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Dulce navidad //commonershipping//

23 de diciembre en Sinnoh, un lugar hermoso, grande...mas en pueblo twinleaf, aunque ya todo estaba decorado faltaba un pequeño detalle...

-Pearl...no tengo ingredientes para la cena navideña- decía entre lloriqueos el chico de la boina.

-Cálmate Dia, solo hay que comprar más, aparte estaremos en la mansión de la señorita, ¿por qué vas a cocinar si ella se ofreció a que los chef cocinen?- preguntó su amigo rubio con ironía.

-¡Yo también quiero cooperar! Y mientras más comida mejor..- babeó un poco el menor.

-Aaah...bien, iré contigo...de nuevo...- suspiró y se llevó a Dia fuera del hogar.

Pearl se resignó y se fue junto a su mejor amigo al pueblo, donde compraron lo necesario para la parte de la cena que haría Dia, lo que despertó varias dudas en el rubio.

-Acaso ¿este es un regalo para la señorita?

-Nop- respondió Dia- para la señorita Platinun hay algo mucho más especial y dulce en lo que he estado trabajando.

-Con que sí...¿Acaso la señorita Platinum tiene tu corazón cautivado? No has parado de hablar de ella los últimos días.

-Eee-eeh...un poco...¡No me malinterpretes! E-es solo que...eeh...s-solo quiero hacer algo por ella y...- decía tartamudeando y sonrojado.

-Si te gusta ella, ¡díselo de una!- trató de motivarlo.

-No soy bueno hablando de eso...me puedo trabar y-y puede decirme que le gusto...por eso mejor hago lo que hago mejor, ¡cocinar!- respondió mientras cerraba la despensa con comida.

-Ay Dia...bueno, como digas, pero tu madre siempre dice que debes ser honesto con los que te importan...tómalo en cuenta ¿ok? Debo ir a resolver unas cosas en casa, nos vemos mañana- dijo el rubio y se despidió.

-¡Hasta mañana Pearl!- cerró la puerta el pelinegro- Ahora... ¡A ver el especial navideño de dos horas de Tourina Omega! ¡Le diré a Silver-senpai!- se fue alegre el pelinegro.

Pov. Diamond.
Tomé mi pokereloj y me comuniqué con Silver-senpai para recordarle el especial. Simplemente maravilloso, Munchlax y yo nos comimos todos los bocadillos y caímos rendidos al sueño hasta la mañana siguiente.

Escuché a mi madre entrar a la habitación y moverme para que me levante, lo cual hice al poco rato.

-Feliz Navidad querido- sonrió mi madre poniéndome un sombrero navideño.

-Ah, es víspera de navidad- recordé al instante- ¿¡qué hora es?!

-Son las 10 de la mañana, ¿tienes que hacer tu parte de la cena de Platinum, no? Pearl me lo contó todo- me contestó.

-Por poco lo olvidaba...¡Gracias mamá!- abrazé con fuerza a mi madre y me dirigí a la cocina.

Ya cuando desayuné, me puse manps a la obra, estaba listo para preparar todo para ir a la casa de la señorita. Esta cena iba a ser lo más especial, de veras, no podía esperar a ver el rostro de la señorita Platinum al probar lo que le había hecho.

Terminé el platillo que iba a llevar, eran como las 3:45 y tenía que estar en la mansión a las 5, así que tenía tiempo de terminar mi obra maestra hasta ahora. Saqué del refrigerador un pastel de helado que tenía la cara de la señorita Platinun grabada en ella. Tardé bastante haciéndolo a la perfección y me sentía orgulloso de ello, solo faltaban algunos detalles.

-Dia, Pearl vino a verte- me avisó mi madre desde la sala.

-¡¿Qué tal Dia?! ¡Feliz Navidad! ¡¿Listo para practicar nuestro acto doble navideño?!- me preguntó entusiasmado como siempre.

-Estoy terminando una cosa, ahora practico contigo- le respondí mientras decoraba el pastel con unas fresa.

-Wow, ¡pastel de helado! Te esmeraste esta vez- me alagó pero luego escuché que cambió su tono a uno pícaro- ¿Y bien? ¿Le dirás?

-Hum...l-lo he pensado...p-pero no estoy seguro...

-Dia...quiero decir Diamond- dijo poniendo su brazo en mi hombro- yo te enseñaré lo que debes hacer.

-¿Alguna vez he declaraste a una chica?- le pregunté.

-No, pero papi sabe de eso y me enseñó un poco, así que te daré mis conocimientos- me dijo motivado a ayudarme.

Estaba agradecido de que Pearl me ayudara a decirle a la señorita Platinum lo que siento, pero a la vez estaba nervioso por sus consejos

Cuando terminé del pastel, aún era temprano así que lo guardé en el refrigerador en un lugar donde Lax no lo alcanzara.

