En el bosque: ¿Respuestas o no?
En la entrada al Bosque Viridian...
- ¿Por qué me estás siguiendo exactamente?
Cuando comenzó su viaje original, Misty no había decidido seguirlo por razones exactamente amigables... al menos no al principio. Ella quería que él le pagara su bicicleta (las cuales eran inusualmente caras, algo que Ash nunca entendió considerando que esas cosas parecían ser extremadamente frágiles a la electricidad y a los Gibles hambrientos) que él había tomado prestada y accidentalmente dejó totalmente frita.
Bueno, fue Pikachu el que hizo eso último, pero legalmente el ratón eléctrico no podría haber comprado una bicicleta nueva en la vieja línea temporal, y en la nueva no había nada que sugiriera que podía hacerlo.
Esto eventualmente se convirtió en la amistad que tenían en la línea temporal original, la cual incluso permaneció después de que ella recuperó su bicicleta completamente reparada después de la Conferencia Plateada de la Liga Johto. Sin embargo, a pesar de la falta de una bicicleta chamuscada, ella lo siguió todo el camino hasta la entrada del Bosque Viridian, cuyos espesos confines eran precedidos por varios letreros de advertencias: *Cuidado con las colmenas de Beedrills, se sabe que son letales*, *Encontrar un Pikachu no vale que pierdas tu vida*, *El Bosque Viridian no te dará superpoderes, no te bebas la savia de los árboles*, *Mantente en el camino para no dañar el bosque y tendrás esperanzas de llegar al día de mañana*, *251 días desde la última muerte conocida*, todas ellas hechas de metal a prueba de Weedles.
Al menos el letrero sobre las muertes era algo reconfortante. En cuanto a la chica, aquella sensación que tuvo antes de "Siento que te conozco de alguna parte, pero no tengo idea de por qué", no podía ser la razón, ¿verdad? Tenía que haber algo más. Mientras el entrenador con el Pikachu en el hombro seguía esperando la respuesta de la pelirroja, ella mantuvo la mirada fija y eligió la respuesta más inteligente que se le ocurrió:
- Tengo mis razones.
- No destruí por accidente tu bicicleta, ¿verdad? – Tenía que estar seguro por si acaso.
- Nunca he tenido una bicicleta. – dijo la chica negando con la cabeza. – Desearía tenerla, pero no. Te lo explicaré, pero estamos muy expuestos aquí. Vamos al bosque, allá es menos probable que alguien nos escuche.
Misty miró por un instante a un pequeño grupo de entrenadores locales de Viridian que estaban peleando con sus Rattatas y Pidgeys cerca de la entrada del bosque, así que sin tardar, se internó entre los árboles, con Ash y Pikachu siguiéndola.
- Pikachu-Pi, pika chu ka chu. [Esto me recuerda uno de esos programas que veía ese anciano por la noche, con asesinos en serie que engañan a sus víctimas para llevarlas a una muerte muy sangrienta.]
La misma voz desconocida que Ash oyó dos veces en el Centro Pokémon de Viridian volvió a resonar en su cabeza.
- ¿Sabes algo, amigo? – dijo en voz baja. – No sé si es por tener las dos líneas temporales en mi cabeza, y todavía no las puedo ordenar. No recuerdo quién era mi padre en ninguna de las dos, y tampoco cómo se llamaba mi escuela primaria, excepto que esta vez tenía un nombre diferente. Pero podría jurar que sigo escuchando una voz familiar en mi cabeza, y acaba de sugerir que Misty podría ser una asesina en serie. Si ese fuera el caso, no te molestaría cuidarme las espaldas, ¿verdad?
- Pikapi Pi... – Pikachu se quedó mirando ausente a Ash. Ahora de pronto se sintió preocupado, pero aun así entró en el bosque, sin saber lo que su peludo amigo favorito estaba pensando.
- "[Pero... el que dijo eso fui yo. Ash no puede entenderme, ¿verdad?]" – Desafortunadamente, Ash no pareció oír ese pensamiento.
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Bosque Viridian...
Cualquier pensamiento de que Misty pudiera ser una asesina en serie que utilizaba Viridian como su depósito de cadáveres rápidamente fue disipado cuando dejó salir un grito de niñita asustada y dio un salto de por lo menos dos metros en el aire, tratando de alejarse de un pequeño Pokémon gusano verde, mostrando que ese casi cómico miedo de los Pokémon de tipo Insecto todavía seguía intacto, mientras se le aproximaba lentamente.
Sí, Misty era un completo peligro para él, pensó Ash sarcásticamente. En aquel momento Caterpie se veía mucho más intimidante que ella, y a ese ritmo le tomaría... cualquier cantidad de tiempo para comérsela.
- Caterpie, el Pokémon gusano. Caterpie consume plantas a un ritmo acelerado para lograr su evolución. Ocasionalmente libera ciertas toxinas que le permiten soltar un fuerte olor que repele a los depredadores. – sonó el Pokédex de Ash desde su bolsillo.
Pikachu olfateó un poco en el aire, antes de saltar al suelo y rápidamente empezó a señalar al bicho. – ¡Pikapi! ¡Pika Cha Pi Chu Pi-Pikachu!
Ash inclinó la cabeza a un lado confundido. Pikachu se palmeó la cara, lo miró con fastidio y comenzó a gritarle.
- ¡Pikapi! ¡Pi, Pi Ka Chu Pika Chu-Chu Pikachu-Pi Cha! [¡Oh, vamos! ¿Ahora no puedes entender lo que digo? ¡Ese es nuestro Caterpie, y está aterrorizando a Misty, quien definitivamente no es una asesina en serie, y si no haces algo rápido la va a poner histérica!]
Ash se quedó mirando a Pikachu en shock hasta que por fin se dio cuenta de quién era la voz que seguía oyendo, pero dejando eso de lado por el momento, finalmente entendió lo que Pikachu trataba de decirle.
