Arco de Sabrina Parte 2: La búsqueda de Ash (continúa)
En otra parte de Kanto...
Anabel había recuperado la conciencia, pero todavía necesitó apoyarse en un árbol para permanecer de pie. Teletransportarse de la manera que tenían que hacerlo era increíblemente agotador, y parecía que cada vez que lo hacía se volvía todavía más difícil. Esta vez tardó mucho más en recuperar todas sus facultades.
Tomó un profundo respiro. Cada teletransportación que hicieran requeriría más tiempo de su parte para estar lista para la siguiente. Minutos que se sumaban cada vez para poder estar en conciencia total de nuevo. ¿Cuántas veces más tendría que seguir haciéndolo antes de necesitar una hora para volver a estar lista?
- ¡Sparky, Zippo, es el huevo! ¡Creo que está por nacer!
Mirando abajo desde otro risco donde habían aterrizado, vio a uno de los hermanos de Ash de nuevo con su propio Pikachu y Charmander, mirando un huevo de color verde sólido con asombro en sus ojos. Era la segunda vez que lo veía, y su nombre era Ritchie, eso le parecía. Un chico agradable que se vestía muy parecido a Ash. Pero no era él, y cada vez que regresaran a donde se encontraba, les tomaría mucho más tiempo encontrar a Ash.
El huevo estaba cubierto totalmente en una luz brillante mientras comenzaba a tomar forma: un Pokémon con una punta en la cabeza, una cola con forma de conífera, y una panza de escamas rojas que sobresalía de su forma mayormente verde. Miró al hermano de Ash con confusión.
- ¿Lar?
- Bienvenido a la vida, pequeño amigo. Me llamo Ritchie, y ellos son mis compañeros Sparky y Zippo. – Ambos Pokémon saludaron al recién nacido. – ¿Cómo te llamas?
El Pokémon lo miró confuso, así que Ritchie se soltó a explicar un poco lo que eran los nombres y el por qué le gustaba ponérselos a sus Pokémon. Anabel sabía que a su Kadabra no le interesaba tener uno, pues se lo había preguntado hacía tiempo.
No se puso a seguir mucho la conversación, sino que se enfocó en el recién nacido Pokémon. Así que así era como los Pokémon salían de sus huevos. No estaba segura de si los rompían o evolucionaban de ellos, y se preguntó cuánto tiempo pasaría hasta que el huevo de Togepi que tenían naciera.
¿Tendría Ash la misma mirada de alegría y maravilla que Ritchie tenía en su rostro al ver nacer a su nuevo Pokémon? Ese pensamiento reforzó su determinación, y sintió cómo su cuerpo se forzaba a sí mismo a volver a moverse y quitarse el cansancio de su última teletransportación. Después sentiría los efectos, pero eso era, como acababa de decirse, para después. Ahora había una prioridad, y esa era encontrar a Ash. Todas tenían que encontrar a Ash.
- De acuerdo, será Cruise. ¡Bienvenido al equipo, amigo! – escuchó declarar a Ritchie felizmente a su nuevo Pokémon mientras se acercaba a donde estaban Misty e Iris, masticando unas manzanas que no estaba segura que su estómago pudiera soportar en ese momento.
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Otra vez en Saffron...
Mientras dejaban atrás a los demasiados-para-contarlos Pokémon Psíquicos derrotados, Ash y sus Pokémon corrían hacia donde se encontraba Primeape. Esta era su segunda oportunidad para salvar a un amigo, y no podían perderla de ninguna manera.
- ¡Pika! [¡Resiste, Primeape, vamos en camino!]
Mientras corrían por los pasillos, sin embargo, Squirtle murmuraba para sí mismo. Se quedó viendo a Ash y Pikachu antes de desviar la mirada, y esto no les pasó desapercibido. Eventualmente, Ash tuvo que preguntarle:
- ¿Pasa algo malo, Squirtle?
- Squir. [Hay algo de lo que me acabo de dar cuenta, y no estoy seguro de que quieras oírlo.]
- Pikachu. Si es algo importante, solo dilo. – dijo Pikachu. Squirtle respiró profundo.
- Squirtle. [¿Qué tal si no podemos recuperar la memoria de Primeape?] – les dijo. El enorme shock que les provocó la pregunta fue suficiente para que todos dejaran de correr.
- ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? – preguntó Ash, aunque presentía que tal vez no le gustaría la respuesta.
- Squirtle. [No pudiste restaurar la memoria de Brock.] – replicó Squirtle. Ash dio un respingo ante eso, pues aún recordaba cómo eso lo destrozó por dentro.
- Aunque no podamos hacerlo, no sería tan diferente, ¿verdad? – Ash realmente esperaba que esto pudiera terminar en una nota positiva.
- Squirtle.[ Más bien, lo que me preocupa es que no sea lo BASTANTE diferente. No se te olvide, fue un Pokémon problemático en la línea temporal original. Fue nuestro amigo, sí, pero solo al final. Tenemos que prepararnos para la posibilidad de que el Primeape que salvamos ahora podría ser el mismo que era antes de cambiar, y si no podemos recuperarlo, no podemos saltar directo a la parte donde todos somos amigos.]
Ash y Pikachu solo pudieron quedarse viendo a Squirtle mientras lentamente absorbían la desagradable verdad.
- ¿Y si es diferente? – preguntó Ash, todavía tratando de aferrarse a algo. Squirtle le dio una mirada.
- Squirtle. [Yo fui líder de una pandilla en ambas líneas temporales. Tampoco cambié mucho. Diablos, más bien me volví peor en esta. Estaba empeñado en hacer desastres por venganza antes que me restauraran la memoria.]
Ash no sabía que decir a eso, pero Pikachu decidió hablar por él.
- Pikachu. [No puede ser tan malo, ¿o sí?]
- Squirtle. [Yo solo lo escuché de segunda mano, pero también me dolió saber que a Misty no le interesaba el huevo de Togepi. Ash, Pikachu, ustedes dos estuvieron ahí. Eso tiene que haberles dado como una puñalada. Es mejor estar listos para algo así para cuando veamos otra vez a Primeape.]
Ash y Pikachu no pudieron más que quedarse donde estaban, en total silencio. No sabían qué más decir. ¿Y qué podrían decir? Squirtle tenía razón. Si no podían restaurar la memoria de Primeape, podría ser el mismo y a la vez diferente de las peores maneras posibles.
No supieron cuánto tiempo habían estado ahí parados, pero debió ser suficiente para que a Sabrina se le acabara la paciencia. Una docena de Drowzees teletransportándose sobre ellos los sacó de su estupor y se lanzaron contra ellos con puños brillantes, y los que no, les soplaron gas púrpura.
Mientras los Pokémon de Ash defendían a su entrenador, Ash simplemente se quedó dónde estaba. Podía recordar cuando vio los ojos de Primeape al salvarlo de su caída. A través de los ojos llenos de lágrimas de su Pokémon, Ash vio el arrepentimiento, la vergüenza que sintió Primeape por su comportamiento hasta entonces. El entrenador apretó su puño y renovó su determinación. Si Primeape no podía recuperar sus memorias, que así fuera. Solo tendrían que reconstruir su relación otra vez, y con las lecciones de la línea temporal original, ya no cometería los mismos errores.
Los puños de Ash comenzaron a brillar, y de inmediato se unió a la refriega con vigor renovado.
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Al mismo tiempo...
Ese había sido un aterrizaje bastante... húmedo. Literalmente, pues aparecieron encima de un estanque, y cayeron en él con un fuerte salpicón.
Ella no se dio cuenta sino hasta unos segundos después, cuando escuchó a Misty gritar algo de "¡Rápido, salgamos de aquí!", y sintió que estaba totalmente empapada. Cuando recuperó totalmente sus sentidos, sintió que el agua que tenía en su ropa y su cabello se iba alejando de ella, lento pero seguro, y una vez que pudo ver bien de nuevo, vio a Misty formando una esfera de agua entre sus manos, para luego lanzarla contra un árbol con frustración.
- Grandioso, me sale bien ahora que no la necesito. Bueno, al menos ya estamos secas. – se quejó Misty. Iris suspiró y luego volteó a ver hacia ella.
- ¿Te sientes bien?
- Creo que sí. – respondió Anabel. – Pero creo que necesitaré un poco más de tiempo antes de teletransportarnos de nuevo.
- Tiempo... lo único que no tenemos ahora. – dijo Misty.
Anabel quiso decir algo al respecto, pero no se le ocurrió nada. Mirando a su alrededor, se dieron cuenta que se encontraban en un parque, y afortunadamente no había demasiada gente por allí en ese momento. Se habían ocultado entre una arboleda mientras Misty usaba sus poderes para quitarles el agua de encima, y una vez que pudo volver a moverse bien, Anabel señaló hacia donde había podido extrapolar la señal psíquica, y de inmediato las tres fueron a ver.
- ¡No, no, Growlithe, no, basta, jajajajaja!
La alegre risa provenía de un niño que no se veía mayor de diez u once años. Salvo por la ropa que llevaba y ser obviamente menor, parecía un clon en miniatura de Ash, y se encontraba revolcándose felizmente en la hierba mientras un Growlithe le saltaba encima a lamerle la cara. Una niña de pelo castaño de su misma edad que también se reía, agarró al cachorro de fuego para apapacharlo y que el niño se pudiera volver a levantar.
- ¡Arnold, Laila, es hora de comer!
Una mujer que llevaba una canasta de picnic y acompañada por un Arcanine era quien los llamaba. Los dos niños corrieron hacia ella, y juntos extendieron la tela sobre la hierba para sentarse y comer juntos. Anabel vio como el Growlithe trató de saltarle a la mujer para agarrar los sándwiches que había sacado, obligándola a mantenerlos lejos de sus mandíbulas hasta que pudo sacar una bolsa de comida Pokémon para él y calmarle las ansias.
Mientras el grupo se sentaba a comer, Anabel sintió una mezcla de decepción y una calidez en su pecho al llegarle algunos recuerdos a su mente. Ella nunca pudo ir de picnic con sus padres, pero muchas veces lo había hecho con su tío. Especialmente cuando empezó a desarrollar su telepatía y se le hacía difícil controlarla, oyendo los pensamientos de toda la gente a la vez, de una manera ensordecedora. Su tío siempre la llevaba a un lugar apartado para que pudiesen comer y relajarse los dos solos. Así podía sentirse tranquila y olvidarse de sus preocupaciones y las de los demás por un rato.
- Otro callejón sin salida. – dijo Misty. – ¿Cuánto más seguirá esto?
- Lo encontraremos. – dijo Anabel. – No podemos rendirnos, sé que podemos encontrarlo.
- Anabel, no te precipites. – dijo Iris. – Necesitas descansar, esto claramente está haciéndote daño.
- Estoy bien. – aseguró la telépata. – Prometí que encontraríamos a Ash, y lo haremos pase lo que pase.
