Lo que siento por ti...
Edit: (PERDÓN MI ESTUPIDEZ ERA TWILLOWTOON TwillowToons_O1, TENIA MUCHO SUEÑO CUANDO ESCRIBÍA)
Deliveryshipping
Narrador Pov.
Habían pasado unos años desde la partida de aquella pelinegra de la cálida Región Alola. Actualmente, se encontraba en Sinnoh, su región natal, pero mientras los días pasaban, varios recuerdos llegaban a su memoria, varios amigos pasaban por su memoria, especialmente uno con rostro parecido al de un gato.
Finalmente, un decisivo día, aquella chica decidió finalmente regresar a aquella región tropical, con todos sus pendientes finalizados en la región Sinnoh, ya era hora de regresar a aquella región que le fascinó. ¿Será por la nostalgia? ¿O por algo más? Ella no lo sabía, pero las ansias eran cada vez más y más. Ansias de que llegara aquel barco a buscarla para volver a Alola y reencontrarse con todos. Aunque mantenía el contacto con algunos de ellos, no era lo mismo hablar por un computador que la calidez de ver a aquellos que aprecias en persona.
Finalmente el día del viaje llegó, en el puerto de Alola en la isla Melemele, un grupo se estaba preparando para recibir a la chica de Sinnoh, liderado por la pareja de profesores casados, Kukui y Burnet, junto con el repartidor más alegre de toda la región, con su característica sonrisa de gato. Sun, quien tomó uno de sus pocos días libres de repartidor, estaba junto a la pareja de profesores esperando ansiosamente la llegada de Moon. Faltaban unos minutos para que el avión donde Moon hizo conexión desde un puerto en Unova, pero llegaron antes para llegar a recibirla.
-Jooo, profesor Kukui, ¿por qué tarda tanto la llegada de Moon? ¡Dijo que llegaría pronto!
-Sun, deja de ser tan inquieto- trató de tranquilizarlo el profesor mientras se arreglaba la bata- Faltan unos minutos para que llegue.
-¡Pero unos minutos es demasiado!
-Ay Sun, querido- La profesora de manera tierna empezó a acariciar la cabeza del chico con una sonrisa de oreja a oreja- ¿Por qué estás tan ansioso últimamente? Ya sé que ha pasado un tiempo pero no puedes ser tan desesperado.
-Bueno, es qué...- el chico sonriente se quedó pensando un momento hasta responder un poco colorado- D-Dijo que regresaría, quiero que cumpla su palabra.
-Oye, Kukui, ¿tú crees que...?- miró a su esposo de manera cómplice.
-Totalmente- asintió.
-¿De qué hablan ustedes dos?
-Absolutamente nada Sun- respondieron al unísono con una sonrisa.
El chico solo los vió con un tanto de confusión, pero lo dejó pasar al ver el anunció del avión en el que Moon estaba aterrizando a la región. Tan solo ver ese anuncio lo hizo sonreír de todas las formas posibles, incluso jalando de los brazos de la pareja de profesores.
Finalmente, los pasajeros del avión habían en el avión empezaron a llegar al aeropuerto. Habían bajado unas 50 personas, pero la pelinegra aún no había llegado, lo que estaba poniendo un poco decepcionado al repartidor. Sin embargo, después de una larga espera, aquella chica con cabellera negra, ahora más larga que llegaba hasta su cintura, un poco más alta, junto con su maleta y una mochila en su hombro, distinta pero no irreconocible, finalmente había llegado. Miró por todo el aeropuerto, hasta reconocer a la pareja de profesores con un cartel de bienvenida con su nombre. Verlos la hizo sonreír de forma muy tierna.
Lo que no se esperaba, era ver a aquel chico repartidor que hacia bastante tiempo no veía. Su sorpresa fue verlo alejarse de los profesores y correr hasta ella para abrazarla mientras gritaba su nombre.
-¡Moooooon!!!- gritó el chico hasta saltar hacia ella para abrazarla, deshaciéndose de todo espacio personal que se encontraba entre ellos.
La ruptura de espacio personal de Moon repentina hizo que se avergonzara de tal manera que un leve rubor se mostró en sus mejillas. Tal fue su sorpresa al ver el chico, quien también había cambiado, ahora era más alto que ella por unos cuantos centímetros y su voz era un poco más grande, pero eso no evitaba que su cabello siguiera totalmente despeinado como cuando se conocieron, fue tanta la nostalgia y la duda al volverse a preguntar su sabía que existían los cepillos y peines.
-S-sí Sun, soy yo, por favor suéltame, me falta aire- le pedía la chica al sentirse aprisionada en los brazos del contrario.
-Jejeje, perdónalo Moon, estuvo emocionado por tu llegada desde hace días, ni siquiera se arregló como le pedí- se disculpó Burnet ante la joven mientras alejaba a Sun- Nos alegra mucho que hayas llegado sana y salva.
