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Cosas intermedias con otras personas (continuación)


Al llegar a la costa...

En retrospectiva, habían tomado el camino equivocado. Sí, iban camino a Cinnabar, pero esta no era la ruta que llevaba a Cinnabar. Según el Pokédex, este camino los haría llegar hasta la frontera al este de Sinnoh. La dirección totalmente opuesta para alguien que quería ir a Cinnabar. Anabel estuvo a punto de teletransportarlos de regreso al camino, cuando Misty vio algo en el agua.

- Oigan, ¿eso de allá es un Onix?

Ash miró abajo, preguntándose qué pasaría. Si era un Onix ahogándose, tendría que moverse rápido. Sacarlo del agua, o posiblemente capturarlo para salvar su vida. Eso sería genial, y así no tendría que intercambiar a uno de sus Tauros por él. O tal vez sería como el Onix de Cristal que no le temía al agua. Estaría un poco fuera de lugar, pero tampoco le era desconocido, ¿o sí? O tal vez podría hasta ser un Onix Alolano.

Pero una inspección más de cerca hacia el borde del agua, reveló que no era un Onix, solo un bote con forma de Onix que venía acercándose a la orilla de una pequeña aldea junto al mar que era mayormente un muelle.

- Ese es un diseño extraño. – comentó Anabel.

- ¿Qué clase de persona construye un bote así? – se preguntó Misty en voz alta, sonando un poco avergonzada de haber sacado conclusiones de lo que era de buenas a primeras.

- Son la Gente de los Botes. – explicó Iris. – Mi abuelo me contaba historias sobre humanos que hacen sus hogares en barcos. Me contó muchas cosas buenas de ellos, y dijo también que eran nómadas.

- Son un pueblo que fue expulsado de su tierra natal por una horrible devastación, provocada por una montaña en llamas. Viajan por el mundo, viven y mueren en los barcos que usaron para escapar, durante años. Algunos de ellos se fueron a la deriva y terminaron en Hoenn, donde sus botes quedaron varados en una colonia de Corsolas y se establecieron allí. El resto se convirtieron en nómadas, vagando por el océano sin un punto fijo, aunque tienen algunos lugares remotos donde a menudo se congregan, como la Isla Poni de la región de Alola. Tienen una cultura muy flexible, con una historia muy famosa que gira en torno a un templo llamado Samiya, aunque no comparten mucho de su lenguaje con los de afuera. Su verdadero nombre es desconocido para el mundo exterior, aunque a menudo les llaman los hombres del mar. Lo único que se sabe es que uno de los grupos fue un ancestro de la tribu conocida como la gente del agua, aunque se cree que tienen muchos ancestros mezclados en su sangre desde entonces, incluyendo sootopolitanos, alolanos y dracónidos. – elaboró el Pokédex en lo que dijo Iris.

- ¿Pikapi? [Ash, ¿no conocimos una vez a la Gente del Agua? Tengo la sensación de que una vez lo hicimos, ¿o fueron la gente de Vale? Te lo juro, apenas puedo recordar sobre ese... ¿cuál fue el dragón que montaste durante aquella vez?]

Ash se encogió de hombros, inseguro de cuál era con exactitud, y siguió a sus compañeras mientras se acercaban a la embarcación en cuestión.

...

Gente de los Botes, Hombres del Mar, Gente del Agua/Vale, o como fuera que se llamaran, lo cierto fue que establecieron un pequeño negocio rápidamente. No se tardaron ni diez minutos en bajar por el risco, y solo les tomó otros cinco llegar a la aldea, para encontrarse con varios hombres y mujeres ya con canas y mucho más viejos de lo que eran sus padres, y habían colocado varios puestos llenos de diferentes objetos para la venta.

Por su lado, Misty podía ver piezas hechas con cuernos de Corsola, estatuas de coral, y objetos que parecían venir de todo el mundo. Una señal en la parte inferior de cada puesto rezaba con claridad:

SE ACEPTA MONEDA FÍSICA E INTERCAMBIO. COMPRAMOS Y VENDEMOS

Misty se enfurruñó al ver lo de la parte física. Claramente no podrían comprar nada si ese era el caso. Todo su dinero estaba en digital. Más difícil de perder, pero absolutamente inútil aquí. Y el lugar parecía tener una especie de aparato de cocina andando que Misty no tenía idea de su identidad. Lo que fuera que estuviera cocinando, olía muy bien y pronto estaría listo. Y no podrían ni probarlo...

- ¡Intercambio aceptado!

La declaración del cocinero atrajo su atención, mientras Ash le entregaba al anciano que estaba cocinando media docena de Bolas de Nido. El Pokédex aparentemente podía duplicar esas cosas en masa, y estaban al parecer perfectamente bien para utilizarlas y regalarlas sin problemas. No para venderlas, pero para intercambio era perfectamente aceptable. Aunque dónde aprendió a duplicar Pokébolas, no estaba segura del todo, pero fuera cual fuera el caso, siempre se encargaba de sus necesidades alimenticias. Y eso siempre era importante.

- El servicio para el grupo de Ash, Iris, Anabel y Misty pronto estará listo. Los llamaré en cuanto esté. – le dijo el hombre a Ash mientras Misty volteaba para ver todas las cosas que estaban en oferta.

Ella no estaba segura de tener algo para intercambiar, pero no haría daño mirar. Y si algo de verdad llegaba a llamar su atención, probablemente podría hacer que le duplicaran algunas esferas para hacer intercambio. Así, caminó lentamente enfrente de los puestos, echando miradas ocasionales a los locales que salieron a ver lo que había a la venta. O, como pudo notar por la esquina del ojo, como la juventud de la aldea vino a ver a un par de jóvenes del mar danzando y tocando música.

Era una música agradable, si bien no del todo la que esperaría de un área de compras. Aunque tal vez sería una razón por la cual les importaba, más allá de ver a esos chicos sin camiseta tocando instrumentos de cuerda y a las esbeltas chicas bailarinas que los acompañaban. De verdad había mucha gente en un solo bote, aunque siendo justos, el bote era bastante grande.

Había muchos objetos como pudo notar: cuernos de Corsola moldeados en estatuas, y coral normal tallado en forma de Pokémon y lugares famosos. Quienquiera que hubiese hecho un duplicado de coral en forma de Suicune sería particularmente talentoso en el arte, pudo notarlo. En exhibición también había objetos de otras tierras: flautas hechas de cristal, pequeños autos que parecían hechos como para colocarles baterías cuadradas de gran tamaño y que las operaran, y una estatua de un Pokémon púrpura cuadrado con enormes ojos que no parpadeaban...

Los ojos parpadearon, y Misty saltó atrás del susto al darse cuenta que lo que creyó que era una estatua saltaba fuera de su percha, yéndose hacia la orilla y alejándose, inflando y desinflando las mejillas mientras murmuraba "Croa" una y otra vez. Extrañamente, a su paso fue dejando una pila de lo que parecían tapas de botella doradas.

- ...Eso fue raro. – declaró Misty. Fue casi como si aquel Pokémon dejara esas tapas doradas como pago, como normalmente se hacía con un taxi. ¿Pero por qué... fuera lo que fuera eso iba a...?

Misty sacudió la cabeza. Probablemente no necesitaba saber de qué era todo eso. Ignorando al... lo que fuera, siguió adelante con los puestos mirando lo que tenían con el ojo distraído. Levantó una ceja al ver a una mujer de aspecto muy maternal saliendo de un puesto de los Hombres del Mar con lo que parecía un sistema de videojuegos muy moderno en los brazos. ¿Tenían de eso también?

Tan sorprendida estaba con esa venta que por poco se pasa de largo la Mega Piedra que había entre una piedra que parecía de hielo y un enorme trozo de ámbar que se veía antiguo. Casi. Aunque de haber sido Psyduck, se habría tropezado al detenerse tan de repente.

- Ah, puedo ver que notaste esta pequeña gema, aunque es más que una simple piedra. – le dijo la anciana del puesto, sonriendo con todos los dientes. Misty asintió.

- Es una Mega Piedra, ¿verdad?

- Estás en lo correcto, jovencita, eso es lo que es. Esta piedra golpeó mi bote hace algún tiempo, un fragmento de una roca espacial. Sabes, hay una historia interesante sobre estas piedras: mi madre me contó relatos de que estas piedras fueron creación de Lord Rayquaza, que bendijo los meteoritos a medida que caían a la tierra. Los científicos dicen que son resultado de una radiación de hace tres mil años. Te hace preguntarte si no serán un poco de ambas cosas, ¿meteoritos radiactivos tal vez?

De lo que fuera que estuvieran hechas dichas piedras, eso poco le importaba. Sin embargo, seguían siendo un hallazgo muy raro. Y aunque Misty no podía verlo claramente, no se sentía como que fuese de tipo Agua, si eso tenía algún sentido. No le hacía sentir como "Si le doy esto a Psyduck, se convertirá en un leviatán de fuerza y poder". Pero aunque no fuese de tipo Agua, había posibilidad de que alguno de los otros pudiera utilizarla.

La imagen de Ash, de pie victorioso en una Liga Pokémon sosteniendo una piedra que ella consiguió para él, la hacía sentirse feliz por dentro. Si podía conseguirle esa piedra, tal vez podría ser algo que él pudiera utilizar. Si no... bueno, si fuese una especie de Arcanita o Nidokinita o algo por el estilo, podría convertirse en algo que le podría ayudar en el futuro. Si fuese una Excadrita o algo, tampoco era que fuera mucho menos razón para conseguirla. Iris podría utilizarla, aunque no fuese a ganarse ningún trofeo con ella.

- Veo que estás interesada. ¿Quieres comprar o intercambiar? – le preguntó la anciana, mientras Misty metía la mano en su mochila.

- Viendo que todo el dinero que tengo está en digital, voy a tener que intercambiar.

La mujer suspiró ante el decline del medio físico, mientras Misty sacaba varios cachivaches que había podido juntar. Tres fragmentos estelares rojos que Staryu había encontrado mientras entrenaba en el agua hacía algún tiempo. Unas cuantas puntas venenosas del ejército de Tentacools de Ciudad Gringy. Le habían dicho que algunas personas les encontraban uso a esas cosas, y si alguien podría encontrar valor en las puntas venenosas de Tentacool serían los Hombres del Mar, ¿verdad? Una escama que se le había caído a Gyarados hacía tiempo y de alguna manera se coló entre su mochila. Había visto a alguien usar ese material en el muelle, así que tenía la misma idea que con las puntas venenosas.

Era su primer intento, y estaba tratando de hacer evidente en su cara para la mujer que esta no era su oferta máxima. La mujer pareció darse cuenta de esto mientras veía los objetos presentados.

- Esto difícilmente sería lo que llamarían un intercambio justo. – le dijo simplemente. – Sin embargo, siéntete libre de ir a buscar objetos que tal vez quieras ofrecer además de esto, aunque si deseas ir a buscar ayuda con tu amigo del Pikachu, debo advertirte que no necesito Pokébolas, así que esas no agregarán valor para mí.

La mujer le había rechazado la idea antes que a Misty se le hubiera podido ocurrir. La idea de ir a buscar a Ash para que le ayudara a pagar lo que ella quería regalarle... se sentía muy rara por alguna razón. Estaba mal, como pedirle a alguien que planeara su propia fiesta. Tenía que arreglárselas ella sola.

- Acepto bayas. – ofreció la mujer, y Misty captó el mensaje.

Arrojando la Pokébola de Wingull lo envió a buscar bayas en el bosque para después. Misty siguió revisando su mochila en busca de cosas para ofrecerle. Entre las cosas que sacó había una Piedra Eterna, que se la había dado gratis alguien de la "Liga del Botón B" mientras estaban en Ciudad Crimson, y una toalla del S.S Anne. ¿Por qué tenía eso? Aunque por otro lado era material de calidad, así que también la ofreció. Y cuando Wingull regresó con una rama de bayas Oran, la agregó a su pila para oferta de intercambio.

- Así está mejor. Si quieres este Ámbar, lo tienes. Si quieres esta Piedra de Hielo, con las bayas sería suficiente. Pero para la Mega Piedra... debes entender el valor que tiene y por qué me hago la difícil. – declaró la mujer mientras Wingull volaba en busca de más bayas, y ella seguía registrando su mochila por más cosas.

Notó con intranquilidad que no estaba encontrando muchas cosas más allá de sus Pokébolas y ropas. Agarró algo más sólido y lo sacó, revelando un trozo de papel rígido. Era un vale para la tienda de Bicicletas de Rydel por una bicicleta gratis, en Ciudad Mauville. ¿Para qué lo conservaba? Sus hermanas le habían hecho una mala broma cuando les dijo que quería una bicicleta, y no valía de nada donde estaba. Fue muy desagradable. Pero tal vez sirviera para intercambiar, así que también lo agregó, junto con una rama de bayas Sitrus de Wingull, que volvió a volar en busca de más. Lo siguiente que sacó, fue la Piedra de Agua que Ash le consiguió en Ciudad Crimson.

