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Aventuras en la Zona Safari

Zona Safari de Kanto...

Misty se quedó viendo al Slowbro. El Slowbro le devolvió la mirada desde un enorme lirio flotante. El concurso de miradas continuó, incluso mientras ella movía la mano lentamente para tomar una Bola Safari. Vio que los ojos del Slowbro lentamente la seguían al hacerlo, pero cesaron de moverse cuando agarró la bola y se preparó para lanzarla. La mirada de Slowbro apenas se percató de este movimiento momentos antes de que la bola le golpeara la cabeza, succionándolo y empezando a sacudirse.

- ¡Sí! – declaró Misty justo cuando sonó un inoportuno ruido de una Pokébola abriéndose, pero no fue la Bola Safari.

- Psy. [Sí sabes que tiene primero que dejar de sacudirse, ¿verdad?]

- Bueno, no le hagas el Jynx ahora. – le respondió al pato amarillo.

- Este no es el lugar para encontrar un Jynx. Si los hubiera en la Zona Safari, ¿podría sugerir las planicies sobre las colinas con cuevas frías?

- No me interesa. – le dijo secamente a la voz sabelotodo, que no esperaba que la acompañara hoy pero de algún modo lo hacía.

- Una lástima. Un Jynx sería muy útil para recolección de datos. – habló la voz del Pokédex, con un inusual tono monocorde, desde el PokéGear gris y lleno de rayones que estaba sujeto a su mochila.

Sí, la voz del Pokédex. Poco antes de entrar a la Zona Safari, encontraron un par de PokéGears sobresaliendo de una bolsa de basura rota. No eran los nuevos del modelo plegable, sino de las versiones mucho más antiguas. Monocolores y monótonas, ya pocos se molestarían con ellos a menos que fuesen coleccionistas de tecnología.

Cuando una curiosa Anabel los recogió para verlos por nostalgia, el Pokédex tuvo una brillante, muy brillante idea. Siempre iba con Ash, pero ella estaría muy ocupada con sus propias metas mientras él estaba lejos de fuentes de agua. Así que les sugirió usar esas viejas piezas de tecnología como cuerpos adicionales para permitirle hacer recolección de datos extra y proveer servicios adicionales con las nuevas características como el DexNav. Ash había estado oponiéndose, pero al final no creyeron que pudiera hacer daño, y le ganaron tres a uno. En retrospectiva, sin embargo, ya empezaba a ver por qué Ash encontró la revelación de que el Pokédex podía dividirse en versiones múltiples de sí mismo en hardware inferior tan perturbadora.

- El Slowbro ha sido capturado. Este Slowbro es macho, posee la habilidad Ritmo Propio, y conoce los movimientos Psicochoque, Escaldar, Relajarse y Bostezo. Slowbro parece estar en buena forma con...

El dex secundario continuó parloteando sobre la longitud de sus uñas, el estado del Shellder en su cola, y analizando de lo efectivo que era su hígado, así que lo ignoró y se volvió hacia su compañera.

- Lo siento, esto tal vez lleve algo de tiempo. La pesca no garantiza que encuentre algo que necesite aquí.

Sin ponerle atención a sus preocupaciones, Anabel mantuvo sus ojos cerrados mientras se quedaba tenida en el sol. Habían discutido sus planes durante el desayuno. Habían escuchado los rumores de que otras regiones habían rentado la Zona Safari para ayudar a reproducir poblaciones de Pokémon raros donde no tenían el espacio, y una pregunta rápida al Profesor Oak confirmó que no solo eran especulaciones. Sin embargo, cuando uno deja un área salvaje sin supervisión durante cuarenta años, encontrar cualquier cosa se volvía difícil y engorroso.

Ahí era donde entraba Iris. Ella se ofreció de voluntaria para explorar el área en busca de cualquier Pokémon que no debiera estar en Kanto, y con Anabel esta información podía llegarle rápidamente a ella si se trataba de un Pokémon de Agua. Si no lo era, podían pasárselo a Ash, que tal vez querría capturarlo. El segundo cuerpo PokéGear del Pokédex se encontraba con Iris y podría conseguir datos de cualquier manera. Anabel entretanto podría ir al instante con Ash y conseguir Bolas Safari adicionales si se le acababan, o si Iris necesitaba alguna por cualquier razón.

Si Misty tuviera que ser honesta, no estaba segura de qué era lo que Ash estaría buscando, más allá de lo que le dijo que "tenía que encontrarlo", y no había tenido oportunidad de preguntarle exactamente qué podría ser.

(--0--)

Entretanto, con Ash...

Desde detrás de los arbustos, y poniéndose a favor del viento hasta donde sabía, Ash podía ver un gran estanque del cual cinco Tauros estaban bebiendo. Los cinco estaban de espaldas a él, con sus colas tranquilas mientras sus cabezas estaban cabizbajas hacia el agua. Asomando la cabeza entre el arbusto, Ash miró a los Tauros fijamente, fijándose en el que estaba más a la izquierda, que levantó la cabeza por un momento y dándole una vista clara de los cuernos. Había una hendidura familiar en el cuerno izquierdo, que hizo que hizo sonreír a Ash. Reconoció a ese Tauros: ese era su cuarto Tauros más poderoso entre la manada.

Pikachu también salió del arbusto y se puso a olfatear antes de dar su observación: con unos pocos segundos más para mirar, tuvo que estar de acuerdo. Los otros dos Tauros más a la derecha también eran familiares. Tres de sus viejos Tauros se encontraban allí frente a él, junto con otros dos que no reconocía.

¿Qué haría con ellos? ¿Sería mejor dejarlos, o los capturaba junto con su manada para que permanecieran juntos? Era cierto que tenía Bolas Safari infinitas, gracias tanto al premio del torneo como al glitch que el Pokédex se había robado para convertirlo en un programa. ¿Pero sería demasiado?

- El Profesor Oak desea estudiar el comportamiento de los Tauros. Múltiples Tauros para estudiar seguramente serían muy apreciados. Y hacerlo me daría algo de memoria RAM adicional cuando vuelvas con él. – dijo el Pokédex.

Bueno, si el Profesor Oak lo quería así... treinta y dos no podían ser mucho peor que treinta, ¿verdad? Solo eran dos Tauros adicionales, ¿qué podrían hacer que fuese mucho peor que los otros? Presionando el guante recibió una bola con el glitch, una mano metálica de Ingeniería Gorigan si la letra roja del lado estaba en lo correcto, y una Bola Safari salió de ella. Tomando un paso silencioso fuera de los arbustos, Ash se colocó a distancia larga de lanzamiento.

Tuvo que resistirse al deseo de gritar "¡Bola Safari, ve!" antes de enviarla, repitiéndolo otras cuatro veces y enviándolos hacia los Tauros en sucesión rápida. Las cinco bolas volaron juntas, directo hacia el quinteto en perfecta sincronía, hasta que...

*¡BOP!*

Ash se quedó viendo en shock pues la Pokébola que iba más a la derecha golpeó a un Spearow que pasaba volando interceptándola. La bola se activó, succionando al Spearow mientras las otras cuatro seguían volando hacia adelante, y el sonido alertó a los Tauros, que rápidamente dejaron de consumir el agua y se prepararon para salir corriendo. Los cuatro que no tuvieron a un Spearow que interceptara por ellos recibieron la Pokébola sin problemas, pero el último, uno de sus Tauros, empezó a correr.

- "¡No voy a perder a nadie más!" – El pensamiento de Ash terminó justo cuando ejecutó otro poderoso lanzamiento.

La bola apenas golpeó al Tauros que escapaba en el costado y se activó. Al caer al suelo empezó a sacudirse, y Ash colapsó en sus rodillas con una exhalación audible. Eso estuvo... demasiado cerca. Pikachu corrió a su lado, algo intranquilo en la cara mientras intentaba ser razonable.

- Pikapi. [Solo fue un golpe de mala suerte. No creo que vuelva a suceder.]

(--0--)

En otra parte...

Caminando por la orilla de un lago, Red mantuvo sus ojos enfocados en el horizonte, escaneando en busca de movimiento. Por un instante sus ojos se concentraron en un arbusto cercano que se sacudió con potencial. Un Rattata salió corriendo fuera de él, revelando la falta de potencial real. Unos pasos detrás de él se encontraba Yellow, con una libreta y una pluma en las manos.

- Muy bien, con ese Scyther que acabas de capturar, ya tienes tres Pokémon de tu lista de "realmente quiero conseguirlos", junto con un Doduo y una Ponyta. También atrapaste un Sandshrew, Ekans, y un Psyduck solo porque pasamos junto a ellos antes. ¡Ya tienes seis de siete hasta ahora!

Red abruptamente se detuvo en sus pasos y dejó salir un suspiro de frustración cuando Yellow le recordó el que se le había escapado. Estaba seguro de haber atrapado a ese Chansey, y con Bolas Safari infinitas podría fácilmente haberlas arrojado sin miramientos aunque tuviese que correr detrás de esa cosa regordeta por un rato. Después de todo tenía el día entero para hacerlo. ¿Y desde cuándo que los Chanseys tenían la habilidad de usar Teletransportación?

- Ahora, si pudiéramos encontrar un Rhyhorn o Rhydon y un Kangaskhan... ¿para qué quieres uno de esos? – inquirió Yellow sobre el último mientras la serenidad del agua se veía perturbada y una forma masiva surgía en ella.

Un enorme cuerpo alargado de furia y poder de color azul, un Gyarados acababa de aparecer. Rugiéndoles con fuerza, y siseándolos de pura furia. Yellow retrocedió de miedo mientras Red sujetaba una Bola Safari para apuntársela. Gyarados rugió de nuevo, contrarrestado únicamente por las mejillas echando chispas de Pikachu, y una Bola Safari arrojada. Esta le golpeó a la mitad del torso, abriéndose y succionando a la bestia furiosa a su interior. Después rebotó de vuelta a sus manos, donde la sostuvo con fuerza mientras se sacudía intensamente. Sus manos seguían vibrando mientras se volteaba a la todavía intranquila Yellow para responder su pregunta.

- Porque Kangaskhan, igual que este Gyarados, es un Pokémon capaz de Mega Evolucionar. Todavía necesito conseguir una Mega Piedra que funcione con mi Piedra Activadora, así que servirá tener tantas opciones de Pokémon compatibles como pueda.

Entretanto, la bola se seguía sacudiendo violentamente, el Gyarados no parecía dispuesto a permanecer allí dentro.

- Bueno, en ese caso espero no encontrarle la Mega Piedra a Gyarados. No se veía muy contento.

Oh sí, el Gyarados parecía ser macho, ¿verdad? No se fijó en ello, estando distraído con la amenaza inminente de ser mutilado e incinerado. Había una razón por la cual no puso a Gyarados en su lista. Aparte de que no tenía intenciones de participar en Johto un día, pues la gente de allá tendía a ofenderse por el uso de Gyarados en las ligas. Algo que tenía que ver con un loco que dirigía a veinte de ellos, destruyendo todo a su paso y esas cosas. La líder del Gimnasio Blackthorn podía hacerlo por tradiciones familiares, y porque casi mataba con la mirada a quien tuviera un problema con eso, recordándoles que usar a Gyarados era ser amable con ellos y ponerles las cosas fáciles.

(--0--)

Mientras tanto, en las montañas lejos de la Zona Safari...

A Otoshi le gustaría decir que no tenía idea de cómo fue que lo convencieron de esto, pero sabía exactamente cómo. El niño andrajoso de pelo marrón con acento extranjero tenía manzanas, y a él su bolsa con provisiones se la había robado de las manos un Fearow dos días atrás. Su padre siempre le había enseñado a honrar las deudas, especialmente si involucraban manzanas.

Él se había imaginado que el chico solo querría ayuda con algo como mover un sofá, no algo tan elaborado. Dicho favor los llevó hasta la cima de la montaña, donde el viento soplaba en medio de nubes oscuras que enviaban sonidos amenazadores que normalmente uno no debería escuchar en la cima de una montaña. El niño, al menos por su apariencia dada su falta de estatura y masa muscular, se encontraba arrodillado enfrente de Marowak, que se veía incómodo mientras el proceso continuaba, antes que el chico se parara y asintiera.

- ¡Voila! – declaró mientras retrocedía y le dejaba ver a Otoshi lo que había hecho. Otoshi solo tenía una palabra qué decir a ello.

- ¿Eh? – le dijo, y el chico levantó el dedo empezando a explicar lo que hizo, y más importante aún, por qué.

- Estas montañas son famosas por las intensas tormentas eléctricas que ocurren desde tiempos antiguos. Los relámpagos de aquí son notorios por cómo reaccionan a los depósitos de minerales locales, creando un ciclo de retroalimentación electromagnética que es altamente adictiva e induce agresión en los Pokémon de tipo Eléctrico. – dijo el kalosiano mientras Otoshi tenía un respingo. Eso ya lo sabía muy bien. Él y Marowak tuvieron que pelear contra tres Electabuzz que actuaban como los peores drogadictos que jamás había visto, excepto que con puñetazos eléctricos en vez de pipas de marihuana. Fue un buen entrenamiento, pero había formas más sanas de prepararse para su sexta medalla en Ciudad Pewter.

- Sí, pero lo que quisiera saber es qué tiene que ver eso con que mi Marowak esté parado en una montaña, con mi Piedra Activadora, y con una corbata.

Marowak se ajustó el adorno de rayas azules y verdes con la Piedra Activadora en el centro mientras el chico continuaba.

- Es una explicación muy sencilla. Verás, mi abuelita es una entrenadora maestra de la Mega Evolución. Ganó la Liga Kalos con ella, y sabe mucho más de ella que cualquier persona viva. La Mega Evolución, como estoy seguro que ya lo sabes, se crea cuando la Energía Infinita del Pokémon es potenciada por la energía única que producen los humanos, al ser filtrada por un conducto conocido como Piedra Activadora, lo que induce un estado temporal de evolución adicional.

- Eso no es sencillo. – dijo Otoshi mientras el chico se reía.

- Oh, créeme que la estoy simplificando. No querrás oír la versión larga. Como sea, de vuelta al tema, una Piedra Activadora no es la única forma de hacer esto. Los entrenadores alolanos usan unos cristales especiales para crear una reacción similar, solo que con ellos se genera un ataque singularmente poderoso conocido como Movimiento-Z. Sin embargo, hay maneras de potenciar el poder de un Pokémon que no requieren de una piedra o un cristal, pero son más difíciles de lograr. – El chico volteó hacia el todavía impaciente Marowak. – Marowak es incapaz de Mega Evolucionar, y créeme que estoy familiarizado con las 41 especies de Pokémon capaces de Mega Evolucionar en 42 formas, así que sé de esto. No obstante, Marowak debería ser capaz de utilizar los métodos que no requieren conducto con la estimulación correcta. Uno de los cuales involucra usar Energía Infinita para crear lazos temporales con fotones dispersos y utilizarlos como una forma de armadura ligera que fortalece al Pokémon.

- ¿Fotos dispersas? – preguntó Otoshi. Eso seguía sin tener sentido.

- Los fotones están conectados a la luz. – explicó el chico mientras Otoshi se rascaba la cabeza. – Tu Piedra Activadora puede usarse como enganche para la manipulación de Energía Infinita hasta que Marowak sea capaz de utilizar la habilidad a voluntad.

- Entonces, ¿estás planeando usar a mi Marowak, su habilidad Pararrayos, y mi Mega Piedra para atraer luz, tomar átomos ligeros, y convertirlos en una poderosa armadura? – preguntó Otoshi mientras el chico se encogía de hombros.

- Esa es una manera de decirlo, aunque los fotones no son del todo como los átomos. Primero que nada...

- ¿Y por qué la corbata? – preguntó Otoshi mientras el chico se reía.

- Soy kalosiano. – explicó (o no) mientras el cielo retumbaba, antes de estallar en una luz intensa. –¡Cúbrete los ojos! – le gritó.

Obviamente. El destello lo cegó por un minuto completo antes de poder volver a abrir los ojos una vez más, para encontrarse con que el chico estaba junto a Marowak, levantándole el brazo y todavía sonriendo. Su brazo ahora era dorado y echaba chispas, del mismo color que cubría ahora parte de su hombro. Extrañamente, la corbata seguía intacta.

