Damian se encontraba caminando junto a Sprigatito, sin ningún destino aparente, ya que no sabe dónde está.

-Estoy empezando a arrepentirme de no haber traído el mapa-Comenta Damian a Sprigatito

Esta solo le responde con un maullido. 

-Supongo que es hora de sacar a Fletchling de su Pokebola, probablemente ya no está molesto- Asegura Damian 

Este toma una Pokebolas de se mochila, y de ella sale un Fletchling, que vuelva mientras mira a Damián fijamente.

-Vamos, no puedes estar tan molesto- Dice mientras pone su dedo en posición para que Fletchling pueda pararse ahí. 

El Fletchling se posa en el dedo de Damian, pero no le quita la visita de encima, hasta que Damian le acaricia su pequeña cabeza, Fletchling termino por quitarle la vista de encima, aunque parece que le costará un poco de tiempo acostumbrase a Damián. Después, Damian pone a Fletchling a descansar sobre su cabeza, al ver esto, Sprigatito decide escalar a Damian para quitar a Fletchling del lugar en el que estaba, pero este no cayó ya que podía volar, luego, el Fletchling le da un picotazo en la cabeza a Sprigatito, haciendo que está se moleste. 

-Oigan, sin peleas sobre mi cabeza, porque- De repente, los tres escuchan un grito a los lejos.

-¡Oigan, no pueden hacer eso! ¡Ayuda! ¡Que alguien nos ayude! Grita una voz femenina a lo lejos pidiendo ayuda.

-Esto no me da una buena señal- Dice Damian para después dirigirse al lugar donde pidieron ayuda. 

El llega al lugar, y ve a una chica llorando fuera de su casa.

-Oye, ¿Que fue lo que pasó?-. 

-Unos tipos, se llevaron a mi Treecko, y luego se dieron a la fuga- Le dice a Damian aún llorando. 

- ¿Debería ayudarla y rescatar a su Pokémon?, Pero, sería arriesgado, aún no se entrenar pokemons, y que tal si esos ladrones tienen sus propios pokemon, estaría en problemas - Se replantea a si mismo en su mente. 

Inesperadamente, llega un chico al lugar, y lo primero que hace es hablarle a la chica.

-Hermana, ¿Que paso? ¿Por qué luces tan alterada?-.

-Dos ladrones se llevaron a Treecko, seguramente aran algo con el, no quiero que la pasé nada-.

-Tranquila, trataré de recuperarlo- Le dice el chico a su hermana.

Su hermana ah dejado de llorar, pero continua un poco alterada. 

-Pero, esos tipos, tenían a sus propios pokemons, y tú no, podrían hacerte algo a ti también- Le recalca a su hermano.

-Lo se, pero no puedo dejar que esos tipos se lleven a tu Pokémon-. 

Damian solo escucha la conversación de los hermanos, y se la piensa mucho, hasta que decide armarse de valor, y se ofrece a ayudar. 

-Yo lo aré- Les dice a los hermanos. 

El chico parece que apenas se dio cuenta de la precensia de Damian. 

-¿Y tú eres?- Le pregunta a Damián.

-¿No te diste cuenta que estaba aquí? Bueno, no importa, el punto es que los ayudaré, se que no los conozco a ustedes, pero se robaron a su Pokémon, y eso es lo más bajo que alguien puede hacer- Les dice bastante confiado. 

-Hermano, deja que te ayude, así tendrán más posibilidades de regresar a salvo, además, el tiene Pokemons, estoy segura de que será de mucha ayuda- 

El chico mira con detenimiento a Damián, y decide que aceptará su ayuda. 

-Bien, supongo que tenés razón, dos cabezas son mejor que una-.

-Porfavor, trae a mi Treecko sano y salvo- Le dice la chica a Damián con notable angustia.

-Lo aré, lo prometo- Asegura Damian. 

-Oye, lo mejor sería que nos fuéramos de una vez, si no, no los alcanzaremos- Menciona el chico a Damián. 

-De acuerdo, no pudieron haber ido muy lejos- Le responde Damian. 