Iris y Misty quisieron protestar de nuevo, pero ella silenció sus quejas para enfocarse en lo que importaba. Ash seguía allá afuera, y ellas tenían que encontrarlo. Y lo haría sin importar el costo. Fijando su siguiente destino, y asegurándose que no había nadie más cerca de ellas, las teletransportó de nuevo.
Rezó a Arceus porque esta vez sí fuese Ash.
...
Iris siempre se había considerado alguien muy paciente con las cosas, pero a medida que pasaban las horas y seguían los intentos fallidos de encontrar a Ash, le estaba costando más y más mantener la calma. Sabía que no podía permitirse ceder ante el pánico, pero la preocupación cada vez era mayor.
Esta vez aparecieron enfrente de un extraño edificio al borde del mar: una torre muy alta y delgada. Misty le explicó que eso era un "faro", una construcción cuyo propósito era guiar a las embarcaciones al puerto durante la noche o los días de niebla para evitar que encallaran contra la costa. Pero nada de eso tenía importancia ahora.
Mientras Anabel descansaba y Misty se quedaba cuidándola lejos de la vista, Iris decidió explorar los alrededores. El "faro" se encontraba cerrado así que no podían entrar a ver si Ash se encontraba allí dentro. Comenzó a caminar por encima del suelo de cemento, hasta acercarse a una playa...
- ¡Pikapika!
- Eso fue... – dijo al escucharlo. No podía equivocarse, tenía que ser un Pikachu. Apretó el paso y se echó a correr, esperanzada...
- ¡Otra vez, amigo, mándame tu mejor Electrobola!
Solo para llevarse una gran decepción, de nuevo. Sí, era un Pikachu, y sí, el entrenador que estaba frente a él se parecía a Ash. Pero las diferencias obvias, como la gorra azul en vez de roja, y que su cabello era castaño claro en vez de negro y un poco más corto, mataron al instante todas sus esperanzas.
Vio como el Pikachu empezaba a cargar una Electrobola en la cola y dando un salto se la lanzaba a su entrenador. Iris vio que el chico empezaba a emitir una especie de aura y estirando la mano la detuvo en seco en el aire. Moviendo la mano por detrás de la espalda, se pasó la esfera eléctrica a la otra para arrojársela de regreso al Pikachu, que a su vez se la devolvió de nuevo de un coletazo.
Los dos continuaron con el juego por un rato hasta que la Electrobola se disolvió por sí sola, y el Pikachu empezó a arrojar Atactruenos hacia su entrenador, que fácilmente los redirigió moviendo las manos a su alrededor mientras emitía el aura amarilla. Después de un rato, el Pikachu corrió y saltó felizmente a los brazos de su entrenador, que se rio felizmente. En su mente, Iris no pudo evitar solapar la imagen de Ash sobre la de ese chico.
Por mucho que le enterneciera la escena, y por mucho que le hiciera recordar a Ash, eso no cambiaba nada: otra vez habían fallado. No queriendo interrumpir el momento del chico y su Pikachu en caso de que no quisieran ser vistos, se alejó en silencio de allí.
Una vez que regresó, Anabel ya se había vuelto a poner de pie, pero no tenía buen aspecto en absoluto. Misty estaba tan distraída ayudándola a sostenerse en pie que tardó un poco en darse cuenta que Iris había regresado, así que se aclaró la garganta para llamar su atención.
- Iris... ¿otra vez no es él?
- Lamentablemente. – dijo la morena simplemente. Misty rápidamente tomó una expresión de desánimo, así que Iris hizo un esfuerzo por mantenerse fuerte. – Pero quizás nos estemos acercando. Esta vez fue un chico con un Pikachu.
- No sería el único que hemos visto hoy. – le recordó Misty. – Me pregunto si será otro rasgo familiar, algunos de ellos parecen gustarles la línea Pikachu.
- Tal vez... eso ayude... a reducirlo más... si puedo... – dijo Anabel, tratando de caminar por sí sola, y por poco cayéndose de nuevo. – Lo... siento... si tan solo yo...
- Con calma. – dijo Misty. – Descansa un poco más. Queremos encontrar a Ash, pero no que termines muriéndote en el intento, ¿verdad?
- Claro que no. – asintió Iris. Estaba preocupada por Ash, pero también le importaba el bienestar de Anabel, y no solo porque ella fuese su único medio para encontrarlo.
Mirando hacia el horizonte sobre el mar, Iris apretó los puños. Ya no era solo un presentimiento: sabía que Ash estaba en peligro, enfrentándose a alguien muy peligroso. Odiaba que tuvieran que esperar, pero hasta que Anabel descansara, no había nada más que pudiera hacer.
Nada excepto creer en Ash y en su fuerza. Ella sabía que él podía superar cualquier desafío. Y lo haría. Tenía que hacerlo.
(--0--)
De vuelta en el gimnasio...
El ataque de los Drowzees había sido repelido con facilidad: el Contraescudo sirvió para bloquear el Gas Venenoso combinando Pistola de Agua y Atactrueno, y mandarlos a volar no fue difícil. Explosión de Rocas, Bomba de Desechos, Agua Salada y As Aéreo, cada movimiento se llevó sus víctimas, y él había derrotado a varios de ellos personalmente. El problema fue que cuando cayeron los Drowzees, una bandada de Natus apareció y les empezó a disparar Sombra Nocturna por los ojos. Y varios Kadabras armados con técnica de cucharas láser y Psicocorte, y una tropa de Jynx disparando Beso Amoroso y Ventisca contra ellos. Y más, y más, y muchos más.
Era un juego de superioridad numérica, y ellos estaban en desventaja, y sus números irían disminuyendo con el tiempo.
El primero de ellos cayó cuando golpeó con un Ataque Rápido a un Exeggutor, empujando al Pokémon tipo Hierba mientras protestaba lejos de Roggenrola. El Mega Drenado que el Exeggutor estaba disparando falló, y una Bomba de Desechos de Muk lo noqueó antes que pudiera hacer nada más. Sin embargo, mientras el Exeggutor caía, vio por la esquina del ojo a un Natu disparando un rayo de luz amarilla eléctrica. Una Onda Trueno, y vendría demasiado rápido para evitarla.
Lo habría golpeado de no ser porque una mancha azul lo empujó fuera del camino. Apenas pudo ver en shock como Squirtle asentía, antes de ser golpeado por el ataque eléctrico. Cayó al suelo, y la estática de la parálisis se apoderó de él mientras se esforzaba por volver a ponerse de pie.
Ash se dirigió hacia su amigo, estirando la mano que tenía su Anillo-Z, la cual estaba cubierta de arena púrpura chorreante por alguna razón, pero al hacerlo un Natu voló hacia él con As Aéreo y apenas pudo bloquearlo. El pequeño pájaro estaba entre sus manos, así que lo arrojó a un lado mientras intentaba correr hacia Squirtle de nuevo, pero un Mr. Mime levantó una Barrera en su camino y la empujó hacia él con un ataque de Fuerza Psíquica. Esta lo empujó hacia atrás, pero continuó esforzándose tratando de llegar hasta Squirtle, sin éxito, y más de ellos siguieron cayendo.
Roggenrola golpeó con la cabeza la barrera del Mr. Mime para tratar de llegar hasta Squirtle, pero el ataque falló en destruirla y Mr. Mime, con los puños cerrados y juntos, golpeó a Roggenrola con un ataque tipo Luchador de algún tipo, mandándola a volar contra la pared y haciendo que cayera de cara al suelo y derrotada.
Servine disparó una Tormenta de Hojas, con el poder del ataque al máximo, contra la fila de Jynx. Ellas dispararon una Ventisca para contrarrestar el ciclón de hojas con hielo, pero el hielo fue destruido y el ataque siguió indetenible. Y entonces un trío de Slowpokes junto con uno de Wobbuffets apareció para teletransportarse. Todos ellos saludaron mientras brillaban con el poder reflector de Barrera Espejo, incluso mientras los Slowpokes respiraban un Pulso Curativo en la triple amenaza que eran los sacos de golpear azules. El poder reflejado de Tormenta de Hojas hizo volar a Servine contra Muk, dejando al monstruo de lodo y a la serpiente de hierba derrotados en el suelo.
Ahora solo quedaban él, Pikachu y Tauros, y pronto se volvió solo él y Pikachu cuando un aura azul rodeó al toro y lo mandó rodando por el suelo y a estrellarse contra la pared. La perpetradora flotaba a pocos centímetros del suelo mientras sus Pokémon se separaban alrededor de ellos, dejando un área abierta para él, Pikachu, sus Pokémon derrotados y Sabrina. Esta última estaba aplaudiendo lentamente, pero no para burlarse.
- Nada mal, no está nada mal. Creo que acabas de establecer un nuevo récord por haber resistido. El récord anterior lo establecieron un grupo de Exterminadores, y a diferencia de ellos tú no vas a morir hoy. – declaró mientras Pikachu le echaba chispas.
- Voy a recuperar a Primeape. – declaró Ash mientras ella se encogía de hombros.
- De verdad lo estás intentando, y has probado que eres mucho más que digno de seguir viviendo. No tenía dudas de que lo harías, pero has sobrepasado con creces mis expectativas. Al fin tuve que utilizar ese truco de Wobbuffet y Pulso Curativo, y siempre asumí que solo tendría que usarlo si alguien realmente poderoso tocaba a mi puerta. Felicitaciones, me obligaste a usar algo que estaba guardando por si Agatha llegaba a tocar a mi puerta.
Habría aceptado el cumplido, pero eso no cambiaba nada. Le daría su merecido. Y segundos después de tener ese pensamiento, Pikachu ya le estaba mandando un Atactrueno a Sabrina. Ella lo bloqueó con una palma brillando de azul, mandando dos corrientes eléctricas que estallaron al chocar contra la pared y quemar el polvo.
- Hmm... – observó con el cejo fruncido antes de continuar. – Estás dispuesto a usar todo tu poder para derribar mis paredes, ¿pero no a mí o a ninguno de mis Pokémon? Claramente la determinación y tener una meta fija no es suficiente para ti. Necesitas algo más, tal vez ira.
Ella... ¿de verdad quería que la atacara usando para darle a Pikachu el poder de volar un asteroide? Nunca se imaginó que Sabrina estuviera tan segura de sí misma, ¿de verdad creía que podría sobrevivir un impacto como ese?
- Oh no, ciertamente me moriría si me golpearas con ese poder, y probablemente podrías terminar matando a unos cuantos de mis Pokémon al hacer eso. Preferiría esquivar el ataque antes que recibirlo de lleno, no tengo deseos de suicidarme. – replicó Sabrina en respuesta a su pensamiento.
¡¿No podría dejar ya de hacer eso?! Y de nuevo, se encogió de hombros con la epítome de "no" detrás de sus movimientos.
- Parece que tendré que hacer algo que te enfurezca, lo suficiente para que dejes de ponerte límites. Ahora, ¿cómo podría hacer eso?
