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Y entonces fueron tres


En el rancho del Profesor Oak, alrededor del tiempo del capítulo anterior...

El Profesor Oak había visto muchas cosas interesantes en su tiempo. Había visto los cambios en la cultura del mundo, guerras legendarias tan terroríficas que Oak rezaba a los dioses del tiempo y del espacio que nunca más volvieran a suceder, el nacimiento de su hijo de y de su nieto, y también haberse vuelto respetablemente famoso e importante. También, ocasionalmente había visto a los miembros del Alto Mando de Kanto cuando se pasaban de copas. Y eso lo aterrorizaba más que las guerras. Una Agatha borracha era... espeluznante. El Profesor sintió un respingo al revivir un particularmente perturbador recuerdo, de su último encuentro con ella.

Sin embargo, en aquel momento una Bola Sanadora de repente fue teletransportada a su laboratorio, y según el rastreador, fue desde unos cuantos miles de metros sobre el nivel del mar, encima de una pradera boscosa. Eso era algo nuevo para él. Recogiendo la esfera, Oak de pronto tuvo una extraña sensación de intranquilidad.

- Por favor que este sea un tipo Volador que de algún modo Ash consiguió capturar en el aire a pesar de no tener un Pidgeot o un Charizard... – murmuró para sí mismo, abriendo la bola, soltando un estallido de luz que tomó la forma de...

- ¿Goomy?

Un pequeño dragón babosa, nativo de los pantanos kalosianos, y definitivamente no de los cielos kantoanos. El Profesor Oak miró al más débil de los Pokémon tipo Dragones, según se decía, temblando en el escritorio donde había aterrizado.

- ¿Acaso quiero saberlo? – le preguntó el Profesor al Pokémon. El tipo Dragón sacudió su cabeza... o masa... corporal, rápidamente. – Lo que sea que haya pasado, ¿le sacaría canas a la madre de Ash a los 33?

- ¿Goo?

Momento, ¿por qué le estaba preguntando a un Pokémon sin pelo en el cuerpo sobre sacar canas? Oh, por Arceus, se estaba poniendo viejo.

- No importa... solo haré de cuenta que te capturó normalmente, y no haré preguntas de cómo terminaste en el cielo, mucho menos cómo hizo Ash para estar en ese mismo lugar al momento de capturarte. Nop, nada, nones, eso no va a pasar.

Cargando al pequeño dragón babosa en sus brazos (y disfrutando lo blandito que se sentía), se fue a la sala. Al llegar, el Profesor parpadeó de sorpresa al ver que él y Goomy no estaban solos. Y no porque el Bulbasaur de Ash estaba muy comodín en su sofá. No, era la persona que estaba acariciando a Bulbasaur que lo sorprendió con su visita.

- ¡Buenos días, Sam! – lo saludó Delia Ketchum, con su usual alegre disposición.

- Delia, qué bueno verte. – dijo el Profesor, disimulando la sorpresa. – Um... ¿qué haces en mi laboratorio?

- Dejaste la puerta abierta.

El Profesor masculló algo acerca de sus malos hábitos, antes de tomar asiento y dejar a Goomy en la mesita entre los dos sillones. Bulbasaur desde su lugar en el sofá, le echó un ojo al recién llegado con curiosidad.

- ¿Bulba?

- Goo.

- ¡¿Bulba?!

- Bueno, imagino que habrás venido a preguntar cómo le está yendo a Ash. – dijo el profesor. – Justo ahora, atrapó a este Goomy y...

- ¿Oh, este pequeñín es de Ash? – Delia miró al pequeño dragón, y este se sobresaltó un poquito; al parecer le daban nervios que la mujer se quedara mirándolo. – ¿Qué es exactamente? Me recuerda un poco a un Grimer.

- De hecho, es un Pokémon de tipo Dragón nativo de la región de Kalos. No sé exactamente cómo fue que Ash lo atrapó, pero puede evolucionar en un Pokémon muy poderoso llamado Goodra. Como sea, espero que Ash no atrape un Grimer, o peor todavía a un Muk. Huelen horrible y pueden ser muy encimosos.

- Un dragón, ¿eh? – Delia tocó con la punta del dedo a Goomy con curiosidad, y este chilló y tembló. Su forma gelatinosa hacía que le costara creerlo. – No tiene mucho aspecto de tipo Dragón que digamos.

- Lo mismo se podría decir de un Dratini, pero ambos sabemos que sí lo es. Como sea...

- ¿Disculpe, Profesor Oak? – En aquel momento, fue interrumpido por un sujeto de traje, y con maletín en mano que ingresó también a la sala. – Espero que no le moleste, su puerta estaba abierta...

- Oh, por todos los... – El Profesor tuvo que frenarse antes de decir algo grosero. En serio tenía que dejar esa costumbre de dejar la puerta frontal abierta. Cualquiera podría venir a meterse en su casa sin ser invitado cuando quisiera. Y al ver al recién llegado, tuvo además un mal presentimiento. – No es un agente del gobierno, ¿verdad?

- ¿Tengo aspecto de recaudador de impuestos? – El hombre pareció ofendido por el comentario.

- A decir verdad sí. – admitió Delia.

- Bulba. – El Pokémon semilla asintió estando de acuerdo.

- ¿Goo? – Goomy, por su parte parecía totalmente ignorante de lo que era un recaudador de impuestos. Oh, qué envidiable pequeña criatura gelatinosa.

- Bueno, para que conste, no lo soy. Permítame presentarme, soy un ejecutivo de televisión, y represento a Pokémon TV...

- Eso es peor. – dijo Delia. El ejecutivo por poco se va de espaldas por el comentario de la mujer.

- *Ejem*, como estaba diciendo, represento a Pokémon TV, la red de televisión con los derechos exclusivos para los torneos, concursos, festivales, exhibiciones y demás competencias Pokémon oficiales.

Oak rodó los ojos, pues siempre tenía en mente los contratos que esta compañía hacía. Contratos de negocios que de algún modo siempre sobrevivían a las inspecciones gubernamentales a pesar de las muchas quejas y rabia de parte de otras redes de televisión como Vulpix News y los canales deportivos. Había montones de teorías de conspiración alrededor del grupo, y ninguna de ellas era nada bueno.

- He venido a usted ya que la compañía ha expresado deseos de seguir de cerca el progreso de nuevos potenciales retadores para la Liga Pokémon que muestren un rápido progreso. Se me dijo que ustedes son los guardianes legales de Gary Oak y Ash Ketchum, ¿estoy en lo correcto? – señaló a Oak y a Delia al decir esto.

- Sí... – dijo Delia, sintiéndose de pronto algo nerviosa, mientras Oak fruncía el cejo y asentía con desgano. Ya podía ver por dónde iba esto.

- Los dos están mostrando un progreso realmente impresionante en sus desafíos a la liga. – prosiguió el ejecutivo. – Gary Oak recientemente ganó su cuarta medalla en tiempo récord, y de Ash recibimos una excelente recomendación de parte del mismísimo Teniente Surge. Podemos ver que a los dos les espera un futuro brillante, y deseamos que el mundo entero pueda verlos brillar. En resumen, lo único que les pedimos es permiso legal, de ustedes que son sus guardianes, para ponerlos a ambos en nuestro programa de Reseñas de Batallas de Gimnasio, y los derechos de toda la información de su experiencia durante sus desafíos en torneos y en la Liga Pokémon.

La sala se quedó en total silencio por varios minutos. Los dos guardianes y el Pokémon semilla por igual parecían tomarse su tiempo para evaluar al ejecutivo; mientras que Goomy solo veía todo en total confusión, sin tener la menor idea de lo que pasaba.

- Ya veo, lo que quieren es tener un ojo sobre ellos en caso de que alguno se convierta en campeón, y con eso tener otro programa de documentales para disparar los ratings, como lo hicieron con Cynthia. – concluyó Oak. El ejecutivo pareció decepcionado.

- Dicho de esa manera me hace sonar como un villano. – replicó el ejecutivo, ligeramente ofendido.

- Bueno, dígame si lo que está haciendo no es comprar cientos de contratos exclusivos con la meta de encontrar ese boleto dorado, ¿me equivoco?

- Exactamente. No es ilegal, solo es capitalista. – señaló el ejecutivo. – ¿Y qué joven no sueña con estar en la red más grande, justo antes del horario estelar? Cielos, con la Liga Índigo actualmente programada para empezar entre los torneos de Ever Grande y el Valle Lily, ¡podrían hasta llegar al mismo horario estelar!