-Ellos se fueron en dirección a ese bosque- Les dice la chica a ambos. 

-Y haya es a donde iremos, ¡Vámonos!- Le dice el chico para después irse junto a Damián hacia el bosque.

-Suerte, espero que regresen en buenas condiciones- Se dice la chica en su mente. 

Damian y el chico buscaban cualquier rastro de esos ladrones, incluso Sprigatito y Fletchling ayudaban en la búsqueda, pero sin tener mucho éxito apesar de ya haber buscado por un buen rato. 

-Hey, ¿Hallaste algún rastro o pista? Pregunta Damian al chico.

-No, ¿Y tú?- Le responde 

-Tampoco, ¿Y ustedes dos?- Dice Damian refiriéndose a sus Pokemones. 

Ellos solo niegan con la cabeza.

-Y ¿Cómo te llamas?- Le pregunta el chico a Damián.

-¿Yo?, me llamo Damian-. 

-Damian, ¿Por qué aceptaste ayudarme? Fácilmente pudiste haberte negado-.

-Por unas sencillas razones, no podía dejar a unos ladrones llevarse un Pokémon y salirse con la suya, y, además, estoy inciando mi aventura como entrenador Pokémon, y quiero que esté llena de emoción, así que me dije, ¿Una misión para recuperar un Pokémon?, No puedo dejar pasar esta oportunidad-. 

-Je, me gusta tu entusiasmo, aunque no se como logras que se vea tan sencillo encontrar la motivación-.

-¿Por qué lo dices?-.

-Bueno, hace tiempo queria ser un gran entrenador Pokémon, desde que tenía 5 años siempre fue mi deseo, pero, el día en el que por fin podría iniciar mi camino como entrenador, por alguna razón, la motivación de antes que tenía para querer hacerlo, se había ido, no encontraba la chispa que me dijera "esto va a ser increíble", y aún me sigo preguntando, ¿Cómo fue que olvide esa motivación?, Y no pienso volverme un entrenador, hasta que esa chispa regresa a mi- Le cuenta el chico a Damián. 

-Curioso, no se muy bien cual fue la motivación que olvidaste, pero estoy seguro que la recordarás- Le afirma Damian.

El momento se vio interrumpido, ya que Damian sintió una gota de agua que cayó en su frente, hasta que repentinamente, comenzaron a caer bastantes. 

-Lo que faltaba, ahora está lloviendo- Dice Damian. 

-Demonios, así será mucho más difícil encontrar a esos tipos-. 

-¿Que tal si buscamos un lugar para cubrirnos de la lluvia? Esos ladrones no deberían haber ido muy lejos, y probablemente también estén buscando un lugar para refugiarse de la lluvia, y también seria una razón perfecta para descansar un poco- Comenta Damian. 

-Si, probablemente sea una buena idea, además, odio mojarme el cabello- Le responde a Damián. 

-Sprigatito, Fletchling, vengan- Le dice Damian a sus Pokémon. 

El grupo no tarda mucho tiempo, hasta que logra encontrar una pequeña cueva en la que podrán cubrirse por un rato. 

-Bien, después de caminar tanto, descansar un poco se siente increíble- Dice Damian mientras acaricia a Sprigatito quien está descansando en su regazo. 

-Oye, parece que ese Pokémon y tú se llevan bien, ¿Hace cuánto se encontraron? Pregunta el chico.

-Hace como un par de días- Le responde. 

-Vaya, creí que tenían mucho más tiempo-. 

-Un dato que me dio mi padre, es que algunos Pokémon pueden ser amigables por naturaleza, pero nunca está de más reforzar la relación Pokemon y entrenador. 

Le dice Damian mientras dirije su mano hacia Fletchling, pero este le da un pequeño picotazo. 

-¡Auch!, y otros pueden tardar un poco más tomarle cariño a sus entrenadores-.

Damian se percata que el chico está mirando con detenimiento a Sprigatito, y cree saber que piensa. 

-Oye, ¿Quieres acariciarla?- Le pregunta 

-Te estaría mintiendo si te dijera que no- Le responde con seguridad. 