Sabrina hizo una pose exagerada de estar pensativa, la cual él sospechó era para obligarlo a pensar en lo que sería capaz de hacerle. Y estaba funcionando, aunque Pikachu le gritó que no empezara a pensar en esas cosas. Sin embargo, a pesar de las advertencias de su mejor amigo, las visiones de Sabrina teletransportándose hacia donde estaban su madre, Misty, Iris, Anabel, o inclusive Brock flashearon por su mente.
- Oh Brock, no se me había ocurrido usarlo a él de ese modo. – dijo Sabrina antes de aplaudir de nuevo. – Pero no, no lo necesito a él ni a ninguno de tus otros amigos o a tu familia. De hecho, puedo usar a tu familia sin necesidad de recurrir a eso.
Un escalofrío bajó por la espina de Ash sabiendo lo que venía. Sabrina iba a ser su tía, ¿verdad? O peor aún, su abuela...
- Tengo veintidós. Necesitaría tu particular talento para viajar en el tiempo para poder ser tu abuela. – le dijo Sabrina secamente antes de sonreír. – Por supuesto, para cuando, para cuando sea capaz de atrapar dos Pokémon con una sola Pokébola, vas a desear que yo sea tu tía.
Su árbol genealógico tenía a una terrorista polígama, a un polígamo normal, a varias personas que eran muy curiosas en distintos niveles, como una camarera, un admirador de sus logros, una niña que acompañaba a aquel montañero, y Red. ¿De qué manera trastornada y loca querría tener a Sabrina en él? Pikachu murmuró algo que él no alcanzó a oír, pero uno de los Kadabras que los rodeaba sí lo hizo, y se lo dijo a Sabrina, que negó con la cabeza.
- Ya verifiqué, no tenemos parentesco ni siquiera de manera distante. Compartir una misma Bloodline de tipo Corazón es raro pero no desconocido. Por supuesto, eso no aplica para todas las bloodlines. La de Dominio, por ejemplo.
Le sonrió mientras procedía a elaborar en su punto.
- Lo que tú y tu familia comparten es Poder, específicamente el Dominio del Poder. Como todas las Bloodlines de tipo Dominio, es la aplicación de un concepto según como esté más arraigado a la naturaleza del portador, y toma forma según la personalidad de este se desarrolla. Por ejemplo, mírate a ti mismo y a Red: para ti, el poder es la habilidad de superar grandes dificultades con una explosión de energía que sale de tu interior, mientras que para Red el poder es la habilidad de saber exactamente cómo lograr los mejores resultados de la manera más eficiente. Y luego tienes a Belladonna, a quien no le importa ganar o tener poder, pero quiere tener una relación perfecta, las cuales se construyen en base a honestidad. Estoy segura de que un psicólogo podría comentar en que sus diferentes entornos de crianza y familia los influenciaron a todos, pero eso solo es especulación que se podría pedir en unas cuantas décadas.
Ash se quedó viendo a la mujer, sin importarle mucho sus comentarios. ¿A dónde querría llegar? Era difícil mentirse, incluso a sí mismo, y negar que estuvieran conectados por la sangre, y la trivia no era tan mala, ¿pero acaso tenía un punto? Parecía tener la impresión de que esto lo haría enfadar o algo por el estilo.
- Ahora, por supuesto que tuviste que heredarlo de alguna parte, ¿verdad? Dado que ustedes tres comparten un mismo padre, creo que estarás de acuerdo en que fue de él de quien lo heredaron. El sistema educativo que experimentaste en esta línea temporal es más avanzado y estoy segura de que al menos sabrás las reglas básicas sobre la genética para estar de acuerdo conmigo en eso. Por supuesto que yo sé un poco más al respecto. Porque como verás, he tenido que lidiar con tu padre.
Sabrina hizo una pausa que parecía ser para encontrar las palabras apropiadas para decir antes de continuar.
- Él es un monstruo. – le dijo simple y secamente mientras Ash la miraba fijamente a los ojos, recordándole que ella no era precisamente una santa.
- Mira quién lo dice.
- Oh, créeme que tenemos similitudes, eso lo reconozco. Sin embargo, hay cosas que él es capaz de hacer y que ha hecho, que a mí no me interesan ni tengo deseos de hacer. Cometer parricidio por ejemplo: tú no tienes abuelos entre los vivos debido a cosas mucho más allá de las crueldades del tiempo.
¿El padre de Sabrina seguía con vida? ¿Andaría por allí como fotógrafo en alguna parte?
- Por supuesto, tu padre solo posee una única Bloodline, la misma que comparten todos tus hermanos y hermanas. Sin embargo, las habilidades que él obtiene no son para fortalecer a otros o forzarles alguna virtud. De eso no se trata el poder para él. Lo que puede hacer, es controlar a otros.
Sabrina aterrizó junto a él, al lado opuesto de Pikachu, para continuar susurrándole directo a la oreja.
- No es tanto como un Bloodliner de tipo Corazón, pues no es tan directo y tan obvio que la persona al final sabe que algo está sucediendo. Lo que hace él es mucho más insidioso, porque lo que controla no es por el frente. Él trabaja desde atrás, metiéndose con los pensamientos que hay detrás de tu mente activa. No te obliga a hacer cosas; solo hace que esos pensamientos resuenen desde tu subconsciente y te empuja en la dirección y resultado que le conviene, y también a otros para manipularlos de manera sutil, pero nunca ejerciendo control directo. De hecho... estuve viendo las mentes de Delia, Atropa, Anna, y Regina. Habría visto la de Shinku, pero ella ya está muerta. ¿Sabes lo que ellas cuatro tenían en común?
Ash no tenía idea de quienes eran las otras cuatro mencionadas con su madre, pero Sabrina se inclinó para continuar con el siguiente punto tan cerca de su oreja que podía sentir su aliento en su canal auditivo. La chica se teletransportó para evadir su inminente Puño Incremento para alejarla de su oreja, pero reapareció allí momentos después, justo donde había estado originalmente.
- Las cuatro que siguen vivas y fueron embarazadas por tu padre tenían períodos regulares en ese momento. Sabían qué días podían salir o no embarazadas. Sus hijos, incluyéndote a ti, fueron concebidos en días seguros, todo a raíz de unas fluctuaciones sobrenaturales en sus ciclos provocadas esa misma noche. Esas cosas se aceleraron al punto exacto donde él quería que estuvieran. Por suerte, tu padre era bastante bueno para mantener el ritmo al llevárselas a la guardería el tiempo suficiente para que esas cosas estuvieran donde él quería, o de lo contrario tú no existirías. Lo mismo para la mayoría de tus hermanos, salvo por aquellos que nacieron porque tuvo sexo con sus madres en el punto correcto de sus períodos, que tal esfuerzo fue innecesario. Midori por ejemplo, verifiqué a la mente de su madre justo ahora, y simplemente se le olvidó que era un mal momento de disfrutar compañía masculina.
Ash miró fijamente a Sabrina, y un temblor le recorrió todo el cuerpo, mientras registraba lo que acababa de decirle y ella flotaba hasta ponerse frente a él. Pronto las implicaciones comenzaron a entrar en su mente.
- ¡¿Qué estás diciendo?! – preguntó. De todas las respuestas posibles, Sabrina solo se encogió de hombros.
- Eso depende de a cuál teórico sobre moral le preguntes. Yo no estoy cualificada para decirlo con certeza. A tu madre no le hicieron falta trucos mentales para meterse a la cama con tu padre: un hombre alto y atractivo no necesita una Bloodline para hacer que las mujeres se acuesten con él, aunque no es adverso a echarles algunos susurros en el subconsciente para poner las cosas en marcha. Sin embargo, sí se aseguró de que tu madre se embarazara cuando normalmente no lo haría, y colocó algunos pensamientos en su subconsciente para asegurarse que ella no te abortara... pero hizo lo mismo con todas las demás así que difícilmente eres un caso especial. Si no hubiera hecho eso, Belladonna ciertamente no habría existido en absoluto. Tu abuelo habría preferido que eso pasara por cierto, hablo específicamente de tu abuelo materno: "Me importa más mi hija que esa bola de células que un bastardo extranjero dejó dentro de ti", fue lo que le dijo a tu madre cuando entraron en la conversación de "Estoy embarazada" luego del tradicional y conmovedor "No estoy enfadado contigo" que fue sincero. También dijo algo sobre que quería que ella viviera su vida antes de sentar cabeza por una vida normal, pero ya me entiendes.
Los comentarios sobre el abuelo que nunca conoció y su opinión sobre él se habrían hundido más en la mente de Ash, de no ser por todas las cosas que iban junto con eso. Sabrina estaba tratando de hacerlo enfurecer, lo que significaba que si se quedaba pensando demasiado en eso, ella ganaría. Tenía que calmarse. Tal vez con pensamientos racionales, regresando desde lo último.
Su abuelo habría preferido que él nunca hubiera nacido. Bueno, su padre aquí no era un entrenador, mientras que cuando se fue la primera vez sí lo era. Así que esas palabras no tenían significado para él en lo más mínimo.
La mirada de Pikachu de "Ash, eso es lo último en lo que deberías estar pensando en este momento" llegó demasiado tarde, al darse cuenta que finalmente haber tomado con seriedad la queja de muchos sobre no haberlo hecho en el pasado acababa de llegar a atormentarlo en el peor momento. Porque había una mujer sonriente tratando de asegurarse que él la atacara con toda su furia y leyéndole los pensamientos.
- Buen intento, pero no estoy segura que entiendas todas las implicaciones. El abuelo que era un entrenador que le llevó más de tres días llegar hasta Viridian igual que su primer sucesor, pero a diferencia de ti, y el abuelo que sufrió un infarto al poco de empezar a aceptar la idea de que eras algo más que solo una ruina para la vida de su hija, podrían haber sido personas totalmente diferentes en comportamiento, si no es que en quienes eran... pero el segundo tiene más derecho a decirse tu pariente que el que era entrenador. Y lamento decir esto, pero creo que es necesario que lo diga: el Ash Ketchum que llegó a los mejores 16 de Índigo porque su Charizard lo desobedeció y por un obvio sabotaje con claros indicios de una banda yakuza en el área involucrada, el Ash Ketchum que fue besado por una chica o un Latias, el Ash Ketchum que conquistó la Frontera de Batalla y que le dio a Tobias lo más cercano a una derrota que podría haber tenido jamás... y tú, no son tan similares como preferirías pensar. Más allá del distinto sabor de tus habilidades latentes de Aura e incluso mi psicokinesis en esta iteración de la realidad, tu cuerpo fue construido de material diferente. El padre que tuviste en la línea temporal original ya no es tu padre aquí. La estatura que posees y la rabia que te invade ahora provienen de tu nuevo padre, no del original que abandonó a tu madre.
Pikachu se lanzó contra ella, con la intención de callarla con un Electrocañón en la palma. Sabrina simplemente lo detuvo en medio del salto y lo devolvió al hombro de Ash, antes de quitarle la esfera de Electrocañón y hacerla detonar en el piso entre ellos.
