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Cosas (cortitas) intermedias: Gary vs Paul

Región Kanto...

Ese mismo día menos de un año antes, dos entrenadores dejaron su nativo hogar en Pueblo Paleta para explorar el mundo. Gary Oak y Ash Ketchum. Al hacerlo, ambos habían viajado por grandes tierras, conocido a personas y Pokémon interesantes, y peleado contra oponentes a los cuales respetaban. Sin embargo, había oponentes por los cuales lo único que tenían era desprecio.

Ash se encontraba en ese momento peleando contra uno, un viejo enemigo de antes de haberse ido llamado Joshua Martin. La batalla era avivada por vendettas personales, y no sería una prueba para los méritos de Ash como entrenador.

Gary sin embargo, tenía un oponente que sería una prueba a sus habilidades. Todo lo que sabía y todo lo que había aprendido desde que salió de Pueblo Paleta sería necesario para derrotarlo. Después de todo, Paul era un entrenador poderoso, un oponente al que no podía tomar a la ligera.

...

- Esta batalla Pokémon de seis a seis tendrá las siguientes reglas. Ambos lados tienen permitidas las sustituciones bajo las reglas estándar, y la batalla terminará cuando un lado ya no tenga Pokémon capaces de seguir combatiendo. Ya que ninguno de ustedes registró una especie totalmente acuática para esta batalla, el Club de Batallas no les proveerá de una piscina y la batalla se llevará en un campo de batalla regular. ¿Alguna pregunta? – preguntó el Don George que haría de réferi para el encuentro.

Gary no dijo nada, y Paul tampoco. Ambos conocían bien las reglas, y ninguno de los dos tenía interés en solicitar ninguna adicional. Nada de reglas sobre abusar del Somnífero, nada de reglas sobre combinaciones específicas, ni siquiera una petición de dejar cualquier Pokémon Legendario que tuvieran (o no) en casa. Este era un encuentro solo para cerrarle la boca al otro, y Gary se aseguraría de que Paul cerrara su bocota de una vez y para siempre.

- Muy bien, no habrá límite de tiempo. ¡Comiencen!

- ¡Ve, Arcanine! – Gary envió su primera Pokébola.

- ¡Torterra, prepárate para la batalla! – respondió Paul, y con ello el campo tuvo a los dos primeros Pokémon en juego.

De su lado estaba Arcanine, que le gruñía a Paul por cada uno de sus insultos durante el Torneo de Fuchsia. El otro era el inicial de Paul, que se quedó viéndolo de manera estoica. Podía escuchar al fondo el tablero mientras sonaba el ping haciendo aparecer los primeros Pokémon del encuentro. También podía oír a la multitud reuniéndose para ver desde afuera, curiosos de ver cuál sería el primer movimiento. En cuanto al primer movimiento, Gary supo que tendría que disculparse con Arcanine por esto después...

- Regresa.

Arcanine apenas tuvo tiempo de soltar un pequeño ladrido de confusión antes de volver a su Pokébola, seguido de un murmullo igual de confuso entre los observadores, mientras elegía su segundo Pokémon.

- ¡Vamos! – exclamó. Paul observó la aparición de su Pidgeot con una expresión inmutable antes de dar su primera orden.

- ¡Torterra, usa Filo de Roca!

Torterra se vio rodeado por una órbita de piedras filosas, que salieron disparadas hacia Pidgeot como una ráfaga de misiles.

- ¡Bloquea con Despejar! – La razón por la cual hizo el cambio pronto fue utilizada: su primer Pokémon capturado comenzó a aletear y liberó un viento teñido de azul.

El viento desvió las piedras, causando que quedaran girando en el aire, antes de caer por todo el campo como trozos de granizo. El mismo destino lo sufriría cualquier Trampa de Rocas que ese poderoso Pokémon tratara de colocar. De hecho, iría más allá de la negación: la interacción de esos dos movimientos convertiría las Trampas de Rocas en unas suyas. Sería Paul el que sufriría el daño, no él. Con eso sellado, solo tenía que atacar a esa cosa hasta que...

Sus planes se interrumpieron cuando Paul retornó a Torterra y mandó a un Pokémon diferente.

- ¡Jynx, prepárate para la batalla! – Una segunda Pokébola estalló abriéndose, revelando a un Pokémon de piel púrpura y enormes labios mirándolos fijamente.

