Opening: Believe (One Piece Opening 2)

https://youtu.be/54dp8ucsGG8

El día 26 de enero del año 2006, a las 4:51 pm, en Ciudad Kuchiba, Himari, la madre de Kaede y Keisuke, se encontraba demasiado avanzada en la enfermedad que más tarde se llamaría Síndrome de Hyuga en honor a su hijo que iba a nacer ese día. Pero debido a que el niño estaba infectado, iba a morir apenas naciera.

Pero como Ken, el padre que también estaba enfermo, no quería permitir esto, así que él y Himari no tuvieron más opción que darle sus poderes al niño antes que naciera. Y como sus poderes de Pokeántropo eran lo único que los mantenía con vida, ambos murieron por ese acto.

Pero eso no es lo peor. Lo peor es que Hyuga nació como un Huevo Pokémon que eclosionó de inmediato, revelándolo como un bebé demoníaco con características de Incineroar. Con sus poderes, él empezó a destruir todo sin control sin que Kaede y Keisuke pudieran pararlo. Y el único que pudo detenerlo fue Hibiscus, quien le puso su Collar de Pokeántropo para que pudiera controlarse. Todos en Ciudad Kuchiba querían acabar con Hyuga, ya que lo consideraban un monstruo, pero Kaede no estaba dispuesto a permitir eso y decidió ser ella quien criara a su hermano menor para convertirlo en una mejor persona.

—Y esa es la historia de mi nacimiento. Bastante graciosa, ¿no?

Lillie negó con la cabeza— No. Esa es la historia graciosa más triste que jamás he escuchado —a lo que Hyuga respondió— Bueno, pues ahí tú.

En ese momento, Hapu y Mudsdale regresaron y la chica decidió explicarles a los chicos lo que necesitaban saber— La Flauta Solar se encuentra en la Isla Exeggutor, que queda aquí cerquita. Se encuentra en un altar que queda en lo más alto de una colina y podrían agarrarla así sin más, de no ser porque...

—¿De no ser porque qué? —le interrumpió Hyuga—. Espera. No me digas que...

—Así es —dijo Hapu—. Le conté a Tapu Fini de su situación y ella me dijo que esta podría servirte como una Prueba. Para demostrar que eres digno de la flauta, debes probar que conoces bien a tus Pokémon y para ello, debes descifrar un gran secreto que uno de ellos te oculta. Y para asegurarse de que no hagas trampa...

Todos ellos vieron que, desde el cielo, los estaba observando Tapu Fini.

—¡Argh, ¿pero por qué?! —exclamó el de rojo y Hapu solo sonrió— No te preocupes. Solo intenta con cada Pokémon tuyo hasta que des con el secreto que estás buscando.

—Ah, bueno. Pues... —sacó a Steenee de su Pokébola— A ver, Anthony. He estado notando que tu apodo recuerda bastante a Anthony Norman, una famosa Jinete Pokémon de la región de Unova por la que mi hermana Kaede sentía mucha admiración.

—¿Era buena con las Pokémonturas? —preguntó Lillie—. Yo solo la recuerdo como una mujer que hace 9 años, fue hallada muerta en las alcantarillas de Ciudad Castelia.

—Pues sí. Era esa misma —dijo Anthony, a lo que su Entrenador le preguntó— ¿Pues acaso tu anterior Entrenador era fanático suyo?

—¿Fanático? ¡No! ¡Jake era un recontra-fanático de ella! ¡Él me mencionó que quería convertirse en director de cine para hacer un documental sobre ella y otras personas más! Aunque la verdad sigo preguntándome si Jake sigue vivo y ya está empezando a cumplir su sueño.

Como era de esperarse, Gladion les preguntó— Oigan, ¿pero qué tanto balbucean? —y Lillie, dándose cuenta de lo que pasaba respondió— Ah, cierto. Recordé que a ti no te enseñaron a hablar con los Pokémon y mucho menos entender lo que dicen.

—Podemos enseñarte después —declaró Hyuga—. Por ahora, veamos si ya hemos pasado la prueba.

Pero Tapu Fini negó con la cabeza, lo que hizo que empezase a reinar la desesperación entre nuestros héroes. En el camino de regreso a la Aldea Marina, Hyuga fue descubriendo más secretos de sus Pokémon, como que, por ejemplo: Polo, su Seaking, se comió un Dewpider una vez y nunca pudo superar la culpa; que Akira, su Mudsdale, se quedó huérfano al apenas nacer; y que Shori, su Hariyama, siempre sintió admiración por Lycanroc debido a que uno lo salvó de un Pokémon Tipo Volador que quería comérselo. Pero ninguno de esos era el secreto. Pero ninguno era el secreto que la Guardiana de la Isla Poni quería que supieran, lo que hizo que nuestro Pokefílico favorito empezara a volverse loco.

