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Capítulo 12

Una insignificante brisa elevó los cabellos rubios de la joven reportera que, sin energía y con el pesar de toneladas de estrés acumuladas, se aproximaba a la editorial en donde muchos documentos de su ardua investigación estaban amontonados, sin mencionar las pilas de papeleo y órdenes de todo tipo de sus superiores quienes parecían saber el momento de mayor flaqueza de sus subordinados.

—No es un pokémon—repitió para sí.

Siendo o no una respuesta para ella, las conjeturas de sus dos compañeros sólo entorpecían el triste intento de investigación que podían hacer, los archivos podrían ayudar, pero sin el compromiso o la determinación de Hilda y Naru, la posibilidad de salir bien librados de las artimañas del comisionado era bastante pequeña.

Desde la entrada del edificio notó que estaba sin gente, tal vez preparándose para los anuncios que la asociación pokémon daría el último día del concurso, eso dibujó un gesto de alivio en sus labios rosas, al menos no tendría que recibir los gritos ni las exigencias del editor en jefe o atravesarse con Albert, quien ante la menor oportunidad la atraparía en una de sus múltiples estrategias de seducción.

El estacionamiento vacío confirmó sus sospechas, sólo se detuvo a saludar y mostrar su identificación con el amable guardia de seguridad, un hombre regordete de más de cincuenta cuatro años le informó que algunas personas se encontraban haciendo reparaciones eléctricas y que la ausencia de energía sería casi total.

Asintiendo y deseándole lo mejor a la familia del guardia, Abigail partió presurosa pues no solo fueron algunos archivos los que le encargó a su contacto en la policía sino un poco de información sobre Hoover.

Las escaleras de texturas y colores modernos que acompañadas de pinturas un tanto anticuadas dejaban ver el cambio de la dirección de la editorial, al atravesar los aposentos que nostálgicos calmaron un poco la preocupación de la chica, sus ojos inteligentes de inmediato observaron algunos cambios en su lugar de trabajo.

Las carpetas de habían multiplicado, junto a algunas listas de eventos e itinerarios relevantes para el próximo número de la revista, también postres y vasos de café de parte de su eterno admirador estaban peligrosamente cerca de los documentos. Rápida y eficaz, Abigail ordenó todo en su escritorio o al menos lo hizo ver en un caos menor del que estaba en un inicio, la imagen de papeles regados por todos lados y ella acomodándolos le recordaba a cuando ayudaba a su padre a poner en orden su estudio después de cada periodo de investigación.

Lo único que desde el principio no tuvo lugar fue un pisapapeles en forma de rosa de color negro, que de manera cuidadosa había sido puesto en un lugar casi imperceptible en su espacio de trabajo. Abbie nunca fue buena en esperar cuando la curiosidad atacaba su ser, desde pequeña leyendo los libros de su padre, aprendiendo de culturas antiguas y revisando las reliquias de su padre antes de ser mandadas al museo, cosa que siempre terminaba en un castigo cuando era sorprendida por su madre en la biblioteca gigante de su hogar.

Tomó una de las baterías que solía cargar con la electricidad de compañera roedor eléctrico, de un solo movimiento abrió su portátil para teclear de manera veloz para introducir sus contraseñas, sin la necesidad de sentarse ni revisar sus alrededores, solo atino inclinarse mientras los archivos eran descargados.

Nunca notó que detrás de una de las puertas de madera maltratada del fondo de la gran habitación, una figura humanoide estudiaba sus movimientos ni la rara ausencia de los trabajadores de la compañía eléctrica en todo el tiempo.

La luz blanca denotaba un fino rostro de tez blanca, pero castigado por el cansancio y la preocupación, acompañado del inicio de ojeras alrededor de sus ojos que de alguna forma habían conseguido un fervor quemante.

Una extraña figura es escabulló a la sala principal, pues toda la atención de la reportera se centró cuando dio clic en el primer archivo enviado que estaba acompañado por una nota personal de su contacto.

