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El torneo de Fuchsia - Parte 2


Pueblo Vaniville...

- No podrás volver a tiempo para ayudar a Ash, ¿verdad?

Ante su pregunta, Pidgeot sacudió su cabeza. Eran las únicas afuera en la noche oscura, iluminadas solo por la luna llena y las estrellas en el cielo. La rubia suspiró, pero le acarició el pico al ave con afecto. En ese punto fue que miró la carta atada a su pata, bien sujeta para un largo viaje.

- Qué lástima. Le ganaste a Ash esa medalla y lograste volar todo el camino hasta aquí en Kalos. De verdad eres muy fuerte. Es increíble, de verdad; él siempre supo lo que quería y ya ha llegado muy lejos en su camino a lograrlo, y yo sigo sin saber lo que quiero hacer con mi vida.

Pidgeot dejó salir un pequeño trino para confortarla, antes de agitar las alas y despegar hacia el cielo nocturno. Mientras solaba, una pluma solitaria marrón y blanca flotó hasta ella, y Serena la atrapó para examinarla. La parte inferior de la pluma de color blanco era hermosa, y la punta se sentía fuerte y firme. Podía ver por qué la gente siempre escribía con ellas en los documentales sobre tiempos antiguos.

- Me pregunto qué me contestará. Espero que responda mis preguntas sobre su primo. – murmuró Serena para sí misma mientras tocaba la pluma con sus dedos.

Era algo de lo que se había dado cuenta en el torneo en el Domo de Batalla, pero en este de verdad sobresalía. Red y Ash se parecían muchísimo. Ash no tenía hermanos, así que tendría que ser un primo, ¿verdad? Su madre estuvo de acuerdo con ella cuando se lo dijo, luego de hacer una broma de que Red se vería probablemente como luciría Ash si fuese un personaje de una película clásica en un remake del Hollywood moderno. Al menos si ese no fuera el caso, no tendría que preocuparse sobre que Red invadiera sus sueños. La angustia era algo que Serena no encontraba atractivo en lo absoluto. Sus sueños le pertenecían a Ash, y solo a Ash...

Sonrojándose al pensar en dichos sueños, Serena no se fijó que iba caminando hacia la pared unos metros al lado de la puerta, y terminó dejando caer la pluma y quejándose del dolor.

(--0--)

De vuelta en Ciudad Fuchsia...

- Hmph. Ese tal Red no es tan malo por lo que veo.

El comentario de su compañero hizo que uno de los nervios de Gary se sacudiera con irritación mientras caminaban hacia el campo de batalla para su pelea de la segunda ronda. "Red no es tan malo" era quedarse cortos. Incluso si Gary sabía que podría vencer a ese chico algún día, no iba a decir que Red no tenía habilidad. Decir eso sería un insulto a sus propias habilidades. Aunque nunca entendió como era eso: a menos que pudieras vencer a alguien, y hacerlo fácilmente, sugerir que su poder no era nada te hacía quedar a ti como menos que nada, o simplemente nada en absoluto.

- Sí, es bastante bueno. – dijo Gary estando de acuerdo, y dejando unos pocos retazos de información que no se sentía con ganas de compartir.

- Ya veo a dónde se fue todo el talento en la familia. – Gary no estaba seguro de cómo luciría su cara ante ese comentario, pero su compañero le dio un gesto de estar ligeramente irritado. – ¿Qué, es que eres ciego? Ese chico Red se parece a Ketchum. Diablos, si su apellido fuese Ketchum, hasta te diría que podrían ser hermanos gemelos. Deben ser primos o algo así.

Eso no era posible. La madre de Ash era hija única, y él no estaba seguro de si sus padres tenían hermanos, o que estos hubieran sobrevivido para tener hijos. Aun así, ahora que Paul se lo señalaba... podía verlo. Red sí se parecía un poco a Ash, y más todavía entre más lo miraba. No se había dado cuenta antes. Ash hablaba tanto que el silencio general de Red oscurecía sus similitudes de apariencia como si un sombrero gigante le tapara la cara. Pero si Ash no tenía primos, ¿qué era Red de él? ¿Alguien habría clonado a Ash?

Gary se resistió al deseo de golpearse por pensar en eso. ¿Para qué querría alguien clonar a Ash? Y sin mencionar que Gary estaba seguro que la clonación era imposible. Si hubiera clones andando por ahí alguien lo sabría, y la gente se estaría quejando de ello en Noticias Vulpix como mínimo. Seguro que tenía una explicación racional, como que tal vez Red solo lucía casualmente como Ash de muchas maneras. O tal vez, el padre de Ash había engañado a la mamá de Red con la de Ash, eso ciertamente era posible. Cualquiera de las dos era posible, y solo necesitaba un nombre para darle un puñetazo en la cara al señor Tajiri. Aunque eso seguía sin explicar a la niña que seguía a Red a todas partes. Esas marcas que tenía en la cara no se parecían a las de Ash, ¿o sí?

- ¡La segunda ronda del segundo día de nuestro torneo comenzará ahora! ¡Entrenadores, elijan a sus Pokémon! ¡Septimus elegirá primero!

Tuvo que parar su comparación mental de posibles marcas de nacimiento ya que el combate estaba por iniciar.

- ¡Ve, Haku! – Un chico de piel algo bronceada gritó en un acento hoennés. La bola se abrió para revelar al Pokémon cuyo apodo era Haku.

- ¡Gyara! – Y era un Gyarados que le gruñía a todo. Bueno, eso sirvió para dejar de lado todo pensamiento sobre Ash y Red bastante rápido.

- ¡Raichu, prepárate para la batalla! – respondió Paul de segundo. La bola se abrió para revelar a la equivalente femenina del as del Teniente Surge. Vio al Gyarados y retrocedió de miedo. – ¡Tienes la ventaja de tipo, recuérdalo! – le gritó Paul. Gary no podía ponerle el dedo, pero había algo en el tono de Paul que no le gustaba.

- Conque un Raichu... ¡Cubone, ve! – La chica entrenadora, que tenía aspecto de, a falta de una mejor descripción, una estudiante de colegio privado con piernas bastante largas lanzó una Pokébola que al abrirse reveló al tipo Tierra con el hueso en mano.

- ¡Exeggcute, ve! – Gary envió a su Pokémon elegido para esta batalla. El tipo Hierba de multi-partes salió, listo para pelear contra ellos.

- ¡Comiencen!

- ¡Haku, usa Híperrayo! – gritó Septimus. Gyarados comenzó a cargar una energía masiva en su enorme mandíbula. Muchos bebés en la audiencia comenzaron a gritar de miedo.

- ¡Usa Atactrueno! – contraatacó rápidamente Paul. Raichu comenzó a brillar de amarillo y envió la descarga, pero el ataque se desvió en el aire y voló hacia el inmóvil Cubone. – ¡Pararrayos!

- Ciertamente. – La chica sonrió de manera siniestra al ver como la carga del Híperrayo estaba casi completada.

- ¡Somnífero! – ordenó Gary para contraatacar.

Exeggcute empezó a saltar de arriba abajo mientras un polvo verde volaba hacia el leviatán. Debido a estar cargando, el polvo fue succionado y Gyarados empezó a sentir sueño, por lo que el Híperrayo empezaba a deshacerse, y sus remanentes de energía se disipaban hacia los lados. Gyarados entonces colapsó en el suelo, directo hacia Exeggcute y Raichu.

- ¡Sí, usa Portazo, Haku! – Septimus no convenció a nadie de que esto había sido planeado. Y además, Gyarados no podía usar Portazo. Aplastón tal vez, pero no Portazo.

- ¡Exeggcute, esquívalo!

- ¡Usa Excavar!

La orden de Gary hizo que su Exeggcute se dividiera en partes, rodando lejos del centro como bolas de billar. Raichu entretanto se enterró en el suelo. El resultado fue el mismo, pues un leviatán dormido dividió el campo a la mitad y la chica se veía bastante confiada ahora.

- Dividido así como está, un Exeggcute no es tan fuerte. ¡Cubone, Rabieta!

Cubone, empezando a agitarse como Gary lo hacía cuando tenía cinco años de edad, se lanzó hacia el lado izquierdo del Gyarados. El hueso golpeó a uno, dos, y luego tres partes de su Exeggcute, mandándolos a volar hacia el Gyarados durmiente. Lo golpearon para hacer daño mínimo, si acaso. Luego rebotaron de vuelta hacia Cubone, que continuaba con su Rabieta.

- La aplicación del incremento de ataque por mismo tipo y algo de estimulación menor por dolor servirá para despertar a un camarada dormido. Espero que te gusten mis habilidades autodidactas. – declaró la chica mientras Septimus la veía con el cejo fruncido.

- Si llegas a noquear a Haku, te voy a mostrar que una educación en colegio caro no vale de nada en el mundo real con Hound, Azul y... – La chica levantó la mano para silenciarlo.

- Oh, eso lo sé muy bien. Me dieron un muy rudo despertar respecto a eso no hace mucho. – Sonrió sombríamente mientras notaba la tierra debajo de Cubone empezar a agrietarse. – Cubone, juguemos golpear al topo con ese ratón sobrealimentado. No es exactamente un Pikachu, pero será buena práctica.

- ¡Cu!

Raichu salió de la tierra para usar la segunda parte de Excavar, solo para recibir un golpe de revés de la Rabieta. La ratona salió volando por los aires, dando varias vueltas, antes de aterrizar al borde de la arena con un golpe seco. Paul gruñó al ver esto. Extrañamente, Gary presentía que el gruñido no era por el ataque, pues la rabia ante sufrir heridas de parte de su compañero era común. Gary no estaba seguro de a quién estaba dirigiéndole esa mirada de rabia. No podía ser a Raichu, ¿verdad? Sin embargo, si notó las tres partes no golpeadas de su Exeggcute que acababan de ponerse encima de Gyarados.

- ¡Muy bien, hora del contraataque! ¡Usa Bola de Energía, y luego Comesueños!