Las Ligas Pokémon regionales operaban en un calendario rotativo, con un período de respiro entre cada una. Las Conferencias de Índigo, Ever Grande, el Valle Lily y el resto de los torneos estaban programados para que no coincidieran entre ellos o con otros eventos importantes como el Gran Festival y la Exhibición Pokémon de Clase Maestra. Esto les daba a los entrenadores la oportunidad de descansar, y prepararse para el próximo torneo o registrarse directamente si tenían ya la aprobación para hacerlo. Era muy efectivo, si bien algo sobreabundante. Pero buena suerte tratando de decirle a una Liga Pokémon que se clausure para que el año esté menos ocupado. El nacionalismo a veces podía ser muy agobiante.

- No lo sé... – dijo Delia, dudosa.

La madre de Ash parecía estar inclinándose a aceptar, especialmente por el comentario de los sueños de un joven, pues ella había sabido por años cuál era el de su hijo. Sin embargo, el Profesor no quería dejarse convencer tan fácilmente. ¡Tenía resistencia contra ataques de tipo corporativo!

- ¿Les mencioné ya la generosa compensación monetaria? El entrenador y su guardián legal podrán ganar cada uno un 1% del dinero que se genere por su tiempo en pantalla.

1% de ganancia por al menos una batalla en un torneo semi-importante. Maldijo entre dientes sus limitados fondos del gobierno. Ataques de tipo monetario: superefectivos contra él. Bueno, dentro de ciertos límites, por supuesto. De ningún modo iba a vender a un ser vivo, o algo que fuese parte de un ser vivo o algo por el estilo.

- De acuerdo. – aceptó con resignación.

Oak estaba seguro de que a Gary no le molestaría para nada tener un contrato de televisión para ganarse un buen dinero y mucha atención, aunque el lado era la posibilidad de que esto inflara todavía más el ya de por sí enorme ego de su nieto. En cuanto a Ash, viendo que Delia no tardó mucho en firmar también el acuerdo, ¿acaso lo notaría?

(--0--)

Al día siguiente...

Al despertar en su "tienda", como llamaba a su base secreta que antes era un árbol, Misty se estiró para desperezarse de su fatiga mañanera, mientras recordaba todo lo raro que fue el día de ayer... particularmente después de que vio cómo Ash cayó del cielo. Y el hecho de que descubrió que, de algún modo cuando escapaba como loca del enjambre de Beedrills, encontró un atajo para no tener que pasar por el Túnel de Roca fue solo la punta del iceberg. Mientras regresaban para recoger sus cosas, pensó que tal vez podrían haber hecho una fortuna marcando ese sendero y vendiendo su ubicación a otros viajeros. Quizás el Pokédex lo hubiera hecho ya por su cuenta, con todo lo que era capaz de hacer no le extrañaría.

Como fuera, todo lo extraño parecía estar centrado en la chica salvaje que intentó asesinarla, justo cuando logró escapar de los Beedrills para tener la mala suerte de toparse con su Pokémon herido, lo que llevó a un terrible malentendido. Su nombre era Iris. Y era muy...

...

- ¡¿Quién eres?! ¡¿Cómo escapaste de esa malvada Cazadora J?! ¡¿Dónde está mi familia?! ¡¿Y por qué no quiero sacarte la respuesta a punta de garras?!

...

Agresiva. De nuevo, el que se pusiera a estrujar a Ash por el cuello de la camisa violentamente y que casi se lanza a rajarle la cara cuando la encontró tendría que ser un buen indicio de eso.

Cuando se calmaron, finalmente pudieron relatar la historia. Aparentemente Ash fue secuestrado por una Cazadora Pokémon que se hacía llamar simplemente J (tal vez para ella los nombres como Jessie, Jenny, o Janice no sonaban lo suficientemente amenazadores), que antes se había llevado a la familia de Dragonites que criaron a Iris. Ash había intentado rescatar a los Dragonites, pero solo pudo salvar a un Pokémon llamado Goomy, y una explosión lo hizo volar fuera de la fortaleza aérea de J, lo que explicaba por qué literalmente cayó desde el cielo.

Iris, por su parte, no tomó nada bien lo que le pasó a su familia.

...

Con los ojos entrecerrados de furia, se disponía a irse en la dirección en la cual Misty, hasta donde pudo ver, le dijo que se habría ido la nave de la Cazadora J, determinada a no dejarla escapar.

- Si yo fuera tú no haría eso.

Ash, que en este momento ya había recuperado su Pokédex, retrocedió ligeramente cuando Iris se dio la vuelta y miró con ojos asesinos al ahora descubierto "espíritu del árbol". Parecía ponerla muy intranquila. De nuevo, ¿qué podría saber una chica que fue criada por dragones voladores sobre los Pokédex y sus personalidades sarcásticas? Y si lo pensaba ahora, ¿cómo era que Iris podía hablar el lenguaje humano? Esa sería una pregunta para otra ocasión, dadas las circunstancias.

- ¿Y por qué no, pedazo de metal brillante que habla? – le espetó la chica pelimorada.

- ¿Metal brillante? Tengo un programa de tutoría en insultos, si estás interesada en burlarte de mí después.

Misty honestamente no tenía idea de si el Pokédex estaba bromeando o no, y todo el tiempo Ash se ponía cada vez más intranquilo mientras la chica salvaje y la inteligencia artificial seguían intercambiando miradas asesinas. Bueno, o sería así si el Pokédex tuviese ojos con los cuales mirarla de vuelta.

- Sin embargo, basándonos en los comentarios de mi entrenador, puedo ver los posibles escenarios que resultarían de que persigas a esta Cazadora J. Hay dos resultados generales: o fallarás en encontrarla y te quedarás vagando totalmente sola y miserable, o si la encuentras, recibirás una horrible paliza, y terminarás potencialmente brutalizada, mutilada y en el peor de los casos, asesinada.

- ¡Claro que no! – gruñó Iris furiosa, volviendo a hacer aparecer energía verde en sus manos.

- ¡Axew! – chilló su "hermanito" estando de acuerdo.

Misty después supo que Axew en realidad había sido una cría de una Dragonite hembra que había cuidado a Iris (el padre fue aparentemente un Haxorus), y entonces el Pokédex sacó a colación un comentario acerca de que los Dragonites tenían unas normas muy... laxas con respecto a su sexualidad, que solo podrían ser descritas como "no existentes" para no exagerar, lo cual Misty preferiría no haber sabido en primer lugar. Su Excadrill y la ahora resucitada Emolga asintieron estando de acuerdo con ella.

- La Cazadora Pokémon J no se ganó su infamia actual por ser una debilucha, como cierto trío molesto. Posee tecnología de punta, su Salamence puede pelear batallas al nivel del alto mando, y su Drapion y Ariados podrían derrotar a líderes de gimnasio al nivel de Erika y Valerie. No puedes derrotarla.

- A diferencia de los humanos ordinarios, ¡yo tengo algunos trucos que ellos no! – De nuevo manifestó sus Garras de Dragón de verde brillante.

- Demuéstrame que me equivoco: derrota al Charmeleon de Ash con tu Excadrill. Si puedes hacer eso, tal vez tengas una ínfima posibilidad.

- ¡Hey! ¡¿Y a mí por qué me metes en esto?! – protestó Ash.

- Fuera de permitirme comandar a dicho Charmeleon, no hace falta que te involucres. ¡Yo pelearé con la chica!

- No puedes... – Ash de pronto se sentía indignado ante la idea de dejar que su Pokédex comandara a su Pokémon.

- ¡Como quieras, pedazo de basura artificial y crimen contra la naturaleza! ¡Acepto tu reto!

El Pokédex podía hacer lo que le diera la gana, al parecer. Y eso incluía convencer a Ash para que le dejara dirigir a Charmeleon y pelear contra el Excadrill de Iris. Dato curioso número uno: Excadrill es en parte tipo Acero. Dato curioso número dos: El Fuego es superefectivo contra el tipo Acero.

El resultado, al final de la pelea Charmeleon estaba jadeando exhausto, pero Excadrill yacía en el suelo derrotado. Iris estaba furiosa, y al mismo tiempo se veía devastada.