Damian le acerca su Pokémon al chico, y comienza a acariciarla.

-Es como un masaje para mis dedos- Comenta el chico. 

Todo estaba relativamente normal por el momento, solo se escuchaban los ronroneos de Sprigatito, y el sonido de la lluvia. Hasta que en un momento repentino, se logra escuchar unos chillidos que provienen de afuera. 

-Oye, ¿Lograste escucharlo?- Le pregunta el chico a Damián.

-¿Escuchar que?-. 

-Suena como un Pokémon- Le afirma el chico. 

Ambos salen de la cueva, para ver de qué se trataba, ven algo a lo lejos, y efectivamente, era un Pokémon, en específico un Bulbasaur. 

Quién lloraba un poco, por alguna extraña razón.

-Pobre, ¿Por qué estará así?- Pregunta Damian. 

El chico se acerca al Bulbasaur, y cuando lo hace, se percata de la razón por la que el Bulbasaur lloraba.

-Vaya, tiene una pata muy lastimada-.

-Hay que llevarlo a la cueva, ahí veremos cómo ayudarlo- Sugiere Damian. 

El chico extiende sus manos para poder tomar al Bulbasaur, pero este desconfía de el, y se hace para atrás, aunque, cuando lo mira con detenimiento, ve que este no tiene malas intenciones, y se deja tomar por el chico, este lo carga y lo lleva a la cueva. Este lo acuesta en unas hojas, y el Bulbasaur parece tener bastante dolor. La Sprigatito se acerca con curiosidad a el, para luego lamerme la frente. 

-Parece que te agrada, Spri-. 

El chico sale de la cueva un momento, para luego regresar con una hoja larga, y la enreda en la pata lástima del Bulbasaur. Y al mismo tiempo, el Pokémon se ve un poco más aliviado. 

-Pobre Bulbasaur, se ve bastante mal- Le dice a Damian. 

-Hasta donde yo se, los Bulbasaur no viven por esta zona, posiblemente lo hayan abandonado en este lugar- Asume el chico. 

El chico solo miraba al Bulbasaur, quien estaba durmiendo ya que el dolor en su pata se había calmado un poco más, luego, acerco su mano a su cabeza y lo acaricio. 

-(En su mente) Hmmmm, esto me hacer sentir como si estuviera recordando algo-. 

-Bueno, creo que dormiré solo un po-. 

Damian no termina la frase, ya que se queda dormido en un instante. 

-Oye, ni te acomodes, recuerda que seguiremos buscando al Pokémon de mi hermana en cuanto termine de llover-. Le dice a Damian. 

Este no lo escucha, ya que enverdad se había quedado totalmente dormido. 

-Meh, igual creo que la lluvia tardará un poco-. 

Pasan varios minutos, y por fin la lluvia se detiene. Aunque ambos chicos se quedaron dormidos, pero son despertados por los Pokémon. Damian siendo despertado por un picotazo en la frente por parte de Fletchling, y el otro chico siendo despertado por un Bulbasaur, quien movía su brazo para despertarlo. 

-¡Auch!, Oye, se que todavía no te encariñas conmigo, pero picotearme no es muy necesario- Le dice Damian al Fletchling. 

El Fletchling solo voltea la cabeza a otro lado para disimular que no a hecho nada. 

-Al parecer ya te sientes mejor- Dice el chico al Bulbasaur.

El Bulbasaur le sonríe a el chico, como si estuviera bastante agradecido por haberlo ayudado hace poco. 

Damian se levanta y se pone su mochila, luego la Sprigatito se sube a su cabeza, y el Fletchling a su hombro. El otro chico también se levanta, pero este es acompañado por el Bulbasaur. 

-Vamonos, esos ladrones no pueden estar muy lejos- Dice el chico. 

Los dos continúan con su búsqueda, y al principio parecía que no lograrían encontrar algo, hasta que en un momento, se topan con unos chicos de vestimenta negra, botas y guantes grises, y en la camisa tienen un extraño logo (una "R" de color rojo). Ambos se interponen en el camino de Damian y el chico. 

