2. Una confusión, un consejo y un secreto.
Tan pronto como Gothorita salió de su habitación, fue abordada por uno de sus amigos del Pokégremio de Exploradores.
—¡Corphish, qué sorpresa! —exclamó ella.
—¡Hola-Hola, camarada! —contestó Corphish.
—¿Me buscabas? —preguntó Gothorita—, ¿o buscas a mis amigas?
—Te buscaba a ti —confesó—. ¿Quieres ir a pescar?
—Realmente nunca lo he hecho —confesó—, pero me gustaría hacerlo.
—La pasarás increíble, muy cerca del Pueblo Encantado hay un lago que es perfecto para la pesca —afirmó Corphish.
Gothorita asintió con gran energía, una experiencia como esa, era algo único y que no se realizaba con regularidad, aunque a voces se sabía que a Corphish le encantaba pescar.
Así, ambos amigos se encaminaron hasta dicho lugar, después de todo, no era muy lejos de la sede; sin embargo, pasar junto al Pueblo Encantado, dejaba una sensación extraña en el cuerpo. Se decía que aquel lugar era habitado por Pokémon del tipo fantasma, también, que hace muchos años era un simple pueblo lleno de comercio y de diversos tipos de Pokémon, pero el huracán de un Pokémon que había sido retado a una disputa, no controló el poder que emanaba y arrasó con varias viviendas construidas con mucho esmero y, quienes lo habitaban, terminaron por marcharse y buscar un nuevo hogar; otros afirman que fue culpa de un Pokémon legendario.
Aquella triste situación, dio paso para que el pueblo lo comenzara a habitar fantasmas y de ahí nació el nuevo nombre del pueblo, pues todos los Pokémon que habitaban ahí eran muy bromistas y espantaban a todo aquel que se adentrara a dicho territorio. Sin embargo, ellos no debían cruzar el pueblo, solo debían rodearlo para llegar al lago del que Corphish había hablado.
Ante los ojos de la Pokémon psíquica, el lugar era hermoso, rodeado del verde de los árboles y arbustos, y un enorme lago de agua cristalina; los rumores decían que se trataba de un lugar sagrado, otros decían que se trataba de un hogar de muchos Pokémon Pez, como Magikarp.
Situación que aprovechaban algunos Pokémon para pescar solo por diversión y otros para su alimentación, el pobre era tan torpe que, de tanto que amaba brincar en el agua, no se fijaba en sus depredadores, quienes estaban al acecho; no obstante, siempre se encontraba el lago habitado, se decía que la forma de reproducción de los Magikarp era admirable, se reproducían en grandes cantidades; de ahí que los visitantes usaran el lago para la pesca y para pasar un rato divertido, plan que tenía en mente Corphish.
—Vaya, vaya, es horrible pasar por ese pueblo —dijo Corphish—, pero hemos llegado.
—Es un lugar hermoso —expresó Gothorita, quien con sus grandes ojos admiraba todo cuanto le rodeaba.
Cada uno de ellos cogió una caña de pescar, se sentaron en el borde del lago y disfrutaron de la compañía del otro, esperando a que algún Magikarp picara el anzuelo.
—Sabes... —comenzó a decir Corphish para romper el silencio que entre los dos se extendía—. Estoy muy feliz de que seas parte del Pokégremio, eres muy fuerte, y..., muy bonita, también.
Unas manchas rosas se asomaban por la cara de Corphish, no sabía cómo tomaría aquella confesión su amiga, pero no podía evitar ser demasiado honesto y directo, y haber dicho esas palabras, todo ello hacía que se ruborizara.
—Gracias, pero, oye, solo somos amigos, ¿de acuerdo? —contestó Gothorita.
—Solo lo dije por... —Un nudo se formó en su garganta—. No deberías ser tan egocéntrica, solo fue un halago, pero lo has tomado por otro lado.
—¡No! —chilló Gothorita—. Lo siento, eso es fue demasiado..., lo siento, creo que metí la pata.
Corphish soltó un gruñido, se levantó del suelo y retomó su camino.
—Deberías pensar lo que dices, a veces puedes herir los sentimientos de los demás —pronunció el Pokémon antes de marcharse.
***
Steenee no sabía lidiar con el aburrimiento, se cuestionaba muchas veces en qué gastar su tiempo sin que se aburriera. No visitaría a sus padres, sino hasta pasados unos días y teniendo el día libre, no sabía qué hacer.
Aunque era calmada y gustaba de la tranquilidad, aquel día quería sacar a relucir toca su energía acumulada, pero no tenía ideas en su mente, estaba totalmente en blanco.
Había aprovechado el descanso para dormir más tiempo del usual y, cuando se despertó, encontró a una Gothorita malhumorada.
—¿Todo en orden? —quiso saber Steenee.