- ¡Muy bien! ¡Pikachu, usa Impactrueno!
Un estallido de energía eléctrica voló hacia el Pokémon insecto y lo electrocutó, causándole una parálisis y deteniendo su avance hacia la aterrorizada Misty, salvándola de... posiblemente un amigable abrazo.
- ¡Pokébola, ve! – Ash le arrojó una de sus seis Pokébolas originales al insecto, energizándolo y atrapándolo dentro. La bola cayó al suelo y empezó a sacudirse. Tras moverse tres veces, chispas blancas salieron de ella y con un *PING*, se detuvo. Caterpie había sido oficialmente capturado. Ash recogió la Pokébola, y de pronto se sintió con ganas de hacer su pose de captura con Pikachu.
- ¡Atrapé un Caterpie!
- ¡Pi-Pikachu!
Mientras tanto, Misty recuperó el control de sí misma tras respirar profundamente varias veces hasta calmarse.
- Dios, discúlpame por eso. – Misty se sonrojó tremendamente avergonzada, parecía lista para darse una bofetada ella misma. – Ya había usado mi última lata de repelente la primera vez que pasé por este bosque, olvidé comprar más cuando pasamos por Viridian. Es que... tengo un problema con los Pokémon tipo Insecto, y creo que me asusté mucho para sacar mi contramedida para ellos.
Antes que Ash pudiera preguntarle cuál era su contramedida para los bichos, sacó una de sus Pokébolas y la lanzó, dejando salir a un ave Pokémon blanca con rayas azules.
- ¡Win-Wingull! – El Wingull se colocó en el hombro de Misty y empezó a graznar.
- Wingull, el Pokémon gaviota. Los Wingulls son comunes en áreas costeras, donde sobrevuelan y se lanzan en picada para atrapar a sus presas, las cuales incluyen peces pequeños y cualquier idiota que esté comiendo patatas fritas en un radio de quince kilómetros en mar abierto. – El Pokédex de Ash volvió a sonar por sí solo, proveyendo algo de información que podría o no ser necesaria, pero para algunos fue divertida de escuchar.
Misty finalmente pareció recuperar su compostura, mucho más de lo que Ash recordara habérselo visto en la cercanía de Pokémon tipo Insecto en la antigua línea temporal.
- Muy bien, ahora que ya estamos solos, podemos hablar. Verás, Ash, no estoy segura de si ya te habrás dado cuenta, pero... tú eres diferente de las personas normales.
Ash se quedó mirando fijamente a Misty en estado de shock, antes de sacar conclusiones y asumir a qué era lo que se estaba refiriendo.
- Espera, ¿acaso sabes que estoy comenzando a entender lo que dice Pikachu?
- ¿Cómo? ¡Pero no puedes entender a un Pikachu! – dijo Misty, con una voz totalmente conmocionada.
- ¿De qué hablas? ¿No acabas de decir que soy diferente de...?
- ¡Solo deberías ser capaz de entender a Pokémon de tipo Luchador! – lo interrumpió ella.
- ¿Eh?
- ¿Pika?
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Edificio de la Compañía Silph, piso 11...
- Doy por iniciada la cuadragésima reunión anual de la Asociación de Profesores Pokémon. – declaró el Profesor Oak, el presidente y uno de los tres miembros fundadores de este grupo global.
En aquel momento se encontraba presidiendo una larga mesa en una sala de reuniones, junto con varios de los más reconocidos Profesores Pokémon en el mundo (entre los que pudieron asistir ese año), todos ellos como miembros representantes de la Organización del Tratado de Entrenadores Alineados (O.T.E.A.); incluyendo a Kanto (el Profesor Oak), las Islas Naranja (la Profesora Ivy), Johto (el Profesor Elm), Hoenn (el Profesor Birch), Orre (el Profesor Krane), Sinnoh (el Profesor Rowan), Unova (los Profesores Cedric y Aurea Juniper) y Kalos (el Profesor Sycamore).
Los profesores de las naciones miembros del Pacto de Ciudad Fall (conocido también como la Unión de Guardianes), tales como el Profesor Hastings, tenían prohibido por la ley de la O.T.E.A. ser miembros, así como también era ilegal que cualquier ciudadano de una nación de la O.T.E.A. pusiera un pie, o siquiera pensara en hablar con alguien de las regiones de Fiore, Almia u Oblivia a raíz de las extensas Guerras Pokémon que habían ocurrido durante siglos entre los miembros de la O.T.E.A. y los que firmaron el Pacto de Ciudad Fall, que habían culminado en una Guerra Fría que se prolongó por casi cuarenta años, hasta que el Profesor Oak fue capaz de implementar los cambios que los llevaron a tener un mundo más seguro en el presente.
El hecho de que Oak y el Profesor Hastings eran buenos amigos, y que a menudo los dos colaboraban en secreto para mejorar las vidas de los Pokémon, fácilmente podría ser motivo de que los dos fueran sentenciados a la pena capital si llegaban a descubrirlos, a menos que alguna nación neutral les otorgara asilo a ambos en sus fronteras, como por ejemplo Rota. Pero dejando de lado esos hechos...
- Antes de comenzar, permítanme dar la bienvenida a nuestros dos nuevos miembros; la Profesora Aurea Juniper de Unova, hija de mi colega fundador Cedric Juniper, cuya innovadora investigación acerca de los orígenes de los Pokémon, es realmente impresionante, por no decir más.
La joven mujer recibió un fuerte aplauso de todos los presentes, incluyendo el normalmente estoico y también miembro fundador, el Profesor Rowan. Sintió que se le salían los colores, más todavía cuando su padre le dio unas palmadas en la espalda felicitándola, pero asintió con la cabeza y les dio las gracias a todos.
- También, démosle un fuerte aplauso a nuestro primer representante de Orre, el Profesor Krane, cuya investigación de la ausencia de los Pokémon en humanos me ha hecho desear no volver a poner un pie en Orre nunca más.