- Te lo dije. – dijo secamente el Pokédex. – No eres lo bastante fuerte. Incluso si pudieras enfrentarte al Salamence, eso no incluye los factores del Ariados, el Drapion, tecnología que tú y la mayoría de la gente jamás podría entender, y la dificultad obvia de rastrear a una aeronave de guerra invisible.

- Sí... puedo... tengo que... tú no sabes nada... – Su voz empezó a quebrarse mientras sus ojos se llenaron de lágrimas, hasta que ya no pudo más.

Y en ese instante, la chica cayó de rodillas al suelo, llorando a mares desconsoladamente. Su Axew y Emolga rápidamente se fueron hacia ella para tratar de consolarla. El cuerpo de Iris temblaba mientras no paraba de gemir de desesperación. Lo único que quería era recuperar a su familia, pero con esto, todas sus esperanzas se derrumbaron en un instante. No quedaba más que una sombra de esa chica feroz y llena de confianza, cuyas lágrimas ahora goteaban sin parar en el suelo.

A pesar de lo que pasó antes, Misty se sintió realmente mal por ver a la chica derrumbarse de este modo, por no estar lista, o no tener la fuerza para salvar a sus seres queridos. Y al mismo tiempo le hizo darse cuenta de algo más: lo que esta chica, Iris, estaba experimentando en este momento... Misty no podría comprenderlo.

Ella jamás se había llevado bien con su familia. Ella probablemente... no, DEFINITIVAMENTE, no se sentiría de este modo si algo les sucediera. Tal vez hasta... se alegraría, si algún supervillano malvado se los hubiera llevado lejos, dejándola sola, y libre. Hasta podría haberse quedado el gimnasio para ella, lo que hubiera sido un sueño hecho realidad. El hecho de que si ella estuviera en la misma situación que Iris no estaría llorando, sino celebrando...

Toda esa revelación hizo que Misty se sintiera muy tensa consigo misma, combinado además con el hecho de que realmente y con toda sinceridad sentía pena por la pobre chica, aunque hacía menos de una hora que trató de arrancarle la cara con sus garras y freírla con un roedor eléctrico.

Pero fue en ese instante, que alguien más decidió intervenir. Ash. El entrenador de Pueblo Paleta había permanecido en silencio hasta ese momento, fuera de estar discutiendo con su Pokédex. Claramente, él también se había sentido afectado al ver a iris derrumbarse frente a él de ese modo, pero con él parecía más del tipo "esta chica está llorando por una situación horrible, y no puedo hacer nada para ayudarla" en lugar de "maldición, mataría por estar en el mismo escenario que esta chica, y me siento horrible por pensar así". Y había algo más, que Misty solo podía describir como una especie de alegría oculta de parte de Ash, solo por ver a esta chica viva. ¿Era simplemente que apreciaba el valor de la vida, o tuvo algo que ver con haber sobrevivido a caer del cielo de esa manera? Era un tren de pensamiento interesante.

Como fuera, se arrodilló para hablarle cara a cara a la chica destrozada.

- Oye, si no eres lo bastante fuerte ahora, hay formas para volverse más fuerte.

La chica dejó de gemir mientras lloraba cuando lo escuchó decir esto. Pero al levantar la mirada para ver a Ash, todavía tenía los ojos anegados de lágrimas, sus hombros todavía temblaban y respiraba con dificultad.

- Soy un entrenador que tiene como meta entrar a la Liga Pokémon y ganar. Pero para llegar allí, tengo que ganar medallas de gimnasio, para probar que estoy listo. – Le mostró el interior de su chaleco, revelando sus tres medallas. – En este momento, J me supera por completo, pero si puedo probar mi valía y gano mis ocho medallas, entonces en teoría, mis Pokémon deberían ser lo bastante fuertes para luchar contra los Pokémon tipo Veneno de J. Y si lo hago bien en la liga, deberían tener la fuerza para pelear contra su Salamence.

Misty notó además que convenientemente estaba ocultando el hecho de que, técnicamente, sus medallas actuales valían por diez, pero no dijo nada. Tal vez era mejor así.

- Para llegar allí, mis Pokémon y yo tendremos que hacer mucho entrenamiento. Tenemos que volvernos más fuertes, y la mejor forma de hacerlo es con compañeros de entrenamiento. – Le extendió la mano a Iris, quien en este punto lo veía con ojos enormes, y de algún modo sus lágrimas se habían detenido. – Si vienes con nosotros, y entrenamos juntos, podrás volverte más fuerte. Algún día serás lo suficientemente fuerte para derrotar a la Cazadora J, y salvar a tu familia. ¿Qué me dices, quieres que nos hagamos más fuertes juntos?

Ella se quedó mirando fijamente la mano. Todavía se sentía devastada, pero de algún modo, una pequeña chispa de esperanza retornó a sus ojos. Con determinación, sujetó la mano de él con un fuerte agarre.

...

Y con eso, su pequeño grupo pasó a ser de tres personas.

Misty seguía preguntándose si debería estar molesta con Ash por invitar a Iris a que los acompañara sin pedirle permiso a ella primero. Después de todo, no a muchos les agradaría la idea de viajar con alguien que había intentado arrancarte la cara. Sin embargo, ese gesto suyo fue tan sincero, amable y noble, que Misty no tenía el corazón para enfadarse con él. Tal vez hasta pudiese encontrar algo en común con Iris, si le daba el suficiente tiempo.

Después de vestirse y de reflexionar en los eventos de ayer, Misty salió de su pequeño refugio, para encontrarse con Iris. La chica morena estaba bostezando, y estirándose como si acabara de despertarse. Fue entonces que notó a Misty, como preguntándose por qué ella la miraba raro.

- Buenos días, Misty. – la saludó.

- Iris... – La voz de Misty sonaba muy, muy intranquila. – ¿Se puede saber... por qué estás desnuda?

Iris la miró como si le hubiese preguntado por qué la gente se tapa la nariz cuando está cerca de un basurero.

- Porque hoy hará calor. ¿Qué sentido tiene llevar ropa si no va a hacer frío? El otro día solo la llevaba porque estábamos volando en el cielo, y allá siempre está frío.

La última parte la dijo como si fuera conocimiento general (y lo era), y que hacer una pregunta como esa la hacía quedar como tonta (cosa que a Misty no le agradó). Una parte distante y racional de la pelirroja de pronto se preguntó por qué le perturbaba tanto la idea de que Ash fuese a ver a otra chica desnuda, pero rápidamente se superpuso la parte obvia de que no quería que Ash fuese a encontrarla en ese momento por decencia básica.

Psyduck por supuesto tenía que hacer sus acotaciones de la variedad "excepto yo", pero Misty decidió ignorarlo, mientras comenzaba a explicarle a Iris la lógica normal detrás de usar ropa.

(--0--)

Cuartel General del Equipo Rocket...

- Nuestra recomendación oficial es que el Equipo Rocket no se involucre directamente con ninguna de las pandillas Kaz o Yaz. Los dos grupos no son más que rufianes incompetentes que solo servirían como carne de cañón. Cassidy cree que lo mejor que podemos hacer es mantener cierto nivel de contacto con las dos pandillas, pueden servir para reclutar soldados en caso de que haya un conflicto con un grupo rival como los Equipos Galactic o Dim Sun.

El dueto conformado del peliazul Butch y la rubia Cassidy les daba el reporte en persona. Los dos tenían aspecto de no haber dormido en semanas, de que los golpearon detrás de la cabeza con objetos contundentes, y que les hacía falta una buena ducha. Por supuesto, dado que fueron asignados a un trabajo en Ciudad Obscura con las pandillas locales para evaluar el terreno, ese seguramente sería el caso. Después de su fracaso durante la operación en Hop-Hop-Hop, castigarlos mandándolos a lidiar con aquellos idiotas violentos durante una semana entera fue muy... refrescante.

- Muy bien, ya los dos pueden irse. Vayan a las duchas primero, que apestan a desodorante barato, sake, y... – La nariz del jefe del Equipo Rocket de pronto se sintió intranquila. – ¿Kétchup expirado?

- Por favor no pregunte. – masculló Butch, desviando la mirada tanto de su compañera como de su jefe. Giovanni decidió no presionar de más.

- Como sea, asegúrense de estar limpios y quitarse ese olor cuando los llame para su siguiente misión.