Se detuvo al ver la piedra. ¿Estaría bien usar el regalo que le dio a ella para darle un regalo a él? ¿Sería un insulto? ¿Podría conseguir otra si la necesitaba?

- ...No necesito Piedras de Agua. Tengo más de esas en mi bote que las arrugas de mi cara. Si fuese una Piedra de Fuego tendríamos un trato, pero así como estamos... – declaró la mujer mientras Misty regresaba la piedra a su mochila.

¿Qué más le quedaba? Wingull regresó con una rama de bayas Pecha, uniéndolas a la pila, pero la mujer sacudió la cabeza.

- Podrías pagarme en bayas, pero eso llevaría todo el día, y entenderás por qué eso sería demasiado. – La mujer la miró por un momento antes de asentir. – Esto es para alguien importante para ti, ¿verdad?

Misty se sorprendió un poco por la observación de la mujer, que continuó.

- Sabes, soy muy adepta para modificar ropa, y tengo una nieta que es más o menos de tu misma estatura. Mi hija conoció a un agradable joven unovano hace años, pero tristemente un Jellicent se lo llevó. Aun así, siendo que mi nieta va en camino de ser tan alta como tú, se me hace difícil conseguirle ropa a la medida...

- ¿Quiere que le dé toda mi ropa? – jadeó Misty, y la mujer negó con la cabeza.

- No, no, no la que estés usando. La que te sobre está bien. Si haces eso, la Mega Piedra será tuya para dársela a ese agradable muchacho con el Pikachu. Además, me han dicho que hay una celebración donde las mujeres podrán comprar lo que quieran en Kanto muy pronto, seguro podrás aguantar hasta entonces para reabastecerte. Ya nos habremos ido para entonces, no podríamos aguantar en la gran ciudad un día como ese.

...

Misty tardó mucho en decidirse, pero al final, abandonó el lugar con una mochila mucho más ligera y con solo una muda de ropa, justo cuando los llamaron para avisar que el almuerzo que ordenaron ya estaba listo, y para darle a Ash la gran noticia. Para su decepción, resultó después que la piedra era una Sceptilita. ¿No era ni siquiera una Dugtrita? Hasta tuvo que investigar lo que era un Sceptile.

Después de terminar su almuerzo, y regresar al camino, Ash se había quedado admirando la piedra verde por un buen rato. Su primera Mega Piedra, una que tal vez no podía utilizar ahora, pero que él sabía le sería muy útil en el futuro. Era un poco extraño; en la línea temporal pasada era muy raro que Misty hiciera algo así por él. De hecho, no se le había olvidado la vez que ganó esa dotación de chocolates y deliberadamente lo dejó a él por fuera al momento de repartirlos (incluso después de reservar algunos para Pikachu). De todos modos, había sido un gesto muy dulce de su parte.

- Siento mucho no haberte encontrado una para Pidgeot o Charizard. – se disculpó Misty. – De verdad quería darte algo que te fuera útil, y pensé que...

- No, está bien. Nunca se sabe, podría encontrar al Pokémon compatible antes de lo que piensas. No viene mal estar preparado. – La guardó en su mochila y le sonrió con gratitud. – Gracias, de verdad lo aprecio.

Ash se preguntaba si no estaría estirando mucho la verdad, pero dados sus encuentros con Snivy, Aipom y Roggenrola, quizás no sería tan descabellado esperar que su Treecko apareciera en su camino antes de ir a Hoenn. E incluso si no fuera así, Ash tenía la certeza que él apreciaría que tuviese este regalo para él cuando se reunieran. Sin embargo, la sonrisa de Misty desvió sus pensamientos por un momento.

Extraño, había visto sonreír a Misty muchas veces, en ambas líneas temporales, pero había algo... diferente con esta sonrisa en particular. Podía ver que ella estaba feliz porque a él le gustaba su regalo, y eso se sentía bien, pero había algo más.

Algo que Ash no estaba seguro de qué era, pero definitivamente algo que le gustaría volver a ver.

- Y bien, ¿hacia dónde nos dirigiremos ahora? – preguntó Iris, interrumpiendo su tren de pensamiento.

- Bueno, esa anciana dijo algo de que habrá pronto algún festival de compras, y yo necesito reemplazar mi ropa vieja. – recordó Misty. – Y sin ofender, Ash, pero creo que a ti también te vendría bien algo de ropa nueva.

- Qué gracioso, estaba pensando lo mismo. – se rio Ash, mirando su atuendo. Si Iris planeaba llevar su entrenamiento al siguiente nivel, necesitaría mudas de ropa adicionales urgentemente. Les echó una mirada a Anabel e Iris. – ¿Alguna objeción?

- Ninguna por aquí. Y no me molestaría algo de ropa nueva tampoco. – dijo Anabel.

Iris por su parte solo se encogió de hombros. Ash imaginó que todavía tendría sus problemitas con tener que llevar ropa todo el tiempo, pero al no decir que no, todos asumieron que era unánime, así que su siguiente destino ya estaba decidido. Y por alguna razón, Ash tenía el presentimiento de que esta vez no iba a terminar como mula para sus compras.

(--0--)

En el camino a unas extensivas opciones de compra...

Anabel empezó la mañana con unos mechones lavanda cubriéndole el rostro. Se quedó viendo hacia el techo del agujero creado con Poder Secreto en la pared por unos segundos, preguntándose cuándo sus mechones le habían crecido tanto para taparle los ojos. Otro pensamiento la invadió: ¿qué tan largo estaba su cabello de todos modos?

Con un resplandor azul, su cabello se desvió de su rostro, mientras salía del agujero y pasaba al lado de las otras tres bases secretas, dirigiéndose junto a la orilla del agua, donde habría una superficie reflectora. Una enorme mota de pelo color lavanda que había crecido bastante más de donde solía llegar le devolvió la mirada.

Durante años, siempre su imagen había sido con el cabello hasta debajo de sus orejas. Se le veía bien, era fácil de mantener y hacía su trabajo. Ocasionalmente hacía que la confundieran con un chico, pero ella trataba de que eso no la incomodara.

Pero el cabello que le devolvió la mirada había crecido hasta pasar la mitad de su cuello, y por su cara. Al menos ya no la confundirían con un chico, seguro, pero aunque le agradaba ese pensamiento, le gustaba más su cabello en su estilo normal. Por lo visto necesitaba un peluquero de urgencia. O algo afilado. Podía cortarse el pelo ella misma, ¿verdad? O tal vez pedírselo a Misty o a Iris... mejor sería pedírselo a Misty. Así sería mejor, y posiblemente el resultado sería menos desastroso y menos doloroso, en caso de que le cortaran por donde no debían.

- ¡Oh, buenos días, Anabel!

Ash la saludó con la mano al toparse con ella, con Pikachu a su lado. En la mano llevaba una caja de tela marrón, y llevaba solo una camiseta blanca sin mangas y un par de shorts. Su ropa de dormir. Anabel estaba vestida con un camisón largo de color púrpura, que distraídamente se tocó solo para asegurarse de traerlo puesto. No tenía sentido volver a crear una situación embarazosa entre ellos... otra vez, como cuando aprendieron a usar Pulso Curativo.

Ash se detuvo al llegar frente a ella, con una mirada curiosa en el rostro.

- Normalmente no te veo levantada tan temprano. – le dijo.

- A veces me pasa... ¿pero qué haces tú despierto? Ni siquiera Iris se ha levantado todavía. – dijo ella, resistiéndose el impulso de mirar por encima del hombro y ver si ya había despertado y estaba planeándoles nuevos ejercicios.

- No mucho. Solo venía a afeitarme la cara. Realmente no me gusta tener vello facial y prefiero mantenerlo así. – le informó Ash mientras Anabel recordaba que realmente nunca lo había visto sin afeitar.

Se quedó pálida al invadirle otro pensamiento: ¿cuándo fue la última vez que ella se había afeitado? Iris ciertamente no lo hacía, y no tenía idea de si Misty tendría que hacerlo, y a diferencia de Iris, Ash no tenía ninguna escena en la cabeza donde se ducharan juntos para aclarar si lo hacía o no.

- Uh, ¿Anabel? – preguntó Ash, notando que se había puesto pálida.

- Oh, nada, no es nada... solo cosas de mujeres. – Anabel tuvo que resistirse al impulso de revisarse las piernas y las axilas en ese mismo momento y lugar. Ash por su parte parecía dispuesto a evitar meterse en "cosas de mujeres", así que al parecer buscó otra cosa de qué hablar.

- Sabes, acabo de darme cuenta, te dejaste crecer cabello. – le dijo. Aunque ese algo todavía estaba ligeramente relacionado. Ella asintió.

- Bueno, dejárselo crecer, no se puede evitar que crezca. Misma cosa, supongo. No tendrás algo por allí que pueda cortar, ¿o sí?

Tal vez en el kit de afeitar de Ash, que asumió que era lo que llevaba en la caja, podría resolverle este pequeño problema, o al menos proveerle los medios para arreglárselo. Quizás Ash le podría cortar el pelo él mismo.

Ash por su parte se puso a buscar dentro de la caja, sacando y metiendo algunas cosas. Un desodorante de barra, un par de pinzas, una botella de espuma de afeitar, un juego de peine y cepillos, un paquete de limpiadores para las orejas... hasta que finalmente sacó una navaja de afeitar.

- Esto es lo mejor que tengo, ¿para qué lo necesitas? – le preguntó Ash. En respuesta, ella cerró los ojos y movió telekinéticamente todo el cabello que le había crecido mientras no estaba viendo.

- No creo que una navaja pueda ayudarme, pero tal vez tengas otra idea en mente. Como sea, quisiera que me ayudaras a quitarme todo esto.

- ¿Quieres cortarte el cabello? – cuestionó Ash para confirmarlo. Ella lo confirmó, y los mechones volvieron a cubrirle los ojos de nuevo.

- Como verás, se está convirtiendo en un problema. – Se quitó el cabello de la cara mientras Ash se quedaba pensativo. Entretanto, detrás de ellos, Ash vio que la cola de Pikachu brillaba de blanco. ¿Podría quizás cortárselo con Cola de Hierro? ¿Sería seguro?

- Digo, los mechones de tu flequillo están un poco largos, y creo que también los míos necesitan un corte. Pero el resto... – Ash hizo una pausa antes de continuar. – Honestamente creo que se te ve bien.

Anabel se quedó mirándolo por un momento, tardando un poco en asimilar el comentario. Al hacerlo, sintió que la cara se le iluminaba de rojo mientras Ash continuaba.

- Tu cabello ya se veía bien, pero creo que se ve mejor largo. Mejor de lo que se vería el mío, de todos modos.

Ante el comentario de Ash, Anabel se volteó hacia el agua y se quedó viéndola, con su reflejo devolviéndole la mirada. Su cabello más largo, ¿en verdad se le veía bien? Ciertamente la hacía ver más femenina y enmarcaba bien su rostro, y al mirar de nuevo su reflejo, tuvo que admitir que Ash tenía razón, se veía mejor con el cabello más largo de lo usual.

- Digo, si yo me dejara crecer el mío, parecería un hippie, o tal vez un bárbaro. ¿Qué sería peor? – balbuceó Ash mientras la imagen mental de ambos venía a su mente. Ambos, el Ash Hippie y "Ash el Bárbaro" causó que los dos se rieran al imaginárselos.

- Dependería probablemente de cuál se bañe menos. – dijo sarcásticamente el Pokédex desde el bolsillo de la chaqueta de Ash.

- Y bien, Ash, entre que digas ahora que mi cabello se ve bien más largo, y tu pequeña remojada con Iris... ¿no será que te gustan las chicas de cabello largo tal vez? – Anabel no pudo evitar sonreír algo maliciosamente mientras veía que Ash se ponía nervioso. – Siéntete libre de decir lo que quieras, Misty tiene su cabello a una longitud que dudo que ninguna respuesta que le des vaya a herir sus sentimientos.

Ash se quedó boquiabierto como un Magikarp mientras escuchaba a Pikachu reírse, sintiendo por dentro una mezcla de mortificación y lo que honestamente parecía una parte de él activamente preguntándose si realmente era que le gustaban las chicas con el cabello largo.

(--0--)

Entretanto, en Ciudad Cerulean...

La luna estaba brillante esta noche. La casa en los límites de la ciudad, cuyos dueños oficiales estaban ausentes actualmente tenía un bonito porche con columpios. Estos rechinaban melodiosamente mientras la luna brillaba en el cielo, reflejándose hermosamente sobre el río cercano.

Belladonna no podía dormir bien esta noche, y no estaba segura del por qué. No había tenido un mal día después de todo. Se habían divertido mucho: más de lo que esperaba. El arte moderno no era lo suyo, pero Vedia y Aurora se la pasaron maravillosamente en aquel museo, y Evanna apreció haber hecho declaraciones exageradas sobre lo que el arte "significaba" para molestar a esos presumidos visitantes. Todas la habían pasado bien.

¿Sería por Aurora? ¿Se arrepentiría de haber querido muerto a su padre? Sabía que eso era algo que pasaba muy a menudo en la ficción, ¿estaría basado en la realidad? Cuando la ficción y la realidad se cruzaban las cosas nunca terminaban bien.