- Yo sé quien soy. No soy nadie más, así que no me vengas con esa basura. Si vas a andar declarando que yo no soy lo que debo ser, haré que te tragues tus palabras antes que puedas decirlas.
Sabrina pareció divertida por su amenaza, lo cual no era algo bueno porque lo que quería era hacerlo enfurecer. Darse cuenta de eso le hizo la estaba haciendo ganar más, y ya empezaba a tornarse en un ciclo.
- Si lo que te preocupa es que yo vaya a, no lo sé, decirle a tu querida mamá que tú nunca serás Ash Ketchum, que no eres Ash Ketchum, y que nunca fuiste Ash Ketchum, puedes relajarte. Eso sería una mentira. Puede que estés caminando con un cuerpo totalmente diferente armado con piezas distintas, pero eres mucho más auténtico que eso, y puedes evitar pensarlo demasiado. Después de todo, la mayor parte de tu mente y tus memorias son con las que comenzaste, en aquel entonces donde el envejecimiento tenía distintas opciones. Sin embargo, a pesar de todo no eres el mismo que tuvo ese incidente con el Zekrom y el Snivy, pues tus partes provienen de un padre muy diferente. Y ese padre... como te dije antes, es un monstruo. Un monstruo que te engendró a ti y a una perturbadora cantidad de otros, no por amor, ni por lujuria hacia tu madre. Ella fue solo una de las cientos de mujeres que notó que tenían el potencial para tener un hijo Bloodliner, y él simplemente hizo que dicho hijo naciera con sus genes haciendo que los que estaban dormidos se activaran, como alguien que acababa de recompletar un circuito eléctrico. Tú y todos tus hermanos no son más que partes de él, y que puede y las removerá si descubre que no le pueden ser de utilidad. Resulta que ese niño Archer al que asesinó era estéril, por ejemplo.
¿Esa era razón para asesinar a alguien? A pesar de todo, la revelación de ese asesinato a sangre fría no estaba ayudándole a no dejar ganar a Sabrina. Simplemente no debía estar en posición para dejarla ganar. Le pediría a Pikachu que lo desobedeciera si le decía que atacara. Así de simple, en serio.
- ¡Pikapi! [¡Ya cállate! ¡Yo para empezar ya quiero que te calles! Mi compañero no necesita escuchar tus tonterías sobre algo de lo que no sabes nada. ¡Sabes sobre el futuro y habrás leído ciencia ficción, gran cosa! ¡No tenemos ninguna prueba de que hayas conocido a ese supuesto padre de Ash, ya sea un perdedor o un villano maníaco del tipo que estoy seguro sabrás muy bien que tenemos una sobrenatural habilidad para encontrarnos! ¡Así que déjanos ir o veré si puedo quemarte como lo haría Charizard con diez mil voltios de electricidad!]
O no, eso parecía. Y de nuevo se le elevó la furia, alimentada por la frustración de que decirle a Pikachu que no atacara no serviría de nada. Estaba empezando a ver rojo cuando Sabrina volvió a hablar.
- Mis Pokémon dicen que quieres que te muestre mi evidencia. Entonces la tendrás.
Y entonces Ash ya no se encontró más en una habitación con cinco de sus Pokémon y amigos derrotados, con él y Pikachu apenas logrando evitar echar espuma por la boca, Sabrina con una expresión de satisfacción consigo misma, y un ejército de Pokémon Psíquicos de pie rodeándolos dándoles el claro mensaje de que era inútil huir.
No, se encontró en otra habitación del gimnasio, donde había otro entrenador que yacía derrotado en el suelo (el hecho de que ella estuviera lastimando a otros lo hizo arder de furia todavía más), y una segunda Sabrina se encontraba hablando con otro sujeto que entró y trató de patear al otro entrenador en la cabeza. Fue entonces que la persona que solo estaba en esta memoria proyectada comenzó a hablar con Sabrina, y las siguientes palabras salieron de su boca:
- Es una lástima que no lo hagas. Mi señor ha pasado años investigándola, es muy precisa.
- Ya lo he notado. A esas idiotas en Cerulean se las llevó ese hermano tuyo. El Verdugo, creo que es así como lo llamas. Ya me puedo imaginar lo que habrá hecho con ellas desde entonces.
- Puedes leer mentes, no necesitas imaginarlo.
...
- De hecho sí. Recientemente, el Rey ha comenzado a cuestionarse si uno de los posibles candidatos debería ser exterminado. Le hicimos una prueba antes y parecía ser rescatable, pero haber perdido contra otro candidato, sin mencionar haber sido superado en Ciudad Gringy por ese producto accidental... te solicitamos que lo evalúes de nuevo para estar seguros.
- Yo no soy J, no tengo deseos monetarios y tengo cosas mejores que hacer que jugar tus juegos.
...
- De nuevo, por lo que puedo ver en tu mente, tu Rey parece muy decepcionado de la falta de instinto asesino en general, ¿no es así? ¿Cuántos como Ash y el "producto accidental" están dispuestos a matarse tal como lo imagina el Rey en sus fantasías sangrientas? ¿Cuatro, cinco, quizás seis? Eso no es siquiera el uno por ciento de los que hay. Hasta los más agresivos como ese "producto accidental" no dirigen su instinto asesino hacia donde él quiere. De hecho, descubrir su relación hizo que Belladonna decidiera no matarlo.
...
- Mi señor ya ha cambiado al mundo.
Y esas palabras fueron la última gota que derramó el vaso. Eso iba más allá de cuando vio aquel dibujo en el sueño de MissingNo, mostrando a un hombre con ojos como los de Red y Belladonna apretando entre sus puños el sombrero rosa de Serena y la bandana de May. La memoria se desvaneció mientras Sabrina lo veía con lo que él solo podía describir como pura intención desinteresada.
- Una vez asesiné a un profesor universitario que no sabía nada, y se ganó su doctorado en culturas extranjeras a puros sobornos, y que tenía una colección de máquinas atrapasueños para cosas como ese MissingNo. Puedes llevarte una de ellas junto con la medalla y Primeape cuando dejes de ponerte límites.
Esa genuina oferta le cayó como un balde de agua echado a un lago cuyo embalse acababa de agrietarse violentamente.
- ¡Pikachu, Atactrueno! – le gritó, y pudo sentir que sus ojos ardían como si estuvieran en llamas, pues su furia acababa de explotar como diez mil bombas atómicas...
Pikachu saltó fuera de su hombro, echando electricidad a su alrededor... solo para que una Pistola de Agua lo tirara al suelo antes que pudiera lanzar el ataque. Acto seguido una forma gelatinosa se le echó encima a Ash, apagando su furia catártica al solo ver un montón de lodo púrpura. Aunque sí alcanzó a ver imágenes borrosas de unos pies azules tambaleándose frente a él, junto con un par de pies verdes y otros de piedra por una rendija en la forma de Muk. No alcanzó a ver los cascos, aunque sí oyó a Tauros dar la respuesta que francamente estaba justificada con todo eso. Una pregunta confusa y furiosa de "¡¿En qué diablos estabas pensando?!"
- Ser. – declaró Servine, aunque su voz fue algo ahogada gracias a Muk. – [Mi querido idiota, ¿alguna razón por la cual sintieras que debías dejarla ganar?]
Ash no tuvo oportunidad de responderle antes que Squirtle hablara también.
- Squirt. [Mira, lo entiendo. Todo lo que viste y escuchaste sin duda le haría querer a cualquiera destruirla en pedacitos. Pero ya te dijo que eso no haría nada, y si lo haces ella ganaría. Eso no cambia el hecho de que tu padre es una persona horrible y que le hace cosas horribles a todos a su alrededor. Si quieres romperle todos los huesos del cuerpo, ¡rómpeselos por vengar a ese chico al que apaleó como lo está haciendo con nosotros, y a quién sabe cuántos más!]
El cuerpo de Muk empezó a vibrar, y lo que dijo no sonó tan audible más allá de "Muk, muk, muk", pero captó el mensaje general.
- [El Profesor Oak siempre decía algo sobre "Te enseñaré y tú también" cuando se trataba de entrenadores y sus Pokemon. Lo que tú o el Profesor nos enseñan a nosotros es obvio, pero creo que este es el momento de que te enseñemos algo a ti. A veces tienes que evitar que la rabia te controle. Tú le enseñaste esa lección a Infernape si recuerdo correctamente, ahora es tiempo de que tomes esa lección para ti también.]
- Una moraleja empalagosa. ¿Le están enseñando algo como eso, cuando estaba a punto de hacer un progreso con él? – Sabrina sonaba incrédula.
Ash se sentía de la misma manera... aunque sorprendentemente se le iba poco a poco a cada momento. Tal vez era solo por el fluido púrpura que le obligaba a cerrar los ojos para ver negro en vez de rojo.
- Ahora voy a tener que empezar otra vez, y ser mucho más cruda. Dime algo, tortuga, ¿has visto alguna vez una película de George Lucas? – declaró Sabrina en una clara amenaza de comentar sobre cómo le resultaba molesta la falta de fe de Squirtle.
- Ya las he pirateado todas. – pitó el Pokédex desde su bolsillo.
Había estado en silencio por horas, ¿y ahora era que se le ocurría hablar?
- Por supuesto, podría hablar con esta mujer chiflada a través de esta pila de lodo sobre todos sus temas y los errores de cada uno de ellos, pero tengo mis funciones primarias que considerar. Y eso incluye tu bienestar. Ahora pondré en marcha mi plan para asegurarlo. – dijo el Pokédex. – Dime, tú cuyos extraños murmullos sobre el tiempo con tus Pokémon son un poco más que una simple costumbre psicológica extraña: ¿estabas al tanto de que tu Bulbasaur posee habilidades de liderazgo y organizacionales por encima del promedio? ¿O que esos Exeggutors que obtuviste todos pueden usar Teletransportación?
Lo primero sí lo sabía, ¿pero qué tenía que ver lo segundo con...?
Muk se bajó de él mientras el techo sobre ellos se sacudía y se rompía, haciendo que cayera polvo y que Sabrina mirara con preocupación hacia arriba.
- También, he calculado el tiempo exacto que un Bloodliner tipo corazón necesita para notar y controlar a un Pokémon gracias a tus amigas. Los Exeggutors vinieron y se fueron antes de que esta mujer demente se percatara de su presencia, y más que suficiente para los viajes necesarios.
El techo finalmente se hizo pedazos, enviando trozos de cemento, madera y acero cayendo al suelo. Los Pokémon de Sabrina por reflejo desviaron el daño hacia los lados antes que pudieran golpearlos. Lo que no pudieron hacer, sin embargo, fue detener lo que venía con ellos. Y no se trataba de la media docena de Medallas Pantano que venían cayendo, una de las cuales Squirtle agarró y se metió en el mismo lugar donde guardaba sus gafas oscuras.
- ¡Bulba! – declaró Bulbasaur, montado en la espalda de Pidgeot con Jigglypuff y Ambipom, y seguidos por toda la parvada de Pidgeys y Pidgeottos, varios de los cuales cargaban Spewpas. – [¡Escuchen todos, vamos a sacarlos de aquí!]