—Vamos, se que mi contacto en la policía debe de tener algo...

Ágil y rápido un ente alargado se movía entre las sillas, flotando como un suspiro.

"Nada en este asunto tiene sentido, ese comisionado solo esta ganando tiempo. No cree que le podamos ayudar solo espera que le demos tiempo, pero porque molestarse en jugar con nosotros de esa manera"

La sorpresa y el enojo invadió a Abbie que, sin notarlo, había permitido que el extraño se posicionara en un punto ciego, entre los escritorios de sus compañeros.

—¡Ese anciano es un...! —comenzó a gritar.

Pero fue entonces cuando levantó la mirada furiosa que observó a la extraña figura en medio de los aparatos su cuello anormal se asomó por encima de las hojas, sus brazos alargados y su anatomía que recordaba a medusa logró petrificarla por un instante.

Asustada se levantó sin denotar sus emociones, cerró su computadora extrayendo la memoria en donde había guardado sus archivos además de tomar el pisapapeles de antes, una gran nube oscureció la escena dándole un lúgubre ambiente que acompañado del incremento de la velocidad del viento que parecía más un silbido agonizante.

Dio unos pasos de forma tranquila, sus pies hicieron eco en medio de la solitaria editorial que con la luz tan tenue hacía parecer desaparecer al ente que la espiaba. Sin embargo, el ser se movió a velocidades vertiginosas hacia ella, su reptante caminar y sus colores opacos fueron iluminados por puntos amarillos, Abigail se apresuró hacia la oficina de su jefe inmediato, pero sabía que sería inútil así decidió tomar la pokéball de su compañera solo una leve distracción de flash para poder escapar por las escaleras de emergencia de la editorial, para cuando volteó estando de espaldas a la puerta levantó su mano en señal de la batalla que se desataría.

Para su desgracia la puerta de la oficina de abrió dando lugar una persona alta de gran fuerza, que aprisionó la mano de la reportera y le impidió moverla, las descargas de dolor y miedo perforaron la mente de Abbie, casi podía ver la aterradora figura de Hypno detrás de ella respirando cerca de su cuello de manera obscena para aprisionarla y condenarla a un destino horrible e incierto.

Con su otra mano que sostenía firme la rosa artificial, por instinto reunió sus fuerzas multiplicadas por la desesperación y la impactó contra la presencia detrás suyo.

Un quejido humano se desató en el lugar, la nube pasó y la luz cubrió la escena mostrando a un eelektross que se detuvo en seco ante la tal acción, se alistaba con un característico ataque eléctrico pues la energía había comenzado a salir de su cuerpo.

—¡Detente! —ordenó la voz desde atrás—No pensé que tuvieras tantas agallas.

Un herido Adachi soltó a Abigail para que se apartara de él y tomará una distancia prudente para ambos.

—En cualquier otro caso, como mínimo dejaría que eelektross te calcinara, pero tienes suerte.

—¿Qué rayos estás haciendo aquí? —interrogó confundida.

—Mi trabajo—respondió fríamente el policía.

Adachi se agachó para calmar a su pokémon pues se encontraba furioso con la joven chica que se había alejado de ellos.

—Me espiabas.

—Bien deducido, señorita detective—el agente de cabello rojo se incorporó—pero hay cosas más importantes de las que preocuparse.

—No estoy segura de lo que traman, pero ahora puedo defenderme.

—No suenes tan presumida, reportera.

—Sería una lástima que alguien supiera que mienten en sus investigaciones, señor oficial—hizo una pausa, el pecho de la chica se llenó de aire—¿Cómo se supone que pueden despedir aHoover cuando es un candidato para llegar a ser directivo de la policía internacional?

—Será tu palabra contra la nuestra. Y además ¿Qué te hace pensar que no te puedo sacar de la jugada aquí mismo?