- Contempla, mi querido amigo nativo de Kanto, algo sorprendente. El inicio de un poder utilizado a través de la historia capaz de equipararse a la Mega Evolución, los Movimientos-Z e incluso el Fenómeno Lazo. ¡La Evolución Rompedora!

Soltó a Marowak, que observó su brazo con intranquilidad antes de usarlo con cautela para golpear el suelo. La piedra se agrietó incluso con un toque suave, causando que Marowak se sostuviera el brazo ahora dorado frente a su cara con asombro. Otoshi se quedó sin palabras. Un poder como ese... él y Marowak podrían ganar la Liga si lo dominaban. Eventualmente, sin embargo, una pregunta surgió en él, y sintió que era bastante válida de hacer.

- ... Se puede apagar, ¿verdad? Me gusta el oro como a cualquiera, pero no creo que Marowak quiera ser de ese color todo el tiempo.

- Maro. – Marowak estaba de acuerdo con él.

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De vuelta en la Zona Safari...

- ¡Brooo!

- ¡Tor!

El sonido de una pelea atrajo la atención de Ash. Mirando desde atrás de una roca, encontró de nuevo otro grupo de cinco Tauros. El que estaba al frente tenía un mechón levantado que Ash alcanzó a ver mientras el Pokémon toro pisoteaba la tierra en gestos de agresión, lo cual fue rápidamente imitado por los Tauros subordinados detrás de él. Un mechón muy familiar específicamente, el mechón de su Tauros más veloz.

El Tauros principal que utilizaba no era este: aunque valoraba la velocidad, el Tauros líder de su manada era el segundo más rápido y significativamente más fuerte físicamente. Pero recordaba a este Tauros bastante bien, por aquella ocasión en que se puso a competir en una carrera con sus Pokémon voladores y lo hizo bastante bien. Pikachu olfateó el aire antes de darle una señal afirmativa. Ash no necesitaba escuchar que esos cinco Tauros eran suyos, y sonrió. Con eso tenía ocho Tauros encontrados. Ahora solo tenía que...

- ¡Tor!

Averiguar lo que estaba pasando. Ash desvió la mirada de sus Tauros para ver qué era lo que los molestaba tanto.

- Exeggutor, el Pokémon cocotero. A diferencia del que se hace llamar "verdadero" Exeggutor en Alola, estos son más gruesos y compactos en el tallo y poseen habilidades psíquicas. Este Pokémon es capaz de reproducirse sin huevos a través de la pérdida de una de sus caras. Los Exeggutors tienen horribles voces para cantar. – notó el Pokédex mientras un grupo de diez Exeggutors se posicionaban de manera agresiva en respuesta a los Tauros.

Las dos especies continuaron viéndose una a la otra con ojos asesinos mientras Ash sentía confusión. No del tipo literal como la hacía el Exeggutor para levantar una gran roca de manera amenazante, sino del tipo que no requería poderes psíquicos.

- Esto no parece normal.

- Estás en lo correcto. Exeggutor y Tauros normalmente no entran en conflicto de esta manera. Operan en diferentes nichos y tipos de hábitats.

- ¡Tor! – La roca salió lanzada hacia uno de los Tauros subordinados, que la destrozaron con un solo cabezazo antes de dar un bramido desafiante. Los Exeggutors parecían nerviosos, pero uno de ellos rápidamente usó Confusión en una planta bajo los pies de los Tauros. Uno de los otros Tauros mugió furioso ante esto, bajando la cabeza hacia el Exeggutor que lo hizo para embestirlo. Una esfera de agua se formó entre sus cuernos para luego dispararla, golpeando al Exeggutor, y deteniendo el intento de Confusión al hacer que retrocediera nerviosamente.

- ¡Ese fue un Hidropulso! – exclamó Ash.

- Sí. Tal parece que un Psyduck o Golduck puso el huevo de ese Tauros. – dijo Dexter. Ash hizo una nota mental de chequear cómo funcionaba la reproducción Pokémon en este mundo en algún momento. Algo sobre esa oración sonaba mal. – También de interés, la planta que el Exeggutor trató de arrancar no es una planta típica que consuman los Exeggutors salvajes. Es más del tipo que prefieren los Tauros salvajes, pues abarca el 27% de su dieta. Sin embargo, frecuentemente se le da de alimento a los Exeggutors cautivos para prevenir el crecimiento de hongos.

La observación de Dexter sobre lo extraño de los hábitos alimenticios de Exeggutor le hizo darse cuenta de algo respecto a esos diez que estaban frente a él.

- ¿No se ven algo delgados? – preguntó. Pikachu miró a los Pokémon de tipo Hierba, mientras Ash sostenía el Pokédex en alto para observar mejor.

- Pi. [Tal vez hayan oído de lo raros que se ven los alolanos, y andan a dieta para ponerse iguales.]

- Mi escaneo indica que los Exeggutors en efecto están bajos de peso, aunque poseen extrañamente rastros de productos para la salud utilizados en la prevención de problemas con hongos. Interesante. Escaneando por... estos Exeggutors fueron liberados recientemente.

- ¿En serio? – dijo Ash, preguntándose quién los habría liberado. Habría dicho que Paul, pero algo no encajaba aquí.

- También la liberación no fue provocada de manera normal. La mayoría de los entrenadores que liberan a sus Pokémon utilizan la función instalada para hacerlo, pero mis escaneos sugieren que esta liberación fue causada por un método diferente. Sus Pokébolas fueron destruidas, y eso no se logra con facilidad.

- ¿En serio? – Ash estaba seguro de que todo lo que necesitabas para romper una Pokébola era golpearla con una roca, o golpear la Pokébola contra la roca. Independientemente del orden, debería ser fácil de hacer.

- No son tan fuertes como mi cubierta externa, pero no pueden romperse dejándolas caer sobre una roca. Se requiere de una fuerza significativa para lograrlo.

No había razón para que Paul hiciera eso, así que definitivamente quedaba descartado. ¿Pero quién más podría ser? El único sujeto que conocía con tantos Exeggutors era Melvin, pero no parecía el tipo de persona que utilizaría una motosierra con sus Pokébolas. ¿Las habría arrollado un auto?

- Como sea que haya pasado, no creo que estos Exeggutors puedan sobrevivir mucho tiempo allá afuera. Sugiero que los captures antes de que sus acciones continuas perturben las barreras naturales y lleven a conflictos mayores. – Las palabras del Pokédex fueron seguidas por un fuerte resoplido proveniente de los Tauros. Ash reconocía el comportamiento, y no era buena idea estar frente a un Tauros que lo hacía.

- De acuerdo.

Necesitaría unos cuantos buenos lanzamientos, pero debería ser capaz de atraparlos a todos en una sola ronda. Hoy no se había levantado con el plan de capturar a diez Exeggutors, pero necesitaban ayuda y él no tenía límites de Pokébolas. Ash se frotó el hombro preparándose. Quince buenos lanzamientos le iban a doler un poco después.

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Mientras, con Misty y Anabel...

Psyduck había sacado ya un par de botellas de agua fría, una de las cuales ella afortunadamente se bebió de un largo trago. Anabel tomó la suya con sus poderes psíquicos. Hasta ahora habían picado siete Pokémon. Goldeen. Magikarp. Una Psyduck hembra a la cual su Psyduck le dijo cosas que realmente deseaba Anabel hubiera estado dispuesta a borrarle de la mente. Un Slowpoke del que Anabel se perdió completamente porque se estaba sonrojando horriblemente cuando le dijo lo que Psyduck había dicho. Magikarp. Magikarp. Magikarp. Nada de suerte.

- Estoy pensando que no sería mala idea cambiar de ubicación. Empieza a hacer calor, y además Iris dijo algo de que había otro estanque con más sombra hace poco, ¿verdad? – sugirió Misty mientras Anabel se levantaba y asentía.

- Eso dijo. Creo que Ash mencionó haber estado allí. Parecía feliz por ello.

- Tal vez haya encontrado un Chansey variocolor o algo así. – bromeó Misty. Eso haría extremadamente feliz a cualquiera. O lo pondría horriblemente deprimido si se le escapaba.

- O un Eevee. – sugirió Anabel con un poco de anhelo en la voz. Misty estaba de acuerdo. Un Eevee sería algo lindo de encontrar, ¿pero qué posibilidades tendrían de conseguir uno en la Zona Safari?

En eso algo empezó a jalar el hilo, una señal de que el estanque ofrecía todavía un secreto más para ella. Jaló con fuerza y comenzó a preguntarse si sería un cuarto Magikarp seguido. O quizás el mismo con ganas de ser alimentado. Honestamente no estaba segura.

- Errrr... – Aunque este estaba jalando con mucha más fuerza. ¿Acaso había picado algo grande?

Antes de poder decir su petición, Anabel ya estaba detrás de ella, con un brillo azul rodeándolas a ambas mientras las dos jalaban para que no se les escapara. Por la esquina del ojo vio a Psyduck moviéndose para ayudarle, antes de darse cuenta de lo redundante de hacerlo y se dejó caer impotentemente. El agua burbujeó y empezó a hervir al revelar al Pokémon...

- Mmmrrrr... – El serpentino Pokémon azul con un cuerno corto en la frente ronroneó. Era esbelto y brillante, fuera de una marca con forma de X a un lado de su cuerno.

- Un Dragonair. Un Pokémon Dragón conocido por su rareza y habilidad para alterar el clima. ¡Captúralo, grandísima tonta! – El tono monocorde del Dex secundario sonaba frenético.

- No es tipo Agua. – señaló Misty. No tenía razón para capturarlo, y sería extraño no poder hablar con él de todos modos. El Dex secundario utilizó una palabra no apta para conversaciones públicas, y el Dragonair hizo un sonido de desaprobación para luego darle un bofetón al dex con la cola antes de volver al agua.

(--0--)

De vuelta con Ash...

La colina que escalaban era rocosa, llena de piedras disparejas y árboles achaparrados que Ash no tenía deseos de saberles el nombre. Pikachu dijo algo que le sonó a "detente", haciendo que se parara a mitad de un paso. La roca a la que estaba a punto de ponerle el pie encima abrió los ojos y lo miró enfurruñado.

- ¡Dude! – dijo el Geodude antes de sacar los brazos del suelo y agarrar una piedra cercana. Con Pikachu todavía en sus hombros, Ash saltó hacia atrás de una roca mientras la piedra volaba por el espacio antes ocupado por su cabeza.

- Una piedra lanzada de ese modo podría haberte matado, tanto por el impacto al cráneo como la caída sobre una roca que también podría haberte partido el cráneo. Casi haces que te partan el cráneo de dos maneras distintas hoy. – le informó el Pokédex.

¿Así que Geodude también podía matarte? Bueno, ese era otro Pokémon en la creciente lista de los Pokémon que eran extremadamente peligrosos.

- Geodude, por si se te ha olvidado, es el Pokémon roca. Geodude usa sus poderosos brazos para jalarse subiendo por las laderas de las montañas, mientras rueda cuesta abajo por ellas con la ayuda de la gravedad. A los Geodudes no les gusta que los pisen, y son muy comunes. Un erudito que una vez estuvo aburrido se fue a una ladera montañosa y contó cien de ellos. – musitó el Pokédex.

- ¿Los pisó a todos? – Ash se preguntaba si así fue como los descubrió. Si ese era el caso, ese erudito era muy valiente.

- No, simplemente usó una caja de pistolas de agua y roció cada piedra de la ladera para ver si se sobresaltaba. – replicó el Pokédex. Entonces si era valiente. Tal vez hasta loco. – Quizás tengas curiosidad de saber que Geodude tiene una forma alolana. – tarareó el Pokédex mientras Ash lo agarraba para ver cómo luciría. Pikachu también inclinó su cabeza con curiosidad.

- Déjame adivinar, ¿tiene un cuello muy largo? – bromeó Ash, mientras la pantalla mostraba una imagen de un Geodude más pálido con solo dos dedos, un montón de púas y un par de cejas negras.

- Negativo. El Geodude Alolano evolucionó con la ayuda de la mayoría de las piedras magnéticas que lo componen, haciéndolo un tipo Roca/Eléctrico. Son similarmente tan comunes como su contraparte regular.

Ash miró las cejas del Geodude Alolano por un momento.

- Sabes, creo que atraparía uno de esos solo por esas geniales cejas.

- [... ¿Qué?] – dijo Pikachu en shock.

- Las cejas son fascinantes, me encantaría estudiar su composición en profundidad. – dijo el Pokédex estando de acuerdo, causando que Pikachu se sintiera más intranquilo.

El sonido de un Tauros bramando de dolor en la distancia interrumpió la discusión sobre las maravillas de los Geodudes cejudos, así que Ash salió corriendo fuera de la colina rocosa apenas comenzó a atravesarla. Para el alivio de Pikachu, eso puso final a la discusión sobre el tipo Eléctrico cejudo que podría ser mejor que él, si bien a costa de tener que agarrarse más fuerte de su usual lugar en el hombro de su entrenador.

...

Cinco minutos de movimiento lo llevaron hasta una pila de cuatro Tauros derrotados, todos yaciendo en el suelo con golpes por todos lados. Un quinto Tauros seguía de pie, temblando pero de espaldas a él, con un lenguaje corporal que sugería que estaba esforzándose por mantenerse de pie a pura fuerza de voluntad. Una cicatriz en el costado del Tauros le dijo quién era este: era el Tauros que constantemente se ponía a pelear contra otros oponentes para hacerse más fuerte, y algún día desafiar al líder de la manada y tomar su lugar como el más fuerte de todos. Tenía un mal hábito de meterse a competir con cabezazos contra los Onix que había en el rancho de Oak y tenía que ser puesto a descansar por Bulbasaur como resultado.

- Pik. [Bueno, aparte del Tauros que está de pie, tres de los derrotados son nuestros. No reconozco al que está más a la derecha.] – olfateó Pikachu.

Es decir que ahora había encontrado a doce de sus Tauros, y un tercero que ni él ni Pikachu reconocían. No podía dejarlo atrás cuando capturara al resto y los enviara para sanar. Bueno, ahora el Profesor Oak tendría treinta y tres Tauros. Seguía sin ser mucho peor que treinta. El Tauros cabecilla, el que constantemente se peleaba de manera peligrosa, colapsó ahora, y el causante de sus heridas fue evidente.

- ¡Far, far, far!

Un Farfetch'd, de pie frente a los Tauros derrotados con una sonrisa que se veía tan arrogante que a Ash no le sorprendería si alguien le dijera que este era el Gary de sus días en la Liga Índigo, reencarnado como un Farfetch'd. El detalle más notablemente extraño era el tallo de puerro que llevaba. La mayoría del tiempo los Farfetch'ds usaban el mismo tipo de tallo. Por lo que Ash sabía podían utilizar tallos de zanahoria, chayote o elotes, pero nunca les había visto hacerlo. Quizás tenían cuidado de vivir alrededor de ese tipo de planta específica y esperaban que sus entrenadores les compraran uno nuevo si algo se los comía o empezaban a descomponerse. Sin embargo, este Farfetch'd era la primera vez que observaba una diferencia entre la especie en ese sentido, pues no cargaba un tallo de puerro. Este Farfetch'd cargaba tres: uno en cada ala y el tercero con el pico.

- Farfetch'd, el Pokémon pato salvaje. Farfetch'd es altamente delicioso y nutritivo, un manjar para emperadores y nobles. Tras el decline de estas clases, los plebeyos comenzaron a comerlos de manera extensiva. Esfuerzos dedicados han llevado a una resurgencia de su población en tiempos recientes. y se supone que solo llevan un puerro. – La última parte sonó incrédula de parte del Pokédex.

- ¡Far! – declaró en un murmullo que de alguna manera fue audible, antes de descansar la mirada en Ash. – Far, far...

- ¿Traducción? – le pidió Ash a Pikachu, preguntándose si tendría que capturar a los Tauros rápido y salir huyendo del amenazador Farfetch'd. Pikachu tarareó un poco antes de responderle.

- [Un humano. Qué raro verlos aquí, y uno que no es un viejo gruñón que se la pasa contando chácharas con el Dragonair. Bueno, esto podría servir a mi propósito.]