- Jynx, un Pokémon conocido por sus danzas exóticas y poderosos ataques. De tipo Hielo y Psíquico. – le informó su Pokédex desde el bolsillo. En tal caso, solo había una cosa por hacer.

- Pidgeot, re...

- ¡Usa Mirada Maligna! – lo interrumpió Paul mientras su Jynx disparaba una luz negra desde sus ojos y golpeaba a Pidgeot con ella. La luz lo golpeó antes que la Pokébola lo hiciera, y el láser de retorno se deshizo sin hacer efecto.

La multitud a su alrededor murmuró con confusión, inseguros de lo que había sucedido. Y lo que había sucedido fue que Jynx acababa de bloquearle la retirada a Pidgeot hasta que uno de los dos, fuese Jynx o Pidgeot, ya no estuviera presente. Sería que Paul tuviera que retornar a Jynx, o que Jynx y Pidgeot tuvieran que caer. En tal caso, Gary elegiría derrotar a Jynx como opción.

- ¡Usa As Aéreo! – Pidgeot voló hacia el Pokémon de hielo a gran velocidad, con un viento blanco soplando detrás de él mientras venía para causar daño.

- ¡Ventisca! – contraatacó Paul mientras el cabello rubio de Jynx comenzaba a elevarse. Con dicha elevación vino una ráfaga de aire frío congelante, que mandó a Pidgeot a dar vueltas hacia atrás.

- ¡Ah, Pidgeot! – exclamó mientras Paul ahora tomaba la iniciativa.

- ¡Psicoonda! – La Jynx formó un aro de energía azul entre sus dos manos, lanzándoselo a Pidgeot como un proyectil. El ataque golpeó al Pokémon volador mientras iba en espiral, haciendo que Pidgeot cayera al suelo.

- ¡Pidgeot es incapaz de continuar! – declaró Don George. Por la esquina del ojo vio como la imagen de Pidgeot en el tablero se tornaba gris.

Dándole las gracias a Pidgeot, regresó al Pokémon pájaro, y miró a la Jynx, y al entrenador igual de frío de dicha Jynx. Esto todavía no se terminaba, todavía tenía cinco Pokémon en espera listos para arrancarles esa sonrisa de la cara. De hecho, ya había podido mostrarle uno.

- ¡Vamos! – dijo volviendo a enviar a Arcanine, que ladró de entusiasmo para poder pelear esta vez. Casi pudo ver que a Arcanine se le caía la cara cuando Paul retornaba a Jynx.

- ¡Nidoking, prepárate para la batalla!

Paul eligió su tercer Pokémon, mientras el Pokémon Veneno/Tierra ahora se quedaba mirando a Arcanine desafiante. ¿Debería retornarlo de nuevo? No, Paul parecía preparado para eso. ¿Estaría preparado para otra acción en vez de eso? ¿Aunque dicha acción apestara a algo que haría Ash?

- ¡Velocidad Extrema! – Arcanine ladró felizmente ante la oportunidad de usar el nuevo movimiento, lanzándose hacia Nidoking a toda velocidad.

Nidoking exhaló de poder mientras el Pokémon canino le impactaba en el pecho con la suavidad de un auto compacto. O algo así, Gary no estaba seguro de si sería la mejor comparación. Arcanine rebotó después del ataque antes que Nidoking pudiese intentar un contraataque. Su Pokémon de Fuego casi parecía sonreír ante la sensación de hacer ese ataque.

- ¡Furia Dragón! – Las llamas azules explotaron desde la boca de Arcanine hacia el Pokémon Venenoso, que simplemente miró la tormenta que se acercaba sin miedo alguno.

- ¡Contraataca con Rayo Burbuja! – ordenó Paul.

Gary habría asumido que escuchó mal, de no ser por la ráfaga de burbujas que salieron disparadas desde la boca de Nidoking. El ataque canceló la Furia Dragón y siguió adelante hacia Arcanine, que saltó hacia un lado para evitar el ataque de tipo Agua. En cuanto las burbujas impactaron contra la pared, la ofensiva de Paul continuó.

- ¡Poder de la Tierra!

Arcanine tuvo que saltar sobre el área que brillaba en el suelo antes que explotara con energía, pero eso resultó ser un error. Pues al haber saltado, Arcanine se puso en la línea directa para recibir de lleno el Rayo Burbuja, que explotó con fuerza sobre el Pokémon de Fuego.

