando casi suplicante.
—Te compré autos, Dom. No drogas sintéticas. Te dije la última vez que no soportaría tu mierda, así que ten cuidado cuando vayas a la cama.
Colgó. Se frotó el puente de la nariz devolviéndose para hablar con Hoseok acerca de que harían ahora, no es como si le importara perder unos cuantos miles, quizá más, pero no podían dejar una docena de autos rellenos de cocaína en medio de la nada.
— ¿Y entonces? —habló Hoseok apenas lo vio.
—Supongo que va a devolverme mi dinero si no quiere que le rellene el cráneo a punta de balas —sentenció el pelinegro encendiendo un cigarrillo entre sus labios.
— ¿Qué haremos con los autos? —preguntó Chan—. No podemos dejarlos aquí.
—Llama a Alexei, dile que se encargue —ordenó Yoongi dándole una calada a su cigarrillo.
Hoseok obedeció y enseguida tomó su celular para hacer una llamada, Yoongi se alejó caminando hasta la parte frontal del edificio localizando a Namjoon y Jungkook caminando por la zona atentos mientras cargaban sus armas.
— ¿Qué tal todo? —preguntó Namjoon apenas Yoongi se acercó a ellos.
—Eran señuelos, los autos están repletos de cocaína —comentó el azabache como si nada.
—Maldito, Dom —gruñó Namjoon.
—Sabía que no podíamos confiar en él. —Se unió Jungkook a la conversación.
— ¿Han hablado con Asgard? —preguntó el mayor aspirando el humo del cigarro.
—Dijo que Taehyung se había dormido. Jimin está un poco inquieto, pero bien, Asgard dice que probablemente está ansioso por el suceso —explicó Jungkook.
— ¿Ya le dijiste a Jimin que Taemin fue parte del casino? —preguntó Namjoon en dirección a Yoongi tomándolo un poco por sorpresa.
—No. La verdad creo que lo mejor es que Taemin se lo diga, no me corresponde a mi contar esa historia —respondió con voz neutra.
— ¿A menos sabe que Seokjin es tu primo? —preguntó esta vez Jungkook. El mayor volvió a negar.
—Pues, quedará aún más sorprendido cuando sepa que fue el quién sacó a Taemin —habló Namjoon y Jungkook rio antes de hablar.
— ¿Qué? Quedará aún más sorprendido cuando sepa que probablemente Seokjin es hermano de Taehyung.
—Ya, silencio cotillas.
Yoongi los calló dándole una última calada a su cigarro antes de arrojarlo al suelo, sin duda había mucho para explicar, pero aún no había llegado el momento, por el momento era mejor mantener las cosas tranquilas sin demasiadas emociones fuertes, era lo mejor para los chicos si no querían desestabilizarlos aún más.
Era la calma antes de la tormenta, pero era mejor aguardar al momento correcto, aunque al final todo sería un caos pues los chicos no se imaginaban nada.
¿Cuántos secretos podían estar envueltos en todo eso?
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