- ¿Tu propósito? – cuestionó Ash. ¿Acaso quería golpear a algún humano, pero se dio cuenta de que Kaiser le dispararía si lo hacía? ¿O pensaba que intentaría comérselo por hacer eso? Ash no lo haría, pero solo estaba asumiendo cosas.

- Fetch.

- [Soy el mejor maestro de los puerros de toda esta región. He derrotado a lo mejor que esta tierra tiene que ofrecer: los maestros de cuernos, de cucharas, de péndulos, de garras... todos han caído ante mi estilo de los tres puerros. Sin embargo, sé que hay otros Pokémon allá afuera. Los que tienen cuchillas por brazos, los que usan huesos como garrotes, los que tienen hojas filosas en sus brazos... quiero derrotarlos a todos, pero no puedo volar sin perder mis puerros. Pensé que tendría que caminar para poder buscarlos.] – La traducción de Pikachu causó que Ash mirara al Farfetch'd con confusión.

- Creo que podrías encontrar un Marowak caminando, pero Sceptile y Bisharp viven cruzando el mar. No puedes caminar hasta Hoenn o Unova...

- Bisharp también se encuentra en Kalos.

- Aun así no se puede caminar hasta allá. – El Pokédex no cambió su punto.

- Far.

- [Habría caminado hasta allá de todos modos, pero eso llevaría mucho tiempo. Pero tú eres humano, y puedes subir en un aeroplano. Si viniste a capturar Pokémon raros, quiero ver si eres digno de mí.]

Ash no estaba seguro si el Farfetch'd quería decir "debes derrotarme" o alguna otra muestra de ser digno. Y dados los comentarios de Kaiser sobre lo que le haría si escuchaba "un solo traqueteo de electricidad", Ash quería evitarlo si fuera posible. ¿Tal vez hubiera otra forma de mostrar su habilidad? No era que necesitara capturar a este Farfetch'd, pero estaba seguro de que si no lo hacía podría terminar perdido entre las montañas y convertido en el almuerzo congelado de alguien. Aunque con Otoshi por allí tal vez podría darle un Marowak con el cual pelear. Ash se abrió su chaqueta, revelando sus cuatro relucientes medallas.

- ¿Fetch?

- [No tiene idea de lo que son esas.] – explicó Pikachu. Aparentemente solo tener medallas no bastaba.

- Estas son Medallas de Gimnasio. Son símbolos de que he conquistado a lo mejor de ciertos tipos de esta región, y a entrenadores maestros de dichos tipos. – Bueno, a tres maestros y a las hermanas de Misty. – He derrotado a los maestros de los tipos Roca, Electricidad y Hierba. También derroté a una que no es maestra del tipo Agua, pero pude vencer a su mejor equipo aun con todo en mi contra.

Farfetch'd todavía se veía contemplativo, así que Ash sacó su Pokédex.

- Pokédex, muéstrale a mis Pokémon.

- No me hables como si fuera una Xbox One. – declaró indignado el Pokédex, pero de todos modos le mostró a sus Pokémon. Aparecieron en imágenes estáticas uno tras otro: Pikachu, Charizard, Pidgeot, Butterfree, Servine, y así sucesivamente. Farfetch'd asintió al ver estas imágenes antes de soltar un graznido.

- [Dice que te ves mejor, pero todavía no está ciento por ciento seguro. Todavía está considerando la opción de caminar hasta "Unavo".]

La traducción de Pikachu dejó a Ash preguntándose qué podía hacer ahora. Sin pensarlo mucho se agarró el borde de la camiseta y se la levantó. En esta línea temporal aparentemente tenía músculos, quizás esto le sirviera. Pero no, Farfetch'd ni se inmutó con ellos.

- Hmm... – Ash levantó la mano con la que no sostenía el Pokédex, y la encendió con el poder de un Puño Incremento. Farfetch'd se quedó viéndolo asombrado.

- ¡Fetch'd!

- [Un puño brillante nos gana el día.] – dijo Pikachu simplemente mientras Ash desactivaba el Puño Incremento y se arrodillaba, con una Bola Safari en mano. Farfetch'd asintió antes de tocarla con el puerro de su pico, y fue succionado adentro.

- Esa fue una captura poco convencional. – dijo el Pokédex mientras cinco Bolas Safari más volaban hacia los Tauros. Sí, vaya que lo fue. Pero ahora él tenía un Farfetch'd al que había salvado de lastimarse por intentar llegar caminando hasta Unova. Y de todos modos, ¿cuánto tardaría aun si pudiese caminar sobre el agua?

...

- Ya que ahora estamos en una zona tranquila, comenzaré a desplegar la larga información necesaria. Tauros es un Pokémon tipo Normal, especie toro salvaje. Les encantan los movimientos para embestir a sus contrarios y saludan a sus amigos con amigables cabezazos. En algunas partes del mundo, los Tauros son usados para transporte. – dijo el Pokédex mientras Ash y Pikachu caminaban por un tramo silencioso de la Zona Safari.

- ¿Quieres decir como atar una patineta a un collar alrededor del cuello del Tauros y que la arrastre? – preguntó Ash. No se refería a montar al Tauros como un Ponyta, ¿o sí?

- Tu conocimiento de técnicas de transporte algo obscuras es notable, pero no. Se les coloca a los Tauros sillas para montarlos. La idea fue creada por un antiguo rey alolano llamado Kahele, pero se dice que aprendió la idea básica del concepto de un monje cuyo nombre y ubicación de procedencia están perdidos en la historia. Esto al parecer es porque les ordenó a sus escribas que dejaran de omitirlo de los registros históricos oficiales bajo amenaza de ponerse a limpiar las playas de Pyukumukus por un mes, aunque el nombre del monje se perdió hace algunos siglos.

¿Pyukumuku? ¿Qué era eso, algún tipo de madera flotante? ¿Madera flotante del árbol de Pyuku o algo así? Antes de que Ash pudiese preguntar, el sonido de un Tauros bramando hizo eco en la distancia, y con ello el entrenador y Pikachu empezaron a correr en esa dirección.

- ¿Por qué estás tan insistente en atrapar Tauros? Actualmente ya tienes a doce de ellos en tu posesión. – inquirió el Pokédex mientras corrían hacia el sonido.

- Porque los Tauros viven en manadas. – dijo Ash. Y también, porque todavía le faltaban otros veintiún Tauros específicos por atrapar.

- Hay... lógica en lo que dices. – El Pokédex dio una respuesta bastante extraña, y Ash no estaba seguro de si estaba citando algo o a alguien.

Sin importar la razón, Ash dejó de correr, apenas evitando hundir sus zapatos en el estanque de agua que echaba vapor frente a él. Pikachu sí terminó cayendo en ella al tropezarse, pero al salir, tenía una expresión relajada en el rostro.

- Pi... – Las palabras de Pikachu fueron más un suspiro de que estaba pasándola rico ahí dentro que una oración real, así que Ash se puso a ver el estanque en cuestión. Vio a cuatro Tauros metidos en él, también con expresión similar y sus lenguas sobresaliendo. Junto a ellos había un tropel de Mankeys, un Chansey, un Tangela y dos Dodrios. Atrás de todos había un Arcanine.

- Eso no debería estar aquí. – señaló el Pokédex. En efecto, parecía fuera de lugar aquí, a menos que hubiera un volcán cerca.

Momentos después que el Pokédex notó a este Arcanine, el cual por el hocico Ash se dio cuenta que se veía bastante viejo, metió dicho hocico entre el agua. El área alrededor del hocico brilló de rojo y el agua empezó a burbujear y echar más vapor.

- Muy bien, la pregunta ha sido respondida pero ahora tengo todavía más preguntas. – notó el Pokédex mientras Pikachu veía distraídamente a los Tauros y le decía a Ash que se alejara.

Al parecer ninguno de ellos era de su manada. Algo reacio Pikachu salió de las aguas termales y sin decir ni una palabra más, él y Ash siguieron su camino.

- Estoy confundido. – fue todo lo que pudo decir el Pokédex al respecto.

(--0--)

Con las chicas...

Iris las había llamado, y con eso Anabel las había teletransportado a las dos a su ubicación. Allí, Iris se encontraba mirando un estanque bastante intranquila. Era muy extraña, se veía profunda y se notaban muchas perturbaciones en el agua. Claramente estaba llena de vida, pero tenía una señal alrededor de una cerca, que decía:

*Estanque de almuerzo de emergencia/Sitio de estudio de "Ponyboy". No le digan a Kaiser. Peligroso. Investigador Curtis*

Tampoco tenía muchos rastros de pisadas a su alrededor, a diferencia del otro estanque. Pocos Pokémon venían a beber agua por alguna razón.

- Bueno, habías dicho que querías capturar a todos los Pokémon de Agua del mundo. – le dijo Iris a Misty con un tono de desconcierto.

Claramente sabía lo que había en ese estanque, y no le gustaba para nada. Este era uno de los sitios para Pokémon no nativos de Kanto que el Profesor Oak había confirmado que había en la Zona Safari. Grandioso.

Curiosa de lo que podría suceder con el estanque, Misty extendió un brazo hacia el agua, e inmediatamente por reflejo lo retiró al ver que la superficie se partía y una forma verde saltaba fuera de ella. Le dio un mordisco al aire antes de caer de vuelta con un gran salpicón.

- Analizando... Basculin, el Pokémon hostil. Un tipo Agua bastante común de la región Unova. Los Basculins son muy propensos a luchar entre ellos por el color de la raya con la cual nacen, y esto ha llevado a varios colores hasta la extinción. El hecho de ser altamente comestibles no ayuda tampoco. – dijo en tono monocorde el dex secundario mientras Iris volteaba hacia Misty con una mirada de "ahí tienes."

- Los Basculins son muy molestos, y muy agresivos. – La morena hizo énfasis en este punto levantando su pierna izquierda, revelando unas cuantas marcas de perforaciones con forma de dientes afilados alrededor de su tobillo.

- Auch. – declaró Anabel empáticamente.

- Me tardé un mes para poder volver a caminar bien con esta pierna. Fue hace como diez años, creo.

Doble auch. Misty miró el estanque, y miles de ideas invadieron su cabeza. Claramente eran agresivos y voraces, haciéndole preguntarse exactamente qué podrían estar comiendo dentro del estanque. Como dijo Iris, quería capturar a uno. Uno de cada uno de los Pokémon de Agua del mundo, después de todo.

¿Podría sobrevivir su caña de pescar en ese estanque si eran tan agresivos? Cogiendo una de las Bolas Safari que Ash le había dado, decidió probar con algo. Arrojó la bola hacia el agua, causando que esta volviera a romperse cuando otro Basculin saltó. Esta vez alcanzó a verle la raya roja que tenía. Mordió la Bola Safari emitiendo un sonido como de tornillos de metal perforando algo, mientras la bola se abría ligeramente. Se vio un poco impedida por la mordida que le dio el Basculin en el frente, pero aun así funcionó, y la energía roja succionó al Basculin adentro. Unos otros pocos le saltaron encima, la mayoría de rayas azules, pero la bola fue teletransportada a donde el Profesor Oak antes que los voraces peces la pudieran morder.

- Captura completada. – declaró el Dex secundario.

- ¿Creen que tal vez deberíamos...? – Anabel miró hacia el estanque, y Misty supo lo que quiso decir. La pregunta de lo que estarían comiendo los Basculins la molestaba más entre más pensaba en ello.

- A esas cosas les gusta vivir en bancos, pero no veo por qué querría alguien tener más de uno de ellos. – declaró Iris con incredulidad, mientras decidían qué hacer.

Misty e Iris sacaron cuatro Bolas Safari cada una, y las arrojaron al estanque una tras otra, haciendo que saltara un Basculin tras cada una. La mitad eran azules, y la otra mitad rojos. Todos fueron succionados dentro de las Pokébolas, y repitieron el proceso dos veces más con resultados similares.

(--0--)

De regreso con Ash...

Un grupo de Kangaskhans estaban al borde de un área boscosa, recogiendo fruta lenta y relajadamente. Al agarrar una fruta, varios la partieron en dos pedazos. El mayor, como dos tercios si Ash tuviese que adivinar, fue comido por la madre. El más pequeño se lo llevaban a la bolsa, donde unas pequeñas manos lo agarraban. Bebés Kangaskhan. Ash miró en busca de cualquier señal de un humano entre ellos, pero no vio nada. ¿Estaría en el lugar correcto para Tommy? Aun así, si no había señal de él, tal vez debería continuar... (*)

- ¡Broo! – Desde su distante punto de vigilancia, Ash se vio atraído por el sonido, al igual que Kangaskhan al ver dos Tauros cargando uno contra el otro. La tierra tembló con su fuerza.

- ¡Pi! [Esos son dos de los nuestros.] – confirmó Pikachu. Ash asintió mientras se preparaba para el lanzamiento.

Kangaskhan dejó salir un grito de alarma al ver a los dos Tauros, y empezó a moverse frenéticamente, haciendo que Ash se detuviera. La pared viva que los Kangaskhan estaban creando haría que fuese imposible lanzar las Bolas Safari sin golpearlos. Ya había capturado a un Spearow por accidente hoy, y quería evitarlo de nuevo si fuese posible. Para resolver el problema, tendría que rodearlos y rápido. Rápido...

- Hey amigo, sujétate. – le dijo a su compañero, que se agarró de su chaqueta lo más fuerte que pudo.

Un brillo blanco rodeó a Ash después de eso, y utilizó un Ataque Rápido. Hecho una mancha blanca, atravesó a toda velocidad el caos de los Kangaskhans y llegó al otro lado, a buena distancia de los Tauros que peleaban. Al disiparse la mancha, Ash arrojó dos Bolas Safari simultáneamente, las esferas golpearon a los Tauros ligeramente, y los succionaron sin ningún problema. Catorce Tauros encontrados, solo faltaban dieciséis. Pikachu saltó fuera de su hombro, un poco mareado por el viaje, pero estaba bien a pesar de todo. Ash se estiró un poco los hombros después de esa carrera... y de pronto sintió algo raro. Con cuidado, se tanteó el hombro del que Pikachu se había estado agarrando. Se sentía... rasgado. No podía describir como, pero parecía que al agarrarse accidentalmente le había hecho un agujero, y al notarlo Pikachu retrocedió.

- [Perdón, no fue mi intención que pasara eso.]

Ash no le dio importancia. Tampoco se notaba mucho, y sus camisetas siempre acumulaban uso después de un tiempo.

(--0--)

Con Red y Yellow...

Red levantó el brazo, deteniendo a Yellow de salir corriendo adelante. Los dos guardaron silencio por un momento, antes de seguir. Separando la hierba, y con ayuda de algunas llamas se deshicieron de algunos arbustos espinosos que había adelante. Mientras las ascuas terminaban de extinguirse, su Pikachu avanzó primero, y los dos lo siguieron hacia un claro en la hierba.

- Nggghhh...

Su Pikachu se arrodilló junto a un Ponyta, tendido en el suelo con su pata trasera derecha torcida en una posición extraña. También se veía muy delgado. Yellow abrió la boca, y de inmediato corrió acercándose hacia la pata. Ponyta relinchó de miedo incluso mientras ella se agachaba.

- Shhh... shhh... está bien. Todo está bien. – le dijo Yellow a la asustada criatura, colocando sus manos sobre la pata rota, y una onda de luz rosa comenzó a irradiar de ella. La pata comenzó a brillar, y Red supo lo que pasaba ahora.

Curación. Las habilidades de Yellow incluían la capacidad de curar heridas físicas. Era muy útil para accidentes de entrenamiento, y para las raíces. Las raíces a veces eran malvadas. Quizás una de ellas le había hecho esto a esta pobre criatura. Los relinchos de miedo se fueron relajando poco a poco, y el filo del dolor se iba mientras la hierba cerca de ellos se agitaba.

Red se dio cuenta de esto, y mirando hacia donde se sacudía la hierba a unos pocos metros más atrás pudo verlo. Una larga cola púrpura deslizándose, y una cabeza se asomó por la hierba. Había una enorme ampliación detrás de ella, plana y marcada de rojo y negro. Un Arbok, un depredador. La cobra le siseó, claramente con la intención de pasar a través de él para llevarse al Ponyta. Parecía nervioso, sin embargo, como si no supiera lo que era él. Al parecer el aislamiento tenía sus beneficios.

