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15

Con cada golpe que recibía se le iba haciendo cada vez más doloroso hasta respirar; en ese punto luchaba por mantener sus ojos abiertos y apretaba los dientes con fuerza para no gritar.

La sangre escurría por su rostro y no podía saber específicamente de que zona provenía, su cuerpo estaba entumecido debido a los golpes y rasguños que habían sido causados por el rústico suelo. Desde hacía ya varios minutos había dejado de escuchar la voz de Seungmin, ahora la realidad parecía demasiado lejana y no podía pensar en otra cosa que no fuese el apabullante dolor.

Pararon de golpearlo cuando no podía mover siquiera un dedo, se sentía pesado y el cansancio lo estaba invadiendo cada vez más, rogándole que se dejara consumir por la negrura.

La puerta se abrió y sintió un cuerpo caer cerca del suyo, enseguida Jisung trató de incorporarse, arrastrándose hasta el cuerpo de su amigo, el pelirrojo también había sufrido una golpiza tremenda, pero sin embargo aún podía mantenerse un poco más consciente, un sollozo escapó de sus labios al ver a Felix y la oscuridad invadió la habitación segundos después cuando la puerta fue cerrada dejándolos solos.

—L-Lix... ¿Me escuchas? —Jisung acarició con dedos temblorosos la ensangrentada mejilla del peliazul que luchaba por mantener los ojos abiertos, pero no podía emitir ni una sola palabra.

Jisung sentía la rabia recorrer todo su ser. ¿Por qué él? ¿Por qué Felix? Todo por tratar de ayudarlo, maldijo a Clown y a todo su grupo por haber metido a su amigo en eso.

Lo sabía. Sabía que no tenía que confiar en tus promesas de mierda.

—L-Lix... Se fuerte. ¿S-Sí? Te prometo... Que algún día saldremos de aquí... L-Lo siento. —Un sollozo escapó de su boca y tuvo que morder su labio, sentía un sentimiento amargo en su interior al ver a su amigo en ese estado.

Él no merecía eso.

Felix no pudo más y cerró los ojos, Jisung sabía que probablemente solo estaba inconsciente ya que seguía respirando, pero, aun así, eso no quitaba lo doloroso de la situación.

No sabía lo que pasaría, nosabía si Clown en realidad estaría haciendo algo ahora, pero si de algo estabaseguro es de que cualquier cosa que le pasara a Felix era culpa de ellos.

— ¿Entonces qué? ¿Entramos ya? —preguntó Chan sosteniendo un arma mientras se pegaba a la puerta trasera.

—Sí. Felix dijo algo del tercer piso, de seguro los llevaron allí —respondió Clown quitando el seguro del rifle y mirando a sus compañeros.

—De acuerdo. Es ahora o nunca.

Al siguiente segundo Chan abrió la puerta y entraron, el lugar era poco iluminado y estaba cubierto de cajas, caminaron casi a tientas hasta dar con otra puerta, la abrieron dejando ver el pasillo luego avanzaron sigilosamente. Chan y Changbin se quedaron junto al primer tramo de escaleras y Hyunjin junto a Jeongin descendieron manteniéndose alertas, listos para disparar.

Sabían que era cuestión de minutos antes de que los notaran, pero para ese entonces gran parte de los hombres de Seungmin estarían muertos.

Apenas estuvieron en el tercer piso lo primero que hicieron fue comenzar a disparar hacia las lámparas y bombillos dejando el pasillo a oscuras, encendieron sus linternas y caminaron con pasos cuidadosos a través del lugar.

— ¡Alto! —gritó alguien detrás de ellos, en seguida voltearon, dos movimientos y dos tipos yacieron en el suelo en un charco de sangre.

Continuaron su camino abriendo y cerrando puertas con cautela, alumbrando al interior de las habitaciones las cuales la mayoría se encontraban vacías. Aquel piso daba escalofríos, el aroma era una mezcla de oxido, sudor y sangre, los pisos estaban sucios al igual que las paredes. En un momento pasaron junto a una especie de habitación sin puertas a un lado del pasillo y era allí donde se encontraban las famosas jaulas, algunas estaban siendo ocupadas por chicas o chicos desnudos y cubiertos de moretones, sin embargo, siguieron de largo tratando de ignorar el lugar.