Si ese fuera el caso... ¿qué podría hacer ella al respecto? Preguntárselo directamente a Aurora no serviría de nada: ella creería que la pregunta era menos un caso de "Aurora, ¿estás bien? Parece que algo te está afectando, ¿es por la muerte de tu padre?" y más de "¡¿Aurora, sientes pena por ese maldito pedazo de escoria?! ¡¿Qué clase de debilucha siente simpatía por un padre tan horrible como él?! ¡Enfurécete, ódialo, grita, maldícelo!".

Maldito ese hombre que incluso después de muerto seguía causándoles problemas.

Unas pisadas resonaron contra la madera, crujiendo suavemente mientras se daba la vuelta para ver hacia un lado. Aurora, que se veía maravillosa en un camisón de dormir blanco que encontraron hacía poco. Era muy atractivo, y vestirla a ella y a Evanna era más fácil que consigo misma y con Vedia. Las mejores ropas nunca se hacían con sus respectivos extremos.

- Oh, mi querida Aurora, espero no haberte despertado. No podía dormir así que salí un rato. – Miró hacia los hermosos ojos de Aurora, claros y bellos como un lago congelado, y de pronto sintió que su humor rápidamente se revertía totalmente. – ¿Quién eres tú? – gruñó.

Si la chica frente a ella fuese realmente Aurora, habría soltado un chillido. Se habría aterrorizado de ella y eso habría sido doloroso de ver. Pero esta chica no era Aurora, así que no lo hizo. Simplemente se puso un dedo en el mentón, como pensando.

- Huh, eso es raro. Usualmente la gente tarda mucho más en darse cuenta de que yo no soy quien ellos creen. ¿Es una mancha? Siempre me paso por alto las manchas.

- Tus ojos están mal. – declaró con una voz tan dura como el granito.

- No, no lo están, son réplicas exactas de... ¿o es algo más sutil?

- Es algo llamado amor. Conozco los ojos de todas ellas perfectamente, nadie puede replicarlos. Ahora. Dime. Quién. Eres. TÚ. – repitió mientras la falsa Aurora suspiraba.

- Por muy divertido que sería hacer que me llamaras no-Aurora o algo así para esta conversación, creo que eso sería un poco molesto. Y posiblemente también tratarías de arrancarme el cuello, y eso tampoco me gustaría. Lo necesito después de todo. Puedes llamarme Hilda.

- Muy bien, ahora quítate el disfraz y deja de pretender que eres otra persona.

- Nah, me voy a quedar así. Eso da un 95.64% menos de probabilidad de que me ataques, ya sea físicamente o con ese suero de la verdad que heredaste de tu padre. A menos que haya equivocado en mis cálculos, en cuyo caso estarías golpeando la cara de Aurora. O abofeteándola, o tal vez arrojándole algo.

Aunque lo dijo en la voz de su querida Aurora, el tono era juguetón rayando en provocación. Un tono que ella jamás usaría, con una mirada de "te atrapé" en su rostro que Aurora tampoco usaría jamás. Estaba muy cerca de poder golpear a la impostora solo por usar la apariencia de su amada. No tenía derecho, y con lo cerca que estaba fácilmente podía golpearla.

Así, Hilda la impostora continuó dándole esa mirada de burla, mientras ella la veía con odio, furiosa pero incapaz de golpearla. El miedo de que hacer eso la hiciera ir por una espiral descendiente sin fondo la detenía.

Belladonna no era inconsciente de que tenía serios problemas. Con una madre que no dejaba de amontonar cosas y un padre que aparentemente no dejaba de engendrar hijos, debía tener cuidado de no meterse en malos hábitos. El peor de los cuales sería el de golpear las cosas que se parecieran a sus seres queridos. Si eso empezaba a rodar...

- Bien, no me puedes atacar mientras estoy así. Eso hace mi trabajo mucho más fácil. Vamos a comenzar, ¿quieres?

Hilda se alejó del porche y caminó hacia la orilla del agua, con los pies crujiendo contra la hierba mientras se daba la vuelta para encararla, todavía con la cara robada.

- Como te dije antes, mi nombre es Hilda. Trabajo para un hombre que solo necesitas conocer como el Príncipe Bloodliner por el momento. Bueno, lo de "trabajo" es espiar, reportar cosas con una perspectiva diferente a la de ese viejo Emisario, dormir con algunos, blablablá. Estoy ayudándolo a cambiar el mundo.

Hilda miró a Belladonna, que no dijo nada, solo siguió viéndola fijamente.

- Tomaré esa mirada de odio como un "continúa". – dijo Hilda antes de proseguir. – Tenemos un interés particular en gente como tú, y el potencial que puedes alcanzar para ayudar a mover al mundo en la dirección que queremos. Bueno, en este momento estamos siguiendo al Rey Bloodliner... pero me gustaría creer que mi Príncipe algún día lo podrá matar. Es... extremadamente desagradable y es mejor evitarlo. Por desgracia, siempre es peligroso estar cerca de él, a menos que quieras que tus pensamientos dejen de ser solo tuyos.

- ¿Qué tus pensamientos dejen de ser solo tuyos?

- Sueños de un Rey Bloodliner muerto y mi Príncipe... bueno, ¿no se supone que se convierta en el nuevo Rey Bloodliner? – le preguntó Hilda algo confusa.

El desconcierto que le provocaba Hilda le parecería hasta divertido si no fuese ella, y tomase una forma que ella pudiese matar sin problemas. Había pocas personas en las que podría convertirse que no fuesen mejores que tener que ver la imagen de Aurora.

- Dejando de lado las preguntas sobre títulos, y por muy cansada que esté de decirlo, ambos, el Rey y el Príncipe Bloodliner quieren la misma cosa. Un nuevo mundo, un mundo mejor, edificado en los cimientos de los cambios. Con nosotros en la cima y los humanos... abajo. Más abajo de los Pokémon si quieres ser más específica al respecto. La gente como tú y como Ash Ketchum, o incluso el pequeño Arnold, son a quienes queremos en la cima de nuestro nuevo mundo. Así que, ¿qué me dices? ¡El Príncipe Bloodliner y yo te queremos a ti para crear ese nuevo mundo! – Terminó su pequeña fanfarria con una pose dramática una vez vio en un poster sobre los tiempos de guerra en Unova, que decía "Te quiero a ti para el Ejército Unovano" con un sujeto anciano vestido de colores.

- Paso. – respondió Belladonna. Hilda pareció quedarse congelada del shock ante su respuesta tan tersa, y se quedó así por lo que pareció un minuto. Aparentemente, estaba intentando determinar por qué había sido rechazada, así que le dio una versión corregida.

- No estoy intentando implicar que tus novias serán menos importantes que tú. Quiero decir, yo soy igual que ellas, con una sola bloodline a mi nombre. Especie Zoroark si quieres saberlo, considéralo una muestra gratis. Es solo que los que son como tú, con dos bloodlines, son especiales. La crema de la crema, el percentil superior selectivamente engendrado...

- Odiaría ver por qué alguien elegiría a mi madre para "engendrar" algo. – dijo Belladonna sarcásticamente antes de continuar. – Mi respuesta sigue siendo no.

- ¿Qué, es que no crees que el mundo necesita cambiar, que está mal y necesita arreglarse? – preguntó Hilda tersamente mientras Belladonna la miraba en sus ojos de color robado.

- No me interesa el mundo. Hay un número muy limitado de cosas que me importan, y tres de ellas están durmiendo en esta casa, sin contar a los hermanos que he encontrado, y los que estoy segura les darán tanta felicidad como la que he encontrado yo. Arnold tiene a Laila, y con el tiempo tal vez encuentre a más chicas agradables como Ash y yo, pero solo es un niño, tiene todo el tiempo del mundo para eso. Agrega uno o dos Pokémon, y eso es todo lo que me importa en este mundo. No veo ningún chiste en querer gobernarlo.

Hilda se quedó mirándola como si estuviese hablando en otro idioma que no conocía.

- ¿Es que no quieres darte algunos lujos? ¿No te gustaría quemar Pueblo Azalea y a todos sus habitantes amarrados en estacas y hacerlos sufrir? ¿No te gustaría un castillo con sirvientes humanos complaciéndote los caprichos? ¿No te gustaría tener más amantes? Digo, estoy segura que a menos que te guste el incesto tendrías que usar a un humano por algunas décadas hasta que la diversidad en los genes sea mayor, pero podrías elegir entre cualquier bloodliner de tu edad o menor. Después de todo, todos ellos existen es por ti, y por Ash, y por el resto de tu familia.

- La parte de quemar ese pueblo la disfrutaría, pero eso difícilmente justificaría lo que sigue después, y a mí no me interesan los hombres... ¿y qué fue eso último? – Belladonna exigió clarificación, y una sonrisa macabra apareció en la ilusión del rostro de Aurora. No era nada agradable, de las peores cosas en el mundo.

- Oh, así que captaste eso: es hora de elaborar entonces. ¿No te has preguntado el por qué exactamente los Bloodliners son mucho más comunes estos días, y por qué la mayoría son mujeres? Esta es la razón: es gracias a ti, a Ash, y a todos sus demás hermanos. Si ustedes nunca hubieran nacido, yo sería una humana tan aburrida como mi hermana, que trabaja para una agencia de talentos en Unova y ahora se encarga de hacer que el ganador de una conferencia recuerde que tiene que alimentarse bien. Pero gracias a ti, y a tus cientos de miles de hermanos y hermanas desde las montañas nevadas de Sinnoh hasta las costas tropicales de Alola, yo soy más que una simple humana. Tus queridas amiguitas allí dentro son mucho más que humanas. Pelos de Foongus y el resto de las queridas de mi Príncipe son más que humanas.

»El que tu linaje haya nacido, tal vez no de manera tan masiva como ellas, pero cuyo rango necesario era increíblemente masivo, cumple con las condiciones, y ahora estamos en una época de transición en el mundo. ¡El mundo que tú, Ash, y cada uno de tus hermanos que comparte una visión única de lo que significa el poder para cada uno de ustedes, a través de todos los mares, son responsables de crear!

Si ella no hubiera nacido... si Ash no hubiera nacido... si Arnold no hubiera nacido... si ninguno de ellos hubiera nacido... Una escena apareció en su mente como un relámpago: su querida Aurora de pie frente al sol, junto a su padre. Ambos sonriendo felizmente, sin ninguna preocupación en el mundo. El elemento que lo convirtió en un monstruo que merecía la muerte nunca habría existido, y los dos seguirían estando felices juntos. Aurora nunca necesitaría fruncir el cejo, ni llorar, estaría completa. En un mundo donde ella no existiera. Un mundo que sería mejor para Aurora.

- Oh, ya entiendo. Aurora terminó echada de su vida de lujo y felicidad porque tú y tus hermanos fueron concebidos, y ahora te sientes mal. No lo sientas: gracias a ti Aurora es especial. Un día muy pronto, aunque no quieras tomar parte en hacer que suceda, ella gobernará el mundo junto contigo...

El hecho de que Hilda realmente sonara a que estaba tratando de hacerla sentir mejor, como si reconociera la devastación que cruzaba por su rostro no fue lo que captó su atención, aunque sí la hizo sentir peor. Fue el hecho de que una banda de ejercicios se acababa de enredar encima de la falsa cabeza de Hilda.

- Ya fue suficiente. Se acabó la charla. – declaró sombríamente Evanna mientras Hilda se encogía de hombros.

- Oh cielos, alguien que tiene 64.64% de probabilidades de causarme un gran daño físico, y que podrían incrementarse a un total mayor si Belladonna cierra los ojos y se tapa los oídos. Esto es un problema. – dijo de manera casual, como si considerase que lo que estaba a punto de pasar era peligroso.

Y justo después de decir eso, una chica de pelo verde de edad similar a Ash vestida de blanco apareció junto a Hilda y colocó una mano sobre su hombro.

- Dato curioso sobre mi trabajo: no solo reúno información para mi Príncipe, también le encuentro lindas mujeres para que haga suyas. Ella es Siri, una Bloodliner Gardevoir y puede teletransportarse. Si yo fuera tú soltaría mi cabeza, Evanna, a menos que quieras conocer a mi Príncipe. Creo que esta es la hora en que se encuentra en el gran baño purificándose.

Evanna, que compartía su falta de interés por los hombres y captando el mensaje de "o me sueltas o te teletransportas conmigo" y la idea de terminar en agua hirviendo con un hombre desnudo, soltó la cabeza de Hilda. Ella desapareció junto con la recién llegada un momento después, dejándolas a ambas solas en la noche. A ella, vestida solo con una camiseta larga que era lo único que le quedaba como ropa para dormir, y a Evanna con solo un par de shorts masculinos de color naranja. No hubo palabras intercambiadas durante un largo momento, hasta que Evanna suspiró.

- Mira, esa chica era una rarita y una loca. ¿De verdad le vas a dar importancia a lo que dijo?

- ... Es difícil no pensar en ello. – admitió Belladonna quedamente. Evanna colocó una mano en su hombro antes de continuar.

