Una gran Serpiente
"¿En serio como llegamos a esto?" Logre esquivar un coletazo del gran Pokémon al cual nos enfrentábamos.
"Pues vinimos por el maestro Kartana por si no lo recuerdas" Torracat golpeaba a otros tipo roca con sus llamas.
"Torracat estos Pokémon tienen un aura extraña a su alrededor."
"¿Eh? Ah... si ya lo había notado" no, hasta ahora lo haces...
"Tenemos que acabar esta lucha rápido o la villa no lo aguantará"
"¿Y qué propones que hacer?"
Tenia que pensar lo más rápido que podía con cada movimiento que hacía la gran serpiente temblaba toda la montaña, mientras esquivaba y golpeaba a otro que se nos venían encima, se me ocurrió algo un tanto descabellado.
"¡Torracat!"
"Dime estoy a tu lado"
"Perdón... cuando te de una señal usa lanzallamas al pie del Steelix"
"Espero que sepas lo que haces"
Salí corriendo con dirección al gran pokémon para llamar su atención la cual logré atinandole un ataque de lodo, el cual no le agradó mucho logrando mi cometido, pero con ciertas complicaciones ya que además que esquivaba los ataques que usaba, había soldados y pokemones salvajes por doquier.
"Ya casi llego... -hasta que sentí un golpe muy fuerte en mi brazo- vamos no de nuevo"
Mi brazo derecho sangraba de más, pero como pude logre situarme en el lugar que planee.
"Bueno es ahora o nunca... -con un último esfuerzo llene el paso por donde iba de veneno- ¡Ahora Torracat!"
Solo escuche un gran fogonazo que venía por encima de mi y ver una gran llama salir en dirección al Steelix, pero más concretamente al veneno haciendo que este prenda una gran llamarada y que la gran serpiente retroceda para no ser consumida por el fuego.
"¿Que querías hacer con eso exactamente?"
"Mira al lado contrario"
Justo a su lado estaba más próximo un despeñadero que con el peso de la gran serpiente colapsó junto con ella llevandosela mucha más abajo.
"Bueno ahí va un proble... ¡ah!"
"¡oye! -se acercó Torracat para verme de cerca- esta herida es muy profunda vamos a la casa del Alcalde"
Torracat me ayudó a subirme a su lomo, agradezco en este momento no tener mi tamaño de humano. Sin tardar y viendo que aún habían uno que otro pokémon del tipo roca causando problemas, eran ya menos.
Logramos entrar en el recinto, pero por la pérdida de sangre no logre recordar más nada, pero si lo último que logré ver tras caerme del lomo de Torracat... un destello rosa.
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