Era imposible que una especie de malestar no se formara en su estómago al escuchar los sollozos y gritos ahogados provenientes de distintas zonas del lugar, era simplemente escalofriante.

Abrieron una de las últimas puertas al final de lugar y Hyunjin se sintió aliviado al ver a Jisung en el suelo junto a Felix, ambos sucios y cubiertos de rastros de sangre, en seguida el pelirrojo se giró y retrocedió con miedo.

—Calma Jisung, soy yo, Hyunjin. —Saber quién era no tranquilizó más a Jisung, al contrario.

— ¿Q-Qué hacen aquí? ¡Váyanse! ¡Miren lo que le han hecho a Felix por su culpa! —Casi al instante Jeongin corrió hacía el cuerpo del peliazul y lo examinó, su cuerpo temblando debido al nerviosismo que comenzaba a invadirlo.

Hyunjin se acercó a Jisung estirando su mano para tocarlo, pero el menor se apartó con brusquedad. —Jisung, vamos a sacarlos de aquí, ven conmigo, por favor...

Jisung negó con la cabeza sintiendo nuevamente un nudo formarse en su garganta, Hyunjin tomó su brazo y lo obligó a ponerse de pie comenzando a arrastrarlo hacía afuera, el pelirrojo trató de empujarlo golpeando su pecho y forcejeando sin mucho éxito.

— ¡Nadie puede sacarnos de aquí! ¡No hagas esto! ¡Deja de jugar! —gritó Jisung luchando por apartarse.

—Jisung, confía en mí, no estoy jugando. —Hyunjin hablaba con calma mientras sostenía al pelirrojo por lo hombros tratando de hacer que se calmara.

—N-Nadie puede... P-Pertenecemos aquí... —sollozó Jisung quedándose quieto, el dolor de su cuerpo no le permitía seguir luchando y cuando Hyunjin lo abrazó no pudo negarse, lo apretó de vuelta sollozando en su hombro y aferrándose a él, viéndolo en ese momento cómo la libertad que tanto ansiaba.

—Salgamos de aquí, Jisung. Te prometo que no dejaré que vuelvan a encerrarte... No estás solo, ahora yo estoy aquí. —El menor asintió y se dejó arrastrar y es que, ¿cómo podía negarse?

No era su culpa, no era su culpa querer ser libre, no era su culpa querer aferrarse a la persona que por primera vez en la vida parecía preocuparse por él, no era su culpa querer un poco de calor para compensar un poco del frío que lo había consumido toda su vida.

Jeongin tomó a Felix en sus brazos con cuidado y salió detrás de ellos cerrando la puerta, caminaron por el pasillo mientras Hyunjin sostenía la mano de Jisung para guiarlo, el menor luchaba por seguirle el paso lo más posible tratando de ignorar las ganas de querer tirarse al suelo. Su corazón latía con rapidez y los nervios lo consumían, no podía creer que en realidad tenía la oportunidad de salir de allí.

Los disparos resonaron en el lugar y dedujeron que provenían de algún piso superior, Jeongin y Hyunjin se miraron enseguida y pararon su andar.

—La tarjeta del ascensor... —murmuró Hyunjin y Jeongin asintió palpando los bolsillos del peliazul, dentro encontró el pequeño objeto y lo sacó retomando su camino hasta el ascensor.

— ¿C-Cómo? —Jisung se preguntaba como Felix había conseguido aquella tarjeta y, además, cómo sabían ellos que la tenía.

—Tenemos un plan, Felix está informado —respondió Clown a sus preguntas y enseguida todo tuvo sentido, sin embargo, no tenían tiempo para hablar de ello ahora.

Subieron al ascensor y Hyunjin marcó el piso principal, los disparos resonaban cada vez más cerca y cuando estuvieron en la primera planta y el ascensor estuvo por abrirse, se cortó la electricidad.

El mayor maldijo golpeando la pared del ascensor con su puño mientras escuchaban los disparos y el alboroto proveniente del otro lado de la puerta, el ascensor quedó oscuro y minutos después se encendió la pequeña luz roja de emergencia.