Arcanine gimoteó al ser enviado hacia atrás, sintiendo que se le pegaban unas burbujas en las patas como pesas. No podría ir a ninguna parte con esas cosas en sus patas. Tendría que deshacerse de ellas rápido.

- ¡Usa Rueda de Fuego para estallar esas burbujas! – Gary imaginó que eso serviría, y le agradó ver que sí funcionaron. Momentos después, Arcanine rugió y se envolvió en llamas haciendo reventar las burbujas. Arcanine incluso comenzó a cargar contra Nidoking con el ataque, lo cual a Gary no se le había ocurrido hacer. Después de todo, su preocupación era el problema de la velocidad, no lanzar otro ataque. Pero ese seguiría siendo un buen ataque cuando acertara.

- Pinchazo Venenoso. – declaró Paul mientras Nidoking preparaba su puño para golpear a Arcanine.

Los dos ataques, uno rojo y otro púrpura, colisionaron entre ellos. Ambos tenían la misma fuerza, y se miraron con rabia por un instante... antes que Arcanine se tambaleara un poco y su pelaje adoptara un tinte púrpura.

- ¡Arcanine! – ¡Ese Pinchazo Venenoso lo había envenenado! Paul sonrió mientras le apuntaba a Arcanine.

- ¡Venochoque! – ordenó. Gary supo que no podía dejar que ese movimiento acertara.

- ¡Velocidad Extrema!

Antes de que Nidoking pudiese siquiera disparar el ataque, Arcanine lo embistió, empujando al Pokémon Venenoso hacia atrás y al suelo con un golpe seco. Desde ahí tenía que seguir capitalizando en ello.

- ¡Ahora, Golpe de Cuerpo!

Antes de que Paul pudiera tener la última palabra, Arcanine se dejó caer sobre Nidoking con todo el peso de su cuerpo. Arcanine saltó fuera del Pokémon enemigo, gimiendo al sentir el daño del veneno, pero había cumplido su trabajo.

- ¡Nidoking es incapaz de continuar! – declaró Don George mientras la imagen de Nidoking se ponía gris. Ahora estaban empatados.

- Toma un buen descanso. – Gary retornó a Arcanine. Ese veneno no iría a ninguna parte, y sería mejor guardarse a Arcanine si podía derrotar a uno de los Pokémon de Paul con facilidad.

Paul le echó una mirada de rabia a la Pokébola de Nidoking luego de retornarlo, antes de volver a enviar a Torterra. Si iba a intentar utilizar Trampa de Rocas, tenía otras formas de bloquearla.

- ¡Ve, Alakazam!

Su Pokémon Psíquico con ambas no había tocado el suelo por diez segundos antes que Paul diera la orden, tal como se había anticipado.

- ¡Trampa de Rocas! – exclamó Paul mientras las pequeñas rocas comenzaban a volar fuera de Torterra con su destino en el campo de batalla en mente.

- ¡Fuerza Psíquica! – ordenó Gary mientras su Alakazam levantaba ambas cucharas.

Todas y cada una de las rocas que estaban en el aire se quedaron suspendidas. Fue suficiente para hacer que Paul levantara una ceja. Aunque fuera solo un poco, Gary sintió algo de satisfacción de haber podido hacer algo que Paul no se esperaba, aunque no lo mostrara mucho.

- ¡Ataca! – ordenó Gary, y todas las Trampas de Roca voltearon sus puntas hacia Torterra, antes de volar hacia el Pokémon continente con el poder psíquico de Alakazam. Estas impactaron en Torterra sin problemas, así que tenía que mantener la ofensiva.

- ¡Bola de Sombra! – Alakazam formó una esfera oscura entre sus cucharas y se la disparó a Torterra.

- ¡Bomba Semilla! – contraatacó Paul mientras Torterra escupía las semillas a gran velocidad. Los dos ataques se cancelaron uno al otro, lo que significaba que no había nada que protegiera a Alakazam de las semillas que volaron detrás de las primeras.

- ¡Teletransportación! – ordenó Gary mientras Alakazam desaparecía de la vista. Las semillas siguieron adelante pasando cerca de Gary, perturbando tanto el aire que el chico pudo sentir que le desordenaban tanto el pelo como la ropa, y se estrellaban contra las paredes del Club de Batallas con un sonido crujiente. Alakazam reapareció encima de Torterra, flotando sobre el árbol de Torterra. Un ángulo perfecto.