- De acuerdo, vamos a correr con lo que dijo, al menos hasta donde entendí. Quizás Vedia lo entendería mejor, pero Aurora está ahora abrazándola como Teddiursa de peluche así que déjame intentarlo. Esa no-Aurora dijo que, de alguna manera, tú y tus aparentemente epidémicos medios hermanos son la razón de que yo sea como soy, al igual que Vedia y Aurora.

- Sí. – confirmó quedamente mientras Evanna continuaba.

- Si tú no existieras, el papá de Aurora jamás habría decidido que echar a tu hija de casa es algo moral y correcto por hacer.

- Sí. – declaró Belladonna solemnemente.

- Si tú no existieras, Vedia jamás habría podido escapar de su casa, y quién sabe qué le habría pasado. Un matrimonio arreglado, una muerte sospechosa, que la encerraran en un sótano... – continuó Evanna mientras Belladonna la miraba sorprendida. – Ahí tienes, cincuenta y cincuenta. Mi vida seguiría apestando igual que como lo hizo antes de conocerte de todos modos, así que tienes a una que ayudaste, otra a la que lastimaste, si es que le tomamos la palabra a una loca que quiere dominar al mundo con un Príncipe y te invitó a hacerlo, y por extensión a nosotras, para que lo ayudemos, como lo correcto. Por mí está bien si lo hiciéramos, pero ese no es el punto. El punto es, si está en lo correcto, ten eso en mente. Si se equivoca, entonces básicamente es una de esas personas que hablan en el internet sobre que ese sujeto Oak aparentemente hizo que los humanos se volvieran más conformistas como parte de su plan para que su hijo gobierne al mundo como la cabeza del Imperium Oak.

- Preciosa... – Belladonna sonrió mientras la abrazaba. Lo necesitaba. Era algo que tenía que tener en mente.

Era malo, horrible, imperdonable, si realmente había hecho la vida de Aurora lo que era ahora, pero también era algo bueno, muy bueno, haber hecho con su intervención la vida de Vedia mucho mejor.

El abrazo se tornó en un cálido beso que duró igual, con sus labios separándose mientras la luz de la luna brillaba sobre ellas bañándolas con su brillo.

- Bien, si le tomamos la palabra a esa transformista y de alguna manera nos hiciste lo que somos... ¿piensas tomar responsabilidad por alguien más? – le dijo Evanna bromeando mientras Belladonna solo podía verla sorprendida.

(--0--)

Cañón Grampa...

Ash no estaba seguro de que esto estuviera bien. Estaba bastante seguro que deberían haber pasado una ciudad mayor antes de llegar al lugar donde encontraron a Togepi, y donde casi se lo comen vivo. Énfasis en la segunda parte, ya que eso no lo reducía tanto como le habría gustado. De verdad tendría que irse con más cuidado esta vez.

Pero, sin teletransportarse excepto en casos de "¿cómo fuimos a parar encima de este risco?", "¿cómo terminamos en medio de un nido de Beedrills?", y una breve parada en Ciudad Obscura, se encontraron en el cañón rocoso y seco como un hueso.

Esta vez se veía diferente de la última, ya que aunque había una enorme fosa con gente cavando en ella, no se encontró a Gary Oak haciendo su mejor cosplay de Harrison Ford en ella. Y la gente se veía más profesional y a la vez poco profesional, por decirlo de la mejor manera. Y había un par de hombretones fornidos en la entrada al cañón, echándoles ojos de pistola al cuarteto como si quisieran que se largaran.

- ¿Cuál es el problema? – se preguntó Misty en voz alta.

- El problema, es que no necesitamos a entrenadores que se roben los fósiles, o peor que traten de desenterrarlos ellos mismos. Al menos los ladrones no rompen tanto las cosas.

Para darles crédito, todos voltearon a ver al sujeto de franela antes de terminar de pronunciar la palabra "El". Misty de hecho se sorprendió de ver lo rápido que fue su tiempo de reacción, aunque Ash sentía que había algo de orgullo en su expresión de sorpresa.

- Y ahora, ¿están aquí para robar fósiles? – les preguntó directamente. Todos desde Pikachu hasta Iris negaron con la cabeza, y el hombre asintió con la suya. – Bien, si yo fuera ustedes no trataría de cruzar hasta después de mediodía, así que acompáñenme a mi tráiler. Estoy seguro que preferirían aprender sobre fósiles antes que sufrir un golpe de calor.

- "[....no estoy seguro de eso. ¿Será que puedo ir a buscar el huevo de Togepi por mi cuenta?]" – le preguntó Pikachu a Ash directamente.

- "No tengo idea de dónde podría estar sin el Equipo Rocket haciendo volar las cosas, y estoy seguro que te puede dar un golpe de calor también. Tal vez lo tenga consigo y esté dispuesto a dárnoslo."

Después de todo no era tan raro de que ciertas personas les regalaran a otros Pokémon o huevos de Pokémon. Y además, ¿qué querría un sujeto de franela como este con un huevo de Togepi?

...

No había ningún huevo en la oficina del hombre, solo algunos refrigeradores portátiles, mapas y bandejas llenas de huesos más delgados que lápices. Este metió la mano en un refrigerador lleno de botellas de agua (luego de saltarse uno lleno al borde hasta el borde de cerveza que abrió por accidente), y les lanzó algunas a cada uno mientras procedía a disculparse.

- Lamento mucho haberlos tratado así: desde que la gente descubrió cómo revivir a los Pokémon fósiles, por todo el bien que les hace a mis colegas paleontólogos que se especializan en estudios de comportamiento, tiene algunos efectos colaterales. Uno de ellos es la tendencia de la gente de tratar de agarrar fósiles para conseguir Pokémon para ellos. No tengo problemas con que utilicen material fósil de baja calidad para ese propósito, y especialmente no cuando alguien pone su propio esfuerzo en el proceso como los líderes de gimnasio Brock, Roark, y Byron. Sin embargo, no necesito que los descubrimientos del siglo sean robados por un entrenador común y corriente que solo busca cobertura de tipos.

- ¿Eso es un problema? – Ash habría preguntado cómo los fósiles podrían decir algo sobre el comportamiento ya que siempre asumió que la gente haría eso después de revivir al fósil, pero no estaba seguro de entenderlo. O que se pudiera explicar de una manera más práctica, ahorrándole tiempo que podría usar para averiguar dónde podría estar el huevo de Togepi.

- ¿El robo? Claro que lo es con el Equipo Rocket suelto por allí. Les encanta robar fósiles, por eso es que ya no trabajamos en el Monte Luna. Ya saben que no tiene caso ponerse a excavar para encontrarlos ellos mismos, ya que los miembros promedio no son capaces de distinguir un fósil de una geoda y los rompen con sus palas y taladros. Igual que los saqueadores que tienen el mal hábito de agarrar lo que ya encontramos.

El comentario sobre que la gente rompía fósiles por no saber lo que eran le hizo a Ash preguntarse: ¿la gran búsqueda del fósil habría sido un fracaso porque era una gran mentira, o porque la gente terminaba rompiendo los fósiles que había venido a buscar por ignorancia? Una pregunta en la que él estaba seguro se podía reflexionar por varios días, con suerte cuando pudiera salir de allí sin ofender al sujeto, y tomando en cuenta los riesgos de golpes de calor. Aunque extrañamente, fue Iris la que tuvo un comentario que hacer a continuación.

- Sus mapas son extraños.

Su comentario atrajo la atención de Ash hacia los mapas... y tuvo que estar de acuerdo. Para empezar con los mapas del mundo, que Ash prefirió no verificar si eran diferentes de los que estaba acostumbrado para ahorrarle a su mente las implicaciones, tenían las masas de tierra en lugares salvajemente diferentes. En algunos puntos, los continentes estaban todos apiñados juntos, ya fuese como una sola masa de tierra sólida o varios grupos grandes que no eran de la manera que él recordaba que debían estar.

Uno de ellos, etiquetado como, 100 MYA, tenía a Kalos mucho más al norte de lo normal, incluso más al norte de lo que estaba Sinnoh, y totalmente cubierto de blanco. De hecho, prácticamente todo estaba cubierto de blanco. Apenas podía ver vagamente lo que parecía ser Kanto, Johto, y Hoenn, pues todos eran solo océanos poco profundos con islas que le hacían pensar en lugares donde estaban las montañas como las Cataratas Meteóricas y el Monte Luna. Sinnoh estaba mucho más al sur, bastante cerca del ecuador.

- Bueno, hoy en día esos mapas lo son, pero hace millones de años eran bastante precisos. – Notó la confusión de Iris, así que continuó. – Los continentes, desde su formación, siempre han estado en movimiento. Lento, pero en el curso de millones de años pueden cambiar drásticamente su locación. Las cordilleras montañosas, algunos volcanes y los terremotos, todos son efectos secundarios de este fenómeno llamado desplazamiento continental.

¿Así era como se formaban las montañas? Ash siempre creyó que tenía algo que ver con los volcanes, aunque si también eran causadas por los continentes moviéndose lentamente, eso también tenía sentido. ¿Y también algunos volcanes? ¿Había volcanes que se formaban de otras maneras? ¿Cómo pasaba eso?

- Desde luego, estas formas antiguas de los continentes y los mares tenían vida arriba y debajo de ellos, y no solo vida vegetal. Entre las antiguas coníferas y palmíferas, incluso antes de que la hierba, flores y frutos evolucionaran.

¿Quería eso decir que los árboles de pino y de palmas eran muy antiguos? ¿Y que la hierba, flores y frutos no eran tan antiguos? Por lo visto todos los días se aprendía algo nuevo. Nunca se le ocurrió qué era más antiguo, si una palma o un manzano, pero ahora lo sabía. Quizás así podría ganar en el próximo juego de trivias cuando regresara a casa.

- La paleontología Pokémon no es un campo tan antiguo, pero hemos identificado un número de especies antiguas que sigue creciendo. La mayoría de ellas están agrupadas alrededor de dos períodos de tiempo que tienen un número mayor de formaciones de fósiles: hace 300 millones de años, y hace 100 millones de años.

El paleontólogo se fue hacia un estante y cogió una serie de figuritas de Pokémon. Varias de ellas Ash sabía que eran Pokémon fósiles, y otras cuantas que todavía seguían vivas en el tiempo presente, como Relicanth, Shellder, y Sunkern. También había varios que Ash no reconoció en absoluto. Al tener que tratar con varios de ellos (que ocasionalmente no estaban muertos) como Aerodactyl, Kabuto, Kabutops, Omanyte, Omastar, Lileep, Cradilly, Anorith, Armaldo, Cranidos, Rampardos, Shieldon, Bastiodon, Archen, Archeops, Tirtouga y Carracosta no llegaban ni a arañar la superficie.

Las figuras fueron colocadas en el mapa, con Kabutops y un Pokémon que parecía un Genesect desnudo en hace 300 millones de años, mientras Omanyte, Omastar, Cranidos, Lileep, Cradilly, Rampardos, Shieldon, Bastiodon, Archen, Archeops, Tirtouga y Carracosta en hace 100 millones de años junto con Shellder y Relicanth varios otros que no reconoció entre las dos locaciones y varios otros mapas. No vio figuras de Aerodactyl, Anorith o Armaldo: quizás no tenía ninguna. A lo mejor serían raras y difíciles de conseguir en el mercado de figuras, si tal cosa existía. Aunque eso le hizo preguntarse, ¿por qué vio a Kabuto y Kabutops junto a Omanyte y Omastar originalmente? ¿Y por qué estaría el huevo de Togepi por aquí, dondequiera que estuviese? ¿Acaso Togetic y Togekiss eran Pokémon tan antiguos como Shellder aparentemente?

- ¿Por qué solo hay huesos de esos períodos de tiempo específicamente? – preguntó Iris.

- Tenemos otros períodos representados, pero no es fácil que se formen fósiles. Estos requieren que los huesos sean depositados en las condiciones correctas en el momento correcto y que se encuentren rápidamente. Es por eso que en lugares como Alola no hay fósiles, ya que son masas de tierra muy recientes y les faltan estos factores. Cualquiera que encuentre un fósil en Alola por lo general solo encontró algo que se le cayó a alguien más.

La última línea la dijo con algo de amargura, como si fuese parte de algo que le incomodaba. Ash decidió que era mejor no hacer preguntas.

- Por supuesto, estas figuras podrían no ser las más precisas. Tienen el aspecto de un Pokémon revivido de un fósil, pero hay evidencia de que este tipo de resurrección afecta el tipo y fisiología de un Pokémon. Ha habido algunos estudios interesantes que involucran fósiles de Tyrunt y especímenes revividos que exploran esto.

De ser ese el caso, ¿por qué los Omanytes y los otros Pokémon con los que se encontró que eran fósiles vivientes se veían iguales a los fósiles revividos? ¿O sería cosa del reinicio temporal? La única forma de averiguarlo era ver si había un Aerodactyl todavía por allí para tratar de comérselo. ¿Valdría la pena volver a pasar por eso? Probablemente no, y esa caverna sería el último lugar que Ash querría explorar si fuera posible. ¿Y no había dicho el Pokédex algo sobre esta idea durante la última batalla de gimnasio? Algo sobre formas originales o algo así.

