Capítulo II: El Apagón
¡Sean todos bienvenidos al Mundo Pokémon! Este mundo no es como los otros, ya que está poblado por unas criaturas increíbles llamadas Pokémon, capaces de controlar los 18 elementos para pelear.
Los humanos y Pokémon coexistimos en paz y armonía, ayudándonos mutuamente, ya sea para trabajar, montar espectáculos o simplemente ser amigos. Aunque también existen aquellos que se enfrentan en batallas increíbles para decidir al mejor de todos. Mejor que nadie más.
¡Bonjour! Mi nombre es Roibert Sánchez. Estoy emprendiendo mi Aventura Pokémon, superando todas las dificultades para convertirme en el nuevo Campeón de Kalos.
Opening: No. 1 (Boku no Hero Academia Opening 8)
Unas horas antes, en Pueblo Croquis, Grace estaba haciéndole un entrenamiento de Corredora de Rhyhorn a Serena...
Pero la pelimiel no dejaba de sacudirse y rebotar como una loca mientras luchaba por no caerse del lomo de Rhyhorn— ¡¿Por qué siempre pasa esto?! ¡¿Por qué no mantengo el equilibrio?!
—¡No hables, o sino, te morderás la lengua! —le ordenó Grace—. ¡Solo mantente firme y sé una con tu Rhyhorn!
—¡Eso estoy tratando, pero no funciona!
—Solo cálmate. A tu edad, yo lo hacía mucho peor que tú, pero al crecer me volví la mejor Corredora de Rhyhorn del mundo, así que estoy segura que tú también lo lograrás —le explicó Grace—. ¡Ahora sé una con tu Rhyhorn!
Pero en vez de ser una con su Rhyhorn, la cara de Serena fue una con el piso. A pesar que la respuesta era bastante obvia, Grace le preguntó— ¡Serena! ¡Hija, ¿estás bien?! —y como era de esperarse, Serena gruñó y le gritó— ¡Mamá, odio esto!
Después de eso, ambas regresaron a su casa, donde la ex-corredora le puso a su hija unas curitas en la cara— Vamos, Serena. Vele el lado positivo. Esta vez permaneciste subida 6 minutos más. Ese es un progreso increíble.
Pero la pelimiel respondió— Ah, ¿dices que esto fue algo increíble? ¡Pues algo increíble le acaba de pasar a mi cara! —dijo señalando los raspones que no sanarían en la mañana—. Sabes, estoy considerando seriamente convertirme en Entrenadora Pokémon.
—Esa sí que no es una buena idea —insistió Grace—. Nunca has salido sola a ningún lugar que no sea este pueblo. ¿Tienes idea de lo peligroso que es el mundo real?
—Oh, por favor. ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Que no consiga ganar la Liga Pokémon o que no reúna ni una sola medalla?
Y justo en ese momento, ocurrió el apagón que afectó a toda Kalos, incluso la casa de las dos, a lo que la madre respondió— No. Esto es lo peor que podría pasar.
En caso que no lo supieran, Ciudad Illumis cuenta con un servicio llamado Gogoneta que le permite a un transeúnte montar en un Gogoat para llegar más rápido a su destino, con un pequeño costo, claro. Roibert y Trovato se montaron en uno para llegar más rápido a la Plaza Central, pero tuvieron que pedirle que se moviera de prisa, ya que todos querían arrojarle cosas al moreno. Sí, debido a que Roibert es el último descendiente de la Familia Real Celestiana que habita en Kalos, todos, a excepción de algunos pocos que son sus amigos, en la ciudad le echan la culpa por todo. Cuando no hay dulces en la máquina expendedora, es culpa de Roibert. Cuando un negocio termina en bancarrota, es culpa de Roibert. Cuando Roibert termina haciendo que alguien choque su bicicleta contra un bote de basura por no fijarse, es culpa de Roibert.
Como sea, ambos llegaron finalmente a la Plaza Central, donde queda la Torre Prisma, el principal sitio turístico de Ciudad Illumis y el Gimnasio Tipo Eléctrico de Kalos. Al entrar, se encontraron con Lem, el recién nombrado Líder de Gimnasio de la ciudad y amigo cercano de ellos, trabajando en una bicicleta fija con circuitos en ella.