- ¡Bola de Sombra!

Paul chasqueó sus dedos dos veces. Eso no pareció significar nada en el momento pues la Bola de Sombra ya estaba lista para dispararse. Pero pronto se dio cuenta de que el árbol de Torterra empezaba a brillar de verde, y una Tormenta de Hojas salió disparada de él, soplando a Alakazam por el aire. El Pokémon de Gary fue tomado totalmente por sorpresa.

- ¡Rápido, usa...!

- ¡Filo de Roca! – lo cortó Paul de nuevo mientras las piedras comenzaban a girar alrededor de Torterra. Se dispararon al aire y golpearon a Alakazam.

Los golpes enviaron a Alakazam a estrellarse contra el techo del Club de Batalla, que hizo que Don George tuviera un respingo visible. No tuvo ni que esperar a que le dieran la señal para retornar a Alakazam.

- Alakazam ya no puede pelear. – dijo Don George, estando de acuerdo con su sentimiento. Paul sonrió, y un escalofrío bajó por la espina de Gary.

Un pensamiento invadió su mente, uno que era oscuro y horrible de contemplar: ¿acaso Paul había planeado todo eso? Paul sabía que él ya sabía que Torterra podía utilizar Trampa de Rocas. No era que lo hubiera ocultado cuando pelearon contra Ash y Red. Sabía que él querría prevenir el movimiento, así que cada vez que Torterra salía, él enviaba a un Pokémon para contrarrestar la Trampa de Rocas. Un Pokémon que Paul procedía a aplastar rápidamente.

- Elige a tu siguiente Pokémon. Aunque Alakazam no es el más resistente de los Pokémon, el tuyo estará bien hasta que esta batalla concluya y puedas contactar a la Enfermera Joy local. – le dijo Don George mientras se sacudía sus preocupaciones.

Este no era momento de estar pensando. Tenía que dejar de pensar demasiado en las cosas. Ash era la prueba de que era fácil no pensar demasiado, y seguro él también podía. Después de todo, lo que fuera que Ashy-Boy pudiera hacer, él podría hacerlo mejor.

- ¡Vamos! – Gary envió a su cuarto Pokémon, que flotó sobre el campo y se ganó algunos murmullos confusos de los observadores curiosos.

- Por. – declaró Porygon, mientras Paul lo observaba con algo de disgusto. Claramente recordaba cómo los había hecho pasar de las semifinales, y no le gustaba recordarlo. Retornó a Torterra y envió a su cuarto Pokémon.

- ¡Hypno, prepárate para la batalla! – El Pokémon Psíquico se quedó mirando a Porygon, con el péndulo en la mano.

- ¡Bola de Sombra! – ordenó Gary rápidamente mientras Porygon manifestaba el ataque superefectivo y se lo lanzaba a Hypno.

- Ya sabes qué hacer. – le dijo Paul a su Hypno, que recibió el ataque sin siquiera moverse.

Gary se quedó viendo sorprendido el movimiento, antes que de que repente Porygon se convulsionara y brillara de manera escalofriante.

- Uso de Anulación detectado. – Su Pokédex le proveyó de una rápida y útil explicación de lo sucedido. Oh, diablos.

- ¡Ahora, Psicorrayo!

El ataque de energía brillante golpeó a Porygon, enviándolo al suelo dando tumbos.

- ¡Rápido, usa Conversión 2 antes de que pueda usar otro! – gritó Gary. Porygon, que apenas se había repuesto, brilló con un tono oscuro. Porygon había cambiado a tipo Oscuro.

- ¡Puño Drenador!

Gary sintió que se le helaba la sangre mientras Hypno cargaba contra Porygon, con su puño brillando de verde. Claramente Paul recordaba también Conversión 2.

- ¡Tri-Ataque! – ordenó Gary mientras el triángulo brillante salía disparado contra el Pokémon Psíquico que venía a la carga. Este lo evitó antes de conectarle el Puño Drenador a Porygon.

El chillido resultante de dolor sonaba como alguien que golpeaba un modem de tipo dial, mientras dicha reliquia tecnológica gritaba de agonía. Incluso Don George dio un respingo ante esto, pero Paul no lo hizo.

- ¡De nuevo!

- ¡Rápido, Co...! – La orden de Conversión 2 fue silenciada por el segundo Puño Drenador, que dejó a Porygon en el suelo. Volvió a flotar, aunque con dificultad, mientras Paul mantenía el ataque.