Y con eso, el jefe criminal volvió a encontrarse a solas en su oficina, a excepción de su Persian. Sin más que hacer excepto revisar los detalles misceláneos obtenidos de su última operación, mayormente un gran éxito. Las imágenes holográficas cambiaban en rápida sucesión frente a él. Un reporte sobre un reciente avistamiento de la Cazadora Pokémon J. La clausura del Gimnasio Cerulean, y la misteriosa desaparición de las tres hermanas que antes eran sus líderes. Una foto tomada durante la operación en Hop-Hop-Hop.

Esta última atrajo la atención de Giovanni, ya que mostraba a una mujer con su hijo. La mujer tenía el aspecto de la típica ama de casa con pelo castaño a mitad de sus treinta, pero el niño... aparentaba unos doce años, y se parecía bastante al muchacho que Jessie, James, y Meowth estaban siguiendo, casi podía pasar por su hermanito menor. Qué interesante...

(--0--)

Más tarde, al sur del Túnel de Roca...

Ash se sentía feliz. ¿Por qué iba a estarlo, podría alguien preguntar? Después de todo, lo acababan de secuestrar y escapó de pura chiripa. La respuesta era muy sencilla. Una de sus amigas, quien creyó que estaba muerta porque la realidad no se restauró del todo bien, estaba viva después de todo. ¿Y a quién le importaba si olía como si nunca hubiera oído hablar de desodorante? Iris estaba viva, y eso era maravilloso. ¿Y qué mejor para celebrarlo que algo de entrenamiento especial?

Eso, y que cuando se levantó aquella mañana, creyó escuchar a Iris y Misty teniendo una discusión acerca de ropa en la distancia, y pensó que sería mejor darles espacio. Así estuviera feliz, no tenía ganas de tentar a su suerte metiéndose en una discusión entre sus dos compañeras de viaje más... temperamentales y violentas. Lo más raro de todo, Iris no parecía ser una amante de la moda, en ninguna de las dos líneas temporales.

- ¡Muy bien chicos, salgan ya!

Lanzando cuatro Pokébolas al aire, pronto se unieron a Pikachu el grupo formado por Butterfree, Squirtle, Aipom, y Pidgeotto. Ahora, para quien pudiera preguntarse por qué solo cuatro Pokébolas, la respuesta era muy sencilla. Había decidido mandar a Charmeleon con el Profesor Oak para un descanso... está bien, tal vez no un descanso. Conociéndolo, podría estar haciendo malabares con Geodudes o algo así en este momento. Como fuera, quería llamar para entrenar a otros de sus Pokémon personalmente por un tiempo, particularmente al más nuevo de ellos. Pues la quinta Pokébola en su mano, ni siquiera era Pokébola.

- ¡Sal, Goomy! – Arrojó la Bola Sanadora, que liberó en un estallido de luz a la pequeña criatura babosa a la que salvó durante esa caída libre.

- ¡Goo! – lo saludó. Ash se dio cuenta de que no podía entenderlo. Obviamente necesitaría tiempo para poder hacerlo con un Pokémon al que no había atrapado antes.

- De acuerdo, Dexter, haz lo tuyo. – Ash apuntó con el dispositivo a Goomy, y empezó a pitar.

- Goomy, el Pokémon molusco. Un tipo Dragón nativo de la región de Kalos, Goomy suele vivir en tierras húmedas y pantanosas. Se le considera el más débil de los Pokémon tipo Dragones, aunque muchos kalosianos argumentan que Noibat, también de tipo Dragón, es más débil. Este Goomy es macho, conoce los movimientos Venganza y Danza de Lluvia, posee la habilidad Hidratación, y tiene un ranking de una de tres estrellas en la evaluación del DexNav.

Ash, al no tener idea de lo que quería decir la última parte, se enfocó en las partes que pudo entender. ¿Un Pokémon de la región Kalos? Por un momento, Ash se preguntó si tal vez, si Cyrus no hubiese arruinado las cosas, podría haber conocido a este Goomy. ¿Cómo habría sido? Pero en cuanto a sus ataques, Venganza y Danza de Lluvia...

Ahora, Ash estaba dispuesto a trabajar con cualquier Pokémon que terminara bajo su cuidado: habiendo entrenado tortugas, pájaros, crustáceos, monos e insectos de todas clases. Sin embargo, él siempre había sido y sería de corazón una persona del tipo "ataca primero y con fuerza para defender", y no tener movimientos ofensivos era un problema. Eso sería lo primero en lo que tenía que trabajar. Inclusive su Muk, su Pokémon más orientado a la defensa, todavía podía atacar. Y aunque Venganza pudiese infligir daño devastador, no tenía muchas ganas de fiarse solo de eso. "Hey Goomy, soporta el Lanzallamas del Magmar de Blaine sin desmayarte y después golpéalo con Venganza" no era la estrategia que tenía en mente.

- De acuerdo, ¿qué movimientos puede aprender un Goomy? – Todavía tenía ese MT que recibió de Brock, ahora era un buen momento de ponerlo a uso. Hecho eso, lo conectó en el Pokédex para consultarlo.

- Goomy puede aprender Absorber, Burbuja, Atactrueno, Aliento de Dragón, Pulso Dragón, Ola Tóxica, Trueno, Bomba de Desechos, Avalancha de Rocas, Infestación, Poder Secreto, Cola de Hierro, Cola Venenosa, Onda de Choque, e Hidropulso, entre muchos otros.

- Ese es... un repertorio muy amplio. – dijo Ash. – Hmmm... ¡Que comience el entrenamiento!

...

Para algunas personas, la idea de entrenar para aprender un nuevo movimiento debería ser fácil y sencilla. Pero no lo era. El aprendizaje requería que tanto el entrenador como el Pokémon pusieran de su parte.

El entrenamiento empezó, con Ash soplando como si estuviese usando una varita para hacer burbujas, y Squirtle mostrándole a Goomy cómo hacer el susodicho movimiento. Cuando eso falló, Pikachu decidió intentar con algo más.

- Pikapika. [Muy bien, lo que tienes que hacer es tensar todos tus músculos a la vez, y liberar la energía cinética que fluye a través de tu cuerpo de un solo golpe.] – Pikachu trataba de enseñarle a Goomy cómo generar electricidad desde el cuerpo.

Tampoco eso dio resultado. Pidgeotto de repente salió volando, y cuando volvió traía a Psyduck en las garras, dejándolo caer frente a ellos. Hecho esto, el ave voladora empezó a graznar y a aletearle al pato mientras señalaba a Goomy, y por lo que Ash entendió, le estaba diciendo que le enseñara a utilizar Poder Secreto. El pato inclinó la cabeza, no porque estuviera confundido realmente, sino porque quería hacerse el difícil. Por lo visto, no le bastaba con molestar solo a Misty.

Eso tampoco dio resultado. Viendo otra vez la lista del MT, decidió intentar con algo más. Ash empezó a acumular un escupitajo como si tuviese la garganta llena de flema (el MT le decía que esa era la base para utilizar Bomba de Desechos), y escupió un poco sobre la tierra, y Goomy lo imitó. Cada vez que hacían otro intento, Butterfree le echaba algunas de sus esporas encima a Ash para seguir haciéndolo sin complicaciones. Parecieron tener un poco más de éxito aquí.

Por último, recogiendo a Goomy con su cola, Aipom se lo llevó a tratar de enseñarle como utilizarla para atacar, igual que ella, tratando de encontrar la manera de canalizar su poder hacia la punta para infligir daño contra un palo de madera como práctica.

Tratar de entrenar a un Pokémon para que aprendiera un movimiento de manera intencional, a diferencia de cuando lo hacían por inspiración o en una situación desesperada, podía tomar varios días, o incluso semanas. Así que por supuesto Ash no estaba esperando resultados instantáneos. Además, ciertos Pokémon simplemente no le agarraban el hilo a ciertos movimientos, y la prueba de ello fue cuando intentó enseñarle Ataque Rápido a Froakie, y este aprendió en lugar de eso Doble Equipo. Era cosa de que algunos Pokémon entenderían mejor el concepto detrás de ciertos ataques que de otros.

Y de todos modos, siempre había un mañana para volver a intentarlo con algo diferente.

(--0--)

Al terminar el entrenamiento, no muy lejos de allí...

- ¿Es por eso que la gente siempre usa ropa? – preguntaba Iris. – ¿Simplemente soportan las temperaturas altas y usan distintos tipos dependiendo del clima?