Charizard rugió estando de acuerdo junto a ellos, con su vuelo flanqueado por Yanma, Butterfree, Vivillon, y el Spearow.
- [Pero primero, ¡vamos a divertirnos un poco con estos secuestradores! ¡Esta será mi venganza por lo de la primera vez, coleccionista de muñecas demente! ¡Esta vez voy a aplastar a todos tus Kadabras tan fuerte que desearán nunca haber despertado!]
Detrás de todos ellos llegó una enorme ola de agua sólida, con uno de sus nuevos catorce Tauros usando Surf para remontarla. Detrás de él había dos de sus viejos Tauros, usando Rayo de Hielo para congelar la ola en una enorme masa sólida sobre la cual se montaron todos y cada uno de sus otros Pokémon. Inclusive Raichu y Jigglypuff.
Cada uno de ellos aterrizó a su alrededor, y el espacio que Sabrina les dejó no era ni de cerca suficiente cuando empezaron a atacar de inmediato. O en el caso de Chansey, a sanar a los seis que habían comenzado esta batalla tan loca.
...
El viento soplaba por el pelaje de Vulpix mientras se sujetaba de la melena de su padre por su vida, cerrando los ojos casi totalmente por el miedo. Esta era la primera vez que estaba en una batalla real. Tal vez había tenido batallas de práctica con algunos de los amigos de su padre y unos pocos de los Pokémon más pequeños, pero nunca así.
Los mugidos de su padre le dieron un poco de fuerza, haciendo que abriera los párpados solo un poco. Miró con asombro como su padre enviaba a un Starmie volando con un simple Cabezazo, permitiéndole al pequeño líder de las plantas enredarlo con sus látigos. Al verla, la pequeña criatura le dio una sonrisa ligera para decirle que estaba bien tener miedo antes de saltar para evadir un Psicorrayo de un salto.
Esos dos... parecían casi imbatibles. Su padre y el Bulbasaur. Sin duda tendrían debilidad contra los Pokémon tipo Psíquico, uno por lo inteligentes que se decía que eran los usuarios mentales y el otro por el tipo. Sin embargo estaban aquí y ahora, lentamente dominando el campo.
- "[Si ellos pueden, si pueden pelear sin problemas, sin dudarlo... ¿puedo hacerlo yo?]"
Abriendo sus ojos, soltó un chillido mientras las llamas ardían en su boca. Con un grito, liberó la pequeña bola de fuego hacia un desprevenido Drowzee. El ataque de Incineración lo golpeó por un lado mientras se volvía hacia la pequeña familia, con las manos temblando mientras formaba energía negra en ellas.
- ¡Vul! [¡Papá!] – gritó Vulpix, y otra Incineración volvió a arder a en su boca.
Un resoplido fue su respuesta mientras el Tauros mugía, disparando su propia bola de fuego desde sus cuernos. Como si estuvieran en la misma longitud de onda, la pareja liberó sus ataques, con los dos ataques de Incineración se fundieron en uno solo. Las llamas golpearon la Bola de Sombra causando que se descargara y explotara, enviando al Drowzee al volar por los aires.
- ¡Bruh! [¡Esa es mi hija!] –mugió Tauros, antes de cargar con sus cuernos para ayudar a uno de los de su manada. Vulpix sonrió de orgullo con sus palabras. De verdad podía hacerlo, ¿verdad?
Tenía que demostrarlo. No solo ante su padre y su nuevo ídolo, sino para sí misma. Ella era hija de su padre después de todo.
...
El Abra apareció enfrente de él, cargando un Puño Trueno. Farfetch'd simplemente lo miró enojado. El Abra se detuvo en medio del ataque y Farfetch'd pasó por debajo del Pokémon paralizado, notando distraídamente a un Pidgey volando hacia él con una Embestida.
No, él no estaba aquí para pelear un Pokémon como ese. Estaba feliz de ver a Pokémon maestros de cucharas aquí, con una nueva técnica que jamás había visto antes entre ellos. Tenía que derrotarlos.
Al ver a uno, se lanzó contra el Alakazam que blandía sus dos cucharas haciendo el grito de guerra de los Farfetch'ds. O al menos su propio grito de batalla, no estaba del todo seguro.
(--0--)
Entretanto, en Johto...
Habían pasado horas desde que habían comenzado su búsqueda, pero esta era la primera vez que interactuaban con uno de los hermanos de Ash con los que se topaban accidentalmente al teletransportarse en vez de él.
- Así que tengo hermanos. Siempre creí que esa niña que conocí en Pueblo Len se parecía un poco a mí. Creí que solo era coincidencia, pero veo que no es así.
Misty había conocido a uno malvado, pero eso era todo. La mayor parte de ellos solo los habían visto en la distancia teniendo batallas, viendo nacer Pokémon o cualquier cosa, no habían hablado con ellos. Pero ese ya no era el caso, y ahora se encontraba en una Base Secreta, con una mesa separándola de la primera hermana con la que hablaría, y su nombre era Meliae.
Misty se encontraba cerca, ayudando a Anabel a tomar un poco de agua. Aunque Anabel había empezado a mostrar signos de deshidratación, Misty se aseguró de que no fuera a caer dentro del pequeño lago de Meliae. También mencionó algo sobre ponerle algo llamado "yodo" al agua primero. No sabía la razón exacta, solo era algo que Ash y los demás parecían insistir en hacer.
Independientemente de las cosas raras que hacían con el agua, ahora solo estaban ella y Meliae. Iris acababa de contarle la historia de Ash a su media hermana, quien admitiéndolo no se parecía tanto a él. A diferencia de Red, Manna, y lo que había visto de Belladonna vía el Pokédex y las descripciones de parte de Ash, ella no tenía pelo negro. En vez de eso era más del color de la miel de un nido de Combee. Y también a diferencia de Ash tenía ojos rojos, y no tenía las marcas en las mejillas. Sí tenía orejas similares, y también su estatura.
- Así que, ¿quieres estar con mi hermano? – preguntó Meliae en busca de confirmación.
Iris asintió. Lo había mencionado de pasada mientras mataban el tiempo hasta que Anabel pudiera volver a teletransportarlas.
- ¿Entiendes exactamente lo que eso significa? – le preguntó. Iris no entendió exactamente la pregunta de Meliae. ¿Qué podría haber de confuso en ello?
- ¿Ser la pareja de Ash? Eso significa estar juntos frecuentemente, y poseer un vínculo emocional muto. Y reproducirnos juntos. – respondió. Meliae dejó salir un suspiro.
- Esa última parte... siento que tengo un deber de hermana con eso. No sé si soy la hermana mayor o menor aquí, ya que no me dijiste qué día nació Ash.
Ash lo había mencionado en algún momento, pero se le escapaba ahora.
- Francamente, de lo que me contaste sobre ti, el hecho de que veas el aspecto emocional de una relación permanente me sorprende. Sin embargo, primero habrás de saber que los humanos no ponen huevos, ¿correcto?
- Me lo contaron hace algún tiempo, junto con lo básico de cómo funciona la reproducción.
- Bueno, pues me alegro de no tener que darte esa charla. – Meliae sonaba aliviada de salvarse de eso. – Sin embargo, parece que tienes problemas para entender algunas cosas más allá de eso.
¿Qué había que entender? La reproducción era solo eso, reproducción.
- Primero, has de saber que los humanos, y algunos Pokémon de paso, tienen sexo por algo más que solo para tener hijos. Si por cada vez que tuviera sexo fuese porque quiero tener hijos, este lugar estaría repleto de ellos. – le dijo Meliae. – Y no, antes de que me digas nada sobre Bloodliners y humanos...
Meliae levantó un dedo antes que Iris pudiera hacer ningún comentario, y se lo pellizcó con dos dedos de su otra mano.
- Los humanos y los Bloodliners no somos nada diferentes cuando se trata de eso. Mira este dedo: es igual al dedo de una persona normal por dentro y por fuera. Tiene los mismos vasos sanguíneos que fluyen por él, lo protege la misma piel, y los mismos huesos lo doblan de la misma manera. Lo único diferente es que si me corto en este dedo y lo pongo al sol, sanará por sí solo. Nuestras mentes y cuerpos se comportan exactamente igual, así que lo que aplica para uno aplica igual para el otro.
Meliae sonaba un poco forzada al decir su punto por alguna razón, así que Iris no se atrevió a desafiarla. Sin embargo, la primera oración todavía requería de una pregunta.
- ¿Por qué querría alguien...?
- Porque se siente bien. No puedo saber lo que siente un Pokémon al hacerlo, pero al menos para los humanos tener sexo es algo muy placentero y disfrutable. Y no solo físicamente, sino también emocionalmente. Recuerdo haber leído en alguna parte que, al menos para los humanos, el sexo es placentero como para motivarnos a tener hijos, ya que las mujeres humanas, y por extensión nosotras, no podemos enviar señales del tipo "ahora estoy fértil, por favor embarázame" como lo hacen la mayoría de las especies de Pokémon.
- Pero si todos pueden sentir...
- ¿Acaso sabes cuándo eres fértil? – la interrumpió Meliae repentinamente.
Iris abrió la boca para decir que sí, pero la cerró al pensarlo mejor. En realidad... no podía saberlo.
- Bien, déjame asegurarme que no has perdido el hilo de nada. Perdóname si sueno algo condescendiente aquí, esto está basado en las charlas sobre fertilidad que hace mi mamá en su clínica en Cherrygrove, y con gente que no comparte tu misma historia de vida para justificar su falta de entendimiento con la sexualidad humana, así que tal vez no sea el mejor tono. Quieres tener una relación a largo plazo, y emocionalmente significativa con mi medio hermano, cuya edad exacta relativa a la mía todavía está indeterminada. No te importa la exclusividad estricta en la relación, pero tampoco tienes interés en participar en la no-monogamia. El hueco que tienes que llenar es la parte sexual de la relación, no por falta de entendimiento sobre como la parte A va en la ranura B, sino en la función más allá de su uso reproductivo.
Iris asintió, todo eso era cierto. Meliae miró hacia donde se encontraban Misty y Anabel, y sus ojos flashearon del mismo color que los de Ash o Red cuando su bloodline paterna se activaba, antes de volver hacia ella.
- Tu amiga teletransportadora está empujando su cuerpo al límite; necesitará al menos unos cuarenta y cinco minutos antes de volver a estar en condiciones de volver a hacerlo. – Había mencionado que su otra bloodline le permitía ver la salud de una persona o Pokémon con una sola mirada. Muy útil para detectar algo llamado ETS, le había dicho. – Así que tenemos algo de tiempo hasta entonces. Te daré un resumen básico de cómo funciona la sexualidad humana desde el inicio hasta el final, aunque probablemente necesites más tiempo para los detalles completos. Comenzaré con la parte sobre "lugar y momento" primero.
- ¿De verdad es tan importante? – preguntó Iris, mientras Meliae le daba una sonrisa divertida.