-Gracias por recibirme, me alegra estar de vuelta- sonrió levemente la chica.
-¡Vamos a dejar tu equipaje para que veas toda Alola nuevamente! Algunas cosas han cambiado, otras son nuevas, ¡En serio tienes que ver!- el chico simplemente trataba de arrastrar a su vieja amiga por toda la región mientras esta esbozaba una leve sonrisa y asentía con la cabeza.
Salieron del aeropuerto y cargaron las maletas en el vehículo del profesor Kukui para luego avanzar a la casa en la playa donde Moon estaría viviendo a partir de ahora. Hablaron de varias cosas que sucedieron en la ausencia de Moln, inclusive en esta Sun declaró que ha evitado accidentes y heridas en su ausencia, aunque esto no le quitaba las preocupaciones a la pelinegra sobre sus torpes acciones. Eso no evitaba que una sonrisa se mostrara en su rostro al ver al chico contar sus torpezas.
Después de recorrer casi toda Melemele, al atardecer, la recién llegada decidió sentarse en el exterior de la casa. Simplemente, contemplar un atardecer en Alola era simplemente hermoso, su parte favorita para recordar.
Se quedó contemplando el ocaso hasta notar que cierta persona se sentaba a su lado.
-Moon- la llamó por su nombre el chico que aquella sonrisa gatuna- ¿Te agrada estar aquí en Alola?
-¿Qué tipo de pregunta es esa Sun?- volteó a verlo un poco seria, pero luego mostró una leve sonrisa- Me encanta estar de vuelta.
-Entonces, ¿Ya no vas a irte?- le preguntó emocionado por su respuesta esperado sea positiva.
-No, no pienso irme en un tiempo.
-¡Yahoo!- saltó alegremente mientras daba unos brincos junto a su Meowth, quien le molestaba pero no se quejaba al respecto.
Verlo alegre le daba satisfacción y alegría, aunque también algo de preocupación de que se tropezara y lastimara como antes, aunque él le dijo que no se lástimaba tan seguido como antes, aún tenía sus dudas.
Los días pasaban como viento en popa, cada uno incluso más alegre que el anterior. La sonrisa de Moon era muy brillante, y ella misma lo empezaba a notar. Aveces incluso se miraba en el espejo preguntándose ¿Por qué antes su sonrisa no era tan brillante como ahora? Los estudios no le iban a dar la respuesta a esa duda. Cada vez que trataba de investigar de una forma u otra, Sun se presentaba tratando de llevarla a algún sitio después de su trabajo de repartidor o incluso a jugar junto a sus pokemon.
Moon Pov.
Regresar a Alola fue un gran cambio de aires, no lo podía negar, todo era tan brillante ahora, y no lo digo solo por mis pokemon, cada vez que esa persona se acercaba a mí, me contagiaba su sonrisa aunque tratara de ser seria como normalmente lo hago. Hace unos años atrás quizá no me haya quedado a recapacitar esto, pero ahora que lo siento bien, no dejo de pensar en este sentimiento cálido y tierno.
Desde mi regreso a Alola, Sun me visitaba casi a diario después de trabajar como repartidor, incluso aveces dejaba que Kiawe y los demás trabajando solos. Lo regañaba por eso porque si quería conseguir dinero como quería, debía hacer de su parte. Era menos avaro pero igual era un poco tonto. Pero...eso no me quitaba el hecho de que él se estaba volviendo importante en mi vida. Han habido días inclusive en que me preguntaba donde estaba cuando no llegaba a la hora de siempre.
Cuando no estaba, me sentía un poco sola inclusive con la Rotomdex y mis pokemon. Era un sentimiento abrumador cuando se ausentaba... Un día, me puse a recapacitar cuidadosamente sobre eso mientras leía un libro en la sala de estar de la casa. Estaba mirando el reloj constantemente mientras leía, preguntándome donde estaba Sun...
-Nornalmente hubiera llegado hace media hora antes...¿Donde se habrá metido?- decía entre mis pensamientos al notar que no estaba a la hora de siempre.
-¿Quizá se quedó estancado en uno de sus encargos? Simplemente es un caso irremediable...
Sin embargo, no era capaz de culparlo, así era él...
Así siempre fue...
Así siempre me gustó que fuese así...
Desperté de mis pensamientos cuando escuché a alguien tocar la puerta, no esperaba lo que me encontré al abrirla.
-¡¿Sun?!- exclamé su nombre al verlo lastimado mientras se sostenía el brazo con su mano, la cual también sostenía una caja.
-Mooooon- alargó mi nombre en tono de niño pequeño y con unos quejidos de dolor.
Simplemente sentí que había retrocedido unos años mientras lo dejaba pasar. Hice que se sentara en el sofá con cuidado mientras sacaba unos medicamentos y vendas para curarlo, mientras lo miraba esperando una explicación.