- Así es. – replicó tersamente Misty.

Toda esta conversación había sido... bueno, una que realmente no quería tener que volver a repetir. Solo tuvieron una pausa cuando la Pidgeotto de Ash de pronto llegó volando, agarró con sus garras a Psyduck y se lo llevó sin decir nada. Las dos chicas se quedaron viendo por unos momentos a los dos pájaros, antes de que Iris le preguntara a Misty cuál era el propósito de usar calcetines. La chica morena lucía como si acabara de descifrar un misterio milenario. Qué bien por ella.

Por lo menos, ahora ya estaba vestida. Claro, Misty tuvo que prestarle a la chica un par de sus propios calcetines, pero al menos Ash ahora no la vería desnuda. ¿Y por qué una parte de su mente se sentía tan incómoda respecto a eso particularmente?

- Sloooooooow...

Sin embargo, ese profundo bostezo hizo que las dos chicas se percataran, primero, que estaban al lado de la corriente de un río, y segundo, que una enorme masa rosada yacía junto al lecho, aparentemente tomando una siesta. Un Slowpoke. La criatura, lentamente levantó la cabeza, y luego, con la misma lentitud y calma, miró en su dirección.

- ¿Slow? [¿Personas?]

Oh cielos, fue lo primero que pensó Misty, esta era una de esas veces cuando su meta personal venía a atormentarla. Pero claro, cuando se proponía hacer algo, lo cumplía. Sin perder tiempo, le arrojó una Pokébola al Slowpoke, esta lo energizó y lo atrapó en su interior. El tiempo de reacción promedio de un Slowpoke era de aproximadamente cinco segundos, pero ya para entonces...

*PING.*

La Pokébola ya estaba sellada. Slowpoke ahora era suyo, viva. Y con eso, sumaba a su décimo Pokémon, de su eventual meta de unos... 113, la última vez que verificó. Rayos, ese número sonaba cada vez más lejano cada vez que pensaba en ello.

- Eso fue... extraño. – dijo Iris, mirando la Pokébola que Misty acababa de arrojar.

- Al igual que tú y Ash... – Hizo una pequeña pausa antes de continuar. ¿Por qué le molestaba tanto decir esa frase? – Tienen sus metas, yo también tengo la mía. Mi objetivo no es volverme más fuerte, o conquistar la Liga Pokémon. Quiero capturar a cada uno de los Pokémon tipo Agua en el mundo.

- De esos hay muchos. – volvió a decir con simpleza la chica de piel morena. En este punto Misty se dio cuenta que tendría que acostumbrarse a ello.

- Sí, bueno, eso quiere decir que estaré haciendo esto por un largo tiempo.

Misty sonrió al notar como la Pokébola se teletransportaba hacia el laboratorio de Oak, así que a partir de ahora sería problema del Profesor. No podía hacer nada respecto a que su Psyduck fuese una constante en su vida (era su único usuario de Poder Secreto, y no estaba segura si tendría tiempo o paciencia para enseñárselo a otro Pokémon), pero que el cielo la librara de tener que soportar a dos Pokémon con la misma capacidad mental.

Fue entonces que se dio cuenta de que Iris se había quedado paralizada del terror, mirando hacia donde desapareció la Pokébola, como si alguien acabara de romper las leyes de la realidad enfrente de ella. Oh, claro. Todavía no le habían contado sobre el Profesor Oak, ¿verdad? Por lo visto se venía otra charla con la chica salvaje, pero esta vez sería sobre tecnología avanzada que la propia Misty tampoco estaba segura de entender del todo.

Qué divertido. Con suerte, la chica no terminaría haciendo la imitación de un Wynaut.

(--0--)

Pueblo Lavender...

- ¡Prepárense para los problemas!

- ¡Y más vale que teman!

- Um, ¿y quiénes son ustedes?"

La pregunta de la niña hizo que el dúo (vestidos de manera similar a su uniforme regular, pero sin las R's) se percatara de dos cosas. Primera, el chico al que tenían que seguir no estaba viajando con una niña rubia y bajita. Segunda... el chico que estaba frente a ellos sí se parecía un poco a Ash Ketchum, pero había ciertas diferencias notables a simple vista. El Pikachu en su hombro, para empezar, se veía menos alegre y tenía el semblante más serio. El pelo del chico era unos cuantos tonos más oscuro, más alborotado y un poco más largo. El tono de su piel también era más pálido, y no tenía las marcas en forma de rayo en las mejillas (aunque la niña rubia, inexplicablemente, sí las tenía). Su gorra también se parecía a la de Ash, pero no tenía la marca de la Liga Pokémon en ella, y el chaleco y la camiseta que llevaba eran de rojo, negro y blanco, en lugar de azul, blanco y negro, y tenía las mangas más cortas. Sus ojos también eran parecidos a los de Ash, pero se veían más fieros, como si un fuego ardiera en ellos. Era... algo extraño.

- ¿Quiénes somos? ¿Quién eres tú? – replicó Jessie, señalando al chico que visto de cerca definitivamente no era Ash.

- ¡Se llama Red, y yo soy Yellow! – habló por los dos la niñita. Meowth, que todavía no había dicho una palabra, solo observó a sus dos compañeros humanos con algo de curiosidad. Hasta que la niña volvió a hablar. – ¿Y ustedes por qué estaban hablando como los Power Rangers?

Jessie y James de inmediato se fueron de espaldas ante ese comentario.

- ¡¿Power Rangers?! – Jessie se puso de pie furiosa, como si se sintiera moralmente ofendida por semejante comentario.

- Ya, ya, no te alteres, Jessie. – dijo James tratando de hacer que la chica se relajara, y ofreciéndoles la mano en señal de amistad, aunque el muchacho no parecía tener muchas ganas de responder al gesto. – Mi nombre es James, y soy una especie de viajero. Voy a donde me llevan los fuegos de mi destino, siguiendo el rastro de cenizas en mi camino.

- James, deja la poesía melodramática. – dijo Jessie.

- Y he venido para competir en el torneo que habrá en el Domo de Batalla que pronto se aproxima. – prosiguió el pelimorado, ignorando la acotación de su compañera.

- ¡También nosotros! ¡Red los va a vencer a todos! – dijo Yellow alegremente.

Aparentemente, Red no necesitaba hablar cuando la niña estaba cerca. Qué conveniente. Pero al menos, sí tuvo la cortesía de no dejar a James con la mano estirada y darle un cortés apretón después de unos momentos. James arqueó una ceja ligeramente al sentir su temperatura corporal, parecía estar un poco caliente. Qué raro, al parecer muchas cosas en este chico eran... inusuales, por no decir más.

Y eso fue todo. Al soltarse del apretón, ambos grupos se dieron la vuelta y se fueron cada uno por su lado, aunque la niña dejó salir otro comentario acerca de que Red les daría una paliza mañana mientras se alejaban.

- Hey, James, ¿no crees que deberíamos haber intentado robar sus...? – Jessie estuvo a punto de ofrecer su idea, pero James se enfurruñó.

- Tenemos un objetivo al cual acechar, Jessie, y ese chico no es él. Además, te recuerdo que estamos en un área super poblada, llena de cámaras de vigilancia en las calles y líneas directas al 911. No hay por qué arriesgarnos a que nos atrape la Oficial Jenny más de lo que ya estamos solo por estar de incógnitos aquí. ¡¿Quieres terminar en la misma celda que un criminal de este pueblo de locos?!

Recordando todas las historias de horror que escucharon sobre criminales que se metieron a la Torre Pokémon y empezaron a gritar sobre sangre, Jessie se puso pálida como una sábana y rápidamente sacudió la cabeza, captando el mensaje.

- Hablen por ustedes, sonsos. – dijo Meowth. – Yo soy inmune a los Fantasmas.

- A las Bolas de Sombra, tal vez. – dijo Jessie. – Pero no a los locos que gritan sedientos de sangre y podrían estrangularte o despedazarte.

(--0--)

Al Norte de Pueblo Lavender, Ruta 10...

Iris miró fijamente el edificio hacia el cual el grupo se aproximaba con extrema intranquilidad. El hecho de que las puertas de entrada se abrían por sí solas para que la gente entrara o saliera de él, como si surgiera un viento en el pequeño espacio entre ellas, le resultaba perturbador. ¡Desafiaba la lógica!

