Wolf se estiró perezosamente en su cama, apartando las cobijas mientras su alarma resonaba por toda la habitación. Un día más. Su reflejo en el espejo del baño le devolvió una imagen familiar: su piel morena, su cabello dividido en dos tonos, mitad negro y mitad rojo, y, como siempre, su distintiva heterocromía, un ojo verde y otro rojo. Siempre le decían que esos ojos eran extraños, pero para él eran solo parte de lo que era.

Su vida era tan normal como la de cualquier otro joven de su edad. La rutina comenzaba con las clases en la escuela, una mezcla de aburrimiento y momentos divertidos con sus amigos. Solía destacar en los deportes, especialmente en la pista de atletismo, donde su velocidad era admirada. Wolf nunca fue el tipo más popular, pero se había ganado el respeto por su constancia y habilidad para mantener un buen equilibrio entre el estudio, el ejercicio y el tiempo que pasaba con sus amigos.

Después de clases, el gimnasio se había convertido en su refugio. El sonido metálico de las pesas y el sudor goteando eran su escape. Sentía que la fuerza física le daba control sobre su vida. A veces, tras el entrenamiento, él y sus amigos bromeaban sobre lo que harían si pudieran vivir en algún mundo de ficción. Y como muchos, el mundo Pokémon era un favorito. "Imagina tener un Charizard", solía decir uno de sus amigos, y Wolf simplemente reía, creyendo que esos pensamientos eran solo sueños tontos.

Ese día no fue diferente, al menos hasta la tarde.

Wolf regresaba a casa cuando todo se volvió extraño. Un dolor repentino le atravesó el pecho, como si una mano invisible apretara su corazón. Su visión se nubló y cayó al suelo. El frío del concreto le quemaba la piel, pero su mente estaba desconectada. Escuchaba voces a lo lejos, gritos, alguien llamando una ambulancia, pero todo se desvaneció en una profunda oscuridad.

Cuando abrió los ojos, ya no estaba en su mundo.

Flotaba en un vacío infinito, un espacio blanco y sin límites. Frente a él, una presencia colosal, majestuosa. Wolf apenas podía comprender lo que estaba viendo: un ser que parecía hecho de luz pura, con un aura divina que irradiaba poder y sabiduría. Dos anillos dorados flotaban a su alrededor, y su voz resonaba como un trueno suave pero ineludible.

—Wolf… —dijo la figura—. Has fallecido.

El joven miró a su alrededor, tratando de procesar lo que sucedía. ¿Fallecido? No podía ser. El ser frente a él… ¿era Arceus? No, eso era imposible. Pokémon era solo un juego, una caricatura. ¿Cómo podía ser real?

—No… esto no puede estar pasando —balbuceó Wolf—. Tú… eres Arceus, pero Pokémon no es real. Esto no tiene sentido.

Arceus lo observó con calma, como si estuviera acostumbrado a recibir esa clase de reacción.

—Lo que consideras ficción en tu mundo, existe en otro. Eres más que un simple humano; eres parte de algo mayor. Has sido elegido, Wolf, para renacer en mi mundo.

—¿Renacer? —Wolf rió con incredulidad, aunque más de nervios que de humor—. ¿Como en un videojuego? Esto es una locura.

—Lo sé. Para ti es difícil de entender ahora, pero lo harás. Tendrás una nueva oportunidad. Y recibirás regalos que te ayudarán en esta nueva vida. Aunque no te diré cuáles.

Wolf quería protestar, pero antes de que pudiera decir otra palabra, una luz brillante lo envolvió por completo. Sintió cómo su cuerpo era desintegrado y reconfigurado, como si su esencia fuera absorbida por el mismo universo. La luz se intensificó hasta que ya no pudo ver nada.

Escena 2: El Bosque Verde

El sol apenas se filtraba a través de las densas copas de los árboles del Bosque Verde. Samuel Oak, aún joven y vigoroso, caminaba por los senderos del bosque en su búsqueda de especímenes raros. Siempre estaba a la caza de nuevos Pokémon para sus estudios, pero ese día, algo diferente llamó su atención. Un llanto. Un sonido suave y persistente que venía de un claro cercano.