Saltando en el aire para unirse a los menos dañados, Exeggcute formó una gran esfera verde encima de ellos. La esfera salió disparada hacia Cubone, que recibió el golpe de lleno y salió disparado hacia Raichu. Las semillas empezaron a saltar hacia la cresta de Gyarados y empezaron a brillar de rojo, un brillo que pronto comenzó a cubrir al Gyarados.

- ¡Y con Cubone contra las Cuerdas, Gyarados empieza a ser drenado de su energía! ¿Podrán el equipo de Septimus y Giselle darle la vuelta al encuentro?

- ¡Demolición!

- ¡Bloquea con Demolición también!

Las órdenes de Paul y Giselle colisionaron, al igual que dos puños resplandeciendo en un intercambio de fuerza. El aura roja que drenaba a Gyarados desapareció en cuanto los ojos de la bestia se abrieron. Rugió un bostezo que expulsó muchos condimentos hacia las tribunas, antes de sacudirse violentamente a Exeggcute de encima.

- ¡Cascada!

Una corriente de agua empezó a circundar alrededor de Gyarados, formando una poderosa barrera de agua que se expandió y alejó las partes de Exeggcute todavía más. Tres de ellos rodaron hacia Cubone y Raichu, y los otros tres lejos de Gyarados y de los otros Pokémon.

- ¡Ataque Rápido!

- ¡Venganza!

El veloz ataque de Raichu se activó justo después de su último choque de Demolición, enviando a un Cubone brillando a volar hacia atrás. El brillo rojo se intensificó con el impacto, justo cuando dos de las partes de Exeggcute rodaron en su camino.

- Cola de Hierro y Ataque Rápido ahora están sellados. – declaró Giselle con tono de superioridad.

- Eso no es ningún problema. Excavar. – declaró a su vez Paul. Raichu volvió a enterrarse en el suelo mientras la carga empezaba a arder. Un aura explosiva de color blanco salió disparada desde Cubone, enviando a Exeggcute por los aires.

- ¡Y por lo visto se voltea la tortilla! – dijo el anunciante, con un mal juego de palabras.

- ¡Exeggcute, Somnífero! – Desde arriba, los tres huevos perdidos empezaron a soltar su polvo, y los tres que estaban lejos de Gyarados también lo hicieron.

- ¡No de nuevo! – se quejó Septimus.

- ¡No lo creo! ¡Cubone usa Pro...!

- ¡Rai! – Raichu emergió del suelo justo debajo de Cubone, enviándolo a volar por los aires y directo al polvo adormecedor. Gyarados también aspiró otra buena cantidad de él, y el resultado final, dos Pokémon desplomados al caer de una gran altura.

*¡CRACK!*

- ¡Cubone ya no puede pelear! – declaró el réferi entre un montón de tembladera y preocupación.

- ¡No! – exclamó Giselle.

De acuerdo, solo fue uno. A Gary le alegró un poco ver que el hueso que se partió por la caída fue el del brazo de Cubone, en vez del cuello o la espina. Nunca creyó alegrarse de ver un brazo roto. Mientras Giselle retornaba a Cubone, le echó una mirada asesina, y Gary le respondió agitando los brazos, incluso mientras su Exeggcute aterrizaba en Gyarados y sus partes empezaban a saltar de vuelta con las otras para reunirse.

- ¡Perdón, eso fue un accidente! ¡No fue mi intención...!

- ¡Atactrueno! – Para sorpresa de Giselle y de Gary, Paul encendió a Gyarados como una bombilla.

- ¡¿Hey, viejo, qué crees que estás haciendo?! ¡Hay algo llamado cortesía común! ¡Esperar un poco si se rompió el brazo es...!

- ¡Gyarados ya no puede pelear! ¡Los ganadores son Paul y Gary!

- ... Una pérdida de tiempo mientras el oponente está distraído. – declaró Paul mientras recuperaba a Raichu.

Miró la bola por un momento antes de darse la vuelta mientras Septimus hacía lo propio con Gyarados. Gary lo observó alejarse incluso mientras sentía como su Exeggcute rodaba hacia su pierna. El público murmuraba, y no exactamente de emoción y de pasión desenfrenada.

- ... ¿Quién diablos me fue a tocar de compañero?

- Ex. – Estaba seguro que Exeggcute tendría una respuesta. Si solo pudiera oírla.

...

Mientras el Crabrawler de Lilo derrotaba al Lickitung de su oponente, Red estaba más enfocado en sostener el Pokédex de Ash apuntando hacia el Pokémon. Yellow mencionó que ya había luchado contra el tipo Luchador, así que no tenía que observarlo tan de cerca. Parecía más interesado en conseguir información de la especie en general.

- Crabrawler, el Pokémon cangrejo boxeador. Los Crabrawlers constantemente se golpean unos a otros compitiendo por "terreno elevado", y se les conoce por escalar cosas para alcanzar valores altos de elevación. Si Crabrawler pierde sus brazos estos vuelven a crecer en una semana, y los miembros que pierden son un delicioso platillo.

- Eso... podría haber vivido sin saber esa información. – Ash sintió que la cara se le ponía verde. Podría haber vivido sin la imagen de Pokémon a los que se les caían los brazos que, de alguna manera, le llevaban a imaginarse al equipo Rocket saliendo de la nada y comiéndoselos.

- Una vez fue común para hombres de mar reabastecerse de comida arrancándoles los brazos a los Crabrawlers. Un rey de la línea de Kamehameha decapitó a varios exploradores para promover la idea si se oponían a ella. – dijo el Pokédex. – Las leyendas dicen que la madre de ese rey, la Reina Acerola VII, golpeó a un explorador hasta matarlo con un brazo de Crabrawler que estaba a punto de comerse, y se cree que fue de aquí de dónde sacó esa fuerte perspectiva.

- Encantador... – dijo Red.

- Tienen una hermosa pintura de la escena hecha en el estilo neoclásico alolano. Actualmente se exhibe en el museo de arte de Lilycove, luego de que uno de los miembros de la ahora ex-familia real la vendió. La actual heredera, una Acerola que no se molesta en ponerse una designación numérica pretenciosa no tiene deseos de reclamarla, pero hay políticos en Alola que hacen escándalo por esto. Pero suficiente de historia del arte. Si tienes curiosidad de algún otro Pokemon que esta Chica lilo tiene en su posesión, por favor ofrece nombres. Tengo ganas de acceder a nueva información.

- Exeggutor Alolano y Mudsdale. – dijo Red.

- ¿Qué hay de Komala? – preguntó Yellow, con un palillo de algodón de azúcar en mano. Red se encogió de hombros.

. Dudo que ese Komala lo use en batalla. Más parecía tenerlo de mascota que otra cosa. – Aun así, eso no le decía a Ash qué era exactamente un Komala. Después verificaría el Pokédex para comprobarlo.

- "¿Exeggutor Alolano?" – expresó Anabel, confusa ante esa denominación. Ash compartía su confusión. ¿Qué sugeriría eso, que los alolanos eran diferentes? El Pokédex mostró un Exeggutor, y luego dividió la pantalla para mostrar un segundo. Uno que era...

- ¡¿Qué?! – exclamó Ash, al ver esa cosa con cuello larguísimo que parecía un Exeggutor.

- "Eso es... diferente." – declaró Anabel.

- Te lo dije. – dijo Yellow mientras mordía su algodón de azúcar. Había dicho algo sobre que su Exeggutor era extraño, ¿verdad?

- Exeggutor Forma Alolana. La altura de Exeggutor se debe a la enorme cantidad de luz solar disponible en la región tropical de Alola. A raíz de la baja cantidad de Pokémon de tipo Hielo en la región, Exeggutor se desarrolló en un Pokémon de tipo Hierba-Dragón. Los alolanos declaran con orgullo que esta es la verdadera forma que debería tener un Exeggutor.

- "¿Eh? ¿Perdió su tipo Psíquico? ¿Y cómo funciona eso? ¿Qué beneficio tiene con dejar de lado la habilidad de levitar cosas con la mente?" –Anabel sonaba extremadamente confundida con toda la cosa.

- Es decir que, si dejas a un Exeggcute bajo una lámpara y ocultas tus refrigeradores, ¿se convierten en dragones? – preguntó Ash al Pokédex.

- Negativo. Eso no llevaría a un "verdadero Exeggutor", como los llaman los alolanos.

Si ese era un verdadero Exeggutor, Ash no veía el problema con los falsos. Cierto, varios de ellos lo hipnotizaron una vez, pero Ash no les guardaba rencor por eso. Tampoco tenían aspecto de que podrían ser volados por fuertes ráfagas de viento, a diferencia de los "verdaderos".

- Finalmente, Mudsdale. – dijo Red. Los de tipo Hierba desaparecieron para dar paso al enorme Pokémon de cuatro patas.

- Mudsdale, el Pokémon caballo de arrastre. Los Mudsdales son Pokémon muy poderosos y utilizados para trabajo pesado por los granjeros alolanos. No se mueven muy rápido, pero incluso cargados con hasta diez toneladas de provisiones pueden jalar hasta por tres días con sus noches sin descanso. Son de tipo Tierra puro, y evolucionan a partir de Mudbray.

- No tuve oportunidad de pelear contra este. – dijo Red mientras pulsaba los botones del Pokédex para observar información que Ash rara vez verificaba: tamaño, peso, posibles movimientos que podía utilizar, etc. Ash no estaba seguro de qué le podía servir eso excepto los movimientos, pero si Red quería jugar todo lo que pudiera con el Pokédex, eso era su decisión.

- ¡Ganador! – Abajo, Lilo ya se había llevado el encuentro.

(--0--)

Más tarde...

- Lo único que digo es que podríamos practicar juntos.

Paul le dio a Gary una larga mirada de desprecio.

- ¿Y por qué debería hacer eso? Lo único que haría sería entorpecer mi propio entrenamiento tratando de acomodarme a ti. Créeme cuando te digo que hay algunos que no podemos permitirnos retrasarnos solo porque es demasiado difícil para ti.

- Porque en la próxima ronda podríamos pelear contra Red o esa mujer alolana, y necesitamos tener un plan.

- Sí tenemos un plan. – dijo Paul secamente.

- ¿Ganar?