-Veo que tu suerte es terrible, ¿no es así?- le dije en tono de burla mientras levantaba su camiseta para colocarle la medicina y vendas.
-Es una historia graciosa- dijo mientras reía con algo de dificultad, lo que me hizo empezar a vendarlo- Estaba repartiendo el último paquete aqui en Melemele, pero unos pokemon asustaron a Tauros cuando estaba encima de la pokemontura, entonces nos caímos, él está bien pero yo caí bien feo y me duele~
Simplemente escuchar su anécdota no me sorprendió en lo absoluto...
-Debes tener cuidado Sun...- le regañé mientras terminaba de vendar su espalda, la cual me quedé viendo por un momento hasta acariciarla levemente, de forma que simulaba ponerle más medicina para que no lo notara.
-Bueno pero...¡estás aquí ahora y puedes curarme más rápido que cualquier doctor!- exclamó con una boba sonrisa gatuna, lo que me hizo suspirar un poco con una sonrisa.
-No soy tu enfermera personal y lo sabes.
-Lo sé~ ....pero me gustaría que así fuera- murmuró lo último, aunque yo lo escuché claramente, razón por la cual sentí arder mis mejillas.
-No seas tonto- lo regañé mientras le colocaba bien su camiseta, tratando de controlar mi tono de voz- Ya terminé de colocarte la medicina y vendas, para mañana debes estar bien.
-¡Bieeen~!- se alegró al instante, pero pude escuchar un rugido, y estaba segura de que no era su Incineroar pues él seguía en su pokeball.
-Sun...¿ese fue tu estómago?- pregunté en tono de burla mientras me aguantaba la risa.
-¡N-No!
-Ya veo, entonces no quieres cenar aquí- me empecé a alejar con una sonrisa, pero una mano me detuvo al instante y supe porque.
-¡N-No! ¡Espera! ¡Si tengo hambre! Bastante, ¡Si quiero cenar aquí c-contigo!- me dijo mientras no me soltaba la mano.
Yo solo lo miré un momento, su agarre no me lastimaba pero era firma como si no quisiera alejarse en un largo tiempo, además de que su mirada era linda y tierna junto a su actitud, simplemente no me pude negar por lo que asentí con la cabeza y me dirigí a la cocina luego de soltarme de su agarre.
Toqué levemente mi muñeca con una sonrisa, me empezaba a sentir necesitada...pero era un sentimiento calido y agradable que me hacia sentir Igual...No puede descifrarlo con exactitud pero se podría decir que Sun tiene mucho que ver.
Finalmente, cenamos los dos en la sala una pizza que había preparado, a Sun le gustó lo que le alegró mucho, además de que sacamos a nuestros pokemon y les di una receta de comida que había aprendido en Sinnoh. Hablamos muchas anécdotas, que eran nuestro tema de conversación favorito. Aunque luego de la charla...
-Hey, Moon...- me llamó, a lo que voltee a verlo.
-¿Qué suced...?- antes de terminar la frase, sentí un abrazo por la espalda de parte de Sun.
Su abrazo era cálido y firme, como un refugio para el invierno. Aunque él era un poco torpe, me sentí protegida...y querida, pero de una manera diferente de forma sentimental...
-Moon...sé que me has dicho que no te irás pero...en serio, te extrañé mucho- dijo de forma entrecortada, no podía ver su rostro pero creí por un momento que él quería llorar- Yo nunca quise que te vayas...¿Vas a estar conmigo?
Su pregunta me volvió a colorar, por lo que decidí voltear la mirada para verlo. Sus ojos estaban cerca del llanto y su rostro parecía una súplica de un Rockruff por comida. Una mirada tierna pero con cariño.
Yo solo pude sonreírle y externder mis brazos para decirle que lo abrazaría. Sin decir nada, él simplemente me correspondió y me abrazó, recostando su cabeza en mi hombro mientras le acariciaba suavemente esos cabellos despeinados y rebeldes que tenía. Finalmente descifré el sentimiento que estaba manifestando en ese instante. Lo que siento por Sun realmente.
Puede que sea torpe, un poco avaro y con varios defectos, pero él puede ser cariñoso y sabe lo que quiere cuando lo quiere, y puede apoyar a alguien si es que lo necesite, aunque no se le note. Esa era la persona que quería.
Esa era la persona por la que sentía algo al pasar tiempo con ella....
-¿Qué sientes sobre mí Moon?- me preguntó sin querer soltar aquel abrazo que teníamos.
-¿Lo que siento por ti?- me pregunté mientras soltaba una sonrisa y acariciaba su pelo- Lo que siento por ti...es cariño...comprensión...y también....
amor....-
Y es que son las 3 de la mañana~
Y hasta ahora no he dormido nada~
Querid@ Suirtemed
LA que sigue va por ti darling
Oh yisus amo el deliveryshipping
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