Siguiendo el sonido, se encontró con algo completamente inesperado: dos bebés, envueltos en mantas desgastadas, acostados sobre una cama improvisada de hojas. El llanto provenía de una niña, mientras que el niño, de apariencia idéntica, la observaba en silencio con ojos de diferentes colores, uno verde y otro rojo. Oak se agachó, atónito ante la escena.

—¿Quién los dejaría aquí? —murmuró para sí mismo mientras notaba algo aún más extraño: ambos bebés tenían un tatuaje de un dragón oriental que rodeaba uno de sus brazos, subiendo hasta la parte trasera de sus hombros.

Junto a ellos, una nota arrugada y manchada por el polvo explicaba brevemente la situación. “No podemos cuidar de ellos, corren peligro. Por favor, protégelos y dales el amor que merecen. Sus nombres son Accalon Wolf Caotic Goch y Skadi Caotic Goch.”

Oak sostuvo la nota por un momento, en silencio, tratando de entender lo que significaba. Accalon y Skadi. Gemelos. Estaban claramente en peligro, y fuera quien fuese que los había dejado, confiaba en que Oak los cuidaría. Levantó a ambos bebés en sus brazos, sintiendo el peso de la responsabilidad caer sobre sus hombros.

—¿Qué voy a hacer con ustedes? —se preguntó en voz alta mientras se alejaba del claro, con los bebés acurrucados contra su pecho, sabiendo que sus vidas cambiarían para siempre a partir de ese momento.

Destinos entrelazados

Después de que Samuel Oak encontró a los gemelos en el Bosque Verde, tomó la difícil decisión de llevarlos a las autoridades locales. Las investigaciones no arrojaron resultados sobre los padres, ni tampoco pistas de por qué habían sido abandonados. Los oficiales, preocupados por el bienestar de los niños, sugirieron entregarlos a los servicios infantiles, pero Oak, preocupado de que los separaran o que las personas que los buscaban pudieran encontrarlos, decidió tomar una medida drástica.

—No puedo permitir que se los lleven —le dijo a uno de los oficiales—. No me sentiría tranquilo sabiendo que tal vez los separen o que alguien con malas intenciones los encuentre. Los cuidaré yo mismo.

Fue entonces cuando su hija, Daisy, intervino.

—Papá, ¿por qué no los adoptamos? Pueden formar parte de nuestra familia —le sugirió—. Les daremos nuestro apellido, al menos para guardar las apariencias.

Samuel asintió, sabiendo que era la mejor solución. Así, Accalon Wolf Caotic Goch y Skadi Caotic Goch se convirtieron oficialmente en miembros de la familia Oak.

Cinco años después...

El viento fresco corría suavemente por los campos a las afueras de Pueblo Paleta, donde cuatro niños jugaban sin preocupaciones bajo el sol. Ash Ketchum y Gary Oak, con apenas cinco años, ya competían por cualquier cosa. Mientras, Wolf y su hermana gemela, Skadi, observaban y se unían a la diversión ocasionalmente.

—¡Soy el mejor! —gritó Gary mientras corría hacia una roca que había declarado como su "base" en el juego.

—¡No es cierto! —replicó Ash—. ¡Siempre dices lo mismo, pero hoy voy a ganarte!

Wolf y Skadi se miraron y rieron en silencio. Sus juegos siempre terminaban igual: con Gary tratando de demostrar su superioridad, y Ash frustrado pero nunca rendido. Sin embargo, la rivalidad entre ellos nunca llegaba a algo serio; simplemente eran niños divirtiéndose.

Mientras corrían por los campos, algo llamó la atención de Wolf. Entre los árboles cercanos, algo brillaba bajo la luz del sol. Se acercó con curiosidad y, al apartar unas ramas, descubrió un huevo Pokémon de aspecto extraño, con una coloración que nunca había visto antes.

—¡Chicos! ¡Vengan rápido! —llamó Wolf emocionado.