- Ya que acabas de hacerme esa pregunta, yo diría que sí. Ahora, vamos a comenzar con...
Lo que siguió fue una explicación, sorprendentemente informativa y nada carente de experiencia y opinión personal, sobre un tema que Iris habría creído en otro tiempo que era enormemente simple. Aunque en el medio de todo, sí surgieron algunas preguntas que hizo durante la explicación.
- ¿Por qué se considera atractivo?
- Porque es placentero.
- Entonces, ¿bañarme con él es estimulante sexualmente?
- Sí, aunque es posible hacerlo de manera platónica o lógica, como lo hiciste tú.
- ¿Qué tanto es poco tiempo?
- Eso depende, trata de medirlo por ti misma. Ver cómo reacciona Ash sería probablemente lo mejor que te puedo sugerir respecto a eso.
Entre otras. Mientras Meliae continuaba contestando a sus preguntas, la imagen de su hermano mayor Dragonite apareció en la mente de Iris. Aunque solía creer que nunca se encontró una pareja permanente porque a veces podía ser realmente un patán, recordó que las hembras dragones lo encontraban en el departamento físico, y a veces lo hacían solo "porque tenían ganas", y no porque quisieran tener hijos. De hecho, su hermano mayor parecía tener preferencia por hembras fuertes, solo aquellas capaces de seguirle el paso si no es que ganarle en una pelea. Iris le preguntó si los hombres humanos gustaban de las mujeres fuertes, a lo cual Meliae replicó que de donde ella venía usualmente ese no era el caso, pero siempre había excepciones a la regla y no tenía idea de cómo era en otros lugares.
- Y dime... ¿no has pensado en conseguirte una pareja permanente? – le preguntó. Meliae se rio.
- No lo tengo en mis planes. No soy del tipo que se quiere atar a ese tipo de compromiso, ni tampoco quiero arrastrar a alguien más a él. Me gusta ser una agente libre, y he visto a demasiadas personas que tratan de engañarse diciendo que la monogamia resulta. Hay una conexión malsana que la gente trata de establecer entre exclusividad emocional y física que prefiero no tener que tratar.
¿Agente libre? Iris se preguntó si esa era la razón de que su hermano nunca se vio interesado en conseguirse una pareja permanente.
Aunque había muchas cosas que a Meliae le habría gustado conversar con ella, no había tiempo para ello, aunque lo que le dijo, Iris lo apreciaría mucho.
(--0--)
De vuelta en Saffron...
Sabrina se quedó mirando en una extraña mezcla de sorpresa, shock, furia y una extraña expresión que Ash solo podría describir como que estaba impresionada, antes que Charizard gritara sobre usar Arrojar a pesar de no saber el movimiento y lanzar a Krabby directo hacia donde estaba Sabrina. Un ataque de Pisotón golpeó a la chica psíquica en el estómago y lanzó contra su propia pared, dejándola con un agujero de su tamaño.
Después de recuperarse del ataque de ese condenado Krabby, Sabrina se teletransportó de nuevo hacia la batalla, y observó el caos que ahora estaba en curso con una extraña mezcla de emociones que burbujeaban en su interior. Era todo un caos: ¿qué otra palabra habría para describir a un Farfetch'd con tres puerros peleando contra tres Alakazams y sus Psico-Cucharas (y no, no se había plagiado la técnica, ella se había ganado el derecho de usarla de parte de su creador original justa y limpiamente, luego de andar con resaca una semana entera para conseguir su permiso), mientras una legión de Grimers se le echaba encima a sus Wobbuffets con su "abrazo" imposible de contraatacar?
Pero sin prestar atención a lo que pasaba frente a ella, eran muchas las emociones que estaba sintiendo ahora. Molestia de lo cerca que estuvo de hacer que Ash se deshiciera de aquella limitación autoimpuesta, una sensación de respeto a regañadientes por las horas de planeación silenciosa que el Pokédex de Ash había estado haciendo los arreglos para el plan de rescate de Ash, indignación por haber recibido una patada en el pecho de ese Krabby (de haber sido una humana normal, probablemente le habría partido algunas costillas, y así como estaba mínimo le habría dejado un moratón), y el sentido de recordarse a sí misma que no podía tomar crédito por esto.
Esta no era como una de sus pruebas regulares. Ash ya había probado que era digno de continuar su existencia, y el que lo hubiera demostrado aún más con los Pokémon que había entrenado e incluso con sus propias habilidades no era el punto de esto. Su meta primaria era hacer que Ash dejara de jugar con sus reglas restrictivas, y eso no lo había logrado. Había conseguido un objetivo secundario: hacer que Ash supiera que su padre era el peor hombre en todo el planeta, aunque no le hubiese dicho directamente su título como el Rey Bloodliner. Darle detalles vagos facilitaba más el dejar que sus emociones se descontrolaran de lo que lo haría la verdad. Además, entre más específica fuera sobre él, más probabilidades de que él asumiría que ella solo estaba jugando con él. Después de todo, los dos se habían conocido en la línea temporal original cuando no estaban conectados por la sangre. También era diferente entonces (no tenía conexiones conocidas con Orre para empezar, incluso aunque Ash no tuviera la historia completa del sujeto), y Ash estaba muy seguro de que habría tomado su nombre de un sombrero proverbial al azar.
Dado lo que había visto de la historia de Ash con personas locas con delirios de conquistar al mundo, se imaginó que ese conocimiento sería una buena forma de deshacerse del bastardo. Eso sería más fácil, claro, si pudiera tratar de poner de vuelta a Ash en curso para aprender los beneficios de no imponerse restricciones a sí mismo.
Pero había un problema con hacer eso ahora: las horas que Ash llevaba aquí lo tenían básicamente corriendo en arranques de adrenalina después de un rato, al igual que con los seis Pokémon que traía a la mano consigo. Esos seis, ahora que ya no eran los únicos, ahora estaban aprovechando la oportunidad para descansar y darse cuenta que ya era la tarde. Descansar, ya fuera siendo sostenidos por el Disparo de Seda de Butterfree bajo las órdenes de Bulbasaur como líder o acudiendo a Chansey actuando como sanadora, una de las dos cosas.
Chansey todavía se encontraba curando a los seis, y a cualquier otro Pokémon suyo que lo necesitara cuando uno de los de ella lograse conectar un golpe fuerte en ellos. Conociendo a Ash, era probable que se recuperara e hiciera un movimiento para ir por Primeape más pronto de lo que debería, o antes de lo que Bulbasaur preferiría. No era mucho tiempo, pero tal vez podría ganar un poco más para sí misma. Con ese pensamiento, llamó al Alakazam que encabezaba la protección de Primeape. Este miró con incredulidad todo el caos que estaba ocurriendo.
- Sí, hubo ciertos desarrollos inesperados. Sin embargo, soy capaz de adaptarme a ellos. Vamos a enseñarle otra lección.
Una lección que él tal vez podría haber aprendido antes que el tiempo se terminara, o tal vez no. Como fuera, ella se encargaría de que la aprendiera ahora mismo. Con sus manos brillando con sus poderes psíquicos ella invocaría la pieza faltante que necesitaría para esto, y Alakazam levantó su cuchara derecha. Bajo la cual colgaba una Alakazita.
Ash no se había dado cuenta de lo agotado que estaba hasta que Bulbasaur lo amarró. Solo entonces sintió el agotamiento caerle como un maremoto encima. Aunque yacer en el suelo incapaz de ver lo que pasaba en la batalla más allá de lo que había escapado de la neblina curativa de Chansey lo estaba volviendo loco. Podía oír golpes y explosiones, estallidos eléctricos y de fuego. Podía oír incluso de manera tenue la voz de Jigglypuff cantando, justo después de escuchar a Charizard gritar algo que sonó a "¡Fuego en el hoyo!" y, hasta donde alcanzó a entender, arrojar a Jigglypuff a un grupo de Pokémon enemigos en el cuarto gigante de al lado. Ash solo podía esperar que él y los otros estarían de pie y en marcha otra vez pronto. Todavía tenía que rescatar a Primeape...
- ¡Chansey! – gritó Chansey alarmada. Él no supo lo que quería decir, pero tuvo una buena idea de lo que estaba pasando, cuando sus dos brazos de pronto se levantaron por encima de él con un brillo psíquico azul.
Antes de que pudiera gritarle a alguien para que se asegurara de que Sabrina no se lo llevara, se vio alzado en el aire y suspendido por los poderes psíquicos provenientes de una de las manos de Sabrina. La otra hizo volar algo pequeño hacia sus dedos, una pequeña piedra de alguna clase.
Exactamente como la Piedra Activadora de su brazalete blanco. Sabrina sostuvo la piedra entre dos de sus dedos, de la cual salieron disparados unos rayos de luz dorada.
El desorden de la batalla cesó por un momento mientras los ojos de todos los Pokémon se desviaban en la dirección de los rayos, al igual que los suyos propios. Los rayos iban hacia Sabrina y un Alakazam con una piedra como la Sceptilita colgando de una de sus cucharas, y mientras la luz entraba en la piedra, el Alakazam comenzó a brillar de color naranja. Ash solo pudo mirar con horror, incapaz de controlar su mano y hacer que se detuviera mientras Alakazam comenzaba a cambiar de forma.
Se volvió más delgado, con más armadura negra colgándole del cuerpo de manera suelta. El bigote se convirtió en una larga y poblada barba, y una especie de gema se formó en su frente. Las dos cucharas se multiplicaron a cinco y flotaban sobre su cabeza. La luz se dispersó en un estallido, revelando a Alakazam en una nueva forma flotando junto a una Sabrina que lucía impresionada.
- ¡Ha ocurrido una Mega Evolución! – declaró el Pokédex en voz alta desde su bolsillo.
El caos de la batalla se reanudó al concluir dicho evento, aunque a juzgar por su posición actual parecía que los Pokémon de Sabrina todavía tenían algo de impulso adicional. Eso explicaría los dos Tauros que salieron disparados hacia el círculo de curación de Chansey. Ash sintió una oleada de calidez en su mochila por un momento, que se desapareció inmediatamente luego que el resplandor azul que lo rodeaba se moviera hacia el Disparo de Seda de Butterfree y lo rompiera, haciéndolo caer al suelo.
Se volvió a poner de pie, aunque con dificultad, y miró a Sabrina y a su Mega Evolucionado Alakazam. Solo estaban allí parados, mirándolo fijamente, al menos hasta que Sabrina le hizo un gesto de "ven por mí". ¡¿En serio?! Ash apretó sus puños con fuerza. ¡¿Todavía insistía en enseñarle alguna clase de lección?!
Pikachu trató de levantarse también, pero volvió a colapsar sobre sus pies. Todavía estaba exhausto, así que si Sabrina quería una pelea, no iba a tener...
- ¡Goo!
Una silueta púrpura voló delante de su mano antes de aterrizar con un fuerte golpe seco. Goodra, que miró al fortalecido Alakazam con un sentido de determinación.