- ¿En serio tenemos que hacer esto? – le preguntó a Ash, que le sonrió amablemente antes de explicarle.

- Los dos queremos volvernos más fuertes, y para lograrlo tendremos que entrenar muy duro. Los Clubs de Batalla son buenos lugares para practicar, peleando contra otros entrenadores y mejorar tus habilidades.

Volverse más fuerte. Sí, tenía que volverse más fuerte. Tenía que estar lista para su próximo encuentro con la Cazadora J, y hacerla pagar. Nada la detendría de lograr esa meta. Mientras el trío atravesaba dichas extrañas puertas que se abrían solas, Iris usó su fuerza de voluntad para no dejarse intimidar por ellas. Después tendría tiempo para preguntar cómo se usaban.

A los pocos minutos, ya estando registrados, por fin podría comenzar. Y apenas un poco después...

- ¡Ay, maldita sea! ¡Condenada serpiente me abandonó! ¡Estúpido pedazo de mierda unovana, no valió de nada intercambiarla por mi Butterfree!

Habiendo sido enviada a una arena de batalla bajo techo por el dueño de estas instalaciones, Iris de pronto se encontró frente a un niño con armadura, que tenía una enorme cortada en el brazo izquierdo por alguna razón, y estaba gritando un montón de palabras furiosas de las cuales Iris no estaba del todo segura de su significado. Claro, sí sabía lo que quería decir "unovana": según sus padres, ella provino de la región de Unova. ¿Pero por qué mencionaba excrementos antes de ella? Finalmente paró su torrente de maldiciones cuando advirtió la presencia de ella.

- ¿Tú eres mi oponente? – preguntó. Iris solo asintió. – ¿Cuántas medallas tienes?

Iris tuvo la extraña sensación de que esa pregunta probablemente ameritaría una respuesta de parte del... ¿cómo se llamaba el aparato extraño y parlanchín de Ash? ¿"Poké-duck"? ¿"Poké-dual"? ¿"Poké-duce"? Algo así.

- ¿Medallas? – Tardó un poco en darse cuenta, de que eran esas cositas que Ash guardaba en su chaleco, como prueba de qué tan fuerte era. ¿Los humanos ya no usaban sus cicatrices para eso?

- ¡¿Qué?! ¡¿Eres entrenadora y no aspiras a entrar en la Liga Pokémon?! – dijo el niño en un tono furioso e incrédulo. – ¡¿No me dirás que eres uno de esos coordinadores?!

Iris negó con la cabeza, sin tener idea qué diablos era eso de "coordinadores".

- ¡Oh, qué genial, me pusieron con una estúpida casual! – gritó molesto. – Grandioso, ¡¿ahora cómo se supone que haré mi entrenamiento?!

¿"Estúpida casual"? Los humanos tenían una elección muy extraña en sus palabras.

- ¡Muy bien, prepárate para enfrentarte al poder de un orgulloso dueño de las Medallas Cascada y Roca! – dijo el niño de armadura. – ¡Ve, Beedrill!

- ¡Ve, Excadrill!

La abeja y el topo se encontraron de frente uno con el otro, mientras el niño con armadura se quedó viendo al Pokémon de su contrincante confuso.

- ¡¿Y qué diablos se supone que es esa cosa?!

- Es un Excadrill, grité su nombre cuando lo solté. – dijo Iris secamente, preguntándose qué pasaría ahora.

Antes de que vinieran a este Club de Batallas, Misty le había dicho que no atacara a ningún entrenador durante una batalla, como lo hizo cuando las dos se encontraron en el bosque. Pero este sujeto tenía armadura y una espada, ¿eso no haría que estuviera bien en esta situación? Tal vez si él la atacaba primero...

- ¡Comiencen! – gritó un sujeto que estaba en uno de las líneas laterales de la arena. Aparentemente los humanos tenían a gente que te decía cuando podías empezar a atacar y cuando detenerte. Interesante. Extraño, pero interesante.

- ¡Vamos Beedrill, usa Pinchazo Venenoso! – Los aguijones de la abeja brillaron en púrpura. Iris solo se le quedó mirando. ¿En serio podía ser tan tonto?

Y con toda certeza, en cuanto Beedrill golpeó a Excadrill... no hizo absolutamente ningún efecto. Mientras la abeja seguía golpeando al topo una y otra, y otra vez sin causarle ningún daño, su oponente se fue poniendo cada vez más y más furioso.

- ¡¿Qué diablos, por qué no funciona?! – gritó el niño en frustración. Iris no pudo más que hacerle ver los hechos.

- Excadrill es en parte tipo Acero, los ataques tipo Veneno no sirven de nada. ¡Ahora, Excadrill, usa Perforación! ¡Toma esto, estúpido casual!

Iris se preguntó por dentro si había utilizado bien la expresión. Por lo que notó, era para insultar, ¿correcto?

En otras arenas, no muy lejos de allí, Misty y Ash tenían sus propias batallas.

- ¡Vamos, Gyarados y Staryu!

Misty técnicamente no necesitaba estar aquí. Su meta no estaba basada en el poder después de todo. Pero si aspiraba a capturar a cada uno de los Pokémon de tipo Agua en el mundo, algo de entrenamiento siempre le vendría bien. Además, después de aquella pelea con Emolga, había empezado a pensar maneras de defenderse y contrarrestar futuros encuentros con Pokémon de tipo Eléctrico (y eventualmente capturar a un Chinchou/Lanturn, cuando llegara el momento), y ya por fin se le había ocurrido su propia idea.

De acuerdo, no había sido suya, sino de Ash, y probablemente tendría que darle a él el crédito, pero eso no era relevante en este momento. Por suerte para ella, su oponente había sacado a un Voltorb y un Fearow, así que estaría más que feliz de proveerle de todos los ataques eléctricos que necesitaba para probarla.

- ¡Comiencen!

Y mientras tanto en su propia arena, Ash se vio invadido por una ola de nostalgia respecto a Brock, al ver a dos Pokémon muy familiares en el lado de su oponente. Uno de ellos, un pequeño zorrito de pelaje marrón con tres colas rojas enroscadas, y el otro un murciélago azul. Los dos alguna vez le pertenecieron a Brock, y fueron buenos amigos y compañeros de viaje por las regiones de Kanto y Johto.

- Vulpix, el Pokémon zorro. Mientras Vulpix está dentro de su huevo, solo tiene una cola. Al nacer, varias colas están presentes. Posee grandes habilidades de fuego.

»Zubat, el Pokémon murciélago. Zubat suele vivir en grandes números en el interior de cuevas profundas. Los ermitaños y exploradores durante años han encontrado a los Zubats como una gran molestia. Los Pokémon de tipo Hierba no pueden derrotar a un Zubat con solo su propio tipo de ataque.

El Pokédex pudo dar sus dos pedacitos de opinión al respecto, y ahora podía enviarles la data al Profesor Oak y a cualquier otro que quisiera investigar. Qué bien por ellos. Mientras tanto, Pikachu y Goomy se sentaban a un lado: al pequeño dragón lo dejaron salir para que tuviese algo de experiencia visual de cómo eran las batallas Pokémon. Servía como una excelente táctica para entrenar e inspirar a los Pokémon. Le había funcionado bien con Scraggy después de todo.

- ¡De acuerdo, Squirtle, Pidgeotto, yo los elijo!

En un par de estallidos de luz, la tortuga y el pájaro aparecieron en el campo.

- ¿Squirt? [Oye, este no es un gimnasio, ¿verdad?]

- Caw. [Nop.]

- Tle... [Rayos, y las ganas que tengo de pelear y ganar en uno de ellos esta vez en Kanto.]

Ash por un momento quiso recordarle a Squirtle que sí le había ayudado a ganar su Medalla Tierra. Aunque dado que sus oponentes fueron el Equipo Rocket, ¿esa batalla realmente contaba? Hizo una nota personal de utilizar a Squirtle en una batalla de gimnasio donde tuviera sentido utilizarlo. Eso descartaría a Erika, ¿pero tal vez Koga utilizaría un Nidoking o una Nidoqueen? Y estaba Blaine, que sería uno seguro. Asumiendo que las cosas resultaran mejor esta vez...

- ¡Comiencen! – Y con eso, se le terminó el tiempo de divagar.