Al verlo, Roibert saltó sobre él para abrazarlo— ¡Lem, amigui! —pero solo logró que se sobresaltara— ¡Roibert, ¿qué te he dicho?! ¡Casi me da un infarto!
El moreno se puso cabizbajo e hizo una reverencia— Perdón, es que no hemos tenido tiempo de hablar desde que empezaste esta chamba como Líder de Gimnasio. Y aunque me gustaría que nos pudiéramos al corriente, ahora necesitamos saber qué es lo que está pasando aquí.
—Fue por eso que creé este generador. Me ayudará a saber qué fue lo que causó que la electricidad se fuera.
Y en eso, también apareció Clem, la hermana menor del inventor, quien usaba a su Dedenne para guiarse y no chocarse con nada.
—¡Ah, hola, amigos! No puedo hablar ahora. Tengo que hacer funcionar la nueva invención de mi hermano.
—¡No! —Lem detuvo en seco a su hermanita usando su Brazo Aipom, inventado por él, obviamente—. ¡No puedo dejar que te subas! ¡¿Qué pasa si explota y terminas haciéndote daño?!
Trovato quedó en shock al escuchar eso— ¿Explotar? ¿Realmente dijo: Explotar?
—Yo no tengo problemas con tus explosiones, así que yo me encargo —dijo Roibert.
—¿Así sin que te lo pidiera?
—Por supuesto —respondió Roibert con una sonrisa.
Roibert se subió a la bicicleta fija y se puso a pedalear lo más rápido que pudo y gracias a eso, la Torre Prisma logró conseguir electricidad, lo que le hizo reír de la emoción— ¡Miren esto! ¡Le doy poder a Kalos!
Pero Lem lo corrigió— No. Solo aquí.
—Bueno, le doy poder a tu casa.
—Solo las luces y la computadora.
—Pues entonces le doy poder a parte de tu casa.
—Ni siquiera Roibert podrá aguantar tanto tiempo, ¡así que date prisa! —le ordenó Trovato.
—Ya voy, ya voy —Lem revisó la computadora y vio algo que lo espantó—. No. Esto no puede ser.
—¿Qué? ¿Qué pasa?
Clem se sentó al lado de su hermano para verlo con sus propios ojos— Es la Planta Eléctrica de Kalos. Ha sido atacada.
—¡¿Atacada?! —preguntó Trovato—. ¡¿Por quién?! —y Lem le respondió—. Unos sujetos que usan un traje extravagante de color bermellón. El Jefe de la Planta dice que ellos simplemente aparecieron de la nada y los echaron a todos de ahí. No conoce el motivo, pero ellos están robando toda la electricidad de la región y necesita la ayuda de Entrenadores fuertes para detenerlos.
—Y aquí es donde entramos nosotros —dijo Roibert.
—¿Disculpa?
—Sí. Solamente debemos ir allá, darle una paliza a los malos y listo. Se acabó.
Pero en vez de ser agradecido, Lem se agarró las sienes— No es tan sencillo, porque en primer lugar... —señaló a Roibert y a Trovato— Ustedes apenas sí tienen experiencia como Entrenadores y... —volteó a ver a Clem— Tú todavía no tienes edad para salir de viaje.
Clem quiso replicarle, pero no pudo encontrar un argumento válido, así que simplemente hizo un puchero. Mientras que Roibert se bajó de la bici e hizo que todo se apagara otra vez— ¡Oh, vamos! ¡Por favor! ¡¿Por qué nadie quiere confiar en mí?! Digo, sé que Froakie y yo no hemos ganado muchas batallas, por no decir ninguna, pero aun así...
—¡Ese es justo el problema, Roibert! —lo interrumpió el rubio—. ¡Por mucho que digas que amas las Batallas, no te las tomas en serio, lo que provoca que no cumplas con lo necesario para ser un buen Entrenador Pokémon! ¡Así que lo único que haces es hablar!
Oír las verdades de su amigo hizo que el moreno rompiera a llorar de la impotencia— ¡Tienes toda la razón! ¡Nunca fui un buen Entrenador Pokémon y no quise darme cuenta! —pero dejó de llorar así de golpe y preguntó—. Pero espera. ¿Qué es lo que me falta para poder ser bueno con las Batallas?
—Eso es algo que tú mismo debes averiguar. Para eso, debes reunir al menos 4 medallas. Cuando lo hayas conseguido, dejaré que me ayudes con esto.