- Y entonces, ¿cuándo entran los humanos? – preguntó Misty mientras el hombre solo se encogía de hombros.

- Ese no es mi campo. Lo que sí sé es que se dice que los humanos se originaron en la región de...

- ¡Profesor Cycad! – La puerta del tráiler se abrió de golpe antes de que la pregunta pudiese ser respondida, revelando a una pasante que Ash medio esperaba fuese la que conoció en las ruinas de Pokémopolis, pero era otra chica, por fortuna que no se veía ni de cerca a la que se imaginó.

- ¿Sí, qué sucede...? Oh, ya veo, eso que traes en los brazos. – observó el profesor mientras todos los ojos en el tráiler se dirigían hacia el objeto que la chica cargaba.

Sujeto entre sus brazos se encontraba el huevo del cual nacería Togepi. El momento de silencio que siguió después se sintió eterno en la mente de Ash. ¿Habría alguna forma de desviar la atención de manera que pudieran darles el huevo sin que pareciera una conversación muy extraña...?

- Bueno ese es un raro hallazgo, pero no es un huevo fosilizado y ninguno de nosotros tiene tiempo para cuidarlo. ¿Alguno de ustedes quiere quedárselo? – les preguntó el Profesor Cycad, resolviendo cualquier problema que pudiera surgir en un instante.

Pikachu dejó salir un suspiro de alivio desde el hombro de Ash, casi cayéndose como resultado.

(--0--)

Aquella noche, en un campamento junto a un pequeño estanque...

- Ahora que ya estamos lo bastante lejos para asegurarnos que no nos roben el huevo, permítanme decirles qué Pokémon nacerá de él.

La declaración vino luego de que terminaron de cenar, causando que los ojos de todos se movieran hacia el huevo que en ese momento Pikachu sostenía con mucho cuidado sobre un pequeño nicho rocoso en el que pronto usarían el Poder Secreto de Psyduck. Axew se encontraba mirando el huevo con interés, lo que le recordó a Ash lo bien que solía llevarse con Scraggy. ¿Sería igual con un Pokémon más recatado?

- ¿Ya lo sabes? – cuestionó Anabel, lo cual Ash le repitió a su vez a la máquina en parte por su propia confusión. ¿De verdad lo sabía?

- Ciertamente. Los huevos siempre tienen un patrón de colores que coincide con el Pokémon en el que van a nacer. Es útil notarlo si encuentran un huevo y viene bien para dejar el juego de adivinanzas.

Pero la parte del juego de adivinanzas era la más divertida. Claro, ya sabía en qué nacería este huevo, ¿pero y si encontraban otro por ahí? Sería parte de la emoción ver en qué nacería junto con Togepi.

- Este huevo nacerá en un Pokémon raro llamado Togepi. – declaró el Pokédex, atrayendo confusión a los rostros de Misty, Iris y Anabel al dar el nombre.

- ¿Togepi? – dijo Misty confusa, lo cual Ash tuvo que admitir le dolía un poco viniendo de ella.

- Togepi, el Pokémon bola de picos. – El Pokédex mostró una imagen de Togepi en pantalla. La cara de Misty se suavizó un poco al verlo, y eso para Ash fue una buena señal. – Togepi absorbe la energía de las emociones de la gente y los Pokémon que lo rodean para crecer. crecen mejor con emociones positivas, y en contraste su crecimiento se ve entorpecido por emociones negativas. Si estas emociones son moralmente malignas, pueden volverse crueles y malvados.

Eso podría explicar aquel Togepi malvado en Sinnoh, aunque también le dio a Ash una idea extraña. ¿Sería acaso que la depresión de Brock post-Ivy causó que Togepi se quedara así por todo lo que estuvo en Johto, y solo después que Brock estuvo bien lejos Togepi se acercó a evolucionar? Era un pensamiento raro, pero tal vez podría ser la inexperiencia de trabajar con Pokémon jóvenes.

- Togepi evoluciona dos veces, ganando tipo Volador al evolucionar en Togetic, mientras que la exposición a una Piedra Brillante lo evoluciona a Togekiss. – Las dos evoluciones aparecieron en pantalla junto a Togepi.

- ¿Qué tipo es antes de evolucionar? – preguntó Iris al darse cuenta que el Pokédex no lo mencionó.

- Hada. – dijo el Pokédex, haciendo que Iris tuviera un respingo como si estuviera caminando sobre una tumba. – Ya me tomé la libertad de pre-registrar este Togepi a tu nombre. Cuando haya nacido tu registro será actualizado totalmente. – le dijo el Pokédex, y fue entonces que Ash se dio cuenta de lo que había cambiado radicalmente.

- ¿Eso no es un poco apresurado? Digo, tal vez yo no sea el único que quiera...

- Yo estoy bien sin Togepi. – dijo Iris simplemente.

- Yo ya estoy bastante ocupada con Eevee, no creo poder cuidar otro Pokémon en este momento. – admitió Anabel honestamente.

Misty negó con la cabeza, y eso le dio una tremenda, tremenda punzada. Verla rechazar a Togepi tan fácilmente le hacía que el hecho de que esta no fuera la Misty que conoció por años le cayera encima como una tonelada de ladrillos. Quizás la podría engañar para que Togepi fuese lo primero que viera al nacer, y con eso se grabara su imagen, y sin el mini-torneo que hicieron con el Equipo Rocket, aunque eso no sería justo para ninguno de ellos.

Ash nunca había tratado de ver si podía recuperar las memorias de Psyduck, y no estaba seguro de si el problema que tenía con sus amigos humanos se extendería a los Pokémon que originalmente no eran suyos. Prefería no tener que hacer las cosas más difíciles.

En aquel momento, sin embargo, Ash esperaba seriamente no poder recuperar esas memorias. Porque si Togepi viera ese gesto de negación... eso haría ver a los padres muertos de Brock como una simple piedra en el camino cuando de emociones dolorosas se trataba.

- Independientemente de a nombre de quién sea registrado Togepi, los bienestares emocionales de todos jugarán un papel importante en su nacimiento y su crecimiento, así que todos estarán involucrados. El huevo no contará los totales de grupos Pokémon hasta entonces, así que pueden encargarse de todo lo que les deprima en ese momento. Ahora, ¿desean ver sus totales financieros antes de empezar a derrocharlo todo?

El Pokédex rápidamente desplegó una serie de números, causando que las bocas de Misty y Anabel se quedaran colgando, que Ash mirara fijamente la pantalla en shock, y que Iris... bueno, ella no reaccionó en absoluto. Seguramente no entendía cuánto estaba diciendo el Pokédex que tenía de dinero a su nombre.

- ... No hackeaste los bancos, ¿verdad? – le preguntó Ash.

- No, eso sería aburrido. antes de eso preferiría robarle al Equipo Rocket o a otras organizaciones criminales de tipo yakuza solo por el reto, y si fuese requerido lo haría. El dinero en cuestión aquí, sin embargo, es totalmente legal en adquisición.

Ash se quedó viendo el dinero, todavía inseguro de esa parte. Tenía la certeza de que había suficiente como para comprar el mismo modelo de auto deportivo que Gary tenía en la vieja línea temporal sin tener que hacer pagos después. Quizás hasta le quedaría para contratar porristas, aunque en realidad no era quisiera hacerlo.

Ash había recibido el paquete con las cápsulas para almacenamiento de objetos que el Profesor Oak le había enviado para probarlos el día anterior al Festival de las Princesas. Dicho paquete contenía cuarenta cubos del mismo color de una Pokébola normal. En efecto todos funcionaban bien, pues Ash los probó en una enorme roca.

Todo había resultado bien, la enorme masa de cinco metros de piedra había desaparecido en el cubo, el cual no cambió su peso con todo lo que llevaba en su interior, aunque la prueba para liberar la cosa de adentro requirió un enorme salpicón de agua marina que los empapó a todos y requirió que Squirtle tuviese que ir a recuperarla del fondo marino. En defensa de Ash, era común arrojar tus Pokébolas, y como se le parecían, ¿por qué no? Y aun así funcionaban después, como había quedado demostrado con sus zapatos.

Luego de eso, de vuelta al camino. Ahora camino hacia la "ciudad con muchas tiendas durante un día de compras masivas". También llamada "dolor". Había quienes decían que la guerra es el infierno, pero eso no era nada comparado con esto. No con el día de las chicas.

...

Su primera parada había resultado relativamente tranquila. Tiendas que se especializaban en vender camas y sillones no eran los destinos más visitados el Día de las Princesas, aunque el personal se alegró de verlos y les ofreció descuentos significativos. Ash realmente no entendía lo de las camas, pero compraron tres a su medida, de Anabel y de Misty. Iris declinó comprarse una para ella.

La siguiente parada fue una tienda de muebles para algo donde guardar más ropa antes de poder empezar la parte verdaderamente peligrosa del día...

- ¿Esa es una barata de 90% de descuento en calcetines?

Oh no. La repentina parada y declaración de Misty frente a la tienda, causó que Anabel e Iris también detuvieran sus pasos, y Anabel suavemente le dio un jaloncito para que también se detuviera.

- Los calcetines que me diste ya tienen agujeros. – dijo Iris mirándose los pies. – Y también estoy bastante segura de que eso de "90%" es algo bueno.

- Oh sí, claro que lo es. – asintió Anabel estando de acuerdo. Se estaba esparciendo. El virus de las compras.

- Con ese precio podríamos comprar más calcetines para todos. Saben, realmente nunca he usado este día para muchas cosas, pero en este momento sí que tengo ganas. – dijo Misty en un tono de entusiasmo creciente que Ash sabía que definitivamente aguardaba salir, especialmente cuando Anabel e Iris asintieron estando de acuerdo (Anabel más que Iris). Sí, era el virus de las compras. Acababa de cobrarse más víctimas, incontenible y tornándose en una pandemia. – ¡Vamos!

Y con eso, y otro sutil jalón telepático de parte de Anabel, los cuatro ingresaron a la tienda. El único consuelo fue que en medio del horrible frenesí que se armó le lanzaron varios pares de calcetines a su medida.

- ¡Pikapiiiii! [Ash, probablemente te vendrían bien más... ¡HEY! ¡No me agarren la cola, que no es calcetín!] – Y con eso, el Día de las Princesas sufrió su tercer ataque eléctrico por ropas, como averiguó más tarde.

El virus quedó brevemente en recesión cuando salieron y lograron conseguir cuatro armarios para un total de siete cápsulas usadas, y por suerte la tienda de electrónicos no generó ninguna respuesta de ninguna de las chicas... antes de volver a máxima capacidad cuando vieron una tienda de accesorios. Con eso volvió la locura: casi le roban su Anillo-Z tres veces en un espacio de diez minutos, aunque para crédito de las chicas, el cuarto y quinto intentos fueron disuadidos por una mirada asesina de Iris y un fuerte grito de "¡Eso no está a la venta!" de parte de Misty. Aunque dicho grito no disuadió al sexto, ¡¿qué diablos pasaba con esta fiesta?!

(--0--)

Al mismo tiempo, con otras gentes...

Su objetivo estaba haciendo compras. No, esa no era la manera correcta de decirlo. Decir que su objetivo, Ash Ketchum, estaba haciendo compras implicaba que él era quien estaba a cargo.

No era un día para que los chicos compraran. Era un día en que ellos cargaban las cosas para las compradoras, aunque Meowth tuvo que darles crédito porque las cosas que compraban iban tanto para él como para el resto de ellas, y de hecho lo estaban alimentando. Era más de lo que se podía decir de algunas personas el día de hoy. Y de paso la chica bajita y callada hizo que su Kadabra ayudara con las bolsas cuando tenían que moverse. Aun así...

- ... Más vale que esos dos sonsos vuelvan aquí rápido. Ya estoy por poner una queja de horas extra a estas alturas. – se quejó el gato.

Jessie y James se encontraban ambos disfrutando de las festividades, y se habían largado antes que él pudiera quejarse, aunque ambos tenían razones que él prefirió no preguntar al respecto.

Jessie había estado muy de malas después de que un Lickitung se comió su desayuno: luego de caerle a puñetazos y patadas por un buen rato, lo atrapó en una Pokébola cegada por la furia, antes de escuchar sobre un concurso para ganar unas muñecas y exigió que James le entregara sus Pokémon para participar en él. Como todavía estaba furiosa, se los dio sin problemas, y ella se fue en un arranque de ira luego de que James le preguntó dónde planeaba guardar un montón de muñecas rompibles. Ahí fue cuando Meowth oyó por primera vez que tenía una bóveda de almacenamiento. Una elección extraña para usar su incremento de salario, pero bueno, era su dinero.

Mientras Jessie salía corriendo en su furia, a James le vino volando a la cara un volante para una venta de ofertas que lo hizo reírse con muchos ánimos, lo más feliz que Meowth lo había visto desde el incidente con el mayordomo y su prometida con ideas de cincuenta sombras. Cuando Meowth le dijo que no había manera que un hombre llamado James pudiese aprovechar esa venta, se rio escalofriantemente y dijo que tenía una solución a ese problema.