Incluso el nativo de Puerto Gateon de cabello castaño no pudo evitar reírse de la pequeña broma que hizo el Profesor Oak, y también agradeció los aplausos de bienvenida de sus colegas.
- Ahora, dejemos atrás las bromas. – dijo Rowan con su usual tono serio. – Me parece que deberíamos discutir algo que todos debemos estar sufriendo recientemente: una oleada de recortes de presupuesto, ¿me equivoco?
Los profesores Oak, Ivy, Elm y Birch asintieron estando de acuerdo con Rowan, el resto se encogió de hombros.
- Nop. – Cedric no notaba ninguna diferencia en sus fondos.
- Yo acabo de comenzar, mi presupuesto es bajo, pero ya lo era desde el principio. – confirmó Krane.
- A mí de hecho me dieron un aumento este año. – Sycamore recordó que sus fondos aumentaron recientemente; por alguna razón las mujeres senadoras y diputadas de su región siempre parecían dispuestas a darle una mano.
Ahora tenía un laboratorio más grande en Ciudad Lumiose, en un lugar donde alquilar un solo edificio era más costoso que alquilar la mitad del Pueblo Pyrite. Elm y Birch se vieron bastante deprimidos por esto antes de que Rowan recuperara la compostura.
- Bueno, el hecho es que la mayoría de nosotros hemos tenido muchos recortes últimamente, y creo que todos sabemos quién es el culpable. – prosiguió. Ante esto, todos los veteranos tomaron expresiones de enojo.
- Ese idiota del Dr. Yung. – dijo Birch enojado, golpeando la mesa con las dos manos tan fuerte que la sacudió. – Los militares parecen creer que su Proyecto Mirage es más importante que los Pokémon, eso me hace sentir asqueado. Su ciencia no es más que para conseguir beneficios adicionales, todo ese dinero que podría ser usado para averiguar los requerimientos de un hábitat para los Gyarados, y que no estén causando estragos en áreas habitadas por humanos, ¡por su culpa no está disponible!
- ¿Qué esperabas? La histeria causada por los bloodliners ha provocado tendencias hacia el militarismo en todas nuestras naciones. – señaló la Profesora Ivy, sacudiendo la cabeza. – Por supuesto, tenemos que tomar medidas para lidiar con la amenaza que los bloodliners presentan tanto a humanos y Pokémon por igual, pero no a expensas de los Pokémon.
- Lidiar con la amenaza, ese no es el término que yo usaría. – dijo el Profesor Oak con un temple de acero en su voz. – Más bien, estaría interesado en averiguar más sobre ellos primero.
- Seguro que podríamos, cuando nos esclavicen y conquisten la Tierra. – murmuró Elm para sí mismo, pero lo bastante alto para que todos lo oyeran.
- Tal vez deberíamos enfocarnos menos en investigarlos como una raza o especie diferente, y más en averiguar por qué hay más de ellos en años recientes que en el pasado. – sugirió Cedric Juniper. – Empezando aproximadamente hace unos dieciséis años, el número de bloodliners en el mundo se ha multiplicado drásticamente. Donde antes solía haber, digamos, unos diez en Unova a lo mucho desde el nacimiento de Reshiram y Zekrom, ahora los hay por miles, y la gran mayoría son mujeres. Se han notado incrementos muy similares por todo el mundo a la misma escala numérica y de género. ¿Qué pudo provocar este cambio tan drástico?
- Ciertamente me gustaría saberlo. – pensó Aurea Juniper en voz alta. – Yo escribí mi tesis sobre los orígenes de la línea evolutiva de Trubbish, y después de todo los bloodliners son lo más cercano a un punto medio entre humanos y Pokémon...
- Por interesante e innovadora que sería esa investigación, y no lo dudo, no te aconsejaría que lo hicieras, jovencita. – le dijo Rowan con un tono algo gruñón pero de precaución. – Los políticos tienen un mal hábito de cosechar tus investigaciones para justificar atrocidades en las cuales nunca tuviste la intención de que tu trabajo fuese utilizado. Y también tienen una desagradable tendencia de ignorar lo que no les conviene, si no pregúntenle al Profesor Oak cómo fueron las cosas cuando intentó hacer públicos sus hallazgos sobre las causas de agresión de Pokémon a humanos. ¿Verdad, Profesor?
El Profesor Oak parecía estar inmerso en sus pensamientos, los cuales Rowan interrumpió aclarándose la garganta con fuerza. Por suerte, no estaba tan distraído como para no recordar lo que acababan de preguntarle, y ya tenía preparada su respuesta.
- Eh, sí... créanme cuando les digo que se espantarían de ver las amenazas de muerte que recibí, y de hecho todavía me llegan hoy día.
La broma de Oak sirvió para que sus colegas lo dejaran por el momento, lo que le permitió volver a lo que estaba pensando antes. Sobre cómo investigar las bloodlines, comenzando por supuesto con cierto bloodliner (uno de los muchos términos usados para describirlos) que acababa de salir de su laboratorio con un Pikachu como su compañero.
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En lo profundo del Bosque Viridian, más cerca de Ciudad Pewter...
- Creo que lo perdimos, ya deberíamos salir... – trató de sugerir James.
- ¡Cállate! – le espetó Jessie a su compañero en el crimen, mientras permanecían en vigilia en un pequeño puesto de vigilancia en la cima de uno de los pocos árboles no infestados de Kakunas, desde el cual había una perfecta vista del camino principal del Bosque Viridian.
De lo que habían podido recopilar, su objetivo había salido de Ciudad Viridian y se dirigía en dirección norte hacia Ciudad Pewter. Se había registrado para competir en la Liga Kanto después de todo, y con el Gimnasio Viridian actualmente cerrado por reparaciones (Giovanni estaba reemplazando unos asbestos instalados por su predecesora y madre, Madame Boss), Ciudad Pewter tenía el gimnasio más cercano al cual el muchacho podría ir.
