Antes de comenzar, le doy créditos al creador de está historia EeveeLover22 que va a ser traducida por mí, sin nada más que decir comenzemos

_____________

(Prólogo)
Una mañana durante su primer viaje, un Pikachu alegre se despertó con la brillante luz del sol que entraba en la tienda verde oscura de Ash, posado suavemente sobre el suelo cubierto de hierba fresca.

Sus ojos marrones parpadearon mientras el resto de su cuerpo se movía y su cola en forma de rayo rebotaba con electricidad recién encontrada.

Había pasado un tiempo desde que Ash Ketchum y Pikachu habían comenzado su viaje junto con sus nuevos compañeros Brock y Misty en su ciudad natal en Kanto, y ahora estaban acampando en un prado tranquilo junto a un bosque sombrío.

Como su entrenador todavía estaba dormido, Pikachu sonrió para sí mismo traviesamente... este "Ash" que lo había salvado apenas ayer... en su momento más débil...

Todavía no estaba seguro de cuál era su relación.

Ash era bastante molesto al principio pensando que solo porque el Profesor Oak lo había dado al niño de diez años, de repente era su perrito entrenado.

No es de extrañar que se sintiera tan gruñón a su alrededor; ¿no se había vengado de él todavía?

Así que decidió despertar a su "entrenador"... a su manera.

Retrocedió lentamente, preparándose para el destino de Ash Ketchum, y deteniéndose después de tres pasos hacia atrás, saltó al aire y lanzó juguetonamente un ataque eléctrico hacia él, despertando al chico de cabello negro al instante.

Pikachu se rió suavemente para sí mismo cubrirse la boca.

"¡Agh, Pikachu! ¡¿Por qué hiciste eso?!" El cuerpo de Ash se levantó de sus mantas, el cabello negro rizado y chamuscado y su piel (casi) quemada hasta convertirse en cenizas.

Estaba justamente enojado.

Pero Pikachu no entendía por qué parecía tan alterado después de una "broma" inocente.

Así era como la mayoría de los Pikachus solían comportarse con sus amigos...

"¿Eh... Pika?"

Esto desconcertó al ratón eléctrico mientras inclinaba la cabeza.

Tal vez había ido demasiado lejos...

¡No hay manera! ¡Ash probablemente solo se levantó con el pie izquierdo! Mejorará después de un tiempo, ¿verdad? No quería hacer daño.

O eso pensaba.

Pero durante el desayuno, Pikachu seguía haciendo ruidos fuertes, mientras los tres humanos se sentaban juntos a comer lo que había cocinado Brock y cada uno charlaba y pensaba ocupado sin prestar mucha atención a su entorno.

"¡Pika! ¡Pika! ¡Pika! ¡Pika! ¡Pikachu!" el Pokémon chillaba en voz alta y repetidamente.

Pensando que simplemente estaba de mal humor después de lanzarle una mirada de reojo, el trío intentó seguir conversando, pero él seguía llorando cada vez más fuerte hasta el punto de que sus voces no se escuchaban, deseando captar la mirada de su nuevo entrenador.

"¡Pikachu! ¿Qué te pasa hoy...?" Ash finalmente exclamó, rodando los ojos marrones hacia atrás.

"Ash, tal vez no le estás prestando suficiente atención a Pikachu..." Brock, la persona más madura y experimentada del grupo, sugirió al molesto niño de diez años.

"No sé de qué estás hablando", respondió Ash a medias, antes de volver a comer (todavía recordando cómo Pikachu tenía extrañas tendencias a electrocutarlo a voluntad).

Las orejas de Pikachu se bajaron y frunció el ceño.

Sintiéndose ignorado, el ratón gritó enojado hacia ellos,

"¡Pikapi! (¡Bueno, entonces!)" Y se alejó corriendo, los demás estaban demasiado ocupados para siquiera darse cuenta.

"Ash, ¿estás seguro de que Pikachu está bien?" Misty preguntó con cautela, entrecerrando los ojos y golpeando su costado con el codo bruscamente, haciéndolo jadear de dolor.

"Estoy seguro de que solo está haciendo berrinche", respondió, sacándole la lengua infantilmente.

Hasta donde él sabía, Pikachu había estado de mal humor desde el primer día; estaba seguro de que esto era para el bien de su primer Pokémon.

.

.

.

.

Pikachu corrió y corrió hacia el bosque cercano, cuanto más lejos estaba de ellos, mejor.

De cualquier manera... los entrenadores nunca fueron por él de todos modos...

Después de correr mucho, llegó a la parte profunda y oscura del bosque que estaba cerca del lugar de campamento; pensó que se quedaría un rato, parecía un buen lugar para pensar detenidamente y calmarse...

Empezó a recoger bayas al azar, bastante hambriento ya que no había desayunado.

"Ash ni siquiera se molestó en preguntar..." Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando un repentino susurro llegó a sus oídos.

Cauteloso, empezó a preparar un ataque eléctrico, por si acaso; pero se calmó instantáneamente cuando vio un par de patas marrones, que resultaron ser de un Eevee, una hembra Espeon a su lado.

"¿Qué encontraste, cariño?" preguntó la Espeon a la pequeña Eevee a su lado.

"Un Pi-Pikachu, parece estar perdido..." respondió tímidamente el otro Pokémon después de que Pikachu la mirara.

"¿Un Pikachu? ¿Qué estás haciendo en esta parte del bosque? ¿No sabes que es peligroso?" preguntó gentilmente Espeon.

Pikachu de repente se puso nervioso. "Eh..." murmuró, "Y-yo... soy... un Pikachu salvaje." Dijo lo primero que se le vino a la mente.

"¡Los Pikachus salvajes son raros por aquí! ¿Quieres volver al campamento con nosotros entonces?" Espeon creyó su mentira. "Estarás más seguro y serás bienvenido allí."

Pensó en ello: Ash probablemente no lo extrañaría tanto, solo por ese día, quería probar un nuevo estilo de vida. Miró los dulces y centelleantes ojos marrones del Eevee...

"Está bien."

Continuará...