Meowth no tenía idea de por qué James tenía un juego de pechos inflables a la mano, y probablemente era mejor no saberlo. Aunque sí sabía que esa falda era de Jessie. El ver a James vestido de mujer no incomodó tanto a Meowth como la falsa pechonalidad inflable que se puso. Eso era para que se molestaran los humanos.

Así, eso le dejaba a él hacer el trabajo del grupo solo, con Jessie ganando sus muñecas con furia, y James travestido para comprar cachivaches con ayuda de un dispositivo que Meowth no conocía el propósito de tenerlo, o por qué James tendría uno en primer lugar.

- ¡Deli!

Meowth, sin quitarles los ojos a sus objetivos, sostuvo la Pokébola que Jessie dejó caer en su furia para entregársela al pájaro.

- Sí, te voy a pedir que te lleves este y lo pongas en la reserva por si lo necesitamos. Con suerte tal vez en un año Jessie ya no trate de matarlo a puñaladas. – le dijo. Delibird saludó afirmativamente antes de coger la bola y salir volando con ella. – Espero que Jessie no haya dicho que "lo odio y quiero que se largue" por la furia y en realidad quería quedárselo, o de lo contrario puedo meterme en problemas, si no es que ya estoy en serios problemas por eso. – musitó Meowth para sí mismo continuando con la observación.

(--0--)

De vuelta con Ash y compañía...

Ash se encontraba de pie solo con un montón de bolsas de compras. La atmósfera ominosa que lo rodeaba era obvia para cualquiera que tuviera bolsas a su alrededor durante este día. La locura se había esparcido, y Ash sentía como si lo observara un banco de Sharpedos. Esta comparación solo era reforzada por el humor de las mujeres, mayores y jóvenes, que parecían andar acechándolo, como si esperaran la oportunidad para atacarlo. El entrenamiento con Iris para darle una especie de sexto sentido definitivamente había funcionado, pues su instinto de huir le estaba gritando a los cuatro vientos que hiciera algo en vez de quedarse allí parado.

En serio, ¿qué pasaba con esta celebración? Cierto que la última vez hubo peleas de jalones por la ropa, pero ahora, parecía haber evolucionado en algún momento hasta convertirse en un deporte de contacto. Lo único que faltaba era Casey corriendo por allí, gritando algo del Equipo Electabuzz y golpeando gente con un bate de béisbol.

Aun así, igual que la celebración había evolucionado en algo mucho más rudo desde la última vez que la soportó (no la recordaba en ninguna otra región y May pareció evitar contacto con ella, salvándolo de un posible dolor y sufrimiento todavía peor), él también había evolucionado, y no solo por su habilidad de generar vello facial.

La misma mujer que Ash estaba seguro que había agarrado algo por lo que Misty y Jessie se habían puesto a pelear, lentamente se le aproximó a sus bolsas por un lado, sigilosamente como si asumiera que no la verían si lo hacía de esa manera. Y en lo que su mano se movió hacia una de dichas bolsas, la sombra púrpura que estaba debajo de ella brilló, y fuera de ella salió una amigable criatura.

- ¡Grime! – la saludó uno de sus Grimers alegremente, agarrándole la mano para un amigable apretón.

El resultante grito de horror de la mujer causó que Pikachu se contrajera del susto, incluso mientras las sombras de las otras bolsas se levantaban con otros tres Grimers y Muk se alzaban para abrazar a la mujer todos a la vez.

- Pika... [¿De verdad era necesario hacer eso?] – se quejó Pikachu.

- Funcionó, ¿o no? – dijo Ash simplemente mientras el círculo de mujeres que los rodeaba los dejó en paz, no queriendo compartir el destino de esa vieja gorda víctima del virus y ser abrazada por unas amigables y lodosas criaturas. Pikachu le echó una mirada que decía "Estás alimentando a los locos."

- Hay rumores de que las mega corporaciones usan Pokémon Psíquicos para estimular locura por las compras. – observó el Pokédex mientras la mujer lograba apenas escapar de los abrazos de los Grimers.

- ... ¿Y eso les ayuda en algo? – preguntó Ash, cuestionando la lógica detrás de eso.

- Solo es un rumor, en alguna parte entre lo del Imperium Oak y gente que es observada a través de su tecnología por corporaciones como Devon o Laboratorios Lysandre. – admitió el Pokédex.

¿El qué Oak? ¿Qué, la gente creía que el Profesor Oak quería gobernar al mundo o algo así?

- Es decir que no es cierto. – dijo Ash simplemente.

- Probablemente, pero es una explicación para la locura. una mala explicación, pero sigue siendo una explicación.

- "¿Cómo lo de que la angustia de Brock por la Profesora Ivy demoró el crecimiento de Togepi?" – pensó Ash. Y como si los pensamientos sobre Togepi la llamaran, Misty salió del vestidor cercano, vestida con una blusa roja de tiras delgadas y unos shorts de jean más largos de los que solía usar con sus tirantes, y un par de zapatos rojos para completar su look.

- ¿Qué te parece? – inquirió Misty.

- No soy la mejor persona para preguntar por la moda. – replicó Ash tratando de dar una respuesta honesta.

- Bueno, a mí usualmente no me importa, pero hay algo en el aire que me hace querer divertirme con esto. – dijo Misty encogiéndose de hombros, realzando la idea de que había Pokémon o virus en juego esparciendo la locura. – ¿Pero sabes qué? No estoy segura de que estos zapatos me queden de todas maneras. Probaré algo más.

Y así, Misty regresó al vestidor, dejando a Ash parpadeando perplejo. Eso fue... sorprendentemente fácil.

Ash inmediatamente se dio una bofetada en la cara: por pensar que alguien iba a salir huyendo con el huevo de Togepi, incluso atravesando las defensas de sus Grimers y Muk alrededor de él y el resto de sus cosas. Rápidamente echó un vistazo para asegurarse de que seguía allí. Por suerte, ese era el caso.

Los ojos de Ash se movieron hacia su brazo, que había sacado algo de la tienda de accesorios aparte de marcas de mordidas y rasguños. Un anillo de metal, similar a primera vista al Anillo-Z en color y forma, pero con diferencias notables al observar más de cerca, como algunas marcas grabadas de color negro y una forma más redondeada en general. Y colocada en dicho anillo blanco, en una ranura que una antes tenía una canica de algún tipo, se encontraba su Piedra Activadora. Encajada en una ranura donde ninguna fuerza psíquica podría arrancarla como la canica, su puerta a la Mega Evolución estaba ahora en su muñeca. Solo tenía que averiguar un poco más de ella. Lo primero en la lista era la simple pregunta de cómo activar el proceso. ¿Habría que hacer gestos de la misma manera que al parecer necesitaban los Movimientos-Z?

Las puertas del vestidor volvieron a abrirse, y esta vez salió Anabel con una camiseta blanca, un par de pantalones púrpuras que dejaban expuesta la parte inferior de sus piernas, un par de calcetines blancos, y unos zapatos deportivos púrpuras. Un pañuelo púrpura estaba enrollado alrededor de su cuello, y un cinturón con un círculo púrpura completaba el conjunto. Ella, al igual que Misty y él, se había arreglado un poco su pelo, pero el cabello más largo de Anabel seguía presente en su look actual.

- ¿Y bien Ash, qué te parece? – preguntó Anabel ajustándose el pañuelo un poco. – Definitivamente me quedaré con los zapatos, pero no estoy tan segura con los pantalones. ¿Son shorts o pantalones?

- ¿Son cómodos y fáciles de llevar?

Anabel se mordió ligeramente el labio ante la pregunta que Ash le presentó, antes de volver al vestidor.

- Y bien, ¿nos falta algo de la farmacia? – le preguntó Ash al Pokédex en voz alta. Inclusive esa parada había sido una pelea hoy.

- Desodorante, espuma de afeitar, champú, jabón, pasta dental, cepillos dentales nuevos... bueno, supongo que podrías haber conseguido enjuague bucal pero la pelea en ese corredor era muy feroz. – listó el Pokédex, mientras Ash volvía a sentir ganas de hacer la pregunta.

- Sobre el total en el banco, estarás bien para pagarlo todo, ¿verdad?

- Con las ventas de hoy tendrás que esforzarte mucho más si quieres vaciar tu billetera. – le informó el Pokédex. – Además, puedo hackear fácilmente el registro de la tienda para que la cuenta quede bien con los totales que necesites.

Ash le habría pedido al dispositivo que por favor no lo hiciera, cuando Anabel volvió a salir, esta vez con un par de pantalones para correr y una camiseta blanca.

- Creo que estos me vendrán mejor para cuando Iris nos quiera hacer correr, ¿no lo crees? – le preguntó. Ash asintió estando de acuerdo, mientras Anabel sonreía y volvía al vestidor a cambiarse.

- ¡Gri!

Mientras uno de sus Grimers ahuyentaba a otra aspirante a ladrona de mercancía ya comprada, Iris salió también del vestidor, vestida con un muy, muy... muy extraño vestido, como si quisiera ir a colarse de nuevo a los cuarteles de la Tropa del Jardín de Flores. Dónde habría encontrado Iris una versión de princesa de cuento de hadas de su atuendo normal, una corona brillante de princesa y un par de sandalias blancas, Ash no tenía idea. Menos idea tendría de por qué se pondría algo así. ¿Y desde cuando el atuendo de Iris tenía un escote tan pronunciado? Pero eso era desviarse más de la cuenta.

- ¿Por qué estás...? – le preguntó Ash mientras Iris parpadeaba.

- Yo... honestamente no estoy segura. Todo fue demasiado rápido. – admitió confusa. Se puso a mover los brazos, y adoptó una expresión de incomodidad en la cara.

- Ax. – Axew salió de entre su cabello, con aspecto desorientado. Había una corona en su cabeza que hacía juego con la de Iris.

- No pienso quedarme con esto. – declaró Iris mientras la puerta se volvía a abrir, y Anabel y Misty volvían a salir.

Anabel estaba vestida con un traje negro de tres piezas con una camiseta blanca debajo: un traje que le quedaba bastante bien a pesar de que era más el tipo de atuendo que llevaría un hombre. Misty por su parte llevaba un vestido blanco de aspecto carísimo, con un solo hombro cubierto y una larga falda.

- Saben, tal vez deberíamos haber buscado algo mejor en el departamento "elegante". – admitió Misty al ver la apariencia de Iris.

Ash habría preguntado por qué estaban en el departamento elegante, pero eso quizás sería la pregunta equivocada. Y si Iris era algún indicio, la memoria podría ser muy borrosa.

- Ella se vería bien en algo como esto, pero creo que dijimos algo sobre equilibrar un poco. Dos trajes, dos vestidos. – dijo Anabel.

- ¿Dos trajes? – Él no iba a hablar sobre gastar en frivolidades, tenían dinero para hacerlo incluso aunque las ventas estuviesen tan ridículamente altas hoy, pero hasta él pensaba que eso era raro.

- Sí, uno para ti. También tienes que probarte tu catálogo cuando hayamos terminado. – Misty hablaba como si le estuviera recordando algo. ¿Habría reprimido su memoria?

- Así es. Tienes un gran catálogo para probarte cuando ellas terminen con su selección. – dijo el Pokédex en un tono similar.

- Estoy seguro que todo me quedará...

- Está lo que te queda, y lo que te queda. – dijo sarcásticamente el Pokédex.

- Te buscaremos algo más cuando Ash se esté probando lo suyo. Yo me encargaré de vigilar nuestras cosas. – le dijo Misty a Iris, que se veía con muchas ganas de salir del vestido. Así, mientras regresaban al vestidor, el miedo volvió a apoderarse de Ash.

- ¿Cuánto más les falta? – preguntó. ¿Cuánto tiempo tendría antes que empezara el dolor?

- ¿Quieres que te responda en el total de la ropa, o en el valor monetario de la ropa? – replicó el Pokédex.

...

Misty tuvo que admitirlo, había algo... bueno en que Ash la viera en traje de baño. Cuando salía y le preguntaba a Ash qué pensaba de ella, ya fuese en un bikini azul o rojo, podía ver que le gustaba lo que veía. Que estaba interesado, aunque trataba de no mirarla como si fuese un trozo de carne fresca. Era agradable sentirse bonita, sentirse atractiva. Y para ser honesta, ese era un gran paso.

Misty no tenía idea de cómo intentar llevar lo que tenían a algo más: no era algo que supiera cómo hacer. Y no estaba segura de que Ash tampoco tuviera idea de cómo hacerlo. Ella no podía simplemente hacer lo que hacían sus padres (por varias razones), y el padre de Ash aparentemente estaba demasiado ocupado regando hijos para darle consejos. E incluso aunque estuviera, sus consejos tal vez solo servirían para una sola noche, y eso no era lo que ella quería, ni tampoco lo que ella pensaba que Ash querría. Así, esta era una forma de avanzar en ello, aunque fuese de ensayo y error. Aunque eso no quería decir que no hubiera problemas potenciales.