—Pues ten por seguro que Froakie y yo las conseguiremos.
—Y antes que preguntes, sí. Yo lo cuidaré para asegurarme que no se haga daño —dijo Trovato.
—¿Pues entonces no será mucha molestia que también me cuides a Clem?
—¿Yo? Pero pensé que habías dicho que aún no tengo edad para salir de viaje y mucho menos en una situación así —dijo Clem diciéndole a su hermano que se estaba contradiciendo a sí mismo.
—Pues por eso no es seguro que te quedes en esta ciudad. Dentro de poco, se va a generar un pánico colectivo y los civiles empezarán a saquear y matar para sobrevivir. Por eso, ustedes deben fortalecerse mientras yo trataré de detener esto por mi cuenta. ¿Está bien?
—¡No! ¡Eso es mucho peor! —le reclamó el pelinaranja—. ¡No sabemos de lo que son capaces esos malvados, así que, si vas ahora, es probable que no logres sobrevivir!
—¿Acaso tienes otra idea?
—¡Yo sí la tengo! —respondió Roibert—. Trovo, ¿dijiste que este SmartRotom también sirve para hacer llamadas? Pues Lem, puedes darme tu número de teléfono y llamarnos cada día para hacernos saber que estás bien.
—¿Tú desde cuándo tienes buenas ideas?
—Muchas veces, solo que ustedes no las suelen escuchar —dijo Roibert bastante molesto por este hecho— Bueno, ¿me das tu número o no?
Más tarde, Lem y sus Pokémon: Magneton, Luxray y Heliolisk...
Se montaron en el helicóptero que los llevaría a la Planta Eléctrica de Kalos, donde se encontraban los ladrones de electricidad. Cuando el vehículo ya estaba demasiado lejos, Trovato declaró —Bueno, con esto ya nos queda claro que debemos reunir 4 medallas. ¿Puedes activar la Aplicación Mapa de tu SmartRotom?
—Un segundo. Estoy en eso —activó el mapa de Kalos—. ¡Listo!
Trovato revisó el mapa y logró dar con el destino perfecto— El Gimnasio más cercano se encuentra en Ciudad Neuvartault y se especializa en Pokémon de Tipo Insecto. Se encuentra atravesando la Ruta 4, así que tal vez deberías aprovechar para capturar algún Pokémon de Tipo Fuego o Volador, que son sus contras.
—Gracias por el consejo, Trovo. Oye, Clem.
—¿El qué? —preguntó la niña y el moreno respondió de forma burlona— ¡El último en llegar a Ciudad Neuvartault es un come-mocos! —y salió corriendo.
—¡Oye! ¡Espérame! —Clem salió disparada para no perder contra él y Trovato trató de detenerlos en vano— ¡No! ¡¿A dónde creen que van?!
De vuelta en Pueblo Croquis, Serena guardó unas cuantas Pokébolas y una Pokédex y planeaba irse de casa para tratar de descubrir quién provocó todo esto, pero su madre la paró— Oye, ¿a dónde crees que vas?
—Mamá, sé perfectamente que ya no es seguro recorrer Kalos, pero esta es la oportunidad de probarme a mí misma que tanto esperaba. Es probable que no me dejes ir tan fácilmente, pero...
—¿Quieres dejarme terminar? —la interrumpió Grace mientras le entregaba una Pokébola— Ella es tu primer Pokémon. Planeaba dártela en tu cumpleaños, pero como ahora sí tienes una buena excusa para no entrenar, pensé que sería perfecto. Escucha, al igual que las Carreras de Rhyhorn, las Batallas no son un juego. A veces, pueden llegar a superarte, pero hagas lo que hagas, nunca te venzas. ¿Entendido?
Mostrando su determinación, Serena respondió— Por supuesto que sí.
—¡¿Pues qué estás esperando entonces?! —Grace le dio a Serena una palmada en el trasero para que se diera prisa—. ¡El Mundo Pokémon espera por ti!
Y así empieza el viaje de dos personas completamente diferentes, pero con un destino similar. ¿Qué les deparará a nuestros héroes en la hermosa, pero ya no tan brillante, región de Kalos?
Ending: Haruka (Dragon Ball Súper Ending 9)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro