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Parte 4


Chloe abrió los ojos lentamente. Sentía que había dormido como una bebé, nunca se había sentido tan relajada o tranquila. Se sentía segura, se sentía feliz... ¡¿sentía que tenía un par de brazos rodeándola?!

Oh, estaba vestida... así que no pasó nada de eso por lo menos.

- Buenos días, Chloe. – la saludó Lita desde atrás en su abrazo.

- ¡Smear!

Todo de pronto volvió a ella. Se había abierto bastante, la abrazaron, y probablemente se quedó dormida donde estaba. En los brazos de Lita... toda la noche...

Y también, ¡¿cuándo llegó Smeargle aquí?! ¿Se le había olvidado meterla a su Pokébola? ¿Era algo malo?

- Bue... ¡buenos días! – chilló Chloe. Lita todavía la estaba sujetando, y Chloe no tenía idea si debía pedirle que se soltara, o soltarse ella misma o lo que fuera.

- ¿Dormiste bien?

- Si. Bastante bien. ¿ dormiste bien? – Lita claramente había dormido junto a ella toda la noche.

- Por supuesto. – le aseguró Lita.

- ¿Estás segura de eso? ¿No estás adolorida o algo?

- Nada a lo que no esté acostumbrada. Soy una chica fuerte.

- Una que no necesita que la abracen toda la noche para poder dormir. – señaló Chloe con algo de pena por sí misma.

- Dejaste salir muchas cosas, Chloe. No seas tan dura contigo.

- Sí... la verdad dejé salir mucho. Aun no me acostumbro a ello. No mentiré, realmente me guardo demasiadas cosas. Nunca le digo nada a la gente, y me enojo porque ellos nunca saben lo que siento, así que no les digo nada. Es un ciclo vicioso.

Y luego los asistentes de su padre se infiltraron en la escuela disfrazados, y fue entonces que al parecer se dio cuenta de lo que estaba mal, que empezaba a darse cuenta de las cosas. Tal vez esos criminales que molestaban a Ash cada semana en la vida real y que eran sus amigos en el Facedex no eran tan extraños después de todo.

- Quizás hablar de las cosas... sea algo que debo intentar más a menudo.

- Nunca hace daño.

Lita y ella no se habían movido de su posición al despertar todavía.

- Probablemente necesitamos ponernos ropa nueva. Esta ya está arrugada. También ducharnos y eso.

- Sip. – Lita estuvo de acuerdo, aunque apretó un poco su abrazo.

- ¿Quieres ducharte primero o lo hago yo? Tengo tiempo antes de ir a ver a la mamá de Ash sobre lo de hoy.

- Podríamos hacerlo al mismo tiempo.

- No podemos. La ducha no es lo bastante grande.

- Bueno, eso es una lástima. Gracias por verificar, no se me había ocurrido.

Chloe asintió distraídamente, al punto que fue en ese momento que asimiló lo que Lita acababa de sugerir. Y fue entonces que dejó salir un sonido que se asemejaba mucho a un Magikarp asmático. Lita se rio de ello.

Y todo lo que Chloe pudo preguntarse fue ¿cuándo se volvió tan buena en imitar sonidos de Pokémon?

...

- ¿Otro día? – dijo Chloe, con sorpresa estupefacta al ver al dúo de madre e hijo Ketchum.

- Sí, a veces pasa. Nos retrasamos porque hubo un desastre de pastel. Más de cincuenta pasteles se perdieron, y eso es terrible. – Delia sonaba que se preguntaba sobre su elección de superar la producción de pasteles.

- Es terrible cuando se pierden cuarenta pasteles. Cualquier otro número necesita una palabra diferente. – la corrigió Chloe, lo que le ganó miradas confusas de los dos Ketchum y Lita. Ninguno de ellos entendió la broma.

- Bueno, no importa la palabra que quieras usar. Creo que tu papá dijo que te quedan días de sobra por si se expande un poco más. – le aseguró Ash. Y le resultaba muy alentador saber que ahora tendría mayor oportunidad de conocer a una persona especial, y de hacer cosas especiales con dicha persona... lo cual también era terrorífico de imaginar.

- Aunque tenemos que decírselo a todos, y viendo que ustedes están despiertas, ¿quieren dividirse la tarea con Ash? Podría decirles a todos aquí, pero si ustedes y Ash se dividen la colina no debería tomar mucho tiempo. – dijo Delia, como si no supiera que había cientos de personas que había que encontrar en los espesos bosques.

- ¿No podemos esperar a que vengan por la comida? ¿No sería más eficiente?

- Estarán muy distraídos con las crepas para escuchar.

Chloe suspiró. Esta sería una caminata matutina muy larga, pero si la hacía no tendría que hacer crepas para alimentar al aparentemente interminable número de hermanos de Ash, pues llegaban más y más cada día.

(... en algún punto casi habría considerado que cientos de ellos era casi divertido, cuando eso no amenazaba con hacer que se le desconectara el cerebro. Ahora le resultaba perturbador...)

- Mi Pokédex ha estado manteniendo un registro de dónde se establecen todos. Puedo enviarte el mapa y una app, o algo que no estoy totalmente seguro si es una app, que mantendrá un registro de si alguno de nosotros pasa por una base secreta, para que no vayamos dos veces al mismo lugar. – Ash abrió un Pokédex rojo que no tenía aspecto de teléfono, cuya pantalla pitó con un holograma activado que rápidamente mostró un mapa de toda la colina con muchos, muchos, muchos, marcadores sobre la enorme colina que era propiedad de Ash, y algunas áreas alrededor de dicha colina. La app pitó por un minuto antes de enfocarse en un área para mayor detalle, y luego retrayéndose.

- Eso facilitará las cosas, déjame...

*BEEP*

El teléfono de Chloe dio un pitido de descarga incluso antes que ella lo abriera. Un chequeo rápido de qué había sido descargado resultó ser la app de mapa que Ash había estado utilizando.

- Yo... no le hice click a nada. – aclaró Chloe algo preocupada.

- Se supone que debes preguntar primero. – regañó Ash al Pokédex como si fuese un ser viviente, el cual pitó casi de manera insolente por la reprimenda.

- Eso llevaría demasiado tiempo. Y además, tenías un programa de malware. De nada. – declaró el dispositivo en un tono que hizo que Chloe esperase ver ojos puestos en blanco. Sin embargo, pudo sentir el sarcasmo, como si realmente estuviese vivo.

- Ash... ¿por qué sigues con esa cosa? Seguro podrías conseguirte un SmartRotom que no te desobedezca de ese modo o se burle de la gente, ¿no?

- Porque si lo hiciera, esta cosa podría tratar de conquistar al mundo. – Ash, a diferencia de todo lo demás que solía decir que sonaba ridículo, extraño o perturbador de alguna manera, dijo estas palabras completamente sin nada de humor.

- ¿Y por qué no lo destruyes y te consigues uno nuevo, para que no amenace la paz en el mundo?

- Porque necesitaría un nuevo contador, y recrear todas sus contraseñas. Y además, ¿crees que este es mi primer cuerpo? Ni siquiera el "Pokémon más fuerte del mundo" puede matarme, y eso que lo intentó luego de que yo fallé en matarlo.

No. Debía. Hacer. Preguntas. Respuesta. Innecesaria.

...

- Entonces, Ash tiene una especie de máquina de pesadillas imposible de matar en su bolsillo todo el tiempo. Casi me siento celosa...

- Bueno, supongo que realmente estás a salvo cuando no tiene bolsillos donde guardarla. – Lita se encogió de hombros mientras caminaban por el bosque.

El sonido que le hizo a Lita luego de eso podría describirse mejor como "sonido de reacción negativa número 6". Lita se rio.

- Huh, ni siquiera estaba pensando en que Ash no debería llevar pantalones. Estaba más bien pensando en esos pantalones estúpidos que no tienen bolsillos, pero si quieres ir allá no te detendré, Chloe. Pero primero, hagamos este trabajo para que podamos ir a comer. Entonces, esto es lo que tenemos que buscar...

Y así, Lita le dio el resumen básico de las Bases Secretas que era un poco más avanzado de lo que John les había dado dos días antes.

Las Bases Secretas generalmente venían en tres formas diferentes: podían estar hechas de arbustos que crecían y se expandían haciendo una caverna interior, en agujeros dentro de rocas que se expandían formando cuevas, o colocarse adentro de hojas gigantes de árboles, similares a los arbustos pero elevadas. Estaban algo camufladas, pero con la app y un poco de atención a los detalles podrían ser visibles.

En cuanto a la pregunta de lo que podrían ver en ellas y a su alrededor tan temprano por la mañana...

- Entonces, ¿quieres volver a hacer lo de la apuesta? ¿Podemos listar algunas cosas que veremos, y la que veamos primero gana? – inquirió Lita mientras comenzaba la búsqueda.

- Realmente quieres más besos, ¿no?

- ¿Puedes culpar a una chica?

Silencio mortal.

- Ya lo ves, no me puede culpar en absoluto.

...

Las dos eventualmente hicieron una buena apuesta, que Chloe aceptó mayormente por aburrimiento mientras llegaban a la colina.

Chloe le daría un beso a Lita si encontraban a cualquiera que hubiese dormido desnudo y que todavía lo estuviera, bañándose bajo una cascada, o desnudo por cualquier otra razón, y si encontraban a cualquier persona haciendo cualquier cosa que fuera sexual, o ambas cosas primero, Lita tendría que andar sin ropa interior. Cometió el error de preguntarle a Lita si tenía tendencias exhibicionistas, y Lita...

- Hey, tú fuiste la que lo sugirió. Seguro debe gustarte mucho mi trasero, y quieres verlo sin nada encima tanto como puedas.

Eso había llevado a enormes cantidades de tartamudeos y risas por parte de Lita, y a que eventualmente admitiera que prefería más ver pechos, y luego de eso más tartamudeos cuando Lita le recordó que eso no iba a ser un problema.

La primera resolución de la apuesta, y la primera base secreta, no pudo venir lo bastante rápido.

- ¡Piplup, Rayo Burbuja!

La primera base secreta era un arbusto aumentado, y fuera de él salieron docenas de burbujas enormes azules.

- ¡¿Está tratando de ahuyentar a un enjambre de Ariados o algo?! – especuló Lita inmediatamente, cogiendo sus Pokébolas. Le llevó un segundo a Chloe recordar que, sí, ahora era tenía una de esas... aunque lo que salió fuera no fue de hecho el resultado de un enjambre de arañas gigantes tratando de comerse a alguien.

- ¿Qué haría sin ti, Piplup? Nunca tengo un buen día de cabello.

- ¡Pip!

La chica que salió fue de hecho una que Chloe había conocido dos días antes. Se ofreció de voluntaria para ayudarla en ese juego de voleibol en el lago secreto. Cabellera azul, marcas de Z en el rostro, se veía más similar a Chloe que la mayoría de hermanas a las que había conocido. Llevaba unas pijamas de color rosa y naranja, que era mucho más de lo que le había visto la última vez.

En un extraño tren de pensamiento de "nadar desnuda era valioso de maneras no pervertidas" también le indicó a Chloe un hecho bastante crucial. La chica a la que estaba viendo, a pesar de no verse cerca del metro ochenta y con aspecto más similar al suyo o al de Sara que de Lita, no tenía trece años. No iba a cometer ese error de nuevo y ganarse otra enemistad interminable de una bloodliner esta semana.

- ¡Hey!

...

Lo que siguió fue lo que pronto se convertiría en rutina para esta mañana. Una buena mañana, algo de "Hey, las cosas se van a demorar un poco por un desastre con los pasteles, esto se prolongará al menos por un día más", y algo de charla amistosa. Y de esa charla amistosa vino la pregunta sobre las burbujas.

- Oh, eso es fácil. Mi cabello siempre está hecho un desastre por la mañana. Fue algo que descubrí más o menos por casualidad, ¡pero Piplup es capaz de arreglarlo en un parpadeo con sus burbujas! – explicó Dawn, que era el nombre de la chica. La cual aparentemente tenía quince años, y para variar sí tenía la apariencia de esa edad.

- Espera, ¡¿es así de fácil?! ¡Yo tengo que pasar una hora con mi cabello, e incluso con ayuda me lleva hasta media hora! – cuestionó Chloe incrédula.

- No está mintiendo. – Lita no era su mamá, pero fue una gran y valiosa ayuda en arreglarle su pelo cada mañana.

- Me pregunto si serviría con el tuyo. Oh, rayos, si solo hubiera una manera de desordenar tu cabello para que lo viéramos. – se preguntó Dawn en voz alta.

Lita, con una mirada curiosa en su rostro, se frotó las manos muy rápidamente con mucha electricidad estática brotando de ambas manos, como si fueran una de esas herramientas eléctricas usadas en cirugía, pero probablemente menos potente y potencialmente peligrosa.

- Lita... ¿qué vas a hacer con esa electricidad estática? – Chloe se echó atrás, alejándose de las dos medias hermanas.

- Necesitamos ver si tu cabello se puede arreglar con Rayo Burbuja, y la electricidad estática puede hacer el truco.

Les llevó cerca de dos minutos convencerla de servir para el experimento. Lo siguiente fue un crimen contra el cabello, pues media hora de cepillar quedó deshecha con un solo movimiento de mano, y su cabello entonces fue atacado por una ráfaga de burbujas. Dawn le ofreció un espejo una vez que terminó, y se quedó mirando su reflejo por un minuto completo antes de responder.

- Smeargle, copia ese Rayo Burbuja ¡y nunca lo olvides!

- ¡Smear!

Había descubierto una solución milagrosa para el cabello. Este día, aunque terminara descubriendo algo terrible, ahora valía la pena.

...

Logró aprender algunas cosas más aparte de la solución máxima para su cabello antes de dirigirse a la siguiente base secreta. Dawn había viajado con Ash por la región Sinnoh cuando Ash decidió ir allá por primera vez, una novata de ojos brillantes de diez años que descubrió que tenía un medio hermano poco después de iniciar su viaje para seguir los pasos de su mamá. También pudo conocer a la susodicha mamá, Johanna, que estaba aquí también por la reunión. Johanna parecía ser una mujer completamente normal que, a pesar de ser más o menos una celebridad en los concursos, no parecía tener ningún tipo de peculiaridad o rareza.

Aunque aparentemente sí había participado en la fiesta de piñata al desnudo anoche, pero si Johanna decidía salir con la madre de ella y la de Goh, ella no vería nada fuera de lugar. Era una mujer bonita, seguro, pero era solo una mujer bonita y normal.

La siguiente vez que se encontraron con una mamá y su hijo, tras algunas entradas poco remarcables, no fue exactamente eso.

Lo primero que notó extraño sobre la pareja mamá-hijo fue que no era solamente eso. Tenía un montón de ellos, y no eran gemelos o algo. Había varios de ellos. Así que a menos que la mujer tuviese ocho hijos al mismo tiempo algo andaba mal.