Iris, por mucho que la chica fuese alguien a quien Misty genuinamente veía como una amiga, también estaba interesada en Ash. Eso ya lo sabía. También se dio cuenta cuando Iris salió llevando un traje de baño de una pieza (luego de decirle a Iris que sí, necesitaba algo así) que a Ash también le gustaba como se veía. También estaba al tanto de que él había visto más de ella que solo en traje de baño. A Iris se le había escapado que se había bañado con él no hacía mucho. Estaba algo conectado al hecho de que ella no tenía idea de cómo llevar a alguien hacia una relación, pues seguramente la forma en como los medios representaban las relaciones la habrían puesto a gritarle a Ash por ser un pervertido o un infiel a pesar de que el escenario claramente no fue de su elección. Francamente, eso solo llevaría a que actuase como una bruja desagradable.

Aunque Iris lo dijo de una manera en que Misty tuvo que estar de acuerdo en que la chica salvaje no lo hizo como parte de su mencionado interés en convertir a Ash en su pareja, lo que dijo claramente mostraba que Ash había notado cosas en ella, y que le gustaron tanto como intentaba no enfocarse demasiado en ellas.

El único indicio de algo bueno era que, si acaso, Iris probablemente entendía menos sobre como instigar una relación que ella y Ash. Estaba también el hecho de que Iris, como había admitido, no consideraría que ella y Ash estuvieran juntos como una señal de no tratar de seducir a Ash. O el que Iris y Ash estuviesen juntos fuese una razón para que Ash no pudiese estar con ella también. Eso era, de cierto modo, algo que hacía sentir a Misty mucho más intranquila. Iris completamente, sin ningún atisbo de celos, consideraba eso como una opción, y Ash, por más dulce, amable y decente que fuera... seguía siendo un chico adolescente. Un arreglo como ese sería algo con lo que él tendría muchas dificultades para decir que no, y si era Iris con quien quisiera estar... bueno, Misty tuvo que admitir que hipócritamente preferiría ese escenario antes que al revés.

Cuando Anabel salió llevando un tankini color lavanda y nerviosamente le preguntó a Ash si pensaba que se veía mejor que el de una pieza del mismo color (con el cual Ash se puso igual de nervioso que cuando le preguntó por dos bikinis diferentes), Misty tomó conciencia de la otra posibilidad. Anabel también estaba empezando, si bien no lo decía de manera tan directa como Iris, a mostrar señales de sentirse atraída hacia Ash. Eso también tenía sus propios problemas a considerar.

Por ejemplo, si Iris iba con Anabel a decirle lo mismo que le dijo a ella, ¿cómo reaccionaría Anabel? Misty tuvo que admitir que la posibilidad de que Anabel estuviera DE ACUERDO con Iris la ponía muy nerviosa. "Puedes leer su mente; las dos le gustamos, ¿cuál es el problema?" Prácticamente podía oír a Iris diciendo algo como eso. Y eso la llevaría de nuevo a todos los ya comentados problemas con su hipocresía una y otra vez.

- ¿Puedo ponerme una camiseta? – dijo Ash desde el vestidor, estando allí por un buen rato.

- Nosotras no llevamos camisetas excepto por esa chaqueta que iba incluida. – dijo Anabel en un tono algo provocador mientras la puerta se abría y Ash salía con un par de shorts de baño rojos y negros.

Y nada más que esos shorts, revelando todos los músculos que Iris había estado esforzándose en incrementarle al hacerlos correr todos esos kilómetros.

Aunque Ash ya era bastante musculoso cuando se conocieron, Misty no había tenido oportunidad de verlo en detalle, pero ahora, podía notarle muchas cosas. Primero, que era ancho de hombros, y aunque al principio no parecía tanto, sus brazos ahora se veían como que podrían detener el puñetazo de un Kangaskhan como les contó antes. Sus piernas también se veían bastante fuertes; todas esas carreras enfrente de sus Tauros definitivamente habían dado frutos. Sus abdominales también daban indicios de empezar a endurecerse, y Misty tuvo que preguntarse si eso era lo que querría ver Iris desde el principio. Después tendría que agradecérselo.

Tuvo que contener su lengua de lamerse los labios, aunque sí tenía un pequeño problema con el aspecto de Ash.

Aunque Ash difícilmente sería uno de esos hombres más peludos que un Ursaring, probablemente le gustaría más si Ash se afeitara algo más que solo la cara. Tal vez deberían haberle conseguido algo de material para que pudiese depilarse el cuerpo, pero eso estaba en alta demanda en la farmacia hoy y preferirían no perder una mano. Le gustaría ver a Ash con menos vello corporal, pero eso no valía perder un miembro.

Cuando Ash recibió confirmación de todas ellas de que se veía bien (y le dijeron que no, que no lo iban a obligar a usar el de tanga que estaba a la venta), y regresó a probarse otro, Iris decidió hablar.

- ¿Saben si hay una forma de hacer crecer más el pelo en el cuerpo humano? Creo que Ash se vería bien con más pelo en el pecho.

Misty y Anabel se quedaron viendo a Iris a partes iguales de desconcierto, intranquilidad y "¿a dónde diablos irá esta conversación?"

(--0--)

Dos días más tarde...

Habían escapado de la locura sin perder ningún miembro, y con todo lo que necesitaban. Con un simple toque, uno de dichos objetos, una cómoda con tres gavetas para almacenar su ropa, fue succionada en la cápsula de objetos mientras Pikachu levantaba una cabeza soñolienta desde la cama.

- Pikapi... [Cinco minutos más...]

- Ya te di media hora incluso después de haberme lavado, afeitado y todo eso. – le dijo Ash a su amigo, mientras dicho amigo saltaba fuera de la confortable masa de mantas y colchón que era la nueva cama de Ash lejos de casa.

Ash rápidamente devolvió el objeto a la cápsula mientras hacía una pausa para ver las nuevas ropas que ahora había adoptado por defecto, dado el daño que recibió su viejo atuendo. Era muy similar al anterior: una nueva gorra con el diseño dividido en dos tercios rojos y el medio en blanco, una chaqueta de mangas cortas con una capucha blanca, un par de blue jeans y zapatos azules. Los dos anillos en sus muñecas permanecían: un Anillo-Z sin cristales, y una Piedra Activadora cuyos poderes no estaba seguro de saber cómo desbloquear. Un par de guantes negros sin dedos completaban el conjunto, junto con los calzoncillos y calcetines que su mamá por suerte ya había dejado de sentir la necesidad de recordarle.

Pikachu, haciendo un quejido de cansancio, se subió a su hombro como siempre mientras Ash salía del árbol hueco convertido en base secreta hacia la luz solar de afuera.

- Vaya, el bello durmiente por fin despertó. – dijo Misty algo coqueta, haciendo que Ash sonriera.

- Bueno, a menos que siga durmiendo en mi hombro, supongo. – dijo él. Igual que Ash, las chicas se habían cambiado a sus atuendos ahora por defecto gracias a la locura de las compras.

El atuendo de Misty era mayormente amarillo y azul, con un par de zapatos y brazaletes nuevos, ambos amarillos, que iban bien con un par de shorts azules, un top azul, y una chaqueta amarilla desabotonada sobre dicho top. Ahora llevaba su cabello un poco más largo de lo usual, y en su única oreja perforada colgaba su piedra activadora como un pendiente.

Iris había conservado sus viejos zapatos, pero ahora llevaba una camisa mucho más corta de color y dimensiones similares a la antigua, con un par de shorts rosas que mostraban sus piernas tanto como las de Misty. Alrededor de sus muñecas y cuello había un par de accesorios hechos con dientes, y el collar llevaba su piedra activadora en el centro. Su cabello ahora era un poco sujeto por un gancho, aunque todavía se esparcía como una erupción masiva.

Anabel llevaba su cabello más largo, lo cual se le veía bien con su nuevo top púrpura sin mangas y pantalones blancos. Un par de botas blancas y un cinturón marrón con el símbolo púrpura de los Pokémon Psíquicos era toda la decoración que se había puesto encima.

- Y bien, ¿qué sorpresas creen que tendremos el día de hoy? – preguntó Anabel mientras Iris sonreía.

- Sea lo que sea, no habrá nada que no podamos manejar.

Y como si lo acabase de llamar la declaración de Iris, Ash sintió que algo aparecía detrás de él.

- Abra, el Pokémon psí... – comenzó a recitar el Pokédex mientras Ash sentía que algo lo jalaba de la capucha, e inmediatamente ya no estaba en el camino a Cinnabar. Después de todo, el camino a Cinnabar no tenía el aspecto del pasillo de una mansión elegante, aunque algo ominoso. – ... quico, y parece que hemos cambiado rápidamente de locación geográfica. – El Pokédex interrumpió su entrada mientras el Abra empezaba a flotar alejándose de Ash.

- Oye, tú me trajiste aquí, ¿por qué? ¿Necesitas algo? – le exigió saber Ash al Pokémon Psíquico, preguntándose si estaría relacionado con alguna disputa con Pokémon Fantasmas en una mina abandonada.

El Abra lentamente se dio la vuelta para encararlo, antes de prender su propio puño en llamas y volar hacia ellos. Pikachu saltó para contrarrestarlo con Cola de Hierro, colisionando con el Puño de Fuego. Poco interesado en ver cómo terminaría ese choque, Ash se desplazó usando Ataque Rápido y mandó a volar al Abra con un puñetazo rápido. Mientras las rayas blancas a su alrededor se disipaban, Pikachu se puso en alerta máxima y echó chispas con furia.

- Pika. [¿Qué fue todo eso? ¿Primero nos trae aquí, y después nos ataca?]

- ¿Qué lugar es este, de todas maneras? – se preguntó Ash en voz alta, mientras el sonido de algo rodando venía de la misma dirección que el Abra derrotado.

- El aquí es Ciudad Saffron. La dirección exacta... el Gimnasio Saffron. – declaró el Pokédex con preocupación audible mientras el sonido de rodadas se revelaba como un grupo de Exeggcutes aproximándose. Todos ellos echando una nube de Paralizador mientras se acercaban a ellos. Ash se giró al otro lado y salió corriendo, con Pikachu en sus brazos mientras las nubes de esporas lo perseguían.

...

Todo esto estaba siendo observado desde el cuarto superior del gimnasio, donde una computadora echaba a andar con la información. Un par de puntos brillantes azules corrían en el segundo piso, indicando las posiciones de Ash Ketchum y Pikachu. Un punto solitario púrpura, el Exeggcute que estaba allí, los perseguía rápidamente. En los bordes de la pantalla había siete recuadros con información, con el que estaba más arriba mostrando a Ash y el de arriba a la izquierda a Pikachu.

Ash Ketchum, KOs: 1, Asistencias: 0

Pikachu, KOs 0, Asistencias: 1.

Sabrina sonrió, y con un jalón telepático atrajo una Baya Sitrus cercana para arrojársela al Abra que era la fuente del desempeño de ambos hasta ahora. Rara vez lo necesitaba, pero ya que lo tenía, y a veces necesitaba datos en bruto para ver si una persona realmente merecía vivir o no. A veces, sus corazonadas no le daban respuestas. Mientras el teletransportador se comía la baya, ella sonrió todavía más.

- Bien, imagino que esto te traerá buenos recuerdos, ¿o tal vez no tan buenos? Esa muñeca mía fue lo que te trajo hasta mí la última vez, ¿o tal vez tienes tanto pánico que no te das cuenta? Como sea, tu prueba apenas acaba de comenzar. Estoy segura de que probarás que eres digno de vivir, ¿pero podrás liberarte de esas restricciones autoimpuestas? ¿Particularmente por algo que no vas a dejar atrás tan fácilmente?

En los niveles superior e inferior del mapa había dos puntos de color dorado. El superior se situaba donde ella guardaba sus Medallas Pantano, y el inferior donde se encontraba Primeape. Ambos estaban a tope de seguridad solo superados por la puerta de salida, y con las ventanas fortificadas, esas eran los únicos posibles destinos a los cuales podría intentar ir.

Pero como ella jugaba justo, se aseguraría de que Ash supiera dónde estaba cada uno, especialmente si parecía que él y Pikachu estaban por irse antes de tiempo. No tenía sentido perder algo para siempre por andar de apresurado.

....

Entretanto, los dos se iban aproximando a una escalera en espiral, que iba hacia arriba y abajo.

- Abajo significa puerta abierta. – señaló el Pokédex.

- Y las cosas ruedan escaleras abajo, no arriba. ¡¿Y el polvo no caerá tras nosotros si bajamos?! – gritó Ash.

Al decir esto Pikachu disparó un Atactrueno contra el Exeggcute, que colocó una Pantalla de Luz amarilla para bloquear el ataque.

Ash corrió escaleras arriba en el momento en que sus pies estuvieron en rango, resonando con los pasos que daba, incluso mientras el Exeggcute, ya sin seguir echando polvo, rodaba escaleras abajo. Ash vio entonces un destello amarillo aparecer en la parte superior de las escaleras, y reaccionó inmediatamente.

- ¡Roggenrola! – Ash arrojó la bola Safari escaleras arriba, y el sonido de un golpe seco sugirió que acababa de usar Cabezazo.

Ash se encontró con su Pokémon de Roca en el siguiente descanso de la escalera, y se encontraba junto a un Drowzee derrotado. Enfrente de ellos, en el suelo había un Slowpoke, que bostezó y soltó un chorro torrencial de fuego contra ellos.

Roggenrola escupió un Ataque de Arena que detuvo el fuego y lo apagó, mientras el Pokédex daba resumen de ello echando un grito que sonaba como una maldición ahogada por el pito de censura. Ash sospechaba que estaría oyendo muchas más de esas antes que lograran salir de ese lugar.

Esta historia continuará...




OMAKE CANON: Empatía de hermanos (escrito por Ron the True Fan y compañía)

Siguiente parada, una tienda de muebles para comprar algo para guardar más ropa.

- ¿Esa es una barata de 90% de descuento en calcetines?

Oh no. La repentina parada y declaración de Misty frente a la tienda, causó que Anabel e Iris también detuvieran sus pasos, y Anabel suavemente le dio un jaloncito para que también se detuviera.

- Los calcetines que me diste ya tienen agujeros. – dijo Iris mirándose los pies. – Y también estoy bastante segura de que eso de "90%" es algo bueno.

- Oh sí, claro que lo es. – asintió Anabel estando de acuerdo. Se estaba esparciendo. El virus de las compras.

- Con ese precio podríamos comprar más calcetines para todos. Saben, realmente nunca he usado este día para muchas cosas, pero en este momento sí que tengo ganas. – dijo Misty en un tono de entusiasmo creciente que Ash sabía que definitivamente aguardaba salir. Sí, era el virus de las compras. – ¡Vamos!

Y con eso, y otro sutil jalón telepático de Anabel, los cuatro entraron a la tienda. El único consuelo que tuvo fue que el horrible frenesí que se desató luego hizo que le tiraran un par de calcetines a su medida en su dirección. Aunque la mente de Ash, al menos en un intento desesperado de estar en otro lugar excepto aquí, se fue brevemente hacia el (probable) medio hermano y sus amigas que conoció en Pueblo Rocoso.

Midori. ¿Qué tipo de infierno le tocaría hoy a él? Después de todo, tenía cuatro amigas acompañándolo en lugar de solo tres.

...

Midori la había estado pasando bien recientemente. En serio, todo era grandioso: justo antes de marcharse, pudo conocer a un entrenador increíble que le dio toda clase de buenos consejos. Justo cuando él y sus mejores amigas se irían de Pueblo Rocoso, y nunca se había sentido más libre. Por fin el mundo era suyo, y se sentía maravilloso.

No más pesimistas diciendo que las amistades y los lazos no podían durar luego que te fueras de casa. No más gente diciendo que ninguno de ellos tendría oportunidad de ganar en nada. Que él y Rana no podrían llegar a las Ligas, que Kusa y Hoshi no llegarían a los Grandes Festivales, y que los dibujos de Monet no llegarían a ningún lado. Nunca más tendrían que oírlo. ¡Era maravilloso!

Incluso habían hecho un gran progreso: él había capturado a su primer Pokémon en Vulpix, y Kusa un Magnemite. Sus movimientos y técnicas lucían bien, Monet encontró a su Vulpix inspirador para su musa artística, y pronto habría un Concurso Pokémon en Fuchsia también. Allí pronto podrían conseguir lo que necesitaban: medallas, listones, y mucha arquitectura interesante para que Monet dibujara. Ya había hablado de hacer un dibujo de todos ellos disfrazados como ninjas.

Pero antes de llegar allí, tomaron una vuelta equivocada, y de pronto se encontró sufriendo de dolor y terror. El primer error del día, y muy probablemente no sería el último.

- ¡Entrégame eso, muchacho!

- ¡No me importa cuánto te hayan pagado tus noviecitas, yo te pagaré más!

- ¡Esos zapatos estarán en mis pies, recuerda mis palabras, chico!

Compras del día de la Princesa, y la turba enfurecida de mujeres que lo perseguían. Corrección, ese DEFINITIVAMENTE no sería el último error del día.

Machop ya había caído ante ellas dándoles tiempo para escapar (¡¿por qué diablos una de las mujeres tenía un Rhyperior a mano, y quién pagaría por los postes de luz que destrozó?!). Con suerte, quizás la Enfermera Joy no habría sucumbido a la locura. Lo dudaba, viendo lo que tenía frente a él, pero no hacía daño tener esperanza, ¿o sí?

El orden se había desplomado totalmente, y ni la tienda pudo parar la estampida. Batallas de conflicto físico, gritos, y Pokémon por todas partes: otro cajero gritó de frustración en el frente antes de salir corriendo fuera de la tienda. Apenas haciéndose oír sobre la cacofonía furiosa, eso solo era parte de la locura hasta ese punto. Los edificios construidos por el hombre no estaban diseñados para este nivel de locura. Podría jurar que oyó algo que gruñía y no era su Machop. Él estaba adentro de su Pokébola.

Corrió pasando una serie de vestidores mientras la puerta se terminaba de abrir. Sintió otro destello de miedo a que hubiera más perseguidoras, antes que un látigo de energía verde saliera de pronto y se enredara alrededor de su cintura. Apenas pudo sujetar los paquetes que le pidieron llevar mientras era arrastrado adentro y la turba se daba la vuelta, lista para echar abajo la puerta. Incluso aunque Rana la atrancó y la contuvo con su cuerpo mientras Hoshi, Kusa y Monet miraban en su dirección con alivio y preocupación.

- Esa... no fue una de nuestras mejores ideas. – admitió Monet mientras el látigo de energía se volvía a retraer hacia la mano de Kusa, desapareciendo como si nunca hubiera estado allí. – Perdónanos, Midori, creímos que te ignorarían por ser un chico.

Ese probablemente fue el peor error del día. Asintió estando de acuerdo antes de voltear a ver a Kusa con una mirada de preocupación.

- Kusa... – Respiró preocupado mientras ella se encogía de hombros ante el sonido de la carnicería que había tras la puerta, y le alivió sus preocupaciones con una sonrisa.

- Créeme, no soy la única sacando Látigo Cepa hoy. Vi al menos a tres Bellsprouts ayudando a sus entrenadores en la sección de cuchillos de cocina, no creo que se hayan dado cuenta. Además, no es que estén pensando con claridad ahora mismo.

El cuarto de vestidores volvió a sacudirse con golpes renovados mientras oía varias maldiciones que nunca antes había escuchado. Eso más o menos probó su punto. Si no fuese por la falta de gemidos en busca de "cereeeeeeeeeebros", Midori habría creído que se trataba de una hora de zombis hambrientos por devorarlos.

- Bueno, creo que nos quedaremos atrapados aquí por un rato. – observó Hoshi mientras Kusa se movía hacia la puerta junto a Rana, que se dejó caer sentada por alivio mientras Kusa se encargaba de aguantarle los golpes a la turba.

Midori le echó una mirada sarcástica, como si dijera "cielos, ¿qué te hizo darte cuenta de eso?" antes de preguntarse qué harían mientras esperaban que las multitudes se aplacaran un poco.

- ¿Alguien tiene alguna idea? – preguntó.

Y si creía las cosas no podían ir de mal en peor, al menos en lo que Midori concernía, se equivocaba. Monet se encogió de hombros mientras una sonrisa se formaba en su rostro. Un tipo muy específico de sonrisa. El tipo de sonrisa que involucraba cosas como bikinis, encajes no mencionables, y otras cosas que normalmente no se mostraban en público. El tipo de cosas que siempre lo hacían terminar totalmente rojo. Tenía que abrir su bocota...

- Bueno, tenemos el botín que logramos evitar que nos arrancaran de las manos, y las cosas que nuestro valeroso héroe logró salvar de un grupo de monstruos. Y ya que estamos en un cuarto de vestidores bastante grande, yo opino que...

La sonrisa estaba acompañada por un brillo en sus ojos, y así fue como Midori supo que las cosas iban a empeorar todavía más. La chica caminó hacia la puerta que Kusa estaba conteniendo, con Mime Jr. pisándole los talones. Dándole un toque con su dedo índice, la hizo brillar con un Reflejo. El martilleo de la turba disminuyó tanto en ruido como en estrés para la puerta, mientras se volvía hacia el Pokémon.

- Ahora, Mime Jr. se encargará de mantener un ojo en la puerta y asegurarse que permanezca reforzada hasta que se vayan. Como nuestro galante caballero protegió con su vida el último par de los zapatos más codiciados de este año, no volverán por un tiempo, así que hasta entonces asegurémonos de que se vean bien en nosotras, ¡con un show de modas!

Su tono aumentó para la última parte mientras todas las chicas sonreían y él se sonrojaba, poniéndose todavía más rojo cuando Rana levantó un par de jeans que no eran para chicas. Oh, dulce Arceus, por favor NO.

- Tú también, por supuesto. – sonrió ella mientras Midori brevemente consideraba que tal vez estaría más seguro afuera. Entre todo el coqueteo y la posibilidad de tener que decirles "no, eso no te queda bien"...

El sonido de lo que solo pudo asumir fue una katana siendo desenvainada rápidamente le hizo olvidar cualquier idea de que estar atrapado ahí dentro sería más peligroso que afuera. Especialmente cuando oyó una segunda, seguida de ruidos de metal chocando.

En serio, ¿qué clase de horrible virus infectaba a la gente en días como este? ¿Y quién en su sano juicio salía con una espada para ir de compras? ¿O era una cosa del festival de las Princesas? Si ese era el caso, esperaba NUNCA más tener que volver a verlo, lo cual no era muy probable.

De un modo u otro, no tenía salvación.

OMAKE 2 CANON: Frenesí de trajes de baño.

- ¿Por qué me pasa esto a mí?

El por qué Misty querría comprar más trajes de baño para ella (los que compró en el barco se salvaron de ser sacrificados por la Sceptilita) escapaba a la comprensión de Ash, pero el que quisiera convencer a las otras de unírsele... sería una repetición de lo del S.S. Anne, pero ahora por partida triple.

- Sigo sin entender. – dijo Iris. – ¿Ahora resulta que también los humanos deben llevar ropa para bañarse?

- Hay sitios como piscinas o en la playa, donde son reglamentarios para llevarlos si vas a ir a nadar allí. – replicó Misty.

- Bueno, eso es raro. Una vez visité una playa en Kalos donde a nadie parecía importarle eso. – dijo la chica salvaje, sosteniendo un gancho con un traje de baño de una pieza de color púrpura similar a su cabello.

Ash y las otras dos intercambiaron miradas, pero decidieron no hacer preguntas. El entrenador no exploró lo suficiente de Kalos en la vieja línea temporal como para saber si eso era la norma o algo así, y nunca se le habría ocurrido preguntarle a Serena de ninguna manera.

- No estoy muy segura de esto. – dijo Anabel. – Hace mucho que no voy a la playa, así que...

- Pues bien podemos prepararnos. – dijo Misty antes de volverse hacia Ash. – Por ahora, tú espéranos aquí.

Y así, las tres chicas desaparecieron tras los vestidores y comenzó el desfile de trajes de baño. Misty parecía la más atrevida de las tres, posando y haciendo gala de sus curvas con un bikini con top sin tiras amarillo y la tanga azul. Iris se quejaba de que el de una pieza color crema que llevaba era demasiado muy ceñido al cuerpo, pero Ash tuvo que admitir que iba bien con su figura más atlética, y el color claro contrastaba bien con su piel morena. Anabel, que se sentía algo extraña de que la estuviesen mirando, apareció con uno de una pieza negro con encajes blancos en el pecho y las caderas, que también iba bien con su figura delgada y al igual que con Iris, contrastaba bien con su tono de piel.

Mientras continuaba el espectáculo, con más y más trajes de baño, Ash no estaba seguro de cómo decirlo con palabras, pero el hecho era que sí las encontraba a todas... atractivas, bellas, tal vez sexys inclusive. No quería hacer favoritismos, pero algo era seguro, le gustaba lo que veía en cada una de ellas.

- "Probablemente Brock se sentiría ahora mismo en el paraíso si estuviera en mi lugar." pensó el entrenador, agradeciendo estar fuera del rango telepático de Anabel en ese momento.

...

Entretanto, en el Gimnasio de Ciudad Pewter...

- ¡AAACHUUU!

Ese estornudo de Brock terminó costándole un par de segundos valiosos que le permitieron al Ivysaur de su retadora terminar de cargar el Rayo Solar y dispararlo contra su Onix. Al darle en toda la cara, la serpiente de roca se desplomó en el suelo, incapaz de seguir.

- ¡Onix ya no puede pelear, Ivysaur gana! – declaró Forrest.

- ¡Muy bien, solo uno más y esa medalla es nuestra! – La retadora, que casi lucía como una versión femenina de Ash Ketchum (¿una prima, tal vez?), celebró mientras su Pokémon asentía.

Mientras Brock recogía a su caído Onix y agarraba su siguiente Pokébola, no pudo evitar preguntarse de dónde le vino ese estornudo tan repentino. Y también, ¿por qué de pronto tenía ganas de preguntarle a Lucy si quería ir a la piscina interior con él?

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