- De acuerdo... – le dijo a Goodra antes de señalar a Alakazam, aunque sin la misma chispa dramática que solía tener normalmente. – ¡Aliento de Dragón!
Goodra respiró profundo, antes de soltarle el ataque directo a Alakazam. Doblando la cuchara en el centro, el Aliento de Dragón se dio la vuelta y voló de regreso hacia ellos.
- ¡Venganza! – ordenó Ash mientras Goodra brillaba de rojo y recibía el ataque reflejado con los brazos cruzados. Un brillo blanco apareció frente a Goodra antes de lanzar un rayo de energía del mismo color hacia Alakazam.
El Pokémon Mega Evolucionado volvió a reflejarles la Venganza de vuelta a donde estaban, pero un escudo azul se formó frente al ataque y lo detuvo. Los dos responsables por la defensa: un Spewpa y el Pidgey que lo cargaba, salieron despedidos hacia atrás y aterrizaron en el área de curación de Chansey. A su lado estaban de pie débilmente Pikachu y Servine, mientras Vivillon y Butterfree flotaban cerca de él. Tal vez necesitarían un método menos directo.
- ¡Servine, usa Atracción! ¡Vivillon, Paralizador, y Butterfree, ayuda a soplarlo contra el Mega Alakazam con Viento Plateado! – gritó Ash, mientras Servine soltaba con un guiño una tormenta de corazones hacia el Alakazam, mientras Vivillon soplaba un Paralizador que aceleró adelantando a los corazones con un brillo plateado gracias a Butterfree.
Las cucharas en los extremos de Alakazam brillaron y se movieron hacia el centro, lo cual precedió a un brillo similar formándose alrededor del combo de Viento Plateado y Paralizador. La tormenta de polvos formó una rueda giratoria enfrente de Alakazam, que hizo pedazos la Atracción antes que pudiera llegarle. Sin embargo, Ash se dio cuenta de algo: necesitó usar dos cucharas para detener un ataque combinado. Tal vez si usaban suficientes ataques a la vez, podrían atravesar su defensa. Con Pikachu, Servine, Vivillon, Goodra y Butterfree, todavía les faltaba alguien...
- Sq.... – Squirtle se forzó a levantarse con un gruñido, al igual que Muk. Quizás todos juntos podrían lograrlo.
- ¡Muy bien todos, ataquen! – ordenó Ash mientras los siete Pokemon a su alrededor comenzaban a cargar sus ataques.
Pikachu disparó Atactrueno, Servine giró para lanzar Tormenta de Hojas, Vivillon disparó un Forcejeo de Insecto verde, Goodra soltó su Aliento de Dragón, Butterfree disparó su Viento Plateado, Squirtle su Agua Salada, y Muk escupió Bomba de Desechos.
Los siete ataques salieron disparados hacia Alakazam, que hizo brillar las cinco cucharas con poder psíquico. Atactrueno, Aliento de Dragón, Tormenta de Hojas, Bomba de Desechos y Agua Salada se detuvieron en seco para luego ser redirigidos. La Tormenta de Hojas chocó contra el Viento Plateado, mientras las Bombas de Desechos detuvieron el Forcejeo de Insecto. El Atactrueno, el Aliento de Dragón y el Agua Salada volvieron directo hacia ellos.
- ¡Rol! [¡El Atactrueno es mío!] – gritó Roggenrola escupiendo un Ataque de Arena contra la fuerza eléctrica, cancelando el Atactrueno antes que los golpeara. Eso solo dejaba los otros dos: ¿sería suficiente con un solo puñetazo de Ash para protegerlos a todos?
- ¡Goo! – declaró Goodra mientras una Ola Tóxica se formaba enfrente de ellos, absorbiendo los ataques y ahorrándole cualquier necesidad de darle puñetazos a los ataques de energía. Aun así, eso no había dado resultado. ¿Necesitarían más?
- ¡Zam! – El Pokémon Psíquico Mega Evolucionado gritó de dolor cuando la pared tóxica se deshizo, permitiéndole ver por qué gritaba de esa manera.
Lo más que alcanzó a ver al menos: Yanma, que ahora estaba atrapado en un agarre psíquico por Sabrina. El veloz insecto salió volando hacia él cuando ella lo arrojó, y tuvo que atraparlo antes que fuese a golpear el suelo. La fuerza lo sacó de la burbuja sanadora de Chansey y lo hizo deslizarse sobre su trasero directo hacia un Slowbro, que lo miró con una boca que de pronto empezó a oler a fuego.
Todavía sujetando a Yanma, saltó fuera del camino del infierno con un Ataque Rápido, incluso mientras una descarga eléctrica golpeaba a Slowbro y lo dejaba noqueado. Saltando encima de ese Slowbro apareció Raichu, que lo veía con preocupación nerviosa. Ella estaba aquí... y él no pudo evitar sonreír.
- Gracias. – le dijo con toda la empatía que pudo demostrar con su voz, y de pronto se le ocurrió una idea.
Un Natu casi le picotea el ojo mientras se le ocurría dicha idea a la vez que utilizaba Pulso Curativo en Yanma con la otra mano, pero Krabby lo alejó con Rayo Burbuja y de inmediato sacó su plan de su mochila para entregárselo a Raichu. Ella se quedó viendo sorprendida la Bola Temporizadora que le acababa de entregar.
- Sabrina tiene un Pokémon cautivo en su sótano. Su nombre es Primeape. Quiero que lo captures por mí. – le pidió. Ella se quedó sorprendida, viéndolo por un momento, cuando un Abra le saltó encima y lo golpeó igual de rápido mientras Yanma zumbaba fuera de sus brazos para lanzarse contra un Kadabra cercano con vigor renovado.
Raichu asintió una vez que se quitó los nervios, para luego golpear el suelo y cavar a través del suelo. Hecho eso, Ash se volteó para ver desde donde había volado antes, viendo que Sabrina y Mega Alakazam seguían de pie. Incluso aunque Raichu tuviera éxito, necesitarían hacer algo contra ese Mega Alakazam. Yanma había encontrado un hueco, solo tenían que explotarlo.
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Mientras tanto, con cierto trío...
Regresando al lugar desde donde los mandaron a volar, James solo tenía una cosa que decir.
- Y entonces, ¿vamos a esperar aquí a que regresen, o quieren que vayamos a ver a dónde se podrían haber ido?
Jessie y Meowth le dieron al antiguo niño rico una mirada furiosa.
- Por si se te ha olvidado desde Pueblo Rocoso, una de ellos puede teletransportarlos. – espetó Jessie.
- Bueno, ¿entonces qué quieren que hagamos? ¿Esperar a que regresen? – dijo Meowth.
- Bueno, supongo que les podría enseñar a jugar al Skat si necesitamos matar el tiempo. – Jessie y Meowth se quedaron viendo a su compañero pelimorado fijamente por la sugerencia, y a James le tomó unos momentos darse cuenta de lo que creyeron que había dicho. – ¡Es un juego de cartas, no un acto de coprofilia!
- ¿Y qué tiene que ver sentirse atraído a una Oficial Jenny?
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De nuevo, con Misty y las otras...
La última teletransportación de Anabel las hizo aparecer sobre una mesa.
Misty no estaba segura de qué tipo de mesa era, qué tan vieja, cuál era su función o de qué tipo de madera estaba hecha. De lo que sí estaba segura era de que era bastante dura, y considerando que las tres aterrizaron encima de ella sin romperla, probablemente también estaba bien hecha.
Le dolió bastante, mandándole una oleada de dolor por todo el trasero como una onda en un lago al caer una piedra por el impacto. También recibió un segundo golpe cuando la cabeza de Anabel aterrizó en su regazo, lo cual probablemente fue mejor a que si se golpeara contra la mesa. Detrás de ella oyó que Iris aterrizaba sobre una alfombra, y en eso un pensamiento la asaltó al instante: probablemente habrían aterrizado enfrente de alguien, y ese alguien los estaba viendo con sorpresa, shock, y muy posiblemente con ganas de arrojarles algo encima.
El pensamiento rápidamente murió al darse cuenta de quiénes eran las personas frente a las que aterrizaron, y de pronto deseó que hubiese sido alguien que las hubiera atacado. Pues la mesa se encontraba enfrente de un sofá, posiblemente para poner bebidas y revistas en lugar de ellas tres. En dicho sofá había tres personas sentadas, con una cuarta en los brazos de la más alta del trío posiblemente por la falta de espacio para ella. Y dicha persona, de baja estatura era alguien con quien Misty estaba desgraciadamente muy bien familiarizada de manera personal, pues solo conocía a las otras tres gracias a Iris, Ash, y las descripciones del Pokédex.
- ...Esto es inesperado. – Vedia, Bloodliner de Sombra Furtiva e invasora de plantas de energías, observaba desde el regazo de Belladonna, luciendo más como una niña de lo usual, con el brazo de Belladonna a su alrededor como un cinturón de seguridad en un auto o una montaña rusa.
Iris levantó su cabeza desde la alfombra, desde donde fijó la mirada con la chica con la que había peleado antes: Evanna, que le devolvió una sonrisa que Misty estaba segura que significaba una combinación de "Hola" y "Tengo ganas de golpearte un poco más" en algunas especies ficticias. Sin embargo, Misty no tenía idea de cuáles especies: Klangions o algo por el estilo.
La mirada de Iris evocaba menos algo que se podría llamar un saludo amigable con un deseo mutuo de pelear en una serie de ciencia ficción, y más una que alguien le daría a algo que era peligroso. Axew salió por un momento, pero se retiró apenas vio a Evanna.
- Succotash... – murmuró Anabel desorientada desde el regazo de Misty.
- Ella... ¿se encuentra bien? – preguntó la chica que Misty estaba segura que era Aurora. Sonaba genuinamente preocupada.
- Nadie te preguntó. – replicó Misty, a lo cual segundos después Belladonna soltó a Vedia y se hizo a un lado. El propósito de esto fue para que Belladonna se parara de su asiento para echarle una mirada feroz.
- Mi querida Aurora te hizo una pregunta, no hay por qué ser grosera. – le dijo Belladonna en voz baja. Los ojos rojos la penetraban, con una intensidad roja que la perforaba como si fueran taladros.
Fue entonces que Misty se dio por fin cuenta de lo alta que era Belladonna. Ash había comentado al respecto, pero solo en ese momento era que Misty lograba verlo con sus propios ojos. Ella misma no había crecido mucho recientemente, y estaba segura de que no pasaría del 1,78 m por el resto de su vida, a menos que se encogiera. Ash había tenido esa estatura hasta hacía poco, pero ya la había superado e iba en camino de alcanzar a Iris. Esta última les había dado su estatura durante el Festival de la Princesa, la cual el Pokédex tradujo a 1,88 m, así que Ash estaba entre 1,83 y 1,85. Anabel por su parte no pasaba de 1,60 y ese hecho no le agradaba mucho.