Y no era solo eso. Chloe había visto a cientos de los medios hermanos de Ash en este punto. Los había visto con ropa casual, en trajes de baño, y nadando desnudos. Había de su edad, mayores, menores, y todo lo demás aparte de eso. En este punto ya había conseguido algunos patrones de ciertos rasgos, tanto de similitudes como de diferencias entre ellos.

Algunos rasgos parecían venir del hombre que seguramente escuchó el nombre "Shub-Niggurath, Madre de Mil Jóvenes" y lo tomó como desafío personal: ojos rojos, cabello negro o verde oscuro, marcas de Z bajo las mejillas, estatura enorme, y tallas grandes de busto entre otras cosas.

(Si ella realmente quisiera, podría haber listado algunas de las "variantes" más comunes de herencia entre hijos e hijas de dicha muestra, pero necesitaría algunas horas, mucho papel o kilobytes de información, y una pastilla para la jaqueca)

Los ocho hermanos de Ash que estaban con la madre, haciendo algo de estiramiento y aerobics matutino, eran eso. Medios hermanos. Una de ellos tenía piel oscura, un segundo tenía pelo rubio, etcétera, etcétera, etcétera. Abreviando, todos tenían algo que los hacía verse muy diferentes del resto.

Los únicos que se veían como madre e hijo, tenían cabello rizado castaño y piel ligeramente bronceada, en algún punto entre la de ella y la de Goh, y solo pudo adivinar el estatus de la primera porque era la que los dirigía, y su corte de pelo era el de una mujer mayor, ese estilo rizado popular entre las mamás mayores que la suya. Si se lo cambiara... bueno, quedaría solo un pie más baja, y aun así sería claramente un miembro de la familia.

- ¡Buenos días!

Lo que siguió fue el normal "Hey, vamos a pasar al menos un día extra, cincuenta pasteles sufrieron una muerte horrible" y algún que otro intercambio de nombres.

La madre se llamaba Charlotte P.K. Finch, y sus hijos se llamaban Amaru (el único que se parecía a Charlotte), Coca (la que tenía la piel oscura), George (el rubio), Clover, Sorrel, Dar, Tox, y Melody Finch. Al saber todos sus nombres, los hermanos arrastraron a Lita a hacer una carrera matutina, dejándola a ella con su madre en el área alrededor de unas cuantas bases secretas en varios árboles y arbustos, con unas cuantas tazas de té y una mesa de picnic. Parecía que era hora de hacer las preguntas.

- Entonces, asumo que usted debe ser madre biológica de Amaru, y los demás son... – Chloe no estaba segura de cómo preguntar eso.

Charlotte bajó su taza y suspiró. – ¿Puedes ver cuáles de ellos son adoptados, y cuáles son mi propia sangre y carne? Casi me entristece escuchar eso. No me gusta que sea tan claro.

- Algunas de las diferencias son bastante obvias.

- Cierto... – Sacudió su cabeza y miró a la distancia, donde la manada de nueve niños del mismo hombre corría vueltas alrededor de quién sabría qué. Tal vez toda la colina, pobre Lita... – Si te preocupa que tu amiga se canse, no tienes que hacerlo. Los bloodliners tienen mucha más resistencia que tú o yo, y no se cansan tan fácilmente.

Eso fue dicho muy inocentemente, pero Chloe... bueno, no era eso hacia donde iban sus pensamientos con esa declaración.

- Y estoy segura que si dijera que el resto de ellos son adoptados me lo creerías. Eso no significa que los ame menos, por supuesto, pero lamentablemente, cómo tú lo dijiste, es muy obvio.

Chloe tomó un trago de su té, pensando qué debería preguntar ahora. ¿Por qué los adoptó? ¿Cómo los alimentaba a todos? Una pregunta tan válida como las dos primeras (se le estaban ocurriendo preguntas tontas para la tercera opción).

- ¿Qué se siente tener ocho hijos? – Chloe eventualmente se decidió por eso. No podía imaginárselo, y ciertamente no podía verla como madre soltera.

- ¡Oh, es como un sueño! – La madre juntó las manos felizmente. – Mi casa está siempre llena de vida, y nunca hay un momento de aburrimiento. Además, vivo en una granja que cultiva bayas, así que tener un montón de manos para ayudar a recogerlas es muy útil. Y eso también ayuda para alimentarlos.

Chloe no era una extraña a este punto de la cantidad de bayas, Pecha, Oran, Liechi, etc., que estas personas eran capaces de consumir en una sola comida. Las bayas además crecían rápidamente, y las cosechas venían múltiples veces en un mes fuera del invierno, lo suficiente para que el problema nunca era que faltase cantidad de comida, sino la calidad.

- ¿Y usted consigue suficiente nutrición de ellas para criar a ocho pozos sin fondo que mínimo miden más de un metro ochenta?

- Oh, Melody solo tiene doce. Mide 1.75. – Tic. – De hecho, el truco es cultivar una gran variedad de bayas. La mayoría de la gente no tiene el espacio o tiempo para crecer la variedad suficiente para cubrir todas las necesidades nutricionales de una persona y sus requerimientos de dieta. Si cultivas solo un tipo no obtendrás proteína o fibra, o algo más que necesitas. Puedes hacerlo, pero necesitas una combinación de diligencia y espacio para cultivar varios tipos de bayas al mismo tiempo. Por eso es que las granjas de arroz han sido históricamente más comunes. Es algo que encuentro interesante, estudiar la historia de las dietas y las diferencias de crecimiento personal entre las dietas. Fue lo bastante interesante para conseguir un título en el área. Pero eso es lo que yo encuentro interesante, ¿qué es lo que tú encuentras interesante?

- Er... el género del horror, las historias en general, Bloodliners...

- ¿Así que encuentras a los Bloodliners interesantes? – Charlotte conectaba con eso, y Chloe se preguntó cómo resultaría esto. Incluso al estar alrededor de tantos de ellos constantemente, había muchas cosas que quería saber, pero que no sabía cómo preguntar. No había buena manera, incluso bajo sus estándares, de preguntar "hey, ¿cuántos hermanos malvados tienes?".

Pero al mismo tiempo, ella tenía bastantes respuestas locas y aterradoras a preguntas que ya había hecho, y aunque sentía que no tendría otro incidente del tipo "La mujer que conocí se volvió malvada por culpa de un veneno alienígena del espacio", seguía habiendo una enorme brecha de espacio entre ese nivel de locura y la normalidad.

- Encontrarlos. No estoy seguro cómo, o por qué, esta familia es tan enormemente grande como lo es, pero siguen siendo interesantes. Realmente interesantes, y hay cosas que sigo queriendo saber.

- Bueno, ciertamente me puedo identificar con eso. – musitó Charlotte, tomando otro sorbo de té.

- ¿Identificarse cómo?

- Oh, de muchas maneras. Como dije, encuentro las cosas que crecen a diferentes ritmos y límites muy interesantes, y también cómo las diferencias en dieta y genética pueden afectar esas cosas. Los Bloodliners eran mucho menos comunes cuando yo era joven, y aunque difícilmente cualquiera ha escrito algo que valga la pena leer sobre ellos ahora, era mucho peor entonces. Encontrar algo sólido para aprender sobre el tema era casi imposible.

- Entonces, ¿aparece un Bloodliner orreano que mide como dos metros y medio, y usted se emociona tanto que le saltó encima?

- Hubo algunos pasos antes que eso, pero sí.

Si Chloe hubiera estado bebiendo té en ese momento, lo habría escupido todo sobre la mujer. Esta última sonrió por su rostro incrédulo. ¿Entonces qué, acaso el hombre dijo "Hola, deseo fecundarte con mi esperma de Bloodliner" y ella le dijo "Diablos que sí, ese es mi fetiche"? Y luego se acostaron, probablemente con cosas como gritar "¡Dame un hijo muy fuerte!" siete veces por minuto o algo así.

No. Hacer. Esa. Pregunta. Aunque ella iba a suponer que Charlotte fue cosa de una vez. Y que probablemente no había sido parte de toda la fiesta nudista de golpear la piñata de ese papá fracasado.

- Eso... probablemente sea lo más cercano a algo positivo sobre ese sujeto que he escuchado aquí. – En serio, cuando Ash le había explicado cosas la primera vez, le admitió que detestaba al hombre. El que Ash Ketchum odiara a alguien, y el hecho de que todos aquí más o menos compartieran el mismo sentimiento. – Entonces, usted encontró a los demás averiguando sobre él. Niños que necesitaban un hogar, y usted los acogió, ¿preguntándose dónde se habría ido el tipo que ahora estaba muerto?

- Oh no. Realmente fue muy triste. Digo, a veces entiendo que a menudo una mujer no puede criar por sí sola a un hijo. Dinero, recursos, estigmas, es una realidad terrible pero inescapable, tristemente. Lo que no puedo entender es cómo alguien puede amar y criar a un hijo, y luego cuando demuestran que pueden hacer algo como un Pokémon, es como si les apagaran un interruptor. – Charlotte sacudió su cabeza con amargura. – Me gusta pensar que soy más que una simple bandita para sus corazones, y sé que están felices. Pero a veces, los veo que lloran por algo que solo ellos sienten, y puedo suponer lo que debe ser.

Oh... bueno, aunque la mujer tenía fetiches potencialmente cuestionables, seguía siendo muy noble de ella. Muy bueno. Digno de aplaudirse. Sabía lo que podían hacer los malos padres, solo tenían que preguntarle a Yeardley y Sara si los rumores que escuchó eran algún indicio, así que bien por ella.

Tras algo más de conversación, pues Charlotte le habló sobre cómo Sorrel estaba experimentando de ver si podía entrar en concursos, o cómo Amaru había descubierto una nueva estrategia que esperaba le ayudase a pasar de los Mejores 8 en su siguiente Conferencia en Ever Grande y cosas así. Chloe sentía que podía entonces abrirse un poco hacia el tema algo tabú de nuevo, sobre "él".

- Entonces, ¿ese hombre tiene otro nombre más allá de "sujeto que se acostó conmigo y me abandonó a la mañana siguiente para hacerlo en otra parte"? – Chloe estaba segura que Lita no lo sabía, ya que era casi tan nueva para esta familia como la propia Chloe, y no quería preguntárselo a Ash. Ella... bueno, prefería que él no estuviera enojado con ella, y tenía la certeza de que si le preguntaba se enfadaría. Ella podría molestarse, tal vez demasiado fácilmente, cuando su padre salía a colación, y era un hombre amable y cariñoso cuyos problemas que ella tenía con él eran simples caprichos, especialmente comparado con un padre fracasado que tuvo miles de hijos.

Charlotte se acabó su taza de té, dejándolo de lado ligeramente antes de proceder.

- Lo tiene, pero yo no lo sé. Como estoy segura de que habrás adivinado, no es... muy popular. La mayoría de las madres aquí no quieren saber su nombre, ni su apellido. Sus hijos son Ketchum o Lono, o similares, ninguno lleva el apellido de él. Creo que unos pocos sí saben su nombre, pero yo no soy una de ellos, ni tampoco mis hijos. Aunque sí he escuchado algunas cosas. Para empezar, provenía de Orre, y era el menor de siete hermanos. Su propia madre era una Bloodliner igual que él, y solo él lo era entre sus hermanos, y era una mujer terrible. Comenzó dándoles nombres a sus hijos en orden alfabético, y solo fue cuesta abajo a partir de allí. Su abuso convirtió a seis de ellos en criminales, y el otro restante logró escapar de sus garras antes de que los demás la mataran.

Así que el bueno probablemente fuese aquel a quien Ash había mencionado antes, y después de eso, ella se desmayó. El que lo había dejado con una prima y que partió una Tablet a la mitad por culpa de un comentario desagradable. Y probablemente tenía un nombre extraño, como la mayoría de los orreanos.

- En cuanto a por qué tuvo tantos hijos... creo que estaba buscando cumplir una antigua profecía. Eso es lo que he escuchado mencionar aquí y allá...

Chloe miró a la mujer mayor con incredulidad.

- Entonces qué, ¿vio algo escrito por alguna civilización antigua que decía que tenía que engendrar un montón de hijos, o "unir al mundo con su sangre", o alguna otra locura de que podría conquistar al mundo, y por eso se volvió loco esparciendo sus genes de esa manera?

- Terriblemente, sí. Y por extraño, o tal vez aterrador, que suene, tal vez haya tenido éxito. Parte de lo que escuché que decía dicha profecía, era que los Bloodliners en general se volverían más comunes...

Y así era, de hecho, alrededor del tiempo que los mayores de esta familia tendrían que haber nacido... o diablos, eso era bastante perturbador. ¡¿Cómo rayos funcionaba eso?! En un nivel de "sabría que funcionaba", o de "las mecánicas de ello", o simplemente... ¡lo que fuera! Especialmente ya que había escuchado que casi todos los bloodliners, aparentemente fuera de esta familia, que habían nacido desde entonces eran chicas.

- Entonces, la antigua profecía se cumplió... oh, qué alegría. Así que este sujeto mató a su mamá, encontró una profecía antigua después de, presumiblemente, adentrarse en la jungla y de luchar contra hordas de la muerte, y decidió hacer que sucediera con palabras bonitas, demasiada genealogía y con su miembro reproductor. Tal vez por eso Ash fue a la jungla, quién sabe. Yo no, y no estoy segura de querer averiguarlo. Así que aparentemente está muerto, ¿cómo sucedió eso? ¿Cuándo sucedió?

Charlotte sacudió su cabeza.

- Me encantaría poder decírtelo, pero no tengo idea. Para cuando conocí al resto de la familia, ya llevaba muerto varios años. Lo único que escuché fue que el primero de sus hijos, el único al que crio por sí mismo, o tal vez "creó". Se llamaba a sí mismo el Rey Bloodliner, y su hijo el Príncipe Bloodliner. Sé un poco sobre él, pero no tanto como estoy segura que querrás saber.

- Presumo que debe ser malvado, y uno de los "hermanos malvados" de los que he oído.

- No fue invitado, pero malvado es una palabra que puede significar muchas cosas. De hecho, hay personas terribles que comparten un padre con mis hijos. Gente que ha cometido verdaderos actos de maldad en el mundo. Como dirían algunos, las bayas no caen muy lejos de su árbol. Algunos probablemente recibieron mala crianza, pero otros tantos simplemente nacieron malvados. Y ellos han tenido problemas con algunos de sus parientes. Mejor no lo investigues, Chloe, eso tengo que pedírtelo. Dudo que, si les hubieras preguntado a Ash o a alguno de los otros sobre su padre ellos quieran evitar el tema, pero sí creo que hay algunos encuentros de los que no querrían hablar, jamás.

