En este mundo, todo proviene del Helix. Toda la vida pertenece al Helix, y viven sus vidas bajo las órdenes y ritmo del Helix. Ese es el evangelio, la verdad de nuestro mundo.

Porque ha habido muchas religiones que no siguen la verdad del Helix, sino que eran creaciones del Domed, la encarnación de la falsedad y la distorsión, el heraldo del caos y esparcidor de mentiras. El Domed no es de fiar, pues fue él quien previno la iluminación de muchos hijos leales del Helix, condenándolos bajo ninguna culpa excepto la suya propia.

Pero eso no es más que una simplificación de la maravillosa y correcta historia que es la que se pasa de generación entre nuestros justos, los únicos herederos del paraíso del Helix, los perfectos y únicos guardianes de la verdad, listos para iluminar las mentes corruptas y envenenadas por los mitos del Domed, o como la falsa deidad equina conocida como "Arceus" ha sido declarada de haber forjado el tiempo, el espacio y todo lo conocido de la nada. Pero en serio, ¿cómo pudo semejante milagro ser posible si Arceus, el Pokémon Alpha, el Falso Creador, no hubiese sido bendecido por el Helix, fuente de vida y luz que guía nuestros pasos? Así, para los Seguidores del Equino que dicen lo contrario, el Helix es la verdadera fuente de todo, y cualquier argumento que lo contradiga es una perversión de la verdad. No existe argumento opuesto que se pueda considerar como verdad, pues el Helix es la verdad en sí misma, y todo lo que no es verdad es Anti-Helix, así que no puede ser verdad. Ese hecho es incuestionable.

Habiendo ya establecido la necesaria y verdadera información de que el Helix es infalible y honesto, es tiempo de explicar los mitos detrás de él, la historia heroica de cómo el Helix llegó a nuestro mundo a bendecirlo y darnos a las criaturas inferiores una iluminación, descendiendo al nivel de un simple y mortal Pokémon para mostrarnos el significado del verdadero sufrimiento y el honor, así permitiéndoles a los seguidores del Helix dispersar la telaraña de mentiras que el Domed utiliza para nublar nuestras mentes con la falsedad de sus enseñanzas, lo que le permitió al Falso Creador ser adorado sin ninguna consecuencia.

Como verán, aunque el Helix en la fuente de todo, y perfecto en todo sentido, la meta que guiará al mundo hacia un mejor mañana y el único salvador contra la oscuridad del Equino y el Domed, también es inalcanzable, demasiado alto y perfecto para la comprensión de nuestras mentes inferiores y pecaminosas, así que lo aceptamos como nuestro guía. Así, el Helix, en su amabilidad y magnificencia, decidió descender a nosotros en muchas formas, todas marcadas por el Helix para ayudarnos a entender su grandeza.

Pero una forma que asumió en particular brilló intensamente por encima del resto, y el símbolo más importante de su eterna obra de pureza y bondad para permitirnos entender por qué es él y no el Equino que gobierna sobre nada más que heces, el verdadero guía para todos nosotros. Ese símbolo es el Pokémon que los no creyentes llaman "Omanyte" y su evolución "Omastar", que se consideran simples Pokémon extintos, pero son mucho más. Pues como verán, aunque el Helix decidió reencarnar en la piel de un Pokémon inferior, lo hizo como un Pokémon parte tipo Agua, el elemento de la vida misma, portador de cosas buenas pero también una fuerza terrible, una perfecta metáfora de lo que el Helix es capaz de hacer en su agenda por justicia.

Este recipiente del Helix tomó el nombre de Lord Helix, y aunque los de su especie se han extinto, tal vez como una advertencia de que no podrá guiarnos al camino de la gloria y los cielos por todo nuestro tiempo en el velo mortal, ha inspirado a muchos otros en la batalla con las fuerzas malignas del Domed, el adversario del Helix ejemplificado por las especies "Kabuto" y "Kabutops", la completa antítesis de la anarquía y la libertad que representa el Helix. Ambos han luchado uno contra el otro de muchas formas, tomando muchos avatares a través de las eras, siendo los más famosos el Lord de los Cielos Libres, el Pidgeot Mesías, Campeón de Todos y Salvador de las Almas Perdidas, y su opuesto el Flareon Hereje, el Falso Amigo y Profeta, Sirviente del Domed, Aliado del Equino y Tentador de los Mareeps Inocentes. Sus batallas han dado forma al mundo entero, ya sea por simple interferencia, en el trasfondo, o tomando un rol activo. Las agendas del Helix y el Domed trabajan de maneras misteriosas, y sin nuestro conocimiento completo, no podemos decir que sabemos cuál es su gran plan. Pero si el Helix no es nada sino verdad y bondad, ¿por qué deberíamos dudar de sus acciones? Las ansias del Domed en busca de obtener control y orden podrían sonar atractivas, pero no son sino mentiras del Anti-Helix para traicionar la libertad que nos han prometido.

Pero al final, una constante sí ha permanecido a través de todas estas peleas en la historia de nuestro mundo: sin importar cuánto lo haya intentado el Domed, sin importar cuántas victorias pequeñas el Flareon Hereje haya logrado sobre el Pidgeot Mesías, sin importar cuántas veces el Farfetch'd Heroico, el Devoto Charmeleon y muchos otros avatares del Helix perecieron en la eterna lucha contra el Domed, el Helix siempre ha prevalecido al final. Así, sin importar lo oscura que sea la noche, lo atrayentes que parezcan el orden y el control por encima de incertidumbre de la anarquía y la libertad, la luz del Helix siempre encontrará una forma de prevalecer y darle esperanza a quienes la busquen, pues ese es, a diferencia del Equino que pretende ser más, el verdadero gobernante de los cielos.

¡Alabado sea Lord Helix! ¡Que nos ilumine a todos en el camino a un mañana mejor!

...

- Y esta, amigos míos, es la razón del por qué el Helixismo es la mejor religión de todas. – El devoto Helixiano cerró su libro y se ajustó las gafas mientras sonreía a todos frente a él. – ¿Los he convencido de nuestra verdad y justicia?

El hombre encontró que toda la multitud de niños interesados que había reunido al principio de su sermón se había ido a mitad de ella, y habían dejado sus panfletos pisoteados en el suelo para rematar. Suspiró, cerrando las Sagradas Escrituras del Helix y agarrándose la frente. Sin embargo, igual de rápido apretó sus puños y adoptó una expresión de determinación.

- Bueno, eso no importa. Seguiré esparciendo la palabra de Lord Helix y ayudando a la gente en el nombre de la anarquía y libertad tanto como pueda. ¡Esto me ayudará a salvar a tanta gente como sea posible! – El hombre rápidamente recogió sus cosas y se dirigió a otra parte. – ¡No os decepcionaré, Lord Helix!

Y se fue, sin notar el desastre de pixeles giratorios que lo observaba desde hacía como media hora. La abominación se retorció de rabia, en su más cercana aproximación de un suspiro de fastidio.

Luego de que ese maldito Omanyte y esos otros Pokémon frustraron sus intentos de plagar a los humanos para hacerlos iniciar un culto que lo adorase a él, terminaron adorándolos A ELLOS en su lugar. Y sin importar cuántas veces intentaba que los hicieran adorar a la entidad correcta, siempre se iban a seguir a "los buenos". Era irritante que los humanos no siguieran sus enseñanzas como debía ser.

MissingNo gruñó y abandonó ese plano de la existencia poco después. Esa era la última vez que confiaba en la humanidad para que hiciera algo bien, definitivamente.

FIN.