-Hagamos esto más fácil para todos, denos sus Pokémon y no los lastimaremos, niños- Dice uno de los tipos. 

-¿Y ustedes son?- Pregunta Damian. 

-Nosotros somos miembros de una horganiza- El no termina su frase, ya que el chico al lado suyo lo interrumpe con un ligero golpe en el hombro.

-E-El quiso decir que somos miembros del equipo Rocket-.

-Un minuto, ¿¡Ustedes fueron los que le robaron su Treecko a mi hermana!?- Dice el chico bastante molesto. 

-Hablas de, ¿Este Pokémon?-.

Dice uno de ellos mientras saca una Pokebola, la cuál, tenía una firma en la parte inferior de la Pokebola. 

-Yo reconozco esa Pokebola, tiene la firma de mi hermana, ¡Regresenmela ahora!- Les exige el chico, ya un poco molesto. 

-Ya basta de charla, solo entreguen nos sus Pokémones-. 

-Ni lo sueñes- Dice Damian confrontandolós.

-Bien niños, si quieren jugar, hagámoslo-. 

-Este será mi primer combate verdadero, no pienso perder- Les asegura Damian con una sonrisa en su rostro. 

Los tipos sacan sus propias Pokebolas, y de ahí salen 2 Pokémons, los cuales serían los oponentes de los Pokémons de Damian.

Oinkologne

Y Spidops

Sprigatito y Fletchling se ponen en posición para luchar. 

-¡Oinkologne! ¡Usa agolpe cabeza!- Le ordena a su Pokémon. 

-¡Spidop! ¡Usa picadura!- Le dice también ordenándole 

Los Pokémons rivales iban a ser los primeros en atacar, pero, inesperadamente, el Bulbasaur que estaba al lado del chico que cuido de el, se impulso y tacleo a Spidops, el cual logra equilibrarse y caer de pie. El Bulbasaur mira el chico con una sonrisa, y es claro que es lo que quiere. 

-Oye, Fletchling, ¿Te parece si el puede reemplazar te por esta ves?- Le pregunta Damián.

El Fletchling comprende perfectamente, y deja que el chico y Bulbasaur ocupen su lugar. El chico sonríe, y se dispone a dar su primer enfrentamiento Pokémon, al igual que Damian. 

-¿Estás listo Bulbasaur?- Pregunta el chico al Pokémon. 

Este solo le sonríe, indicando que está más que listo. 

-De acuerdo, Sprigatito, ¡Usa ataque rápido!-.

-Bulbasaur, ¡Usa látigo cepa!-.

Sprigatito se lanza hacia Oinkologne con una gran velocidad, logrando golpearlo con su cuerpo. Bulbasaur extiende unos látigos que salen detrás del capullo de su espalda, y los usa para golpear a Spidops. 

-¡Oinkologne! ¡Usa derribo!-.

-¡Spidops! ¡Usa golpe mordaza! 

Oinkologne estaba apunto de golpear a Sprigatito, pero está, hábilmente logra esquivarlo, y Oinkologne termina chocando contra un árbol, y quedando fuera de combate. El Spidops rival, con 2 de sus ocho patas, golpea a Bulbasaur justo en la cara, y lo hace retroceder. 

-¡Bulbasaur! ¿¡Te encuentras bien!?- Pregunta el chico, con notable preocupación. 

Bulbasaur agita la cabeza, y luego le sonríe al chico, indicando que se encuentra bien. 

-Eres asombroso Bulbasaur. Bien, Ahora, ¡Usa hoja afilada!- 

Bulbasaur lanza una gran cantidad de hojas, las cuales, se dirijen a Spidops con gran potencia, haciéndole bastante daño, y dejándolo fuera de combate.

-¡Siiiii! ¡Lo hicimos!- Dice Damian bastante contento. 

-Debo admitirlo, fue emocionante- Comenta el chico. 

Damian carga a su Sprigatito y la abraza, el chico no se quería quedar a-trás, y abraza Bulbasaur.