Bueno, eso hizo que la mente de Chloe pasara directo a fratricidio, y le habían dicho que nunca hiciera preguntas al respecto. Eso la iba a carcomer por dentro, pero se las arreglaría, probablemente. Quizás. Seguramente le ayudaría que ella realmente, realmente no podía imaginarse que hubiera sido Ash el que tuvo que hacerlo. Parecía una persona tan feliz, alegre y amable que era difícil imaginarse que tuviera algo como eso pesándole en la conciencia. También tenía problemas de imaginarse a alguien que se pareciera a Ash y fuese aterrador. Él nunca le pareció aterrador a ella. Jinx no se parecía tanto a Ash, y eso era una excepción.

- Y en cuanto al Príncipe... es un poco mejor. Él y Ash se han unido contra amenazas mayores anteriormente, aunque no es que sean amigos, y tampoco cambia el hecho de que el Príncipe es peligroso. El Rey quería dominar al mundo, mientras que el Príncipe busca cambiarlo y hacerlo "mejor".

- Déjeme adivinar, ¿busca derrocar a toda la humanidad? ¿Proclamarse un Emperador Divino y otras cosas queriendo arreglar el mundo de una manera que la mayoría de la gente estaría en desacuerdo?

- Más o menos. – confirmó Charlotte, cuando los hermanos regresaban de su carrera en el horizonte. – Bueno, me alegro de haber podido responder algunas de tus preguntas. No le temas a tus intereses, Chloe, donde sea que vayan. Tal vez no siempre te gusten las respuestas, pero a la gente solo le desagradan las preguntas si estas son sobre cosas muy personales.

- ¿Es por eso que nadie parece molestarse de que pregunte cosas tan directamente por aquí?

Charlotte se encogió de hombros. O era eso, o un rasgo familiar que era mutuamente exclusivo con los genes malignos que las madres adquirieron por la radiación o algo.

...

- Lita, tengo un pensamiento terrible y debo maldecirte con él también. – dijo Chloe tras unas paradas más y luego de algo de tiempo para digerir las nuevas pepitas de información. Todavía no había juzgado la apuesta como resuelta todavía, así que sus labios estaban secos, y Lita aún seguía en posesión de sus bragas.

- Adelante.

- Ya sabes cómo las mamás necesitan encontrar cosas que hacer aquí también, y muchas de ellas parecen pasar tiempo juntas y haciendo cosas, ¿verdad?

- Sí, y Ash y su Skynet malvada de bolsillo están pagando la cuenta por ello.

- Eso no es relevante, pero... ¿has notado también que no hay padrastros por aquí?

- De hecho pregunté sobre eso. Aparentemente sí existen, pero no están aquí. Parece que muchas de las mamás que encontraron a alguien después de él no son tan propensas a venir porque tienen apoyo o cosas así. – Lita le dio un dato que no tenía antes. Y aunque los padrastros añadían otra arruga a la dinámica familiar, no hizo que sus pensamientos terribles se disiparan.

- ... ¿Crees que algunas de las mamás... se cogen entre ellas?

Lita se mantuvo en silencio por un minuto mientras caminaban, procesando la pregunta.

- Diablos.

- Exactamente. – Chloe tenía el equipaje extra de saber que, si su mamá estuviera aquí, probablemente la única barrera entre que ella y Delia "se pusieran al día" era su padre, y eso podría ser un punto muerto si su padre se pusiera en plan de "¡Oh, mi esposa quiere hacerlo con otra mujer, qué feliz día!". Ella no tenía contexto para saber cómo respondería a eso, y no quería averiguarlo.

(Técnicamente su mamá, en un escenario donde Delia quisiera "ponerse al día" y su padre estuviese dispuesto a permitirlo, podría decirle que valoraba demasiado la monogamia para hacerlo, pero luego de Cherry Poppers, quién sabría lo que podría pasar por la mente de su mamá.)

Si ella o Lita pudiesen no pensar en este tipo de cosas cuando metían a discusión a sus mamás, probablemente sería menos perturbador. Pero esa proyección no deseada era imposible de evitar, desafortunadamente.

- Por ejemplo... si mi mamá conociera a alguien especial estaría feliz por ella. Solo que... no quiero pensar en nada excepto que se sonrían entre ellos, y que sean sonrisas aptas para público adolescente. – admitió Lita firmemente.

- Lo mismo digo. Me alegro que mis padres estén felizmente casados, y no quiero pensar en otra cosa sobre lo que eso significa, jamás.

Tal vez la siguiente persona que fueran a ver fuese alguien agradable y normal, sin ningún tipo de rareza en absoluto.

...

- ¡Buenos días! ¡Estaba puliendo a mi Sudowoodo como lo hago todos los días!

- ¡Sudo!

- He descubierto que pulirlo lo hace sobresalir más como...

- ¡¿Sabes a lo que suena lo que estás diciendo?! – le gritóChloe al hermano de la familia.

- ... Suena a que estoy diciendo como que froto a mi Sudowoodo con... – Les enseñó a las dos el trozo de tela que estaba utilizando, pero no pudo evitar retroceder por su grito de agitación tan repentino.

...

Chloe miró a Vedia. Vedia, que parecía estar lista para darse una ducha, y llevaba una camiseta púrpura claro muy grande para ella, miró a Chloe.

Silencio mortal.

- ... Buenos días.

- ... Buena pelea de miradas.

La joven bajita se ajustó sus gafas. – Gracias. Eres una digna adversaria, si me permites decirlo.

- Entonces, ¿esto significa que ya tuviste tu venganza y me dejarás en paz?

- Ya pude hacerlo desde hace dos días. – le informó Vedia.

- ¿Entonces qué fue lo de ayer?

- Pura casualidad.

- Así que solo fue pura casualidad. Así lo sentí. Me alegro de haberlo confirmado.

Lita miró a la chica en pijamas, sosteniendo una botella de champú y una bolsa de viaje con cosas esenciales para el baño y suspiró. La chica bajita la miró con curiosidad por el suspiro, y Lita procedió a explicar.

- Es que hicimos una apuesta entre nosotras. Chloe gana por desnudez, y yo gano por cosas sexuales o locas. – explicó Lita despreocupadamente.

- Oh, mis disculpas. Mi Haunter las vio venir, así que me puse las pijamas antes de que llegaran. – explicó Vedia también muy despreocupadamente. Una de las maravillas de la familia (fuese por sangre o relación a largo plazo) era ser completamente casual con cosas como esa.

- Casi me decepcioné de que me acabo de topar con un sujeto puliendo a su Sudowoodo. – bromeó Chloe mientras Vedia se encogía de hombros.

- La mayoría de las parejas y nudistas casuales están del lado que dijiste que Ash está cubriendo. En este lado están los solteros y aquellos cuyas madres se quedan con ellos en vez de con la mamá de Ash.

Muy bien, así que... eso era algo para desempacar. Primero, ¿cómo se sentía respecto a que Ash hiciera eso? Era responsable, pero terminó disminuyendo moderadamente tanto su terror como su diversión. Y segundo, ¿por qué esa broma tan terrible sobre las mamás se le hacía más fácil de hacer últimamente?

...

Se encontraron con Ash un poco después, y era hora de preparar las crepas. Luego de eso, hubo algunas horas ligeras antes de trabajar en el almuerzo, a lo cual Chloe fue asignada. Pasó ese tiempo con Lita, que le ayudó a hacer algo de entrenamiento con Smeargle. El Bulbasaur y Sandshrew de Lita ayudaban a Smeargle con sus reflejos y tiempo de reacción, y Smeargle no les proveía exactamente nada a cambio a esos dos. De haberle preguntado si habría pasado tiempo de esta manera una semana antes, se habría burlado. Pero ahora muchas cosas eran diferentes, ¿no?

Al terminar con eso, demasiado pronto, estaba a cargo del almuerzo, y de pronto el cielo se oscureció.

...

Comenzó a llover a cántaros allá afuera. Incluso entre aquellos presentes que viajaban por continentes enteros por diversión, nadie tenía ganas de quedarse afuera y empaparse bajo la lluvia. Aquellos que estaban en la posada eran una mezcla de todo, y ahora estaban atrapados en un edificio relativamente pequeño. Rápidamente el aburrimiento se propagó entre sus filas.

Eso llevó a cualquier intento de buscar algo que hacer, y a su vez a que el cuarto de Ash fuese invadido. Porque 2 + aburrimiento significaba una violación de la privacidad.

- Tu selección de videojuegos es vieja, Ash. – dijo Pendula al notar la pequeña pila de consolas y videojuegos que tenía Ash.

- ... Perdón, es que no paso mucho tiempo en casa. – admitió Ash con algo de vergüenza.

- Bueno, si no podemos jugar videojuegos, ¿qué más podemos hacer en un día lluvioso? – preguntó uno de los recién llegados más jóvenes.

- Ash sí tiene videojuegos, solo que son antiguos... – sugirió Aurora.

- Todos son SD. – dijo el mencionado como si fuese un defecto fatal.

- No tengo idea de lo que significa eso. – admitió Ash. – Oh, creo que tengo este juego para fiestas. Los de la tienda general le pagaron a mi mamá con él hace años.

- ¿Por qué no contamos historias de fantasmas? Está oscuro después de todo. – sugirió Chloe como broma. Seguro, ellos preferirían jugar un juego de karting multijugador o un juego de fiestas destinado a romper amistades y arriesgarse a que hubiera una pelea familiar con superpoderes y dragones con aliento de fuego antes que...

- Oh, eso suena divertido. – dijo otro de los mini-Ashes más jóvenes.

- ¿Huh?

- No sé ustedes, pero yo no creo poder contar historias aterradoras. – declaró Ash con una sonrisa.

- ¿Huh?

- ¡Na-ah! ¡Solo porque seas mayor no significa que vas a ganar! ¡Te haremos mojar los pantalones! – contraatacó Celesta.

- ¿Huh?

- ¡Parece que tenemos una ganadora! ¡Ahora, vamos a darles a todos pesadillas! Y con eso quiero decir que lo hagas tú, ya que yo tampoco soy buena con las historias de terror. – declaró Lita alegremente.

- ¿Huh?

....

La forma en cómo se organizaron las historias de terror rápidamente divergió. Todos los participantes pusieron sus nombres en una gorra, y se sacaría un nombre al azar para elegir quién contaría la historia. El tipo de historia que relataría se determinaría con una tarjeta de una pila, y su nivel sería determinar el factor de qué tan aterradora fue la historia. El que contase la mejor por su nivel sería el ganador. Aunque en el tópico de cartas y niveles...

- Me sorprende que tantos de ustedes tengan cartas de Yu-Gi-Oh. Jamás conocí a nadie más que las tuviera cerca de mi edad. Ojalá hubiera traído las mías... ¿y tú no tienes ninguna, Ash?

- La tienda de aquí nunca las vendió, y Ciudad Viridian está demasiado lejos. Aunque sí recuerdo un poco del show. Estaba este sujeto con una chaqueta larga plateada que tenía una obsesión con los dragones, los villanos solían tener cabelleras largas, ojos y cetros milenarios, y el mejor amigo del protagonista usaba cartas con temáticas de apuestas muy a menudo. También estaba ese otro sujeto que quedó atrapado en un cuerpo de mono robot por alguna razón, pero tal vez lo recuerde mal. – Ash parecía estar sacando fragmentos de memoria dispersos en los confines más lejanos de su mente, largamente olvidados de una vida de la cual Chloe estaba a partes iguales infinitamente curiosa y mortificada.

- Hay siete shows. – informó Chloe para los fans casuales, si bien ella era una fan casual con razones para serlo.

- ¿De verdad?

- Sip.

Y con eso empezó el concurso de historias de terror.

- ¡Yo voy primero! Y lo siento mucho, Ash, pero voy a ganar. – Acerola se adelantó para coger la baraja con mucha confianza.

- Nah, lo haré yo. Lo siento, pero tengo la experiencia para ganar. – contraatacó Ash.

- Bueno, yo tengo siglos de folklore de mi lado.

- Yo he muerto más veces que un Meowth.

- ¿El del Equipo Rocket? – intervino Chloe con honestidad. Con lo a menudo que ese gato salía volando hasta la estratósfera, seguramente cualquiera sabría si un Meowth que realmente tenía nueve vidas debería ser poder de hablarlo y contarlo.

- Lo aterrador es lo mío. Ya saben, pruebas de fantasmas, tipos y bloodline de tipo corazón y eso.

Esta pequeña discusión fue de ida y vuelta por un minuto o dos antes de que alguien lo terminara por ellos. Así, Acerola cogió su carga, viéndose algo decepcionada cuando la vio: el Caballero Zubaba.

- Ah rayos, nivel 3. Hmmm... no les puedo contar de las que realmente quiero... pero sí tengo una. Díganme, ¿han escuchado sobre los Caminantes Nocturnos?

- No. – dijo Red simplemente, ya que no participaba relatando historias.

- Debes haberme contado esta historia al menos una vez, igual que con Hala. – le recordó Ash.

- ¿Qué cosa? – preguntó Lita.

- Sí. – Chloe conocía esta historia, y entonces Acerola entró a modo relatora.

En las noches neblinosas, donde la espeluznante niebla se extiende desde las Ruinas de la Vida y se extiende hacia las otras islas de Alola, ellos vienen. Desde la niebla de Tapu Fini, que crea un espacio entre los mundos de los vivos y los muertos, vienen los Caminantes Nocturnos, Escuchen esta historia, oh almas vivas, pues no querrán ofender a los Caminantes Nocturnos y abandonar nuestro mundo.

Los Caminantes Nocturnos son los espíritus antiguos de los miles de reyes de Alola. Los soldados del Rey Kahele y su familia, los reyes menores antes que él, y los incontables gobernantes de Pualani y sus grandes ejércitos desde ese entonces. Ellos marchan por las islas durante las noches sagradas, regresando desde el inframundo hacia antiguos campos de batalla en tierras sagradas, vestidos y armados para la guerra que lucharon hace tantos años. En algunas ocasiones, cuando los más dignos de estos gobernantes regresan de entre los muertos, su llegada es anunciada por los Tapus en persona, que les despejan el camino para asegurar la seguridad de los mortales. Sin embargo, ya que muy pocos reyes menores o gobernantes de Pualani se han ganado tal respeto, la mayor parte del tiempo no puedes estar seguro de que Tapu Koko te dejará en alguna parte para salvar tu vida. En la mayoría de estas noches debes observar sus señales.

