En la mañana siguiente me levante con la misma sensación la cual ya sabía que era, solo vi a la pokémon de colores pastel dormir al lado mío, pensando, en lo poco que ha descansado cuidándome, viéndola bien me parece muy bonita.

"Sabes puedo saber lo que piensas y gracias..." tenía los ojos cerrados cuando menciono esto.

"Bueno, al menos no tengo que repetirlo"

"Eres muy malo, pero –se acercó para darme un beso pequeño, el cual acepte- ahora sé que me das una oportunidad"

"No podía negar tus sentimientos por mucho tiempo, eres una líder sin igual y muy buena con los demás"

"Aunque sea la líder del equipo, si no los hubiera conocido ese día en el desierto nada de esto estuviera pasando" tenía una mirada un poco triste.

"¿Te arrepientes de habernos encontrado ese día?" me dio un golpe suave con su pata.

"Nunca... pero, al principio fue extraño, ya que hasta hoy no sabemos que eres, pero aun así, algo me dice que eres confiable"

"Gracias Sylvi... para mí también lo eres" esta vez logre darle a ella un beso en la mejilla.

Lo cual hizo que se sonrojara mucho y sus lazos me apretaran un poco, como si fuera un abrazo, pero en ese momento se abrió la puerta de la habitación.

"Buenas, por lo menos se lo de ustedes y no me extraña que Sylveon este así contigo"

"H hola Phero, ¿Ya viste a Gardevoir y Torracat?" preguntó Sylvi.

"Sí y ahora están con Perla, pero no adivinaran como los encontré –tenía una sonrisa algo picara- Torracat le estaba dando de comer a Gardevoir"

"Hum, eso no es tan raro, las heridas de Gardevoir estaban muy mal"

"Ese no es todo, Torracat, estaba encima de Gardevoir"

Tanto Sylvi como yo abrimos nuestra boca de asombro, en cambio Pheromosa se reía de una forma un poco malvada, al parecer te correspondieron Torracat, en eso noto que el agarre que tenía se va soltando de a poco.

"Tengo que ir a ver a Gardevoir, por favor no te muevas" me miraba de una forma que combinaba la curiosidad con ¿Temor?

"Vale quédate tranquila y si te preocupa, no creo que Torracat hiciera vaya a hacer algo malo"

"Eso espero, Gardevoir ella..."

"¿Qué paso?"

"Nada; tranquilo, ahora nos vemos, Phero quédate ¿sí?"

"Dale cariño, ve con cuidado"

Sylveon salió de la habitación y Pheromosa solo agarro una manzanita de una cesta que me habían traído y empezó a cortarla, luego agarro una silla y trajo la manzanita cerca de donde estaba acostado.

"Ten, come un poco, el doctor me dijo que tu cuello ya está mejor"

"Gracias Pheromosa, come tú también si gustas" ella también comió un poco.

"Al parecer, ya aceptaste su amor hacia ti" detuve mi bocado un segundo, para ver mis... patas o manos.

"Si... ya era tiempo"

"Sabes, desde que me ayudaron en lo de fingir mi muerte y vivir con mi amada Perla, supe que este mundo, aun en ruinas, tiene algo maravilloso"

"Para eso necesitamos que nos ayudes, como hiciste con Xurkitree –hice una pausa- Pheromosa, no te obligare si no quieres y Sylveon tampoco lo hará, tu decisión la aceptaremos sea cual sea"

"Lo sé y si está a mi alcance los ayudare, no dejare que me separen de mi sirena, es más, hay un Ultraente que puede ayudarnos"

"¿No creo que hables de Celesteela verdad?"

"No, él es muy honorable y ve que los planes de nuestro jefe no son tan buenos" esto es bueno sí.

Muy lejos de la villa.

"Veo... que derrotaron a Xurkitree... pero, usar su cabeza solo para derrotarme"

"Te lo buscaste, te pedí tu ayuda y tú solo te diste la vuelta, esto es necesario"

"No lo es y tú no te quedaras con la satisfacción de haberme matado"

"No lo hagas"

"Tarde, ojala detengan tus planes"

...