Red abrió su boca ligeramente, y notó la sensación de calor que a menudo seguía cuando lo hacía. Las llamas danzaron en su boca, y una gran expansión de fuego y calor servía para intimidar, o eso le habían dicho. También servía para eliminar placa dental o cosas atascadas entre sus dientes. ¿Quién necesitaba enjuague bucal cuando tu boca incineraba el problema?

Arbok rápidamente se retiró al ver su gesto, claramente sin tener deseos de sufrir una quemadura. Satisfecho, Red se dio la vuelta y volvió con Pikachu y Yellow. La pata de Ponyta ya estaba mejor, y Yellow le estaba ayudando a levantarse de nuevo. Parecía tener dificultades, pero estaban haciendo progreso. Él se acercó para ayudar, pero con un grito de voluntad Yellow logró hacerlo ella misma. La Ponyta se puso de pie, algo temblorosa pero de vuelta en cuatro patas, mientras él sostenía una Bola Safari. Caminó de frente y tocó el hocico de Ponyta, que lo miró por un momento, y luego se volvió hacia Yellow, quien asintió y Ponyta volvió a ver en dirección de Red y dio un paso al frente. La bola tocó la frente de Ponyta, y la succionó adentro.

(--0--)

Y de vuelta con Ash...

La llanura era rocosa, y estaba llena de agujeros.

- ¡Brooo!

Agujeros peligrosos. Había un Tauros allí, pasando un agujero y claramente adolorido. No estaba de pie, solo yacía en el suelo anunciando al mundo su dolor a los cuatro vientos.

- Parece que este Tauros se rompió una pata. – notó el Pokédex. Ash se inclinó junto al Tauros, y la acción causó que este reaccionara y empezara a clamar con mayor alarma.

- El Profesor Oak puede arreglar esto, ¿verdad? – le preguntó Ash al Pokédex.

- Sí puede. – confirmó el Pokédex con seriedad mientras Ash presionaba una Bola Safari contra el costado del Tauros, que fue succionado mientras Pikachu lo olfateaba.

- Pikapi. [Ese era uno de los nuestros.]

Así que lo era. Bueno, eso le facilitaba las cosas, y ni siquiera lo había pensado. Ya iba a medio camino. Todavía le faltaba encontrar al líder de la manada, pero lo haría en su momento. Poniéndose de pie miró hacia los agujeros con confusión. ¿Quién podría haber cavado todo esto...?

- Diglett.

Un Diglett salió de repente del suelo, y Ash habría dicho "¡Ajá!", de no ser porque miró bien los agujeros a su alrededor. Se veían muy raros para haber sido hechos por un Diglett, o un Dugtrio, dicho fuera de paso. El Diglett volvió a enterrarse en el suelo, y otro Pokémon asomó su cabeza por ella. O más específicamente, su aleta y cabeza.

- Gi. – dijo el Gible al salir.

- Gible, el Pokémon tiburón de tierra. Los Gibles disfrutan de áreas tropicales pero pueden vivir en regiones templadas con la ayuda de cuevas para mantenerse calientes. También viven en áreas comunales infestadas de agujeros, conocidas como ciudades, que los Pokémon subterráneos usualmente suelen hacer. Son Pokémon extremadamente raros y valiosos, ¡así que captúralo de una vez, idiota!

El Pokédex empezaba a sonar como el Equipo Rocket, y Ash se preguntaba si se le irían a aparecer hoy o no. Sin importar dicha pregunta, miró de nuevo al Gible. No necesitaba que Pikachu le dijera que ese no era su Gible.

- Nop. – le dijo.

- ¡¿Qué diablos pasa contigo?! – exigió el Pokédex mientras el Gible se volvía a retirar enterrándose. Sin embargo, desde otro agujero en el suelo salió otro Pokémon que alguien habría introducido aquí por alguna razón.

- Dwe. – dijo el Dwebble.

- Dwebble, el Pokémon casa de piedra. Un tipo Insecto y Roca que mantiene caparazones de roca rompible como su hogar. Se suelen encontrar en playas y desiertos. Ahora, ¿podrías por favor capturarlo? – solicitó el Pokédex mientras Ash lo veía con curiosidad.

Pikachu también lo hizo antes de volver a negar con la cabeza. No era el de Cilan, así que lo dejaron volver a desaparecer bajo tierra.

- Por esto es que nunca intento ser educado. – dijo el Pokédex deprimido mientras unas piedras empezaban a caer en los bordes de los agujeros, abriendo paso a unos nuevos Pokémon.

- ¡Ro, gen, rol! – declaró una piedra gris con un pequeño bulto encima. Tenía una pequeña depresión en la parte central del cuerpo, que según Ash recordaba era su oído, y había tres de ellos.

- Hoochie koo. – dijo el Pokédex con tono sarcástico describiendo con pereza una entrada. –Roggenrola. Pokémon manto. Tipo Roca. Unova. Común. No quieres capturarlo. Vámonos.

Ash estaría preocupado por cómo estaba actuando su Pokédex pero entonces miró a los Roggenrolas que acababan de salir. Tenía que estar seguro de que uno muy específico no estuviera allí, porque si lo estaba... Volvió a mirarlos a los tres, y el último atrajo a su atención. El "Rol" al decir su presentación se sentía familiar, muy familiar. Ya estaba empezando a agarrar su Bola Safari...

- ¿Pi? [Esto no puede ser... ¿cómo es posible que ella esté aquí? Es imposible.]

¿Ella? ¿Roggenrola/Boldore era una chica? Jamás se había dado cuenta de eso, y cuando se trataba de género, estaba seguro de tener una buena idea con su equipo unovano. Aun así, entre la sensación que tuvo y la nariz de Pikachu tenían un identificador. Uno improbable e inesperado, pero seguía siendo útil. Sin perder más tiempo, arrojó la Bola Safari, que la golpeó justo debajo del bulto superior y la atrapó mientras sus dos amigos volvían a desaparecer enterrándose.

- ... Estoy desconcertado. – El Pokédex se quedó sin palabras mientras la Bola Safari era teletransportada al Profesor Oak, y momentos después Ash se colocaba su guante H.O.P.E. No estaba seguro de si tocar la Bola Safari permitiría que actuara el efecto de restauración de memorias, pero eso lo averiguaría ahora. Ahora que tenía un Pokémon que no lo recibiría con una pata rota y que lo conocía.

El Pokédex siguió sin decir nada mientras colocaba la bola de Ambipom y la enviaba allá, e incluso en configuración automática Roggenrola volvió momentos después. Al sacar la Bola Safari, se quitó el guante y lanzó la bola al aire mientras lo guardaba, liberando a Roggenrola, que miró a su alrededor con confusión. Primero al ver sus alrededores, luego al notar que le faltaban sus miembros más grandes, y luego a él, notando el hecho de que se veía mayor, más alto y con ropas diferentes.

- Rog. [Estoy muy confundida en este momento.]

- No te preocupes. Camina conmigo y Pikachu y te lo explicaremos.

(--0--)

Con Misty y Anabel...

Las olas que golpeaban contra la orilla olían a sal. Misty y Anabel se quedaron viendo el estrecho canal que resonaba en la distancia. En efecto era una especie de canal: el borde del agua no tenía curvas o dobleces. Alguien tenía que haberlo hecho.

- De acuerdo, más o menos entiendo lo del pozo de Basculins, pero de esto no estoy segura. No le veo ni cabeza ni cola. – musitó Misty mientras el mono-dex en su posesión hablaba,

- Los datos sugieren que este es un canal Gyarados.

- ¿Un canal Gyarados? – preguntó Anabel, aunque tras unos momentos recordó que el Pokédex no podía oírla.

- ¿Un canal Gyarados? – repitió Misty la pregunta para el dex.

- Correcto. Es una observación reciente conducida por Jared de que los Gyarados ocasionalmente abren canales con sus ataques desde el mar tierra adentro a propósito. Originalmente se asumía que era solo un producto secundario de disparar rayos láser cuando están furiosos.

- Oh, ya veo. – Misty notó que eso podría haberlo pasado por alto cualquiera y volvió a ver el canal en cuestión, pensativa. – Y... ¿por qué lo hacen?

El mono-dex no le respondió de inmediato.

- ¿Otra vez está cargando?

- Jared... no está seguro. Creyó que podría ser por propósitos reproductivos, pero los hábitos de apareamiento de Gyarados son bien conocidos. No ponen huevos en ellos. Sus teorías incluyen que podría ser marcar territorio, impresionar a sus parejas, liberación de estrés excesivo y una forma de juego entre Gyarados. Planea hacer más investigación al respecto, pero lo último que se supo de él fue que su Gyarados dio una vuelta equivocada y fue visto cerca de la costa de Isla Pinkan. Lo cual es extraño porque se dirigía a la Isla Dandelion en la región Sinnoh originalmente...

El canal de pronto expulsó una burbuja, desviando la atención de las chicas lejos del mono-dex y hacia la conexión de agua salada que había frente a ellas. Misty se movió para coger su caña, pero Anabel levantó una mano para detenerla. Tomó un profundo respiro antes de aplaudir fuerte con sus manos. Un brillo azul las rodeó, y luego las separó, y simultáneamente, las aguas hicieron lo mismo, revelando a la fuente de las burbujas.

- Ko... – Un Krabby estaba forcejeando con sus tenazas, sujetando los bordes de la concha de un Shellder, jalándolas con increíble fuerza.

- Hemos revelado una relación de depredador y presa. Krabby el depredador usa sus tenazas para obtener comida, y Shellder la presa usa su concha para mantener a los depredadores a raya. – musitó el mono-dex mientras Misty arrojaba dos Bolas Safari.

Estas golpearon a los combatientes distraídos, llevándoselos al laboratorio mientras Anabel dejaba que el agua volviera a su estado normal. Mientras volvía a su cauce y volvía a su estado original, Misty sonrió. Pensar que ya había capturado diecisiete en total. Staryu, Starmie, Wingull, Psyduck, Horsea, Goldeen, Gyarados, Poliwrath, Magikarp, Slowpoke, Golduck, Wooper, Tentacool, Basculin, Slowbro, Krabby, y Shellder. Su sueño estaba haciendo un buen progreso. Qué interesante lo mucho que había avanzado después de encontrar buenos amigos.

(--0--)

De vuelta con Ash...

- ... y eso es todo, a menos que Pikachu tenga algo más que agregar. – terminó de explicar Ash la historia a su primer Pokémon de Roca, ya que Larvitar nunca fue oficialmente suyo. Pikachu respondió negativamente mientras Roggenrola se quedaba estática.

- Rol. [Es decir que el destino del mundo está en riesgo.]

- En unos años lo estará. Antes de eso, podemos esperar que ocurran otros escenarios que amenacen al mundo. – confirmó Ash mientras Roggenrola continuaba pensando en ello.

- Rola. [No estoy segura de por qué estoy aquí. Creo que me llevaron mientras era un huevo, pero quisiera ver a mis viejos amigos. Pero... los del Equipo Rocket fueron los que intentaron convertirlos en un cañón láser, y todavía te están siguiendo...]

Ash captó un poco de lo que le preocupaba. Si regresaban para ir a verlos, el Equipo Rocket podría seguirlos y elegir hacer un cañón Roggenrola otra vez. Se sentía en conflicto. Ir a verlos podría fácilmente causarles un problema. Incluso aunque él mencionó el hecho de que el Equipo Rocket había cambiado sus hábitos en la nueva realidad, eso no descartaba que no fuesen a crear cañones láser.

- Incluso después de derrotar a Cyrus, todavía tengo una vida por delante. Aunque gane todas las ligas del mundo antes de llegar a él, todavía quiero volver a encontrar a todos mis amigos. Palpitoad no debe estar muy lejos de ellos.

No planeaba dejar atrás a ninguno de ellos. Aunque haber encontrado a Snivy y Roggenrola antes de tiempo fue algo bueno, quería asegurarse de encontrar a todos. No era como que todos ellos iban a aparecer mucho antes. Eso estaría bien, pero sería muy extraño. Así que al diablo con el Equipo Rocket, irían a verlos después de encontrar a Palpitoad. Roggenrola se movió con gratitud, antes que su bulto sensorial temblara.

- Rol. [Hay un Tauros allá adelante.] – Y con eso volvieron a ponerse en marcha una vez más.

Solo después fue que Ash notó que no le había contado algunos detallitos que podría haberle dicho, en vez de decirle solo lo que sucedió en Kalos antes que el mundo terminara.

...

- Buenos días, clase. Soy el Profesor Oak. Su maestra tuvo la amabilidad de dejarme hablarles hoy sobre seguridad Pokémon.

- ¡Hola! – saludó la clase mientras el hombre le hacía un gesto a Ash, ya en su última etapa con sus ropas de Sinnoh.

- Este es mi asistente, Ash. Tal vez hayan oído de él.

- ¿Ese no es el chico al que le dio una paliza el tipo anticuado de los legendarios? – preguntó inocentemente un niño mientras Pikachu tenía un tic en el ojo con fastidio.

- No estoy seguro de que debamos llamar a Tobias un... lo que quieras decir con eso. – dijo Ash mientras el Profesor Oak se aclaraba la garganta para volver a establecer el orden.

- Tuvo una gran participación en la Conferencia del Valle Lily, pero eso no es importante ahora. Ash ofreció generosamente compartir algo de su tiempo para ayudarme con la lección de hoy. Amablemente trajo a varios de sus Pokémon con él para que los veamos. Todo mundo, por favor atrás.

El Profesor retrocedió un paso hacia la izquierda mientras Ash arrojaba una Bola Safari al aire. Al abrirse, la esfera reveló a un Tauros, que bramó ruidosamente. Los niños se mostraron algo nerviosos con el toro, pero el Profesor Oak rápidamente los tranquilizó.

- Relájense, pequeños. Este es el más manso de todos los Tauros que tiene mi joven amigo. Es muy amable y tranquilo cuando no está con el resto de la manada, y de hecho es muy bueno con los niños.

Los niños se quedaron viendo al Tauros por un momento, sin creerle del todo. Ni siquiera cuando Ash se le acercó para acariciarlo nadie se movió. Pasaron unos segundos, después un minuto, y finalmente una pequeña niña se paró y se acercó lentamente al Tauros. Con sus pequeños dedos tocó el hocico de Tauros, y después con toda su mano. Más niños la siguieron, mostrándose más abiertos a acercarse al Pokémon toro.

...

Esta memoria se encontraba justo enfrente de la mente de Ash mientras ingresaban a una gruta escondida entre un nido de árboles. Después de todo, ese mismo Tauros era el que le devolvía la mirada ahora. El Pokémon toro descansaba sobre sus rodillas, y una pequeña bola de pelos rojos sobresalía de uno de sus costados, mirándolo con los ojos desorientados.

- Vulpix, el Pokémon zorro. Vulpix es capaz de controlar el fuego con poderes psíquicos, aunque no es realmente de tipo Psíquico. Esto también aplica para su forma alolana. – Ash habría querido preguntar cómo luciría un Vulpix Alolano, pero algo más tenía su atención ahora.

- ¿Por qué está este Vulpix aquí? ¿Se quedó dormido o algo?

- La razón más probable podría ser un lazo paternal. Un Tauros puede ser padre de un Vulpix. – señaló el Pokédex mientras Ash trataba de imaginárselo.

Ash hubiera querido averiguar cómo funcionaría eso, pero el Vulpix volvió a captar su atención. Específicamente por la capa púrpura que le cubría la cara. Inmediatamente cogió su mochila, bajo la mirada cautelosa de Tauros mientras sacaba objetos de ella uno tras otro. Una bola de calcetines, un par de guantes de hule rosa todavía sin estrenar, un destornillador, hasta que al fin dio con lo que buscaba.

- Vulpix no se siente bien, ¿verdad? Esto ayudará. – ofreció Ash mientras sujetaba un aerosol de antídoto. Tauros miró fijamente el recipiente, pero al final asintió lentamente para darle permiso.