- ¡Muy bien, Zubat, Ataque de Ala! ¡Vulpix, Ataque Rápido! – ordenó su oponente. Sus dos Pokémon se lanzaron a toda velocidad.

- ¡Contraataquen con Retribución y Ataque Rápido!

Con un puño brillando de blanco, Squirtle golpeó a Zubat justo en medio de las alas cuando se acercó lo suficiente. Mientras tanto Pidgeotto, envuelta en un aura blanca colisionó de frente con el Ataque Rápido de Vulpix, causando que los dos salieran despedidos hacia atrás. Zubat cayó al suelo por un momento, pero rápidamente volvió a elevarse. El oponente gruñó ante esto.

- ¡A ver qué les parece esto! ¡Vulpix, usa Brasas! ¡Zubat, Mordida!

Mientras el Pokémon murciélago volaba una vez más hacia y Pidgeotto y Vulpix empezaba a escupir chispas de fuego, Ash rápidamente le respondió.

- ¡Pidgeotto, As Aéreo! ¡Squirtle, Pistola de Agua!

Respirando profundamente, Squirtle dejó salir su torrente de agua, que sin tardanza disolvió las chispas de las Brasas y golpeó con fuerza a Vulpix, estampándolo contra la pared. A su vez, Pidgeotto desapareció un segundo antes de que Zubat la mordiera, antes de reaparecer y estrellarse contra el murciélago, mandándolo al suelo dando vueltas.

- ¡Zubat y Vulpix ya no pueden pelear! ¡Los ganadores son Squirtle y Pidgeotto! – declaró el árbitro. Y al mismo tiempo, con las chicas...

- ¡Pinsir ya no puede pelear, el ganador es Excadrill!

- ¡Maldita sea! – gritó el chico con armadura, apretando el puño en la empuñadura de su katana.

- ¡Voltorb y Fearow ya no pueden pelear, los ganadores son Gyarados y Staryu!

- ¡Sí! ¡Funcionó! – celebró Misty.

- Sí, claro que funcionó. – murmuró su oponente. – Ojalá y se me hubiera ocurrido, tal vez con eso le hubiera ganado al Teniente Surge...

Y así, fueron continuando las batallas una tras otra en sucesión rápida...

...

- ¡Psyduck ya no puede pelear, el ganador es Emolga!

- ¡Emol!

- ¡Sí, eso se sintió muy refrescante! – dijo Iris.

...

- ¡La pareja de Nidorans no puede pelear, los ganadores son Aipom y Squirtle!

...

- ¡Mankey ya no puede pelear, el ganador es Psyduck!

- ¿Cómo diablos ese pato...?

- Si tan solo supiera... – murmuró Misty para sí misma.

...

- ¡Oddish y Poliwag ya no pueden pelear! ¡Los ganadores son Butterfree y Pidgeotto!"

Al ver a su último oponente por el día retornar a sus Pokémon y marcharse junto con el árbitro, Ash se estiró triunfalmente.

- Wow, qué buen entrenamiento. – dijo. Nada lo ponía mejor que unas buenas batallas.

- Sí lo fue. También conseguí mucha información útil. – dijo el Pokédex. – Tu índice de encuentros con diferentes especies de Pokémon ha aumentado considerablemente. Tal vez algún día superes a Gary Oak en esa área.

- Solo por eso, acabas de perder tus derechos de hacer comentarios sarcásticos. – dijo Ash en respuesta a su actitud.

- No tienes control sobre lo que digo.

- ¡Sni!

Ash y los cuatro Pokémon que tenía afuera en ese momento (Butterfree, Pidgeotto, Goomy y Pikachu) se dieron la vuelta mirando hacia el techo, desde donde oyeron ese sonido.

- Esperen, eso sonó como...

Ash no terminó de hablar cuando de repente, la tapa de una ventila de aire cayó desde el techo. Seguida inmediatamente de un pequeño Pokémon verde con aspecto de serpiente, y con pequeños brazos y piernas que aterrizó frente a ellos.

- ¡Snivy!

- Oigan, ese es...

- Sí, lo es, una Snivy. – dijo el Pokédex. – Snivy es un Pokémon inicial de tipo Hierba entregado a los entrenadores de la región de Unova. Se le conoce por tener una actitud muy orgullosa. Si siente que su entrenador no es digno, lo atacará y lo abandonará para irse por su cuenta. Aunque la gran pregunta es cómo es posible que haya llegado hasta Kanto. (*)

- Pikapi... [Ash... esa es Snivy. Nuestra Snivy.] – Pikachu parecía sorprendido de verla aquí. Por supuesto, Ash también lo estaba.

- ¡Sni! – Le hizo a Ash un gesto de "ven para acá" con sus pequeñas manos.

- ¡Goo! – Goomy inmediatamente se escondió detrás Pikachu, asustado de Snivy.

- La Snivy te está retando a pelear. – dijo el Pokédex. – Sugiero que utilices una Bola Rápida para obtenerla. ¡Esta Snivy posee Contrario!

- Hum, ¿posee Contrario? – Ash no tenía idea de a lo que se refería el Pokédex con esto. – Y si uso una Bola Rápida, ¿eso no me haría ver como indigno y aumentaría las posibilidades de que me ataque?

- Oh... por mi creador que tienes razón. De repente me siento preocupado. – dijo la última línea como si fuese una señal del apocalipsis. Ash en serio necesitaba hacer que le cambiara la actitud a esa cosa.

- ¡Muy bien, vamos, Pidgeotto!

Señalando al frente, envió a su primer Pokémon tipo volador a la batalla. En su mente, sin embargo, esta confrontación tendría dos capas. Una era la batalla en su misma, pero había una segunda la primera vez que se enfrentó a Snivy: una batalla donde Pidove era su arma secreta. Un Pokémon hembra, inmune a...

- ¡Sin... vy! – A la ráfaga de corazones que ahora volaban hacia Pidgeotto. Atracción.

- ¡Ignóralos y usa Ataque Rápido!

Brillando en blanco, Pidgeotto voló y atravesó los corazones de Snivy, antes de golpearla de lleno. Snivy voló dando vueltas por el aire, pero rápidamente se enderezó para aterrizar de pie.

- ¡Sni-Vy! – Y sin perder tiempo disparó un tornado de hojas hacia Pidgeotto.

- ¡Tormenta de Hojas! ¡¿A ese nivel?! ¡Ten cuidado, Ash! ¡Contrario! – Ash todavía seguía sin tener idea de lo que quería decir el Pokédex.

- ¡Esquívalo!

Pidgeotto trató, pero el tornado de hojas la golpeó y la hizo retroceder un poco. Pero no era un ataque muy efectivo contra ella, así que todavía estaba bien, aunque respiró con algo de dificultad después de recibir ese golpe.

- [Nada mal...] – admitió.

- Sni... – Ahora, la cola de Snivy estaba brillando de verde.

- ¡¿Hoja Afilada también?! – gritó el Pokédex. – ¡¿Qué clase de Snivy es esta?!

- "Mi Snivy." pensó Ash con algo de orgullo, pero antes de eso, tenía que volver a reclamarla. – ¡Bloquea con Ala de Acero!

Alas y cola chocaron una contra la otra en una furia de golpes, como espadas en un duelo, y en niveles de fuerza casi iguales.

- ¡Ahora, Ráfaga!

- ¡Caw! [¡A ver si te gusta que te golpee una tormenta a ti, para variar!]

Con un último choque de ataques alejándolas a las dos, Pidgeotto comenzó a aletear para enviar las ráfagas de aire hacia Snivy. Esta respondió con su Tormenta de Hojas, que al ser la segunda tendría lógicamente que ser más débil que la primera... pero inexplicablemente la Tormenta de Hojas superó a la Ráfaga y las hojas salieron volando hacia Pidgeotto más rápido y en mayor cantidad que antes, haciéndola retroceder todavía más que antes.

- Esperen, ¡¿qué?! – exclamó Ash. ¿A dónde se fue la lógica? ¡Eso no debía pasar!

- Contrario es una habilidad Pokémon que permite que un aumento o bajón de estado se revierta. Por ejemplo, si usaras Supercalor, el siguiente ataque sería más poderoso que el anterior, y así hasta el infinito. – explicó el Pokédex en un tono exasperado.

- ¡¿Cómo dices?! ¡Creí que Snivy tenía Espesura! – dijo Ash. ¿Qué no era esa la habilidad de todos los iniciales de tipo Hierba?

