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Capítulo XXIII: La Venganza de Faba

Opening: Believe (One Piece Opening 2)

https://youtu.be/54dp8ucsGG8

Después de todo lo que pasó ayer, nuestros héroes volvieron a la Escuela Pokémon para tratar de despejarse. Y ya que estaban ahí, Hyuga aprovechó para enseñarle Muay Thai a Lillie, como se lo prometió hace 18 capítulos.

Después de lanzarle una patada que la rubia bloqueó ayer, el de rojo le comentó— Me alegra que me acordaras de esto. La verdad, esto va a ser muy beneficioso para ti, Srta. Lillie. Esto te ayudará a dominar más tus poderes de Pokeántropo.

—¿Cómo, si ni siquiera estamos transformados? —preguntó Lillie y Hyuga le explicó— Pues con este entrenamiento, tu hermoso cuerpo logrará soportar dicha carga más fácilmente. Es que, al principio, cuando adquieres un poder de Pokeántropo, solo lo puedes usar al 100 o al 0%, lo que provocaría daños en tu cuerpo a largo plazo —se puso pensativo—. O tal vez me estoy confundiendo y el daño sucederá igual —se encogió de hombros—. Bueno, la idea es esa.

—Sí, ese es un buen punto.

Las palabras de Lillie hicieron que Hyuga se pasara la mano por el cabello, el cual se había hecho más largo desde que la historia empezó— Pero uno de los muchos puntos malos de esto es que, al ser mitad Pokémon, tu cabello crecerá el doble de largo en períodos de tiempo cada vez más cortos, dificultándote varias cosas, como ver, leer, no tropezarte, etc. Tal vez deba pedirle a Cash o a Lanita que me afeiten.

—¡No! —exclamó la rubia—. ¡Ni se te ocurra pedirles eso, Hyuga-chan! ¡¿Tú sí sabías que cuando era niña, ambos intentaron sin éxito hacerme un cambio de imagen?!

Una vez, cuando Lillie estaba chiquita, le hicieron un corte punk, otra un corte de Chimchar y en otra ocasión, la dejaron totalmente calva, lo que la hizo gritar horrorizada.

—¿Demasiado? —dijo la Lana chiquita.

No se preocupen, que su cabello volvió a crecer, pero eso la dejó profundamente marcada. Al oír eso, nuestro Pokefílico favorito expresó— Ahora que lo pienso bien, dejarse crecer el cabello así en realidad no es tan malo. Como sea, continuemos.

Pero lo que no sabían era que Faba, totalmente desaliñado y empapado, los estaba observando detrás de unos arbustos. Dijo en un tono bajo para que no lo oyeran— ¿Realmente creyeron que se desharían tan fácilmente de mí? No. En caso que no lo supieran, yo ya logré robarle suficiente poder a la Srta. Lillie y solo me falta Cosmog. Necesito atraerlo a mí para atraparlo, ¿pero cómo?

En eso, el malo recordó que Hyuga le había dicho que a Nebby le gusta comer Dulces de Estrella, así que, aprovechando que Lillie estaba muy ocupada, se acercó a la Bolsa de Nebby y le ofreció unos caramelitos a cambio de que fuera con él. Sí, ese Cosmog siempre encuentra el modo de meterse en problemas.

Al terminar la práctica, Hyuga y Lillie fueron a recoger sus cosas para irse a sus dormitorios, pero cuando vieron que Nebby no estaba en su bolsa, gritaron del terror, alertando a sus otros tres amigos.

—Ay, ¿ahora qué ocurre? —preguntó Dorian mientras se destapaba los oídos, a lo que Lillie respondió— ¡Es Nebby! ¡Ha desaparecido!

El escuchar eso hizo que Cash se desesperara y exclamara —¡¿Otra vez?!

—¡Sí, otra vez! ¡Solo lo dejamos sin vigilancia por cinco minutos! ¡Cinco minutos! —reiteró Hyuga furioso, pero para calmarlo, Lana le recordó— Es un Pokémon Bebé. ¿Qué esperaban? Bueno, Hyuga-chan, ¿ahora dónde crees que él esté?

El de rojo pensó en dónde podría estar Nebby, descartando y agregando posibles lugares, pero al final llegó a un resultado que no podía aceptar— No. El único lugar que se me ocurre es el Paraíso Aether, pero es imposible. Ya nos deshicimos de Faba, sus empleados saben menos que él y no veo ningún motivo por el que Lusamine lo quiera. Así que esto no tiene sentido.

—Pues tendremos que ir al Paraíso Aether a buscarlo —dijo Lillie—. Si no está ahí, solo probaremos en otro lugar, ¿está bien?

Hyuga se sobó las sienes y expresó su decisión— Hm, está bien. Dorian, Cashew, Lana, ¿quieren venir con nosotros? —la propuesta del Pokefílico dejó a Cash sorprendido— ¡¿Qué?! ¡Pero Gladion no nos dejó ir a ayudar también!

