Acercándose a la trampa de la Cazadora
En algún lugar alrededor del Túnel de Roca...
Desde los cielos, rayos de luz eran emitidos de un lado al otro, a raíz de una confrontación de la que nadie tenía idea.
Una batalla completamente unilateral, en la cual uno de los bandos no tenía ninguna posibilidad de victoria en lo absoluto. Los dragones alados, rehusándose a caer sin pelear y dispuestos a proteger su orgullo, se defendieron valientemente, pero no eran rival para los proyectiles de esa endemoniada máquina voladora. Uno a uno iban cayendo, pero no hacia la tierra, sino que desaparecían entre las redes lanzadas por el vehículo, siendo llevados a su interior poco después, sin posibilidad de escape.
Solo una logró salvarse de este destino, y al parecer simplemente se debió a que otro la apartó del camino, sacrificándose por ella.
Lo único que la salvó de estrellarse contra el suelo y matarse fueron otros dos que al ser liberados aminoraron su caída, pero al llegar cerca de la tierra, se separaron entre sí...
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En otra parte, un poco antes...
- ¿El túnel de qué?
Como resultaron los eventos, Ash no tenía idea de cuál habría sido el destino del St. Anne si este no hubiese sido invadido por el Equipo Rocket, o se hubiera hundido, o que lo terminara mandando a una isla desierta llena de Pokémon robóticos gigantescos. El boleto que le fue entregado por esas rubias hiperactivas (que Ash estaba seguro que eran agentes del Equipo Rocket) era para desembarcar en un puerto al este de Ciudad Cerulean, y al noroeste de Pueblo Lavender.
Como Misty no planeaba acercarse un paso a Cerulean más de lo necesario, eso les dejaba como única ruta ir a Pueblo Lavender para continuar su viaje. Sin embargo, este era un camino por el cual Ash no había viajado antes. Normalmente, el entrenador se sentiría muy entusiasta ante la idea de una nueva aventura. Sin embargo, el Túnel de Roca sonaba demasiado ominoso, y además... de cierto modo le recordaba a Brock.
Y además, estaba el asunto del botín que se había ganado en el barco. Uno bastante grande.
Ahora, usualmente Ash no cargaba tantas Pokébolas consigo cuando viajaba. No era un adicto a las capturas, y por eso no sentía el deseo de tirarle una Pokébola a todo ser vivo con el que se topara y le pareciera interesante. El solo poder ver a los Pokémon era más que suficiente. Y además, si lo hiciera, el Profesor Oak seguramente tendría que comprar el resto del terreno de Pueblo Paleta para tener espacio para todos, particularmente si Gary seguía capturando tantos Pokémon como en la línea temporal anterior (unos 200 o más, si la memoria no le fallaba).
No obstante, a Ash le agradaban todo tipo de competencias variadas, habiendo participado en sumo Pokémon, carreras, concurso de aros con Pokémon voladores, fuego y rescate, cosplay Pokémon y muchos otros. Cualquier oportunidad de tener un nuevo desafío para él y sus Pokémon estaba bien para él. Quizás se quedara fuera de otras cosas como un concurso de cocina, tal vez tuviese que tener Pokémon, Batalla, o Torneo en su nombre para poder atraer su interés.
En retrospectiva, quizás... se fue un poco de mano con la competencia para obtener Pokébolas en el barco. Aunque en su defensa, Charmeleon todavía tenía mucha energía acumulada por no haber podido tomar el relevo por Pikachu en la batalla contra el Teniente Surge. Y después Squirtle también quiso entrar, y se emocionó tanto que antes de darse cuenta el resto de sus Pokémon ya estaban peleando. Solamente se detuvo cuando empezó a sentirse demasiado entumido por meterse tantas veces en el agua fría de ese tanque.
Y eso lo dejaba con un total de 51 Pokébolas (y Ash generalmente prefería no llevar más de cinco adicionales), la mayoría de ellas de colores que no reconocía. Los tipos de Pokébolas que había visto en el pasado incluían Bolas Safari, algunas Pokébolas hechas con Apricorns, Bolas de Parque en el concurso de captura de bichos, las muy similares Bolas de Lago en la competencia de pesca de Seakings, unos artefactos antiguos, una Pokébola gigante de piedra, Bolas Oscuras, la Bola GS, y una Bola Maestra. Estaba seguro de que habría muchas otras. Y resultó que él consiguió 51 de variedades diferentes que no reconocía. Por suerte para él, tenía algo que siempre parecía saberlo todo.
- Programa de identificación de Pokébolas para dummies iniciado. – empezó a hablar Dexter. – Una Pokébola está hecha de material sintetizado de Apricorn y es...
- ¿Podemos saltarnos la lección de química? - Ash no tenía ganas de quedarse dormido con eso.
- Muy bien, para el tonto que prefiere ignorar mi importante lección de química, este programa está diseñado para decirte todo lo que necesitas saber sobre las variantes de Pokébolas que puedes encontrar. – prosiguió el Pokédex. – No te sientas mal si el Profesor Oak no profundizó en detalle respecto a ellas: las variantes de Pokébolas son muy caras y la mayoría de la gente prefiere no molestarse con ellas. De hecho, empezaron a producirse en masa hace apenas unos pocos años. Así que si no sabes de ellas no es porque seas un idiota, solo eres un idiota desinformado.
Ash no podía saber si su Pokédex estaba siendo amable con él o no, así que simplemente agarró una de las Pokébolas que consiguió, una azul con rayos amarillos, y la sostuvo cerca del sensor de Dexter.
- Bola Rápida. Desarrollada por un científico originario de la región Johto que deseaba capturar a Pokémon que se asustan con facilidad antes de que puedan escapar, la Bola Rápida tiene una mayor afinidad para atrapar a un Pokémon antes que comiencen las hostilidades al inicio de la batalla. Sin embargo, una vez que inicia la batalla, la Bola Rápida tiene poco menos que ofrecer distinto a una Pokébola ordinaria.
A Ash le gustó como sonaba eso, aunque lo dejaba preguntándose: ¿cómo funcionaba eso de "mejor antes de que comiencen las hostilidades"? Decidiendo no presionar más, Ash notó un trío de Pokébolas de color blanco y negro, con unos bordes rojo-anaranjados arriba y a los lados.
- Bola Temporizadora. Desarrollada por la Corporación Devon, La Bola Temporizadora contiene un mecanismo en ella que incrementa la efectividad con el tiempo. Este mecanismo tarda un poco en cargarse, sin embargo, y solo logra alcanzar una excelente capacidad de captura tras un largo período después de activarse al inicio de la batalla. – dijo Dexter. Así que una Pokébola que se volvía más fuerte con el tiempo, interesante.
- ¿Y exactamente qué tan largo es ese período de carga? – preguntó Ash.
- Una hora. – sugirió el Pokédex.
Ash y Misty intercambiaron miradas de desconcierto. ¿Qué clase de batalla contra un solo Pokémon duraría tanto?
- El desarrollador de este particular tipo de Pokébola quería crear una variante capaz de capturar a Pokémon Legendarios que fuese más barata que una Bola Maestra.
Ash se deprimió ligeramente, a pesar de todos sus intentos no pudo conseguir al menos una de esas. Moviendo la mirada a una docena de Pokébolas blancas con la línea central roja, Ash sonrió preguntándose qué maravillas podrían tener esas.
- Bola Premier. Estas Pokébolas son un ítem promocional creado para que la gente compre más Pokébolas. Si alguien compra diez Pokébolas de cualquier variante en cualquier momento, el comprador recibirá una Bola Premier gratis. En esencia, es igual a una Pokébola regular.
- ¡No juegues! – exclamó Ash.
Como era de esperarse, le decepcionó saber que estas Pokébolas no tenían nada de especial, pero supuso que no todas podían ser una Bola Maestra. Otra docena de Pokébolas más tenía la parte superior roja reemplazada con naranja, con una cadena amarilla dividiéndola. Ash esperaba que esos detalles fueran algo más que de adorno.
- Bola Repetidora. El primer intento de la Corporación Devon en crear Pokébolas de uso especializado, la Bola Repetidora aumenta su efectividad conectándose a la identificación del entrenador. Al usarse en un Pokémon que el entrenador ya haya capturado antes, su eficiencia se dispara. La Bola Repetidora a menudo es usada por entrenadores que buscan Pokémon que poseen evoluciones ramificadas, tales como Kirlia, Poliwhirl y Eevee.
¿Capturar la misma especie de Pokémon dos veces? Ash exhaló un suspiro. ¿De qué le servirían? Sin contar a sus Tauros, que fueron todos capturados en Bolas Safari, él jamás atrapó a la misma especie dos veces. 28 fuera, y le quedaban 23. Con suerte, tendrían que quedar más buenas que malas entre esas. Otra docena más, de color verde y amarillo verdoso, llamó su atención.
- Bola Nido. Otra creación temprana de la Corporación Devon para uso especializado. Estas funcionan mejor al utilizarse en Pokémon mucho más débiles que aquellos usados para combatirlos. La Bola Nido usualmente es utilizada por entrenadores ya muy experimentados y con Pokémon de alto nivel que desean capturar a otros más débiles sin recurrir a demasiada violencia.
La imagen de Charizard de pie amenazadoramente enfrente de su Sewaddle le vino a la cabeza en cuanto terminó la descripción por alguna razón. Ash todavía no estaba seguro de si sería algo bueno o no al 100%, tendría que esperar para ver. Las siguientes tres eran de color rosa con marcas de color crema, y una vez más Ash tomó una para acercarla al Pokédex.
- Bola Sanadora. Aunque mayormente funciona igual que una Pokébola regular, la Bola Sanadora tiene incorporado un Restaura Todo en su interior. En el momento en que el Pokémon sea capturado, libera el Restaura Todo para sanar al Pokémon a máxima capacidad instantáneamente.
¿Una Pokébola capaz de sanar a un Pokémon en el momento en que lo capturas? A Ash se le ocurrieron varias veces en sus viajes que eso hubiera sido de gran ayuda, con el Scyther de Tracey en particular siendo una de las más notables. Eso le dejaba ocho más, dos de ellas Pokébolas regulares, y otras dos con la parte superior azul y un patrón de líneas entrecruzadas con una red.
- Bola Red. – habló el Pokédex antes que Ash pudiera acercarla, parecía estarse impacientando. – Fue diseñada por un maníaco de Hoenn que quería capturar específicamente un Surskit, es decir que es mayormente efectiva para capturar Pokémon de tipo Agua e Insecto. Sin embargo, la efectividad no se cuadruplica con la combinación de tipos Agua e Insecto, no hay explicación del por qué ocurre esto. – Pasó de inmediato a las siguientes, unas de color negro con anillos rojos y dorados en ellas. – Lujo Bola, Pokébolas más cómodas en el interior que las regulares y ayudan en el desarrollo positivo de las relaciones entrenador y Pokémon. – Finalmente llegó a las dos últimas, que eran azules con unos bordes rojos en la parte superior. – Super Bolas, poseen un 50% más de efectividad en captura que las Pokébolas regulares.
Bueno, las había conseguido todas de gratis, y por lo menos algunas de ellas, en teoría, podrían serle muy útiles. Misty tampoco andaba corta de ellas, se había quedado con diez en total, seis Bolas Red y otras cuatro de color azul claro y blanco, que según dijo el Pokédex eran Bolas Buceo, y su mayor efectividad era debajo del agua.
- Velo de esta forma, Ash. Tendrás mucha oportunidad para reducir tu reserva de Pokébolas mientras estamos en ese túnel. Escuché que está infestado de Zubats. Cuando salgamos, podemos hacer una parada en Pueblo Lavender. – Ash en ese momento dio un respingo, deseando no tener que pasar de nuevo por esa experiencia de que lo sacaran del cuerpo. – Y desde allí, podremos ir a Ciudad Celadon, ahí está el gimnasio más cercano.
¿No debería ser primero Ciudad Saffron? Aunque había la posibilidad de que Misty solo supiera del gimnasio porque el Profesor Oak lo había mencionado, estaba eso otra vez. Nadie mencionaba en lo más mínimo al gimnasio de Ciudad Saffron, ni tampoco a su líder, Sabrina. Ash no podía evitar preguntarse el por qué todo mundo evitaba mencionar a la chica psíquica y su gimnasio.
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Campamento de entrenamiento para Exterminadores, región de Unova...
Georgia era una Exterminadora de Dragones, y este no era un título que simplemente había tomado por una derrota humillante. No, los Exterminadores eran solo de la élite, los más valientes, y los más esforzados. Ellos eran a quienes la liga llamaba cuando algún líder de gimnasio o miembro del Alto Mando perdía su camino. Su trabajo, derrotarlos a cualquier costo para preservar el buen nombre de la Liga Pokémon, y asegurarse de evitar que los daños que causaban pasaran a mayores, de ser posible, antes que se hiciera público.
- ¡Preparen! – Georgia se ajustó su gorra amarilla mientras su poderoso Beartic empezaba a cargar su ataque. – ¡Apunten! – Señalando hacia el objetivo, el oso polar ya tenía su ataque cargado al máximo, listo para disparar. – ¡FUEGO!
- ¡Beartic/Vanilluxe/Abomasnow/Weavile/Jynx/Glalie, Rayo de Hielo! – resonó la voz de Georgia entremezclada con la de los otros cadetes que estaban en fila con ella.
Cada uno de los Pokémon de tipo Hielo, enfrente de su entrenador, disparó el rayo congelante hacia su objetivo. Estos mostraban a diferentes Pokémon de tipo Dragón, y cada uno tenía marcas resaltando los puntos débiles de cada uno. Estos incluían en medio de los ojos, la garganta, las articulaciones de brazos y piernas, entre otros. Cada Rayo de Hielo golpeó una diana para un golpe crítico. Una sonrisa de satisfacción curvó los labios de Georgia al ver como cada uno de sus ataques golpeaba cada uno de los puntos vulnerables del Haxorus en todo el centro. Siendo la cadete más prometedora de su clase, Georgia podía decir con poco lugar para discutir que llegaría a ser una de las mejores. (*)
El rol de un Exterminador no era un trabajo que alguien tomaba porque estuviera en busca de gloria personal. Los bomberos no elegían su trabajo porque quisieran incendios, ni tampoco lo hacían los doctores porque quisieran que hubiera enfermedades. Tomaban dichos trabajos para hacer lo que había que hacer. Su trabajo era asegurarse de mantener a las personas sanas y salvas.
Aunque los Exterminadores habían visto poca acción en los últimos cuarenta años, habían tenido un total de seis líderes de gimnasio y un miembro del Alto Mando que tuvieron que ser removidos de sus posiciones por la fuerza. El trabajo de los exterminadores era hacerlo rápida y silenciosamente. Aparte de sus superiores no recibían agradecimiento de nadie, pero al hacerlo, salvaban el buen nombre de la Liga Pokémon de potenciales escándalos.
Hasta ahora, ningún usuario de Pokémon tipo Dragón se había visto involucrado en algún escándalo, aunque habían desplegado a otros Exterminadores. En el tiempo presente, los miembros corruptos habían sido, ordenados por severidad de sus crímenes: un líder de gimnasio de tipo Volador en Sinnoh, que usaba a sus Pokémon para espiar a mujeres, otro de tipo Insecto en Kanto que usaba Weedles para meterse a robar en las casas de la gente, un miembro del Alto Mando de tipo Normal de Kanto que acumuló deudas masivas por apuestas y estaba involucrado en peleas arregladas, otro líder de gimnasio de tipo Veneno en Hoenn que utilizaba a sus Grimers para sabotear una cadena de restaurantes que competían con el de su hermano, otro líder de tipo Fantasma en Unova responsable directo de varios asesinatos, y un líder de tipo Oscuro en Kalos que utilizó a unos Malamars (o fue utilizado por ellos, no estaba claro) para crear una especie de culto que lo adoraba como a un dios, e intentaban buscar a Zygarde y crear un escenario apocalíptico.
Por supuesto, la líder de gimnasio que todavía tenía que ser removida no contaba en su lista mental, y por una buena razón. Una razón que se hizo evidente cuando pasó frente al Muro del Valor de los Exterminadores. Pausando su marcha por un momento mientras iba hacia sus cuarteles personales, Georgia se quitó la gorra guardando silencio, tomándose un momento para mostrar sus respetos a las más recientes adiciones a este muro, un equipo de dieciocho miembros, de los cuales ella conocía personalmente a cinco.
Todos asesinados tratando de remover a la líder renegada de tipo Psíquico, a cargo del gimnasio de Ciudad Saffron.
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De vuelta al camino hacia el Túnel de Roca...
- ¡Ekans, usa Chirrido!
El Equipo Rocket, parte de su vida casi tan constante como Pikachu, había mejorado su habilidad de batallas recientemente. Pikachu no estaba participando en la batalla todavía, pues el trío había decidido aparecerse, hacer su rutina del pésimo lema y después atacarlos durante una sesión de entrenamiento entre Charmeleon y el Wingull de Misty. ¿Los estaban esperando para emboscarlos?
Hasta ahora, estaban siendo oponentes más fáciles que el Teniente Surge. Habían mejorado, sí, pero no eran imparables. Sin embargo, el ataque sónico que soltó Ekans contra ellos no era algo que se estuvieran esperando, ni tampoco era que hubiera un Contraescudo o algo similar que pudiese bloquearlo. Y por supuesto, Charmeleon tampoco lo iba a hacer, simplemente lo aguantó.
- ¡Ataque de Ala! – ordenó Misty, de inmediato la gaviota se lanzó con las alas brillando para impactar a la serpiente y detener el ataque sónico de una vez.
- ¡Protección! – contraatacó James, con lo que Koffing se interpuso entre los dos y formó una barrera. Wingull se estrelló de frente contra ella, cancelando su ataque y saliendo despedido hacia atrás.
- ¡No, Wingull! – gritó Misty preocupada.
- ¡Jajaja, ¿qué les parece el resultado de nuestro entrenamiento?! – se jactó James. – ¡Todo en nombre de acecharlos más eficientemente, y de llevarnos a tu Pikachu para el jefecito!
¿Qué, acaso Giovanni adoraba a los ratones o algo? ¿Los quería para ponerlos a cantar, usarlos de generadores vivientes y electrocutar a la gente? ¿Por qué les importaba tanto su Pikachu?
- ¡Charmeleon, usa Nitrocarga!
Un aura de llamas rodeó a Charmeleon. El recientemente evolucionado Pokémon de fuego procedió a abrirse paso a pura fuerza a través del ataque sónico y chocó con toda su fuerza contra Ekans. La serpiente Pokémon se fue dando tumbos hacia atrás, algo rostizada pero todavía viva, yendo a parar donde Jessie, y derribándola mientras Meowth, James y Koffing todavía seguían de pie.
- ¡Char! [¡Ya ríndanse, distracciones insignificantes! ¡Son unos tontos si creen que pueden derrotarnos! ¡Más tontos todavía si creen que pueden derrotarme a MÍ!]
La dramática declaración de Charmeleon, junto con el gesto que hizo apuntándoles con el dedo, fueron traducidos para James por Meowth, y el pelimorado empezó realmente a hervir de rabia, al igual que su Koffing (que normalmente era muy calmado y de actitud fría, como el resto de su especie).
- ¡¿Insignificantes?! ¡¿Cómo te atreves?! ¡Fácilmente estoy en el puesto número 109 de los soldados más fuertes del Equipo Rocket! – se jactó James en una forma que trató (y falló) de ignorar que todavía había otros 108 soldados más fuertes que él. – ¡Y ahora te lo demostraré! ¡Koffing, Retribución!
¿Retribución? ¿Qué clase de poder era ese? La respuesta vino al ver a Koffing brillando con un aura blanca y volar directo hacia Charmeleon.
- ¡Detenlo con Garra de Metal! – le gritó Ash a Charmeleon, cuyas garras adquirieron su brillo metálico al interceptar el ataque, apenas por un segundo, inmediatamente salió volando por los aires y cayó de espaldas al suelo derrotado. Ash se quedó mirando esto en shock. ¡¿Charmeleon, derrotado... y por el Equipo Rocket, de todas las personas?!
- ¡Jajaja! ¡¿Qué les dije, bobos?! ¡El 109 más fuerte! – se mofó James.
- Oye, ¿sabes? Tal vez deberían evaluarte otra vez, a lo mejor podrías ser el 71 más fuerte ahora. – dijo Meowth, antes de notar a Wingull. Sacando sus propias garras, el gato sonrió malignamente. –Y ahora que somos dos contra uno, es hora de derrotarlos, y nos llevaremos a ese Pikachu tuyo.
Sin un solo parpadeo, Ash retornó a Charmeleon, y con un gesto de la cabeza le indicó a Pikachu que tomara el relevo junto con Wingull.
- ¡Hey, no puedes mandar a otro Pokémon si derrotamos al tuyo, nosotros solo tenemos dos! – señaló Meowth tajante.
- ¡Pero tú también eres un Pokémon, Meowth! – le recordó James. – Eso técnicamente nos da tres.
- ... sí te diste cuenta que acabas de ayudarlos, ¿verdad? – dijo Meowth sudando una gota gorda.
- ¿Lo hice?
Misty y Ash intercambiaron miradas de "¿es en serio?", antes de apuntarle al trío que quedaba en pie (y al dueto inconsciente de Jessie y Ekans).
- ¡Pikachu/Wingull, usa Atactrueno/Hidropulso!
Pikachu brilló en chispas de color amarillo, mientras Wingull se elevó y formó una enorme bola de agua en frente de su pico. Los dos dispararon sus ataques al mismo tiempo, combinándose entre ellos para multiplicar el daño, y golpeando al Equipo Rocket en una satisfactoria explosión.
- ¡EL EQUIPO ROCKET SALE VOLANDO DE UNA MANERA QUE ESPERAMOS QUE NO SE VUELVA COSTUMBREEEEEEEEEEE!
Mientras las voces de James, Meowth y Koffing se perdían en la distancia hasta que solo fueron un punto brillante en el cielo, Misty exhaló un suspiro.
- Ya sé que dije que quería perfeccionar el Hidropulso con Wingull, pero no creo que eso fuera necesario. – dijo tocándose la frente y moviendo la cabeza negativamente. – Digo, si siguen apareciendo nos servirían de buena práctica, pero ese ridículo lema suyo...
Ash asintió estando de acuerdo, mientras sostenía la Pokébola de Charmeleon en su mano. Era muy preocupante el pensamiento de que el Equipo Rocket pudiese darle mejor pelea que un trío de antiguas líderes de gimnasio, incluso unas tan perezosas como las hermanas de Misty. La idea de que ese trío se volviera más fuerte lo hacía temblar de una manera que él no creyó posible. Si seguían haciéndose más fuertes... ¿llegaría el día en que finalmente tendrían éxito en capturar a Pikachu?
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Un poco más tarde, más cerca del Túnel de Roca...
Si algo bueno había salido de ese último encuentro de Ash con el equipo Rocket, fue que se interesó por el ataque que utilizó el Koffing de James. Ash conectó el disco USB con el MT en su Pokédex, y se puso a buscar en él aquel movimiento. ¿Cómo se llamaba, "Retribución"?
- Retribución es un movimiento cuyo poder se basa en el lazo entre el Pokémon y su entrenador. Entre más cercano es un Pokémon a su entrenador, más poderoso es el ataque. – empezó a recitar el Pokédex. – Programa de entrenamiento iniciado. Las instrucciones para aprender este movimiento son las siguientes...
Charmeleon, que en ese momento estaba absolutamente furioso consigo mismo por dejarse vencer (y lo peor de todo, por dejarse vencer del Equipo Rocket), parecía dividido entre querer aprender el movimiento para saber cómo funcionaba, o hacer pedazos al próximo Pokémon que lo usara contra él en venganza. Squirtle entrenaba con él y parecía estar algo fastidiado.
- Squirtle... [¿Podemos salir de esto de una buena vez? No sé ni por qué acepté ayudarte con esto en primer lugar.] – dijo hablándole a Ash, que estaba a poca distancia de allí entrenando a Butterfree para convertir los poderes psíquicos de Confusión en Psicorrayo.
- Porque en este momento solo conoces tres movimientos, así que puedes aprender Retribución. – replicó el entrenador.
De los Pokémon que Ash había capturado hasta ahora, y los que tenía consigo en aquel momento, todos a excepción de Squirtle ya tenían cuatro movimientos. Pikachu tenía Atactrueno, Cola de Hierro, Ataque Rápido y Electrocañón; Charmeleon tenía Brasas, Cola de Dragón, Garra de Metal y Nitrocarga; Pidgeotto contaba con Ataque Rápido, Ráfaga, Ala de Acero y As Aéreo; Butterfree Disparo de Seda, Ráfaga, Somnífero y Confusión (pronto a convertirse en Psicorrayo); Aipom tenía Arañazo, Puño Incremento, Rapidez e Impresión, y finalmente Squirtle tenía Pistola de Agua, Refugio y Embestida. Los Pokémon, según Ash recordaba de una de las lecciones del Profesor Oak, empezaban solo siendo capaces de recordar cuatro movimientos a la vez. Solo cuando un Pokémon ya estaba entrenado al punto de estar al nivel para competir con su entrenador en un torneo de la liga era que podía expandir su arsenal a más de cuatro movimientos.
Podría haber jurado que en la línea original solo eran cuatro... o al menos eventualmente así había sido, pero de cualquier manera, tendría un largo y duro entrenamiento por delante.
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Pueblo Lavender...
Con una sonrisa, Gary regresó a su pareja de Nidorans, o más específicamente ahora, Nidorino y Nidorina, mientras su oponente salía corriendo llorando como un bebé. Otro tonto que pensaba que podría capturar a los únicos Pokémon de tipo Fantasma de Kanto. No, esos raros Pokémon no serían capturados por un entrenador mediocre como ese. ¡Serían capturados por el primero y el único Gary Oak!
Colocando la bola de Nidorino en su guante H.O.P.E. esta desapareció en un estallido de luz, seguido poco después por Nidorina. Los dos habían tenido suficientes batallas por hoy. Otras dos Pokébolas llegaron en su lugar: las de Pidgeotto y Growlithe. Con ellos, tenía otra vez un sólido equipo, acompañados por Wartortle, Kadabra y Exeggcute. Todo esto era buena práctica para sus Pokémon, pelear en esta Torre de los muertos y los devotos que la visitaban para presentar sus respetos a los fallecidos. Su Raticate, Spearow, Krabby, y el Graveler antes conocido como Geodude... tenía una excelente racha.
También se había enterado que el Domo de Batalla pronto llevaría a cabo un torneo para entrenadores novatos, y él planeaba asistir. Sus habilidades estarían al máximo, y se forjaría de un nombre, especialmente si conseguía a un tipo Fantasma para tener de su lado. La Frontera de Batalla pronto tenía que conocer el nombre de la futura leyenda que sería Gary Oak. Nada podría detenerlo ahora, nada.
- ¡Oh, mira eso, Red! ¡Es ese tal Gary al que le diste la paliza en Ciudad Cerulean!
Un escalofrío recorrió la espina de Gary al reconocer esa voz. Dándose la vuelta, otra vez se encontró cara a cara con ese bastardo silencioso que seguía derrotándolo y siempre parecía andar cerca, al igual que su pequeña porrista rubia.
Red, el entrenador que lo había vencido dos veces, también estaba aquí. ¿Tal vez la tercera sería la vencida?
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Más cerca del Túnel de Roca, mientras Gary está de nuevo como el rival en una batalla que cree que puede ganar...
El pueblo de Puerto Blanco era una pequeña comunidad junto al mar, y una parada frecuente para los entrenadores que iban hacia Pueblo Lavender desde Ciudad Cerulean si querían evitar Ciudad Saffron. Era una población pequeña, y no tenía su propio gimnasio, dejando a Ash preguntándose dónde estarían los otros gimnasios en Kanto que entrenadores como Gary y Otoshi desafiaron para ganar sus medallas en su momento. Sin embargo, sí tenía mucho que ofrecerles a los entrenadores que pasaban por allí: comida, agua, y muchos chismes interesantes.
- ¿Ya supiste de la nueva campeona de Sinnoh? Escuché que es como una diosa de la victoria...
- ¡Mi Raticate claramente es del porcentaje más alto, deberías intercambiármelo por tu Kadabra! ¡No, te juro que no es una estafa!
- ¿Ya supiste lo de Koga? Los rumores dicen que este año competirá por un puesto en el Alto Mando. Tal vez me tome el año libre y espere hasta que haya terminado. Y escuché que hay otros dos aspirantes además de él...
- Ya cerraron el gimnasio de Cerulean. Maldición, ahora tendré que esforzarme por esa última medalla. Voy a tener que cancelar mis vacaciones a Isla Cinnabar, y con lo sexys que están las chicas en esta época del año...
- Viejo, hay un gimnasio en Cinnabar. Puedes hacer multitarea sin problemas.
- ¿En serio? ¿De qué tipo es?
Era muy interesante lo que se podía escuchar mientras caminabas por la calle, ocupándote tranquilamente de tus asuntos con tu Pikachu en tu hombro, con solo poner atención. Misty había salido a hacer sus propias compras. Aunque Ash le ofreció acompañarla, viendo que no tenía nada mejor que hacer, ella se negó. Algo sobre necesidades personales o algo así. ¿Cosas de mujeres, quizás?
De todos modos, ella tenía su propio dinero, que no era escaneable desde Pay-pal gracias a un Pokédex sarcástico, así que lo que fuera que estuviera haciendo, ella no necesitaría su ayuda. Así que no pudo más que caminar por allí, sin preocuparse demasiado de a dónde ir de momento. Solo pasar el tiempo y relajarse...
- Muy bien, vejete averiado. Entrégame todos tus objetos de valor, o de lo contrario yo y mis amigos aquí nos vamos a enfadar, y mucho.
Y por supuesto, se lo tenía que echar a perder alguien actuando como criminal.
Ash inmediatamente detuvo su marcha, y Pikachu saltó fuera de su hombro, mientras los dos veían la entrada de una casa, siendo bloqueada por un sujeto bastante grande, y un dúo de Mankeys que se veían muy enfadados. Ash sabía de primera mano de lo que era capaz un Mankey enojado, y sería casi nostálgico si no fuese porque claramente el sujeto los estaba usando para una extorsión en aquel momento.
- Mankey, el Pokémon mono-cerdo. Mankey es muy temperamental y es fácil que se enfade con cualquier cosa. Se sabe que frecuentemente lesionan a viajeros y vandalizan los autos que se meten a sus territorios.
Ese recordatorio del Pokédex realmente no era necesario. El solo verlos le hizo acordarse a Ash de su propio Primeape y todos los problemas que le causó. ¿Se volvería a encontrar con él? Y si lo hacía, ¿sobreviviría él al encuentro? Primeape no era exactamente el mayor admirador de Ash para empezar.
Para ese momento fue que el dúo de Mankeys se dio la vuelta y le gruñó al notar que los estaba mirando fijamente (cosa que odiaban), y con eso, la cara de su entrenador (llena de cicatrices) también volteó su atención hacia la de Ash.
- Lárgate, muchachito, este no es tu asunto. – dijo el rufián, pero Ash obviamente no le hizo caso. – ¿Qué, estás buscando pelea? Muy bien, no digas que no te lo advertí. ¡Mankeys, denle un Golpe de Karate en toda la cara!
El dúo de primates le fue a saltar encima, con las manos brillando en blanco. Ash decidió responderles mandándoles a los suyos.
- ¡Butterfree, Disparo de Seda! ¡Pidgeotto, As Aéreo!
Apenas emergieron, los dos ejecutaron sus ataques inmediatamente. Butterfree disparó un chorro del fluido pegajoso para amarrar a uno de los Mankeys, dejándolo más envuelto que una momia y haciéndolo tropezar y caer. Pidgeotto embistió al otro, mandándolo por los aires contra la pared, haciendo que desplomara noqueado en el suelo. El rufián tragó en seco de terror al ver que el entrenador y sus Pokémon le dirigían miradas asesinas.
- ¡Caw! [Ah, qué fácil fue eso, hasta aquel Poliwrath dio mejor pelea.] – dijo Pidgeotto mientras se posaba en el brazo estirado de Ash.
- Free. [Quizás Ráfaga hubiera funcionado mejor, con eso los volamos lejos.] – dijo Butterfree, flotando a su alrededor, y viéndose un poco menos rudo que un ave de presa.
- Pi. [Sí, y con eso terminar destruyendo la casa del hombre al que está robando.]
El rufián tal vez no entendiera lo que estaban diciendo, pero captó el mensaje y respondió de la manera en que cualquier otro de su profesión lo haría: media vuelta y salir corriendo con el rabo entre las patas, dejando a sus compañeros atrás.
- Cobarde, y ahora voy a tener que llamar a Control Pokémon.
El que habló fue el hombre al que el sujeto había estado molestando, ahora Ash podía verlo bien. Era un hombre mayor, de pelo oscuro veteado con canas. Le recordaba un poco a Kurt, el fabricante de Pokébolas de Johto, aunque tal vez un poco más joven. A su lado tenía a un Meowth no bípedo, y uno que Ash estaba seguro que no podría hablar.
- Sabes, antes solía estar bien llevarse a un Pokémon que otros dejaron atrás o no lo están cuidando bien. – prosiguió el hombre. – Estúpida burocracia, si no fuera por todas las complicaciones podría haberte pagado con esos Mankeys.
- Um, lo siento. – replicó Ash por reflejo, y no muy seguro de querer que le dieran a esos Mankeys de recompensa. Probablemente solo se pondrían a hostigarlo, o al Profesor Oak.
- No me prestes atención, solo un viejo hablando consigo mismo. Me llamo Forge. Forge Smith, herrero local. – dijo el anciano, extendiéndole una mano llena de arrugas.
- Ash Ketchum de Pueblo Paleta. Ellos son mis compañeros, Pikachu, Butterfree y Pidgeotto. – Ash extendió su mano para devolverle el apretón.
- Ah, Ketchum el entrenador Pokémon. Me alegra ver que algunas personas sigan las viejas costumbres. Los apellidos deberían definir a dónde va uno en la vida: tu familia de entrenadores, mi familia de herreros... ahora los nombres no tienen ningún sentido. Mi barbero se llama Farmer, el tendero se llama Teller, y mi abogado Forester. Los nombres ya no significan nada.
Ash personalmente no era partidario de un sistema de castas, pero tuvo el respeto de dejar al hombre mayor seguir hablando sin interrupciones.
- Pero basta de chácharas de lo que está mal en el mundo. Pasa por favor, muchacho, déjame agradecerte apropiadamente. – le dijo, preparándose para entrar en su hogar, que aunque parecía muy antiguo todavía tenía un aspecto muy profesional. – Solo regresa a tus Pokémon Voladores, no quiero tener que limpiar plumas o polvo de insectos.
Mientras los veía entrar a él y a su Meowth a la casa, Ash retornó a los dos voladores y lo siguió adentro.
...
La habitación en la que Ash se encontró resultó ser muy similar al almacén de Pokébolas de Kurt, pero no había las esferas en este lugar. En lugar de eso, los estantes del lugar estaban llenos de objetos variados, cuyo propósito todavía Ash estaba tratando de descifrar. Tenían aspecto de bandas para los brazos, cascos y otras cosas similares, de todas las formas y tamaños para casi cualquier tipo de Pokémon que pudiera imaginarse.
El hombre estaba del otro lado, su Meowth se había sentado mirando con atención lo que tenía en la mano. Ash reconoció esa piedra de color verde con unos rayos amarillos fosforescentes, la había visto muchas veces.
- Esta es una Piedra Trueno. – le dijo Forge. – Puedes usarla para evolucionar a tu Pikachu.
- Sí sé lo que hace. – replicó Ash. – También sé que Pikachu tiene movimientos que no podría aprender si evoluciona en Raichu. Se lo agradezco, pero no puedo aceptarla.
Tuvo el presentimiento de que decirle a este hombre que no quería hacer evolucionar a Pikachu (menos cuando él tampoco quería) tal vez no lo haría quedar bien. A veces la gente mayor no era muy... comprensiva con ese tipo de cosas. Forge sin embargo, simplemente sonrió y se metió la piedra al bolsillo.
- Ya veo, no sé por qué tenía la sensación de que dirías eso. Las piedras evolutivas son muy caras, considerando lo raro que es encontrar quién pueda convertirlas en otros tipos. – Forge empezó a hablar de la típica manera de un anciano que se deja llevar. – Pero incluso estas no son las más raras. Las hay todavía más valiosas, unas piedras evolutivas que solo aparecen en raras ocasiones, generalmente provenientes de meteoritos. Especializadas en ciertas especies de Pokémon muy específicas, y que generalmente solo caen en las manos de los entrenadores más sobresalientes. En toda mi larga vida, solo he tenido el honor de hacerles sujetadores a tres de estos entrenadores. – Se volteó a mirar a Ash después de esto. – Presiento que tú podrías ser el cuarto.
- Um, ¿gracias? – Ash no estaba del todo seguro de lo que estaba hablando este anciano. No haría daño preguntar. – ¿Qué es un sujetador, exactamente?
Mejor tratar de mantener la conversación lo menos críptica que fuera posible. Por fortuna para él Forge pareció entenderlo y respondió a su pregunta.
- Un sujetador es un accesorio creado por un herrero o joyero aprobado por la Liga Pokémon, como tu servidor, que un Pokémon puede utilizar durante batallas oficiales. Con estos sujetadores el Pokémon puede llevar de manera segura un objeto aprobado que le permite beneficiarse durante la batalla de alguna manera.
Ash entonces se acortó del Teniente Surge, de su Pikachu Volty y su Sargento Segundo Raichu. Ellos llevaban unos accesorios.
- ¿Quiere decir como un Chaleco de Asalto? – preguntó Ash.
- Correcto. – confirmó Forge. – Aunque para ese no necesitas un sujetador. Si quisieras usar una Gema de Tipo, por ejemplo, sí necesitarías uno. Eso sí, el sujetador no se ajusta con el Pokémon al evolucionar, así que si quieres uno, te recomiendo que no se lo des a un Pokémon que planeas evolucionar en un futuro cercano.
Dándose la vuelta hacia las repisas con productos terminados, Forge empezó a registrarlos, buscando algo en específico.
- Primeape, Nidoking, Beedrill... oh, sí, aquí está. – Tomándolo de la repisa, volvió con Ash. – Ahora, como no puedo pagarte con Mankeys, puedes tener esto como muestra de mi gratitud. Y con gusto estaré dispuesto a proveerte de cualquier sujetador para Pokémon que necesites en el futuro, aunque espero que me pagues por esos.
Le entregó a Ash una especie de muñequera que se veía algo vieja pero aún en buenas condiciones, al parecer a escala para un Pikachu. Los bordes eran de un metal reflector, y estaba pintada de rojo en el medio. En el centro tenía una hendidura redonda donde fácilmente se podrían insertar varios objetos diferentes, tales como esferas, gemas, o incluso un imán. Sin necesidad de palabras, Pikachu saltó del hombro de Ash, que se arrodilló para ayudarle a ponérsela. Estirándola un poco, la muñequera fácilmente quedó segura en el brazo derecho de Pikachu. Al ponerse de pie de nuevo Pikachu volvió a su lugar favorito, sin sentir molestias por ese pequeño peso adicional.
- Grandioso, le queda a la medida. – sonrió Forge. – Esa la fabriqué en caso de que algún usuario de Pikachu tuviese una Bola Luminosa. Esas cositas son muy difíciles de encontrar, y lastimosamente no tengo una de ellas para ofrecerte.
- "¿Qué es una Bola Luminosa?" – se preguntó Ash. Después le preguntaría a su Pokédex al respecto, de momento estaba inusualmente callado. ¿Sería que tenía una vibra de "a los ancianos les da miedo la tecnología" o algo?
- Sin embargo, mi Meowth posee la habilidad Recogida, así que es muy bueno para encontrar objetos. Si no, ¿por qué tendría ese pisapapeles de Piedra Trueno aquí? Como sea, gracias a Meowth, tengo bastantes de estos.
Metiéndose la mano en el bolsillo, sacó una pequeña piedra color morado claro y se la dio a Ash, que se quedó viéndola con expresión confusa.
- Ese es un Eviolito. Es un mineral que aumenta el poder defensivo de un Pokémon que todavía puede evolucionar. Y tengo el presentimiento de que estarás usando muchos de esos en un futuro cercano.
El anciano empezó a reírse con ganas. Ash no pudo más que sonreír, pero antes de tener oportunidad de responderle o de darle las gracias, volvió a ponerse serio.
- Ahora, necesito que me des tu número de teléfono. No le veo cabeza ni cola al inter-web o como se llame y a su correo eléctrico, así que esa es la única forma de que podamos estar en contacto.
(--0--)
En el laboratorio del Profesor Oak...
- Los tres Pokémon iniciales... casi podría jurar que Ash tiene una suerte de los mil demonios. ¿Será por cosa de ser un bloodliner? – murmuró para sí el Profesor Oak, mientras sostenía a Bulbasaur, sin darse cuenta de que el Pokémon dio un respingo por recordar a cierto "demonio" con el que tuvo un encuentro no hacía mucho. – Muy impresionante, de paso. Espero que no deje de impresionarme como siempre lo ha hecho.
Dejando a Bulbasaur otra vez en el suelo, Oak dirigió su mirada a su amplia propiedad con cierta sensación de placer. Los Dodrios trinaban, los Mankeys aullaban, y los Sandshrews escarbaban la tierra. Todo estaba bien en el mundo.
- Oye, si tuviera que adivinar, basándonos en el paso al que va tu entrenador y los movimientos de Gary, los dos deberían estar llegando a Ciudad Fuchsia alrededor del tiempo en que volverán a abrir la Zona Safari. – dijo Oak pensativo. – Entre ellos dos, y tal vez también Misty, podría tener una gran oportunidad de que me envíen ciertos Pokémon en particular por primera vez en años. ¡Siempre he querido estudiar de cerca el comportamiento de los Tauros!
- Bulba. [Sí, probablemente tendrá unos treinta Tauros para estudiar muy de cerca cuando eso pase. Al igual que las cercas de contención.]
Por desgracia, el Profesor Oak no podría captar el humor negro de Bulbasaur debido a que no hablaba idioma Pokémon.
- Muy bien, vendré a buscarte cuando Ash llame, ¿qué tal si vigilas al Krabby de Ash mientras estás aquí? Me encantaría quedarme y disfrutar de este relajante contacto con la naturaleza en tu compañía, pero tengo un artículo científico qué publicar, mi ración de tofu y mi cuenta de electricidad dependen de él. Y ambos son muy importantes, lo sé.
Mientras el anciano se iba por su cuenta, Bulbasaur echó un ojo a su antiguo dominio sin poder evitar esbozar una sonrisa de nostalgia. Era muy extraño haber regresado en el tiempo: una oportunidad para arreglar viejos errores, ver las maravillas del mundo una vez más, y tal vez hasta cometer nuevos errores. Con suerte, podría estar allí para arreglar algunos de ellos (quizás una revancha con el Tangela de Erika), y también estar bien lejos para no ver los que pudieran repetirse (aquel endemoniado Bellsprout podría aparecerse cuando Muk no estuviera disponible para asfixiarlo).
A Bulbasaur le agradaba pensar en sí mismo como luchador en segundo, y en mediador de paz en primer lugar. Aunque no era que le desagradaran las batallas, habiendo peleado por Ash en cuatro gimnasios separados en dos ligas distintas (contra Erika, el Equipo Rocket, Danny y Rudy), cuatro batallas en una Liga (Él y Pidgeotto pelearon en la segunda ronda de la Liga Índigo antes que Squirtle ganara el encuentro, después en la cuarta derrotando a Beedrill y Scyther, perdió contra Electabuzz en la Liga Naranja, derrotó a Magneton y empató con Meganium en la Conferencia Plateada), y después su batalla contra Brandon, el Rey de la Pirámide, había descubierto que disfrutaba más de su rol en el laboratorio.
Bulbasaur el Negociador. Bulbasaur el Pacificador. Bulbasaur el Embajador. Bulbasaur el Donador de Savia. Había ganado muchos epítetos, y todos a excepción del último los llevaba con gran orgullo. Ese último lo hacía arrepentirse de haber dejado que Ash se lo llevara Johto. Ya estaba temiendo el día en que Heracross volviera a unirse al equipo de Ash.
Contrario a lo que algunos pensaban, los Pokémon en el rancho de Oak jamás se sentían solos o abandonados por quedarse allí. Ash los llamaba a menudo, los alimentaban y cuidaban bien, podían entrenar por su propia cuenta a su manera, y con eso le era más fácil a Ash acercarse y entrenar a sus nuevos Pokémon, sin tener que llevar el peso de estar pensando todo el tiempo con los demás. Había una razón por la cual Totodile, Cyndaquil y Bayleef no evolucionaron más allá en Johto después de todo, un efecto inesperado de tenerlos a él, a Charizard, y a Squirtle durante un período de tiempo considerable.
Por supuesto, algunos otros Pokémon pasaron más tiempo en el laboratorio, en comparación con su tiempo con Ash, y entre los Pokémon con el mismo entrenador original, aquí estaba el que menos pasó con él, ahora haciendo lo que parecía ser el equivalente para los humanos o tipo Luchador de levantamiento de pesas, alzando un par de palos de madera enormes con sus pinzas.
- ¡Koo! ¡Ki! ¡Koo! ¡Ki! [¡Uno, dos! ¡Uno, dos!]
El cangrejo continuó moviéndolas de arriba abajo, y Bulbasaur asumió que ese debió ser su método de entrenamiento la última vez, antes de su debut en batallas en la Liga Índigo, cuando evolucionó, y seguido después por otra batalla contra un Cloyster y Arcanine, después una batalla en la Copa Remolino contra Misty, una casi entrada a la Conferencia Plateada que se perdió por culpa de unos Voltorbs, y su última batalla en la conferencia del Valle Lily, ayudando a Bayleef y a Snorlax en la segunda ronda.
- Bulba. [Sí te das cuenta de que eso te hace ver como Charmeleon, ¿verdad?] – Bulbasaur no estaba seguro de querer compartir su espacio con un loco por el ejercicio. Aunque si lo pensaba, quizás solo se libraría de eso cuando Ash los tuviera a los dos en el lugar de Oak y a él en su equipo, o viceversa.
- ¡Kooki! [Quiero volver a ser grande otra vez. Me gustaba ser un Kingler, y quiero volver a vivir la experiencia de ser uno en cuanto sea posible. Muchos de nosotros queremos volver a ser los de antes, entiendes eso, ¿no?] – Krabby continuó haciendo los levantamientos.
- Bulba... [Sí, pero Pidgeotto y Aipom no están así de neuróticas con eso...]
Antes de que Krabby le pudiera responder a Bulbasaur, los dos oyeron ruidos que parecían de una pelea en el campo cercano. Bulbasaur salió corriendo en esa dirección, seguido por Krabby. El conflicto rápidamente quedó a la vista, los bandos eran grupos de Growlithes, que eran usualmente los Pokémon que ayudaban a mantener la ley y el orden, y Sandslashes, que en su primera experiencia como Pacificador/Negociador le ayudaron a cavar un lago para resolver el primer conflicto al que se enfrentó. Por lo que podía escuchar, era una pelea por territorio. Generalmente esa era la causa más común, después de quién comía primero o a quién rascaba detrás de la oreja el Profesor Oak.
- ¿Bulba? [¿Listo para ser testigo de mi retorno triunfal como pacificador? Me vendría muy bien tu ayuda para asegurarme de que no vayan a quemarme.]
- Kook. [Bueno, tal vez me servirán como pesas.] – dijo Krabby al mirar a los perros de fuego, tirando hacia los lados los palos que sostenía en sus tenazas.
(--0--)
Cerca del Túnel de Roca, donde comenzó el capítulo...
...
El Dragonite salió despedido hacia atrás por el poderoso ataque de Hidrobomba. Casi revolcándose fuera del ring, el Pokémon tipo Dragón respiraba con dificultad. Su entrenador, el pelirrojo y con capa Lance de Blackthorn, dio una mirada en la dirección del origen del ataque.
- Vaya, debo admitir que estoy impresionado, Misty. Pensar que podrías ser la más poderosa del Alto Mando, y venir a desafiarme por el título de Campeón. Tus Pokémon de Agua son realmente superiores, pero no creas que ya me venciste: el tipo Dragón es el más poderoso de todos. Domina a los cuatro elementos del Fuego, Rayo, Hierba y Agua, y tiene lo mejor de todos los demás poderes en el mundo solo para ellos. Sus puños destruyen montañas, sus pasos hacen retumbar la tierra, y sus alas son como espadas que cortan el viento. ¡Siempre triunfarán!
Misty, o más específicamente la forma mayor de la "Misty de sueños", sonrió, mientras un Milotic se enrollaba a su alrededor como una serpiente leal a su emperatriz.
- Eso está por verse. ¡Milotic, Pulso de Dragón!
- ¡Contraataca con el tuyo, Dragonite!
*¡BOOOOOOOOOOOOOM!*
...
- Hmm... – La Misty del mundo real se vio forzada a abrir los ojos para encontrarse con su muy molesto reloj despertador personal.
- Duck. – Psyduck dijo algo, pero Misty no prestó atención.
La pelirroja se salió de su saco de dormir, ahora se encontraba descansando en una base secreta que antes era un arbusto. Dejando ese espacio confinado, vestida solamente con su camiseta larga de Lorelei, Misty suspiró y se dispuso a quitársela para cambiarse de ropa. Sus sueños, honestamente a veces parecían irse un poco de la raya. Querer llegar a miembro del Alto Mando era una cosa, ¿pero ir directamente por el título de Campeona? Y sin mencionar ese Milotic. Por lo menos podría al menos usar Pokémon que tenía actualmente con ella.
Tirando su camiseta al suelo, Misty caminó hacia su bolsa donde tenía guardado el resto de su ropa. Podría haber registrado todo lo que tenía y después pasado unas cuantas horas combinando los colores y eso, pero no tenía la cantidad de ropa para hacer eso, ni las ganas. Tener tanta ropa que podrías pasar un año entero sin usar dos veces la misma prenda era algo propio de sus hermanas, no de ella.
- ¿Psy Psyduck? [A veces no entiendo, ¿por qué molestarse con andar cambiando la ropa, después lavándola y reemplazarla después? Parecen demasiados problemas.] – Psyduck habló justo cuando Misty iba a utilizar su bolsa para taparse.
- Sí, bueno, eso es lo que hacemos los humanos, Psyduck. – replicó ella tersamente.
Psyduck la miró raro con su respuesta, y fue entonces que Misty se dio cuenta. Acababa de llamarse a sí misma "humana"... algo que no había hecho desde hacía mucho tiempo. Y al preguntarse por qué, de repente se imaginó a sí misma viajando por el mundo, junto con Ash. Caminando juntos, y tal vez, navegando por el mar a lomos de un Lapras...
Rápidamente sacudió la cabeza para quitarse ese pensamiento, sin saber por qué de pronto pensaba en esas cosas. Caminar por tierra, claro, ya llevaban un buen trecho de hacer eso, ¿pero un Lapras? Ella no tenía uno de esos... no todavía al menos. Sonaba lindo, eso sí... pero a veces su imaginación parecía ser demasiado salvaje para su gusto.
- También necesitamos la ropa para sobrevivir en áreas frías. Si no fuera así, jamás nos hubiéramos esparcido a todo lo ancho del mundo como lo hicimos. – insistió Misty mientras seguía registrando su bolsa.
Psyduck se quedó viéndola en blanco, de una manera que fácilmente podría estar pidiendo que le dieran una paliza si fuese humano. Por supuesto, él no tenía la misma percepción que un humano respecto a este tipo de situación. Él solo estaba... pensando.
- Duck, Duck... [Entonces, ¿por qué no mejor solo te quitas toda esa basura cuando hace calor?]
- ¡Porque no! – le gritó furiosa Misty, en ese momento poniéndose sus calcetines, como si esa fuera la pregunta más estúpida que Psyduck jamás le hubiera hecho. Y ya de por sí le había hecho muchas, y muy estúpidas.
Ya después que se vistió y con Psyduck calladito por el momento, Misty dejó su base secreta para darse cuenta que la mochila de Ash y su Pokédex estaban tirados allí. Su base secreta parecía estar vacía, ni él ni sus Pokémon dieron indicio de estar por allí cerca. Recogiendo el Pokédex por pura curiosidad, Misty se preguntó dónde podría estar.
- Si te estás preguntando a dónde se fue ese tonto dueño mío de hecho de carne y sangre, está haciendo sus necesidades. – respondió el Pokédex a su pregunta no formulada.
- "Eso no necesitaba saberlo." – pensó ella. Pero no había terminado.
- Tengo la habilidad de analizar los excrementos humanos para determinar si está recibiendo los niveles apropiados de nutrientes y hacerle un examen para buscar micro-parásitos. Ese muchacho es muy tonto al no querer que lo analice.
- "¡En serio, eso realmente no necesitaba saberlo!"
No le extrañaba que Ash hubiera dejado allí esa cosa. Si no fuera porque los Pokédex eran objetos de tanto prestigio y en general extremadamente útiles, no podría imaginarse por qué alguien querría tener uno de ellos. ¡Eran un fastidio!
- Todo lo que tiene con él son sus Pokémon, Pikachu, y ese bastón extraño que intenta hacer funcionar y se cuelga del cinturón. Honestamente, ninguno puede asegurar que no esté infectado de lombrices intestinales...
*¡BOOOOOOOOOOOOM!*
Una enorme explosión sonó desde el bosque detrás de ella, causando que la entrenadora y su Psyduck rápidamente se voltearan en esa dirección, desde donde podían ver una enorme columna de humo negro.
- ¡Oh no, en esa dirección es que Ash se fue para vaciar su vejiga! – gritó el Pokédex.
Los ojos de Misty se ensancharon como platos. ¿Ash? Su primera reacción fue salir corriendo en esa dirección, pero un zumbido muy familiar la hizo detenerse. Un Beedrill venía volando directo hacia ella. Un Pokémon Insecto.
- Bichos... ¡BICHOS!