- No exactamente. Verás, el plan es que yo nos llevaré a ambos mientras tú pones un minúsculo esfuerzo para que puedas decirle a tu mami que ayudaste. – Paul fue tan seco en su respuesta como para atrapar el puño que Gary le lanzó a la cara.

- ¡¿Y qué se supone que significa eso?! ¡No es que mi Exeggcute se haya quedado haciendo nada durante nuestra última pelea, y a diferencia de ti yo tengo seis medallas!

- Claro, tuvo un desempeño aceptable, ¿pero qué hizo tu Growlithe en la ronda pasada? Y ya he visto tus seis medallas: ignorando que una de ellas es una Medalla Cascada, eso no responde al por qué yo, que solo tengo cuatro, lo hago mejor que alguien que tiene cinco y un premio de consolación.

...

Gary no había regresado al Centro Pokémon o al Club de Batallas de Don George cercano desde entonces. En serio, en serio no tenía que lidiar con ese tipo en este momento. Tendría que hacerlo mañana, pero mañana era otro día. Quizás si tenía suerte Paul despertaría con el pie derecho y estaría un poco más comprensivo. O por lo menos no tan...

*GRUMBLE, GRUMBLE*

Oh sí, comida. Debería ir a comer algo. Ya que no podía ir al Centro Pokémon por ahora, al parecer tendría que ir a cenar afuera esta noche.

- Tengo fondos, ¿correcto? – le preguntó Gary a su Pokédex.

- Sí, señor. Tiene más que suficiente para permitirse una buena cena esta noche, y dejar propina.

- Muy bien, ahora dime dónde hay un restaurante aquí que no sirva barbacoa.

Con él era la barbacoa de costillas especial de su hermana, o sino no era nada. Cuando regresara tenía que conseguir que le enseñara la receta.

...

Cinco minutos después encontró un buen comedor con diferentes platillos en el menú: pasta, filete, hamburguesas, de todo. Sin embargo, fuera de él había una larga fila de individuos, familias y más que unos cuantos entrenadores. Incluso vio a ese hombre y mujer con el Meowth que conoció en el Bosque Viridian formándose en ella, y todos tenían un aura palpable de "odio tener que hacer fila". También había un sujeto rubio vestido con un chándal verde sentado en la base de una motocicleta, tocando una guitarra junto a la fila. Llevaba un gorro bastante ridículo que se vería apropiado durante la temporada navideña, pero no ahora.

- El lugar está repleto. – respondió a su pregunta no formulada el chico de verde, cesando de tocar la guitarra por un momento. La canción parecía haber llegado a un punto natural, así que no molestó a ninguno de los de la fila más de lo que ya lo hacía la espera.

- ¿Alguna idea del por qué? – preguntó Gary.

- La verdad que no. No soy más que un bardo viajero que ocasionalmente toca alguna canción de gratis cuando es moral hacerlo. Lo único que sé es que hoy es lunes, así que o es este lugar, o uno de los puestos de barbacoa.

Suspirando, Gary se metió a la fila, aunque el bardo levantó una púa de guitarra dorada con forma triangular en su dirección.

- Ya que vas a esperar un largo rato, ¿tienes alguna solicitud? Ya casi todos los demás en la fila hicieron una, aunque si puedes evitar la de "El Sake de Binks", lo apreciaría mucho. Me encanta la tonada, especialmente las versiones de Hoenn o Unova, pero ya me la han pedido varias veces esta noche.

- ... ¿Te sale hacer el blues?

Y sin decir una palabra, el bardo empezó a tocar.

(--0--)

Ciudad Hop-Hop-Hop...

Bostezando mientras registraba el refrigerador, Anna vio lo que había y lo que faltaba, sintiendo que su almohada ya estaba llamando a su oreja para que se le uniera por esa noche.

- Tenemos leche, apenas suficiente mantequilla para la mañana, y creo que nos podría venir bien un poco más de jugo de naranja. Ahora, ¿dónde puse esos...? Aquí están, los espárragos.

Ya era el final del día. La escuela había terminado, había hecho las compras, y el proceso legal de adoptar a Laila se movía más rápido de lo esperado, al igual que todas las demás pequeñas cosas de su vida. Antes de acostar a Arnold y a Laila, habían podido ver más de aquel torneo, y vieron a los dos chicos del torneo del Domo de Batalla. Los dos que se veían tan parecidos a su hijo, solo que unos años mayores y con Pikachus en los hombros.

Todavía tenía curiosidad respecto a eso. El padre de Arnold estuvo en su vida por menos de veinticuatro horas, ¿habría hecho lo mismo con las madres de ellos dos, o se quedaría con una de ellas? No estaba en posición para preguntar, por supuesto. Sería muy grosero y extraño ir a buscar a una de ellos y exigirles respuestas. Tal vez si una de ellas viera a Arnold y preguntara... ¿pero qué posibilidades había de eso?

Anna cerró la puerta de su refrigerador y se disponía a irse en la dirección de su almohada, solo para encontrarse con un juego de almohadas totalmente diferente en su camino. Alguien de estatura elevada, y de pechos bastante grandes, si le perdonaban su humor azulado. Se alejó rápidamente de la persona oculta tras la puerta del refrigerador y pudo verla. Bastante alta, con cabello negro teñido de verde en el flequillo, marcas con forma de Z y evidentemente una mujer. 

Una mujer que la veía con unos ojos rojos familiares, muy familiares en realidad. Los mismos ojos que el padre de Arnold.

- Su hijo se llama Arnold, ¿correcto? – le preguntó con una voz más profunda que la mayoría de las mujeres.

Anna asintió. La mujer levantó una mano como si estuviera a punto de darle un golpe de karate a la cara. Dicha mano brilló de púrpura, como si fuera un ataque de Pinchazo Venenoso. Anna tuvo la certeza de que era precisamente eso.

- ¿Puede hacer algo como esto?

- ¿Quieres decir si es un Bloodliner? Sí, lo es. – dijo Anna, sintiéndose algo sorprendida. La mujer que se parecía a su hijo y al padre de él, ¿también era una Bloodliner?

¿Eso quería decir que el padre de Arnold también era uno? ¿Qué era esta mujer de él entonces? ¿Su hermana? ¿Una sobrina algo mayor tal vez, y a su vez... lo que fuera que la sobrina de un padre fuese para su hijo? Aunque le sorprendió ver que la bloodline de esta mujer no era la misma que la de su hijo. Su mano volvió a la normalidad mientras se inclinaba para verla a la cara. Anna notó su rostro; a pesar de su estatura, se veía más joven de lo que se esperaba. ¿Estaría sobreestimando su edad? 

Entonces los ojos de la mujer, chica, jovencita o lo que fuera brillaron de marrón-naranja mientras volvía a hablar.

- ¿Alguna vez los ojos de su hijo han flasheado de un color como este?

- Sí, una vez. – Anna sintió que la respuesta le salió de la boca como un Pidgey volando fuera del cobertizo. La chica de cuya edad Anna ya no estaba tan segura volvió a erguirse tal cuan alta era, y sonrió, con sus ojos volviendo a su color rojo.

- Entonces debe ser... ¡sí, en verdad es otro hermano mío!

¿Qué dijo, hermano? No sobrino, ni primo, sino hermano. La chica de repente la agarró de la mano, inclinándose y dándole una mirada de emoción que se sentiría más apropiada si fuese en la cara de Arnold tras encontrar un parque de diversiones basado en galletas, en vez de en una chica que le estaba haciendo preguntas serias apenas unos momentos antes. Honestamente la hacía parecer aún más joven y la confundía todavía más de cuál sería su edad eral.

- Dígamelo todo. ¡Quiero saber todo sobre él!

Esto era extraño. Aun así, Anna dudaba que pudiera hacer que se marchara. Sería o responderle las preguntas, o esta chica seguro se metería a la fuerza al cuarto de su hijo para despertarlo y obligarlo a que él lo hiciera. Incluso ignorando la parte Bloodliner de la ecuación, ella no tenía ninguna de sus Pokébolas a mano, y esta chica se veía más grande y fuerte que ella. Así que no podría tratar de pelear con ella, y probablemente sería mala idea tratar de agarrar un teléfono.

Así que la única opción que le quedaba era hablar. Al menos así Anna podría averiguar cuál era su edad, o al menos satisfacerla lo suficiente para que se fuera, y con eso Anna podría ir a comprar aquel sistema de seguridad que James Sandin estaba vendiendo al otro lado de la calle.

- Bueno, déjame ver. Arnold nació un 18 de Abril...

...

-...y después de eso, nos interrogó la policía. Todavía no han capturado a esos soldados del Equipo Rocket, pero eso no ha afectado nuestras vidas más allá de anuncios políticos en la televisión, y esos siempre los silencio. – terminó de decir Anna mientras la chica, cuyo nombre había podido sacárselo durante la conversación, Belladonna, asentía.

Una adolescente. Anna no podía creer que esta chica tuviese dieciséis años. Conocía hombres adultos más bajos de estatura que ella. Eso explicaba por qué Arnold tenía pies tan grandes. Esta chica se veía muy similar a Arnold y a su padre, y tanto Belladonna como el padre eran bastante altos. Aunque ella era unos cuantos centímetros más bajo que él, si su memoria no le fallaba. La señora Figg tenía razón: la pubertad de Arnold le iba a dar un infierno en el presupuesto de la ropa. Grandioso, acababa de admitir que esa anciana tenía razón. ¿Ahora tendría que adoptar uno de sus gatitos Meowth?

- Bueno, muchas gracias. Aprecio que me haya dicho todo de él. Qué lástima que tenga ese examen mañana: a Aurora no le gustaría que le hiciera fallar a un niño uno de esos estúpidos exámenes que hace el gobierno.

- Sí, eso sería malo, ¿verdad? – Le estaba mintiendo. Cierto que había algunos exámenes mañana, pero Arnold tendría un día de descanso antes que lo volvieran a meter en eso. Prefería que esta chica no se fuera a despertar a su hijo.