—¿Acaso yo parezco Gladion? —preguntó Hyuga y Lillie respondió— Un poco, sí. Venga, vamos.

Los 5 se dirigieron al Paraíso Aether y tuvieron suerte de que esta vez, unos empleados locos no intentasen frenarles el camino.

—Si no me equivoco, Nebby debe encontrarse en los Laboratorios Secretos, que es donde nos habían encerrado ayer —dijo Lillie y Hyuga añadió— Sí, y si mal no recuerdo, eso se encuentra en el sótano 2.

—¿Sótano 2? Espera, ¿hay más de uno? —dijo el de azul empezando a contar con los dedos, pero el de rojo lo detuvo— Tal vez haya más de 5. Solo espero que ese elevador funcione.

Nuestros héroes se subieron en el elevador y bajaron a los laboratorios, que lucían más escalofriantes que la última vez. Hyuga les dijo— Ya saben cómo va la cosa, ¿no es cierto? Todos sepárense y busquen a Nebby.

—Y cuando alguien lo encuentre, solo griten —les sugirió Dorian.

Todos volvieron a separarse a ver si encontraban a Nebby, pero nada. Y en una de esas, Hyuga y Lillie se metieron al mismo laboratorio, donde vieron a Gladion y a Lusamine revisando unos documentos digitales de hace 9 años. La mayor, al verlos, dejó lo que estaba haciendo y los saludó— Ah, Alola, chicos. No esperaba que volviéramos a vernos hoy.

—Sí, pero desearía que nuestros encuentros no fueran para rescatar a alguien secuestrado —dijo Hyuga y luego, él y Lillie les explicaron la situación a ambos para luego preguntarles qué era lo que estaban revisando.

—Pues ya que están hablando de Cosmog, ¿recuerdan esa máquina en la que los atrapó a él y a ti, Lillie? —les preguntó Gladion y su hermana menor contestó desanimada— Lamentablemente, sí.

—Pues resulta que aquella máquina fue construida a base del mismo dispositivo que mi esposo Polo construyó para abrir Ultraumbrales —dijo Lusamine, pero sorprendido, Hyuga preguntó— ¡¿El para qué cosa de quién?!

La Presidenta les contó la historia para explicarles— Cuando ustedes apenas tenían 4 años, creo, Polo descubrió que más allá de los Ultraumbrales, existía una dimensión alternativa, el Ultraespacio, cuyas variaciones de masa indicaban la presencia de los Ultraentes, como nuestro amigo Nihilego. Mi esposo y yo creamos esa máquina para acceder a aquel misterioso mundo.

Gladion continuó— Y según esto, la máquina necesitaba una gran cantidad de Ultra-Aura para poder funcionar, así que usaron como fuente de poder unos Cristales Z que tenían a la mano.

La explicación del de negro hizo que Hyuga racionalizara toda la información— Claro. Porque a diferencia de los humanos y los Pokémon, los Cristales Z producen Ultra-Aura de forma ilimitada. Una idea brillante, pero no si se la propones a Kiawe —tembló de incomodidad al recordar lo que Kiawe le hizo a un chico que perdió su Cristal Z.

Lusamine ignoró eso y siguió con la historia— Activamos el dispositivo y este abrió un Ultraumbral con éxito, pero antes de que pudiésemos enviar la sonda a través de él para hacer un análisis... —bajó la mirada al recordar lo que pasó después— Nihilego apareció y se lo llevó de este mundo. Nunca más lo volvimos a ver.

En vez de llorar o ponerse triste por esa última parte, Hyuga se puso dudoso, ya que había algo que no le cuadraba— ¿Pero cómo pudo haber pasado eso, si se suponía que esa máquina estaba programada para que nada peligroso saliera de allí? No tendría sentido a no ser que... Faba no estaba operando esa máquina, ¿o sí?

—Si no recuerdo mal, sí lo hacía —respondió Gladion—. Él debió haber reprogramado esa máquina para que permitiera que los Ultraentes salieran de allí, ¿pero por qué lo hizo si a diferencia de nosotros, nuestro padre no pertenecía al Clan Aether y no tenía por qué ser metido en esto?

El Pokefílico negó con la cabeza— Era de esperarse tratándose de él. Ah, y Faba también mencionó que fue él el responsable de que yo naciera y obtuviera mis Poderes de Pokeántropo en primer lugar. ¿Pero acaso hizo eso para liberar Ultraentes por toda la región? ¿Para detenerlo en caso que algo saliera mal? Eso no tiene ningún sentido.

—Tal vez su objetivo en realidad fuera más grande de lo que nosotros comprendemos. ¿Pero qué será? —se preguntó Lillie, pero nadie le pudo dar una respuesta, ya que, en eso, todos escucharon a Cash gritando y, cuando fueron a revisar, vieron que el Ultra-Guardián Azul había sido capturado por los poderes de Faba, al lado de la máquina de ayer que parecía haber sido mejorada.