-Maldición ¿Cómo perdido contra un par de mocosos?-. 

-Es tu culpa, si no nos hubiéramos refugiado de la lluvia, probablemente no nos hubiéramos tenido que enfrentar contra este par de idiotas- Dice el otro tipo notablemente molesto. 

-Pueden resolver sus problemas de pareja después, pero ahora, creo deben entregarnos a Treecko, y el resto de Pokémons que robaron- Les dice Damian. 

-*Suspiro* Ten los- Le dice uno de ellos para después arrojarlo la bolsa con todas las Pokebolas. 

-¡Y no somos pareja!- Le recalca a Damián. 

-Jaja, admito que me dio un poco de risa- Le dice el chico a Damián. 

-Bueno, supongo que este es momento de despedirnos-. Le dice al chico.

-Supongo que así es, debo regresarle su Treecko a mi hermana, darle todos los Pokémons robados a la policía, y, iniciar mi viaje como entrenador Pokémon-. 

-Espera, ¿Escuché bien?- Dice Damian para afirmar si escucho correctamente. 

-Lo que oíste, este día fue más especial de lo que creí, por fin, logré recordar que era lo que me emocionaba de ser entrenador cuando era pequeño. De pequeño, estuve mucho tiempo pensando en qué cuando me volviera entrenador, me volvería el más fuerte de todos, pero olvide lo principal que más me interesaba de ser entrenador, y es, conectar con los Pokémon, y no lo hubiera podido recordar, de no ser por ti, y Bulbasaur. Por eso, ¡Iniciaré mi viaje Pokémon!- Comenta el chico bastante entusiasmado. 

-Fabuloso, estoy seguro de que tú y Bulbasaur, será un equipo formidable- Les afirma Damian. 

Bulbasaur le sonríe a Damián, confirmando que así será. 

-Damian. Juro que cuando nos volvamos a ver, me habré convertido en un gran entrenador, y amigo de muchos Pokémon-.

-Esa es la actitud, yo también me volveré muy fuerte, ya lo verás- Dice Damian muy animado.

-Je, no hay duda de que así será- Ambos se despiden con un choque de puños, pero antes de que se alejen demasiado, el chico recuerda que tenía que decirle a Damián algo importante. 

-¡Hey! ¡Por cierto! ¡Mi nombre, es Rob!- Dice mientras continua caminando. 

-Pues nos volveremos a ver, Rob, y cuando lo hagamos, me enfrentare contigo-.

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En un lugar desconocido, estaban los tipos quienes enfrentaron a Damián y Rob hace poco, estaban arrodillados frente a un hombre, vestido con Smoking, quien le daba la espalda a los chicos. 

-¿Y bien? ¿Que es lo que quieren?- Les pregunta el tipo misterioso. 

-J-jefe, l-lo sentimos, unos chicos nos derrotaron, y luego se llevaron todos los Pokemons que teníamos-. Le dice uno de ellos, bastante nervioso. 

-No se preocupen, necesitamos una enorme cantidad de Pokémons para lo que quiero hacer, prácticamente no perdimos casi nada-. Dice el tipo aún dándoles las espalda, y con una voz sería. 

Los chicos pensaban que se habían salvado, y que no tendrán problemas, pero, el hombre sujeta a ambos chicos por el cuello, y los sostiene contra la pared.

-Esta no es ninguna especie de juego, vuelven a venir con las manos vacías, y juro que los matare con mis propias manos- Les dice el hombre amenazando a ambos chicos. 

Ellos estaban completamente aterrados por la advertencia, y cuando el hombre los libera hambos se disculpan y se van corriendo despavoridos del lugar.

-¡Lo sentimos! ¡No volverá a pasar-. 

La puerta se cierra, y ya no hay nadie más ahí. 

El hombre se acerca a una especie de cápsula, la cuál, está cubierta por partículas de agua debido a la humedad. Luego, pone su mano bruscamente en el cristal de la cápsula.

-Pronto, cuando tengas suficiente poder, serás el ser más perfecto que haya existido, y me servirás para completar mi plan. Solo es cuestión de tiempo.