Ash, Gary y Skadi se acercaron corriendo, sus ojos se agrandaron al ver el huevo.

—¡Wow, nunca había visto uno! —exclamó Ash, fascinado.

—Debe ser un Pokémon raro —dijo Gary, tratando de sonar más conocedor de lo que realmente era—. Deberíamos llevarlo con mi abuelo. Él sabrá qué hacer.

Wolf recogió el huevo con cuidado, y los cuatro niños corrieron hacia el laboratorio del profesor Oak. Cuando llegaron, lo encontraron sumido en su trabajo.

—¡Abuelo, mira lo que encontramos! —gritó Gary, interrumpiendo.

Oak los miró con el ceño fruncido.

—¿Qué han hecho ahora? —preguntó mientras sus ojos se posaban en el huevo—. ¿Dónde encontraron eso?

—Cerca de unos árboles —respondió Wolf.

—Debieron haberlo dejado donde lo encontraron. No podemos interferir con los Pokémon de esa manera, y además... —Oak se detuvo, observando detenidamente el huevo—. No estoy seguro de qué Pokémon podría salir de aquí. Tendremos que esperar a que nazca.

Mientras Oak seguía examinando el huevo, Ash y Gary comenzaron a discutir.

—¡Yo me quedo con el huevo! —dijo Ash, cruzando los brazos.

—Ni hablar. Yo fui el que sugirió traerlo aquí —replicó Gary.

Pero algo inesperado sucedió: el huevo comenzó a enfriarse en las manos de niños,cómo sí algo anduviera mal.
Preocupados, lo pasaron de uno a otro hasta que Wolf lo tomó en sus manos. Al instante, el huevo se calentó de nuevo, cómo sí reconociera a su dueño.

El Profesor Oak los observaba en silencio. Sabía que algo especial estaba ocurriendo, algo que iba más allá de lo normal. Miró a Wolf con seriedad.

-Tienes una gran responsabilidad en tus manos Wolf. Éste huevo te ha elegido.

Wolf asintió a sus palabras, comprendía el peso de lo que éso quería decir, después de todo en sus manos tenía una vida formándose era algo tan frágil y delicado que el mínimo error era fatal. Desde ese momento, decidió estudiar con su abuelo en todo lo relacionado a los Pokémon y cómo siempre, Skadi apegada a él, lo acompaño en cada lección

Salto temporal: 5 años después

Los años pasaron, y Wolf y Skadi crecieron en el entorno del laboratorio del Profesor Oak. A medida que aprendían sobre el mundo de los Pokémon, sus habilidades también se desarrollaban. Un día, el huevo que Wolf había cuidado durante tanto tiempo finalmente eclosionó, revelando un Larvitar. Wolf no pudo evitar sentir una conexión especial con el Pokémon, siempre había admirado la evolución final de Tyranitar, y ahora tenía uno para criar.

Con el tiempo, Wolf no solo estudió sobre los Pokémon, sino también sobre las batallas, aprendiendo tácticas y estrategias bajo la guía de su abuelo. Sin embargo, los misterios sobre su origen y los "regalos" que le había mencionado Arceus comenzaban a revelarse.

El Viridian Mind

Durante un entrenamiento, Wolf comenzó a notar algo extraño. Podía predecir los movimientos de los Pokémon antes de que ocurrieran, una especie de intuición que le daba una ventaja increíble en las batallas. El sabia que era, el Viridian Mind pero era imposible, sólo aquellos que nacen en el bosque verde los poseían, Lance y Yellow del manga era dos de esto. Luego empezó a conectar los puntos, fueron encontrados en el bosque verde, la carta que el leyó (sí Wolf un día la encontró y la leyó el sabía que no era hijos biológicos de Daisy pero aún así descubrir esto fue un duro golpe) el hecho de que el y su hermana y probablemente sus padres son buscados sí no es que ellos ya fueron atrapados o asesinados....sólo eran más dudas pero ninguna maldita respuesta, Wolf sólo suspiro

Segundo regalo: Control del aura

Algunos meses después, mientras jugaba con Skadi cerca del bosque, fueron atacados por un grupo de Beedrill salvajes. En el caos del ataque, algo despertó en Wolf. Sin pensarlo, extendió su mano y sintió una energía fluir desde su interior, logrando crear una barrera de aura que protegió a su hermana. Fue entonces cuando entendió que no solo tenía el Viridian Mind, sino también el control del aura.