- Podríamos estar por días enteros aquí, ¿no podríamos al menos ir a Pewter cuando oscurezca y traernos un reproductor portátil de DVDs o algo? – sugirió James.
Eso no sonaba como una mala idea de momento. Ciertamente era mejor que estar sentados en la copa de un árbol sin nada que hacer.
- El jefe nos dio una orden directa, y vamos a vigilar en este puesto hasta que el objetivo pase por...
*¡ZZZZTT!*
El fuerte zumbido por una explosión eléctrica resonó como a medio kilómetro de donde estaban, en el centro del bosque. Los secuaces de Giovanni se quedaron en silencio mientras Meowth asomaba la cabeza por una trampilla en el suelo, trayendo consigo una bolsa de plástico blanca llena con varios emparedados gigantes, y vestido en uno de esos disfraces humanos que frecuentemente usaban, y que solo un Froakie podría haberlo identificado antes que confundirlo con un enano.
- ¡Oigan, sonsos, más vale que les guste comer mientras corren, porque creo que ya encontramos a nuestro objetivo!
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Con Ash y Misty...
- No deberías ser capaz de entender a un Pikachu, no es de tipo Luchador. – reiteró Misty, mientras Ash solo podía darle una mirada llena de confusión.
- ¿Y por qué crees que solo debería poder entender a Pokémon de tipo Luchador? – preguntó él.
- ¡Win-Wingull!
Los graznidos de la gaviota llamaron su atención, avisándoles de un enjambre de aparentemente muy territoriales Beedrills salía de los árboles y comenzaba a rodearlos para atacar. Misty por un momento retrocedió asustada, pero de alguna manera se las arregló para aclarar su mente y tomar ventaja de la situación para darle a Ash una demostración, antes de que fuera a decir "debes estar loca", "crees que soy estúpido" o algo por el estilo.
- ¡Torbellino!
Wingull voló fuera del hombro de Misty mientras Ash y Pikachu la observaban sorprendidos, la chica por un instante brilló con una luz blanca, mientras alzaba la mano derecha en el aire, creando de la nada un enorme vórtice giratorio de agua sobre su cabeza. El mismo movimiento con el que vio al Piplup de Dawn ganar muchos de sus concursos había sido creado por una humana, y ahora estaban atrapando a los Beedrills en sus rápidas corrientes giratorias. Con un feroz grito, Misty arrojó el ataque al aire, y el agua perdió su cohesión después de unos treinta segundos e hizo que todos los bichos cayeran al suelo a una distancia más que considerable de ellos.
- Sé que eres diferente, Ash. Vi cómo utilizabas un Contraataque cuando fuiste atacado por los Spearows asesinos de la Ruta 1. – le dijo como si lo que acabara de hacer fuese el asunto más trivial en el mundo.
- ¿Eso hice? – preguntó Ash, totalmente asombrado.
- Pika, pika chu. [Me sorprendí tanto como tú.]
- ¿Y por qué no me lo dijiste? – preguntó Ash volteándose hacia su ratón eléctrico. Ese pequeño detallito hubiera sido importante para saberlo.
- Chu pika chu-pi.
Ash y Pikachu simultáneamente adoptaron expresiones de fastidio, por el hecho de que por alguna razón, Ash no podía escuchar lo que Pikachu le decía de manera consistente.
- ¿Es normal que solo pueda escuchar la mitad de lo que me dice dentro de mi cabeza? – le preguntó Ash a Misty, que pareció confusa.
- ¿Quieres decir telepáticamente? Cuando oigo a mis Pokémon, es como si hablaran normal. – respondió Misty, aunque luego se puso pensativa. – De nuevo, por todo lo que sé, esto es normal. Nunca antes conocí a otro que fuera como yo. Quizás las reglas sean diferentes para cada bloodline, tengo que pensar en ello.
- ¿Blood-qué?
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Mientras tanto, con el Equipo Rocket...
Con mucho sigilo, los dos agentes y su Meowth se ocultaban detrás de unos árboles, asomando sus cabezas en el claro donde vieron la explosión eléctrica.
- ¿Saben qué? No creo que esto haya sido obra de ese asesino de Koffings. – dijo James, mientras evaluaba el daño por todo el claro.
A la vista estaba que el lugar había sido escenario de una batalla Pokémon; aunque además de quemaduras eléctricas en los costados de los árboles, también había quemaduras ordinarias por todo el lugar y algunos charcos de agua, probablemente causados por el Squirtle que yacía noqueado sobre su espalda en todo el centro del claro. Su entrenador estaba sentado frente a él, con aspecto muy deprimido. Tenía cabello castaño, todo levantado en punta, e iba vestido con una camiseta azul con pantalones negros. Tendría casi la misma edad que el chico al que estaban persiguiendo.
- Por lo que sabemos, el jefe tal vez lo quiera porque puede llamar a Ho-oh para que haga su voluntad, ¡así que cállate! – dijo Jessie.
- Perdí... – murmuró para sí mismo el castaño con rabia, mientras el trío de los Rocket intercambiaban miradas, tratando de comunicarse no-verbalmente y hacer un plan para interrogarlo.
Cinco minutos después, cuando el chico finalmente devolvió al Squirtle a su Pokébola y se dirigía a retomar su camino a Ciudad Pewter, todavía algo desorientado, el trío saltó frente a él, escondiendo las letras R en sus chaquetas poniéndoselas al revés, y Meowth poniéndose a cuatro patas como los miembros regulares de su especie.
- Vaya, ¿qué te pasa, estás deprimido? - preguntó James amablemente.
- Déjenme en paz. – dijo el chico evitando sus miradas. Esta vez Jessie se le atravesó.
- Pues sí parece que estás deprimido, ¿acaso perdiste algo? – preguntó. El chico apretó los dientes, pero respondió.