No resultó ser tan desagradable o psicótica, y estaba segura que no iba a apuñalarla, quemarla o nada tan mórbido, pero algo raro sucedía con ella. Su humor parecía cambiar rápidamente y había dicho... palabras sobre las personas normales que prefería que Arnold no fuese a imitar. A Anna no le agradaba el Equipo Rocket, pero Belladonna había dicho cosas de sus acciones que la hicieron sentirse mal por ellos y temer por su seguridad si ella llegaba a toparse con ellos. Era muy extraño que pensara eso, y prefería no volver a hacerlo.

Belladonna se volvió hacia la puerta, y una oleada de culpa invadió a Anna. No le gustaba mentir, aunque fuese para proteger a su hijo de una mala influencia. Para alguien que se metió a allanar su casa y la sometió a un interrogatorio, la chica fue mucho más educada de lo que esperaría de alguien que se metía en las casas de otros. El hecho de que no lo hizo para robar nada también le intrigaba. La chica parecía simplemente curiosa sobre Arnold, y eso difícilmente podría ser un crimen. Tendría que haber algo que podría ofrecerle para compensar por la mentira, pero lo único que tenía era... un segundo, estaba esa opción.

- No mencionaste nada sobre tu padre. ¿Tu madre alguna vez habló de él? – Anna formuló la pregunta para absolver su culpa, haciendo que Belladonna dejara de caminar y se volteara a verla con una expresión de interés. Mordió el anzuelo, y ahora podía quitarse el cargo de conciencia. – Veamos... lo conocí hace unos trece años. Fue en una noche caliente en el mes de Julio, y en ese entonces estaba en un club nocturno. Por desgracia ya lo cerraron, pero tengo buenos recuerdos de ese lugar. Los Indigo-Gos, Love Händel... bueno, creo que eso me hace sonar muy vieja.

- Sí que lo hace. – confirmó Belladonna. Love Händel se había disuelto hacía mucho.

- Era un hombre muy alto, como estoy segura que habrás adivinado. Más alto que tú, aunque imagino que será extraño escuchar eso para ti. Apenas puedo recordar en medio de todo el festejo un concurso de estatura que ganó mientras estaba allí. Por lo menos dos metros, eso creo, unos seis pies y seis o siete pulgadas, una medida como esa. También era musculoso, con la piel pálida... – Se esforzó por tratar de recordar algún detalle de la forma humana antes de darse por vencida. – Su color de pelo se me sigue escapando, pero sé que no era rubio ni rojo. Tenía ojos rojos, eso sí lo recuerdo, y un ligero acento. Acento orreano para ser precisa.

- ¿Orreano? – Belladonna sonó sorprendida de oír eso.

- Sí. Orreano.

- ¿Se refiere a la región llena de criminales y arena?

- Y de ancianos. Muchos ancianos. – Los ancianos podían ser realmente locos cuando se trataba de evadir impuestos. Se mudarían a lugares apenas habitables para evitar pagar por carreteras y escuelas. Anna no entendía el por qué lo harían, parecían más problemas que ventajas.

- Entonces déjeme adivinar. Después de flirtear estando borrachos en una fiesta, los dos se fueron a alguna parte y cinco minutos después se fue sin dejar rastro. – asumió Belladonna secamente. El tono sugería que tenía poca fe en las capacidades humanas, o al menos en las de su padre.

Anna se sonrojó, sin poder creer que tendría que explicarle esos detalles a un alma viviente. Tendría que ver si podía recordar. Tendría que... bueno, esta chica era mayor que Arnold. Por esta vez tenía que abrirse.

- Oh no, no, no, no. No fue mi primero ni el último con el que tuve una noche de placer, incluso aunque nunca tuve ninguna relación duradera después. Aunque definitivamente fue el mejor amante a nivel físico que haya tenido. ¿Cinco minutos dijiste? Oh no, duró muchísimo más que eso.

Ella fue la que preguntó. Extrañamente, la mirada mortificada de Belladonna tenía un tinte diferente que solo el hecho de "podría haber vivido mi vida sin saber que mi padre era la versión en la vida real de un protagonista de telenovela barata". ¿Estaría teniendo un momento del tipo "eso lo heredé de él" o algo? Anna no iba a preguntar, pero supuso que eso sería muy perturbador de averiguar. Tal vez ella habría compartido algunos fragmentos de su propia vida sexual, pero los asuntos de Belladonna eran totalmente suyos. Aunque tuviera un momento de "¡¿eso lo heredé de él?!". Mejor saltarse la descripción en detalle de esa noche.

- Por supuesto, solo estoy diciendo que fue el hombre que me dio más placer a nivel físico. Créeme cuando digo que lo fue. Sin embargo, había algo que le faltaba entre más lo veo. Le faltaba... una chispa, creo que podrías llamarla, que tuve con otras personas con quienes sentí que podría haber tenido un futuro, si no fuera porque fueron transferidos de empleos o porque murieron.

Una lástima. A Arnold le habían agradado los dos, y se habían mostrado muy interesados en ser su figura paterna. Tristemente, el que se mudó fue transferido a un lugar miserable, y pidió explícitamente que ella no lo siguiera. Tiksi Branch era horrible por lo que había escuchado, y él había estado de acuerdo antes y después de la combinación de quemaduras por congelación y avalanchas de rocas.

- Lamento escuchar eso – dijo Belladonna en respuesta a los intentos fallidos de Anna de encontrar el amor, luego de su "encuentro" con el padre de ella y de Arnold.

Se veía un poco menos mortificada ahora, particularmente al mencionar la chispa de sentimientos legítimos que había mencionado que le faltaron. ¿Tendría algo que ver con la persona con la que ella estaba? Bien por ella: las conexiones emocionales mejoraban las cosas.

- Bueno, eso es todo. A menos que quieras que...

- Estoy bien, estoy bien. Gracias. Así que orreano... – murmuró para sí misma mientras ahora sí se disponía a marcharse. (*)

(--0--)

Temprano por la mañana en Fuchsia...

- Ash, no estoy seguro de que estés al tanto de las buenas noticias que te tengo.

- ¿Ya descubriste cuál fue el Pokémon que vi en mi sueño? – preguntó Ash al dispositivo con la voz somnolienta. – O tal vez, ¿Misty e Iris consiguieron un oponente ayer que no hiciera bostezar a iris y... *bostezo*... les dará una buena batalla...? – La batalla de ellas tras la de Lilo había sido una victoria bastante rápida ayer.

- Negativo. En lugar de eso, hackeé los archivos en la base de datos de la compañía de transportes Verich.

Ash no veía cómo eso podía ser algo bueno. A menos que el Pokémon que había visto fuese de especie "Alcaide de Prisión" o algo así, por supuesto. O tal vez, de especie "Fuga de Prisión", ya que los alcaides no le harían mucho bien en dicha situación.

- La compañía de transportes Verich es famosa en la comunidad de las Pokébolas por descubrir un glitch en el transportador que puede crear duplicados de Pokébolas. Nadie sabe cómo, y todavía no han podido replicarlo. Es de conocimiento común que presumir cómo se hace el proceso abiertamente ameritaría acciones de grandes corporaciones legal e ilegalmente contra ese glitch. Solo ahora algunos han tenido suerte en replicarlo, aunque solo con Bolas Safari.

- Creo que eso viola las leyes de la física. – señaló Ash.

- Los Pokémon también lo hacen de manera rutinaria, ¿de qué te quejas? Como sea, he logrado con éxito aislar y reproducir el proceso de duplicación de Pokébolas donde miles de humanos han fallado, y he formateado el glitch en un programa. Estoy en el proceso de instalar dicho programa en los guantes H.O.P.E. Pronto tendrás el poder de obtener reservas de Pokébolas ilimitadas, al igual que el llamado Gary Oak. Aunque él tendrá que descubrir que tiene el programa; su Pokédex es un aburrido cuya personalidad no me deja que le instale una nueva.

- ¿En serio...? – La visión del concepto de Pokébolas ilimitadas pareció echar a andar la mente de Ash por un momento, hasta que volvió a la realidad. – ¿Y eso es legal?

- Es tan legal como el sentido que tenga para las ciencias tradicionales. Solo no vendas las Pokébolas creadas, y todo estará bien. Transportes Verich normalmente vende las Pokébolas producidas a varias compañías incluyendo a Venus Entertainment y la firma de ingeniería Gorigan de la región Orre, donde hay menor almacenamiento de Pokébolas que en Kanto. Es legal utilizarlas, al menos en Orre, pero no venderlas. Pero no pienses en eso ahora: pronto tendrás Pokébolas, Bolas Rápidas, Temporizadoras, de Red, Premier, de Nido, Sanadoras, de Lujo y Super Bolas gracias a tus escapadas en el S.S. Anne.

Bostezando por la revelación que, aunque interesante, no era tan importante en ese momento, Ash descansó su cabeza en la almohada. Quería dormir un poco más.

- En noticias menos importantes, recibí un mensaje de Gardevoir vía electromagnetismo Probopass. Actualmente me encuentro haciendo investigación del tema, así que despierta y prepárate para recibir la información. Aunque toma nota de que lo grabaré para usarlo más tarde.

Esta última declaración del Pokédex le quitó el sueño a Ash, así que agarró el dispositivo y lo sostuvo frente a su cara.

- ...Sigo sin entender cómo funciona esto. – murmuró Ash con la voz cansada. Pikachu se estiró y miró algo tambaleante al dispositivo, sin apreciar mucho que lo hubieran despertado, antes de bostezar algo que sonó a "Cuéntame todo cuando amanezca de verdad" y volviendo a enrollarse con su almohada en el lado de su cama.

- Podría explicar los detalles, pero no me siento con ganas de hacerlo ahora, Así que solo diré que lo hice con ordenamiento de reflejo multimodal. A los humanos les gusta ese término, ¿verdad? Como sea, ya encontraron otro.

La pantalla del Pokédex brilló, revelando un entrenador peliazul con ojos rojos y marcas en sus mejillas. Ya fuera porque el Pokédex las agregó o estaba alucinándolas por sentirse ausente, un par de líneas de medición aparecieron en cada lado, con las escalas de medición más comunes. Esto solo servía para resaltar que este era un chico bastante alto.