Un escalofrío bajó por su espina, el objeto de sus peores pesadillas venía directo hacia ella. Pero Ash... No, no podía salir huyendo. Haciendo un esfuerzo por controlar su miedo, Misty le apuntó al Beedrill.
- ¡Psyduck, usa Pistola de Agua!
- ¡¿DUCK?! [¡¿Quieres pelear contra un Pokémon tipo Insecto?! ¡¿Y usarme a mí?! Ah... qué diablos, de todos modos ya es muy tarde para huir.]
Tomando un profundo respiro, Psyduck dejó salir un chorro de agua que golpeó directo al Beedrill en toda la cara, haciéndolo caer al suelo con las alas totalmente empapadas.
- Beedrill salvaje debilitado. – proclamó el Pokédex mientras Misty se preparaba para salir corriendo de frente.
Un Beedrill no iba a detenerla. Tampoco lo harían tres de ellos. Un trío de Beedrills venían directo hacia ella, al parecer deseosos de vengar a su compañero, pero un increíblemente determinado y envalentonado Psyduck les plantó cara, haciéndolos caer de la misma manera. Tenía que conquistar su miedo, tenía que ir a asegurarse de que Ash estaba bien. No debía escapar, no debía escapar...
- Beedrill, el Pokémon abeja venenosa. Los Beedrills aparecen a menudo en enjambres, y un enjambre de la cantidad que viene hacia nosotros podría arrasar con una aldea entera. ¡Es recomendable huir! ¡Dudo mucho que alguien te guarde rencor por hacerlo!
El cielo se puso amarillo y negro, con cientos de Beedrills volando directo hacia ella. Sus aguijones goteando de veneno, y sus alas zumbando esa ominosa tonada de muerte que los humanos habían temido por siglos...
Debía escapar, ¡debía escapar, DEBÍA ESCAPAR!
(--0--)
Locación desconocida...
Un minuto estaba caminando tranquilamente de regreso para desayunar, y al siguiente de pronto no supo nada. Silencio, oscuridad, no podía ver nada, moverse o escuchar nada. Se sentía como un vacío por completo. Ash por un instante creyó que tal vez había terminado dentro de una Pokébola, pero ya le había preguntado a sus Pokémon y ellos le habían dicho que incluso adentro todavía podían sentir el mundo a su alrededor. Había una razón por la cual podía gritar "¡Pidgeotto, Ráfaga!' y ella lo obedecería al momento de salir de la Pokébola.
¿Estaría... muerto? ¿El tiempo volvió a colapsar o algo?
- No, no, no. El tiempo fluye perfectamente, Satoshi. ¿O prefieres que te llame Ash? ¿Puedo sugerir tal vez Casey?
Una voz hizo eco a través de la oscuridad. Una voz muy familiar, una que no quería volver a escuchar, y que empezó a tomar forma frente a él, en un torrente de pixeles, o al menos esa era la forma en que Ash veía lo que tenía frente a sus ojos. Sin embargo, a medida que fue tomando forma, no adquirió el aspecto híbrido que le vio la última vez, al que recordó como MissingNo. En lugar de eso, tomó la forma de Serena, pero con sus contornos pixeleados.
- ¿Qué hay, futuro campeón, cómo va tu vida? ¿Te sientes algo... petrificado, tal vez? – La voz que salió de ella no era solo la de MissingNo. Era la de Serena, superpuesta con la misma voz de MissingNo. – ¿Qué te ocurre, perdiste los nervios? ¿O el camino? ¿A tu Goodra?
¿Qué diablos era un Goodra? Antes de poder pensar en eso, "SerenaNo" se acercó para acariciarle el mentón, antes de que apareciera una enorme bombilla pixeleada encima de ella.
- ¡Oh, sí, ya recuerdo, te emboscaron! Ahora estás aquí, solo sin nada más excepto tu mente y yo. ¿Qué piensas hacer, "héroe"? – En cuanto terminó, su rostro adquirió una expresión neutral, como si se diera cuenta de algo. – Oh, es cierto, no puedes hablar ahora, ¿verdad? Así no es divertido, es muy molesto atormentar a la gente cuando no pueden responder.
Sacudiendo la cabeza, "SerenaNo" se transformó en una lluvia de píxeles que empezaron a flotar, reformándose de nuevo en otra forma familiar, la de otra de sus compañeras de viaje.
- Pero no hay de qué preocuparse, ¿verdad? – "DawnNo" sonrió como una maniática, una sonrisa totalmente inhumana. – Eres el héroe de esta pequeña historia, ¿no es así? El campeón de la justicia, el Elegido. – En el instante que dijo "elegido", se pixeleó de nuevo, convirtiéndose en "IrisNo". – El Héroe de los Ideales... ¿o era el de la Verdad? Viendo las impresionantes hazañas que lograste siendo solo un niño, me encantaría ver de lo que eres capaz ahora que eres un adolescente.
Y con eso, "IrisNo" se disolvió. Aparentemente no habría "CilanNo", "BrockNo", "MayNo" ni ninguno de los otros en el menú de hoy para venir a atormentarlo. ¿Y qué era lo que decían en una situación en la que el Diablo venía aparentemente a darte ánimos? ¿Qué estaba ocurriendo?
Sintió algo de pronto en su costado, una luz brillante de color azul estaba resplandeciendo. Aunque Ash no podía mover la cabeza para ver lo que pasaba, esa luz en cuestión era algo que conocía muy bien. Sin embargo, antes de poder emocionarse con eso, sintió una especie de ardor en los ojos. Invisibles para él, sus ojos ahora estaban brillando del mismo tono marrón-naranja que adquirieron durante su batalla con las hermanas en Cerulean. Podía sentir una de sus Pokébolas sacudiéndose rápida y violentamente, como si estuviese capturando al Pokémon adentro. La luz azul que Ash estaba seguro provenía de su bastón se apagó lentamente, y las sacudidas se detuvieron.
Y entonces, sus sentidos regresaron...
*¡CRAAAAAAAASHHH! ¡THUMP!*
Ash cayó al suelo, haciendo pedazos una especie de vidrio que pareció atravesar. Por suerte, no terminó empalándose con algún trozo ni nada. Algo intranquilo, volvió a ponerse de pie, para encontrarse a su alrededor con una habitación gris y metálica.
Todavía sentía el peso de las Pokébolas y el bastón de Lucario en su cinturón, pero no podía sentir el peso de Pikachu. Sin embargo, Aipom estaba saltando excitada frente a él, aparentemente había logrado liberarlo. Tal vez ese poder suyo le dio energía a Aipom para que pudiese salir de su Pokébola sola. Pero entonces... ¿cómo lo sacó de aquel vacío donde estaba? Más aún, ¿cómo hizo ÉL para darle poder estando ahí? Mirando a su alrededor, Ash de pronto tuvo la sensación de que ya había estado antes en este lugar.
Al darse la vuelta hacia la repisa desde donde se cayó, sus ojos se ensancharon como platos al reconocer algo que estaba al lado del lugar desde donde cayó, algo más encerrado en un contenedor de cristal. Fue entonces que se dio cuenta de por qué este lugar le resultaba tan familiar. Solo había una persona que conocía que haría esto. La única persona que convertiría a Pikachu en una estatua para encerrarlo en un contenedor de vidrio.
J, la Cazadora Pokémon.
- ¡Ai! [¡¿Qué está haciendo J aquí, que no se supone que esté en Sinnoh?!] – cuestionó Aipom, mientras Ash se ponía a jugar con los botones en el contenedor donde estaba Pikachu.
De pies a cabeza, Pikachu se vio liberado de sus ataduras de piedra, y sin decir una palabra. Aipom destruyó la capa que lo recubría con un bien dirigido Puño Incremento. Pikachu colapsó en los brazos de Ash en cuanto lo liberaron, pero rápidamente recobró el sentido y empezó a mirar frenéticamente a su alrededor.
- ¡¿Pika?! [¡¿Nos acaba de secuestrar la maldita Cazadora J?!]
- Así parece. – dijo Ash en tono solemne. – Tenemos que salir de aquí, pero ya. No sé por qué querría secuestrarme a mí también, pero no me quedaré a averiguarlo. Tiene que haber una cápsula de escape o algo, vamos a buscarla.
- Pom. [¿Asumiendo que a J le importaran sus hombres para que escapen en caso de que derribaran su nave? Ella nunca me pareció del tipo que dejaría que la atrapen con vida, o que le preocupen sus secuaces.]
- Asumamos que tiene al menos alguna para ella, hay que ser optimistas. Quién sabe, ¿tal vez con esto Charmeleon pueda evolucionar de manera espontánea y sacarnos volando de aquí?
La última parte sonó más bien a que Ash no creía que pudiera pasar. O tal vez no quería que Charmeleon pensara que podría activar su evolución saltando desde una nave en el aire o desde lo alto de un risco al creer que podría volar. Eso nunca le funcionaba a los Bagons, y dudaba que los Charmeleons tuvieran menos probabilidades de lastimarse al intentar algo así.