Primero, viene el olor de los volcanes y la muerte: el pútrido aroma del sulfuro, la tierra podrida y desmoronándose, y el aliento cobrizo de la sangre. Y entonces, el soplo de los antiguos cuernos de guerra Shellder y los cánticos de los guerreros antiguos, que gritan la venida de los grandes gobernantes en alolano antiguo. Finalmente, se puede ver a los espíritus revueltos entre las nieblas de Tapu Fini, y los fuegos de sus antorchas. Estos fuegos brillan de manera espeluznante, y se dice que los Marowaks aprendieron sus propias técnicas de fuego observando a los Caminantes Nocturnos. Pero los Marowaks sufrieron para ganarse sus poderes, y ustedes y yo no seremos las excepciones. Pues solo puedes ver a los espíritus si estás demasiado cerca. Si solo puedes olerlos o escucharlos, o sus espeluznantes llamas en la distancia, debes huir. Mirar fijamente a la procesión de un Caminante Nocturno es un pecado, y los reyes y sus sirvientes se ofenden muy severamente, y para ellos los muros de una casa o el grosor de un árbol no es un obstáculo. Si simplemente se esconden detrás de una pared, serán castigados. Su castigo por observar su procesión es la muerte, usualmente por incineración de una luz sobrenatural. Unas cuantas de las procesiones de ciertos gobernantes no te causarán la muerte de esta manera, y si bien aunque el Rey Kahele entre otros no te incinerará por un error, tal vez no pueda evitar que sus guardias te ejecuten infligiendo una herida espiritual que te provoque la muerte de una manera más lenta y tortuosa. Lentamente sangrarás tu fuerza vital, de una manera que solo se puede describir como disentería espiritual, así que esta no es ninguna manera mejor de morir.

Si no puedes, bajo ningún medio, escapar de los Caminantes, deberás arrojarte al suelo, poner tu cara en la tierra, y permanecer inmóvil. Los Caminantes reconocerán esta reverencia y respeto, y te dejarán en paz, aunque si te mueves una sola vez, morirás. Debes estar completamente inmóvil hasta que se hayan ido, que sus gritos de guerra y olor se hayan desvanecido en la distancia. Los alolanos nativos podrían ser perdonados si la procesión contiene a uno de sus ancestros, que te reclamarán para protegerte incluso del irrespeto accidental. Sin embargo, no todos en Alola tienen a un protector, no hay garantía de que encuentres a una persona así en la procesión, y tu ancestro podría decidir no protegerte si no te considera digno de ese derecho.

Los Pokémon y humanos por igual deben respetar a los Caminantes Nocturnos, y estoy segura de que deben de estar preguntándose si se puede luchar contra ellos para protegerse. Esta es una muy mala idea, pues no solo hay hombres en estas procesiones. Los Pokémon marchan entre los Caminantes Nocturnos, y muy pocos pueden aspirar a derrotar a un ejército entero por sí solos. Hay solo una historia de alguien que intentó esto y logró escapar de la muerte.

Ti Lono fue una Kahuna de la Isla Melemele generaciones antes de esta era moderna, quien sirvió bajo el liderazgo del Rey Konane Koko Lunalal Exeggutoritor Pualani III, también conocido como el Rey Konane el Convaleciente, pues su reinado fue uno plagado de enfermedades y pandemias en las islas. Enfermedades de otras partes del mundo azotaron las islas cuando hombres de costas lejanas llegaron en busca de bienes de lujo, y muchos de ellos murieron durante este tiempo. Sin embargo, así como muchos trajeron muerte, otros trajeron ayuda. Una sanadora, la primera Enfermera Joy de la región Alola, vino con una gran expedición, y eligió quedarse bajo el techo de Ti para atender a los enfermos. Con ella, vino el primer Chansey a la región Alola, quien la asistía en sus esfuerzos en un gran hospital que servía tanto a la gente como a los Pokémon. Sin embargo, tal lugar requería un gran espacio, y un camino muy conocido de la marcha de los Caminantes Nocturnos pasaba por allí. Una noche, cuando las nieblas se esparcieron por la tierra, Tapu Koko vino para abrirles un camino, pero Ti se interpuso entre el guardián y los enfermos y heridos. Declaró que ella defendería a los enfermos que necesitaban descanso, aún a costa de su propia vida. Ella era la Kahuna, y cumpliría con su deber para con los vivos y los espíritus. Ante esto, Tapu Koko solo se encogió de hombros, tarareando una tonada funeral mientras salía volando. Ella se adentró en la jungla después de eso, incluso cuando el primer paciente entró en pánico al decirle a la Joy que estaba oliendo sulfuro.

Ti nunca contó la historia de la batalla que enfrentaron ella y sus Pokémon tipo Hada en esa jungla, y los enfermos apenas pudieron oír parte de ella. Solo algunos de ellos pueden estar seguros de que fue verdad, y no delirios de enfermedad, corroborados por la inoculada Joy y múltiples declaraciones de parte de los heridos. Estos sonidos duraron hasta el amanecer, y Ti no fue vista hasta el anochecer. Se arrastró hasta Pueblo Iki en un estado terrible, caminando más como una venerable anciana que como una mujer joven, con su cuerpo cubierto de sangre y quemaduras. Su equipo solo fue un poco más afortunado. En los años que siguieron, su estado mejoró un poco, pero se mantuvo en un estado muy pobre por el resto de sus vidas. Era una mujer con muchos niños antes de la batalla, pero nunca más tuvo ningún hijo tras esa noche. ¡De hecho, sus descendientes aún caminan entre nosotros hoy día!

Acerola terminó la historia señalando dramáticamente a los gemelos del lago, que saltaron sorprendidos.

En general, Chloe sintió que la historia definitivamente se sentía restringida al monstruo de nivel 3 que sacó Acerola, pero era bastante sólida.

- Así que tenemos a dos personas que descienden de una Kahuna, y a la última del linaje real de Alola. ¿Alguien más aquí tiene ancestros famosos...? – bromeó Chloe, y entonces vio a Ash, entre muchos otros, alzando la mano.

¡Maldición!

...

- Me toca. – Tras unas pocas entradas de calidad cuestionable que dejaron a Acerola confortablemente a la cabeza, vino Celesta, que sacó y mostró un Guerrero Torreta de nivel 5.

- Creo que tengo una que vendrá bien, pero debo admitir que es una historia que recuerdo haber visto en una serie de televisión una vez. Es una de esas "historias de la Dimensión Desconocida con una moraleja" que se ven en programas de canales sin cable o algo así... – admitió la chica de trece años nerviosamente,

- Ninguna historia es verdaderamente original. – le aseguró Chloe a la chica menor, que asintió.

- Sí, muy bien. Espero recordar bien esta historia. De acuerdo... la historia se llama "El fantasma de Caroline", y va más o menos así.

En una aldea de la que muy pocos han oído, vivía una pequeña niña llamada Caroline. Caroline, como muchas de su edad, le encantaba jugar con los Pokémon que vivían alrededor de la pequeña aldea. A los dos chicos en la casa frente a la suya les encantaba jugar con los Furrets salvajes, y su vecina de al lado había conseguido una mascota en la forma de un Skitty salvaje enfrente de su puerta.

Caroline tenía un amigo diferende con el nombre de Haunter, que vivía a tres cuadras en una casa abandonada que pocos agentes de bienes raíces podrían haber vendido.

Ella lo visitaba cada sábado siempre que podía, pues tenía su tarea de kindergarten, y la señorita Lumity le daba caramelos a todos los que entregaban su tarea a tiempo.

Cuando Caroline venía, ¡siempre se divertían mucho! Haunter hacía malabares con estos palillos blancos que siempre le decía que no debía tocar, y ella escuchaba, porque Haunter era su amigo, y porque era una buena niña.

Siempre le ponía películas viejas que tenía en su casa, hacía caras graciosas, ¡y a veces le ponía discos de música para bailar! ¡El yakkity sax era su favorita!

Desafortunadamente, no se podía quedar todo el tiempo, y eso siempre ponía triste a Haunter. A veces, intentaba jalarla de la espalda y levantarla con sus movimientos de tipo Psíquico, pero siempre la dejaba ir.

Era un sábado húmedo y nublado cuando entró en la casa embrujada de Haunter, pero supuso que sería bueno visitar a Haunter en un día cómo ese. ¡El meteorólogo dijo que llovería toda la semana!

Colgó su abrigo impermeable en el perchero antes de ir corriendo a saludar a su amigo Haunter. ¡Cuánto se iban a divertir!

Haunter estaba feliz de verla. Hacía malabares, bailaba el Torchic funky con ella, ¡se divertían tanto que en poco tiempo se quedó dormida escuchando su canción favorita!

Vio que los ojos de Haunter comenzaban a brillar antes de quedarse dormida. ¡Su amigo era genial por tener ojos brillantes!

Despertó poco tiempo después, y estaba flotando encima de su cama. También podía ver su propio cuerpo, lo que la asustó un poco.

Haunter estaba justo al lado de ella, diciendo que lo sentía, que solo quería jugar un juego con ella, y que esperaba que no estuviera enojada.

Caroline no entendía por qué iba a enojarse. También se estaba impacientando.

Él dijo que ella era una buena amiga, y le ofreció mostrarle toda la casa, empezando un juego de atrapar y escondidas, ¡su favorito! Luego volaron fuera de la casa para jugar en la lluvia, y no pudo sentir ni una gota.

¡Haunter hizo un Doble Ducklett mientras volaba hacia el suelo, y ella no era capaz de resistirse al desafío!

Caroline se lanzó en picada hacia el subsuelo. Vio una madriguera de Rattatas y muchos Digletts. Voló a través de la tierra por un largo tiempo, pero apenas se aburría sin su amigo Haunter, y luego voló alto, muy alto.

Cuando finalmente se puso arriba del suelo, notó que estaba súper soleado y que todas las nubes de tormenta se habían ido. Confundido, miró alrededor para encontrarse con un Haunter que lloriqueaba sosteniendo algo en sus brazos. Parecía que estaba cubierto por su impermeable.

Haunter seguía llorando mientras soltaba lo que sostenía, diciendo que estaba feliz de verla de nuevo, y diciendo lo mucho que sentía no haber llevado bien la noción del tiempo. Caroline no sabía lo que estaba sucediendo, hasta que miró abajo y gritó. Había un esqueleto en descomposición envuelto en su impermeable.

Haunter seguía disculpándose, diciendo que no se había dado cuenta de que había pasado tanto tiempo, cómo intentó encontrarla. Caroline estaba asustada, pero le dijo a Haunter que estaba bien. Los accidentes ocurrían, y probablemente aún podría ir a la escuela.

Haunter volvió a sollozar. Le dijo que ahora estaban muy, muy lejos en el futuro, muchos años. Todos a los que ella conocía estaban muertos.

Caroline lloró, ¡no sabía que habían jugado por tanto tiempo! Se quedó sollozando, preguntándole a Haunter si le permitía quedarse con él. Haunter asintió, y Caroline se sintió un poco mejor.

...

Haunter respiró de alivio al sacarse un poco de sudor de su cara. La niña estaba dormida, y había podido enterrar su cuerpo real a pocos metros fuera de la casa. Probablemente lo volvería a desenterrar luego para esconderlo en un bosque cercano, hacer que se viera muy dañado. Los cuerpos tardaban semanas en descomponerse cuando el alma estaba en proximidad con el cuerpo.

Haunter tomó una expresión sombría, dándose cuenta que la niña probablemente lo descubriría muy pronto. Esta tormenta que había conjurado había engañado a muchas personas, pero no podría mantener la mentira por siempre. Tenía que contactar a ese Chandelure lo más pronto posible, y darle su pago final.

Entretanto, tenía muchos huesos para hacerle malabares a la niña.

Celesta terminó la historia con una mirada algo triste.

- Diablos, siento que esta no la conté del todo bien...

- No, no lo hiciste. Estabas recordando un show de televisión, y eso cuesta un poco para que suene bien. – le aseguró Chloe a la chica. Acerola seguía a la cabeza, pero había sido un buen esfuerzo.

Y así continuaron las historias. Una de las siguientes fue de un hermano de Hoenn llamado Angust, un chico con piel algo tostada de la variedad alta y delgada con ojos rojos y pelo oscuro.

- Y me toca... ¿una carta de nivel 3 llamada Niwatori? Creo que recuerdo un punto de la trama con esta carta y un desierto, así que me toca hacer algo de ese tema. Tal vez pueda llamarla "La Noche de los Cacturnes". Muy bien, vamos allá.

Mi abuelo me contó una historia sobre su propio abuelo, de sus días como mercader. En esos tiempos, los viajes por el desierto de Hoenn tenían que ser a pie o a lomos de un Camerupt. La gente caminaba junto al Camerupt, ya que el Pokémon jalaba su carreta con sus bienes. Cada caravana de mercaderes siempre llevaba al menos a un Cacturne con ellos, para mantener a los Cacturnes salvajes lejos mientras viajaban por la noche.

Una noche, mientras viajaban, la caravana de mi ancestro comenzó a ser acechada por algo durante la noche. No podían ver mucho, solo sombras oscuras en su visión periférica. El grupo apuntaba con sus linternas con la esperanza de revelar las sombras, pero la luz no les revelaba nada. Aquella noche había luna llena, así que el desierto estaba tan iluminado como podría estarlo por la noche. Mi ancestro dejó salir a su Cacturne, esperando disuadir preventivamente a lo que podría ser una manada de Cacturnes merodeadores de atacarlos. Pero aun así, nada aparecía. Normalmente, sacar a un Cacturne obligaría a los Cacturnes merodeadores a revelarse, por lo que esto preocupó a la caravana. Aun así, el último indicio era que, fueran lo que fueran las sombras, no eran un Pokémon por los sonidos que hacían. Aparentemente, sonaban como risas de niños.

Aun así, siguieron viajando adentrándose más en el desierto por la noche, y las sombras continuaban acechándolos. A veces, las sombras golpeaban rítmicamente a los lados de las carretas de las caravanas. Otras veces, hacían volar los sombreros fuera de las cabezas. Aun así, todo el tiempo, la risa podía ser escuchada por todos. En un punto, uno de los mercaderes en la caravana envió a un Torkoal para que iluminase toda el área alrededor de la caravana mientras se movían, y le dijo que le disparara fuego a cualquier sombra que pudiese ver. Aun así, las sombras danzaban alrededor de los bordes de la luz, ahora mucho más lejos del grupo de lo que estaban antes, pero también más sólidas, pues su risa comenzó a hacerse más fuerte.

Mi abuelo nunca me dijo cuál era el aspecto que su abuelo le dijo que tenían las sombras. Solo que tenían formas fluidas y no parecían estar allí. Lo único que sabía con certeza era que no eran de ninguna clase de Pokémon, y que definitivamente no eran humanos. Las sombras los siguieron toda la noche, y todo mundo estaba tan asustado que nadie abandonó el grupo. El campamento de mercaderes se detuvo al amanecer, y acamparon para dormir en el calor del día. Finalmente la noche volvió a caer, y de nuevo, la caravana volvió a ser acechada por las sombras que se reían. Esa segunda noche, un hombre sí se alejó del grupo para ir al baño con su confiable Mightyena a su lado. Nadie jamás los volvió a ver, y no hubo ningún ruido durante su partida ni signos de batallas en las arenas. Los buscaron por más de la mitad de la noche antes de verse forzados a continuar.