Ambos decidieron ocultar sus habilidades, compartiendo el secreto solo con Oak, quien comenzaba a sospechar por qué estos niños eran tan especiales.

Tercer regalo: Telequinesis

Durante el cuarto año, algo más extraño ocurrió. Durante la cena, ambos hermanos estaban frustrados por sus tareas escolares. De repente, las cucharas que sostenían comenzaron a doblarse por sí solas. Daisy y Oak quedaron atónitos, mientras que Gary, que estaba con ellos, no podía creer lo que veía. Wolf y Skadi, nerviosos, prometieron mantener esto en secreto también.

Charmander Shiny y el cumpleaños

Con el paso del tiempo, Wolf se dedicó a ayudar a su abuelo en el laboratorio, cuidando de los Pokémon iniciales para la siguiente generación. Un día, mientras cuidaba los huevos, uno de ellos eclosionó antes de lo previsto, revelando un Charmander Shiny. El pequeño Pokémon se encariñó profundamente con Wolf, viéndolo como una figura paterna. Oak, conmovido, decidió regalarle el Charmander en el día de su cumpleaños, una fecha que coincidía con el aniversario del día en que los encontró.

En dicho cumpleaños la casa de los Oak estaba llena de amigos. Ash, Gary y otros conocidos vinieron a celebrar. Entre los regalos, ambos recibieron pociones, Poké Balls y algo de dinero para prepararse para su futuro como entrenadores. Pero el regalo más especial vino de Oak y Daisy. Llamaron a Skadi y le entregaron un Poké Ball, su compañero por adelantado: un Nidoran hembra. Skadi, emocionada, liberó al Pokémon mientras Ash y Gary la observaban con envidia, pero pronto todos rieron y la felicitaron.

Un año después: El inicio de una nueva aventura

El año pasó rápidamente, y finalmente llegó el día en que Ash y Gary comenzarían sus aventuras como entrenadores Pokémon. Ash, como era costumbre, se despertó tarde y corrió hacia el laboratorio, solo para descubrir que todos los Pokémon iniciales ya habían sido elegidos. Al final, Oak le dio a Pikachu, y aunque fue un comienzo accidentado, Ash partió emocionado.

Wolf y Skadi, quienes habían decidido viajar juntos como entrenadores, se despidieron de Ash y de Gary, sabiendo que sus propios viajes estaban por comenzar. Con su Pupitar, y Charmander a su lado, Wolf sentía que su destino en el mundo Pokémon apenas empezaba.

El capítulo termina con los gemelos mirando al horizonte, listos para lo que les deparaba el futuro.

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Sorpresa, volví Jajajajajaja

Sí Sí ya se que estuve mucho tiempo fuera pido perdón pero siendo sincero tenia un bloqueo y no sabia que publicar, también esta el tema de que terminaba el secundario y ahora la facultad entre otras cosas sé me complicaron pero ahora estoy "libre" podría decir dentro de todo

Y volví con un fic que tenia muchas ganas de hacer, será basado mayormente en el anime pero tal vez coloque cosas del manga cómo el Viridian Mind que pudieron leer

Tal vez ponga cosas de los propios juegos más que nada Leyendas Arceus tengo una pequeña idea para éso pero tendrán que esperar a que los gemelos lleguen a Sinnoh para descubrirlo además de una pequeña aclaración y "spoiler" simplemente porque quiero decirlo y para sacar de dudas

El tatuaje que ambos gemelos tienen en sus respectivos brazos tiene que ver con Hoenn principalmente algo relacionado a los juegos de Rubí y Zafiro alfa algo relacionado al clan de los dragones que sé hace mención y tal vez a la aldea dragón de Unova simplemente eso y espero lo hayan disfrutado el siguiente capitulo estará para la siguiente semana