Jeongin llevaba aún a Felix en brazos junto a un arma y Jisung se preguntó como cargaba ambas cosas a la vez, el cuerpo del menor comenzó a temblar y temió sufrir un ataque de pánico en ese momento, inconscientemente apretó más la mano de Clown, el mayor lo miró y la calma que había en sus ojos parecía lograr trasmitirse a su cuerpo.

Porque Hyunjin podía sentirse en paz solo con tener a Jisung a su lado.

— ¿Y ahora qué haremos? —preguntó Jeongin al cabo de un par de minutos en dirección a Hyunjin. La calma que ambos mantenían teniendo en cuenta la situación era admirable.

— ¿Tratar de abrir las puertas a la fuerza? —Todos sabían que no tenían opción y aparte no tenían tiempo para quedarse allí haciendo nada—. Quédense atrás, voy a disparar.

Jeongin y Jisung hicieron lo que se les ordenó, el menor se pegó a Jeongin y se quedaron en una esquina del ascensor dándole la espalda a la puerta.

Hyunjin destrabó el seguro del arma y apuntó al panel de control disparando enseguida haciendo que el sonido hiciera eco en el reducido espacio, un segundo disparo fue a una esquina de las puertas y luego atestó un par de patadas a la misma, como por arte de magia, la alarma de emergencia se activó y las puertas se abrieron.

—Tardamos demasiado, creo —habló Jeongin saliendo del ascensor junto a los demás mientras observaban el pasillo que se encontraba iluminado únicamente por las luces de emergencia, los cuerpos yacían en el suelo y algunos de los chicos y chicas del casino iban de aquí para allá totalmente asustados.

Chan y Changbin aparecieron en su campo de visión, cargando sus armas y con restos de sangre ajena en sus ropas.

— ¿Qué sucedió? —preguntó Hyunjin observando a sus amigos tratar de regular sus respiraciones.

—Seungmin se fue. Se escapó —habló Changbin y el mayor maldijo golpeando el suelo con su pie.

— ¿Y ahora qué? —preguntó Chan.

—No tenemos tiempo, debemos irnos, de seguro volverán, vendremos por el luego. —Hyunjin se dio la vuelta y comenzaron a caminar a la puerta trasera.

—Sabes que si Seungmin sigue vivo va a buscarlos. —Volvió a hablar el pelirrojo haciendo referencia a Jisung y Felix.

—Una vez que ya estén con nosotros eso no será tan fácil, Chan. —Los tres estuvieron de acuerdo y no dijeron nada.

Jisung desviaba su vista cada tanto a Felix, pero este parecía no tener intenciones de despertar. Al salir el aire frío de la noche los golpeó, en especial a Jisung quien iba bastante ligero de ropa y descalzo, el pelirrojo se sorprendió cuando Hyunjin paró y pasó un brazo detrás de sus piernas y otro por su espalda levantándolo del suelo, el menor no protestó y escondió su rostro en el cuello del mayor, caminaron un poco, hasta el final de un callejón donde se encontraba una camioneta negra y enseguida un chico rubio que estaba afuera se subió al asiento de piloto y les indicó que hicieran lo mismo.

Subieron al vehículo y este se puso en marcha con velocidad, Jisung veía a través de la ventana las calles de la ciudad mientras analizaba todo sin creerlo.

De repente, rompió a llorar, sollozando con fuerza sin poder contenerse haciendo que todos voltearan a verlo, sin embargo, no dijeron nada, Hyunjin solo abrazó su cuerpo que temblaba con violencia.

Estás fuera. En realidad, lo estás.

Eres libre.

No podía contener el llanto y se aferraba con más fuerza al cuerpo de Hyunjin, los chicos solo sonrieron.

Hemos hecho algo bien. Pensaron.

Por otro lado, Hyunjin sentía su corazón latir con violencia, la emoción de Jisung lo hacía sentirse vivo, el saber que al fin lo había sacado de allí, el saber que había cumplido su promesa, le daba paz.

Pero, lo bueno no dura para siempre.

El solo esperaba que su felicidad durara al menos lo suficiente como para asimilar que había sido real. Y Jisung solo quería poder sentir como una persona normal y que su pasado no afectara su futuro.

Pero no sería fácil. Las cosas nunca son así de fáciles.

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