- Cleff Matsuoka. Edad 16. Nacido en una aldea que se encuentra entre las ciudades de Violet y Ecruteak, y sí, existe una ruta que viaja entre las dos. Se desconoce su linaje paterno, pero el materno se puede rastrear por varias generaciones en el área, y su ancestro más antiguo conocido fue un soldado que luchó en una batalla entre el Reino Charicific y el señor de la guerra del Crobat Dorado.

- ¿El Crobat Dorado? – murmuró Ash. Una vez conoció a un Sudowoodo dorado, ¿verdad? ¿Sería algo similar? Él estaba seguro que aquel Sudowoodo se puso así por cosa de la ciencia, y la ciencia y "varias generaciones atrás" normalmente no se mezclaban.

- Los registros muestran que el soldado estuvo presente para la confrontación entre un Mega Charizard y un Crobat que absorbió luz y se volvió durado durante el clímax de la guerra. Y sí, he actualizado mi información acerca de la Mega Evolución desde entonces, así que puedo contarte todo lo que quieras sobre Mega Charizard.

- *Bostezo*... tal vez luego.

- Muy bien. Cleff comenzó su viaje Pokémon antes que tú. Su inicial fue un Sentret cuyos registros sugieren que le fue entregado por un profesor de su escuela. Sus Pokémon registrados actualmente son un Furret, un Politoed, un Misdreavus, un Wigglytuff, un Sunflora, y un Machoke. Aunque aún se requiere más investigación en el origen de los primeros cuatro Pokémon adicionales, el Machoke fue obtenido entre su primera y segunda batalla contra la líder del Gimnasio Olivine, sugiriendo que...

- Los de tipo Luchador son superefectivos. – murmuró Ash mientras el Pokédex hacía sonar un efecto como de fiesta con serpentinas y confeti.

- ¡Está aprendiendo! El Machoke incrementó su eficiencia de batalla en su revancha en un 14%, permitiéndole evitar la derrota cercana de su primer intento, solo para informarte de ese detalle adicional. Llegó hasta los Mejores 8 en su primera conferencia de la liga, y se sabe que planea entrar en la próxima Conferencia Plateada. Su información financiera sugiere que usó sus ganancias en la conferencia para comprarse varios acres de terreno en los campos cerca de Ciudad Violet. El terreno era bastante barato por estar en una locación remota, lejos de carreteras importantes y otros elementos de valor.

- ¿Usó el dinero de su premio para comprarse una casa? – Ash quiso asegurarse de que había escuchado bien. Eso era... bueno, a él jamás se le habría ocurrido comprarse una casa de buenas a primeras. ¿Acaso este chico deseaba tener su propio lugar o algo?

- Terreno para una casa, y materiales para construirla con sus propias manos, pero sí, se compró una casa con el dinero de su premio. – aclaró el Pokédex.

Esa información hizo que Ash visualizara al peliazul que se parecía a él en su mente silbando mientras golpeaba un trozo de madera con un gran mazo para hundirlo en el suelo. Ash estaba seguro que ese era el primer paso para construirte una casa, y estaba demasiado cansado mentalmente para considerar alguna otra forma de hacerlo.

- Hay algo más. Las observaciones de Gardevoir han determinado que comparte cierto rasgo peculiar de comportamiento con Belladonna Tyrian.

- ¿Asesinó a gente y robó los materiales para construir su casa? – Ash se puso pálido. No le agradaba la idea de tener otro criminal como potencial pariente. Particularmente uno que fuera capaz de robar y asesinar por cosas como tapetes de bienvenida, teteras o buenos marcos para fotografías.

- No. Hablo del otro comportamiento extraño de Belladonna Tyrian.

- ¿Cambios de humor bruscos? – preguntó Ash. Eso no era genético, ¿verdad? Si lo fuera estaría preocupado.

- Hablo de TODAVÍA otro comportamiento extraño de Belladonna Tyrian. – insistió Dexter. Ash trató de pensar en qué otra cosa podría ser, y se quedó boquiabierto.

- Tienes que estar bromeando.

- Dadas las emociones de los humanos y de los bloodliners, el hecho de que Gardevoir lo observó besar en los labios a tres chicas enfrente unas de las otras sin que hubiese arranques de celos, furia o instintos asesinos sugiere que esto no implicaba infidelidad humana. Gardevoir no pudo conseguir más información de si Cleff y las chicas con él están sexualmente activas más allá de compartir la misma cama, pero estaría dispuesta a quedarse en el área y ver si...

- Eso no necesito saberlo. – detuvo rápidamente Ash al dispositivo.

- Muy bien, le retransmitiré a Probopass que dicha información es innecesaria. Espera... acabo de hackear los registros de los viajes anteriores de Cleff, y puedo proveerte algo de información de las chicas con las cuales está viviendo. Chouko, apellido desconocido actualmente, su primer registro conocido fue un avistamiento en el Bosque Ilex. Shinju Sekigan, que fue vista por primera vez con Cleff en los sistemas de viaje por ferry entre las Islas Remolino y Ciudad Cianwood, y Charlotte Match, hija de un inmigrante que fue vista por primera vez en las afueras de Pueblo Mahogany cuando un incendio destruyó un Pokémart local.

- ¿Son bloodliners? – preguntó Ash, en un último intento por ver si podía escapar de esto sin...

- Gardevoir vio a Charlotte escupirle fuego a un enjambre de Beedrills. Esa habilidad no se gana con solo comer curry picante.

Quizás el curry de Tamato podría hacerlo, pero Ash de algún modo dudaba que ese fuera el caso. Pero escapando de lo imposible, tenía que hacer la pregunta.

- ¿Qué probabilidades hay de que dos personas, que podrían o no estar emparentadas conmigo, estén en relaciones poligona... poliwhi... poligomo... lo que sea que estoy tratando de decir, con múltiples bloodliners...?

- Y también que sean bloodliners. Olvidé mencionar que Gardevoir lo vio utilizar el ataque de Canto para lidiar con un Ursaring dos días antes de este mensaje. En cuanto a tu pregunta... en efecto es altamente improbable.

Apoyando su cabeza en su almohada, Ash sintió una última pregunta más antes de volver a dormir.

- ¿Acaso esto va a seguir ocurriendo?

- La información es insuficiente en este momento para determinar una respuesta a esa poco especificada pregunta. Pregúntamelo de nuevo cuando hayamos reducido el margen de error o podamos hacer tu pregunta más específica.

(--0--)

Más tarde, en el estadio...

- ¡Ash Ketchum y Red Tajiri contra Tim Mortis y Mike, comiencen!

Red se preguntaba por qué este sujeto Mike no daba su nombre, pero eso no era realmente importante.

- ¡Ninetales, yo te elijo! – Mike, un entrenador que parecía salido de una de las películas históricas sobre la mafia unovana, arrojó una Bola de Lujo y dejó salir al zorro de muchas colas. Unos rayos de luz iluminaron el campo justo en cuanto apareció.

- Ninetales, el Pokémon zorro. Un truco para recordar la ortografía del nombre de este Pokémon es el hecho de que hay nueve prominentes fábulas históricas de lo que puede pasarte si le tocas una de sus colas. Ocasionalmente amplifica la luz solar.

- Sí, lo hace. Es como si acabara de utilizar Día Soleado. – dijo Ash. Al parecer no estaba familiarizado con la habilidad Sequía. De nuevo, era raro ver esa habilidad, así que Red no le guardaba rencores. – Sabes, realmente quería utilizar a Squirtle, pero ahora es tan buen momento como cualquiera. ¡Charizard, vamos!

Red sintió que sus ojos se ensanchaban ligeramente al ver a la evolución final de Charmander aparecer en el campo con un rugido masivo. Ese era un... movimiento interesante. Combatir fuego contra fuego, podía entenderlo. Sabía que se sentiría más enérgico bajo este intenso...

- ¡Misdreavus, ve! – El compañero más joven lanzó una Super Bola que al estallar dejó salir a un espectro flotante de aspecto femenino.

- Misdreavus, el Pokémon chirriante. Misdreavus se encuentra rara vez en el oeste de Kanto y el este de Johto, aunque son algo más comunes en la región de Sinnoh. Les gusta jalarles el cabello a las personas y generalmente son fastidiosos.

El Pokédex les daba información que no sabía de este Pokémon, aunque Red apreciaría más que le dijera sus movimientos, fuerzas y debilidades personalmente. Pero eso no se podía elegir así como así, aunque Red deseaba tener su propio Pokédex. Red sí tenía una Haunter, pero su bola estaba inactiva ahora, y dentro de la bolsa de Yellow. No podría utilizarla hoy, aunque sí tenía una solución.

- ¡Persian, ve! – El elegante Pokémon gatuno tendría suficiente habilidad para manejar al Pokémon Fantasma que era Misdreavus.

- Persian, el Pokémon gato con clase. Los Persians son irritables y les encanta utilizar sus garras, aunque parecen agradarles mucho los hombres criminales y las mujeres ancianas. Tienen una forma única en la región de Alola.

¿La tenían? ¿Acaso sus patas eran estructuras muy largas que eran más altos que ellos? ¿Tendrían unos colmillos enormes? Tendría que preguntar después de ganar.

- ¡Lanzallamas!

Ash y Mike gritaron la orden al mismo tiempo mientras las llamas de los dos Pokémon colisionaban. La de Charizard se veía más intensa y poderosa desde el punto de vista de Red, pero el Lanzallamas de Ninetales se movía más rápido. El impacto ocurrió a un ángulo que favoreció a la llama más débil de Ninetales, cancelándose ambos. Red tuvo la sospecha de que la resultante nube de humo podría ser utilizada para lanzar una...

- ¡Misdreavus, Bola de Sombra! – Por lo visto estaba en lo correcto.

- ¡Persian, usa Mordida para neutralizar la Bola de Sombra!

Con un fuerte maullido, Persian cargó contra el ataque. La bola negra se desintegró en el momento en el golpeó el pelaje blanco de Persian, permitiéndole al veloz felino ir rápidamente hacia la fuente. El grito de Misdreavus le confirmó el impacto.

- ¡Misdreavus!

- ¡No tan rápido, pequeño niño! ¡Rayo Solar, Ninetales!