Ash inmediatamente roció el antídoto en Vulpix, que empezó a toser. La capa púrpura comenzó a desvanecerse junto con el veneno. Tauros continuó mirándolo por un rato, antes de darse vuelta hacia el Vulpix recuperándose. Vulpix asintió, y el Tauros también lo hizo. Con una petición no formulada, las Bolas Safari salieron volando, y ambas los capturaron. Dieciséis Tauros encontrados, y también un Vulpix. Del cual uno de sus Tauros aparentemente era el padre...

- Eso... nunca antes había pasado, ¿verdad? – le preguntó Ash a sus dos Pokémon. Mientras lo veían curiosidad, decidió elaborar más. – ¿Acaso los Tauros tuvieron hijos? ¿Había legiones enormes de huevos que todos ustedes tuvieron y nunca supe de ellos? Quiero decir, mencionaste a Azu...

- Pika. [Dije que TAL VEZ yo haya sido su padre. Francamente no tengo idea. Y no, el Profesor Oak fue muy claro en asegurarse de que los Pokémon no se reproduzcan fuera de control sin el permiso expreso de sus entrenadores.]

- ¿Y cómo hizo eso? – preguntó Ash. ¿Les daba conferencias sobre la muerte o algo así?

- [¡Con drogas!] – La respuesta de Pikachu hizo que Ash y Roggenrola se alejaran del ratón. – [Te aseguro que eran legales, y esas no existen en esta línea temporal. Bulbasaur confirmó que en parte esa es la razón de que tenga un cuarto gigante lleno de huevos de Pokémon.]

Oh sí, estaba eso, ¿verdad? Probablemente debería asegurarse que el Profesor Oak le dijera de cualquier huevo proveniente de sus Pokémon. No quería terminar de vuelta en Kalos otra vez solo para volver y descubrir que tenía a todos los Pokémon en el Pokédex de Kanto sin darse cuenta. Justo entonces, la imagen de esa muy extraña imagen mental siguiendo tal revelación terminó cuando el bulto sensor de Roggenrola volvió a vibrar.

- [No me tomó mucho aprender a reconocer las estampidas de Tauros, y oigo una muy grande en aquella dirección. Síganme.] – Y con esto, fueron tras ella.

(--0--)

Entretanto, con Red y Yellow...

El ojo de Red se movía con un tic. Su mano temblaba, tratando de manera indecisa de agarrar una Bola Safari pero su otro brazo la retenía. El impulso de capturarlo, y la lógica de no molestarse, se encontraban en guerra dentro de él, y eso lo enloquecía. Yellow no se veía afectada por sus preocupaciones, y en vez de eso miraba lo que habían encontrado con asombro.

- ¡Un Snorlax! – declaró mientras los dos veían el enorme cojín viviente dormido en el medio de un bosque deshojado.

- Sí... – dijo Red con la voz ahogada de frustración mientras Yellow lo veía extrañado. Pikachu se había movido al hombro de ella un poco antes al ver su locura, y lo miraba con compresión de su dilema, pero seguía siendo incómodo.

- ¿Por qué no estás capturándolo? No solo está dormido, ¿no se supone que los Snorlax son superpoderosos e increíbles?

- También... comen demasiado. – señaló Red mientras Yellow lo veía extrañada de nuevo.

- Igual nosotros, y eso nunca ha sido un problema.

Red señaló hacia el bosque que los rodeaba mientras Yellow veía los árboles sin hojas, los arbustos de bayas arrancados de raíz, y los hongos hechos pedazos. Lo vio todo por un momento, y sus ojos se ensancharon.

- Espera, ¡¿estás diciendo que ese Snorlax se comió todo lo de aquí?!

- Probablemente. – declaró él mientras continuaba viendo al Snorlax, con el argumento de inmenso poder contra inmenso costo todavía resonando dentro de él. Yellow se pellizcó los labios mientras miraba el bosque que le había servido de bocadillo a Snorlax.

- ¿No sería posible mantener a Snorlax en su Pokébola por largos períodos de tiempo?

- Lo es, y tal vez termine comiéndote vivo un Snorlax hambriento en el momento que lo saques. – dijo Red, recordando esa historia que había escuchado. Era solo una historia porque el sistema digestivo de Snorlax no dejaba rastro de lo que se comían, ni siquiera los huesos. Y la madre de dicho entrenador seguía esperando que solo estuviera desaparecido.

- Oh... bueno, ¿qué tal si solo lo dejamos comerse todo a su alrededor, como lo hizo aquí? ¿Eso podría funcionar? – sugirió Yellow mientras Red miraba a su alrededor.

Esa... era una opción. Podría alimentar primero a todos sus Pokémon, y luego dejar salir a Snorlax y dejar que se comiera todo el forraje a su alrededor. Los dos permanecían en movimiento así que eso no sería un problema, y los Pokémon tipo Hierba eran buenos para restaurar los bosques... aunque se veía a sí mismo metiéndose en problemas si lo dejaba salir en áreas urbanas. Podrían terminar arrestándolo si dejaba salir a Snorlax en el medio del sistema de parques de Celadon y se comía todo lo que veía.

- "Mis Pokémon se quedan en el laboratorio del Profesor Oak cuando no los estoy usando. Es un lugar enorme donde pueden volverse más fuertes y los cuidan expertos. Hasta ayudan con la ciencia, aunque no tengo idea de cómo." – Las palabras de Ash de su conversación durante la cena resonaron en sus oídos mientras una oleada de indignación lo recorría.

Oh, por supuesto. El entrenador que no veía que valiera la pena luchar contra las personas de manera apropiada resultaba ser amigo de una persona que podría fácilmente acoger y alimentar a un Snorlax. Maravilloso. Los entrenadores normales tenían que trabajar con sus Pokémon en rotación, requiriendo que las Pokébolas se bloquearan y quedaran inactivas cuando no estaban en uso, mientras él podía dárselos a un viejo para que pudieran entrenar por su cuenta.

Ahora que lo pensaba, ¿Gary no hacía lo mismo, y posiblemente también Paul? Él también tenía un Pokédex, si lo que Ash había mencionado era cierto, ¿también tendría alguien a quien enviarle sus Pokémon para que entrenaran por su cuenta? Qué injusticia. Parte de Red ahora solo quería capturar al Snorlax para que Ash no pudiera hacerlo. Eran muy raros, y no había razón para darle otro Pokémon poderoso que pudiera utilizar para abrirse camino esforzándose a medias a través de todo.

- ¡Red! – le gritó Yellow, sacándolo de su trance.

Al voltear, se dio cuenta de que la chica lo veía con molestia. Pero al menos su Pikachu parecía estar de su lado en esto.

- Ya veo tu postura, otra vez estás molesto con Ash, ¿verdad? Él ni siquiera está aquí, Red, no tienes por qué pensar en él. – Miró hacia el Snorlax con el cejo fruncido antes de voltear en su dirección. – Te lo juro, Ash puede ser un idiota que cree que hacer lo mejor que puede es hacer trampa, ¿pero qué te hizo ahora? ¿Es porque conoce a un anciano que puede alimentar a Snorlax por él? Honestamente, si captura a este Snorlax y hace eso, ¿no estaría aprovechando sus ventajas?

Red abrió su boca para refutarle, pero se detuvo al darse cuenta de que Yellow tenía razón. Si Ash hacía eso estaría comportándose correctamente. No estaba seguro de que si hiciera eso con sus capturas, y no con las batallas, sería hipocresía propiamente dicha. Era... un fastidio. Un fastidio encima de la frustración que sentía por la pregunta de Snorlax.

- Sí, el entrenador nativo de Pueblo Paleta es muy frustrante, ¿verdad? Tan perfecto y a la vez tan imperfecto.

La nueva voz en el área atrajo la atención de ambos hacia el todavía durmiente Snorlax, sobre el cual estaba sentada una chica, mirándolos desde la cima de la barriga gorda de la bestia que roncaba. Tenía cabello verde corto en un estilo que Red no podía identificar, aunque esas cosas no le importaban. Su camiseta era blanca y sus pantalones eran azules, y tenía una figura delgada. Sus ojos eran su rasgo más notable: uno era marrón como chocolate, y el otro negro como la noche.

- ¿Quién eres tú? – preguntó Red. Le habría preguntado cómo era que conocía a Ash, pero eso no podía importarle menos. Estaba más interesado en cómo una chica había podido aparecer así tan de repente detrás de él. Pikachu tampoco la sintió acercarse. Nadie podía ser así de sigiloso. Ella le sonrió mientras levantaba su dedo y sus ojos brillaban de azul. Una Bola Safari voló en su dirección también brillando de azul mientras la sostenía en la punta de dicho dedo.

- Mi ojo izquierdo me permite ver el pasado exacto, y el derecho me permite ver los posibles futuros. Creo que eso es todo lo que necesitas saber aquí, pero respecto a quién soy, puedes llamarme Naty.

- Muy bien, ¿pero qué estás haciendo aquí? – insistió Red de nuevo mientras la chica continuaba girando la Bola Safari, ignorando las mejillas echando chispas amenazadoramente de Pikachu.

- Bueno, estaba pensando en involucrarme un poco más desde hace tiempo, y resulta que noté que alguien mucho menos agradable que yo también anda por ahí. Ahora está en otra parte, pero tú empiezas a sobresalir, y tanto tú como Ketchum han dado buenas impresiones.

- ¿Te importaría elaborar? – preguntó Red. Ella se encogió de hombros.

- Por desgracia, hay un límite de cuanto puedes saber sobre organizaciones misteriosas antes que te topes con los hombres que limpian los desastres, o algo peor. Aun así, puedo decir que el grupo, o al menos para el que trabaja su pequeño espía personalmente, cree que tú o Ketchum podrían ser excelentes candidatos para un proyecto personal suyo, y creo que es justo ayudarte a que elimines esa ventaja que ese chico raro tiene sobre ti.

- ¿Hoy es día de meterse con Ash? – dijo Yellow sarcásticamente mientras Naty volvía a encogerse de hombros.

- Por alguna razón, mirar en su pasado se hace borroso y confuso, y no me entusiasma mucho lo que veo en su futuro. Podría lograr cosas extraordinarias, pero todas mantienen el mundo en el mismo camino en el que está ahora. Mejora las cosas imperfectas, pero se mantienen así, imperfectas. Tú, por otro lado...

- Si estás viendo el futuro de Red el político, no lo conseguirás. – declaró con seriedad Red mientras Naty se reía.

- Eso no es lo que estoy viendo. No, estaba pensando en algo más. Algo más que ser el ganador de una liga, o de ser declarado Campeón. Quiero verte llegar allí, Red, y estoy aquí para ofrecerte algo de ayuda. – De su bolsillo algo salió volando a toda velocidad hacia él. Red lo atrapó entre sus dedos, y se quedó viéndolo.

- ¿Un Pase Arcoíris? – observó Red mientras Naty asentía.

- Sí. Esto te permitirá viajar a cualquier lugar en mis nativas Islas Sevii, donde yo y el resto de mis asociados trabajamos. Tenemos un pequeño lugar que nos gustaría que encuentres. Está algo desviado del camino, pero valdrá la pena si te animas a buscarlo. No solo hay formaciones rocosas hechas de un mineral que contrarresta los limitadores de las Pokébolas, lo que le permitiría a tus Pokémon tener la misma libertad que los de Ketchum, sino que mi amiga Meg se asegura de que el lugar nunca quede desecho. Con un solo respiro puede revitalizar cualquier planta y dejarla como nueva. Por supuesto, a mí tampoco me faltan beneficios adicionales.

Levantó una piedra redonda marrón y gris con su telekinesis, y Red la vio con sorpresa.

- Esa es...

- Una Mega Piedra, sí, específicamente una Kangaskhanita. Puedo ver que estás buscando uno de ellos aquí, y este es el incentivo para hacerlo, así que búscanos cuando hayas terminado aquí. Con gusto cuidaremos de tu Snorlax hasta entonces.

Dicho esto, dejó caer la Bola Safari sobre Snorlax. Esta rebotó sobre la grasa de la bestia, antes de abrirse y atraparlo adentro. La bola empezó a sacudirse, pero ella la mantuvo en su lugar con su mente antes de desaparecer de repente. Teletransportación.

- ... No confío en ella. – dijo directamente Yellow, mientras Red miraba fijamente el sitio donde Snorlax y Naty se encontraban unos segundos antes. Luego miró el boleto otra vez.

- Vermillion. – dijo al notar la ciudad portuaria de Kanto listada en él, mientras Yellow lo veía con preocupación, al igual que su Pikachu.

- Red... ¿por qué quieres ir tras esa chica que dijo cosas crípticas sobre tu futuro? Para mí eso es una enorme bandera roja. – dijo Yellow mientras Red hacía algunos cálculos mentales.

- Entre este lugar y Vermillion fácilmente puedo enfrentarme a varios gimnasios. No es la gran cosa, pero podría ir rápidamente y regresar para un último a buen tiempo.

- De nuevo, ¿estás seguro que quieres seguir a esa chica escalofriante que se teletransporta solo porque habla de un posible futuro que quiere que te suceda? – le recordó Yellow, pero él se encogió de hombros.

- El futuro es mío para formarlo. Ella puede señalarme en cualquier dirección que quiera, incluso política, y puedo simplemente decirle que no si es algo que no quiero. Jugar su juego me dará beneficios y cuando quiera ir a algún sitio que yo no quiera, simplemente puedo negarme. Tan sencillo como eso.

Y con eso, Red siguió adelante, seguido por Pikachu. Todavía tenían que encontrar un Rhyhorn y un Kangaskhan después de todo. Yellow lo siguió poco después, y él sospechaba que ella todavía no estaba del todo convencida de sus planes.

(--0--)

De vuelta con Ash...

Siguiendo a Roggenrola pasaron por muchas explanadas de la Zona Safari. Tuvieron que saltar por ríos, grandes agujeros y Ash tenía que cargar a Roggenrola al momento de saltarlos. Charizard tuvo que salir para quemar una pared de espinas que les estorbaba en el paso, todo el tiempo molesto de ser utilizado como un par de tijeras de jardinero glorificado, pero Ash le prometió un rol en la próxima batalla de gimnasio para aliviarle los nervios.

Fuera de ciertos problemas, por supuesto: con la existencia de versiones en Alola de Pokémon contra los que sabía que le gustaría tener algo para combatir, en caso de encontrarse con algún tipo de Onix Alolano que fuese tipo Veneno/Roca o algo por el estilo. Ya que en ese momento no se encontraba en riesgo de nada, le daba tiempo para planear.

El siguiente gimnasio era de tipo Veneno... y en Kanto eso quería decir que podía ver algo relacionado a Bulbasaur, Weedle, los Nidorans, Ekans, Koffing, Zubat, Oddish, Venonat, Bellsprout, Tentacool, Gastly y Grimer... y eso era sin pensar en nada sobre Johto. Pensándolo bien, Kanto tenía muchos Pokémon tipo Veneno. Podría jurar que se volvieron mucho menos comunes en otras regiones. En Johto usualmente eso solo quería decir Qwilfish o Spinarak.

Aun así, con esos Pokémon Butterfree sería una elección definitiva. El Psicorrayo sería de ayuda, y Pikachu por supuesto sería un buen respaldo. Charizard ciertamente podría ser uno todavía mejor dado lo que había ahí, pero eso todavía le dejaba otros tres Pokemon para tener en espera. ¿Quiénes serían las mejores opciones?

- Acabo de recibir un mensaje de nuestros amigos viajeros. Es hora de expandir tu árbol familiar. – declaró el Pokédex de la nada, causando que Ash y Pikachu se detuvieran al unísono. Roggenrola trotó unos pasos más hacia adelante antes de voltearse confusa.

- ¿Rol? [¿Qué dijo sobre un árbol?]

- Una larga historia. – suspiró Ash. – Para resumirla, parece ser que tengo hermanos de alguna manera.

- La probabilidad de similitud es de 93.53%. Se requiere una prueba genética para confirmar, pero estoy esperando actualización para eso. – dijo el Pokédex antes de mostrar la imagen de una chica.

A diferencia de él y Red, su pelo no era negro, sino de un color más parecido a la miel, llevaba puesta una falda larga blanca y una blusa rosa. Tenía los ojos rojos igual que Red y Belladonna, pero sin marcas en las mejillas. Igual que con Cleff, la pantalla mostraba medidas a su lado que incluían su peso y estatura. De nuevo, una chica alta, bastante alta.