Belladonna superaba a Iris por lo menos unos cuantos centímetros. La media hermana terrorista y asesina de Ash mediría entre 1,93 y 1,95, y estaba al punto de que se sentía más grande que Iris en más de un sentido. El cuerpo de Iris era delgado y ágil, sin tener mucho en él excepto músculos. El de Belladonna tenía más que el de Iris, el cual no podía competir en intimidación al ser fuerte pero delgado. Era como comparar a un Ninetales con un Arcanine en forma corporal: aunque ambos pudieran ser peligrosos, el segundo tenía el factor adicional de ser más grande que el primero en prácticamente todo.
Y dicha persona ahora la miraba con una intensidad que muy rara vez había visto en Iris en cualquier momento (incluso la vez que Iris trató de acuchillarla con sus garras), simplemente por no responderle a la pregunta de Aurora.
- Y además... ¿qué hacen ustedes tres aquí, y sin mi hermano de paso? ¿Dónde está Ash? – les preguntó en un tono que, aunque fue menos de "eso fue un error", igual se sentía forzado.
Pero antes de poder responderle, Iris le ganó y le explicó lo que estaba pasando. Que Ash había sido secuestrado por un Abra y desde entonces habían estado tratando de encontrarlo teletransportándose al azar, y terminaban fijándose en los hermanos de Ash por error (junto una casa ocasional y Mew, la casa probablemente fuese de su madre pero lo del Mew seguía siendo un misterio).
Durante la explicación Belladonna había dejado de mirarla con ojos asesinos, pero su expresión permaneció indescifrable. Aurora miraba a Anabel con preocupación, mientras Evanna parecía impaciente porque terminara la explicación. Vedia por su parte cogió un hilo de sombras para coger una libreta de notas y empezó a escribir en ella cada vez que Iris mencionaba a uno de los hermanos que habían encontrado.
Para cuando Iris había terminado su explicación, Anabel se había recuperado un poco, pero no estaba en forma para sacarlas de allí si había problemas. Si se desataba una pelea, se complicarían las cosas. Ella todavía llevaba el huevo de Togepi que pertenecía a Ash después de todo, y proteger a Anabel y al huevo al mismo tiempo no iba a ser fácil.
- Bueno, parece que los rumores son ciertos.
La repentina declaración de Evanna atrajo la atención de Misty y de Iris. ¿Qué rumores?
- ¿Preciosa? – murmuró Belladonna en un tono que sonaba casi de reproche.
- Hey, no es que tuviéramos evidencia antes. Ahora, tal vez ustedes dos no tengan idea de lo que estoy hablando, así que déjenme explicarles. ¿Han oído los rumores sobre la líder del Gimnasio Saffron?
Misty asintió, pues había oído historias de una persona loca que usaba Pokémon de tipo Psíquico para lastimar a personas inocentes. Iris sin embargo permaneció confusa.
- Bueno, hay rumores sobre esos rumores de que es más que una maniática homicida. Hay quienes dicen que en realidad es una Bloodliner que puede controlar a Pokémon Psíquicos que anda en busca de oponentes dignos para su poder, y los obliga a luchar con todos sus Pokémon. – les dijo Evanna. Misty se obligó a no mirar hacia Anabel, que todavía seguía recuperándose.
- Pero si ella secuestró a Ash, y ya casi pasó medio día... – dijo Aurora horrorizada.
- De lo que me han dicho sobre su chico, probablemente tenemos una oportunidad antes de que deje de servir de entretenimiento a esa chica loca. Tiene muchos Pokémon que por lo que puedo entender que son bastante fuertes, y si es el hermano pequeño de Belladonna debería tener un buen aguante, pero no podemos perder el tiempo.
Ante el comentario sobre el aguante Aurora miró a Evanna con expresión de "¿Por qué dijiste eso?", Belladonna suspiró con exasperación, y Vedia simplemente sacudió la cabeza. Misty no estaba totalmente segura de qué querría decir con eso, e Iris se veía igual de confusa.
- *Ejem*... ignorando esa información irrelevante, todavía tenemos tiempo de encontrar a mi hermano. Tendremos que dejar a su amiga aquí, pero con el Shellder de mi querida Aurora, podemos llegar al Gimnasio Saffron rápidamente.
Ash había mencionado algo sobre una teletransportación... pero eso quedaba en segundo plano, y Misty palideció. ¿Había dicho "podemos"?
- Podríamos ayudarla a recuperarse con algunas de las Hierbas para Revivir que tenemos. – intervino Aurora, sorprendiendo a las otras invasoras de plantas de energía. La mirada en su rostro sugería que incluso ella misma se sorprendía de lo que había ofrecido, pero rápidamente la reafirmó. – Le sirvieron a Evanna aquella vez que quedó exhausta, y si usamos algunas de las Hierbas Mentales el agotamiento mental también puede arreglarse.
- ... Pero tomará un poco prepararlas. No es que me oponga a la idea, pero es que no quiero esperar media hora. – le dijo Belladonna a Aurora con un tono conflictivo. Aurora, sin embargo, le asintió con confianza.
- Pero si lo hacemos, seremos nosotras siete más los Pokémon, y siete son mejores que seis para que podamos rescatar a tu hermano.
¿De qué estarían hablando exactamente? ¿Querían preparar algo? Aurora de pronto se fue a alguna parte, y fue Vedia quien respondió a la pregunta.
- Aunque las Bloodlines son similares a los Pokémon, algunos remedios naturales que pueden utilizar necesitan un poco más de preparación para que tengan efecto en nosotros. Es una combinación de que o son demasiado potentes o insuficientes en su estado natural.
- Eso todavía no explica por qué simplemente no deberíamos marcharnos sin ustedes en el momento en que esas hierbas curen a Anabel de la forma en como sea que lo hagan. – espetó Misty.
- Porque entre siete tenemos mejor posibilidad de rescatarlo que entre tres. – declaró Vedia simplemente.
- Se te olvida que cuatro de esas siete atacaron una planta de energía solo porque querían a un solo hombre en un hospital muerto. Eso no es exactamente lo que alguien querría como grupo de rescate. – les dijo a las tres presentes sin titubear.
- Llamar hombre a esa cosa es demasiado. – declaró Belladonna con completo desdén, sin remordimiento ni pena por el objetivo de sus acciones.
. Si quisiéramos a alguien como ustedes para que nos ayudara, habría acudido al Equipo Rocket. – replicó Misty.
- Saben, de hecho me topé con unos miembros del Equipo Rocket justo antes que llegáramos a Ciudad Gringy. Eran muy raros, y uno de ellos era un Meowth que hablaba...
- Esos serían de los mismos que estamos hablando. – dijo Iris ante el recuerdo de Evanna.
- ¿En serio? – dijo esta última. Misty decidió desviar la conversación de regreso a lo que importaba antes de que volvieran a desviarse.
- Eso no explica el por qué deberíamos dejar que ninguna de ustedes venga con nosotras.
- Yo soy su hermana. – dijo Belladonna simplemente.
- Hay más en ser un hermano que estar emparentado. – declaró Misty, sabiendo muy bien que incluso un parentesco total no significaba nada si no actuabas como familia.
Estar emparentado con alguien no significaba nada. Su familia no significaba nada para ella más allá de un gimnasio que quería heredar y tener para ella algún día. Iris no tenía motivos para preocuparse por sus padres biológicos. El padre de Ash y su aparentemente interminable lista de hermanos no significaban nada a menos que quisiera hacer algo con los segundos, y Belladonna no estaba muy alta en la lista de hacer eso. En cuanto a Anabel, sus relaciones con su familia eran bizarramente normal a pesar de estar muertos.
- Exactamente, ¿y cuál es el comportamiento de una hermana aparte de estar dispuesta a arriesgarse para salvar a su hermano menor del peligro? – propuso Vedia.
- Eso es parte del trabajo. – admitió Iris algo reacia.
- "Iris, ¡no les des ánimos! Eso hará más difícil evitarlas."
- "Belladonna... lo dice... en serio." – escuchó a Anabel comentar débilmente en su cabeza.
- "Puede hablar en serio todo lo que quiera, eso no quiere decir que quiero que venga con nosotros." – pensó Misty, viendo que hablar en voz alta no le iba a dar más resultado que más miradas asesinas de parte de Belladonna.
- "Esto no se trata realmente... de lo que queramos. Aunque puedo llegar... a Saffron sin necesidad de... descansar, ellas no se equivocan. Siete son mejores que tres."
- "Y de esas tres, una congeló a Ash contra la pared, la otra pasó su tiempo sujetándome contra el suelo, la tercera parece haber disfrutado la experiencia de Iris tratando de acuchillarla, y luego tenemos a Belladonna..."
- "Intento ser positiva, y me agrada pensar que lo hago bien ya que Iris no me persigue con un palo en la mano. Ellas no eran de los buenos aquel día, pero ahora quieren serlo. Creo que motivarlas a eso sería lo correcto. Además, ¿quieres que algo salga mal y después arrepentirte de no haberlas traído cuando ofrecieron su ayuda?"
- ¿Se están comunicando telepáticamente? – inquirió Vedia, interrumpiendo la conversación mental.
- No. – mintió Misty, pero Belladonna le dio otra mirada.
- No mientas, no eres buena en ello y francamente no deberías aspirar a serlo. No creo que Ash lo aprecie, las mentiras son de las peores cosas en una relación.
Misty se quedó viendo a la mujer gigante con estupefacción. Ella sería la primera en admitir que le vendría bien algo de consejo sobre cómo llevar las relaciones, ¿pero acaso una persona a quien Ash describió con "estabilidad cuestionable" sería quien tenía el derecho de hacer eso?
- De hecho, posiblemente tenemos unos diez o quince minutos antes de poder irnos, así que deja que te demos algunos consejos sobre cómo funcionan las relaciones en caso de que tengan algún otro mal hábito. De hecho, mi dulce Vedia...
Un hilo de sombra llevó la libreta y bolígrafo a la mano de Vedia, que se preparó para tomar notas. Belladonna sonrió por lo rápido que la pequeña actuaba para cumplir sus deseos, antes de hacer ese falso carraspeo que la gente solía hacer antes de hablar.
- De acuerdo, ahora lo primero que todas deberían saber...
Lo que siguió fue un cuarto de hora de parte de la media hermana asesina de Ash dándoles un curso rápido sobre relaciones, los sí y no, qué problemas comunes podrían surgir, cómo manejar los arranques de celos, y muchas otras cosas mientras Vedia seguía tomando notas que seguramente les daría para que se llevaran. Notas cursivas al parecer, maldición.
Aunque Misty no pudo evitar sentir algo de simpatía por la pobre de Iris. Ya este era el segundo sermón que recibía de parte de una de las hermanas de Ash el día de hoy, y se estaba empezando a volver cansino.
La información resultaba útil, eso sí. Meliae había dicho que la mayor parte de sus consejos eran para después de las partes no sexuales, y eso también era bueno. De todos modos la caligrafía de la chica bajita era muy rara. Con suerte alguien podría leerla claramente.
Esta historia continuará...
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