- Sí, perdí una batalla. Un idiota con un Pikachu y un C... – Antes de dejarlo, continuar, el trío intercambió miradas, con una algo aterrorizada de parte de James, antes de seguir presionando.
- Dinos, ¿el entrenador de ese Pikachu no llevaba una chaqueta azul, y una gorra oficial de la Liga Pokémon...? – En cuanto preguntaron esto, Gary de pronto estalló en carcajadas.
- Esperen, ¿están tratando de describirme a ese Ashy-boy? Sí como no, como si fuera a perder contra él. De todos modos gracias, necesitaba reírme un poco. Ahora si me disculpan, me voy para Pewter por una batalla de gimnasio.
Ya se había alejado como unos trescientos metros en el camino antes que el trío, ocupados internamente en preguntarse por qué había otro entrenador con un Pikachu por allí cerca, se dieron cuenta que era una presa fácil para que le robaran sus Pokémon, y de inmediato salieron corriendo detrás de él.
- ¡Prepárense para los problemas...!
*¡BUZZZZZZZ!*
Un enjambre de abejas Pokémon, un montón de Beedrills descendieron a su alrededor antes de que Gary pudiese escuchar su lema, claramente perturbados por todo el alboroto que estuvieron haciendo.
- Bueno, creo que nosotros tenemos que prepararnos para los problemas. – Meowth tragó en seco mientras veía a Koffing y a Ekans salir para proteger a sus amos.
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Más tarde aquella noche...
Una desesperada necesidad por consumir alimento en poco tiempo confirmó aquella única regla que era común para las personas como él y Misty, o como ella los llamó, aquellos que poseían bloodlines.
Ya que Misty parecía confundida con el por qué él podía hacerlo de manera diferente de como ella lo hacía, no tenía ninguna respuesta, y no valía la pena preguntarle ahora. No solo no había manera de que Misty fuese a hacer cualquier ruido en la oscuridad en un área donde se sabía que hacían sus nidos los Ariados (aparentemente, algunos Pokémon de Johto se podían encontrar al oeste del Monte Luna, pero en pocos números), sino que ahora mismo estaba profundamente dormida en su saco, del otro lado de la fogata, mientras Ash rezaba silenciosamente porque su ciclo de sueño fuese el mismo. Sin más que hacer, agarró la Pokébola de Caterpie, usando el interior de su propio saco de dormir para ahogar el ruido de Caterpie al salir; aunque Pikachu alzó las orejas al escucharlo.
Ash colocó su dedo en la cresta de la frente de Caterpie, causando que el pequeño bicho perdiera la aprehensión en sus ojos mientras recuperaba sus memorias perdidas. Poniendo dos dedos en cada una de sus sienes, Ash miró fijamente al gusano.
- "Caterpie... te estoy hablando telepáticamente, ¿puedes entenderme?" – El insecto lo miró, parpadeando un par de veces antes de empezar a hacer algunos zumbidos en respuesta.
- [Pikachu, ¿por qué Ash está haciendo una imitación de Patrick Stewart? Y ahora que lo pienso, ¿por qué otra vez soy un Caterpie? Lo último que recuerdo era estar volando al norte de la región Kalos... y ahora estoy de vuelta en el lugar donde nací... y de algún modo ahora Ash puede comprender lo que decimos.]
El ratón, que se había metido a la fuerza en el saco, le dio un coletazo en la nariz a Ash para impedir que siguiera intentando telepatía desde su lado de la conversación.
- Pika chu cha pi. [Es algo complicado, con todo eso de viajar en el tiempo, el espacio que se distorsiona y que tenemos que prevenir el fin de la realidad de nuevo, ese tipo de cosas... ¿y quién demonios es Patrick Stewart?]
- [Es decir que básicamente, ¿la continuidad del espacio tiempo se rompió, el tiempo se reinició, y es nuestro trabajo impedir que eso vuelva a suceder?] – Caterpie no parecía estar nada sorprendido.
- ¿Pi? [¿Espacio-tiempo qué?]
- Oigan, creo que empiezo a agarrarle el hilo a esto. Solo tengo que concentrarme. – dijo Ash bastante animado.
- Chu-ka pi-ka-cha. [Solo trata de no pensar mucho en el lenguaje Pokémon más de lo necesario. A ustedes los humanos les tomaría por siempre comprender las 500.000 reglas básicas, sin llegar a las semi-complicadas, medianamente complicadas, altamente complicadas y las insanamente complicadas.]
Caterpie se arrastró hasta la parte superior del saco de dormir para observar la luna, igual como acostumbraba hacerlo en la línea temporal original.
- [¿Saben algo?, a pesar de que la continuidad del espacio tiempo pudiera estar en peligro de destruirse por segunda vez, quizás no sea tan malo empezar todo de nuevo. Fue divertido entrenar contigo en la línea temporal original cuando eras un novato... asumiendo que ya no fueras un novato cuando la línea temporal original terminó. Eso y no estaré en problemas con mi pareja por llegar tarde a casa y que me mande a la casa del Growlithe, por decirlo así.]
- Ah, vamos, tampoco soy tan malo. – dijo Ash, sintiéndose insultado. – Logré ganar la Liga Naranja y la Frontera de Batalla, llegué a los 16 mejores en la Conferencia Índigo, los mejores 8 en las Conferencia Plateada, Siempre Grande y Vertress, y los cuatro mejores de la Conferencia Lirio del Valle... aunque me hubiese gustado ganar.
- Pikapi Pi-Pika Chu... [Si lo piensas bien, Ash, todos esos entrenadores que ganaron las conferencias, John Dixon, Tyson, Tobias, Virgil, ellos tendrían al menos unos dieciséis años. Y considerando que tú tenías...] – Pikachu de pronto se quedó en blanco tratando de recordar la edad que tenía Ash.
- Vamos, Pikachu, si ya sabes que tenía... – Ash también se quedó en blanco al querer recordar su edad en la línea temporal anterior. Estúpidas distorsiones y estúpido Cyrus por sabotearle su vida.