Cashew sonrió de forma nerviosa y dijo— Amigos, la buena noticia es que ya encontré a Nebby. La mala es que Faba me encontró a mí.

El malo se rio de forma malvada y exclamó— ¡¿Realmente pensaron que, trayendo a más idiotas, lograrían arruinar mis planes nuevamente?! ¡No!

—¡¿Faba?! ¡¿Cómo es posible que sigas vivo?! ¡Se supone que Lillie te mandó a volar a Tombuctú! —le señaló Hyuga y Faba se volvió a reír mientras soltaba a Cash sin nada de delicadeza— ¡Como diría el legendario William Afton, yo siempre vuelvo! ¡Y más aún cuando estoy muy cerca de completar mi gran plan! ¡Mi preciosa máquina está absorbiendo toda la energía de Cosmog mientras hablamos! ¡Si quieren detener esto, tendrán que vencernos primero a todos nosotros!

En ese momento, aparecieron un montón de Empleados de la Fundación Aether que estaban aliados con Faba y tenían intenciones de acabar con ellos, así que nuestros héroes sacaron sus Pokémon para pelear con ellos, dejando a Hyuga en contra de Faba, quien se volvió a reír y exclamó— ¡Tal vez me venciste en un Duelo de Pokeántropos! ¡Pero a ver si puedes ganarme en una Batalla Pokémon!

Después de decir eso, Hyuga sacó a Incineroar, mientras que Faba mandó a Alakazam y a Hypno.

—Ah, así que Alakazam —dijo Hyuga de forma calmada—. Satoshi posee en su equipo una, aunque ella está mejor que el tuyo en mi humilde opinión.

—No opines antes de tiempo, Hyuga-chan —dijo el Director de la Fundación Aether mientras sonreía de forma aterradora.

Alakazam usó Gran Ojo para que a Incineroar le afectasen los ataques psíquicos, pero de poco o nada le sirvió, ya que el Pokémon Rudo los derrotó a ambos con un simple Lariat Oscuro, lo que impresionó bastante a Hyuga— Guao, Ken. No sabía que tu Lariat Oscuro era tan fuerte.

—Yo tampoco —dijo Incineroar.

—¡Clefable, usa Fuerza Lunar! —le ordenó Lusamine a su Pokémon.

Todos los demás también se deshicieron de sus oponentes y Gladion le ordenó a Silvally que usara Tajo Aéreo contra la máquina, liberando a Nebby.

—¡No! ¡No otra vez! —exclamó Faba horrorizado, pero Lusamine le gritó— ¡Silencio! No quiero escuchar una palabra más, Faba. A ti y a todos ustedes les voy a dar un severo castigo y, de paso, también empezaré a revisar cuidadosamente el currículum de aquellos que quieran trabajar aquí.

Lillie le dio caricias a Cosmog para que se le quitara el susto de lo que pasó y dijo— Esa es una buena idea. Sí.

Pero de repente, Nebby brilló y se convirtió en un Pokémon más pequeño y ovalado que parecía estar en un letargo perpetuo.

A pesar de que no le gustaba esto, Hyuga lo anotó en su cuaderno— Oh, perfecto. Justo tenías que evolucionar en el N°790: Cosmoem, Pokémon Protoestrella, Tipo Psíquico.

—¿Cosmo-qué? ¿El Pokémon Proto-qué? —preguntó Cashew sacado de onda por las palabras complicadas que Hyuga dijo.

Y esta evolución no habría significado nada, de no ser porque la energía residual de Cosmoem abrió un Ultraumbral del que salió un Nihilego. Y no cualquiera, sino el mismo Nihilego al que Hyuga había destrozado en el Capítulo XIV, así que ya se pueden imaginar las ganas que tenía de acabar con nuestro Pokefílico favorito.

Nuestros héroes y sus Pokémon trataron de derrotarlo, pero este al parecer había entrenado mucho desde la última vez y los venció. Y para terminar de vengarse de Hyuga, Nihilego trató de secuestrar a Lillie para llevársela al Ultraespacio, pero Gladion se interpuso para impedirlo.

—¡¿Pero qué haces?! ¡No quiero perderte a ti también! —le reclamó Lillie, pero Gladion se negó a retroceder— ¡Confía en mí! ¡Es la única salida!

Nihilego estiró sus tentáculos para capturar a Gladion, pero Lusamine lo empujó fuera del camino y fue atrapada por el Ultraente, siendo llevada por este a su mundo lleno de horrores inimaginables, para horror de su hija, quien solo pudo gritar— ¡Madre! ¡No, madre! ¡Mamá, no! ¡Mamá!

Esa fue la misma escena que Lillie había visto en su pesadilla del primer capítulo. ¿Pero cómo su sueño podría haber predicho tal situación? Bueno, podemos pensar en eso después. Por ahora, nuestros héroes deben buscar una forma de rescatarla.

Ending: 70 cm Shihou no Madobe (Dragon Ball Súper Ending 10)

https://youtu.be/XTjIIL3k4X0

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