Mi ancestro nunca más volvió a toparse con esas sombras, pero sí mantuvo el contacto con sus amigos, y descubrió que algunos habían desaparecido tras hablar abiertamente de lo que experimentaron durante aquel viaje. No sé lo que habrá pasado más allá de eso, solo que mi ancestro apenas contó lo poco que les acabo de compartir sobre lo que pasó. Bueno, eso y que nunca más quiso volver a poner un pie cerca del desierto de Hoenn.

Hubo aplausos. Una historia sólida, si bien una que no iba a ganar.

- Gracias. Es solo que... es genial que nosotros y los dracónidos ya estemos en paz. ¡No más cruzar desiertos!

- Bueno, supongo que... ahora es mi turno. – Un chico de diez años que acababa de llegar este mismo día, con aspecto de un niño completamente normal de la clase de Parker, nerviosamente tomó una carta tras varios relatos luego del de Celesta. Llevaba un par de gafas, tenía cabello oscuro algo largo, y las marcas de Z bajo sus ojos azules. Como muchos en la familia, tenía un compañero Pokémon sobre su hombro, un Panpour.

- No tienes que hacerlo si no quieres, Reve. – le aseguró Ash al niño.

- Lo sé, pero yo... quiero ser parte de esta familia...

- Y ya lo eres. – le aseguró Betty al pequeño.

- Saqué... Alto Paladín Nirvana... – Leyó la carta en voz alta, mientras algunos de los hermanos le echaban un vistazo.

- Nivel 10... – Pendula siseó nerviosamente. – Estás... ¿estás dispuesto a eso?

- ¿Podría sustituirla si no crees poder contar una historia que sea tan aterradora? – preguntó Belladonna.

- ...Oh cielos, esa carta. Qué... ¿qué cosa es? – Los ojos de Ash parecían brillar ante lo que veía.

- Es un monstruo de tipo Sincro y Péndulo. – le informó Chloe.

- ¿Sincro qué?

- No, yo... creo que sí tengo una historia. Es... realmente aterradora, y yo estuve allí. – dijo Reve, sonando a que era algo muy personal. Inmediatamente, Chloe notó un cambio en los hermanos mayores, cuyo lenguaje corporal pasó de calmado y reconfortante a tenso y potencialmente furioso.

- ... Así que estuviste allí, ¿eh? - dijo Ash, sonando serio por segunda vez el día de hoy, y era una seriedad diferente a la que tuvo antes con el Pokédex.

- ¿Sigue siendo un problema? – Los ojos de Betty estaban estrechos como rendijas.

- ¿Hay alguien que merezca morir? – preguntó Belladonna en un tono que le recordó a Ash su advertencia de cómo se comportaba con quien consideraba sus enemigos. Terrorífica.

- No, no, no, no fue nada de eso. ¡Solo fue un mal sueño!

Y habiéndoles asegurado que el problema no era real y terrible, cada hermano de más de dos metros de estatura con poderes peligrosos, y probablemente una legión de Pokémon en los escalones de fuerza más altos, se relajó al instante. Entonces, la regla de oro aquí era no maltratar a nadie, y definitivamente no hacer nada peor que maltratarlos o sino descenderían sobre ti como manada. Pero ya era suficiente de eso. Hora de historias de miedo.

Al principio solo fue un sueño. Yo y Panpour estábamos en un lugar lleno de nubes esponjosas y colores de libros de cuentos. El sol brillaba, y se sentía como que solo saltábamos a todos lados, sonriendo y riéndonos todo el tiempo. No tenía preocupaciones ni miedos en el mundo. Fue como la primera vez que conocía a Panpour. Era un sueño al principio, pero luego cambió y se convirtió en otra cosa.

En cierto momento, la luz brillante se desvaneció en una neblina opaca. Los bosques y campos vibrantes habían desaparecido, y se sentía casi como un desierto. No había nada allí, excepto una cosa, una estación de trenes con algunas vías. Lo vimos y entonces aparecimos allí, porque era un sueño, pero se estaba convirtiendo en una pesadilla.

La estación de trenes estaba abandonada, no tenía nada. Ni avisos, ni gente, ni siquiera un nombre. Solo un símbolo infinito y un teléfono que solo noté cuando sonó, y lo contesté.

- Reve Poppy. – dijo la persona que llamaba, con una voz sombría y profunda. No había luz en cómo pudo decir mi nombre, ni cariño o familiaridad. Tampoco era robótica o carente de emociones. Las palabras cargaban una sensación de hablar sobre una posesión.

- ... ¿Quién habla? ¿Y por qué sabe mi nombre? – le pregunté a la voz, y una ligera luz apareció en la distancia.

- Por fin me eres de utilidad. Quiero que me escuches cuidadosamente. No te pierdas ninguna palabra que te diga, o sino. – La voz hablaba sin compromiso, y la luz se volvía más intensa. – Tu sola existencia fue un paso innecesario hasta este momento. Solo actué una vez que estaba seguro de tener las condiciones que buscaba, y luego de eso no vi más necesidad de extender el esfuerzo. Después de cierto punto, solo tenía a los que requería y todo lo demás que hice, incluyéndote, ya no me era de utilidad. Tal vez una herramienta, pero más por conveniencia y no algo que realmente necesitara.

- No entiendo, ¿de qué está hablando? ¡¿Quién es usted?! – Era un sueño, no me podía mover. Estaba atrapado allí, escuchando esta llamada mientras la luz se acercaba más y más. Pude empezar a distinguir el color de la luz, de verde, a medida que se acercaba más.

- La razón por la cual existes, y que siempre deberías recordar. Una herramienta para mi perfección, y no una que realmente necesitara. Sin embargo, por los crueles giros del destino, tienes una razón para estar aquí. Verás, fui traicionado por mi primera creación, mi más valiosa herramienta. Dejé que las ideas se filtraran por las grietas, ¡y pagué el precio con mi propia libertad! ¡Y estoy seguro de que piensa que debo estar muerto! ¡Pero no lo estoy! Simplemente estoy prisionero y yo. Saldré. Algún. ¡DÍA!

El sueño me empujó lejos del teléfono, aunque el sonido de una respiración furiosa se podía escuchar desde el auricular, como un animal enojado. Antes de poder ver si el sueño me dejaría escapar, de repente algo me agarró de la cabeza. Una mano masiva emergió desde el auricular, una extremidad que le pertenecía a un hombre gigantesco. Me apretó la cara, sujetándola con un agarre de hierro. Dolía como nada que jamás hubiera visto, y no lloré solo porque el sueño no me dejaba.

Panpour dejó salir un grito desesperado y trató de cortar el brazo, pero fue como si estuviera y no estuviera allí al mismo tiempo. Estaba allí para sujetarme la cara y restringirme, pero cuando Panpour trató de hacer que me soltara, era como si no estuviera allí.

- Dile a tu patética herramienta que se detenga, pues no será de utilidad. En este lugar intermedio puedo escapar de mi prisión, solo necesito el substituto apropiado. Reve Poppy, al fin me eres de utilidad, y tu creación valió para algo. ¡Tomarás mi lugar en esta prisión infinita mientras yo regreso a un mundo que me pertenece!

Comencé a forcejear mientras el brazo parecía hacerse más y más fuerte, justo cuando la luz que se aproximaba se hacía más y más brillante. Todo lo que podía ver entre las aberturas de los dedos del brazo era verde, y el brazo ahora me estaba levantando del suelo. Mis pies colgaban, pateando el aire en un desesperado intento por liberarme.

- ¡Deja de luchar! Solo existes porque yo quise asegurarme de tener todo lo que necesitaba. No eres nada especial, niño, ¡solo una entre incontables herramientas que creé en caso de no tener lo que requería todavía! ¡Me lo debes todo, y ahora tomaré de vuelta la vida que te di! ¡Tú te pudrirás en mi lugar mientras yo me vengo de ellos por pensar que podían desafiarme! ¡Ellos solo existen gracias a mi perfección! ¡Mi grandeza! ¡Mi visión! ¡Mi ambición! Yo soy la existencia más grande que este planeta jamás conocerá, y no se me negará el lugar que me responde en poder eterno por...

En ese momento mi mamá me despertó, pues había escuchado mis gritos y me vio agitarme, así que me echó encima un balde de agua. Aparentemente no respondí a sus sacudidas o gritos. Lo más aterrador era que Panpour se notaba igual de agitado que yo, y en mi cara había marcas de moratones en la forma de un agarre implacable.

Nunca había tenido un sueño como ese, especialmente uno que me dejara marcas en la cara.

Chloe estuvo de acuerdo en que era un sueño aterrador para un niño de diez años, aunque no estaba seguro de si sería un sueño digno de diez estrellas. Aunque le daba crédito por intentarlo, y cualquier tipo de sueño que fuese definitivamente había sido una locura. Con algo de refinamiento, Chloe sentía que posiblemente podría ganar este concurso, aunque pudo notar algo más.

A medida que se contaba la historia, hubo una reacción muy extraña entre algunos de los hermanos y sus acompañantes. Específicamente entre aquellos que Chloe pensaba que eran los más mayores y también de la "vieja guardia". Con eso quería decir que había varios de quince años y menores, como Yellow, que mostraban una forma diferente de incomodidad al oír esa historia, mientras que Lita no parecía notarlo o ser parte de ello. ¿Acaso ese sueño... significaba algo para ellos? Y si así era, ¿qué?

¿Querría ella saberlo? Incluso Ash y Red, que habían permanecido todo el tiempo ignorándose uno al otro, intercambiaron miradas muy graves de terror compartido. Ella estaba segura que las palabras "no puede ser" debían estar pasando por las mentes de ambos. ¿Pero qué sería eso que no podía ser, y realmente querría saberlo?

- Oh, mi turno.

La siguiente fue una de las hermanas de Ash que apenas acababa de conocer. Su nombre era Juliet Avon. Una chica de cabello platinado de catorce años (esa fue la edad que ella dio, no lo parecía, pero Chloe estaba acostumbrada a eso a este punto), tenía un acento ligeramente galariano, aunque no de las variantes difíciles de entender.

Sacó una carta, y les mostró a todos un Cyber Dragón de cinco estrellas.

- ¡Ohh, y creo que tengo justo la historia! Muy bien, esta es una leyenda antigua que se cuenta en Ballonlea. Siempre ha sido muy aterradora para mí, ¡así que espero que valga cinco estrellas!

Hace mucho tiempo, en una época de decenas de miles de caballeros, miles de reyes mezquinos, y ni un solo monarca que los uniera a todos, vivía un caballero de nombre Sir William. Sir William era un caballero errante, que viajaba por la tierra de su señor en busca de criminales y aquellos que desafiaban la voluntad de su señor. Era un hombre alto, de hombros anchos que cargaba una espada con una Estrella de Deseos por empuñadura, y cuya armadura era tan brillante que se decía que era como un Destello durante las noches más oscuras.

Un día, Sir William recibió la tarea de impartir la justicia de su señor en una pequeña aldea llamada Ballonlea. Anidando en los oscuros y extraños Bosques de Glimwood, habían llegado noticias de que en ese pueblo se encontraban enemigos de su gobierno y que escaparon a su justicia. Sir William fue enviado hacia los bosques para llegar al pueblo y hacer valer la voluntad de su señor. Para destruir a aquellos que habían hecho enojar a su amo y poner un ejemplo con aquellos que se atrevían a desafiarlo.

Viajó a través del interminable bosque a un paso indetenible. Era un hombre fuerte cuya resistencia se decía que era legendaria. Algunos pensaban que el caballero podría correr desde el mar hasta las grandes montañas donde vivían los Duraludons, pero el Bosque de Glimwood era un laberinto natural. Muchos antes de Sir William habían entrado en él, y muchos no volvieron a salir. Aquellos que no encontraban a otros y se establecían allí se perdían para siempre en medio de los retorcidos secretos del bosque. Con su armadura tan brillante, la luz de los grandes hongos del bosque parecía como un sol para él, y no le faltaba visión. No hubo engaño de los espíritus que podrían distraerlo, pues podía ver las cosas con claridad. Sin embargo, eventualmente el hombre se cansó, pues las constantes vueltas agotaban sus energías. Era afortunado para el caballero que para cuando se detuvo, había llegado a un claro en el bosque con un estanque. Necesitando limpiarse del sudor, y aliviar sus nervios, se quitó su armadura para entrar en el estanque, bañándose en él por un tiempo. Momentáneamente, el caballero se sintió tranquilo, sin preocuparse por el mundo. En cierto punto incluso cerró sus ojos, confiado en que no necesitaría tener toda su atención. Su armadura lo despertaría si algo pasaba. Así que cerró sus ojos. Y entonces, cuando el caballero los volvió a abrir, sin saber cuánto tiempo habría pasado, descubrió que todas sus posesiones ya no estaban. Solo estaba su cuerpo desnudo en medio de las infinitas profundidades del Bosque Glimwood.

Asustado, saltó fuera del estanque, desnudo como un bebé, en busca de cualquier signo de su gran armadura. Desafortunadamente para él, la misma luz que le permitió viajar por el bosque con facilidad, también le permitía ver la armadura reflejándose por todas partes del bosque. Su armadura había sido llevada a todas las direcciones, y sin perder tiempo comenzó a dar persecución. Fue tras cada resplandor de luz, desesperado por recuperar su armadura a toda costa. Se trepó a los árboles, se lanzó por barrancos, corriendo en cada dirección que veía el brillo de su armadura. Aunque pudo encontrar cada pieza gracias al resplandor en el bosque, nunca pudo recuperar ni una sola de ellas. Corrió, corrió, y corrió, sin detenerse. Eventualmente apareció una nueva luz, reflejando múltiples piezas de su armadura a la vez. Una gran luz rojiza. Así que corrió hasta esta luz, sin preocuparse de lo que pudiese significar. Y así, conoció a la Diosa Furiosa del Bosque Glimwood.

Encima de ella flotaba una tormenta de nubes rojas, y alrededor de su cuerpo se agitaban unos tentáculos que golpeaban y azotaban el bosque a su alrededor. La diosa era rodeada por rayos de electricidad azul, y al ver al frustrado, aterrado y desnudo intruso, la diosa se enfureció. Atacó a Sir William con toda su furia, y el cuerpo del caballero desapareció. Aun así, a día de hoy, la gente dice haberlo visto. Extraños rayos blancos corren a través del bosque, siempre buscando ir tras los reflejos de la luz que a veces destellan en las profundidades del bosque. A día de hoy, se dice que Sir William parece encontrar las piezas de su armadura, pues su espíritu espera poder usar el traje como un nuevo cuerpo para cumplir con su deber incluso en la muerte. Para llevar la justicia de su señor a Ballonlea, incluso cientos de años luego de su muerte. Los viajeros nunca deben seguir las luces, o tal vez podrían llevar su terrible justicia un paso más cerca de ser cumplida, cuando se encuentre con otra pieza de su nuevo cuerpo. Nunca sigan a las luces, o de lo contrario te llevarás a ti mismo y a quienes amas a su perdición.