—Porque ya lo hubieras hecho—la voz de Abbie se tornó amenazante y persuasiva—había estado pensando el motivo por el cual no nos culparon cuando ustedes son juez y verdugo.

—Esas son palabras mayores, señorita detective.

—No, no pueden fabricar un culpable, es porque el verdadero culpable de los secuestros de niños los esta presionando, la carta, la carta de el comisionado mencionó es real.

—Maldita—masculló un Adachi molesto.

—Es la primer pista solida que tiene en este caso, por eso intentaron amenazarnos con nuestros secretos, no es solo nuestra cabeza la que esta en juego, es decir hay algún motivo por el cual no nos encierran y esperan a que "Hypno" venga por nosotros.

—Eso no es verdad—Adachi increpó—solo quiero asegurarme que ninguno nadie salga herido

—"Asegurarse" —"eso significa que ninguno de nosotros es el verdadero culpable".

—Me ordenó vigilarte, eso es todo.

El alma regresó al cuerpo de la fémina. Pudo disimular sus nervios y miedo a pesar de la situación con la ayuda de las técnicas que alguna vez le enseñó su padre.

—Utilice a Eelektross para detectar a cualquier pokémon que se acercara a ti pero...—Adachi notó los restos del objeto con el que había sido golpeado.

Al agente que tenía su corbata hecha nudos se le congeló la sangre, los restos del portapapeles que se encontraban en el suelo revelaban circuitos electrónicos de un transmisor casero de sonido.

—Un transmisor-murmuró el agente incorporándose para comenzar una llamada rápida a su mentor e informarle de todo.

"Transmisor, no se detectaron pokémon cerca..." pensó la chica—Tenemos que salir ahora.

Las piernas de Abbie se movieron por instinto hacia las escaleras las cuales fueron bajadas de un salto sin precaución alguna, aunque en su primer salto había herido su pierna continuó corriendo hacia el exterior, golpeó la entrada de vidrio para salir sin decir nada pero más adelante una regordete figura se encontraba tumbada en el suelo malherido, el viejo guardia parecía haber sido atacado por una criatura salvaje que dejó heridas similares a la hija de la familia Rea pero esta vez en su rostro.

Una caravana de patrullas y ambulancias rodearon a la editorial, con el aviso de haberse producido un incendio y con la mentira de haber avistado a miembros importantes de passione, cada agente o ambulancia fue llamado al modesto lugar de la editorial.

—¿Qué rayos te pasa? —interrogó Adachi.

—No es a mí—solo repetía una y otra vez.

Los demás agentes pidieron respuestas al detective, en breves minutos toda la calle y sus alrededores eran consumidos por luces azules y rojas, gente interesada en la causa de los acontecimientos.

En medio de la multitud, Adachi lo comprendió todo. Antes de tener que explicar la razón por la que un detective realizaba una investigación extra oficial sin que esto llegara a inteligencia, logró hacer una llamada discreta.

—Alguien los espiaba—dijo Adachi mientras iba con los demás agentes—pero si no atacaron a la reportera, entonces...

—Atacaran a los otros dos—respondió Hoover del otro lado de la línea.

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Buen día tengas todos mis lectores. Lamento mucho no haber podido cumplir el plazo que había acordado. Últimamente he dudado mucho acerca de los que escribo, por lo que tuve que pasar por un método para encontrar la inspiración que me faltaba, vi muchos AMV, canciones e intenté escuchar algunas canciones de artistas nuevos para mí, que no funcionó muy bien. Pero no fue hasta que escuche de nuevo Brown Sugar de los Stones y otras canciones, que pude aclarar varias cosas con el rumbo de esta historia.

Así que ahora lanzo esta pregunta. ¿qué hacen ustedes para salir de un bloqueo?

Haré un especial de preguntas y respuestas, por lo que recibiré sus preguntas por mensaje privado. Creo que lo limitaré a tres preguntas por persona.

Esperando recibir sus críticas, sugerencias y opiniones me despido

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