- La mayoría, pero hay pocos que no. – dijo Dexter.

Y aparentemente Snivy era una de esos pocos. En cuanto Pidgeotto recuperó el vuelo, Snivy empezó a cargar otra Tormenta de Hojas.

- ¡Caw! [No creo poder soportar otra de esas...]

Y si seguía haciéndose más fuerte con cada Tormenta de Hojas que lanzaba, detenerla se volvería un problema. Tenía que ponerle fin, y rápido.

- ¡Pidgeotto, usa As Aéreo para esquivarla!

Con gran determinación, su primer Pokémon pájaro voló de frente hacia la Tormenta de Hojas, desapareciendo justo antes de que esta le impactara. A Snivy se le ensancharon los ojos, y empezó a mirar a los lados tratando de ver a dónde se fue Pidgeotto. Y casi se le salen cuando recibió la respuesta: el As Aéreo la golpeó por detrás, haciéndola volar y cayendo cerca de Ash. Registrando su mochila para sacar las Pokébolas, Ash se percató de que había agarrado una de sus Super Bolas.

- "Una Pokébola más fuerte... Snivy me tomó varios intentos la primera vez. Saltémonos eso." – pensó Ash, antes de arrojarle la que tenía. – ¡Ve, Super Bola!

La bola azul voló hacia Snivy, se abrió y la energía roja la succionó adentro. Empezó a sacudirse, una, dos, tres veces... y finalmente se apagó.

- ¡Atrapé a Snivy! – exclamó Ash, agarrándola antes de que se teletransportara y haciendo su pose de victoria, pensando para sus adentros: "Mi Snivy".

- ¡Pi-Pikachu!

- ¡Caw!

La bola desapareció de su mano en cuanto dejó de posar, y fue entonces que se percató de que tenía un par de espectadoras. Iris y Misty apenas llegaron a tiempo para ver el final de la pelea, pero eso era suficiente.

- Ash... de verdad que tienes muchísima suerte. – dijo Misty con incredulidad.

- Supongo... – dijo Ash rascándose detrás de la cabeza.

(--0--)

Aquella noche...

Ya solo les faltaba un día para llegar a Pueblo Lavender. Qué divertido, muchos recuerdos, acerca de candelabros que te caían encima y una experiencia fuera de tu cuerpo físico. A pesar de eso Ash no podía evitar sonreír.

Snivy había vuelto con él, y ya la habían puesto al tanto de los sucesos. Su respuesta a todo el relato fue básicamente suspirar, y aceptar volver a entrenar con él para ayudarle a salvar al mundo. Parecía encontrar interesante ver de primera mano sus primeras aventuras, habiendo solo oído los relatos de ellas en el laboratorio de Oak mientras Ash estaba en Kalos, en particular porque quería ver "cómo era su idiota cuando era un principiante". Ash se lo dejó pasar, porque lo dijo más con cariño que por insultar. Tampoco es que fuera TAN idiota, ya fuera cuando empezó o en Unova. Claro, cometió algunos errores de novato, pero todos lo hacían, ¿verdad?

Como fuera, todo había resultado a su favor: ya que al parecer Bulbasaur estaba volviendo a acostumbrarse a su antiguo rol con el Profesor Oak y quizás no estaría tan disponible para él, con Snivy ahora podía tener a un inicial de tipo Hierba a la mano si lo necesitaba. Pidgeotto había vuelto al lugar del Profesor Oak. Su intención había sido tratar de rastrear a la parvada de la cual asumió liderazgo en la vieja línea temporal, y que se mudaran al rancho de Oak. Comida gratis, buena agua, sin entrenadores... hasta ahora no había podido encontrarlos, pero tenía confianza en que pronto lo haría. Y con suerte, el Profesor Oak no notaría los aumentos en las facturas por el alimento. ¿Pero quién era Ash para negarle a Pidgeotto unos cuantos favores y omisiones de vez en cuando?

Por supuesto, eso dejaba otra pregunta... ¿dónde diablos estaban Pikachu, Aipom, y Snivy en aquel momento? Y al mismo tiempo en el escondite de su Base Secreta, Iris se preguntaba por qué Emolga le pidió permiso para salir a dar una vueltecita por la noche.

(--0--)

A la mañana siguiente...

De vuelta en el camino, Ash, Pikachu, Iris, y Misty proseguían en ruta hacia Pueblo Lavender, y la pregunta seguía en su cabeza. Ya era hora de hacerla.

- Hey, Pikachu, ¿qué estuviste haciendo anoche?

Pikachu respondió sonriendo de una manera que Ash esperaba no volvérselo a ver nunca más. Esa expresión era más... propia tal vez de Brock o Alder, le parecía.

- Pika, Pika Pi. [Pues verás, Ash... siendo el Pokémon más poderoso que tienes...]

Entretanto en el rancho de Oak, Charmeleon de pronto sintió como que alguien quería retarlo, lo que le hizo redoblar su esfuerzo de levantadillas de Slowpoke.

- Pikapika. [... sucede que soy muy popular entre las señoritas Pokémon...]

- Si no resulta un Pichu de lo que sea que hiciste anoche, por favor no vuelvas a hacerlo. – suplicó Ash. Mientras tanto Misty, se rio a costilla suya, y también Iris parecía divertida ante ello.

- Pi... [Bueno, nunca supimos realmente quién fue el padre de aquel Azurill que tenía Misty. Pude haber sido yo o el Corsola de Misty... y estaban aquellos Taillows, Starlys, Hoothoots, y Pidoves en el laboratorio de Oak la última vez que estuvimos allí...]

Los pensamientos resultantes hicieron que Ash se echara un tropezón, haciendo que Pikachu se cayera de su hombro y fuera a parar al suelo.

- ¿Acaso quiero saber lo que dijo? – le preguntó Misty a Ash, mientras este negó con la cabeza.

Pikachu se rio con ganas, si supiera. Ya con eso... fuera del camino, a falta de un mejor término, siguieron avanzando. El roedor, tal vez sintiendo la intranquilidad de su entrenador, siguió caminando por su cuenta al lado de Ash en vez de volver a subirse a su hombro. Y eventualmente, llegaron a su destino, siendo recibidos por una enorme pancarta que rezaba.

*Bienvenidos a Pueblo Lavender.

Hogar del Domo de Batalla y de los mejores servicios funerarios del mundo.*

- ¿Servicios funerarios? – Misty leyó la última parte de la pancarta con gran confusión.

Ash estuvo de acuerdo, ¿a quién se le ocurriría hacerle publicidad a eso? Pero eso no fue lo que llamó su atención. La primera parte era más importante. ¿El Domo de Batalla? ¿Estaba en línea tan pronto?

- ¿Qué es eso de "funerarios"? – preguntó Iris, con genuina curiosidad. Ash estaba a punto de responderle, cuando de repente oyeron gritar a alguien.

- ¡Abran campo, abran campo, que no puedo parar!

*¡CRASH!*

De repente una niña de pelo rubio llegó corriendo colina abajo y se estrelló contra él, tirándolo al suelo. Grandioso, ¿acaso Bianca estaría aquí de vacaciones por alguna razón? Un momento, no estaba cerca del agua ni había terminado empapado, así que no podía ser Bianca.

Repuesto de la sorpresa, Ash ayudó a la niña a levantarse, pudiendo verla con mayor claridad. Su pelo estaba amarrado en una coleta, y parecía tener la edad de él de la línea temporal anterior. Incluso tenía esas mismas marcas en forma de rayo en la cara que él. Qué raro... ¿acaso era así de bajito en la línea temporal pasada? Excepto por el pelo y la ropa, casi parecía una versión femenina suya.

- Perdón... – se disculpó la niña, antes de mirarlo a la cara, y de pronto adquirió una expresión de sorpresa. – Oh... te pareces a...

- Yellow. – dijo alguien más.

Con esa sola palabra, la chica volvió su atención hacia la nueva voz, al igual que Ash y sus dos amigas. Había otro muchacho parado allí, con su propio Pikachu acompañándolo. Otro muchacho... que se parecía mucho a Ash.

Esta historia continuará...



(*) Ver el Interludio de Snivy si desean saber cómo llegó aquí. También, en este punto es posible leer el primer Interludio de Butterfree, y el Gaiden de Iris.

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