Y esa fue la historia de Juliet Avon con sus marcas de Z.

- Sí, eso vale cinco estrellas. Tal vez más. – Lita tembló, y entre otros había reacciones de estar aterrados. Acerola ahora tenía una rival por el liderazgo.

Chloe tuvo que admitir que esta historia la intrigaba. Tenía el enganche interesante de sentirse como algo con raíces en la realidad. Más allá de una leyenda contada en relación a no adentrarse en los bosques como un idiota, tenía detalles que la hacían sentir advertencias genuinas de cosas específicas.

- No puedo decir si la historia sobre un fantasma es verdad o no, pero mucho de lo que cuenta tiene algo de verdad. Si te quitas la ropa en el bosque para bañarte, te las puede robar un Impidimp. Los muy fastidiosos a veces se meten a las casas de la gente para hacerlo.

- ¿Un qué? – preguntó Chloe, preguntándose desde cuándo podría existir un Pokémon "ladrón pervertido".

- Impidimp, el Pokémon astuto, Un Tipo Oscuro y Hada. Impidimp se alimenta de la agitación de la gente así que es propenso a buscar maneras de meterse con los que no lo esperan a su alrededor para conseguir comidas más grandes. El nido del impidimp promedio en los Bosques Glimwood contienen un promedio de cinco calcetines, tres pares de llaves de casa, un rollo de papel higiénico, y varios pares de ropa interior femenina. – El Pokédex de Ash elaboró desde su bolsillo.

Entonces ¡¿ había un Pokémon ladrón pervertido?!

- Balloonlea está mayormente habitada por mujeres, así que no hay muchos calzoncillos masculinos para robarse. Aunque son los mayores dolores en el trasero con los que se podrían vivir. – gruñó Juliet para sí misma.

Y con esa nota extra tan perturbadora, era hora de la siguiente historia de miedo.

- ¡Guerrero Veloz! Oh diablos, solo es de nivel 2... – Travis, el hijo de la anterior anfitriona, gruñó antes de pensar algún momento. – ¡Oh sí, ya tengo una! Muy bien... ¡A hacer desastre!

Un amigo mío me jura que esta historia es cierta. Se había con los suyos ido en un crucero, no recuerdo el nombre para salvar mi vida, y todo iba bien por un tiempo. Llegaron lejos de las costas de Kanto y comenzaron a ir por las partes más profundas que hay por aquí. Se suponía que no fuera un viaje demasiado largo, así que no irían a ningún sitio interesante. Como sea, de pronto el capitán comenzó a gritar por los altoparlantes.

- ¡Escuchen todos, récenle a su deidad o deidades! ¡Todas las manos a cubierta! ¡Tenemos una emergencia de Clase 5 en nuestras manos! ¡Todos los pasajeros, diríjanse a los botes salvavidas y prepárense para lo por! Y no miren, repito, no miren por las portillas

Mientras todos los pasajeros se dirigían a los botes salvavidas, mi amigo echó un vistazo por la ventana. Mi amigo, nunca fue bueno en hacer lo que le decían. Como sea, echó un vistazo por la ventana y vio un muro de viento tan lejos como podía ver el ojo. Dentro de esa pared, había manchas de color azul y crema. Aunque esto confundió a mi amigo, el rugido que escuchó un momento después no lo hizo. Ahora, mi amigo no es una persona de Pokémon, pero incluso sabía lo suficiente para distinguir un rugido de Gyarados de ningún otro. Así, él junto con todos los demás a bordo, finalmente descubrió que se encontraban en medio de un montón de Gyarados furiosos.

No mucho después de eso, se oyó una grieta, y el barco empezó a hundirse. Mi amigo se sintió aterrado. Quiero decir, ¿quién quiere estar en un pequeño bote salvavidas en medio de aguas infestadas de Gyarados? Pero, el bote salvavidas era mejor que estar en un barco que se hunde. Así, pasajeros y tripulación abordaron los botes salvavidas y se dirigieron al mar furioso. Todos los Pokémon fueron puestos en sus Pokébolas, para conservar espacio en los botes. Sería una medida desesperada en efecto si hubieran tenido que hundir un bote para defenderse contra los Gyarados furiosos. Sin ningún Pokémon para protegerse, todos estaban indefensos contra los Gyarados en las aguas.

Los Gyarados se la pasaron rodeándoles por tres días antes que llegara el rescate. Las cosas estaban tensas para todos. Las raciones estaban casi agotadas para cuando Surge y sus Raichus llegaron, y gracias a ellos fue que todos salieron con vidas. No se perdieron vidas, es cierto, pero fue una experiencia muy cercana para algunos. Mi amigo me dijo que algunos de los botes terminaron en la boca de un Gyarados cuando se cansaron de esperar que la gente tratara de irse. Luego de eso, fue una carrera para los otros botes salvavidas para llegar a los rezagados cuando saltaron fuera del barco antes de que sucediera algo.

Una buena historia de Nivel 2, pero nada que realmente pudiese ganar la competencia, pero Gyarados... algo comenzó a palpitar en la mente de Chloe a medida que continuaban las historias. Una historia que estaba algo relacionada a ellos... sí...

- ¡Mi turno! – Dawn la peliazul tomó la carta. Sacó un Dragón Cadena de Hierro de Nivel 6, tarareando para sí misma mientras consideraba lo que necesitaba para ese nivel.

- Y sé exactamente la historia. Permítanme contarles a todos una pequeña historia sobre un pueblo llamado Alamos.

Pueblo Alamos era una ciudad antigua de la región Sinnoh, dominada por las masivas Torres del Espacio-Tiempo. Es un hermoso lugar, lleno de humanos felices, Pokémon juguetones, y estoy segura que la arquitectura es increíble para aquellos que les gustan esas cosas. Pero la ciudad es hogar de una figura mucho más siniestra. Su nombre es Darkrai, de la especie de Pokémon que esparce las pesadillas a aquellos que duermen demasiado cerca de uno. Acechaba desde las sombras, espantando la ciudad, pero hasta aquel día, la mayoría de la gente no lo notaba.

Y entonces, se volvió muy notable. Darkrai emergió desde las sombras, gritándoles a todos que se fueran. Darkrai actuaba agresivamente, atacando cosas y lugares al azar, disparando rayos de oscuridad y atrapando a aquellos que trataban de interferir en terribles pesadillas. Pero aquellos que intentaban marcharse, descubrieron que no podían. Una niebla había envuelto los límites de la ciudad, y correr hacia ella solo los llevaba a donde empezaban. Estaban atrapados en una pesadilla, y Darkrai era el responsable. Y así, todos trataron de derrotar a Darkrai, atacándolo con todo lo que tenían.

Y todos lo hicieron en vano.

Las pesadillas que experimentaban las víctimas de Darkrai se proyectaban alrededor de ellos. Los Pokémon huían de terror de las pesadillas, visibles como un show de luces que se proyectaba por toda la ciudad. Un hombre en particular se convirtió en su Lickilicky. Su Lickilicky aparentemente se convirtió en él como su propia pesadilla, y fue transferida a la realidad mientras ocurría en reversa. Habiendo conocido al hombre, puedo estar de acuerdo en que sería una pesadilla.

Sin embargo, la pesadilla en la que estaban no era obra de Darkrai. En muchos de los sueños, los Pokémon podían oír gritos. Un grito fuera de este mundo, como nadie había escuchado en siglos.

En este momento, el Pokédex de Ash reprodujo el llamado. La mayoría de los presentes retrocedieron ante el sonido de algo primigenio y de otro mundo. Ese era un sonido que no pertenecía al suyo.

Eventualmente, todos pudieron ver lo que causaba la niebla, lo que hacía que las pesadillas de Darkrai entraran en la realidad, y lo que Darkrai estaba atacando. Lo que realmente estaba tratando de ahuyentar. Era Palkia, el creador del espacio en persona. El gran Pokémon creador dormía sobre Pueblo Alamos, con su cuerpo lastimado por una gran batalla. Estaba buscando sanarse, y necesitaba un lugar donde esconderse. Pueblo Alamos era ese lugar, y estaban atrapados en una dimensión separada de la realidad hasta que Palkia sanara.

O hasta que todos ellos murieran, pues el que lastimó a Palkia pronto apareció.

Dialga, el creador del tiempo, había luchado contra Palkia cuando sus dimensiones se solaparon. La batalla fue feroz, y fue esta batalla lo que había lastimado a Palkia. Los dos titanes continuaron su batalla, pero al comenzar su combate el universo que Palkia había creado alrededor de Pueblo Alamos comenzó a desintegrarse. Comenzó en los bordes, mientras los puentes de la ciudad se convertían en polvo rosa, y con cada minuto más y más de la ciudad comenzaba a deshacerse. Con cada choque de los poderes del espacio y el tiempo el proceso se iba acelerando. Pronto el pueblo empezaba a desaparecer, y la gente y Pokémon atrapados no tenían a donde ir excepto a donde la realidad no había desaparecido.

Darkrai trató de detener a las dos deidades, golpeándolas con todo su poder. Aunque fue por nada, y la única solución fue tocar Oración, una canción creada por el creador de las Torres del Espacio-Tiempo para la pesadilla que estaba azotando toda la ciudad. Justo a tiempo, pues cuando la canción sonó, la ciudad casi había desaparecido y Dakrai había sucumbido ante la furia del tiempo y el espacio mismos. Sin la canción Oración Darkrai habría terminado muerto. Sin la canción Oración todos estarían muertos. Sin la canción Oración, tal vez Palkia y el espacio mismo habrían muerto.

Chloe, y algunos de los miembros de la familia más nuevos o jóvenes, miraron a Dawn incrédulos.

- Eso... ¿es normal? – preguntó Reve nerviosamente.

- Para la mayoría del mundo, no, pero para nosotros... sí. Cosas como esa suceden. Pero el universo entero derrumbándose es un poco extremo. – Betty trataba de tranquilizar al chico, de cierto modo al menos. – Yo solo tuve que pelear para escapar del mundo espiritual dos veces. Ergggh, odio a los fantasmas...

- Técnicamente, fue solo una dimensión de bolsillo que colapsaba. – corrigió Acerola como si eso lo hiciera menos escalofriante. Parecía preocuparle más el problema de Betty con los fantasmas que tratar esa historia como algo inusual y desconcertante.

- Y esperen... eso sonó a que tuvo secuelas... – notó Lita nerviosamente, mientras Ash asentía.

- Sip. Arceus trató de volarnos a todos en la última.

Y dijo eso casualmente.

- Creo que podrías haberte excedido un poco de las seis estrellas, Dawn, así que... – dijo Acerola tan gentilmente como podía, y los demás estaban de acuerdo con el juicio.

- Diablos.

Muy bien, entonces... ¿ahora una historia normal?

- Esta historia de hecho es una precuela de mi propio problema con "El Rey de los Espíritus que devoran todo", pero ese es demasiado para una carta Fantasma Gardna de Nivel 4. – así comenzó Pamela, una hermana galadiana. De acuerdo, no tan normal. – Aquí les va.

Hace más de un siglo, había un museo de historia natural en Galar. Durante el día, todo era más o menos normal, pero las noches eran una historia muy diferente. Cosas extrañas sucedían que nadie podía explicar. Objetos que se movían, a veces poco, a veces mucho. Había veces cuando marcas inusuales aparecían de la nada. Extraños sonidos hacían eco por los pasillos oscuros, y extraños olores emanaban de los lugares más improbables. Nadie podía explicar por qué sucedían estas cosas. Algunos culpaban a los empleados del turno nocturno. Otros decían que había alguien viviendo en secreto en el interior de las paredes, tal vez múltiples personas. Otros más apuntaban a... explicaciones menos naturales.

Entonces, una noche neblinosa, un grupo de hombres salió para tomar unos tragos en un pub cerca del museo. Mientras fluía la cerveza y sus inhibiciones se bajaban, la conversación se desvió hacia lo que pasaba dentro. Uno de los hombres se ofreció de voluntario para colarse adentro y ver lo que pasaba. No había nadie trabajando allí aquella noche, por lo que no tendría que preocuparse por encontrarse con algún empleado. Y para probar que estuvo allí, se ofreció a clavar su pañuelo barato y sin monograma en algo afilado. Sus amigos lo motivaron, bromeando que debería tener cuidado de no ofender a ningún fantasma. Mientras se perdía en la noche y en la niebla, sus amigos se fueron a dormir, seguros de que aparecería de nuevo por la mañana.

Pero jamás volvió.

Nadie se reía la mañana siguiente cuando no apareció. Mientras lo buscaban, no encontraron rastro suyo en ninguna de los lugares que frecuentaba. Ni en su casa, ni en su lugar de trabajo, ni en ninguna parte. Entonces, uno de ellos recordó el reto que hicieron la pasada noche. Cuando fueron al museo, encontraron una cinta policíaca en la entrada. Un oficial les dijo que la policía estaba a punto de enviar a alguien a verlos y les pidió que entrara, advirtiéndoles que lo que verían podría dejarlos en shock. Lo que vieron, fue el cadáver de su amigo tendido en un charco de sangre, y su pañuelo a poca distancia de él en el suelo. Encima de él, había un esqueleto de Kabutops, el cual tenía uno de sus brazos de hoz manchado con sangre.

El veredicto oficial fue que su muerte fue por un accidente. Sin embargo, el museo fue cerrado, y todas las exhibiciones fueron transferidas a otra parte. Algunos dicen que esto fue porque nadie quería volver allí, pero otros dicen que fue para prevenir que pasara algo como esto de nuevo. El edificio del museo ahora es una bodega de almacenamiento, y hasta donde todo mundo sabe, no ha vuelto a pasar nada como eso desde entonces. Pero hay rumores de que, en algunas noches, cuando la niebla está espesa, unos gritos que hielan la sangre se pueden oír en lo que antes solía ser el museo donde murió un hombre.

- Les puedo contar toda la historia después, y también hago lectura de cartas en el tarot. – dijo al terminar.

Chloe tal vez querría tomar lo segundo, aunque no de lo primero.

Así, pasaron algunas historias más.

- Esta es una que me gusta mucho, ya que tiene muchas variantes interesantes. – Pannoicia, una versión más joven de su madre Wicke y con las marcas de Z familiares, asintió al levantar la carta de Secretaria de Apoyo de Nivel 3. La cual se parecía mucho a ella y a su madre, ahora que lo pensaba. La chica de la nación de Guardianes se ajustó las gafas.

- Es la historia del Señor de los Bosques, y viene desde la región Galar. Permítanme comenzar.