El movimiento ordenado por el mafioso salió disparado incluso más rápido que el Lanzallamas, si los oídos no le fallaban a Red. Persian no tendría tiempo de esquivarlo a pesar de su buena velocidad. Un Rayo Solar durante luz solar intensa era demasiado rápido incluso sin factorizar al propio Ninetales. Persian tendría que soportar el daño...

- ¡Bloquea con Cola de Dragón!

Una explosión aclaró el humo que la colisión de Lanzallamas había generado, revelando a Charizard de pie entre Ninetales y su Persian, con la cola brillando con el poder de los dragones y humeando desde el punto de impacto.

- ¡Qué gran trabajo de equipo! ¡Ash y Charizard se mueven rápidamente para proteger a su compañero!

Bastante rápido de hecho. Ese tiempo de reacción... era el tipo de cosas que un entrenador y su primer Pokémon conseguirían tras al menos un año de trabajar juntos. Red había podido escuchar mucho de la historia de la vida de Ash dos noches antes durante la cena: Charizard no había estado con Ash tanto tiempo. Y tampoco era por el poder que había sentido en Ash cuando pelearon en Lavender. Se habría dado cuenta de ello.

Hablando de eso, todavía necesitaba hablar con Ash respecto a ese asunto esa noche. No le agradaba la idea de pelear contra Lilo o posiblemente contra ese sujeto Paul sin su Vista de Victoria, y no planeaba perder solo porque Ash no lo utilizaba sin una buena razón. Podría aceptar que Ash no lo utilizara por un buen motivo, pero eso todavía no se lo había probado. Aunque todavía tenía que ganar esta batalla primero.

- ¡Misdreavus, Rencor!

Persian brilló incluso después que Misdreavus se liberó. Persian gruñó al darse cuenta que ahora no podría utilizar Mordida. Maldición, qué divertido se ponía esto. Rencor era un desagradable movimiento que deshabilitaba ciertos movimientos hasta que se usaran ciertos objetos curativos o técnicas, como Bayas Leppa. Red no estaba seguro del por qué, y el Pokédex no le explicaba en este momento. Necesitaba un nuevo plan. Persian corrió hacia donde estaba Charizard, cuidándole la espalda mientras Ninetales y Misdreavus se preparaban para atacar.

- ¡Hipnosis!

- ¡Psicorrayo! – Mientras los dos ataques cargaban, Red supo exactamente lo que tenían que hacer.

- Persian puede usar Provocación para parar la Hipnosis, tú encárgate de bloquear a Mis...

- ¡Deberíamos parar ese movimiento Rencor primero! – replicó Ash, sonriendo de una forma que su Pikachu también compartía. – Yo puedo parar esa Hipnosis. ¡Charizard, protégete los ojos con Nitrocarga!

Charizard al instante estalló en llamas, y dichas llamas colisionaron con las ondas de energía azules que salían de Ninetales. Las llamas se tornaron azules, pero Charizard no fue afectado. ¿Cómo era eso? Jamás podría entender de donde sacaba Ash esos repentinos arranques de inspiración, o cómo sabía que iban a funcionar. Pero si Ash quería neutralizar el Rencor, Red no podía decir que estaba en desacuerdo. Era una decisión sabia de todos modos. Persian saltó hacia un lado mientras el Psicorrayo apenas rozaba un poco de la Nitrocarga antes de darle la orden.

- ¡Provocación! – La gema de Persian flasheó en rojo mientras el color envolvía a un ahora molesto Misdreavus.

- ¡Con ese ataque de Provocación el temido Rencor de Misdreavus ya no está más! ¡¿Podrán volver de esto?!

- ¡Onda de Choque!

Electricidad azul salió disparada desde Misdreavus directo al ahora vuelto a la normalidad Charizard. El ataque golpeó para daño superefectivo, y al terminar Charizard gruñó. Ash pareció asentir en respuesta antes de decir una sola palabra.

- ¿Cambio? – le preguntó a Red, quien asintió antes de apuntar hacia Ninetales.

- ¡Cuchillada!

- ¡Garra de Metal!

Elevándose hacia el aire Charizard voló sobre Persian, mientras los dos se colocaban en lados opuestos del campo, con las garras extendidas. Ambos ataques golpearon a sus objetivos simultáneamente, Ninetales tambaleándose después de recibirlo mientras Misdreavus salía volando hacia la pared. El fantasma impactó ligeramente, pero todavía quedó mareado. Ninetales, por su parte se recuperó rápidamente.

- ¡Rayo Solar! – Y el rápido ataque golpeó a Persian mandándola a volar al otro lado del campo.

- ¡Misdreavus, usa Bola de Sombra!

- ¡Lanzallamas! – gritó Mike justo al mismo tiempo que Ash.

- ¡Persian, Excava!

Los cuatro ataques fueron ejecutados. A pesar de moverse más rápido, la Bola de Sombra fue consumida por el Lanzallamas de Charizard y Misdreavus terminó achicharrado. Persian apenas pudo meterse bajo tierra para evitar el Lanzallamas de Ninetales, y pocos minutos después, Ninetales salió volando en cuanto Persian salió de debajo de la tierra. Ambos Pokémon enemigos golpearon el suelo, derrotados.

- ¡Ninetales y Misdreavus ya no pueden continuar! ¡Los ganadores son Ash y Red!

Charizard disparó un Lanzallamas hacia el cielo para celebrar mientras Ash y Pikachu daban un grito exuberante de victoria. Persian parecía satisfecha, mientras el Pikachu de Red se encogía de hombros y le daba una mirada que decía "yo podría haber ganado eso en la mitad del tiempo".

(--0--)

Más tarde aquel día...

A diferencia del Domo de Batalla, Ash tenía permitido utilizar cualquier Pokémon que quisiera aquí. Podría usar uno diferente en cada ronda, o simplemente dejar que Charizard incendiara todo a su paso. Aunque por mucho que a Charizard le encantaría hacer eso, de ninguna manera sería una decisión inteligente. Para empezar, Gary podía tener ya a su Blastoise en este punto. También estaba Paul, y pensar que él no se iría a dar cuenta de eso era un insulto que ni un imbécil como Paul se merecía. Podría ser muchas cosas pero "hacer ver a Cameron como que podría jugar ajedrez regularmente con Cynthia" no era una de ellas. ¿Acaso Cynthia jugaba ajedrez?

Dejando de lado las preferencias de juegos de mesa de Cynthia, Ash planeaba usar un Pokémon diferente en cada pelea. Solo tenía que decidir a quienes usar y cuándo. Para eso era el entrenamiento. Y también todo el salpicón de Bombas de Desechos que Servine estaba evitando sugería que para su recientemente evolucionada inicial de tipo Hierba era un excelente entrenamiento.

- ¡Servine, usa Tormenta de Hojas!

Servine asintió mientras un vórtice giratorio de hojas se formaba detrás de ella y se detenía, preparándose para dispararlo a máximo poder. Estaba apuntando directo a Muk, que recibió el golpe de frente. Las hojas fueron detenidas en su fuerza por la forma gelatinosa de Muk, aunque Ash pudo ver que no pudo negar por completo el daño. ¿Tendría que ver con lo de defensa física y especial, o con el poder o algo así?

La pequeña área de entrenamiento al borde de la ciudad con la que se encontró no solo servía para probar la resistencia trans-temporal del Pokémon de lodo, sin embargo: también podía ver por la esquina del ojo a Squirtle practicando su evasión con Sliggoo, cuyo Aliento de Dragón también estaba mejorando. Squirtle también había entrenado con Butterfree, pero había tardado relativamente poco en quitarse el óxido de su puntería como bombero y Butterfree ahora estaba muy ocupado secándose.

- ¡Pi! [Ash, atento. Ya regresaron.]

Ash escuchó el aviso de su amigo antes que las palabras le llegaran, y dándose la vuelta vio como llegaba el trío de Misty, Iris y Anabel, que parecían preocupadas por algo. No podría ser la comida: Misty ya había sugerido que reservaran un lugar para ir a cenar esta noche dentro de una hora. Otra adición a la larga lista de cosas que el Pokédex podía hacer.

- ¿Sucede algo? – les preguntó. Al oír su pregunta, todos sus Pokémon se detuvieron, incluso Muk estaba listo para darle un abrazo a quienquiera que necesitara un consuelo. O incluso si no lo necesitaban, para ser honesto. ¿Cómo reaccionaría Iris a eso?

- Lara y Hex acaban de llamar. – explicó Misty. Ash parpadeó mientras su mente trataba de pensar en el primer problema que podría haber.

- ¿Olvidamos algo en el Rancho Laramie?

- No. Es sobre Dario.

Ash frunció el cejo. Siendo él un patán y un tramposo en ambas líneas temporales, Dario estaba alto en su lista de personas que no quería volver a ver. Fue una lástima que él no sufriera un cambio de personalidad como el Teniente Surge y Burgundy.

- ¿Ya lo atraparon? ¿Tendremos que testificar en la corte?

- Ese es el asunto: nadie sabe a dónde se fue. – le informó Anabel, tan intranquila como las otras.

- Entonces, ¿hay que cerrar las ventanas? ¿Pedirle a la Enfermera Joy un cuarto sin ventanas? ¿Pedirle a Psyduck que haga guardia?

- No a menos que quieras morir. – señaló el Pokédex.

- Dario no escapó de ellos. Más bien pareciera que solo desapareció. – elaboró Iris.

- ¿Como que desapareció? – preguntó Ash. ¿Acaso su Dodrio saltó varios kilómetros en el aire con él montado o algo así, o le estaba dando demasiado crédito como entrenador a Dario?

- Encontraron a su Dodrio, pero Dario no aparecía por ninguna parte, y según decían todo el lugar olía a Pokémon Psíquicos. No había rastro del olor de Dario, o de los Pokémon Psíquicos por ninguna parte. – concluyó Anabel.

- ¿Entonces alguien lo ayudó a escapar? – volvió a preguntar Ash. ¿Dario acaso tendría un plan para huir? Eso parecía... improbable.