- ¡Ahora, Gas Venenoso!

Hypno respiró profundo antes de exhalar la nube púrpura directo hacia Porygon. Luego retrocedió alejándose de la nube mientras se disipaba, revelando a un Porygon con un tinte morado. Y con eso, tenía dos Pokémon envenenados. ¡Diablos! Y el tinte morado de Porygon tenía otro tono ligero. Solo estuvo allí brevemente, pero no se le escapó.

- ¡Ahora termina con Puño Dre...!

- ¡Bola de Sombra!

Esta vez fue Paul el interrumpido, por una Bola de Sombra que se estampó directo en la cara de Hypno. El ataque hizo retroceder al hipnotizador, incluso mientras un brillo alrededor del Pokémon sugería que su defensa especial acababa de sufrir. Gary decidió aprovecharse de eso.

- ¡Más Bolas de Sombra!

Tras un breve momento de resentirse por el daño del veneno, Porygon comenzó a disparar los orbes negros de oscuridad uno tras otro. Estos golpearon a Hypno, empujando al Pokémon hacia atrás más y más hasta que finalmente una última Bola de Sombra terminó noqueándolo. Porygon flotó débilmente en este punto, antes de colapsar también.

- ¡Ambos, Hypno y Porygon ya no pueden continuar! – declaró Don George mientras ambos retornaban a sus Pokémon.

- Gracias, Porygon. Hiciste un buen trabajo. – le agradeció al Pokémon artificial por su duro esfuerzo.

Paul simplemente miró su Pokébola con rabia antes de murmurar algo sobre entrenar más con Anulación. Gary lo ignoró para considerar lo que haría ahora. Con eso la batalla le daba tres victorias a Paul y dos a él. Entre los Pokémon que a Paul le quedaban estaban Torterra y Jynx. Torterra había recibido algo de daño gracias a Alakazam, pero no era mucho. Entretanto, Jynx no había recibido daño en absoluto, y tenía al menos un movimiento por el cual tenía que preocuparse. Los otros dos Pokémon eran desconocidos. Uno de ellos podría ser Raichu, pero de alguna manera lo dudaba.

Por su lado, él tenía a Arcanine, Blastoise y Tangrowth, a quien puso en lugar de Exeggcute ya que no tenía una Piedra Hoja. Arcanine había recibido mucho daño y estaba envenenado, así que sería difícil seguir con él. Sin embargo, no era imposible. Encontraría la manera de ganar esto.

- ¡Tangrowth, vamos! – ordenó, lanzando a su tipo Hierba evolucionado, que invocó una respuesta de Paul. Aunque solamente de manera indirecta.

- Tangrowth, es una evolución de Tangela que evoluciona con poder ancestral. O sea, spoilers, probablemente conoce ese movimiento. – escuchó el comentario del Pokédex de Paul, inmediatamente seguido por una mirada de irritación de este último.

- Quienquiera que haya programado esa personalidad es un imbécil. – agregó su propio Pokédex. Sí, ¿qué clase de idiota pesado lo habría programado como niña fresa?

Paul cogió una nueva Pokébola y la arrojó con su habitual orden. Gary estaba seguro de haber oído mal el nombre del Pokémon, pero cuando la bola se abrió, confirmó que estaba en lo correcto. No había escuchado mal. Era exactamente el Pokémon que Paul había declarado que sería. Mientras escuchaba a los curiosos preguntarse al respecto, decidió presionar a Paul al respecto.

- No sabía que hicieras Intercambios Milagrosos. – le dijo. Paul rodó los ojos ante su acusación.

- Por favor, como si confiara en cualquier Pokémon que salga de ese desorden. Es un servicio para intercambiar basura por más basura. No, este Pokémon lo atrapé yo mismo.

Dicho Pokémon que Paul había capturado él mismo los miró a él y a Tangrowth fijamente, y sus ojos brillaban de malicia. Era la primera vez que lo veía, y sería la primera vez que derrotaría a uno de estos. (*)

- ¡De acuerdo, Tangrowth, vamos! – declaró Gary mientras la batalla continuaba. 

Esta historia continuará...



(*) Si desean saber cuál es este Pokémon misterioso de Paul, ver el Interludio de Torterra para su captura. También, para ver el resto de esta batalla, ver el Interludio de Gary II.

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