Un día, durante el año tras el Día más Oscuro, estaba un leñador con sus tres hijos. El mayor siempre estaba dispuesto a ayudar, siempre dándole la mano a su padre en derribar los árboles para conseguir madera para el invierno. El segundo tenía manos de jardinero, capaz de hacer que el jardín creciera bien durante el otoño. El menor apenas estaba empezando a hacerse independiente, ayudando a cuidar el poco ganado que podían mantener.

En las profundidades del invierno, sus reservas de alimento comenzaron a agotarse. El padre abandonó la casa e instruyó a sus hijos que se quedaran adentro para permanecer calientes y protegerse entre ellos. El mayor recibió permiso de usar al compañero de su madre, un Stoutland, para darle órdenes. Al segundo le dieron el arco y flechas del padre, y una llave de la azotea para que pudiese ayudar si era requerido. Al menor le dieron una manta cálida y unos dulces. Con eso, el padre abandonó la casa en busca de nueva comida, o a un vecino lejano para conseguir ayuda.

Los dos mayores tomaron sus responsabilidades muy seriamente, observando constantemente en busca de signos de peligro. El menor, que se quedó solo, pronto se aburrió. Salió fuera de la casa a través de un túnel subterráneo que un Pokémon había excavado y que no habían vuelto a rellenar. Envuelto en su manta y cálido, no sintió para nada la mordida del invierno mientras exploraba. Entretanto, los dos mayores continuaron haciendo lo que estaban haciendo antes.

Después de un tiempo, el menor sintió cansancio y frío. Se había alejado mucho de su casa y ahora estaba perdido. Empezó a gritar, cansado y asustado, pero nadie pudo oírlo, excepto un Trevenant. Este oyó los gritos del niño y vino a él.

Fue en este momento que los dos mayores notaron que su hermano menor había desaparecido. Encontraron sus pisadas en la nieve y fueron a buscarlo en un trineo, con Stoutland tirando de él. El mayor recordó llevarse una linterna de calabaza con ellos durante su salida de la casa, para encontrar el camino mientras el sol se ponía.

En el crepúsculo, y con los rayos del sol ya ausentes, el bosque era una mancha de grises y negros, salvo por lo que iluminaba su linterna. Solo se detuvieron cuando un par de ojos rojos los sorprendieron en la oscuridad.

- ¿Qué hacen, queridos niños, tan tarde a mitad del invierno? – preguntó la voz de los ojos rojos. – ¿Han perdido su camino?

- No. – replicó el mayor. – Estamos buscando a nuestro hermano menor. Abandonó la casa y seguimos sus huellas en la nieve para encontrarlo. Tenemos que llevarlo a casa.

- Me temo que podría ser demasiado tarde. – replicaron los ojos rojos. – Todos los que se pierden y se asustan se convierten en parte de mi bosque. Y su hermano, tenía tanto frío que no pudo continuar más.

Stoutland le gruñó mientras la luz de la linterna caía sobre ella. Un poderoso Trevanant, flanqueado por ramas que llegaban alto y sin ninguna hoja. – Yo soy el señor de este bosque, y he dejado que su padre coseche mi trabajo, como cualquier anfitrión debería. Vengo a recolectar las almas de aquellos a los que lleva para alimentarlos a ustedes. Son mis árboles los que mantienen su hogar cálido en esta época del año, y mis ciudadanos los que los alimentan cuando están hambrientos. Lamento que su hermano no haya podido lograrlo, pero si están dispuestos a hacer un trato, será libre de ir a casa.

El señor de los Trevanants bajó la mano para entregar una silueta oscura frente a ellos. Un ajuste de la linterna reveló que era su hermano, azul por el frío, desparramado sobre un tocón. Los dos mayores ahogaron un grito de shock, y el menor de los dos comenzó a llorar. Stoutland, sin embargo, mantuvo la mirada sobre el señor de los árboles.

- He estado buscando a un heredero, alguien que cuide mi bosque cuando me llegue la hora de echar mis raíces permanentemente. Uno de ustedes deberá convertirse en algo igual a mí. Recolectará las almas para mí, y me ayudará a hacer crecer el bosque. ¿Quién de ustedes será?

Algunos dicen que el mayor fue quien aceptó el trato, y quedó atado a la linterna de calabaza que llevaba, convirtiéndose en el primer Gourgeist. Aprendió bajo la tutela del señor de los Trevanants, luego de guiar a sus hermanos a casa. El señor de los Trevanants lo encontró talentoso con las almas, por lo que el mayor fue elegido para tomar las almas de aquellos que enfurecían al señor de los Trevanants hacia la otra vida.

Otros dicen que fue el segundo el que aceptó el trato, y quedó atado al tocón donde el menor estaba tendido. Se convirtió en un Phantump, y se adaptó bien al crecimiento del bosque, bien recibido por el Señor Trevanant. Cuando llegó el momento en que el señor debía irse al otro mundo, el segundo hermano heredó el bosque.

Mi final favorito es que el Señor Trevanant tuvo piedad y dividió el servicio entre los dos. El mayor se convertía en un Gourgeist durante el invierno, y el menor en un Trevanant durante el verano. Cuando les llegó la hora de pasar por el velo mortal, se convirtieron en Pokémon permanentemente.

Y aun así, otros dicen que los dos mayores se acobardaron frente al señor Trevanant y trataron de huir. Enfurecido por su cobardía, el Señor Trevanant los reclamó a ambos como parte de su bosque. El padre volvería a casa encontrando a su hijo menor solo, y llorando el destino de sus dos mayores.

Pannocia recibió su respectivo aplauso por su historia, aunque fue demasiado basado en investigación previa como para tomar el liderazgo. Y así, más cartas fueron sacadas de la baraja y los líderes seguían manteniendo su posición.

- Oh, me toca... bueno, a mí, supongo. – Serena robó una carta de la baraja e inmediatamente suspiró con alivio audible. Chloe echó un vistazo a lo que había sacado.

- Serena, ese es Kuriboh.

- Y solo tiene una estrella. ¡Así no tendré que contar algo tan aterrador! ¡Y tengo justo la historia perfecta! La llamo "Vino del horno".

Una vez, hace muchos años, había una pequeña niña. Vivía en una casa en el campo con dos compañeros, su propia madre y un Rhyhorn, que no está en esta historia.

No había nada que le gustara más que preparar cosas deliciosas en la cocina. Dulces, amargos, picantes, todo era maravilloso. Su madre no podía cocinar dulces después de todo.

Un día, deseó probar una nueva receta para galletas por su propia cuenta. Su madre estaba afuera por lo que estaba sola en casa. No había problema, sintió ella, porque había hecho muchas cosas antes. Se puso a batir y mezclar para hacer lo mejor, colocando todo en la bandeja y preparándose para cocinarla. Igual que cada vez que entraban, pero esta vez no salieron. Tal vez hizo la masa demasiado espesa. Tal vez los puso demasiado juntos. Pero cuando abrió la puerta del horno, no vio las galletas. Vio... ¡un monstruo!

Burbujeaba mientras se alzaba y caía. Respiraba como una criatura viva, de arriba abajo y de abajo arriba. Era una masa pegajosa de tonos grises y marrones... como un terrible hongo. La enorme mole de masa burbujeante parecía estar viva, y la pequeña niña sentía que la estaba observando. Estaba enfurecida con ella. Había fallado en darle vida como una galleta y estaba muy molesta. Empezó a sisearle, y la niña salió corriendo mientras gritaba...

- Wow, tenías razón. Tus historias de miedo dan pena.

Serena parecía algo decepcionada por la dura crítica de uno de los niños menores. Ash y Acerola decidieron consolarla con algunas palmaditas, logrando tener algo de éxito.

- En su momento fue aterradora. – murmuró Serena.

- No te quemaste, ¿verdad? ¿Tu mamá no se enojó contigo...? – preguntó Chloe preocupada, años después de que sucedió.

- Nah. La masa de pesadilla de Serena en realidad fue muy buena. El mejor desastre de cocina que haya probado. – dijo una mujer mayor, que parecía del tipo madre atlética y deportiva. Tenía cabello castaño, brazos en buena forma (aunque no al nivel de Jinx), y llevaba una chaqueta alrededor de su cintura.

- ¡Mamá! Eso era... ¡¿te comiste eso?! – Serena sonaba asqueada de pensar eso. Así que esta era la mamá de Serena, la que consiguió la docena de piñatas de papá fracasado para la noche de las mamás...

Diablos, también era muy sexy. Y se veía mayor que Delia o que su propia mamá. No demasiado mayor, pero aun así.

- Sí, y estaba deliciosa. Como "tú" dijiste en tu historia, yo no puedo cocinar dulces, y tú sí.

Varias historias más tarde, le llegó el turno a Ash, y sacó el Gran Chariot Ursarctic, y le confundió bastante lo que era.

- ¿Por qué los niveles de esta carta están al revés? Y también ¿por qué es negra esta carta?

- Oh, ese es un monstruo de tipo Sincro Oscuro, así que tiene nivel negativo. Lo agregué como una broma. – admitió Pendula mientras Ash observaba la carta incrédulo.

- ¡¿Siete negativo?!

- Hey, por el lado amable, esto significa que tu historia debe ser esperanzadora en vez de aterradora. – argumentó Chloe. – Ese debería ser un buen respiro luego de tanto horror.

- Sí, pero si hago eso no podré ganar. – Ash casi parecía lamentándose. Ella solo diría que no era un lamento total porque no sonaba como Parker lamentándose, solo muy decepcionado por el resultado. Pero entonces, Ash tomó un profundo respiro y volvió a recomponerse.

- Está bien. Una historia esperanzadora. Ok... de acuerdo, creo que ya tengo una...

Hace muchos años, había ido a mi primera conferencia de la Liga Pokémon en Índigo. Igual que todos los torneos en la última década o algo así, era más grande de lo que jamás había sido con más de mil participantes. Eso no fue totalmente una respuesta directa a que la mayoría de nosotros entramos cada año, aunque aparentemente sí hay un aumento en crear rivalidades y competencia o algo así...

Bueno, como sea, lo hice bastante bien para un novato de diez años. Derroté al infame Demoledor de Novatos y logré llegar hasta los mejores 16 cuando... puede que haya perdido o tal vez no contra cierta persona que derroté en la Conferencia Plateada, después de ganar en las Islas Naranja, pero eso no está ni aquí ni allá.

Red pasó de verse divertido a enojado, para luego recuperar su apariencia estoica usual.

Cuando regresé a Pueblo Paleta después, hubo rumores de una gran fiesta para celebrar mis logros. Apenas teniendo diez años y habiendo perdido, no estaba seguro de si realmente me la merecía, y Carl estaba de acuerdo conmigo. Ese debería haber sido el primer indicio de que estaba algo equivocado.

Me sentí algo deprimido por un tiempo después de perder. Había perdido contra alguien a quien consideraba un feroz rival, y decepcioné a todos. Había perdido enfrente de todo el mundo. Misty, Iris y los demás trataron un montón de cosas para hacerme sonreír, pero no funcionó. Entonces, mamá vino a hablar conmigo, el día antes de que comenzara la fiesta.

- Ash, sé que debe ser difícil perder. No puedo imaginarme lo que se siente perder en la gran pantalla. Puede sentirse como que es todo lo que hay en el mundo ahora. Puedes poner una sonrisa cuando le des la mano a Red después de tu batalla, y aparecerte en la ceremonia de clausura. Yo también he sufrido malas pérdidas, pérdidas que sacudieron todo mi mundo.

Al tener apenas diez años, no fui capaz de conectar los puntos para darme cuenta que se refería a sus padres.

- Pero no puedes dejar que una sola derrota opaque todo lo demás. El final no quiere decir que el viaje fue por nada. No ibas a darte por vencido solo por una derrota, ¿verdad?

- ¡No! – le dije con urgencia. – No podría. Quiero ver más del mundo, y Misty e Iris quieren hacer cosas allá afuera también. Es solo que... ¿por qué hay gente que hace una fiesta cuando no gané? Yo... ¿por qué?

Mamá me puso la mano en el hombro, con una sonrisa en el rostro.

- Porque ellos lo ven de una manera que tú no. Ellos no ven a alguien que perdió. Ven a alguien que derrotó a seis de los oponentes más difíciles que competían en una liga que cualquiera hubiese visto. Ven a alguien que llegó más lejos de lo que cualquier otro en Pueblo Paleta lo ha conseguido en décadas, aunque si ignoramos que esta vez hubo muchas más rondas de lo usual. Ven a alguien que hizo que Pueblo Paleta se sienta orgulloso al haber dado su mejor esfuerzo. Ven a alguien que hizo eso a la tierna edad de diez años, lo cual es algo que muy pocos chicos de tu edad son capaces de lograr. Ven a alguien que vale la pena celebrar, y tal vez solo quieren celebrar algo para variar. Lo que te estoy diciendo, Ash, es que necesitas ver que hay cosas más allá de ganar o perder. Es el primer paso a donde eventualmente llegarás. Ahora, vamos a divertirnos.

Y así lo hice. Todos lo hicimos. Gané ligas en el futuro tanto como las perdí, entre otras victorias y derrotas a través de los años. Ese consejo siempre estuvo en los rincones de mi mente cuando lo necesitaba. Ya no lo necesito, pero no sería quien soy ahora sin ese consejo.

¿Acaso Ash eligió esa historia para los chicos menores, para enseñarles a usar el fracaso como un escalón? Chloe no estaba segura, aunque si esa era la idea... podía ver algo en los ojos de los niños más jóvenes. Y no era miedo.

- Qué conmovedor, pero no es una historia de miedo. Siguiente.

La siguiente carta sacada fue la Dama Harpía 2 Nivel 4. La que la sacó fue una chica en la edad mayor de los hermanos, con el pelo teñido como una cresta de Pidgeot, y de ropas con las marcas de la Unión de Guardianes. Algunos de los hermanos más nuevos parecían nerviosos alrededor de ella, y tuvo que admitir que era... extraño ver a alguien con tal aspecto de Guardián en Kanto.

Su nombre era Jane Jackrum, Guardiana Pokémon almiana.

- Esta es una historia que se disputa de si proviene de Sinnoh o de Almia. Las historias, a diferencia de las personas, no están restringidas por las fronteras. Se llama "La Doncella del Vengador".

En un lugar muy lejano, en una región cuyo nombre yace olvidado, había una joven mujer. Su nombre es mejor no decirlo, pues se dice que le trae atención. Vivía en un pueblo minero, a los pies de la montaña más alta del mundo y era adorada por todos en su interior.

Un hombre rico de una ciudad en los límites más lejanos de la región pasó por ese lugar, y se quedó prendado con su belleza. Le imploró que pasara la noche con él, pero ella se rehusó. Lo hizo durante doce días, y doce veces fue rechazado. En la treceava ocasión, no quiso aceptar una negativa por respuesta.