- Su Dodrio estaba herido, dijeron que parecía haber sido por un ataque de Fuerza Psíquica. Si ese fue el caso, dudo que haya sido alguien que quisiera ayudarlo. – El comentario de Iris solo creó más preguntas. ¿Acaso Dario había sido atacado o secuestrado por Pokémon Psíquicos?

¿Quién haría algo así y sin tirarles el muerto a los Laramie para que los castigaran? ¿El Equipo Rocket tal vez? No había visto a Cassidy o Bob por mucho tiempo, ¿quizás Dario les debía dinero? Tampoco parecía obra de la Cazadora J. ¿Habría sido aquel sujeto Felgrand? ¿Se dedicaría a secuestros? O tal vez simplemente se dedicaba a contrabandear con Pokémon o minerales ilegales, fueran lo que fueran estos últimos.

- ¡Aquí están!

El grito de Yellow detuvo cualquier discusión sobre Dario. Yellow venía corriendo a toda prisa mientras Red la seguía a un paso más lento. ¿Estaría pasando algo? ¿Acaso Red querría discutir más estrategias de batalla otra vez?

Yellow frenó de tal manera que a Ash le pareció oír el frenazo de un automóvil. Tenía la impresión de que cierto Pokédex se encontraba insertando sonidos solo por diversión. O tal vez, no debería haber reproducido el canal de caricaturas clásicas en el fondo mientras trataba de dormir la otra noche.

- Oh qué bien, todos están aquí. Red de verdad que necesita hablar con todos ustedes. – explicó Yellow mientras Red lograba alcanzarlos, hasta ponerse a distancia para hablar sin tener que gritar.

- ¿En serio, para qué? – preguntó Ash, sin estar seguro de qué podría haber hecho que Red "de verdad necesitara hablar" con alguien.

¿Le habría pasado algo a un miembro de su familia y tenía que volver a casa deprisa? No, eso no podía ser: Red había mencionado que no tenía parientes vivos cuando fueron todos a cenar juntos, descontando que potencialmente podría estar emparentado con Ash, Belladonna Tyrian, John Archer, Ashley Sennenryu y Cleff Matsuoka, por supuesto. ¿Tendría que irse de la ciudad? Tal vez se habría enfermado de algo.

Cualquier pensamiento de que tuviera que ir al hospital por tener varicela fue disipado cuando Red levantó su mano frente a Ash, Misty, Iris y Anabel con una expresión neutral en su rostro, y de pronto esta se prendió en llamas. El infierno ardiente alrededor de la mano de Red continuó durante unos quince segundos de silencio, en los cuales solo Yellow y Red no se quedaron viendo la mano en shock, antes que las llamas se apagaran y Red decidiera hablar.

- Creo que con eso basta. Vamos directo al punto, ¿quieren? Sé que también eres un Bloodliner, Ash.

- Oh, ¿eso quiere decir que puedo hablar? – dijo Anabel rápidamente. Yellow se quedó boquiabierta al ver a Anabel, pero Red no parecía perturbado, al menos externamente.

- Claro.

- Qué bien.

- Ahora que el Meowth ya salió de la bolsa, vamos a lo que importa. – Red señaló sus ojos, que empezaron a flashear de manera familiar. El mismo brillo que Ash. El mismo brillo que Belladonna. Pues vaya, por lo visto era mucho pedir que este desastre no siguiera extendiéndose más. – Sé que eres un Bloodliner, y asumo que el resto de tus amigas también lo son si Anabel es algún indicio, y que te has estado conteniendo todo este tiempo.

- ¿Conteniéndome? – preguntó Ash, sin saber de qué estaba hablando Red, y francamente sin entender lo que estaba haciendo. No era como con Belladonna que hacía que la verdad se le saliera contra su voluntad. Los ojos de Red continuaron brillando mientras seguía su explicación.

- Tengo dos Bloodlines. Si ignoramos el fuego que se me puede salir si hablo demasiado por un momento, la que es relevante me permite determinar cualquier posibilidad. Me permite reproducir cualquier escenario que pueda sucederme en todos sus posibles resultados. Puedo ver todo, si así quiero, un millón de veces desde cualquier ángulo.

- Podría jurar que eso suena como algo que vi en un cómic de Don George. – dijo Misty. Red la ignoró de una manera que hizo que Ash sospechara que tenía razón.

- También me permite detectar habilidades similares a la mía. Solo la he visto dos veces: con Yellow y contigo. – Ash ni siquiera tuvo la oportunidad de registrar la parte de Yellow, y ninguno parecía entender lo que eso implicaba mientras Red continuaba. – Dime, ¿qué es lo que puedes hacer exactamente?

Ash se salvó de tener que explicarlo gracias a Anabel, que le dio una mirada que decía "Yo me encargo de esto".

- Ash puede darle a los Pokémon a su alrededor incrementos enormes de poder. – le dijo. La mirada de Red pareció volverse más sorprendida al ver a Ash.

- ¿Cuánto poder exactamente? – inquirió Yellow.

- Lo suficiente para que un Charmander derrote a un Kingdra, por lo que me han contado.

Red parecía como si alguien le hubiera dicho que un Magikarp había derrotado a un Rayquaza. O posiblemente un Mega Rayquaza, si tal cosa era posible.

- Quiero decir, tampoco es que sea tan genial. No lo uso para mis batallas, y tiende a activarse por sí solo cuando estoy muy estresado. Hemos ganado todas nuestras batallas aquí sin tener que usarlo. – Ash le informó a Red de este hecho con la más sincera intención de asegurarle que habían logrado todo esto sin usar poderes mágicos con los cuales despertó cuando el tiempo se reinició después de distorsionarse.

- ¡¿Qué dices?! – Red le dio una mirada de desconcierto, como si acabara de oír algo en otro idioma.

- Yo no hago trampa. – explicó Ash simplemente.

- ¿Trampa? – repitió Red. Todavía sonaba extrañado, como si le hubiera dicho que el agua estaba seca o que un Pikachu era azul.

El propio Pikachu de Red se estaba golpeando la cara, aunque el de Ash no. Eso era raro, normalmente los Pikachus hacían eso al unísono cuando alguien hacía algo lo bastante estúpido para ameritarlo, pero no se le ocurría qué podría ser.

- Ya sabes, darte una ventaja injusta. Usar un teléfono celular para buscar las respuestas de un examen, consumir esteroides, traer un Gyarados a una pelea de cuchillos, ese tipo de cosas. – dijo Ash. Yellow lo miró confusa cuando dijo la última. – Es referencia a una película. Una de las películas favoritas de mi mamá, de hecho. – Una que Delia había visto con su padre, el abuelo al que nunca conoció, por lo menos tres veces.

- La segunda era mejor. – dijo Anabel ofreciendo su opinión.

- Nunca he visto ninguna de ellas, así que...

- No es hacer trampa. – interrumpió Red lo que iba a decir Iris.

- Sí lo es. Puedo básicamente darle la vuelta a todo lo que no está saliendo como quiero solo con mirar feo y desearlo con todas mis fuerzas. Si eso no es hacer trampa, no sé qué sea. Si fuera una situación de vida o muerte, como que estuviera cayendo del cielo o algo así sería diferente. Pero usarlo para ganar mis batallas es hacer trampa. Es decir, no te estoy acusando de hacer trampa, Red, solo...

- Como dije, no es hacer trampa. – Las palabras de Red silenciaron a Ash, que miró a Red sintiendo que empezaba a crecerle una furia en el interior.

- Tú...

- Nosotros seis nacimos con talentos especiales que nos distinguen del resto. Eso no es diferente de alguien que haya nacido con capacidades atléticas o intelectuales mayores que el promedio. ¿Acaso los genios evitan usar todas su capacidades en los exámenes, o los corredores prefieren ir más lento? Hacer trampa es traer algo externo a un entorno para darte una ventaja: como esconder las respuestas debajo de una gorra, o traer una Pokébola a una pelea de cuchillos, o violar una regla. No hay reglas en la Liga Pokémon que digan que lo que puedo hacer, o que lo que soy, es ilegal.

Red se tocó la sien izquierda para hacer énfasis antes de continuar. Ash presentía que no le iba a gustar nada.

- Todo lo que puedo hacer es procesar la información y las probabilidades de manera más eficiente que las personas normales. De la misma manera, lo que tú puedes hacer es lo mismo que darles a tus Pokémon un poco de ánimos para que tengan un segundo aire, pero sin afectar la musculatura.

- Así no es como funciona. – gruñó Ash, sintiendo cada vez más rabia por el comportamiento de Red.

Notó discretamente como Misty le dirigía a Red una mirada de molestia, aparentemente por darse cuenta de la fuente de su regreso en el Domo de Batalla. Anabel parecía neutral, como si meditara los puntos de ambos. En cuanto a Iris, Ash notó con algo de intranquilidad que parecía estar de acuerdo con Red.

- ¿No lo es? Muchos encuentros se han decidido porque los entrenadores han podido inspirar a sus Pokémon a ir más allá de sus límites y superar la fatiga lo suficiente para dar un último golpe. Eso es lo que tú puedes hacer, y te habría ayudado a vencerme en Pueblo Lavender.

- Espera, ¡¿acaso hiciste trampa en el Domo de Batalla?!

Ash quería pensar que ya no usaba esas palabras tan a la ligera. Sugerir que Giselle lo había hecho con Hueso Boomerang ya había quedado muy atrás, aunque todavía quedaba lo de Blaine y su pozo de lava. Pero esto... Red había hecho trampa contra él. Contra Misty. Contra Iris. Contra aquel chico al cual Gary derrotó con su Umbreon aquella vez que lo alcanzó en Johto. Eso no se podía quedar así.

- Claro que no. – dijo Red, suspirando con frustración. – Tu sola presencia hace que mis habilidades fallen por completo. La forma en como piensas y te mueves las vuelve totalmente inútiles. No he podido usarlas en batalla durante todo este torneo. ¿Por qué crees que quiero que dejes de contenerte?

Red dijo todo eso en un tono que básicamente admitía que había usado su habilidad con todo mundo y sin miramientos.