—Corphish... Hice enojar a Corphish —confesó Gothorita.
Después de esas palabras le contó lo que sucedió en aquel lago.
—Vaya —soltó Steenee—, yo también me hubiera enojado, no usaste las palabras correctas, además, sí eres un poco egocéntrica, deberías cambiar.
Gothorita hinchó sus mejillas, que se lo dijera una amiga como ella, era más doloroso que se lo hubiese dicho el chico al que le hizo daño. Corphish era muy dulce y un gran amigo, sí, había tomado el asunto por donde no era, a veces no podía evitar ser demasiado imprudente. Con aquel suceso, tendría que pensar la forma de volver a reestablecer esa relación de camaradería que los caracterizaba y Corphish no cedería tan fácil.
Nunca había pensado en chicos, al menos no de momento y pensar que Corphish la quería conquistar, era una idea surreal.
—Iré a caminar —expresó Gothorita, cabizbaja.
—Bien —contestó Steene—. Por cierto, ¿has visto a Kirlia?
—No —respondió y se marchó.
Kirlia siempre tenía buenas ideas para salir del aburrimiento, sin duda ella le ayudaría a pensar en qué hacer para disfrutar su día libre, sin embargo, no la había visto desde hacía un par de minutos. Solo había dicho que daría una caminata, pero no dio más detalles sobre su paradero. Así, decidió dar un vistazo al Pokégremio y luego iría a las inmediaciones de la base, seguro estaría afuera.
***
La actitud de Kirlia era extraña, volteaba a mirar de un lado a otro como si huyera de alguien o de algo.
—Hoy estás muy rara —le dijo su acompañante, un Scrafty que tenía fama de malhechor en la Aldea Azafrán y de ser una mala influencia.
Muchos lo veían solitario la mayor parte del tiempo, pero en esta ocasión iba acompañado de Kirlia.
—Lo siento —se excusó ella—. Es que mis amigas no saben que me veo contigo, si se enteran, no me alcanzo a imaginar lo que pasaría.
Scrafty la miró con suma seriedad, ella tenía razón.
—Tu fama te precede —dijo Kirlia.
—Lo sé —contestó él—, pero es mi naturaleza, no lo puedo evitar.
—Como seas, así me gustas —confesó, posando un beso sobre una mejilla del Pokémon.
Scrafty se sonrojó. El sentimiento era mutuo, ambos estaban enamorados y disfrutaban pasar el tiempo juntos; empero, Kirlia mantenía dicha relación en secreto y no sabía si en el caso de él fuese igual y tampoco quiso indagar.
—Tú también me gustas, pero debes hablar con tus amigas.
Kirlia asintió con su cabeza. Habían ingresado al café de Spinda y este los saludo desde la distancia.
—Bienvenidos a la cafetería Spinda, el sitio ideal para disfrutar de las bebidas más refrescantes —habló el anfitrión—. ¿Qué desean probar hoy?
La cafetería de Spinda era famosa por sus bebidas, preparaba deliciosos brebajes con gomis, manzanas, bayas y todo lo que a los Pokémon se les ocurriera para preparar zumos.
—Un zumo de baya zidra —comentó Kirlia.
—Tengo esta gomi naranja —dijo Scrafty, revolviendo sus bolsillos—, la encontré en una de mis expediciones, me gustaría un zumo con esta gomi.
—¡Perfecto! —vociferó Spinda—. Se agita por aquí... Se agita por allá... —pronunciaba mientras daba vueltas y vueltas—. Se remueve bien... ¡Y ya está! Zumo de baya sidra para Kirlia y un zumo de gomi naranja para Scrafty, ¿desean que les prepare algo más?
—No, gracias —contestó Kirlia.
—Sentémonos por allá —señaló Scrafty, después de entregarle unas monedas a Spinda.
Ambos caminaron hasta una de las mesas. A esa hora no había casi Pokémon, por lo que era una hora perfecta para tener una cita. Por lo general, visitaban sitios poco concurridos, todo porque Kirlia mantenía en secreto la relación que tenían; si bien no tenía una etiqueta, los dos sabían que había algo especial.
Mientras admiraba a su guapo compañero, se cuestionaba en sus adentros si debía contarles a sus amigas o mantenerlo en secreto un poco más... ¿Qué debía hacer?
¡Hola, otra vez!
Esta vez conocimos un poco más a las protagonistas. ¿Se imaginaron que Kirlia tenía una relación secreta? 🤭 muy pronto sabremos más de ellos.
Como notaron, hoy quise hacerle homenaje a la cafetería Spinda, lugar recurrente en los videojuegos. También, en los juegos se llama Aldea Tesoro el lugar donde se encuentra el gremio de exploradores y los demás lugares, para esta historia se llama Aldea Azafrán.
Espero los haya gustado y nos vemos en el siguiente capítulo.
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