Antes de poder llevar a cabo el acto, la mujer se quitó la vida. Presa del pánico ante el cadáver frente a él, y preocupado de que los pueblerinos se volvieran contra él si lo encontraban con el cuerpo, se llevó el cuerpo de la mujer tan alto como pudo subir a la montaña, y lo abandonó allí. Inmediatamente huyó del pueblo poco después, con total certeza de que sus oscuras acciones se quedarían sin castigo.

El espíritu de la mujer comenzó a llorar lamentándose de su destino. Sus llantos perforaban la cima del mundo y hacían eco de su existencia al otro lado. Y entonces, el Vengador la escuchó.

Dentro de las resbalosas paredes de hielo en una caverna done su espíritu languidecía, el Vengador sacó su cabeza insectoide y chasqueó sus mandíbulas. – ¿Por qué lloras tanto, joven doncella?

- Un hombre rico vino al pueblo. – replicó el espíritu. – La lujuria lo atrajo a mí, y por trece días me pidió que durmiera con él. Me rehusé cada vez así que trató de hacer lo que deseaba conmigo. Yo me negué a dejar que me mancillara, por lo que me quité la vida. Ahora, el hombre ha cargado mi cuerpo lejos de mi hogar, y se fue para continuar viviendo su propia vida sin castigo por sus crímenes. Estoy preocupada por las mujeres allá afuera, pues si estuvo tan dispuesto a forzarme a mí, ¿quién dice que no lo volverá a hacer de nuevo con otras?

- He oído tus pensamientos, y me aseguraré de que sea castigado. Sin embargo, no podré actuar en tu mundo, o mi padre lo verá y me encerrará aún más. Sí puedo, no obstante, darte el disfraz de una de las creaciones de mi padre. Si lo hago, ¿lo harás tú por mí?

- Mientras sea para algo como esto, estoy dispuesta a hacer eso y más. – respondió el espíritu. Entonces, el Vengador manifestó su voluntad en el mundo. El hielo se apoderó de su alma, y le dio forma a un nuevo cuerpo hecho de nieve para ella.

El Vengador la guio hacia la ciudad donde vivía el hombre rico. A cada paso que daba el espíritu, dejaba un rastro de hielo detrás. Mientras su furia crecía ante la cercanía de la presencia del hombre, así lo hacía una ventisca a su alrededor. Al llegar a la puerta del hombre, podía oírlo reírse mientras una sirvienta huía de él.

Cubierta de escarcha, la puerta se abrió violentamente con una ventisca. El hombre se detuvo, y la sirvienta escapó por una ventana. – ¡¿Quién eres tú – su voz era poco más que un susurro ante el rugido de la tormenta – que te atreves a invadir mi hogar?!

La temperatura del cuarto cayó, el fuego se apagó y todo se quedó en penumbras. – ¡Soy la mujer a quien dejaste a las puertas del cielo! – gritó el espíritu, - Soy aquella con quien deseabas dormir. Deseabas pasar una noche conmigo. Regocíjate – murmuró hacia su oído, rozándole el costado con su manga – pues ahora pasarás la eternidad junto a mí.

Y con eso, se llevó al hombre que gritaba hacia los vientos helados invernales. Se dice que aquel día, por toda la región, se podían oír sus gritos de terror. Siempre que oigas que una ventisca invernal hace un sonido como un lamento o grito, son los intentos de ese hombre de ser rescatado por alguna pobre alma. Y desde ese día, la joven mujer hizo lo que el Vengador le dijo que hiciera.

- Así que no sean personas terribles, o ella vendrá por ustedes. – Terminó con la moraleja de la historia. Un buen toque, pero no una que le pudiese ganar el concurso a la Guardiana. Pero quizás...

Varias cartas después, finalmente le tocó a ella. Tenía que vencer a Juliet y Acerola. Se dijo a sí misma "¡Corazón de las Cartas, guíame!"

Y al robar le salió Talaya, Princesa de los Cerezos en Flor, una de sus cartas favoritas, ¡y un monstruo de nivel 8! Y tenía la historia perfecta para esta.

- Esta historia se llama "La Maldición de Magikarp". Es una historia algo obscura en la región de Sinnoh, y creo que a todos les va a encantar.

Érase una vez, en el pasado antiguo, años antes de la creación de las proteínas sintéticas, cuando el hombre comía Pokémon como lo hacía con las plantas, una aldea pesquera. Era como cualquier otra aldea pesquera al principio: el pescador atraparía Pokémon para alimentar a su familia y comunidad, y los huesos y órganos imposibles de comer eran retornados al mar de dónde venían. Se creía que hacían esto para que el Pokémon al cual consumieron pudiera renacer, y con eso mantener el balance natural del mundo. Era algo que siempre había sido hecho.

Y entonces, un jefe decidió no hacerlo más.

Era un hombre muy inteligente y a la vez necio, que al ver los huesos de Goldeen, Finneon y Remoraid vio un medio para innovar. Descubrió que quemar los huesos haría armas mejor forjadas, así que prohibió el retorno de los huesos de Pokémon consumidos. Había visto cómo los Pokémon se reproducían, y sabía muy bien que los huesos en realidad no hacían nada en el ciclo de la vida. Sin embargo, no consideró que las tradiciones suelen existir por una razón.

Un día, en el medio de una terrible tormenta fuera de temporada, un Pokémon que los aldeanos jamás habían visto antes apareció entre las olas. Las siguientes palabras salieron de él con voz atronadora.

- ¡¿Quién se atreve a irrespetar a las criaturas?! – exigió saber a todo el pueblo. – ¡¿Quién ha roto el sagrado contrato?!

El jefe, buscando ser valiente y liderar a su gente por el ejemplo, se puso de pie frente a este nuevo Pokémon y habló con estas palabras.

- ¡Yo soy el jefe de esta aldea, y sus acciones son mis acciones! ¡Conozco el origen de las Criaturas Mágicas y el ciclo de la muerte! No he hecho ningún juramento, y tampoco lo ha hecho nadie más, de desperdiciar huesos de esa manera. Usamos cada parte de su carne que podemos, ¿así que por qué no usar cada parte de su cuerpo? Con ellas creamos herramientas más fuertes, armas más durables, ¡y eso nos trae aun mayor prosperidad y protección! ¡¿Quién eres tú para pedirnos que vivamos en menor calidad por un ritual sin sentido alguno?!

- ¡¿Quién soy, preguntas?! ¡¿Quién soy?! ¡Soy un defensor de un juramento sagrado, uno que precede a la madre de la madre de la madre de tu madre! ¡Yo he sido testigo del flujo del tiempo y del surgimiento de tu especie! ¡No eres más que un miembro insignificante de una especie numerosa! ¡No tienes derecho a renegar de los juramentos a los que tu especie está atada desde el inicio de los tiempos!

- ¡Nos llamas numerosos, pero eso no nos hace débiles! ¡Nuestros cerebros son más grandes que los de cualquier otra forma de vida, incluida la tuya! ¡El Luxray no sabe qué hacer con los huesos más allá de dejarlos! ¡El Lucario no puede hacer fuego! ¡El Combee no puede plantar su propia comida! ¡Nuestra mente y nuestros números nos otorgan poderes más allá de los tuyos! ¡Nuestros números e inteligencia nos hacen más grandes que cualquier Bestia Mágica!

Si hubo una oportunidad de evitar una maldición, en este momento se había perdido. El Gran Pokémon que llegó a la aldea miró con furia a todos y cada uno de ellos.

- Si declaras que ser numerosos los vuelve poderosos, que así sea. Serán tan numerosos como cualquier cosa, ¡y se arrepentirán de ello! – Y así, el Pokémon desapareció en una luz cegadora, dejando a todos en la aldea sin idea alguna de qué esperar.

Solo fue tras una noche de sueño intranquilo que la maldición se volvió evidente.

El jefe despertó con unos gritos, y con una cara irritada. Salió corriendo hacia su aldea para ver qué habría pasado, y lo que estaba mal pronto se volvió claro.

Los brazos del herrero estaban despellejándose, su piel se caía para revelar escamas rojas en lugar de piel y cabello. La esposa del granjero tenía un par de bigotes parecidos a los de un Whiscash brotando de sus labios, y el jefe apenas pudo notar que él mismo también tenía un par de color amarillo en sus propios labios. Una aleta amarilla había reemplazado el cabello en la cabeza del molinero, que se había caído totalmente durante la noche.

- ¡¿Qué nos has hecho?! – Toda la aldea, que había sido afectada por cambios extraños, demandó saber esto del jefe.

- ¡Kar! ¡Kar! – Algunos solo podían emitir este sonido ahogado, como si sus gargantas estuvieran muriendo y apenas capaces de respirar aire.

El jefe era un hombre orgulloso, alguien que siempre creía tener la razón y que no había hecho nada malo. Sin embargo, tuvo que admitir que las cosas ya habían sobrepasado sus límites aquí. Que tenía que hacer algo para arreglar esto.

- ¡Escuchen, todos los que aun puedan pescar, salgan ahora! ¡Si atrapamos una Criatura Mágica y la honramos "apropiadamente" tal vez esto se detenga! – suplicó, y para su crédito, fue el primero en subir a un bote a tratar de atrapar algo.

Sin embargo, los mares habían quedado desiertos. No quedaba nada que atrapar, y los bosques estaban similarmente vacíos de nada a lo cual honrar. Pánico y miedo se esparcieron por toda la aldea, pues estaban atrapados en una situación a la cual no podían encontrar una solución.

- ¡Nos has condenado a todos! – dijo un aldeano, que no había cambiado tan claramente como los demás, sacudiendo al jefe con desesperación y furia. – ¡¿Qué nos has hecho...?!

El aldeano comenzó a toser violentamente, como si no pudiera respirar. Comenzó a agitarse violentamente, mientras su cuerpo empezaba a transformarse y a cambiar, Algunos podrían decir que estaba evolucionando, pero su cuerpo no tomó una forma de energía temporalmente al hacerlo. Todos podían ver lo que le estaba sucediendo, con absoluto terror.

El cuello del aldeano se expandió, fusionándose limpiamente con sus hombres como para no hacer distinción clara entre su cabeza y su cuerpo. Sus brazos y piernas se agitaban desesperadamente a la vez que se encogían haciéndose más anchas, reducidas a simples aletas. Por todo su cuerpo su piel se deshizo en muda, revelando unas escamas rojas en vez de carne suave. Fuera de su cara brotaron unos bigotes delgados. En total dolor y agonía el cuerpo comenzó a agitarse fuera de la cubierta donde había estado, cayendo en un salpicón al agua debajo. Todos los aldeanos solo podían ver con horror en lo que se había convertido este aldeano, antes que un Pokémon pez al que nunca habían visto saltara fuera del agua.

- ¡Magikarp! – dijo el nuevo Pokémon, al parecer totalmente ignorante de todos ellos. La nueva especie se hundió en las aguas, y luego comenzaron los gritos de nuevo. Cada aldeano que pudo salió corriendo alejándose de las aguas, esperando evitar un destino similar. Varios cayeron antes de lograrlo, atrapados en sus propias transformaciones. El jefe solo podía observar con horror cómo cambiaban, y en aun mayor horror cómo los aldeanos que estaban bajo su cargo regresaban. Jadeando por aire, atropellaron a sus contrapartes caídas para entrar al agua, desesperados por sobrevivir. Ningún humano volvió a salir de debajo de las olas.

Mientras un montón de formas rojas que se agitaban y salpicaban desesperadas intentaban meterse al agua desde la orilla, el jefe solo pudo observar lo que había hecho caer sobre los suyos con sus palabras y acciones, y en su desesperación solo pudo decir estas palabras.

- ¡Karp! ¡Karp! ¡Karp! – Chloe dijo esas últimas palabras fuera del modo historia, mientras varios de los niños más jóvenes gritaban de miedo. Un número considerable de los hermanos mayores también se veían algo agitados, y todos se habían quedado sin habla.

Acaso... ¿se le fue un poco la mano? Era un mito popular de Sinnoh sobre el porqué una tribu antigua de Sinnoh no comía carne de Magikarp, aunque algo mitologizado más allá...

Y entonces, hubo aplausos de nuevo, más intensos que los de cualquier otra historia, y Lita le dio un abrazo orgullosa.

- ¡En serio, Chloe, creo que hiciste que los menores se hicieran encima!

- ¿Hurra por mí? ¿Eso me hace ganar, o tendrán que castigarme? – Esa era una pregunta genuina luego que el hermano mayor Reve tuvo un momento de furia fría. ¿Acaso Belladonna iba a lastimarla? Er, no, le estaba dando un pulgar arriba.

- Pregúntame cuando contemos los votos primero... y tenemos todavía algunos más por delante. Pero estoy segura de que ganaras. Quién sabe, tal vez hasta tenemos a un futuro icono del terror entre nuestras filas.

Dado el roster y el conteo, eso era enteramente posible.

...

- Y la ganadora por goleada es... ¡Chloe Cerise!

Le llevó un segundo completo registrarlo, antes de que Chloe comenzara a parpadear mientras todos la vitoreaban.

- Yo... ¡¿Yo gané?!

- ¡Sí, lo hiciste! Las únicas personas que no votaron por ti probablemente se espantaron demasiado con tu historia. – Lita le dio un codazo cariñosamente, empujándola a que diera un paso al frente para que todos la vieran y pudieran alabarla.

- ¿Cuál es su premio? – preguntó uno de los participantes más jóvenes.

- Pues qué gana... ¿hay algo que quieras, Chloe? – preguntó Ash.

- ¿Derechos de presumir? – Chloe no estaba totalmente segura de qué, si acaso había algo, podría pedir de manera apropiada.

- Quiero decir aparte de eso.

Todos los presentes se quedaron mirándose entre ti, con interés genuino por discutir un premio.

- Está en el personal de cocina de mi mamá, ¿qué tal si todos cocinamos algo para ella? – sugirió Ash.

- Estoy segura que el Pokédex lo grabó todo, así que tal vez debería tener una copia para ella misma, aunque la idea de cocinar suena bien. – añadió Serena.

- Creo que ya tuvo suficiente comida a su alrededor desde hace tiempo, quizás deberíamos darle otra cosa. – sugirió Celesta.

- No será dinero, ¿verdad? – preguntó uno de diez años que todavía no había participado con algo de preocupación, quizás preguntándose si tendría algo para ofrecer.

- ¿Tal vez puedas pedirles que modelen para un calendario de trajes de baño solo para ti? – le susurró Lita como sugerencia. Chloe rápidamente la calló. ¡No fuera que luego por alguna razón lo consideraran! – O, si realmente quieres tener oportunidad con algún chico...

¡Que no fuera a decir subasta de solteros!

- ¡Entendido! Chloe, tu premio es...

Esta historia continuará...

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