¡Sean todos bienvenidos al Mundo Pokémon! Este mundo no es como los otros, ya que está poblado por unas criaturas increíbles llamadas Pokémon, capaces de controlar los 18 elementos para pelear.

Los humanos y Pokémon coexistimos en paz y armonía, ayudándonos mutuamente, ya sea para trabajar, montar espectáculos o simplemente ser amigos. Aunque también existen aquellos que se enfrentan en batallas increíbles para decidir al mejor de todos. Mejor que nadie más.

¡Bonjour! Mi nombre es Roibert Sánchez. Estoy emprendiendo mi Aventura Pokémon, superando todas las dificultades para convertirme en el nuevo Campeón de Kalos.

Opening: No. 1 (Boku no Hero Academia Opening 8)

https://youtu.be/z67x2uBEapw

Hace 5 años, en Ciudad Illumis, Roibert y Froakie se dirigieron lo más rápido posible a la Torre Prisma porque Lem los había citado allí. Al entrar, el moreno le interrogó— ¡Ya estamos aquí, amigo! ¡¿Qué sucede?!

—Hoy es un gran día, Roibert. Mira esto —Lem sacó a un Shinx de su Pokébola—. Él es Shinx, mi primer Pokémon. ¿Qué te parece? Pero se sobresaltó al ver a Roibert dándole un fuerte abrazo a su Pokémon mientras restregaba su cara contra su pelaje— ¡Está de lujo! ¡Tiene un pelaje muy suave y también es capaz de ver a través de las paredes! ¡Oye! ¡¿Crees que también pueda ver a través de la ropa de las chicas?!

El Pokémon Flash mordió a Roibert en el brazo para que lo soltara y se ocultó detrás de su Entrenador, el cual le respondió— ¿Qué? ¡No! Mi Pokémon solo va a poder hacer eso cuando evolucione a Luxray y no, ellos no son capaces de ver a través de la ropa. Eso sería muy perturbador.

Roibert se rio de esa respuesta y dijo— No, eso sería genial. Y hablando de eso, ¿qué tal si tú y yo aprovechamos para tener una batalla?

—¿Hablas en serio? —dijo Lem totalmente consternado.

—¡Pues claro! —dijo Roibert—. Pelear es la mejor parte de ser Entrenador. Solo combate conmigo y verás a qué me refiero.

Ambos fueron al campo de batalla de la Torre Prisma, el cual era amarillo y estaba rodeado por una cerca eléctrica. Antes de pelear, Lem le señaló a Roibert— Cuando crezca, me convertiré en el nuevo Líder de Gimnasio de aquí y, para ello, debo mostrarte el verdadero poder de los Pokémon Eléctricos.

—¿Los Pokémon Eléctricos tienen más poder del que aparentan? ¡Oh, la, la! ¡Eso está de lujo!

—Tómatelo en serio por una vez, ¿quieres? —le pidió Lem.

—¡Me lo estoy tomando en serio! ¡Lo juro!

El moreno sacó a su Froakie y el rubio a su Shinx.

—¡¿Estás listo?! —le preguntó Roibert a su Pokémon.

De vuelta en el presente...

—¡Froakie, ve!

Es que Roibert y Froakie se encontraban en la Ruta 4, peleando contra una Litleo salvaje que parecía haberse separado de la manada.

La Pokémon Leoncito trató de atacar a Froakie con Golpe Cabeza, pero este lo esquivó y usó Gruñido para bajarle el Ataque. Luego, ambos se atacaron con Ascuas y Pistola Agua, dañándose mutuamente, para que después el Pokémon Burburrana la terminara con su recién aprendido movimiento Burbuja, lo que Roibert aprovechó para lanzarle la Pokébola y capturarla.

—¡Litleo ha sido registrada en tu Pokédex!

—¡Oh, la, la! ¡¿El SmartRotom también puede hacer eso?! —le preguntó Roibert a Trovato y él le contestó— Sí, así es. Cada vez que captures un Pokémon nuevo, el SmartRotom grabará sus datos de forma permanente. Si capturas suficientes, tendrás todo un catálogo a tu disposición.

—En otras palabras, debo capturarlos a todos, ¿no?

—Básicamente. Pero no creas que vinimos acá solo para capturar Pokémon a lo tonto. Debemos avanzar antes que se haga de noche y los saqueadores nos atrapen.