Al llegar al lugar, Dorian los recibió con una sonrisa que se esfumó casi de inmediato al ver a Hapu, quien lo miró enojada y le dijo— Tienes mucho valor para regresar a Poni después de lo que hiciste.

—¿Pero qué le hiciste, idiota? —le preguntó el de rojo a Dorian, pero la de morado se le adelantó y contestó— Como mi abuelo fue Kahuna de esta isla, él fue quien nos enseñó a ambos acerca del uso de las Pokémonturas, como Tauros y Mudsdale. ¡¿Y cómo nos pagó?! ¡Trató de robar unos rábanos que cultivaba para disque-regalárselos a su amiga Mallow! ¡Y lo peor es que, como no los sacó bien, terminó rompiéndolos!

—¿Pero cómo iba yo a saber que no se debían sacar a la jalada? Y es que Mallow estaba cumpliendo años, así que pensé que esos tubérculos picantes serían un buen regalo —trató de justificarse Dorian, pero Hapu no lo aceptó, ya que no estaba escuchando una disculpa— Tú y yo vamos a discutirlo seriamente. Pero como sea, Hyuga, Lillie, tendremos que separarnos aquí.

—¿Qué? ¿Cómo que separarnos? —preguntó Hyuga consternado.

—Tapu Fini dijo que solo ustedes dos pueden ir a la Isla Exeggutor por ser los que estaban destinados a encontrar la flauta —respondió Hapu—. Una vez allí, deben descubrir cuál es el secreto y así la flauta será suya. Les deseo mucha suerte, que la necesitarán.

Hyuga y Lillie rentaron una lancha para ir a la Isla Exeggutor, llamada así por tener forma de palmera y, claro, por tener muchos Exeggutors de Alola que, por alguna razón, no dejaban de sacudirse la cabeza.

Cuando Lillie se acercó a revisar, se dio cuenta que se trataba de unos Pinsirs que les estaban dando comezón.

Para derrotarlos, Hyuga sacó a Incineroar y Toucannon y Lillie sacó a Vulpix y a Lycanroc. Y la verdad es que esos Pokémon Escarabajos no fueron tan difíciles de derrotar.

Una vez detenido eso, Hyuga le preguntó a Himari su secreto más profundo y la Pokémon Cañón le contó un montón de tonterías que no viene al caso decir, pero Tapu Fini les dijo que nada de eso era lo que tenían que descubrir.

Hyuga finalmente lo perdió y empezó a gruñir mientras se jalaba el cabello casi hasta el punto de arrancárselo— ¡A ver, Ken! ¡De entre todos mis Pokémon, tú eres el que más se guarda cosas! ¡Así que dime tu secreto más profundo para que podamos conseguir esa maldita flauta!

—Hm, ¿y por qué debería hacer esto por Lillie? —preguntó Incineroar desinteresado—. Ni que ella fuera mi hermana pequeña o mi novia.

—¡Oh, ¿pero por qué tienes que ser así?! ¡¿Podrías cooperar, aunque sea por una vez en tu asquerosa vida?! —exclamó el de rojo tratando de contener el deseo de darle una cachetada.

Pero en ese momento, empezó a llover muy duro, por lo que Hyuga, Lillie y sus Pokémon tuvieron que refugiarse en una cueva. El primero se sentó bruscamente mientras se tapaba las manos con la cara, haciendo un esfuerzo por no llorar— No logro entenderlo. No logro entender qué es lo que hago mal. Si no logro resolverlo, entonces tu madre estará perdida y todo lo que hicimos hasta ahora habrá sido en vano.

—¿Pero por qué te importa tanto, Hyuga-chan? —preguntó Lillie—. Digo, ¿por qué te importa tanto ayudarme si apenas llevamos unos pocos meses conociéndonos?

Hyuga-chan gruñó más fuerte y exclamó— ¡Es que no quiero fallarte! Es que no quiero fallarte a nadie de nuevo. Es que en Kanto y Johto, yo fui amigo de Tsubasa toda la vida. Yo lo amaba con todo mi corazón, ya que él me dio un motivo para vivir. Pero en el momento de la verdad, acabé fallándole y lo perdí para siempre. Eso me dio un deseo de evitar volver a fallarle a alguien y por eso, debo descubrir qué es lo que Ken me oculta para que tú y yo consigamos esta flauta.

—Hm, pues como no me dejarás en paz, te daré una pista —dijo Incineroar—. ¿Alguna vez sentiste tener recuerdos que no eran tuyos?

—A veces —respondió su Entrenador—. Siento que esos recuerdos pertenecen a mi vida pasada, pero eso debería ser imposible. A menos que, ¿tú acaso también estás pasando por lo mismo?