Pearl me dio consejos de seguridad, de verme adecuado y oler bien, ya que según, las mujeres tienen un gran sentido del olfato. Luego, me dijo que debía...¿verme seductor? La verdad, ni él ni yo entendimos, eso entre más consejos.

Llegó la hora esperada, puse el pastel en una nevera portátil y puse a Lax en la pokeball, no quería que se comiera lo que había hecho. Pearl me ayudó y nos dirigimos a pueblo Sandgem.

La señorita aún no estaba lista, así que ayudamos a Sebastián entre demás sirvientes a preparar la mesa para la cena. Sebastián me ayudó a ocultar el pastel sorpresa de la señorita en un lugar totalmente frío.

Luego Pearl y yo nos acomodamos y finalmente, la señorita Platinum llegó usando un lindo vestido. Creo que me quedé embombado unos minutos hasta que Pearl me dio un Zape despertándome de mi mundo de fantasías.

-¡Me alegra que hayan venido! ¡Feliz navidad!- nos dijo a ambos mientras nos abrazaba.

-Tu casa está...muy bien decorada- respondió nervioso Pearl al ver al árbol navideño tan grande, más los calcetines, cuadros y la cantidad de regalos.

-No es nada, de verdad- sonrió- ¿Harán su acto doble esta noche?

-Claro que sí señorita- asentí para ella- Lo que sea por usted en estas fiestas.

-Jeje que alegría.

Su sonrisa me cautivaba de verdad. Hablamos un poco sobre lo que haríamos quizá en año nuevo, quizá veamos a nuestros senpais en año nuevo, ¿quién sabe?

Finalmente llegaron las 8, la hora de la cena. Bendecimos los alimentos y empezamos a cenar. Me alegré tanto de que la comida que había hecho les había gustado, sé que no era necesario, pero de verdad quería hacerlo. Después de la cena, Pearl y yo hicimos nuestro acto doble, y no solo la señorita se rió, también Sebastián y los sirvientes de Platinum, quienes también se habían servido de la cena, todos compartimos mucho, contamos historias, principalmente navideñas, o de terror como le gustan a Pearl.

Finalmente, llegó una hora de la noche en que Pearl me dijo que le dé su regalo.

-No estoy seguro de decirle la verdad..

-¡Menos timidez y más acción!- me trató de motivar.

-Uff...trataré- finalmente fui por la caja con el pastel y fui con Platinum.

-¡Buena suerte mi fiel saltamontes!

-S-Señorita...Platinum...- la llamé aún un poco nervioso.

-¿Si, Dia?- miró la caja que tenía entre manos- ¿Qué es eso?

-E-Es para tí...felíz Navidad se... quiero decir, Platinum...

-Vaya...¡Gracias!- sonrió y abrió la caja, la cual aún estaba fría, y vio el pastel de helado con su cara grabado- Es hermoso...¡y se ve delicioso!

-Pruébalo- le dije mientras le pasaba un plato y tenedor.

-Por supuesto- cortó un pedazo del pastel y lo probó por un momento, y finalmente me dijo su veredicto- ¡Está muy delicioso, Dia! Pero...¿por qué te esmeraste tanto en hacerlo?

-P-Platinum...yo... quiero...digo...yo te...- traté de decir, pero estaba muy nervioso, aparte, creo que sentí que algo colgaba sobre nosotros, por lo que miré arriba de nosotros y lo que vi fue...-¡¿M-Muérdago?!

-¿Eh?- la señorita también levantó la vista y se sonrojó al verlo.

-¿P-Pero d-de dónde...?- voltee la vista a ver a Pearl, quién agarraba el muérdago con una caña de pescar, haciéndome señas de que siga con la declaración- Y-Yo...t-te quiero mucho P-Platinum...m-me gustas...- le dije finalmente.

-Dia...gracias por decirme eso...también siento lo mismo- me sonrió.

Luego de eso sentí que me dió un besito de sus labios en los míos, pude sentirme en el cielo por un momento, aparte creo que sentí que no escuchaba nada. Pearl me movió un poco tratando de que reaccionara, pero la verdad, yo estaba en un lugar dulce del cual no quería despertar.

Pov. Narrador

-¿Crees que reaccionará, Pearl?- se preocupó la señorita Berlitz.

-Tiene que, ¡Aún tenemos una larga lista de actos dobles que realizar!

Platinum simplemente sonrió un poco y sentó a Dia, y esperó junto a Pearl a que despertara.

Fue una maravillosa noche, ¿y quién sabe que les esperará en el futuro a ambos recién declarados?

Bueno, eso es otra historia.


























Fin...¿o no?

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