Al caer la noche, Kirlia se encontraba con Scrafty en la Laguna Plácida; un lugar cercano a la playa. Le había puesto al corriente sobre la boda de los Jellicent y el cambio drástico en el clima.

La luna estaba llena y se reflejaba en la laguna, dándoles un poco de luz en medio de aquella oscuridad. Eso, sin contar con la luz que proporcionaban los Pokémon lugareños que volaban y bailaban sobre el agua que tenía un tono verdoso, casi cristalino.

—Dicen que, si alguien encuentra un Volbeat y un Illumise bailando juntos, tendrá mucha suerte en el amor —dijo Scrafty.

—Creo que tuve suerte mucho antes de verlos a ellos bailar —contestó ella con un ligero rubor en sus mejillas.

—Bueno, seguro es un augurio de que nuestro amor perdurará mucho tiempo.

—Sí, eso puede ser.

Luego, se acercó tímidamente y lo besó.

—Eso quiere decir que te gustó la invitación.

—Me encantó, Scrafty, nunca había venida antes a este lugar, es precioso y muy tranquilo.

A pesar de encontrarse otras parejas de Pokémon, el lugar era muy apacible y se podía disfrutar del fulgor de la noche y de los Volbeat e Illumise que bailaban, al parecer, no era usual este tipo de situaciones, razón por la que acudieran a la Laguna, seguramente la luna llena era influjo para que aparecieran.

La laguna, se encontraba rodeada de árboles y, ante la multitud de ellos, daba la sensación de ser un lugar secreto.

—¿Cómo descubriste este lugar? —preguntó Kirlia.

—Un día que fui a la playa, decidí tomar otro camino y al cruzar el bosque fue que lo descubrí —contestó con una sonrisa—. Si vienes en el día, puedes ver Magikarp brincando sobre la laguna.

—Debe ser muy divertido.

—Sí, lo es. Cambiando de tema. —Scrafty se acomodó sobre el césped y centró su atención en su acompañante—. ¿Crees que los cambios climáticos tengan que ver con los cambios que ocurren en otros territorios?

—Es posible, pronto comenzaremos a investigar donde más se ha extendido el poder de Yveltal, el sabio anciano del gremio ha dicho que, con la absorción de la vida en la naturaleza, se presentan algunos cambios en el clima, como una señal de advertencia. 

—Debo ir contigo.

—No, es un asunto del Pokégremio, si te invitara no sé qué podía pasar.

—¿Les hablaste a tus amigas sobre mí?

—Sí, Scrafty, y reaccionaron muy bien, sin embargo, esto es diferente. Es una misión.

Srafty desvió su mirada al lago, ahora las parejas de Ilumise y Volbeat que baliaban eran muy pocas, aun así, la luna seguía dando su máximo brillo.

—Creo que no representará mayor problema que las acompañe, será un viaje peligroso y toda la ayuda servirá, sobre todo, si deciden enfrentarse a un Pokémon legendario.

Kirlia analizó sus palabras durante un breve momento. Su mente daba mil vueltas con su última confesión. Si bien había hecho un drama por haber contado a sus amigas sobre su relación secreta, decirles que había decidido incluir a Scrafty en la misión del Pokégremio, sería una noticia abrupta, y estaba segura que la odiarían por tomar ese tipo de decisiones.

No podía negarse que, a veces, tomaba decisiones precipitadas, y que se dejaba llevar por las emociones; pero hasta el momento, no había presentado grandes efectos esa forma de actuar. Que llevara a su pareja a una misión, no tendría gran incidencia en la conclusión de la misión. Tal como él dijo: toda la ayuda servirá. Sobre todo si las investigaciones daban con el paradero de Yveltal, ¿cómo harían para enfrentarse a él? Si bien habían luchado contra las aves legendarias, enfrentarse a una criatura con el poder de destruir al mundo, no se comparaba con lo que ya habían vivido y, aceptaría, aunque eso le trajera problemas.

—De acuerdo —dijo Kirlia finalmente—. Será una misión peligrosa y me preocupa que me suceda algo y tú no lo sepas, eres más importante para mí de lo que imaginas.

—Tú también me importas, por eso quiero acompañarte.

Después de estas palabras, fue él quien decidió besarla. Al principio la tomó con la guardia baja, pero después comprendió que su forma de demostrar amor era diferente y que podía surgir cuando menos lo imaginabas, y eso era un detalle que a Kirlia le encantaba de Scrafty, no solo que su vida era un misterio, su forma de actuar también lo era y solo era cuestión de confianza para medianamente descubrirlo y conocerlo.

—Pero...

—Ya sé lo que dirás —le interrumpió Scrafty—. Si ellas no están de acuerdo, me devolveré por donde vine y no guardaré rencores contigo, ni con tus amigas.

—¡Perfecto! —exclamó Kirlia y envolvió a su acompañante con sus brazos.

A pesar de ser tan diferentes, se compenetraban de una forma maravillosa y eso era algo que los mantenía unidos. Con el transcurrir del tiempo, lograron compenetrarse y entenderse el uno al otro de una forma única. Y, conforme pasaban los minutos, las parejas bailarinas se habían alejado del lago, también, otras parejas de Pokémon que habían contemplado la laguna, se comenzaban a marchar.

—Bien, es hora de ir a casa, ya es tarde —dijo Scrafty.

—Gracias por la invitación y por ofrecerte a acompañarnos en la misión —contestó Kirlia—. Que tengas un buen regreso.

—¿Estás segura de que puedes volver sola?

—Te sorprendería las estrategias de defensa que he aprendido —respondió y le guiñó un ojo.

Scrafty sonrió y luego asintió con su cabeza.

—Tendremos que luchar en alguna ocasión para verificar qué es lo que tanto presumes.

Esta vez fue el turno de Kirlia para devolverle la sonrisa, dio unos pasos en camino al gremio y, en la distancia, finalmente habló:

—Eso lo dejaremos para una próxima ocasión.

¿Les gusta el Kirlia x Scrafty? Creo que este shipp debería tener un nombre especial.

Mientras viene un nombre para esta bonita pareja, alisten sus cinturones de seguridad porque vienen capítulos llenos de drama y acción, eso quiere decir que entraremos de lleno en el climax y desenlace de la historia.

Espero les haya gustado el pequeño capítulo y nos vemos en la próxima actualización.