Ahora que lo pensaba, ¿era eso común? Antes que el tiempo se rompiera él no era tan alto. ¿Sería cosa de la edad o de esta nueva realidad? ¿Habría cambiado de padre o algo así? Aunque ya su mente no estaba tan confusa como hacía tiempo, la identidad de su padre antes de que el tiempo se rompiera nunca había sido tan importante, pero todavía lo eludía. Estaba seguro de que alguien podía darle demasiada importancia si pensaba demasiado en ello.

Y también, al igual que todas sus posibles hermanas, era... bien dotada. Considerando que Yellow era mucho más joven que todas ellas... Y ahora que lo pensaba, ¿qué tan jóvenes serían? Si alguna vez se topaba con una de esas guarderías con las cuales se solía topar ocasionalmente y le pedían que les mostrara a sus Pokémon, ¿habría niños de cinco años que se verían como él en esos lugares?

- Rol. [¿Qué son esas marcas que hay junto a ella?] – preguntó Roggenrola, refiriéndose a los números. Pikachu se los tradujo, antes de hacer gestos de comparación. Roggenrola silbó, lo cual sonó bastante raro.

- Ahora que ya se comunicaron, y que todavía necesito aprender como traducir su lenguaje para propósito de recolección de datos, permítanme reportarles la información enviada por Gardevoir y Probopass potenciada gracias a mi buscador. Ejem, ejem.

¿Eso era necesario? ¿Qué lograba el Pokédex haciendo una tos falsa?

- Meliae es nativa de Johto, aunque sigo buscando una ubicación de su... la encontré. Es nativa de Ciudad Cherrygrove, aunque tengo dificultades para encontrar más información sobre ella aparte de eso. Es de tu edad, a diferencia de Cleff y Belladonna, y comenzó con un Teddiursa. Una gran mayoría de sus Pokemon son de aquellos que viven en los árboles o se sienten atraídos por la miel, incluyendo un Aipom, Heracross, Munchlax, Gligar, Fearow, Exeggcute, Natu y Beedrill, aunque extrañamente mis registros tienen este último como una captura en el Parque Nacional tras un exitoso desafío al Gimnasio Ecruteak, un concurso que aparentemente perdió contra un Venonat. Tiene seis medallas de gimnasio, entre ellas Zafiro, Colmena, Niebla y Mineral. Aparentemente desafió a Whitney, pero fue derrotada y no lo volvió a intentar desde entonces.

Así que Whitney seguía tan dura de vencer como siempre. Aunque él no estaría de acuerdo con no regresar a volver a intentarlo.

- Aparentemente se la pasa por ahí cuando no tiene un destino específico, y hace la mayor parte de su entrenamiento Pokémon en un valle que hay en la Ruta 46.

El Pokédex ahora mostraba la imagen de un valle en un área de colinas, aunque un extremo de dicho valle terminaba en un enorme risco que se veía peligroso si te caías de ahí. Estaba lleno a tope de árboles, y no estaba seguro de dónde podría quedarse en ese lugar. ¿Habría construido una casa también, o utilizaba Poder Secreto igual que Psyduck para hacer una base secreta? Y hablando de poderes secretos...

- ¿Alguna idea de lo que hace? – Justo ahora no tenía idea, y por el momento todo lo que tenía era una asociación con los árboles y la miel. ¿Tendría una habilidad excelente para darles cabezazos, o acaso segregaba miel? Ash no sabía cuál de las dos opciones lo ponía más nervioso, si el dolor de golpear los árboles con el cráneo o echar miel por los poros.

- Hasta ahora no que haya obser...oh, actualización de datos. – El Pokédex guardó silencio por un momento antes de continuar. – Información encontrada. Se acaba de tropezar con una roca hace apenas unos segundos. Después de maldecir empezó a brillar de blanco y la piel herida volvió a sanar de inmediato. Dado que el efecto del brillo se debilitó por un momento después que una nube cubrió el sol, podemos identificarla como una bloodliner de tipo Técnica Síntesis.

Así que podía curarse. Una habilidad útil. Pero antes que nada, necesitaba saber algo más.

- ¿No tiene órdenes de arresto? – Roggenrola lo miró extrañada por eso, pero necesitaba saberlo.

- No, ninguna, no hay registros de comportamiento criminal. Tampoco hay sospechas de casos de asesinatos o robos.

Ash habría celebrado de alivio si no estuviese agregando más terroristas o gente que consideraba inmoral a su árbol familiar, pero tenía que estar seguro de una última cosa. Habría dicho que dos si no hubiese observado que obviamente no estaba muerta. Aunque no necesitaba saber que su familia estaba llena de ramas por todos lados, preferiría saber que no todos habían sido asesinados.

- ¿Y tampoco tiene un montón de novios o novias con las cuales vive? Dos hermanos polígamos ya son suficientes para mí.

- Polígama... no es la palabra que yo usaría. – El Pokédex hizo una pausa antes de continuar, mientras Ash sentía un tic en su ojo. Trató de no fijarse que a Pikachu no le molestaba ese punto, y tampoco Roggenrola, que todavía seguía confusa.

- ¿Entonces cuál palabra usarías tú? – Ash estaba listo para aprender de otro mundo del cual prefería no saber nada, de no ser porque Cyrus había decidido acabar con toda la eternidad.

- En contexto, abierta. Posiblemente casual sería aceptable. Las observaciones de Gardevoir muestran que la chica, aunque no está en una relación seria, tiene ocasionales encuentros de una noche con gente que conoce en bares y durante sus viajes. Antes que preguntes, sí toma bien sus precauciones así que no te preocupes de tener sobrinos o sobrinas.

Ash decidió ignorar la parte de que algún día la gente lo llamara "tío Ash" por un momento antes de quedarse viendo fijamente al Pokédex en blanco por un momento, antes de suspirar.

- ¿Eso es legal?

- Sí, aunque se ve con gran desaprobación social en algunos círculos. – respondió. Ash abrió los brazos violentamente mientras daba su opinión al respecto.

- ¿Sabes qué? Está bien. Puedo aceptar eso.

- ... Acabas de tirarme en un arbusto. – se quejó el Pokédex desde un arbusto espinoso.

- Perdón. Eres a prueba de fuego, ¿verdad?

- Si digo que no, no me vas a dejar aquí, ¿verdad?

(--0--)

En otra parte, con Iris...

Después de andar por su cuenta por un largo rato, Iris imaginó que no haría daño pararse a tomar un respiro, y tal vez hasta comer algo. Ella y Axew se detuvieron a coger algunas manzanas de un árbol, y guardaron unas pocas para los demás cuando los vieran más tarde.

Aunque estaba disfrutando de su pequeño tour por esta llamada Zona Safari, solo había venido porque creyó que sería una buena oportunidad de volverse más fuerte, pero no había tenido mucha oportunidad de entrenar o pelear. Por otra parte, no se había sentido tan como en casa desde que conoció a Ash, y balancearse en lianas y saltar de árbol en árbol le traía recuerdos de su familia, y de lo mucho que los extrañaba.

- "Todavía están allá afuera, y los encontraré. Un día. Hermano, madre, padre, todos, los rescataré pase lo que pase."

Era reconfortante saber que no estaba sola en su cruzada. Ash y las otras siempre habían estado dispuestos no solo a ayudarla a hacerse más fuerte, sino a apoyarla y estar a su lado cuando llegara el momento de confrontar a la Cazadora J. Eso significaba mucho para ella. Dicho eso, incluso si el torneo había sido un buen entrenamiento, sentía que no tenía mucho sentido haber venido aquí después de todo. Al menos Misty quería capturar más Pokémon de Agua y Ash estaba... buscando lo que fuera que quería encontrar. ¿Pero qué había de ella, Iris?

- ¿Axew? – De pronto su pequeño hermanito dejó de comerse su manzana al oír unos ruidos en el suelo, y unos segundos después, algo emergió de debajo de la tierra.

- ¿Gible? – El pequeño tiburón terrestre miró al dragón unovano, lo olfateó y de repente empezó a morderle la cabeza.

- [¡Hey! ¡Quítate de encima! ¡Hermana!]

Iris saltó fuera del árbol y vio a los dos Pokémon en lo que parecía, para uno, una pelea juguetona, y para el otro, un fuerte dolor de cabeza. Rápidamente intervino para separarlos. Ninguno estaba herido, pero Axew se veía notablemente enojado y no disfrutó de ese juego.

- Ya basta. – dijo la chica dragón en tono severo. – A mi hermanito no le gustan esa clase de juegos.

- [¿Hermanito?] – dijo Gible, e Iris se dio cuenta de que si podía entenderlo, debía de ser un Pokémon de tipo Dragón. – [Pero si tú eres humana.]

- ¿Los humanos pueden hacer esto? – Para probar su punto, Iris levantó su mano izquierda, y unas garras de energía draconiana azul aparecieron en ella, sorprendiendo al recién llegado Pokémon. – Eres un Pokémon Dragón, ¿verdad? Si ese es el caso, tú y yo tenemos mucho en común. Me llaman Iris, ¿quién eres tú?

- [Soy Gible. ¿Eres amiga de ese otro humano que vi hace poco? Me pareció que estaba buscando algo.] – dijo Gible. El dex secundario inmediatamente intervino.

- Puedo confirmar que este es el mismo Gible que mi dueño dejó escapar hace poco. Este es un Pokémon de tipo Dragón muy raro nativo de la región Sinnoh, y si lo dejas ir ahora, estaré extremadamente decepcionado.

- Sí, sí. – dijo Iris. Todavía no se había acostumbrado a las intervenciones de la máquina, oportunas o no. – Así que no eres de Kanto. ¿Los humanos te trajeron aquí? Estamos muy lejos de Sinnoh.

A unos cuantos días volando, de hecho. Se volvía aburrido después de un tiempo. Misty una vez le dijo que los humanos a veces observaban las nubes para pasar el tiempo, pero ella no le veía lo divertido. Una nube era una nube.

- [Sí, y no sé por qué. Habíamos muchos de nosotros en una cueva, y un día llegaron un montón de ellos y se llevaron a varios de nosotros.] – dijo Gible. – [Dijeron algo de suelo, y después me dejaron tirado aquí afuera, y solo vienen cada tantos meses a poner unos palos extraños en el suelo. Y saben horrible.]

- Así que... también estás lejos de casa. – Iris de pronto sintió que podía simpatizar con el pequeño tiburoncito. – ¿No te sientes solo?

- [A veces.] – admitió Gible. – [Este es un bonito lugar para vivir, pero a veces extraño a mi familia. También me gustaría ver más del mundo. Seguro hay lugares más cálidos.]

- Conozco ese sentimiento. – dijo Iris, sonriendo con algo de tristeza. – Todos en mi familia son Pokémon Dragones. Seguro que encajarías muy bien, y podrás ver el mundo entero.

- [Oh no, hermana. Por favor dime que no estás pensando en llevártelo.] – dijo Axew, todavía frotándose la cabeza por esas mordidas.

- Él no quería lastimarte, ¿verdad? Solo se alegró de encontrar un amigo con quién jugar. – dijo Iris mirando a Axew, que no se veía muy convencido. Pero si su hermana mayor decía que el chico nuevo estaba bien, no iba a discutir. – Y dime, ¿te gustaría venir con nosotros?

Gible asintió felizmente, y con eso Iris levantó a ambos Pokémon tipo Dragones para metérselos en su cabello, mientras empezaba a enfocar sus pensamientos.

- "Anabel, ¿podrías decirle a Ash que me traiga una Bola Safari? Creo que encontré un nuevo amigo que me gustaría llevarme."

(--0--)

Poco después con Misty y Anabel...

- ¡Sea!

La exclamación del gran pez resonó por el arroyo mientras la caña de Misty lo jalaba fuera del agua con toda su fuerza. Momentos después, una Bola Safari le dio en el costado y lo absorbió. Mientras lo hacía, Anabel se llevó un dedo hacia su sien. La bola desapareció justo en cuanto Anabel caminó hacia ella, estirando la mano.

- Iris encontró algo.

- ¿En serio?

Misty tenía curiosidad de qué podría haber encontrado. Un instante después de agarrar la mano que Anabel le ofrecía, las dos se encontraron bajo un árbol de manzanas, y a Iris comiendo de él. Al igual que Axew, que se ocultaba detrás de su pierna, y otro Pokémon, que también comía una manzana mientras las miraba con cautela.

- ¿Quién es ese Pokémon? – Una vieja frase de un show para niños, pero era la pregunta del momento.

- Gible, un Pokémon generalmente encontrado en Sinnoh, Kalos y Alola. Generalmente vive en cuevas y desiertos, y basado en lo que mi yo enlazado pudo sacarle a la chica alta... – Misty asumió que el mono-dex seguramente le insistió hasta que cedió – fue traído aquí a la Zona Safari para ayudar en experimentos de composición de suelo. Bolsas de aire, cantidad de materia orgánica, sal, arcilla y arena, la antigüedad del suelo, etc.

- ¿Y para qué querría alguien saber eso? – La confusión de Anabel fue tanto externa como en sus pensamientos, ya que se rascó la cabeza para comunicarlo. Normalmente el Pokédex podría notarlo, pero una extensión mono-dex no podía, así que Misty lo tradujo para que pudiera explicar.

- ¡El suelo es de gran importancia para todo! Tal investigación ayudaría a mejorar las construcciones de edificios, estabilidad de fundaciones, la agricultura...

- Toma. – Misty interrumpió la fanfarria del mono-dex mientras le tiraba a Iris una Bola Safari. – Hice que el Pokédex la sincronizara a ti en vez de a mí o a Ash. Debería funcionar.

Iris se arrodilló frente al Gible, que seguía nervioso por todo lo que parloteaba el mono-dex. Cuando llegó a un crescendo sobre la edad del suelo (¿el suelo tenía edad?), Gible tocó la bola para salirse del alcance del mono-dex. La bola se abrió y fue succionado adentro, descansando en la mano de Iris mientras Axew dejaba salir un suspiro de cansancio. Seguro había alguna historia allí, pero eso no era aquí ni allá.

- ¡Vee!

Un llamado sonó desde el árbol, interrumpiendo no solo al mono-dex, sino a todo el foco de la captura de Gible. Una criaturita de pelo marrón se asomó de entre las hojas del árbol, mirándolos con unos grandes ojos marrones llenos de curiosidad

- Un Eevee. Un Eevee salvaje ha aparecido. – dijo el mono-dex que tenía Misty.

- Un Pokémon muy raro. – dijo el de Iris.

- Tiene...

- ... que ser...

- ... capturado.

- ¿Quieres una manzana? – Anabel, en medio de la explosión de deseo de captura de los dos mono-dexes, tomó una de las manzanas de Iris telekinéticamente y la sostuvo frente a la pequeña criatura tranquilamente. El Eevee dio un gritito de entusiasmo mientras saltaba del árbol hacia el hombro de Anabel. A esta le dolió un poco el aterrizaje, pero aun así sonrió colocando la manzana para que el Eevee pudiese comerla con mucho apetito.

Misty habría preferido que el Eevee fuera hacia ella. Después de todo tenía una Piedra de Agua, pero también sabía que Anabel quería uno, y el Eevee saltó en dirección fue de ella, así que sería suyo por derecho. No le quedaba más que mantener los ojos abiertos por si encontraba un Vaporeon o algún otro Eevee en alguna parte.

- Bueno, no se les olvide meterlo en una bola cuando terminen de alimentarlo, ¿quieren? – pidieron los dos mono-dexes al unísono.

(--0--)

Mientras tanto, con Ash...

Roggenrola se detuvo al borde de un campo masivo. Ash y Pikachu se frenaron un poco más delante de ella, y ambos sonrieron ampliamente al ver lo que había en ella. Tauros. Montones y montones de Tauros. Un gran mar de los Pokémon de múltiples colas, pelaje marrón que se movía ligeramente por la brisa que soplaba mientras pastaban y resoplaban dando pisotones. Y al borde izquierdo del montón, empujándose contra otro, estaba el líder de su manada. El Tauros con el que combatió contra Drake. El que le ganó la competencia en Palmpona, y le ayudó en sus combates con Gary y Anabel.