- Pika Pi-Pikachu Ka-chu. [Bueno, sí estoy seguro de que no eras tan mayor. Para cualquiera que fuese la edad que tenías, un promedio de llegar a los 8 mejores es un gran logro. Aunque a veces tomaras decisiones algo cuestionables, mejoraste con el tiempo. Solo mira cómo aprendiste a usar mejor a los de tipo Volador después de Hoenn, y cómo usaste de lleno a los de tipo Insecto en Unova, sin mencionar que pudiste mantener un equipo de diez Pokémon en rotación por primera vez.]
- Aun así perdí en Unova, y bajé en el ranking. – Ash parecía seguir algo propenso a deprimirse por sus acciones en el pasado.
- Chu. [Sí, y la culpa de eso la tiene la Profesora Juniper.] – Caterpie y Ash se quedaron viendo a Pikachu con expresiones confusas, aunque por razones distintas.
- [¿Hay más de un Profesor?]
- Pikachu, ¿por qué la culpas? Por lo que sabemos me mantuve eternamente con diez años de edad, y seguro que soy más maduro que eso.
- Pika ka-Cha. [Ash, ¿cuál es la diferencia entre los laboratorios de la Profesora Juniper y del Profesor Oak? El Profesor Oak tiene un área extensa al aire libre donde los Pokémon pueden salir a entrenar continuamente tanto como quieran. Incluso a veces les ayuda personalmente para estudiar mejor las relaciones entre Pokémon y humanos. La Profesora Juniper no tiene nada de esto, los Pokémon que mantuviste en rotación en su laboratorio permanecían adentro de sus Pokébolas en estasis. Si hubieras tenido la posibilidad de enviar a tus Pokémon de Unova a Kanto durante la rotación, hasta podrías haber ganado en Unova. Tal vez hasta hubiera funcionado más a tu favor si hubieras rotado por completo a tu equipo, pero considerando que estoy seguro que perdiste mi Pokébola en algún momento, y que Pignite tenía sus problemas por haber sido abandonado, eso podría haberlo afectado negativamente si lo sacabas del equipo hasta que lo superara, después de lo que pasó con el Equipo Plasma. Tal vez fuera la mejor idea, pero no el mejor momento para implementarla.]
Ash se puso a pensar en ello un momento. Hasta cierto punto eso tenía sentido; después de todo él no le enseñó a Noctowl Tajo Aéreo, a Heracross Sonámbulo, a Torkoal Onda de Calor o a Snorlax Puño de Hielo. Ellos aprendieron esos movimientos en el laboratorio de Oak. A pesar de todo, no le parecía justo culpar a la Profesora Juniper por todas sus derrotas en Unova.
- Estoy seguro de que debo haber hecho algo mal. Digo, tal vez podría haber comprobado si podía cargar más de seis Pokémon a la vez o algo. – dijo Ash. Caterpie negó con la cabeza.
- [Luego de que nos separamos, viajé por todo el mundo. En ningún momento vi a un entrenador que pudiese llevar más de seis Pokémon mientras viajaba. Si te quedabas en un solo lugar, como en un gimnasio o el laboratorio de Oak, podrías haber tenido más de seis Pokémon activos, pero ya cuando sales de los confines, tener más de seis va contra las leyes internacionales. Pero quién sabe, tal vez sea diferente en esta nueva línea temporal. El Pokédex tal vez sabe algo al respecto.]
Lleno de curiosidad, Ash decidió verificarlo, por supuesto no sin antes bajarle el volumen para evitar despertar a Misty.
- Los entrenadores Pokémon solo tienen permitido cargar un máximo de seis Pokémon con ellos en cualquier momento, fuera de áreas específicamente delimitadas con bloqueos a los limitadores de las Pokébolas. Este número ha aumentado o disminuido en el pasado, basándose en el costo de la comida Pokémon, las tendencias en las batallas y los Pokémon salvajes, así como la hostilidad de los humanos. El límite de seis Pokémon en tiempos modernos fue implementado por el Profesor Samuel Oak hace cuarenta años en parte debido a la casi total destrucción de la costa de Johto por el infame criminal "Bill de los Veinte Gyarados." (*)
- Creo que no. – dijo Ash.
- [¿Bill de los Veinte Gyarados?] – Caterpie parecía divertido y a la vez aterrado por el nombre.
- Casi me hace desear que me llamaran "Ash de los Veinte Charizards". – comentó Ash, antes de acordarse de todos los problemas que le provocó su Charizard con su desobediencia. – Pensándolo bien, mejor no.
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Al día siguiente...
Contrario a lo que algunos pensaban, Ash no abandonó a su Pidgeot. Durante su tiempo en las Islas Naranja, la Ruta 1 se vio afectada por trabajos de construcción, lo cual causó disrupción en su hábitat. Esto, aunado al caos ambiental provocado por un coleccionista demente tratando de capturar a los originales Articuno, Zapdos y Moltres, resultó en que la parvada tuviese que migrar a otro lugar. Ash casi lloró hasta quedarse dormido la noche que encontró en su ventana una pluma muy familiar, como un regalo de despedida.
Así, apenas divisaron al ave que ahora volvía a ser Pidgeotto como la había atrapado antes (rápidamente confirmado por el infalible olfato de Pikachu, el ratón maravilla), justo cuando Ash y Misty se terminaban unas tartas, y varios de sus Pokémon (Pikachu, Caterpie, Wingull y, bajo su propia voluntad, Psyduck) se estaban devorando su segunda ronda de comida Pokémon, inmediatamente el entrenador dejó lo que hacía para ir tras el ave, mientras esta aterrizaba en el suelo y empezaba a picotear tratando de desenterrar algún gusano. Apenas los notó, se volteó a verlos con rabia.