—¡Amigos! ¡Están vivos! —de la nada, los tres fueron abrazados por un grandulón de 13 años de edad, piel blanca y pelo negro que venía acompañado de un Squirtle.

—¡Oye, suéltanos! ¡Nos asfixias! —le ordenó Trovato al grandulón y este obedeció— Perdón. Me emocioné. No sabía que ustedes también habían conseguido escapar.

Después de recuperar el aire, Clem preguntó— ¿Pero quién eres tú? ¿Cómo es que nos conoces? ¿Y por qué eres tan grande?

Roibert se dio una bofetada en la frente— Uh. Creí habértelo presentado ya. Pero bueno. Él es mi otro amigo Tierno. Ambos asistimos juntos a clases de baile.

El grandulón, llamado Tierno, negó con la cabeza— No. No lo hacemos.

—Claro que sí, amigo. ¿No te acuerdas?

—No. El profesor ni te deja entrar.

—Tal vez, pero los veo desde la ventana y así practico. Incluso me viste en varias de esas sesiones. ¿Recuerdas?

Tierno hizo memoria y se dio cuenta que Roibert decía la verdad— Ah, cierto. Lo olvidé. Perdón.

Pero sintiendo que el grandote se estaba saliendo del tema principal, Trovato le preguntó— ¿Y a qué te refieres con escapar? ¿Tan rápido empeoró la situación en Ciudad Illumis?

En ese momento, oyeron una explosión y vieron a la distancia un edificio derrumbándose lo que hizo que Roibert se acercara a Tierno y— Ese... —se aclaró la garganta— Ese era tu departamento, ¿no es así?

—No se preocupen. Mis padres no estaban ahí —Su tono de voz bajó mucho— De hecho, ellos no van a poder ver este daño —Trovato, al oír eso, pensó en el peor escenario— ¿No? ¿Acaso te refieres a que ellos...?

Tierno rompió a llorar antes de explicarles— Ellos nos ayudaron a Sannah y a mí a escapar de la ciudad, pero ocurrió un derrumbe y los perdí.

—Pues si los perdiste, podemos ir a buscarlos —dijo Clem en su inocencia, pero Tierno le contestó— ¡No! ¡No podemos! ¡Mis padres se han ido y ya no voy a poder verlos nunca más!

El grandote se arrodilló y empezó a llorar de forma inconsolable, hasta que Roibert lo abrazó y, para consolarlo, le declaró— Oye, Tierno. Si te hace sentir mejor, yo también perdí a mis padres. Nunca los conocí y no sé qué clase de personas eran, pero sé que ellos hubieran querido que siguiera luchando. Y no sé por qué, pero estoy seguro que los tuyos habrían querido que hicieras lo mismo, pero con nosotros apoyándote.

Al escuchar esas palabras, Tierno se recompuso y se limpió las lágrimas— Puede ser que sí. Bueno, no quiero que nos agarre la noche, así que aceleremos el paso.

Mientras Tierno y Squirtle se adelantaban, Trovato y Clem miraban a Roibert con la boca abierta, a lo que este contestó— ¿Qué? No tengo solo aire en la cabeza, ¿saben?

Mientras tanto, Serena, quien ya se encontraba en el Bosque de Neuvartault, decidió abrir la Pokébola que le dio su madre y de ella, salió una Fennekin que la cautivó de inmediato por su belleza— ¡Qué linda! ¡Eres una Fennekin! ¡Es la primera vez que veo a una como tú!

La pelimiel quiso darle un abrazo, pero Fennekin se apartó de inmediato y trató de darle con Ascuas, pero ella lo esquivó por muy poco— Okey, olvidémonos de lo abrazos por ahora. Bueno, nunca he hecho esto antes, ¿pero te gustaría que jugáramos o algo? ¿A qué les gusta jugar a los de su especie?

La Pokémon Zorro pasó de Serena y fue a tragarse unas ramas que vio tiradas en el suelo, ya que los de su especie hacen eso, a lo que su Entrenadora respondió— O mejor nos sentamos a comer. Iba a sugerir justo eso —Serena se sentó al lado de Fennekin para comer de su vianda—. Bueno, primer día como Entrenadora. Nuestra relación empezó con el pie izquierdo, pero las cosas solo pueden mejorar a partir de ahora, ¿no?