- ¡Brooo!

Tan fuerte como siempre, Tauros embistió a su rival antes de lanzar un bramido de victoria mientras el Tauros perdedor, al cual Ash reconoció como otro miembro de su manada, se dejó caer derrotado. Al terminar su bramido, Tauros resopló antes de volver a pastar. Con mucha calma, Ash miró a los Tauros tan de cerca cómo era posible, buscando mechones de pelo, cicatrices o cualquier otro rasgo que le sirviera para identificar. Vio a dos que reconocía. Tres. Cuatro...

- ¡Pikapi! [Puedo oler al resto de ellos. Todos los demás Tauros están aquí... junto con muchos otros que no son nuestros.]

¿Cuántos más eran? Este rebaño tenía catorce Tauros de su manada, pero en total parecían haber unos veinte, veintidós...

- Veinticinco Tauros contados. – le dijo el Pokédex.

Así que, si capturaba a los once Tauros adicionales, sumando a los que ya había capturado... eso quería decir que el Profesor Oak se encontraría con cuarenta y cuatro Tauros correteando por su campo en manada.

- Le agrado al Profesor Oak, ¿verdad? – Ash se imaginó que debía verificar esto.

- Has sido un excelente estudiante, un buen sujeto de pruebas y un ser humano que no se inclina a volverse misantrópico. Le agradas perfectamente. – dijo el Pokédex antes de pausarse por un momento. – Vas a capturarlos a todos, ¿verdad?

- Sip.

- ¿Debería cargar a tus finanzas algún regalo para disculparte de antemano por cualquier daño que sin duda van a causar? ¿Tal vez una buena bandeja de quesos exóticos de las cuatro esquinas de la tierra?

- ¿Crees que sea necesario? – preguntó Ash. ¿Sería suficiente ese queso para disculparse por las cercas rotas?

- No haría daño. Además, el hombre accidentalmente perdió el control remoto mientras estaba viendo el canal Food Network y ahora tiene antojos de queso.

- ¿Puedo pagarlo?

- Ash, tus fondos por tus ganancias en los torneos y varios otros medios financieros que sabes y que no sabes que posees sugieren que podrías fácilmente competir contra tu medio hermano en el juego de construir una casa. Claro que puedes pagar un buen cargamento de queso cheddar.

Qué bueno saberlo. Aunque no tenía ganas de construirse una casa, tal vez eso no fuera cosa de familia.

- Entonces ordena ese queso. – declaró Ash tomando una Bola Safari.

Después una segunda con su otra mano, y tenía más y más listas. Las Bolas Safari comenzaron a volar como una tempestad, y cinco minutos después, todo el campo quedó desierto de todos los Tauros, y Ash yacía en el suelo totalmente exhausto. Una sonrisa se formó en su cara al sentir que había completado su tarea. Todos sus Tauros habían vuelto con él. Ya no se irían. No los perdería como a Primeape.

Estaban a salvo. Todos en Kanto estaban a salvo a excepción de Primeape. Y Haunter, pero si Ash contara a Haunter tendría que contar también a Meloetta. Y además, la realidad parecía tener su manera de asegurarse que sus viejos Pokémon aparecieran. Si Krabby saltó hacia él desde el agua, y Muk fue controlado mentalmente para que lo atacara con desechos, pero Haunter nunca apareció... bueno, eso era todo. Y el Haunter de Red no era el mismo, así que no tenía de qué preocuparse.

- Pi. [Ash, se te fue un poco la mano.]

Excepto la posibilidad de haber capturado más Spearows. Ash se levantó con esfuerzo, y de pronto sintió un objeto antinatural en su dedo meñique izquierdo. Lo agarró mientras se ponía en posición sentada y vio a lo que Pikachu se refería. Tenía una Bola Safari más de lo que necesitaba, para un total de veintiséis. ¿Y qué haría con ella?

- [Bueno, siempre quisiste atrapar aquel Rhyhorn.] – sugirió Pikachu. Era cierto.

- ¡Me pareció oír muchas Pokébolas por aquí! – La voz de una niña llamó su atención. En eso apareció Yellow, mirando con curiosidad por todo el campo. – ¿Qué estabas capturando que usaste tantas? No fue un montón de Chanseys, ¿verdad?

- No. – dijo él. Estaba seguro de que los Chanseys no viajaban en grupos.

- ¿Oh, entonces eran Dratinis? Acabo de recordar que mi tío mencionó que los había aquí y Red ha estado buscando uno de ellos desde que conseguimos todo lo que él estaba buscando, además de un Parasect.

- No he visto ninguno. – dijo Ash. ¿Estaba mintiendo considerando que sí los había visto, pero en otra línea temporal? De cualquier manera, no iba a decirle nada. Independientemente de sus problemas con Red, había prometido que nunca revelaría que los había, y mantendría su palabra.

Con todo lo demás que había pasado en su vida, no quería arriesgarse a que Kaiser pudiese volarlo a través del tiempo y el espacio de un disparo por romper esa promesa. Y considerando que Celebi seguía por allí, ciertamente era posible. Aunque eso lo dejó con una extraña imagen mental de un viejo vaquero enfurruñado cruzando el tiempo y el espacio con Celebi cargándolo de los hombros. Yellow notó a Roggenrola a su lado y ladeó la cabeza con curiosidad.

- ¿Quién es este Pokémon?

- Roggenrola, el Pokémon manto. Se encuentra normalmente en Unova, Kalos y Alola. El cuerpo de Roggenrola es básicamente una gran oreja y genera energía desde el núcleo central. – El Pokédex respondió la pregunta con mucho más entusiasmo que antes. Así que también los había en Alola... ¿acaso también tenían cuellos largos o cejas gruesas?

- Escuché que había Pokémon no nativos en este lugar, pero solo vi evidencia de uno, hasta ahora. Un Dunsparce, el cual no tenía interés en capturar.

Red acababa de llegar, poniéndose encima de Yellow por detrás, mientras miraba en su dirección. Ash le devolvió la mirada, viéndolo directo a los ojos. Las emociones de su encuentro pasado, incluso con algo de retrospectiva y pensamiento, todavía se revolvían en su interior como una licuadora caótica. Con un poco de incredulidad del tipo "¿No quieres un Dunsparce?" añadida para el toque final, como probablemente diría Cilan. Roggenrola miró a Red con confusión.

- ¿Rol? [Sé que los humanos dicen que los Pokémon nos parecemos, pero ese chico se parece mucho a Ash, ¿no?]

- Pi. [Probablemente sean medios hermanos, resumiendo la larga historia.]

Ante el comentario que se le salió a Pikachu, el Pikachu de Red se bajó de su hombro y se acercó a los dos, con una expresión de curiosidad en la cara. Los dos Pikachus y Roggenrola se fueron hacia un arbusto cercano, para confusión de Red y Yellow.

- ¿Qué fue eso? – cuestionó Yellow.

Ash se quedó estático. ¿Debería decirles "Hey, todos probablemente compartimos el mismo padre, y he estado conociendo y escuchando de otros que se parecen a nosotros, con ojos y marcas similares, y posiblemente lóbulos de la oreja"? ¿Valdría la pena si lo hacía?

Por un lado, no se sentía particularmente inclinado a llamar a Red su hermano en voz alta, y Yellow venía incluida en el paquete, según parecía. Decir que solo estaba emparentado con Yellow probablemente llevaría a que le dieran un recordatorio que Red se parecía más a él que ella. Por el otro lado, ¿qué tan probable era que vieran a otros que se parecían a él a ellos durante sus viajes? Tal vez fuese buena idea prepararlos para eso. ¿Qué decirles, qué decirles?

...

Los dos Pikachus se miraron uno al otro por un momento, Roggenrola los veía en silencio, que solo duró por unos pocos segundos. Y entonces el Pikachu que acompañaba a Red señaló a los dos entrenadores, y dejó salir un pequeño chirrido que declaraba una pregunta simple pero directa.

- [¿Qué quieres decir con que tu idiota y mi entrenador son hermanos?]

- [Él dijo que medios hermanos.] – señaló Roggenrola.

- [Un hermano es un hermano, sin importar lo que le antepongas.] – declaró el Pikachu de Red antes de volver a señalar a los humanos. – [Y no negaré que los dos se parecen. Sin embargo eso es normal para los humanos. Todos se parecen, incluso aunque el tuyo y el mío se parecen más de lo usual. ¿Pero qué te hace pensar que son hermanos?]

Y así, Pikachu comenzó a explicarle todo lo que les había sucedido. Sus encuentros con el legado de John Archer, la batalla con Belladonna, los avistamientos de Ashley, Cleff y Meliae, y los pensamientos que Ash tenía con la situación. Sobre cómo ellos eran los únicos que tenían dos bloodlines, tenían marcas similares, y a todos les parecía faltar su padre, siendo criados por una madre soltera. El Pikachu de Red guardó silencio por un momento antes de asentir.

- [Bueno, creo que eso es razonable de asumir. Esto es un poco más que solo humanos que tienen la misma cara. Red nunca tuvo nada que decir sobre un padre después de todo, no en todos los años que he estado con él. Aun así, tengo que preguntarles, ¿por qué? ¿Por qué hay tantos? Los humanos no están tan obsesionados con reproducirse como nosotros, y de hecho eligieron frenar su reproducción. Con su cultura y prácticas, ¿por qué nacieron tantos?]

- [Agrega eso a la lista de preguntas que tengo.] – suspiró el Pikachu de Ash.

- [Bueno, al menos puedes hablar con tu entrenador. Red puede entender la idea general de lo que digo, pero no puedo decirle exactamente esto. Dime, ¿qué posibilidades hay de que tu entrenador se lo informe?]

- [Yo... la verdad no tengo idea.]

...

Y Pikachu no supo si Ash decidió o no comentarle a Red sobre el asunto de la familia hasta que estuvieron a medio camino de vuelta con Misty, Iris y Anabel. La Bola Safari sobrante todavía seguía en la mano de Ash mientras caminaban los tres, él, Pikachu y Roggenrola.

- Entonces... ¿se la tiro al primer arbusto que vea sacudirse? – preguntó Ash, por su oportunidad adicional. No que no tuviera más, por supuesto, pero resultaba que le quedaba una bola en la mano y tal vez debería usarla antes que el día terminara.

- [Supongo. Pero tal vez solo te consiga un Rattata.]

- Podría hacer que eso funcione. – dijo Ash. Asumiendo que el Rattata quisiera pelear y le cayera bien, un pequeño y veloz roedor no sería un problema para trabajar.

- [Oye, ¿no sabes si hay Rattatas Alolanos?] – decidió preguntar ahora.

- Vamos a ver. Rattata Alolano, ¿verdadero o falso? – le preguntó Ash al Pokédex mientras le mostraba una imagen de un Rattata negro con un gran bigote. La imagen requirió una exclamación por la característica que esta forma Alolana compartía con otra. – ¿Otro Pokémon alolano con pelo facial? – Parecía un patrón. ¿Todos lo tenían? ¿Acaso los Tauros Alolanos tendrían barbitas? ¿Los Drowzees Alolanos tendrían esos bigotes que suelen tener los hombres de aspecto tenebroso? ¿Los Onix Alolanos tendrían patillas?

- Las cejas no son pelo facial. – declaró el Pokédex.

- Es pelo que tienes en la cara.

- Un Geodude no tiene pelo.

- Parece pelo, así que cuenta.

- No lo hace.

- Sí lo hace.

- No sabes nada de la cuestión.

- Claro que sí. Tengo cejas y tengo que afeitarme, a diferencia de ¡TIIIIIIII! – El "ti" extendido se debió a una raíz que Ash no vio, causando que se tropezara y se fuera de cara al suelo con un duro golpe.

- ¡Rol! – Roggenrola corrió preocupada junto a su entrenador, segundos después de Pikachu.

- [¿Estás bien?] – preguntó el ratón Ash gruñó mientras volvía a ponerse de pie.

- Estoy bien. Me tropezaba todo el tiempo cuando era niño. – Al mirarse los pantalones, no pudo evitar tomar una expresión algo sombría.

- Pikapi. [Tu pantalón se rasgó un poco en la rodilla.] – En efecto, había una ligera rasgadura en su rodilla derecha, rodeada por la tierra de la caída.

- Bueno, no está tan mal, supongo. – Ash se tocó el área dañada y la rodilla, verificando que no se lastimó.

- ¿Rol? ¿No tenías cosas en las manos antes de caerte?

Oh sí. La Bola Safari y el Pokédex. ¿Tendría que volver a prender algo en llamas de nuevo para recuperarlos o...?

- Claramente tu posesión de pelo facial no te previno lastimarte. – dijo el Pokédex secamente enfrente de él, a menos de un metro en el camino, libre de cualquier cosa que necesitara prenderse en llamas.

A unos metros más adelante iba la Bola Safari todavía rodando, pero se estaba deteniendo. Solo pasaría unos pocos segundos. Tres. Dos. La hierba se movió en el borde del camino y una forma salió de entre los arbustos, justo enfrente de la bola rodante. Un segundo. El Pokémon emergió totalmente de la hierba y los miró a ellos, sonriéndoles despreocupadamente.

- Chansey. – los saludó el amigo redondo de las enfermeras, aunque había algo raro con este Chansey. No era rosa, sino más bien de un color verdoso que le recordaba a Ash cobre viejo. La bola rodó hasta el pie de Chansey y este lo tocó.

La bola succionó a Chansey y empezó a sacudirse. Ash, Pikachu y Roggenrola se quedaron viendo la bola en shock mientras se sacudía... hasta que se detuvo, dio un pitido, y desapareció, rumbo al laboratorio de Oak. El camino se quedó en silencio por un momento, hasta que...

- ¡Jajajajajajaja! ¡Jajajajajajajaja! ¡Sí! ¡Sí! ¡Finalmente uno de ustedes hizo algo bien! – El Pokédex explotó en una alegría loca, expresando su entusiasmo a todo volumen por sus altavoces. – ¡Un Chansey, un Chansey variocolor! ¡Un Chansey de diferente color! ¡Qué maravillosa noticia, qué maravillosos datos! ¡Chansey es un Pokémon raro que huye fácilmente, muy rápido y carga deliciosos huevos! ¡Muchos los persiguen, pero muy rara vez alguien los captura! ¡Menos todavía a un Chansey variocolor! Como todos los Chanseys este variocolor es hembra, con la habilidad Cura Natural. Si alguna vez sufre veneno, parálisis, se queda dormida o alguna otra condición, puedes regresarla a la Pokébola para que vuelva a la normalidad. Esta Chansey tiene los movimientos Aromaterapia, Canto, Portazo y Huevo Curativo. ¡Felicidades por tu maravillosa captura, y recuerda volver a hacerlo la próxima vez que encuentres a un Pokémon tan raro y valioso!

Ash solo se quedó viendo el lugar donde había estado la bola, totalmente incrédulo, y tratando de meterse en la cabeza lo que acababa de suceder. Aunque otra pregunta le venía a la mente en este punto. ¿Qué rayos iba a hacer él con un Chansey, independientemente de su color? Podría haber trabajado bien con un Rattata, ¿pero un Chansey?

(--0--)

Al anochecer...

Aquella noche, los cuatro amigos se encontraban en el Centro Pokémon, y había en ese momento una videollamada al Profesor Oak en progreso. Dicho profesor tenía posado en la cabeza al Spearow que Ash había capturado accidentalmente.

- Bueno, ciertamente me alegro que su viaje a la Zona Safari haya resultado bien para todos. He conseguido muy buenos datos, tanto para registros como para experimentos continuos.

- Eso está bien y todo, ¿pero por qué tiene a...? – preguntó Misty mientras el profesor tomaba una expresión sombría por un momento. Spearow dejó salir un grito y agitó las alas un poco, y en ese punto la cara del profesor se relajó.

- Uno de los internos trabaja en una investigación. Se ve prometedora, pero no tiene el mejor olor, y este se filtra hasta acá abajo. Spearow está demostrando ser muy útil para mantenerlo lejos cuando hace falta. – explicó Oak.

El grupo se preguntó si un abanico no podía servir de la misma forma, pero el profesor continuó antes que pudieran sugerirle la idea.