- Pidgeotto, el Pokémon pájaro, y evolución intermedia de la línea de las regiones Kanto y Johto. Construye su nido en el centro de grandes territorios, en el cual se encuentran muchas parvadas de este Pokémon y sus otras formas evolucionadas y pre-evolucionadas, Pidgeot y Pidgey. Los Pidgeottos son criaturas leales y con mucha determinación, pero capaces de usar mucha ferocidad para defenderse a sí mismos y a los suyos.
El Pokédex de Ash nuevamente registró otro Pokémon visto en su base de datos. Los Pokémon de Ash también dejaron de comer para unirse a él. Misty también se percató de su interés.
- ¿Vas a atraparlo? – le preguntó.
Ash respondió asintiendo con la cabeza, mientras miraba de lado a Caterpie. Por mucho que preferiría hacer esto de la manera sencilla y darle un toque para devolverle las memorias, estaba el problema de tocar a un Pokémon salvaje capaz de volar, y que potencialmente podría ser algo peligroso. Así que muy a su pesar, la violencia sería un mal necesario, pero con suerte, apelando al honor de las batallas Pokémon y todo eso, Pidgeotto lo perdonaría.
- ¡Usa Disparo de Seda para que no escape! – le ordenó.
Caterpie obedeció, lanzando una ráfaga de hilos de seda de la boca, aunque Ash no lo oyó decir nada. Tal vez solo el hecho de que estaba entusiasmado por recuperar a uno de sus viejos amigos de nuevo le afectaba su concentración o algo. Pidgeotto no pudo salir volando pues la seda le amarró la pata derecha, y le dio al gusano una mirada de molestia, y a la vez de confusión, como si se preguntara "por qué la presa impide que el cazador escape y no al revés". Finalmente, para soltarse, se lanzó con un Ataque Rápido hacia Caterpie.
- ¡Recíbelo con una Embestida! – gritó Ash.
Los dos ataques chocaron de frente, pero el Ataque Rápido golpeó un poco antes y con más fuerza, haciendo que Caterpie saliera volando por los aires hacia atrás. Pero Ash ya sabía qué hacer.
- ¡Usa Disparo de Seda para retraerte, y usa Embestida de nuevo!
El Disparo de Seda le volvió a dar a la pata de Pidgeotto, mientras el gusano usaba la energía de la colisión de los dos ataques anteriores como un impulso adicional para aumentar su velocidad. La Embestida conectó un golpe crítico, haciendo que Pidgeotto cayera revolcándose en la tierra, y Caterpie aterrizó justo a su lado. Similar a como había sido en la antigua línea temporal, una caída como esa hubiese podido matar (o al menos lastimar seriamente) a un humano, pero los Pokémon estaban perfectamente bien. Pero Pidgeotto no iría a ninguna parte sin una poción.
Ash le arrojó una de sus Pokébolas, que energizó a la inconsciente ave y la atrapó sin problemas después de la tercera sacudida. Misty, por su parte, arqueó las cejas, bastante sorprendida por la captura que acababa de ver, casi sin poder creerlo.
- Eso estuvo bastante bien. ¿Seguro que eres un entrenador novato? – le preguntó. Ash solamente se encogió de hombros.
- Creo que es natural para mí. – le respondió.
Cuando lo vio enviar a Caterpie, estaba más que lista para darle un buen sermón sobre las ventajas y desventajas de los tipos cuando inevitablemente se viera forzado a regresarlo. No tenía ni idea que todo lo hizo legítimamente planeado. Con todo, la única otra cosa que podían hacer era reírse algo nerviosos, Ash, Pikachu y Caterpie por haber regresado en el tiempo y con eso saber exactamente lo que tenían que hacer, y Psyduck porque seguramente Misty ahora esperaría de él un estándar muy similar.
Sin embargo, antes que ninguno de ellos pudiera decir nada más, Caterpie se vio envuelto por la ya conocida luz de la evolución.
(--0--)
Al día siguiente, con el Equipo Rocket...
- ¡Este no es el de pollo y tocino que te pedí, Meowth! ¡Ya tenemos dos días de estar comiendo albóndigas de marinara, quería uno de pollo rostizado!
- ¿Por quién me tomas, niño rico? ¿Qué, crees que puedo sacar dinero así de la nada? ¡Esas cosas cuestan más que tu colección de tapas de botellas!
- ¡Eres un Meowth! ¡Se supone que tu ataque característico es Día de Pago, y somos miembros de una organización criminal!
- ¡Sí, ¿pero crees que un gobierno en Kanto duraría si no tuvieran forma de regular la validez financiera de...?!
- ¡Guarden silencio los dos! El niño está a punto de pelear con un tonto que se cree samurai. – los calló Jessie, mientras observaban la batalla que estaba a punto de ocurrir.
...
- ¡Entrenador de Pueblo Paleta, tu compatriota me ha deshonrado en combate tras combate! ¡Ahora tú pagarás por esa deshonra!
- Eh, claro, lo que digas. – Ash no recordaba que fuera tan estirado la última vez.
- ¡Ahora ve, Pinsir! ¡Venga mi honor!
En un destello de luz blanca, el enorme Pokémon escarabajo apareció, chasqueando sus enormes tenazas encima de su cabeza, haciendo un sonido que casi parecía metálico.
- Pinsir, el Pokémon Escarabajo. Los Pinsirs son muy conocidos por tener una mala historia con los Scythers y Heracross y pelear con ellos por territorio en los bosques. Usando sus tenazas, este Pokémon puede partir en dos un poste metálico. – sonó el Pokédex de Ash desde su bolsillo.
- ¡Metapod, ve! – Ash arrojó su propia Pokébola, liberando al Pokémon capullo de color verde, que había evolucionado de su Caterpie después de su exitosa captura de Pidgeotto.
- Metapod, el Pokémon capullo. Aunque este Pokémon usualmente no come o se mueve, un Metapod bien entrenado puede hacer todo lo que hace un Caterpie. Un Metapod capturado en lo salvaje, o entrenado por un completo principiante, es incapaz de hacer nada. A pesar de esto, es el ícono de la revista Playtrainer.