- Pues qué bien por ti. Tal vez con esto aprendas a tener confianza en tus habilidades en vez de tratar de tomar atajos. – declaró Ash apretando los dientes y dándole la espalda rápidamente.

- Claro que tengo confianza en ellas. Solo que no me gusta correr usando una sola pierna, por decirlo así. A menos que tú creas que eso no es normal. – Y con ese comentario, Red se retiró, con Yellow siguiéndolo rápidamente.

- Red utilizó Última Palabra. El trabajo de equipo de los humanos cayó seriamente. – declaró el Pokédex. – Sugiero que te resetees con una retirada y un redespliegue antes de la batalla de mañana.

- Eso estará difícil.

- ¿Puedes al menos dejar de apretarme con rabia? No me voy a romper, pero dañar tu mano bajará seriamente tus estadísticas de lanzamiento.

(--0--)

Unas horas después...

- "... No lo entiendo, ¡¿cómo puedes estar de acuerdo con él?!"

- "Si un Unfezant puede atrapar y comerse a un Sewaddle porque puede volar, yo no le llamaría hacer trampa."

- "Estoy confundida. Yo soy una telépata..."

- "Eso es totalmente diferente. Es muy obvio que ese es el caso contigo. No hay ningún indicio de que ese idiota tenga una mente como si fuera una supercomputadora. A diferencia de un Unfezant, que asumo que debe tener plumas."

- "Sí las tienen. Como sea, esta discusión es extraña. Los humanos son las únicas criaturas que les importa eso de hacer trampa..."

- "En eso ella tiene razón."

...

Ash fue sacado de sus pensamientos por Pikachu, que reflexionaba en parte de la discusión que Iris, Anabel y Misty estaban teniendo antes. Él había estado demasiado furioso con Red como para participar. Pensar que había tenido tanto respeto por ese chico, solo para averiguar que había llegado tan lejos haciendo trampa.

El Domo de Batalla, todos sus gimnasios, y quién sabía cuántas batallas Pokémon más entre todo eso. Todas ganadas haciendo trampa. Intencionalmente, por su propio beneficio. No de manera accidental, no en un ataque de pánico por estar cayendo hacia la tierra. Tan intencional como podía ser. Al menos Paul, con todos sus defectos, no hacía trampa, por lo menos en la vieja línea temporal. Asumiría lo mismo en esta a menos que lo viera comprando fertilizante ilegal para su Torterra.

- Pikapi. [Los humanos son las únicas criaturas que conozco que tiene debates morales sobre lo que es justo o no en una pelea. Quiero decir que algunos Pokémon tienen reglas de honor, pero los humanos se llevan el premio de lo intensos que pueden llegar a ser.]

- Aquí no hay ningún debate. Red estado haciendo trampa todo el tiempo. - gruñó Ash.

- Quisiera recordarte mi comentario anterior en defensa de la posición de la chica unovana de alta estatura: nadie ha escrito ninguna regla de lo que puede hacer en los libros oficiales de la Liga Pokémon. Todavía está en el menú, pero cada vez que queda en la lista de espera se pierde por llamadas controversiales y preocupaciones mucho más importantes. – Una vez más, el Pokédex dio su comentario, mientras Ash lo ignoraba desde su lugar en la mesita de noche.

- Se trata de los principios. – declaró Ash.

- Principios. Muchos humanos superiores e inferiores a ti han muerto, ido a prisión o fallado en hacer algo vital por ellos. ¿Estás preparado para hacer una lucha como esa? – cuestionó el Pokédex.

- Me he esforzado mucho para conseguir lo que tengo. Charmander no evolucionó por un poder visual extraño. Pikachu no recuperó su Atactrueno por nada especial. Entrenadores, coordinadores, conocedores...

- ¿Artistas Pokémon?

- Claro. Todos llegamos lejos gracias al trabajo duro y la determinación. Las veces que utilicé un incremento de poder fue porque mis habilidades se activaron cuando mis emociones se salieron de control, o para ayudar a alguien. No quiero usarlos para ganar solo por ganar. Red no tiene suficientes emociones para tener ese problema. Él no parece tener problemas con encender o apagar sus ojos.

- Pi. [Tal vez no quieres utilizar tus poderes para ganar medallas o ligas. Eso está bien y todo, y te apoyo totalmente. Todos lo hacemos. Pero Ash... ¿qué sucederá si hay algo en riesgo? Puede que tengas un plan en caso de que perdamos mañana o al día siguiente, pero si tuviéramos que arriesgar las vidas y la libertad de todos al entrar por la fuerza en la Zona Safari, o hacer trampa para asegurarnos que recuperemos a todos nuestros Tauros, mantener nuestra seguridad y reputación intacta... ¿en serio crees que hacer trampa es la peor opción?]

Ash abrió la boca para dar una respuesta, pero las palabras se le perdieron al llegarle.

- Interesante. Lograste dejarlo sin habla incluso en su estado mental actual. Desearía saber lo que le dijiste. Siento que sería muy útil para silenciarlo cuando quiero darle una exposición. – inquirió el Pokédex.

- Chu. [No es que sirva exactamente en todas las situaciones. Solo funciona porque esta es una situación específica donde los humanos estarían de acuerdo que es mejor hacer trampa que romper la ley y arriesgarnos a que un viejo loco nos dispare, incluso antes de que el universo tuviera guerras gigantes y sueños locos con demonios.]

- ... Sí entiendes que "Chu" no me da ninguna información útil, ¿verdad?

(--0--)

Pueblo Paleta, al día siguiente...

- .... ¡Y con ese increíble remate Betty Snyder ha sido vencida! ¡La racha de Black Gaiman continúa hacia las semifinales! ¿Pero cómo le ira al actual novato del año de Unova contra Dino? ¡Lo sabremos en la próxima oportunidad!"

La declaración en el televisor no atrajo mucho interés de parte del Profesor Oak o de Delia, mientras la hora empezaba a cambiar.

- Ya sé cómo terminó eso; ¡estoy aquí para ver a mi nieto y a Ash, no al último ganador de Unova! - declaró Oak, furioso de que la televisión lo desafiara.

- ¡Reportes de Batallas llega hasta ustedes por cortesía de Coco Moo! – Oak murmuró algo ininteligible mientras Delia se reía.

- Solo son infomerciales. Ya terminarán.

- ... Una película de Cleavon Schpielbunk....

- La televisión tiene que pagarse de alguna manera. – dijo Delia.

- Amablemente te pido que por favor no te pongas a combatir mi disgusto por los comerciales usando lógica. – declaró el Profesor. Estaba cansado de estar hablando y negociando para sacar la tecnología de Boxer al mercado. Iba bien, pero ya estaba al límite con las corporaciones.

- ... nuestros patrocinadores para este reporte antes de la batalla. Minería SDC, ¡una compañía totalmente confiable! Ahora, le damos el pase a Shiro Shinobi en el estudio principal. ¡Adelante, Shiro!

- Bien podrían llamarse "Corporación Benévola". – bromeó Delia sobre el lema mientras el profesor le echaba una mirada. Ella solo le sonrió. – Yo también puedo ser sarcástica, no me ponga cara de Krabby por eso. – Oak no le pudo responder ya que el anunciador le ganó.

- ¡Gracias! ¡Ahora, echemos un vistazo a nuestros competidores aquí en Fuchsia! El dúo dinámico del oeste de Kanto que ha tomado el desafío de los gimnasios por sorpresa: ¡Ash Ketchum y Red Tajiri! Datos curiosos, amigos, Ketchum proviene del mismo pueblo del Profesor Oak y lleva consigo un Pokédex hecho con sus propias manos. Aunque Tajiri no está conectado a nadie de cerca tan famoso, estoy 99% convencido de que es el hijo de una boxeadora de mis días como reportero de Boxeo Femenino. ¿O seré el único que está viendo a Shinku "La Golpeadora" Tajiri en sus ojos? Mis intentos por preguntarle al muchacho al respecto solo fueron respondidos con silencio.

Mientras los dos aparecían en pantalla. Delia inmediatamente frunció el cejo.

- ¿Profesor...? – le preguntó, y él asintió sombríamente.

- Sí, también lo veo. Algo pasa con Ash, y también con Red. – Se quedó viéndolos a ambos, notando como estaban de pie, evitando mirarse uno al otro. Sus manos estaban tensas, y sus Pikachus estaban cada uno en el hombro más lejano que había del otro.

Algo había pasado. Tal vez tuvieron una discusión, o un malentendido. Podría haber sido el resultado de un argumento serio sobre cómo entrenar, o que los dos querían el último pedazo de pastel. Pero fuera lo que fuera, había hecho algo a su química como compañeros de equipo, y en el peor momento posible.

- ... y uniéndose a un local de Kanto tenemos a una visitante de la región tropical de Alola. No he estado allí desde que me dieron aquel bono, pero si alguna vez tienen dinero para ir allá, esta belleza local podrá mostrarles el lugar. ¡Damas y caballeros, Lilo!

Porque no solo esta entrenadora extranjera era poderosa, sino que Oak temía que Ash no entendiera lo que su compañero hacía. Él solo se había percatado de eso cuando su compañero usó Día Soleado en combinación con el Lurantis unos días antes. No era que estuviera fallando constantemente: ni siquiera intentaba pelear. ¡Estaba haciendo tácticas de soporte para asegurarse que Lilo estuviese cubierta!

- ¡Y allá van!

Los ojos de Oak se ensancharon al darse cuenta que la batalla ya había comenzado. La pantalla tenía cuatro iconos de Pokémon encendidos ahora: el Pikachu de Ash y un Haunter del lado derecho, y un Pidgeotto y un Mudsdale del lado izquierdo.

- Dígame Profesor, ¿de qué tipo es Mudsdale? – preguntó Delia mientras daban sus primeras órdenes.

- ¡Pikachu, usa Atactrueno!

- ¡Mudsdale, Filo de Roca!

- ¡Haunter, Bola de Sombra!

- ¡Pidgeotto, usa Viento Afín! – La última orden hizo que el Profesor Oak se pusiera pálido.

- Oh diablos.

Esta historia continuará...

(*) Si desean más información sobre la señora y su hijo, ver el Interludio de Arnold.

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