—¡Bien dicho! —Serena y Fennekin se sobresaltaron al ver al lado de ellas a una chica de piel morena, pelo marrón atado en dos coletas y ojos verdes que venía acompañada de un Bulbasaur.

—¡Oye, ¿pero qué te pasa?! ¡Casi me da un infarto! —le reclamó la pelimiel y la castaña se disculpó de forma cómica— ¡Uy! Lo lamento tanto. A ver, ¿qué tal si empiezo por el principio? ¡Bonjour! Soy Sannah y él es Bulbasaur. Ambos venimos de Ciudad Illumis... O lo que queda de ella.

—¡¿Queda?! ¡¿Tan rápido fue destruida?! —al oír esa pregunta, Sannah se rio de forma nerviosa— ¡No, no, no, no, no, no, no! Bueno, sí. La situación empeoró bastante a tan solo 24 horas del apagón. Así que Tierno y yo nos separamos para buscar personas que estuvieran en peligro en las demás ciudades o, en tu caso, Entrenadores que puedan ayudarnos a averiguar qué está pasando. ¿Así que me puedes decir cómo te llamas?

Serena le dio otro bocado a su comida y le respondió— Venimos de Pueblo Croquis. Soy Serena y ella es... —no pudo terminar de hablar, pues Fennekin trató de quemar a Sannah, pero no lo logró, ya que su Entrenadora le dio un fuerte abrazo para detenerla— ¡Fennekin, por favor! ¡Ahora no! —la Pokémon Zorro la mordió en el brazo para soltarse—. ¡Au!

Al ver esto, Sannah le dio a Serena una pomada para las mordidas y le señaló— Guao. Además de adorable, tu Fennekin salió muy agresiva —la pelimiel se aplicó la crema antes que la mordida se infectara— ¿Pero acaso todos en su especie son así? Déjame revisar la Pokédex.

Pero Serena escaneó a Sannah por error y la Pokédex le dijo— Sannah. Una humana solitaria que quiere un novio, pero no encuentra ninguno —la morena se desanimó al escuchar eso de ella, lo que hizo que Fennekin la viera con lástima.

—¡Upsy! Me equivoqué —revisó esta vez los datos de Fennekin—. Aquí dice que Fennekin es bastante hostil con los extraños, pero una vez me agarre confianza, todo debería estar bien, ¿no? —y Sannah le respondió— Por supuesto. Y hablando de entrar en confianza, planeaba reunirme con mis amigos en Ciudad Neuvartault, donde se encuentra el Gimnasio Tipo Insecto. Ya que ambas vamos para el mismo lugar, ¿no te gustaría conocerlos? Te gustará.

Serena asintió con la cabeza— Sí. En el pueblo no hay muchos chicos de mi edad, así que sería bueno conseguir amigos. ¿No te parece, Fennekin?

La Pokémon Zorro simplemente asintió y los 4 continuaron su camino hasta llegar a Ciudad Neuvartault, donde la situación no estaba tan mal como en Ciudad Illumis por ser más tradicional y naturalista, pero los ciudadanos no estaban pasando menos trabajo por eso.

—¿Algo que debamos saber acerca de tus amigos? —le preguntó Serena a Sannah y ella contestó— Bueno, para no hacértela larga, Trovato es asistente del Profesor Platane debido a su gran inteligencia, a Tierno le gusta danzar y aprender nuevos pasos de baile, mi amigo Lem es un gran inventor y es muy protector con su adorable hermanita Clem y Roibert... —la de ojos verdes no pudo terminar, ya que Roibert entró en la ciudad corriendo— ¡Wúju! ¡Gané! ¡Soy el mejor!

Pero por no fijarse, el moreno terminó chocando con la pelimiel, derribándola contra el piso y ella enojada le gritó— ¡Oye! ¡Fíjate por dónde vas, lunático! —iba a seguir gritándole, pero en eso, ella notó algo raro en nuestro prota—. Oye, ¿por qué estás tan rojo? ¿Tienes fiebre, acaso?

Roibert se había sonrojado al ver lo bonita que se veía Serena y, por haberla tirado contra el piso así, solo había un pensamiento que pasaba por su mente— Trágame, Tierra.

Finalmente, todos los protagonistas están reunidos. ¿Qué les espera cuando se tengan que enfrentar al primer gimnasio? Lo averiguaremos muy pronto.

Ending: Haruka (Dragon Ball Súper Ending 9)

https://youtu.be/aRlXgPkpbTI