Preguntándose qué clase de gente demente usaría a un Pokémon para eso, Ash sacó su Pokédex y con un tono de fastidio le gritó:
- ¿Es necesario que te pongas a decir información como esa al azar?
- Sí. – fue la respuesta del Pokédex antes que Ash se lo volviera a meter al bolsillo. Su oponente tampoco parecía muy divertido.
- Eres un tonto, igual que tu Pokédex. Te derrotaré como el tonto que eres. ¡Pinsir, Tenazas!
El enorme e imponente escarabajo se le vino encima al aparentemente indefenso capullo verde, con las tenazas chasqueando ominosamente como un par de cuchillas oxidadas. A pesar de eso, Metapod difícilmente se veía alarmado, al igual que su entrenador.
- ¡Usa Disparo de Seda! – ordenó Ash.
El Metapod lanzó un chorro de seda desde debajo de los ojos, (donde debería tener la boca), usándolo para amarrar las tenazas del escarabajo, haciendo que tanto este como su entrenador se quedaran congelados de pánico.
- ¡Imposible! ¡Un Metapod no puede usar ningún otro ataque que no sea Fortaleza! – gritó el Samurai. Como si quisiera probar dos veces que esto era falso, Ash le ordenó a Metapod usar otro ataque.
- ¡Embestida, ahora!
Metapod probó que todavía conservaba también su otro ataque, golpeando a Pinsir en todo el medio de la cara. La Embestida hizo que el escarabajo se tambaleara hacia atrás, antes de echarse un tropezón y desplomarse desmayado.
- ¡¿Qué?! ¡Ahora me estás deshonrando haciendo trampa! ¡Ese es un Caterpie disfrazado de Metapod, ¿no es verdad?! -
- Te equivocas. Solo es un Metapod que entrené desde que era un Caterpie. – dijo Ash con un tono de fastidio, mientras veía como el Samurai volvía a recoger a su Pinsir.
- ¡Serás castigado! ¡Ve, Metapod!
El Metapod del Samurai apareció frente a ellos. No queriendo repetir la misma escena de la anterior línea temporal, Ash le ordenó al suyo quitarse del medio y lanzó otra Pokébola, dejando salir a Pidgeotto.
- ¡Te mostraré un verdadero Metapod! ¡Fortaleza!
- Ráfaga. – dijo Ash simplemente.
Contrario a lo que una vez se les enseñaba a los entrenadores Pokémon de las regiones de Kanto, Johto, Orre y Hoenn, la estadística del poder de un movimiento era determinada no por el tipo, sino por el ataque en sí mismo. Y el factor determinante, Ráfaga era un ataque especial, no uno físico, y Fortaleza solo potenciaba la defensa física.
Así, cuando el ataque de tipo Volador golpeó al Metapod del Samurai, lo único para lo que sirvió fue que a este le doliera mucho más cuando su Pokémon salió volando directo hacia él, y ya que Ash no le ordenó cesar el ataque, muy pronto los dos salieron volando hacia el cielo, perdiéndose en la distancia, hasta ser solo un pequeño punto brillante. Ash y sus compañeros no hicieron más que suspirar de resignación de lo fácil que fue eso.
- Tal parece que pelear por nuestras vidas contra esos enjambres de Beedrills sirvió para algo. – dijo Ash. En su afán de ayudar a Pikachu a volver a perfeccionar su Cola de Hierro, también les había dejado algunos a los otros, para que también recuperaran algo de su propia experiencia.
- Uh, ¿Ash? – dijo Misty, señalando hacia Metapod. Y al voltearse, una luz familiar estaba rodeando al Pokémon insecto.
- ¡Está evolucionando! – exclamó Ash emocionado.
Por fin, su viejo Pokémon volvía a ser un Butterfree, adquiriendo unas grandes alas blancas, un cuerpo pequeño y morado con ojos rojos, y las características marcas negras de los machos de su especie. Feliz de recuperar esta forma, Butterfree estiró las alas triunfante y comenzó a volar por todo el lugar para celebrarlo.
- ¡Free-free!
...
Mientras tanto, el Equipo Rocket seguía observando fijamente, y haciendo un reporte verbal de todo lo que habían visto. Siguiendo las órdenes de Giovanni, Jessie sacó una minigrabadora y empezó a hablarle.
- Muy bien. Entrenador cuyo nombre estamos seguros es Ash, reporte de vigilancia, Volumen 1: El sujeto viaja por el bosque con una entrenadora pelirroja de Pokémon de tipo Agua. Hasta ahora ha capturado y entrenado un Butterfree, un Pidgeotto y aparentemente su Pikachu ya perfeccionó su Cola de Hierro. Acaba de tener una batalla contra un Samurai que usaba Pokémon tipo Insecto, resultando en una victoria. Ahora planea dirigirse al norte, hacia Ciudad Pewter. Continuaremos acechando, por favor enviar más dinero.
Tras terminar de grabar toda la información, Jessie se dispuso a enviarle el archivo a Giovanni, mientras Meowth y James seguían discutiendo cuáles sándwiches ordenarían la próxima vez, perdiéndose de la otra última parte de la conversación, audible únicamente desde la perspectiva de Ash.
- ¡Free-Free! [¡Cómo extrañé poder volver a volar! ¡Miren mis hermosas alas!]
Ash también sonrió, no podía culparlo por sentirse emocionado de haber vuelto a evolucionar. Y de cierta manera, también le agradó volver a verlo. No había sido un mal día después de todo. Con otra victoria, y otra evolución, Ash decidió que era tiempo de seguir su camino hacia Ciudad Pewter, ya llegando hacia la salida del bosque. Misty estuvo de acuerdo, se sentía muy ansiosa de salir pronto de ese bosque.
Esta historia continuará...
(*) Ver el Gaiden de Bill de los Veinte Gyarados para la historia de este infame sujeto.
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