- Oh sí, antes de que se me olvide por la emoción. Recientemente terminé de trabajar con un viejo amigo haciendo la patente y el marketing de su más reciente invento. El acuerdo resultó mutuamente beneficioso, ya que aliviará mis problemas financieros y se asegurará de que el hombre nunca tenga que trabajar un solo día el resto de su vida. Aunque creo que seguirá haciéndolo, mientras haya zapatos deportivos que se derritan con el calor. En fin, el producto pronto será exhibido en una conferencia para consumidores y entrará al mercado en unos años mientras se discuten los precios y ética al respecto, pero antes de eso se apreciaría mucho algo de prueba práctica adicional.

- Claro, ¿pero de qué clase de producto está hablando? – Los guantes H.O.P.E eran muy útiles, pero no estaba seguro de que hubiese mucha prueba que pudiese hacer si se trataba de un nuevo tipo de pasamontañas (fuera lo que fuese un pasamontañas exactamente).

- Es un gran avance en tecnología encogedora. Mi amigo recientemente descubrió el método para encoger objetos y almacenarlos en datos, similar a como lo hacen con los Pokémon. Lo ha llamado "Cápsulas de Objetos".

- ¿De verdad es la gran cosa? – cuestionó Iris.

- En la escala de grandes logros, estaría en algún lugar entre los autos voladores y la erradicación de la pobreza. – Anabel dio un ejemplo modesto de las implicaciones.

- ¿Autos voladores? – Iris no entendería por qué harían tanto alboroto por algo así.

- Pues sí, estaría en una estimación aproximada de esa clase de inventos, jovencita. Ahora mismo, el límite es un solo objeto por cápsula, pero ese objeto puede ser una casa totalmente amoblada, una carpeta con documentos importantes, o una nave espacial construida y con provisiones para un viaje de trescientos años en animación suspendida. Quizás me hayan superado en mis logros por mejorar al mundo en este momento. Sin embargo, antes de llegar a ese futuro, quisiéramos algunas opiniones de los consumidores promedio. Siendo así, me dieron cuatro paquetes para hacer la prueba, y ustedes recibirán uno de ellos.

- ¿Solo uno? – dijo Ash. Eran cuatro personas después de todo.

- Un paquete contiene más que suficientes cápsulas para todos, incluso si pierden una o dos. No, los otros juegos irán a otra parte. Gary por supuesto también recibirá uno, y recientemente me puse en contacto con Aideen y Elwood. Ambos estuvieron de acuerdo en recibir los otros dos para este propósito. En este momento están siendo enviados vía expreso corporativo, y deberían llegarles...

- Paquete para Ash Ketchum de Pueblo Paleta. Repito, paquete expreso para Ash Ketchum de pueblo paleta. – declaró de pronto una voz por los altoparlantes.

- Pues vaya, sí debió ser vía expreso. – dijo Misty mientras el Profesor Oak ladeaba la cabeza con confusión, haciendo que Spearow se cayera de su cabeza y graznara enojado.

- No, ese no fue mi envío. Eso es demasiado rápido hasta para expreso corporativo. Debe ser otra cosa. – Habría dicho algo más, pero el video terminó cuando Spearow se le echó encima al Profesor Oak por haberlo tumbado de su percha.

...

En el recibidor, Ash había recogido un pequeño paquete marrón. Se lo llevaron de vuelta al hotel para examinarlo, dado que la última vez que Ash había recibido un paquete de ese tipo, adentro había un bastón antiguo que todavía no sabía exactamente cómo activar, y algo como eso podría atraer miradas extrañas.

Cuando volvieron al hotel examinaron la casa. La caja sellada al parecer había venido desde Isla Melemele, que el Pokédex confirmó era una locación en Alola. El remitente estaba marcado como "Kahuna y Deidad Guardiana", lo que sonaba como el nombre de una banda de rock. ¿Tendría fans en la industria de la música que querían darle su propio tema musical? Sin embargo, lo que había dentro no era una cinta de prueba... si es que esas cosas todavía existían.

Adentro encontró, en medio del papel y el polietileno de empaque, un brazalete de color blanco, igual que el que llevaba Lilo, y que utilizó para crear ese ataque llamado Furia Tectónica. Pero a diferencia del de ella, Ash no veía ningún cristal en él.

- ¿Un Anillo-Z? – se preguntó. ¿Por qué le enviaría alguien uno de estos? ¿Y quién lo hizo, de paso?

La caja no tenía ninguna indicación más allá de un pequeño papel que decía "lo descubrirás más tarde" que el remitente claramente no decía su nombre más allá de un nombre de banda musical que, según Dexter, no existía. Venía de un lugar llamado Pueblo Iki, probablemente en Isla Melemele, y había sido enviado vía expreso, pero más allá de eso...

Aparentemente un Kahuna era una persona importante en Alola, algo así entre un líder de gimnasio, miembro del Alto Mando, gobernador y líder religioso. Alola aparentemente tenía unos Pokémon que se decía que eran Deidades Guardianas, y el de Melemele se llamaba Tapu Koko. El por qué iban un Kahuna y Tapu Koko a enviarle un Anillo-Z escapaba a su compresión, e incluso cómo se suponía que funcionara. Ash lo sostuvo cerca de su rostro, preguntándose si habría algún mensaje escrito en él. Tal vez "presiona una vez para crear un ataque de Tierra gigante, presiona dos veces para uno de Hierba" o algo así...

Solo para encontrarse en otro lugar en vez de su cuarto de hotel pensando en cómo funcionaría esa cosa.

...

Las ventanas de un gimnasio explotaban. Ash conocía este lugar, y este tiempo. Las miradas de miedo en su rostro, el de Misty y el de Brock. Y también el polvo que se formó tras el resquicio de ese devastador ataque.

- Ja... final del encuentro.

Y esa era la voz del Teniente Surge durante su batalla de gimnasio. La que ganó en la vieja línea temporal, ¿pero por qué estaba en...?

- ¿Qué? – preguntó Surge en cuanto el polvo se disipó, revelando a Pikachu, parado en el suelo encima de su cola como pararrayos.

- ¡Pikachu! – declaró su yo más joven con alivio, antes de sonreír y empezar a hacer una pose con el anillo en que muñeca, que esta vez tenía un cristal blanco en él. – ¡Acabemos con esto!

- ¡¿Pero qué rayos...?! – preguntó Surge al ver el anillo. Aunque Pikachu estaba exhausto, Ash empezó a posar, y el ratón hizo lo propio, siguiendo sus movimientos, y al hacer una pose sincronizada con los brazos cruzados diagonalmente, una descarga de energía viajó desde Ash hacia Pikachu.

- ¡Muy bien, Pikachu, vamos a enseñarles nuestro poder! ¡Carrera Arrolladora! – gritó su yo más joven mientras Pikachu cargaba contra Raichu en una tacleada masiva que se sintió más como un Giga Impacto mezclado con un Ataque Rápido. El ataque golpeó a Raichu en todo el centro, enviando a volar al agotado roedor evolucionado directo hacia la pared.

- ¡OH NO! – gritó el Teniente Surge, totalmente conmocionado e incrédulo.

...

La escena cambió, ahora estaba en la Liga Índigo, donde el Seadra de Mandi se movía alrededor del campo a gran velocidad, burlándose de Kingler mientras las burbujas volaban a su alrededor.

- Koo kee. – declaró Kingler mientras Seadra esquivaba un chorro de burbujas, haciendo que Ash gruñera.

- Muy bien, Kingler, terminemos esto antes que nos haga enloquecer más. ¿Estás conmigo?

- ¡Koo kee! – Kingler asintió y el joven Ash comenzó a posar con el cristal, pero esta vez era azul. Hizo más movimientos, más parecidos a olas que Kingler también imitó.

- ¿Qué rayos...? – El anunciador no alcanzó a preguntar antes de que lo completara, y Kingler recibió una descarga de energía.

- ¡Eso es, Kingler, vamos a mostrarles nuestro poder! ¡Hidro Vórtice! – Y con esto, Kingler saltó al agua, que comenzó a formar un torbellino masivo que atrapó a Seadra, poniéndolo a dar vueltas a toda velocidad antes de escupirlo con fuerza masiva, derrotado y directo hacia Mandi.

...

Una segunda escena que no pasó como debió haber sido se convirtió en una tercera, cuando Ash se encontró de vuelta en otro gimnasio conocido.

- ¡Cyn! – Y esta vez era en el de Bugsy, cuyo Scyther acababa de bloquear el Lanzallamas de Cyndaquil y atacaba a su segundo Pokémon tipo Fuego.

- ¿Cyndaquil, todavía puedes pelear? – preguntó su otro yo, a lo cual recibió un sí. Sonriendo, volvió a posar con el anillo, esta vez con un cristal rojo. – ¡Vamos a probar esto! – declaró Ash mientras comenzaba a posar de nuevo, esta vez con la palma abierta señalando hacia Cyndaquil mientras se formaba la energía.

- No sé qué se supone que sea eso, pero no vencerás a mi Scyther. ¡Usa Corte...!

- ¡Cyndaquil, vamos a mostrarles nuestro poder! ¡Explosión Cataclísmica!

Y Bugsy se vio silenciado por una gran bola de fuego y destrucción que golpeó a Scyther en toda la cara.

...

Saltaron de nuevo antes de poder ver caer a Scyther, justo a tiempo para ver la batalla en el gimnasio de Morty. Noctowl estaba volando en el aire, con un ligero brillo azul todavía a su alrededor. Gengar acababa de volverse visible de nuevo, con dolor por el ataque de área total de Confusión.

- ¡Ya lo tenemos! ¡Noctowl, hagámoslo! – Y esta vez, con un cristal rosa, su otro yo hizo movimientos como de un telépata, como lo hizo una vez con Caterpie, junto con un llamado de Disruptor Psíquico. A diferencia de aquella vez, la energía voló hacia Noctowl primero y desde allí atacó a Gengar, que comenzó a rebotar como bola de pinball contra paredes invisibles.

...

- ¿Grovyle está de pie? – La pregunta de Max le dijo dónde estaba ahora, la batalla del Gimnasio Petalburg. Grovyle temblaba mientras su otro yo le preguntaba si estaba bien.

- Ash, espera. – intervino Norman. – Es obvio que el Híperrayo de Slaking le hizo mucho daño a Grovyle. No hay por qué avergonzarse de retirarse, si se trata de la salud de tus Pokémon.

Podía ver que su yo más joven lo consideró por un momento, aunque sintió que faltaron algunas escenas antes de que Grovyle dejara salir un clamado de determinación y empezara a brillar con el poder verde de Espesura.

- Está bien, Norman, su Híperrayo de verdad nos hizo daño. Es claro que es hora de apostarlo todo en un último ataque. ¡Grovyle! – El Anillo-Z-Ring estaba de vuelta, esta vez con un cristal verde.

Empezaron las poses, dijo lo de siempre, quedó posando como un árbol antes de llamar a un Megatón Floral... y entonces una explosión masiva de color verde envolvió todo el campo. Se quedó apenas lo suficiente para ver que le había arruinado el cabello a May con ese ataque, justo antes que la realidad oportunamente lo sacara de dicho incidente y hacia...

...

- ¡Medicham, Patada de Salto Alto, una vez más!

La Frontera de Batalla, donde Snorlax luchaba contra Medicham.

- ¡Esquívala! – gritó, sonando algo extraño, incluso aunque fue más extraño que Snorlax se parara de manos con una sola mano. Medicham cayó y se golpeó mientras Snorlax saltaba sobre su yo más joven. – ¡Buen trabajo, Snorlax!

- Estoy impresionada. – declaró Greta mientras Medicham se frotaba la pierna por el ataque fallido.

- Eso no es nada, todavía no hemos empezado. – dijo su otro yo, mostrando un nuevo cristal en juego, este de un azul negruzco, parecido al color de Snorlax. – ¡Hora de mostrarte nuestro verdadero poder!

Y con más poses, Snorlax se lanzó a la carga contra Medicham, más rápido de lo que creía que Snorlax podía moverse. Pero este no era el mismo movimiento que Pikachu había usado. Para empezar, Snorlax saltó, causando que Medicham gritara de horror antes del impacto. Aunque después de que escuchó el nombre Panqueque Pulverizador, lo de horror era debatible.

...

Y ahora en el siguiente lugar.

- ¡No, Roserade! – Aparentemente Gardenia. ¿Por qué estaba saltando de esta manera de una visión a otra? Mientras la Roserade de Gardenia volvía a levantarse, era hora de volver a posar, esta vez con un cristal naranja. – No estoy segura de lo que planeas, Ash, ¡pero no te dejaré! ¡Roserade, Hoja Mágica!

En respuesta, comenzó a dar puñetazos al aire mientras la energía iba hacia Aipom e invocaba una Paliza Demoledora. Esto fue seguido por una gigantesca tormenta de puños brillantes, que hicieron pedazos las Hojas Mágicas como si fueran de vidrio, demoliendo árboles y a Roserade en su camino.

...

Y entonces se encontró...

- ¡Latios, asciende y termina con esto! – Peleando contra Tobias. Envuelto en Pantalla de Luz, Latios voló hacia el cielo, incluso mientras Pikachu disparaba Atactruenos. – ¡Desciende y arrójalo!

Y con eso, Latios arrojó a Pikachu desde lo alto del cielo, descendiendo a toda prisa y escuchando la llamada por un ataque de Resplandor Purificador, incluso mientras Pikachu caía hacia el ataque. Lo que una vez llevó a una combinación poderosa de Tacleada de Voltios y Cola de Hierro, esta vez llevó a más poses, y a un cristal amarillo.

- ¡Muy bien, Tobias, no pienso perder ahora! ¡Pikachu y yo hemos trabajado muy duro para llegar hasta aquí! ¡Trágate esto! ¡Gigavoltio Destructor!

- ¡Nunca! – gruñó Tobias mientras un enorme rayo de electricidad se formaba en el puño de Pikachu antes de salir disparado hacia el campo cubierto de resplandor púrpura.

El ataque de Latios literalmente se hizo polvo, y el Gigavoltio golpeó a Latios en todo el pecho. El golpe seco de Latios al caer derrotado fue precedido por Pikachu aterrizando encima de dicho legendario, antes de rodarse hacia la hierba, exhausto pero todavía de pie.

- ¡Increíble! ¡Con su Movimiento-Z en reserva, Ash Ketchum logra por segunda vez lo imposible! ¡El Latios de Tobias ha sido derrotado! – Y con eso Tobias recuperó a su Latios, pero antes de poder ver cuál era el tercer Pokémon...

...

Un pellizco en el cuello lo sacó de las visiones que estaba teniendo.

- Misty tiene razón, ves cosas extrañas con las Piedras Activadoras... y aparentemente con los Anillos-Z. – musitó Anabel mientras le quitaba los dedos del cuello.

- Bueno, sí me dio más que esa Piedra Activadora. Aparentemente necesito hacer una serie de poses y tener cristales para que funcione. – dijo Ash. - ¿No enviaron algún cristal?

- Nop, solo había polietileno en la caja. – Misty había volteado la caja para vaciarla, dejando solo la pila de polietileno y sin ningún cristal brillante.

- Creo que tendrás que "descubrirlo por ti mismo". – citó Iris el mensaje en la caja.

- Tal vez después de la batalla de gimnasio. – dijo Ash. Habían escuchado que la líder de gimnasio estaría de vuelta al día siguiente, y tendría tiempo de sobra de "descubrirlo" después de eso. Hacerlo ahora probablemente no serviría de nada, y le haría perder tiempo que podría aprovechar mejor. – Mañana planeo practicar un poco para la batalla en el gimnasio. ¿Quieren ayudarme?

- Claro.

- Siempre.

- ¿Por qué no? – Misty recibió miradas raras de parte de Iris y Anabel. – Oigan, si yo tengo un Tentacool, y este es un gimnasio de tipo Veneno.

- ¡Grandioso! – declaró Ash, tomando el Anillo-Z y colocándoselo en la muñeca derecha. Tal vez no fuese útil todavía, pero al menos podía asegurarse de no perderlo.

Esta historia continuará...


(*) Si desean saber qué fue de Tommy, leer el Gaiden del Chico Kangaskhan en las Crónicas de Cipher.

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