—No, ¿tú qué crees?

Al escuchar esa respuesta, Lillie mencionó— Sophocles ya me había contado eso, pero lo vi como una enorme tontería, ya que, al conservar esos recuerdos, no serías capaz de reconocer quiénes son tus amigos o enemigos y acabarías volviéndote... —bajó su tono de voz al darse cuenta —Así.

Ken desvió la mirada y dijo— Hm, bueno, ahora ya lo sabes, Hyuga-chan. ¿Estás feliz?

—Pues si recuerdas tu vida como humano, ¿entonces quién o cómo fuiste? —le preguntó su Entrenador e Incineroar trató de hacer memoria, pero no lo logró— Argh, no consigo recordarlo bien. Solo consigo acordarme que fui un Pokeántropo capaz de transformarme en Pokémon de Tipo Fuego y que solía ser el padre de dos hijos. Bueno, más un tercero que no llegué a conocer por acabar muriendo. Me pregunto si ellos estarán bien.

El escuchar eso le sonó a Hyuga demasiado familiar, así que le preguntó— ¿Y cuándo fue que te convertiste en un Litten?

—Fue el 26 de enero del 2006 a las 5 y pico de la tarde —respondió Ken para luego bajar la cabeza—. O al menos, fue allí donde acabaron mis recuerdos como humano.

Al oír eso, Hyuga caminó de un lado a otro para analizar lo que le estaban diciendo hasta que— ¡Ya lo he resuelto! Tú solías ser Ken, mi padre. Es lo más lógico, ya que tu personalidad coincide bastante con la descripción que Kaede me dio de él y naciste el mismo día en que papá murió. Y por eso es que me pediste que te pusiera el apodo que ahora llevas. ¿Si no eres él, entonces quién pudiste haber sido?

Ken quedó muy pensativo al escuchar todo eso, pero al parecer a Tapu Fini le valió queso, ya que Hyuga había podido superar la Prueba. El Espíritu Guardián llamó a nuestros héroes hacia lo más alto de una colina, donde se encontraba el altar de la Flauta Solar.

Hyuga tenía deseos de decirles sus verdades a Tapu Fini, pero Lillie no se lo permitió, ya que no quería más problemas.

El de rojo cayó de rodillas al piso y se puso a llorar de tantas emociones que experimentaba al mismo tiempo— Bueno, Ken. La verdad, no sé qué pasará ahora que sabemos que siempre fuimos padre e hijo.

Incineroar puso su pata en su hombro para consolarlo— Pues tendremos que averiguarlo, ¿no?

En ese momento, había dejado de llover y en el cielo, se había formado un arcoíris que a Hyuga y a Lillie les pareció muy bonito. Eso les devolvió las esperanzas de lograr su objetivo y los hizo volver lo más rápido posible a la lancha para regresar a la Aldea Marina, donde los esperaban los demás.

—Tapu Fini está bien loca —comentó Hyuga—. ¿De dónde sacó esa reverenda idea de Prueba?

Pero Cashew le respondió— No creo que eso importe. Los Espítirus Guardianes siempre saben lo que hacen, creo.

—Como sea, ahora que tenemos las dos flautas, debemos ir al Cañón de Poni, donde se encuentra el Altar del Sol —dijo Lillie, a lo que Cashew respondió— Ya lo sabía.

Ya estaban por irse, cuando Hapu los detuvo en seco— No tan rápido. El Cañón de Poni es la zona más peligrosa de Alola y no puedo permitir que entren ahí. Bueno, a menos que uno de ustedes me derrote.

—Oh, no me digas que Tapu Fini te escogió a ti como la nueva Kahuna de Poni —dijo nuestro Pokefílico favorito entendiendo lo que pasaba, a lo que la de violeta respondió con una sonrisa— Yo no podría haberlo dicho mejor, Hyuga. Si quieres continuar con tu viaje, entonces vénceme mañana temprano por la Gran Prueba. ¿Está bien?

—Bueno, pues, ¿Ustedes qué dicen? —todos los ahí presentes, incluido Gladion, le dieron su consentimiento a Hyuga para que enfrentara su destino— Pues espero que no tengas miedo de perder. Lusamine, la madre de Lillie, cuenta con nosotros, así que no seré derrotado por nadie.

Hapu se rio al escuchar eso y le dijo— Pues entonces espero que no seas puro hablador.

Esta Prueba sí que estuvo... Interesante, ¿no? Pues espero que la Gran Prueba sí sea normal. O al menos lo que en este mundo se pueda considerar normal.

Ending: 70 cm Shihou no Madobe (Dragon Ball Súper Ending 10)

https://youtu.be/XTjIIL3k4X0