Recorriendo un pasillo metálico tras otro, Ash no veía ninguna salida de la nave, pero no iba a darse por vencido, así que siguió adelante, seguido de cerca por Pikachu y Aipom. No había guardias, ni cámaras de seguridad a la vista, y al parecer tampoco trampas. Ash no recordaba si las tenía la última vez. Tal vez no tuviera presupuesto para pagarlas de momento.
- Pika, Pika, Pika, Pika... [Puerta cerrada, puerta cerrada, puerta cerrada, puerta cerrada que dice "Sala de máquinas, no entrar durante el vuelo". ¿Y si entramos allí para sabotearla?]
- ¿Sabotear una aeronave mientras estás en ella y volando sin un plan de escape? Eso no me parece buena idea. – señaló Ash.
Siguió dando vueltas de pasillo en pasillo, hasta que se topó con uno lleno de varias puertas marcadas con símbolos. La más lejana al otro lado del pasillo, que parecía no estar sellada, tenía un símbolo en forma de colmillo. Viendo por todo el lugar notó que todas las demás puertas tenían símbolos de diferentes formas y colores. A su izquierda, Ash vio un símbolo en forma de hoja verde y otro de una llama roja. A su derecha, un rayo amarillo y una gota azul.
- Pika... [Esa puerta con el rayo no me gusta nada...]
Pikachu parecía tener un mal presentimiento de esto. Aipom saltó fuera del hombro de Ash para mirar más de cerca la puerta.
- ¿Pom? [Me pregunto... ¿creen que es aquí donde guarda a sus Pokémon robados?]
Una llama, una hoja, una gota, y un rayo. Fuego, Hierba, Agua y Eléctrico. Era una posibilidad. Un colmillo solo podía significar una cosa. De pronto, se imaginó a sí mismo volando en la espalda de un Flygon, sosteniendo a tantos Pokémon como pudiera, seguido de otros Dragones alados cargando a otros Pokémon en sus espaldas. Eso podría servir. Podría servir muy bien. Con ese pensamiento, Ash abrió la puerta del colmillo.
Como Ash sospechaba, sí había muchos Pokémon Dragones tras la puerta, pero no vio ningún Flygon. No, los dragones tras la puerta eran todos virtualmente de una misma especie, otra con la cual Ash también estaba muy bien familiarizado.
Dragonites. El cuarto estaba lleno de Dragonites. Todos alineados en fila y petrificados detrás de la misma puerta de vidrio. Había otro Pokémon en la habitación, un dragón mucho más pequeño petrificado y metido en una jaula al lado de estos. Tenía un aspecto algo extraño, como una pequeña pasta circular con antenitas en la cabeza. Pero mientras Ash estaba más enfocado en los Dragonites, Aipom fue la que se puso a jugar con la jaula donde estaba ese dragón rarito y circular.
- Doce... – dijo Ash con horror al contarlos.
Ver a un solo Dragonite era una rareza, ¿de dónde había sacado J a doce de ellos? Pero les esperaba otra sorpresa más: Pikachu se quedó viendo a uno en particular, antes de dar un paso atrás en shock.
- Pikapi. [Ash... creo que querrás ver a este.]
Caminando hasta el Dragonite en particular que Pikachu se había quedado viendo, también sintió que se le iban los ojos en cuanto lo reconoció. Su sorpresa fue tal, que por puro reflejo dejó salir a Charmeleon para una tercera opinión. Y al salir el lagarto de fuego, su reacción fue exactamente la misma que ellos.
Los tres conocían muy bien a este Dragonite. Después de todo, ¿cuántos otros Dragonites tenían una expresión de agresividad permanente en el rostro?
(--0--)
Mientras tanto en el suelo...
Ya por fin habían logrado escapar del enjambre. Misty se apoyó con el brazo contra un árbol, exhausta, pero afortunadamente ilesa. Psyduck estaba colgando de su espalda, incapaz de seguir moviéndose. Y el Pokédex en su otra mano, habiéndose aferrado al aparato cuando escapó.
Escapó, eso fue lo que hizo. Salió huyendo, dejó abandonado a Ash. ¿Acaso importaba que hubiera cien Beedrills persiguiéndola? Si no les tuviera tanto miedo, ¿hubiera tratado de pelear contra ellos?
- ¿Te sientes culpable? – comentó el Pokédex. – Sugiero que dejes de hacerlo. Ninguna persona en sus cabales pelearía contra un enjambre de cien Beedrills furiosos, a no ser que fuera un líder de gimnasio con un equipo superefectivo contra ellos de un calibre de séptima medalla por lo menos. Tú no eres nada de eso, si te hubieras quedado, te hubiesen empalado, envenenado, y posiblemente hasta hubieras muerto y se hubieran comido tus entrañas.
Misty tembló con las imágenes mentales de lo que decía el Pokédex. Pero este tenía más que decir, y para variar, no era algo malo. Mientras Psyduck se bajaba de la espalda de Misty y miraba al frente, prosiguió:
- El enjambre ya debe estar muy lejos, posiblemente se fueron a crear su nuevo nido. Ahora tenemos oportunidad de ir y buscar a Ash...
- ¿Duck? [¿Quién es ese Pokémon?]
Misty se dio la vuelta en la dirección que Psyduck estaba señalando, y en efecto, había un pequeño Pokémon tendido en el suelo. Era verde, con una cresta en la cabeza y un par de enormes colmillos sobresaliéndole de la boca hacia los lados. Misty nunca lo había visto antes. También parecía estar herido, como si hubiera sufrido una larga caída. Tenía el Pokédex en la mano, así que le apuntó con él, pero este no dijo ni una palabra.
- Oye... ¿por qué no dices nada?
¿En serio? Ash estaba perdido, un Pokémon extraño estaba frente a ellos, inconsciente del mundo, y el aparato no quería cooperar. Por todo lo que Misty sabía, este Pokémon podría ser el responsable, o al menos estar conectado con lo que había pasado. Era demasiada coincidencia.
- No tengo nada que decirte. Tú no eres mi dueña. – dijo el Pokédex haciendo su mejor imitación de "chúpate esa, sucio abogado".
- ¿No tienes algo mejor que hacer? – contraatacó Misty. – ¿Y no se supone que es tu trabajo reunir datos acerca de los Pokémon que hay cerca de ti, como este al que no puedo identificar?
- Axew, el Pokémon colmillo. Este Pokémon de tipo Dragón es nativo de la región de Unova, y definitivamente no debería estar en Kanto. Marcan su territorio con sus colmillos y son cuidados por sus madres Haxorus. Haxorus, su forma evolucionada final, es muy poderoso y puede usar su cabeza como si fuera un hacha. No querrás meterte con la cría de un Pokémon que tiene un hacha por cabeza.
- ¿Unova? ¿Esa región distante que tiene sus propios Pokémon únicos? ¿Qué está haciendo un Pokémon unovano aquí, especialmente si no puede volar o nadar? – preguntó Misty. ¿Qué significaba esto para Ash? ¿Acaso fue atacado por unovanos?
- No tengo idea. – admitió con pesar el Pokédex su falta de conocimiento ante dicha pregunta. Y en ese momento, el Axew en cuestión abrió sus ojos, y los vio...
- ¡AXEEEEEEWWWWW! – Y gritó de miedo, con su alarido haciendo eco por todo el bosque.
- ¡¿Psy?! [¡Está llamando a su hermana! ¡Está llamando a su hermana mayor, que seguro es una dragona con cabeza de hacha, y ella va a creer que lo lastimamos! ¡Huyamos, que ya viene una dragona furiosa con cabeza de hacha!]
El terror se volvió evidente en la voz de Psyduck mientras empezaba a correr en círculos en pánico. Misty se esforzó por mantener la calma. ¿Una hermana? ¿Podría ser una evolución intermedia, como Charmeleon o Dragonair? Eso podría manejarlo, lo que fuera por encontrar a Ash. Tal vez, con esta hermana podría hacer que le dijera a sus Pokémon (y ellos a su vez se lo dirían a ella) qué le habría pasado a Ash. Ningún dragón iba a detenerla. Ningún dragón la iba a alejar de Ash...
- ¡Axew! ¡¿Axew, dónde estás?!
¿Esa fue una voz humana? Psyduck y Misty se dieron la vuelta hacia el lugar donde oyeron ese grito, y una silueta ágil saltó de entre los árboles, aterrizando en una rama enfrente de ellos, con la facilidad de alguien con muchísima práctica.
La silueta era humanoide y femenina, con una enorme masa de cabello púrpura detrás de ella que parecía más como una melena. Su cuerpo era atlético, menos curvilíneo y pronunciado que el de Misty, pero era más alta de estatura. Tenía la piel morena, y sus ojos marrones en ese instante parecían arder de pura furia. Tenía el aspecto de alguien que también había sufrido un aterrizaje forzoso. Pero eso no era lo que más le llamó la atención. La joven mujer les echó una mirada asesina, formando en sus manos una energía verde con aspecto de garras.
Garras de Dragón. Una bloodliner...
- ¡Aléjate de mi hermanito, humana! ¡Los tuyos ya no me arrebatarán a nadie más! – gritó la chica salvaje, casi siseando como una serpiente. – ¡No este día!
Y con eso, la bloodliner salvaje los atacó.
Esta historia continuará...
(*) Ver el Gaiden de Georgia si desean saber cómo fue que se convirtió en este tipo de exterminadora.
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